Parecía que ya México podía dejar de estar enfocado al cien por ciento en las acciones y tuitazos del bad hombre que habita La Casa Blanca. Esto porque México dejó de ser el blanco de ataque favorito de Trump y su gobierno quien volteó su mirada a los países musulmanes de Medio Oriente a través de su prohibición para que ciudadanos de siete países entren a EUA por un primer lapso de 90 días.
Esto permitía pensar que de nueva cuenta nos podíamos concentrar en nuestro problemas nacionales, que vaya que los hay. Pero de una vez más el radar informativo nos obliga a voltear a ver a Estados Unidos y a su relación con México.
Mientras la seguridad sigue empeorando y en tanto la ciudadanía está disconforme por la posibilidad o no de que hoy aumenten los precios de las gasolinas, la atención la vuelve a acaparar Trump.
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