Tag

broojula

Browsing

No está fácil que AMLO se salga con la suya con la reforma al poder judicial que implica, en el asunto más incendiario, modificar la manera de seleccionar a jueces y magistrados para que se haga mediante el voto popular. Pero, insisto en que el presidente Andrés Manuel López Obrador es un genio para vender a la opinión pública lo que sea que a él le otorgue más poder si lo viste como un acto de justicia en el que “el pueblo” está colocado en el centro de sus preocupaciones.

La reforma judicial no está pensada para acabar con la corrupción que existe de manera prevalente y en detrimento del Estado de Derecho. Tampoco está hecha para lograr ahorros para la hacienda pública. Pero el presidente dice que eso es exactamente lo que quiere. Y que quienes quieren obstaculizar su reforma lo hacen para proteger corruptos y/o privilegios personales. De hecho la reforma judicial no es una reforma, es un golpe de un presidente enojado con la división de poderes y lo que esto ha implicado en las pocas limitaciones a su enorme poder político. Limitaciones para militarizar a la Guardia Nacional de jure; o limitaciones a sacar a los inversionistas privados del sector energético. AMLO se enojó con estos frenos y por ello quiere venganza.

La reforma judicial es un ejercicio de acaparamiento de poder. Nadie que no pertenezca a Morena y esté en buena lid con el grupo en el poder se verá beneficiado con las modificaciones que pretende. Llamarle reforma es darle un mérito que no merece. Lo que ocurrirá será una exacerbación del influyentismo, algo que solamente presagia mayor corrupción. Es el paso siguiente a la creación del partido-movimiento hegemónico que representa Morena.

No es un acaparamiento sencillo de obtener. Primero porque se debe lograr que el INE avale otorgarle a Morena-PT y PVEM una sobrerrepresentación por encima de la que es constitucionalmente válida. Si en las urnas obtuvieron un 54 por ciento del voto, quedarse con un 75 por ciento de las curules va en contra sentido de la cláusula de gobernabilidad.

Ésta se hizo para asegurar que las minorías no fueran desplazadas en el legislativo, no para que las mayorías las aplastaran. Pero todo indica que la oposición está sentada como el chinito, no’más milando, como Morena y aliados les acaparan los escaños suficientes para poder hacer modificaciones constitucionales a su antojo.

Lejos de tener como foco y propósito número uno frenar este acaparamiento del partido en el poder, andan más preocupados por sus pequeñas rencillas internas. Que si Alito se reelige o no; que si Marko se queda o no; que si Maynez coordina o no. Ahora lo importante debiera ser para ellos defender que en el legislativo mantengan lo que en las urnas les dimos los ciudadanos. Pero no. Eso lo dejan en segundo plano sin darse cuenta lo irrelevantes que serán una vez consumado el reparto de escaños que pretende el oficialismo.

Una vez que el INE falle tal y como quiere Morena y aliados, el Tribunal deberá ratificar la decisión. Esa es la segunda aduana. Ahí no debiera ser fácil para Morena salirse con la suya, pero lo logrará porque ya antes de las elecciones se aseguró el oficialismo de tener una mayoría de magistrados en su bolsa.

Así, en estos días la conformación del legislativo quedará como quiere el presidente y con ello comenzará la ventana de septiembre en la que se aprobará el engendro de reforma al poder judicial. AMLO y sus cercanos lograrán hacerse de todo el poder. A la vista de todos. Ante la impotencia de los ciudadanos que estamos a merced de una clase política lamentable.

Aunque a la venganza la quiera disfrazar de justica el presidente, venganza seguirá siendo. Nada más y nada menos. Eso es la “reforma” judicial.

Columna publicada en El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguro esta mañana que si bien en Estados Unidos hay una investigación contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, no hay elementos que pudieran involucrar al expresidente Felipe Calderón.

Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador dijo que lo que puede suceder, y eso dependería de la investigación, es que en las declaraciones de García Luna impliquen al expresidente, aunque no está claro.

“Eso sería otra cosa, pero hasta ahora no hay elementos, que yo sepa, para que con el caso de García Luna se pueda implicar y juzgar al expresidente. Lo que hay ahora es un debate sobre este tema”, dijo AMLO.

López Obrador reiteró que su gobierno iniciaría una investigación contra el exmandatario sólo si la gente así lo pide a través de una consulta ciudadana.

Sostuvo que su gobierno debe actuar con responsabilidad y no optar por la calumnia, no promover lo que se hacía antes sobre fabricar delitos, hacer a un lado a los adversarios acusándolos de cualquier cosa para deshacerse de ellos.

Dijo que en caso de que Estados Unidos le pida información de Felipe Calderón, en el marco de la legalidad y sólo si se les solicita, sería entregado lo solicitado.

“Pero no nos adelantamos, esperemos a que avance el juicio. Vamos a actuar siempre con rectitud, aunque se trate de nuestro adversario (Felipe Calderón), aunque, entre otras cosas, nos haya robado la Presidencia”, dijo.

Y es que recordemos que los señalamientos en contra del exmandatario se intensificaron luego de que la revista Proceso publicara una entrevista con la exembajadora de EUA en nuestro país, Roberta Jacobson, en la que de acuerdo al periodista Jesús Esquivel, el gobierno de Calderón tenía en su poder la información sobre los nexos de Genaro García Luna con el narcotráfico.

“Conocíamos las andanzas de García Luna… pero debíamos trabajar con él”, publicó Proceso el pasado domingo atribuyendo dichas declaraciones a la exdiplomática; sin embargo, bastó que la entrevista saliera a la luz para que Jacobson reaccionara y asegurara que había múltiples precisiones que hacer, pues lo publicado difería con lo que ella había declarado.

En entrevista con Broojula, Roberta Jacobson, aclara la información que ella recibió sobre García Luna nunca fue corroborada: