Ahora sí queda un solo debate entre Hillary y Trump y la elección está a la vuelta de la esquina. La situación para Trump ha ido de mal en peor, al grado que, para efectos prácticos, hoy Trump va solo, sin su partido, en búsqueda de las llaves de la Casa Blanca.
¿Esto es positivo o negativo para Trump? Lo sabremos el 8 de noviembre, cuando se vea si quienes voten por Trump lo hacen justamente por ser un personaje alejado de la política tradicional y si son suficientes como para que le gane la elección aHillary.
Como ya lo anotamos el martes pasado en estas páginas, la contienda la tiene prácticamente ganada Hillary Clinton. El promedio de encuestas de Real Clear Politics le da seis puntos de ventaja a la demócrata. Nate Silver, en su portal FiveThirtyEight.com, apenas le da 13% de posibilidades a Trump. En el New York Times la diferencia es de 5 puntos (Hillary 45%, Trump 40%). Y de los 13 estados columpio que considera Real Clear Politics, Trump tiene ventaja sólo en 3 —Iowa, Georgia y Arizona.
Suena cantada a favor de Hillary. Pero sus simpatizantes no pueden confiarse. Deben salir a votar. Y Hillary debe balancear estas expectativas con la intensidad que quiera manejar en los 25 días que le quedan a la contienda. Balancear entre mantenerse sana y fuerte, pero no dejar de hacer campaña.
Hay especulaciones de que Clinton pueda cancelar su aparición en el tercer debate, el próximo 19 de octubre en Las Vegas, Nevada. Para quienes no queremos ver aDonald Trump en la Casa Blanca, ojalá que éstas sean sólo especulaciones. Los políticos que se saltan los debates se han encontrado con que las preferencias electorales bajan tras esta decisión.
Así le pasó a Mariano Rajoy en la primera elección en España, la del 20 de diciembre de 2015, en la que rehusó debatir con los otros candidatos. Ya para la siguiente elección, la del 26 de junio, Rajoy aceptó durante la campaña debatir con sus oponentes.
En EU eso mismo vimos en 2008, cuando John McCain quiso cancelar el primer debate programado en Oxford, Mississippi, sugiriendo a Obama mejor estar ambos en Washington, DC, atendiendo temas de la crisis financiera. Obama se negó y esto trascendió como una fuerte sacudida en la campaña de McCain.
Incluso antes, en 1980, el presidente Carter rehusó acudir al primer debate por la inclusión del candidato independiente, John Anderson. Su oponente, Ronald Reagan, sí acudió al debate. Muchos factores influyeron en el triunfo republicano y esta ausencia del debate fue vista como una de las razones.
En conclusión, quedan pocos días, Hillary va en la delantera… pero no puede confiarse ni ella ni sus simpatizantes.
APOSTILLA: Aquí en México la noticia de Duarte es buena para la ciudadanía. Un primer paso para acabar con la impunidad… ojalá. Seguido del anuncio del PAN de retirarle sus derechos partidistas al exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés. El PRI y el PAN están teniendo que actuar en contra de sus cuadros más manchados por escándalos de corrupción. ¿Y los otros partidos qué harán? Pésimo escenario sería que Morena no haga nada en sus propias filas y entonces se den golpes de pecho de ser los impolutos en la política, que no lo son. Basta preguntarle a Pablo de Antuñano, exdirector Jurídico y de Gobierno de la delegación Cuauhtémoc, detenido el 16 de septiembre por encontrársele una caja con 600 mil pesos en efectivo y que, a la fecha, nada ha sucedido.
El Nobel de Literatura a Bob Dylan ha generado enorme polémica. Muchos esperaban una decisión tradicional que premiara a alguien como Philip Roth, el extraordinario escritor norteamericano. Pero hay que recordar que no siempre se ha otorgado este reconocimiento a escritores. También se ha otorgado a figuras como Winston Churchill en 1953 “por su brillante oratoria”, hasta el dramaturgoHarold Pinter en 2005, quien era visto como ferviente antiestadunidense por su oposición a la guerra en Irak del entonces presidente George W. Bush.