Figuras trascendentales como Nancy Pelosi, la segunda personalidad política más importante de Estados Unidos después de Donald Trump, o Sanna Marin, la nueva Primera Ministra de Finlandia que, a sus 34 años se convirtió el pasado 10 de diciembre en la Jefa de Estado más joven de todo el mundo, marcaron la agenda del 2019.
Pero más allá de ellas, hay mujeres y movimientos encabezados por ellas que han querido mostrar, en México y en el mundo, que la violencia hacia la mujer y la disparidad en el trabajo, es inaceptable.
Este lunes arrancó el juicio en contra del primer señalado por el movimiento #MeToo, el ex director de cine, Harvey Weinstein. El mundo entero está familiarizado con esta sacudida que arrancó señalando a Weinstein en 2017 y, desde entonces, han sido muchos los hombres poderosos de varios ámbitos en el mundo que han caído en desgracia cuando mujeres los han acusado de acoso. Veremos sin con este juicio se comienza a poner fin a la impunidad de quienes estuvieron protegidos durante años por un sistema que normalizó relaciones de poder desiguales.
En Japón, la modelo y actriz, Yumi Ishikawa, generó conciencia sobre el requisito tan machista de que las mujeres usaran tacones al trabajo, a diferencia de los hombres que, evidentemente pueden ir a trabajar en zapatos bajos. En Japón los tacones son un requisito. Ishikawa subió un tuit quejándose de esta regla y éste fue compartido más de 30 mil veces en pocos minutos. Con su tuit, Ishakawa, de tan solo 32 años, se convirtió en la imagen del movimiento #KuToo: un amalgama de las palabras zapato (kutsu) y dolor (kutsuu) en japonés.
El movimiento de Las Tesis en Chile se hizo viral con el performance de “El violador eres tú”. Una coreografía que llegó a México también. Las mujeres buscan generar conciencia de que cuando un hombre abusa o violenta, no hay excusas de que es culpa de ella por la ropa que traía puesta o por el lugar por el cual caminaba.
Los números que ha reportado la ONU en tema de genero son alarmantes. Más del 17 por ciento de las mujeres en el mundo han sido víctimas de violencia sexual o física de su actual pareja o de la pareja con la que tuvieron una relación en los últimos 12 meses. De las 87 mil mujeres asesinadas en el 2017, la mitad ocurrió a manos de su pareja o de algún integrante de su familia.
En México el caso de Abril Pérez Sagaón, que fue asesinada el 25 noviembre, fecha en que se conmemora el Día Internacional en Contra de la Violencia contra la mujer, acaparó la atención. A Abril le falló todo el sistema de justicia, de principio a fin. Es decir, desde que reportó por primera vez la violencia de su esposo, hasta su asesinato frente a sus hijos en noviembre pasado. Su caso conmovió pero, desgraciadamente no es ni será el único en donde prevalezca esta falla en el aparato de impartición de justicia.
La agenda de género fue uno de los grandes temas del 2019. Fue el año de los hashtags #MiPrimerAcoso #SiMeMatan #NiUnaMas y otros tantos que buscan hacer visible un problema en el cual apenas se asoma la punta de un enorme iceberg. México es el país en donde los feminicidios ocurren con mayor frecuencia en toda América Latina. Y es también el país en donde éstos quedan impune en casi todos los casos.
Columna completa en El Universal