Fumio Kishida se alzó con el triunfo en las elecciones primarias del partido gobernante, por lo que será nombrado nuevo primer ministro de Japón, un cargo que asume con la intención de implicar más al país en retos globales como la estabilidad en Asia-Pacífico y el cambio climático.
第27代自民党総裁に就任しました。
総裁選において
河野さん @konotarogomame
高市さん @takaichi_sanae
野田さん @noda_seiko93
と、建設的な政策論争ができたこと、心から感謝申し上げます。#チーム岸田 の皆さまのご支援、本当にありがとうございました。
今日から新しい自民党がはじまります。 pic.twitter.com/DBxupHOT6E— 岸田文雄 (@kishida230) September 29, 2021
El exministro de Exteriores y de Defensa, de 64 años, se impuso en los comicios internos del Partido Liberal Democrático (PLD) de Japón, una votación con aire de elecciones generales ya que en este país el presidente de la fuerza política dominante es quien ocupa la jefatura del Ejecutivo.
Kishida, con amplia experiencia diplomática y considerado una figura moderada dentro del partido conservador, superó al ministro a cargo de la vacunación contra el COVID-19, Taro Kono, quien partió como favorito con un perfil más independiente y reformista.
La investidura de Kishida como nuevo primer ministro está prevista para llevarse a cabo el próximo lunes en el parlamento, donde el PLD cuenta con una sólida mayoría que espera revalidar en las elecciones nacionales que deberán convocarse antes de que finalice noviembre.
Kishida tiene en su currículum logros importantes como la mejora de los lazos con Seúl y Moscú o la histórica visita del expresidente estadounidense Barack Obama a Hiroshima, la primera ciudad que sufrió un bombardeo nuclear. Ha señalado que entre sus prioridades estarán reforzar la alianza con Estados Unidos y aumentar las defensas nacionales frente al auge militar de China y frente a los desarrollos armamentísticos de Corea del Norte.
También señaló su voluntad de “lograr un Indopacífico libre y abierto”, la forma en la que se suelen referir Washington y Tokio a su estrategia para contener el creciente poderío geoestratégico de China, aunque no llegó a aludir de forma directa a Pekín.
En el área económica, tratará de promover una “mejor distribución de la riqueza” para apuntalar el crecimiento económico de Japón.