Convencer a Estados Unidos de que él es el arquitecto de la recuperación económica y el garante de su éxito futuro:

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien evalúa buscar la reelección en 2024, pronuncia esta noche su discurso anual del Estado dela Unión, que según diversos especialistas, en esta ocasión tiene mucho en juego.

El discurso del estado de la Unión, programado para las 21:00 locales, es la larga alocución anual mediante la cual, desde hace décadas, en enero o febrero cada presidente estadounidense describe sus logros y revela sus planes ante el Congreso.

La Constitución exige al inquilino de la Casa Blanca informar a los legisladores “de vez en cuando”. Esta obligación se ha convertido en un gran ritual de la vida política estadounidense.

A sus 80 años, el mandatario demócrata tendrá mucho que hacer para convencer a sus compatriotas de que él es su mejor opción, ahora y potencialmente para las elecciones presidenciales de 2024, frente a su antecesor republicano Donald Trump, quien ya está en campaña.

Ante un Congreso en el que una de las cámaras, la de representantes, está ahora en manos de la oposición republicana, el “principal mensaje (será) que todavía tenemos que avanzar, pero que la gente se tiene que sentir optimista”, dijo ayer el principal asesor económico de Biden, Brian Deese.

El presidente tiene las cifras a su favor: un crecimiento robusto, un riesgo de recesión a la baja; un desempleo bajo y una inflación que se desacelera tras haber golpeado duramente a los hogares el año pasado.

Sin embargo, Biden se enfrenta al hecho de que las estadísticas no se reflejan en el sentir ciudadano: a pesar de las enormes inversiones y reformas votadas por Biden, el 62% de los estadounidenses cree que “no ha hecho mucho” o “casi nada” desde que asumió en enero de 2021, según una encuesta del Washington Post/ABC.

Incluso en el terreno demócrata no muestra entusiasmo por una nueva campaña de Biden. La misma encuesta revela que el 58% de los votantes demócratas quiere a otro candidato.

A medida que se acerca el primer aniversario de la invasión rusa en Ucrania, se espera que Biden dedique buena parte de su mensaje a elogiar el papel de liderazgo de Estados Unidos en la respuesta occidental a Rusia y, más ampliamente, su visión de “líder del mundo libre” frente a las autocracias.

En particular frente a China, a la que Estados Unidos acusa de haber enviado un globo espía sobre su territorio, finalmente derribado el sábado pasado.

Más allá de la economía y la geopolítica, Biden también buscará, como es costumbre, abarcar un amplio abanico de temas.

La lista de invitados de la Casa Blanca, publicada el martes, da una idea. Estarán presentes los padres de Tyre Nichols, un joven negro víctima de la violencia policial en Memphis; la embajadora de Ucrania; el cantante y activista Bono; personas que han superado el cáncer; una pareja de lesbianas; el padre de una víctima de una sobredosis de fentanilo, por mencionar a algunos.

El discurso del Estado de la Unión es un gran escaparate. En 2022 de Biden atrajo a más de 38 millones de espectadores, que no se comparta con lo que el Super Bowl de ese año reunió: 112 millones de espectadores. Sin embargo, no hay evento anual en el calendario político que se le acerque.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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