Un gran jurado de Nueva York acusó ayer a Donald Trump de cargos penales por un pago de 130,000 dólares en efectivo a una actriz porno para comprar su silencio durante la campaña presidencial de 2016.

Esto podría poner al magnate en posibilidad de ser arrestado y vivir lo que ningún otro expresidente de Estados Unidos: que le tomen las huellas dactilares y le hagan la foto para la ficha policial.

Sin embargo, el expresidente niega haber quebrantado la ley y, a través de un mensaje en su red social, acusó al fiscal de distrito de Manhattan que presentó los cargos, el demócrata Alvin Bragg, de emprender una “cacería de brujas” política.

El objetivo, según él, es impedir que el Partido Republicano le nomine como candidato a la Casa Blanca en un momento en el que es el claro favorito, aunque justo este episodio ha dejado ver que habría perdido la capacidad de movilización.

Según sus abogados, el expresidente, que se encuentra en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, se entregará el martes a las autoridades de Nueva York para enfrentarse a los cargos, que se mantienen en secreto.

“El presidente no será esposado”, dijo Joe Tacopina, miembro de su equipo legal, que teme no obstante que sus adversarios se deleiten “haciéndole desfilar”.

Trump se declarará no culpable y hay “cero” posibilidades de que acepte un acuerdo de culpabilidad, adelantó Tacopina.”Eso no va a suceder. No hay delito”.

La inculpación dejó a Trump “conmocionado”, dijo su abogado, pero ahora está “dispuesto a luchar”.

El propio Trump predijo hace días su inculpación y convocó protestas advirtiendo que podrían desembocar en “muerte y destrucción potencial” en el país. Sin embargo, hasta ahora sus partidarios no se han movilizado. Por lo pronto, se ha reforzado la seguridad en el juzgado del centro de Manhattan donde se espera que Trump sea procesado.

“¡Solo presentaron este cargo falso, corrupto y vergonzoso contra mí porque apoyo al pueblo estadounidense y saben que no puedo tener un juicio justo en Nueva York!”, escribió Trump en Truth Social.

Trump ha superado dos juicios políticos mientras estuvo en la Casa Blanca, y parece esquivar otras causas en las que se ve involucrado, como el ataque al Congreso por parte de un turba de simpatizantes en enero de 2021, la desaparición de archivos de la Casa Blanca o las supuestas presiones a un funcionario del estado de Georgia durante las elecciones de 2020.

Su partido, sobre el que nunca ha dejado tener influencia, parece solidarizarse con él.

Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, estimó que la imputación ha “dañado irreparablemente” al país y su exvicepresidente y posible contrincante para 2024, Mike Pence, lo tachó de “ultraje” que “dividirá aún más” a Estados Unidos.

Es “antiestadounidense”, dijo por su parte el gobernador de Florida, Ron DeSantis, otro posible rival.

El presidente del país, el demócrata Joe Biden, que lo derrotó en las urnas en 2020, optó por la cautela: “No tengo ningún comentario sobre Trump”, dijo. Pero la expresidenta de Cámara de Representantes Nancy Pelosi recordó que “nadie está por encima de la ley”.

Recordemos que el exabogado de Trump, Michael Cohen, declaró en 2019 que hizo el pago a Daniels en nombre de Trump para ocultar una relación extramatrimonial de 2006 y que más tarde le devolvieron el dinero.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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