El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y su rival, la demócrata Kamala Harris, se enfrentarán esta  tarde en su único debate televisado antes de los comicios del próximo 3 de noviembre.

El debate se realizará en un momento complicado para la campaña de Trump y Pence por la reelección, a menos de una semana después de que el presidente republicano anunció que se había contagiado COVID-19 y de que informó de un brote entre funcionarios de alto perfil de La Casa Blanca.

El exvicepresidente Joe Biden, el candidato demócrata, lleva una ventaja significativa sobre Trump en las encuestas nacionales, incluyendo una diferencia de 12 puntos porcentuales en el último sondeo de Reuters/Ipsos entre posibles votantes, cuando faltan menos de cuatro semanas para las elecciones.

Los equipos de ambos candidatos mantenían una discusión ante el pedido de Harris de instalar barreras de policarbonato (plástico) en la sala para reducir las posibilidades de una infección.

La cadena CNN reportó que un miembro de la comisión que supervisa el debate dijo a que Pence se le permitiría participar sin el panel, en tanto que Harris tendría uno a su lado si es que así lo prefería. Sin embargo, finalmente los republicanos accedieron a que dicha barrera fuera colocada. Además se aumentará la separación entre ambos participantes a casi cuatro metros.

Tanto Pence como Harris han dado negativo en las pruebas de coronavirus tomadas apenas ayer. El encuentro se desarrollará en Salt Lake City, Utah.

En un comunicado, la portavoz de Harris, Sabrina Singh, dijo: “Si la guerra a las mascarillas del Gobierno de Trump se ha convertido ahora una guerra contra las barreras protectoras, eso te dice todo lo que necesitas saber sobre por qué la respuesta al COVID-19 es un fracaso”.

Pence y Harris completan a su manera a cada uno de los candidatos a la presidencia. Cristiano ferviente y de buenos modales, Pence, un abogado, contrasta con la exhuberante personalidad de Trump. Habla mesuradamente sobre la pandemia pero también es un orador disciplinado.

De padre jamaiquino y madre india, Harris parece una promesa de vitalidad ante un Biden que, en caso de ganar, sería el presidente más viejo en llegar a La Casa Blanca.

Harris es además la primera candidata negra a la vicepresidencia por uno de los grandes partidos; en caso de ganar, sería también la primera mujer en llegar al segundo cargo más importante de Estados Unidos.

La campaña de la senadora reconoció que Harris tiene un “difícil” reto por delante, puesto que Pence es “formidable a la hora de debatir”.

“Nuestra expectativa es que Mike Pence tendrá un buen debate. Ha tenido éxito en otros debates y tuvo su propio programa de radio, así que no le subestimamos”, dijo la asesora de la campaña presidencial de Biden, Symone Sanders, durante una rueda de prensa telefónica horas antes del debate.

Debido al temperamento calmado del vicepresidente, la campaña demócrata no cree que vaya a interrumpir constantemente a Harris, como hizo Trump con Biden la semana pasada en su debate en Cleveland (Ohio).

“Pero por mucho que (Pence) se exprese con confianza, lo que expresará serán mentiras y distorsiones”, opinó Sanders, quien matizó que Harris no se dedicará a verificar la información que cite su rival, sino que se concentrará en “dirigirse al pueblo estadounidense”.

Por su parte el senador demócrata Cory Booker aseguró que “no hay nada que esta mujer negra no haya enfrentado antes, en el sentido del racismo, la xenofobia o el machismo, y no lo haya superado de una forma extraordinaria”

La campaña de reelección de Trump y la Casa Blanca han dado pocos detalles sobre la preparación de Pence para el debate, pero la cadena NBC News asegura que el vicepresidente se ha entrenado para rebatir a Harris sin que se perciba como que la está atacando de una forma machista.

Harris, por su parte, ha ensayado para el debate con el exalcalde Pete Buttigieg, uno de sus rivales en las primarias demócratas, en el papel de Pence, según el diario The New York Times.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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