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El anuncio de la compra de Twitter que hizo Elon Musk es enorme en materia de negocios pero aún más en la forma como afectará como nos comunicamos hoy en día. ¿Para bien o para mal? Esa es la gran pregunta.

Comencemos por aclarar que Twitter no es un gran negocio. Es más chico que otras plataformas, como Facebook o Instagram, y sus ingresos dependen en un 90 por ciento de anunciantes. Pero eso a Elon Musk no le importa. Sugiere mover la plataforma hacia un esquema de suscripciones pero aclara que lo que más le interesa es influir en la forma como se discuten los temas fundamentales de hoy en el mundo en general y en Estados Unidos en particular.

En ese país están muy nerviosos los demócratas y muy ansiosos los republicanos con la noticia de Elon. Los republicanos sienten que Musk logrará balancear más un discurso que sienten está cargado del lado liberal y además están con la expectativa de que regrese Donald Trump a la plataforma. Aunque el expresidente ha dicho que no regresará a Twitter, habrá que ver si resiste la tentación de utilizar la red social ante las elecciones intermedias de este año y hacia las presidenciales del 2024.

Una encuesta de YouGov muestra que el 54 por ciento de los republicanos están de acuerdo con que Elon compre Twitter, mientras que solo un 7 por ciento de los demócratas piensan igual.

Del lado demócrata hay más preocupación por esta postura de completa libertad de expresión que ha dicho Musk que será el mantra principal de Twitter. Muchos se preguntan ¿qué pasa cuando se deja en absoluta libertad la comunicación en aras de defender la libertad de expresión? Las plataformas que lo han hecho se han visto inundadas de violencia, información falsa y pornografía. El ejemplo perfecto es Perler que fue vetada de Apple y Google en su plataforma de descarga, de la cual depende Twitter.

De entrada, esta intención de absoluta libertad que quiere Musk se enfrentará a dos grandes problemas. El primero es que los reguladores de contenidos en la Unión Europea ya salieron a decir que si quiere funcionar en sus 27 países miembros, Twitter tendrá que seguir procurando moderar y/o sacar a quienes fomenten discursos de odio y promuevan información falsa.

El segundo problema será China. ¿Qué va a hacer Elon Musk con un país que censura las comunicaciones en su país, incluyendo redes sociales, y que además es comprador y suministrador importantísimo de insumos para Tesla? ¿Va a poner en riesgo las finanzas de la empresa de vehículos eléctricos en aras de mantenerse firme con la libertad de expresión? Se antoja una decisión complicada ya que, de entrada, parte del financiamiento para la compra de Twitter está respaldado por acciones de Tesla.

Algo que suena muy interesante en el código de Twitter, según Musk, es la intención de acabar con los bots y las cuentas falsas. Ojalá encuentre la receta. No será sencillo y habrá que encontrar cómo proteger la identidad de quienes viven en regímenes autoritarios que amenazan las libertades de ciudadanos que utilizan Twitter con pseudónimos para poder comunicarse con “el exterior”.

Interesante también su idea de permitir la edición de mensajes en la plataforma. ¿Qué pasa si le damos retwitt a un mensaje que después es editado y con ello cambia el sentido del mensaje?

Twitter es, como ha dicho Musk, el espacio digital en el que los temas fundamentales de la humanidad se debaten. Veremos qué significa que las llaves de ese espacio las tenga una sola persona y además la que hoy es la más rica del mundo.

Apostilla: Como todo con Elon Musk, hasta el precio que ofertó para la compra tiene su simbolismo. La oferta de $54.20 por acción contiene sus número favoritos, 420, en referencia a la mariguana.

Columna completa en El Universal

El reporte de Goldman Sachs es muy claro: la votación de los diputados en contra de la reforma eléctrica fue quizás la mayor derrota política del presidente Andrés Manuel López Obrador desde que asumió el cargo. El banco cree que es probable que esta derrota del presidente impulse a la oposición a permanecer unida para las elecciones locales de este año y probablemente hacia las de 2024.

La derrota fue no solo por quedarse corto en los votos para que se pudiera modificar la Constitución. La derrota fue también moral. Quedó al desnudo que el presidente no solo es igual a los de antes, que tanto le gusta denostar, es peor.

Dijo el presidente en su mañanera del lunes posterior a la derrota que “lo que no suena lógico, suena metálico”, en referencia a que los 223 diputados de la oposición que votaron en contra de la Ley Eléctrica recibieron dinero por su voto. Los acusó de vendepatrias y traicioneros a la nación. Esto cuando el único caso claro de una compra de un voto fue el del diputado, Carlos Aysa Damas, del PRI, quien se cambió a Morena y votó a favor de la iniciativa presidencial para que su papá, Carlos Miguel Aysa, sea el nuevo embajador de México en República Dominicana.

A los diputados del PRI los llamó paleros del PAN por haber votado todos en el mismo sentido, en contra de su iniciativa. Pero ¿qué no son más paleros los del Verde, paleros de Morena, por haber votado este domingo en contra de una iniciativa que en 2013 apoyaron? Tan paleros de Morena resultaron los del PVEM que terminaron por expulsar a la única de sus legisladoras que no quiso votar como borrego, a Alexis Gamiño. Así, la alianza Juntos Hacemos Historia quedó con un escaño menos en la actual legislatura. Ganaron al vendido de Aysa; perdieron a Gamiño y a Andrés Pintos, que también abandonó el barco del Verde para irse a Movimiento Ciudadano y también votó en contra. En un momento en el que cada voto resulta valiosísimo, a la derrota del presidente hay que sumarle que su coalición se quedó con un legislador menos.

Tras la votación, los dirigentes del PAN, PRI y PRD, así como el Coordinador de MC en el Senado advirtieron que la misma suerte que la Ley Eléctrica pueden sufrir las reformas constitucionales de la Guardia Nacional y la electoral, que ha prometido enviar López Obrador al Congreso. Esto puede llevar a un status-quo legislativo que, siendo el mejor escenario para México, sería el peor para un presidente que quiere a toda costa transformar al país.

Sin diálogo y pretendiendo imponer a capricho su voluntad, el presidente no podrá hacer los cambios constitucionales que quiere. El dirigente de Morena, Mario Delgado, dijo que López Obrador sale ganando con el rechazo y que la oposición se someterá al juicio de la historia y de los electores. No estoy segura si eso lo dijo todavía con su traje de baño puesto, ya que el domingo se le vio así vestido a su llegada a la Ciudad de México de sus vacaciones en Puerto Escondido, pero el primer juicio de los electores ya se vio en 2021 cuando Morena perdió 58 diputados y con ello quedaron imposibilitados de hacer los cambios que ahora quieren pasar “a chaleco”, como se dice coloquialmente.

Tiendo a coincidir más con el análisis de Goldman Sachs que con el de Mario Delgado respecto a si el voto de rechazo a la Ley Eléctrica ha sido una derrota o un triunfo para el presidente López Obrador.

Columna completa en EL UNIVERSAL

Pensaba que con el sí en el referéndum sus negocios, su ciudad y su vida serían mejor. Hoy está arrepentido no solo de haber votado por el sí, también de su importante papel en promover el voto. Pero ¿cómo iba a saber que la corrupción del pasado palidecería con lo que vive actualmente si el presidente y el alcalde prometían la gloria y euforia una vez que ganaran la votación?

Esa es la historia de Oleg Zubkov, un empresario de Crimea, dueño de zoológicos en Yalta, que votó en favor de anexar la península a Rusia en el referéndum de marzo 2014 que permitió a los ciudadanos de Crimea “elegir” si querían ser parte de Rusia o permanecer en Ucrania. Los anuncios espectaculares para promover el referéndum fueron poco sutiles. Rusia aparecía con su bandera tricolor y Ucrania lo marcaron con una enorme swastika negra. El referéndum ocurrió cuando las fuerzas rusas ya ocupaban la península y los medios de comunicación ya no transmitían más que propaganda rusa.

El primer zoológico de Zubkov se llamó Skazka que significa Cuento de Hadas. Irónico, ya que fue justo su creencia en el cuento de hadas que prometían los políticos afines al Kremlin lo que lo llevó no solo a votar por el sí en el referéndum, también a promoverlo de manera entusiasta. Llegó al extremo de anunciar que si perdía el sí, soltaría a los leones de sus zoológicos para defender la anexión a Rusia.

Zubkov estaba harto de la corrupción de la clase política ucraniana. Le molestaba tanto que añoraba hasta eliminar el idioma ucraniano de su ciudad y la posibilidad de hablar en ruso. Pensaba que el dineral que ese país generaba a través de la industria energética llegaría a la península para poder mejorar la infraestructura, las calles y sus zoológicos. Creía que con la anexión a Rusia se acabarían los políticos que solo buscaban enriquecerse e invertir en sus dachas. Rusia acababa de ser la sede de los Juegos Olímpicos, así que seguramente sabrían hacer las cosas mejor que los ineptos políticos de Kiev.

El resultado del referéndum fue un día de fiesta para Zubkov. La autoridad ucraniana que nombró el Kremlin cuando comenzó la anexión de la península celebraron que votó el 83 por ciento de los ciudadanos y que de ellos el 97 por ciento apoyó el sí para unirse a Rusia. En Estados Unidos, Barack Obama señaló que el referéndum fue un fraude. Zubkov decidió festejar organizando una fiesta en uno de sus zoológicos con entradas gratuitas. El león que coincidentemente nació ese día lo bautizó con el nombre Referéndum.

Muy pronto el cuento de hadas se convirtió en una pesadilla para un Zubkov que se dio cuenta el error que es pensar que cuando las cosas están mal, nunca se pueden poner peor.

Tras la anexión hubo problema en tres frentes. Por un lado, el turismo ucraniano desapareció y las autoridades de Kiev dejaron de suministrar energía y agua a la península. Por ello comenzó escasez de múltiples insumos que se agravó por las sanciones de occidente. Por si eso fuera poco, entre las autoridades nombradas por el Kremlin estaba un político que también tenía parques de diversiones y un delfinario que veía en los zoológicos de Zubkov competencia.

A partir de ese momento le llovieron demandas por falta de documentación; por supuestos malos cuidados de salubridad en sus zoológicos y hasta maltrato a sus empleados. De juicio en juicio, Zubkov pensaba que si solo pudiera acercarse al presidente, la suerte le cambiaría. A pesar de ver como se deterioraba su negocio y como el prometido turismo ruso no llegaba, Oleg tenía esperanza en Vladimir Putin.

Entrevistado por el periodista Joshua Yaffa para su libro, Entre dos fuegos: verdad, ambición y compromiso en la Rusia de Putin, Zubkov le confesó: si tuviera que volver a votar hoy, preferiría quedarme como parte de Ucrania, pero la historia no permite los hubiera.

Columna completa en El Universal

Ayer publicó un mensaje en twitter el Coordinador General de Comunicación Social de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, presumiendo que en una encuesta, el 67 por ciento de los participantes anuncia que votará el próximo domingo a favor de que el presidente López Obrador continúe su mandato y que esto significa un reconocimiento a su trabajo por los más vulnerables y pobres.

Votar para que se quede AMLO no necesariamente es un reconocimiento a su trabajo por los más pobres y vulnerables. Esta aseveración desde presidencia es una muestra de las varias trampas que hay detrás del ejercicio de revocación de mandato del domingo 10 de abril.

La trampa es de origen. La constitución se reformó después de que Andrés Manuel López Obrador ganó la presidencia por el periodo comprendido del 1º de diciembre del 2018 al 30 de septiembre del 2024. La ley no debe ser retroactiva. La revocación de mandato debiera de aplicarse hasta la presidencia que comience el 1º de octubre del 2024. El que este ejercicio permita acortar el periodo para el que López Obrador fue electo significa cambiar las reglas a mitad del ´juego´ y eso es una primera trampa.

La segunda trampa es que una herramienta muy valiosa de la democracia que le pertenece a los ciudadanos fue arrebatada por un partido político, Morena. Para que la revocación se pudiese convocar, la ley estipula que es necesario que quien quiera la revocación reuna las firmas del 3 por ciento de la Lista Nominal. En esta ocasión quienes reunieron las firmas fue una Asociación Civil ligada íntimamente a Morena que quiere ratificar a Andrés Manuel López Obrador.

Que Siga la Democracia, la organización que reunió las firmas necesarias, está conformada por diputados morenistas, exlegisladores federales, familiares de funcionarios públicos, como el hijo del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y el papá de la gobernadora de Guerrero, Felix Salgado Macedonio. Todo este aparato de Morena ha desplegado una campaña de promoción masiva mediante mítines y anuncios espectaculares cuya fuente de financiamiento no puede fiscalizar el INE porque lo hace a través de Que Siga la Democracia, que es una AC y éstas no son sujetos fiscalizables por el instituto. El INE solo puede fiscalizar a partidos políticos. Segunda trampa de la revocación.

La tercera trampa es querer vender el ejercicio como una virtud de la democracia directa y que si no votamos, dejamos que otros decidan por nosotros. Eso es falso. La revocación no es lo mismo que una elección al tener un umbral para hacerla vinculante. No votar es decidir que no se quiere sumar para llegar al umbral necesario para hacerla vinculante.

La cuarta trampa es que todo este costoso ejercicio significa darle muchas vueltas de tuerca pero pase lo que pase, estaremos igual. El poder lo seguirá ejerciendo Andrés Manuel López Obrador el 11 de abril y en adelante. En el remotísimo caso que el resultado sea a favor de revocarle el mandato al presidente, al haber votado más del 40 por ciento de la Lista Nominal y de éstos el 50%+1 en favor de que se vaya, quien asume el poder de manera provisional es, según lo mandata el artículo 84 constitucional, el presidente del Congreso, en este caso, el morenista Sergio Gutiérrez Luna. De ahí, el Congreso, con mayoría de Morena, tendrá 30 días para nombrar a quien concluya el periodo constitucional. Morena nombrará al morenista que AMLO les ordene.

La quinta trampa es que, en lugar de enfocarnos en los múltiples problemas que tenemos y en como resolverlos, estamos perdiendo el tiempo con esta revocación costosa; tramposa e inútil.

Columna completa en El Universal

Alejandro Gertz Manero ha abusado del despacho que ocupa de forma más que clara. La Fiscalía General de la República le ha servido para atender con los recursos de la oficina (poder y dinero) sus rencillas personales. El caso de Alejandra Cuevas y Laura Morán es la evidencia más clara, aunque no la única.

A Alejandra Cuevas la tuvo en prisión 528 días por un delito que ni siquiera está catalogado, la de “garante accesoria”. A su madre, Laura Moran, de 98 años, la tuvo en arresto domiciliario porque consideró que no cuidó como debía de su hermano, Federico. Laura y Federico fueron pareja 53 años. Una relación que al hoy fiscal Gertz nunca le pareció porque, entre otras cosas, ella era mayor que él y divorciada, pero eso es harina de otro costal.

Lo que es incomprensible es que ante la evidencia clara y contundente que dieron las llamadas filtradas entre Gertz y su segundo en la Fiscalía, Juan Ramos, en donde ambos discutían el proyecto del Ministro Alberto Pérez Dayán, que no era público, para ver cómo lograr mantener a Alejandra en prisión, y ante el posterior fallo unánime de la Suprema Corte (11 a favor y 0 en contra) de su liberación lisa y llana, el fiscal siga en el cargo.

Ayer en su conferencia mañanera el presidente López Obrador refrendó su confianza en Gertz.

¿Por qué sigue el presidente sosteniendo a Gertz Manero al frente de la FGR?

Si López Obrador decide solicitar la remoción de Gertz, fortalece a Ricardo Monreal por partida doble. Primero porque la solicitud la tiene que enviar al Senado y ahí, es con el voto de las dos terceras partes de los senadores que se aprueba esta solicitud del Ejecutivo. Una vez que procede la remoción, Monreal vuelve a ser determinante porque es el mismo Senado el que ratifica al nuevo titular de la FGR.

Es claro que en su ejercicio adelantado de la sucesión presidencial lo que menos quiere López Obrador es fortalecer a Monreal. Además, en el esquema actual el presidente garantiza un Fiscal que está de rodillas, a su merced. Si el presidente decidiera solicitar su remoción, Gertz pierde todo el poder. Bien dice el dicho que el poder da amigos de mentiras y enemigos de ‘a de veras’, a los que se conoce una vez perdido este poder.

Lo que resulta inexplicable es la falta de escándalo que este episodio debiera ser para la abogacía. El caso de Alejandra Cuevas demostró que en México es irrelevante tener o no razón; tener o no buenos abogados. Quienes sacaron a su madre de Santa Martha fueron Ana Paula, Alonso y Gonzalo Castillo, sus hijos. Ellos se presentaron ante el Fiscal; se le arrodillaron al ministro Zaldívar; hablaron con los medios y vivieron en un infierno para enfrentar a Goliat. Sus abogados no pintaron para lograr que su madre esté hoy libre. El sistema legal no sirve y esto es una muy mala noticia para los abogados de México.

Si quieren ser relevantes tendrían que unirse en contra del fiscal. Gertz Manero es miembro de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados y del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México. ¿En dónde están sus manifestaciones en Palacio Nacional en contra de que un abogado como Gertz sea el titular de la FGR? ¿En dónde sus cartas pidiendo que se remueva del cargo a quién ha abusado de su poder? ¿En dónde su comunicado anunciando que expulsan a Gertz de sus órganos para poner cuando menos un mínimo de presión al presidente? O ¿Acaso es sostenible un Fiscal que ha sido expulsado de la BMA y del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México?

Columna completa en El Universal

El error de cálculo del presidente lo tiene arrinconado. Igor Girkin, un ex coronel de la Agencia de Inteligencia Rusa, la FSB, declaró esta semana que Rusia cometió una evaluación catastróficamente errónea sobre la debilidad de las fuerzas ucranianas. “El enemigo fue subestimado en todo y cada uno de los aspectos evaluados”, dijo Girkin.

Esto, lejos de ser una buena noticia, significa que las cosas se van a poner mucho peor en Ucrania. Conforme pasan los días queda claro que la decisión la tomó Vladimir Putin sin consultar a nadie y ahora la salida de la guerra atraviesa por el camino de mayor violencia y mayor destrucción.

Rusia envió a pelear a Ucrania a alrededor de 190 mil tropas pensando en una invasión rápida. Como el Plan A falló, ahora viene el Plan B: destruir Ucrania. Para ello Putin se está apoyando en más de 400 mercenarios del Grupo Wagner que han sido enviados específicamente para asesinar al presidente Zelensky y para instaurar terror entre los ucranianos.

Estos mercenarios no existen en papel por lo que no tienen que respetar las reglas que un ejército formal debe seguir en una guerra. Se sabe que fueron fundados por Dmitry Utkin, un exsoldado ruso que irónicamente está todo tatuado por símbolos nazis. Irónicamente porque Vladimir Putin justifica la invasión como un rescate de los nazis que están en el poder en Ucrania, cuando el presidente Zelensky es judío y cuando los mercenarios de Putin demuestran simpatía precisamente con el nazismo. Tanto así que el nombre del Grupo Wagner proviene del compositor favorito de Adolf Hitler.

Quien financia a estos mercenarios es Yevgeny Prigozhin, un oligarca que además es dueño de la Agencia de Investigación de Internet que es la más grande granja de bots y trolls que usa Putin para difundir sus mentiras y desacreditar las verdades que le incomodan. Prigozhin se ha beneficiado a través del trabajo de sus mercenarios en guerras como las de Siria o la República Centroafricana que le han permitido adueñarse del petróleo o minas de diamantes en esos países.

La palabra que define la situación actual es impasse. Esto significa violencia por tiempo prolongado para ver quien se cansa primero, los rusos de atacar al país vecino en medio de fuertes pérdidas, o los ucranianos de ver y vivir la destrucción de su país. Para dimensionar las pérdidas que han tenido las fuerzas rusas oficiales, las cifras que reporta el gobierno de Biden es que han muerto 7 mil rusos, entre solados y altos mando, en menos de un mes. En casi una década de conflicto en Chechenia murieron en total 11 mil fuerzas rusas. A ello habría que sumar las bajas dentro de este Grupo Wagner, que según me comentó en entrevista Joshua Yaffa, corresponsal del New Yorker en Rusia y Ucrania, han sido importantes también.

Todo esto no significa que Putin le vaya a poner fin pronto a la guerra que va perdiendo. Al estar arrinconado puede recurrir a acciones más desesperadas, me comentó Yaffa. Putin le ha vendido esta guerra a la opinión pública rusa como definitiva para el país y les ha pedido que se preparen para un conflicto prolongado.

Apostilla: Los monarcas del sudeste asiático tenían elefantes blancos como señal de poder y riqueza. Mostraban que ese monarca y sus mandatos estaban bendecidos. Pero en realidad, el elevado costo de cuidar a estos animales era más bien una maldición. Por eso se llama a los proyectos de infraestructura cuyos costos son mayores que su utilidad elefantes blancos. Ayer el semanario del Economist recordó esta historia para presentar su reportaje sobre el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Columna completa en El Universal

Morena quiere arrebatarle a la oposición lo que no logró obtener en las urnas.

Cuando Morena perdió la mitad de las alcaldías en las elecciones intermedias del 2021, tanto la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, como el presidente López Obrador, recibieron un golpe muy duro. Entre otras cosas, fue el principio del discurso de ataque presidencial a las clases medias. Dentro de esas pérdidas, la alcaldía Cuauhtémoc fue especialmente dolorosa. Es la demarcación de Palacio Nacional, la casa del presidente.

Con todo y todo no deja de sorprender la estrategia para sacar a Sandra Cuevas, que le arrebató el triunfo a Dolores Padierna, para que Cuauhtémoc regrese a manos de Morena.

Sandra Cuevas ha cometido toda serie de excesos y errores desde que ganó la alcaldía, no obstante, la consigna en su contra es más que evidente cuando vemos que los excesos y las ilegalidades de los cercanos a Morena no se resuelven (caso Rebsamen; caída de la Línea 12 del Metro) pero cuando se trata de la oposición, la ley es más que expedita. Es hasta excesiva.

El desencuentro actual que llevó a que se separe del cargo por tres días a Cuevas comenzó en febrero pasado por un conflicto entre ella y la subsecretaria de Programas de Alcaldías del Gobierno de la CDMX, Dunia Ludlow, por el reordenamiento de comerciantes informales en el Centro Histórico.

Ante este desencuentro, Cuevas tuvo una reunión en su oficina con dos policías, uno, el encargado de los contratos de los policías para la alcaldía y el otro, Jefe de la policía en Cuauhtémoc. Hay que recordar que con la implementación del Mando Único, los alcaldes no son los jefes inmediatos de la policía. Esta responsabilidad recae en la Secretaria de Seguridad Pública de la CDMX.

¿Qué pasó en esa reunión? Los policías declaran que Cuevas los agredió verbal y físicamente y que los retuvieron en la alcaldía por una hora. Por ello presentaron una denuncia en la que acusaron privación de la libertad; robo; discriminación y abuso de autoridad. Cuevas ha prometido que se presentará mañana jueves a la audiencia a la que ha sido citada con videos que demuestran que los policías han incurrido en falsedad de declaraciones.

Sin embargo, si vemos el trato que han recibido los opositores al gobierno (Rosario Robles; Ricardo Anaya, por mencionar a dos) y vemos las reglas jurídicas que se aplicarían en este caso, no es descabellado pensar cuál es la estrategia en el caso Cuevas.

El jueves próximo, la juez del caso puede vincular a Cuevas a proceso y mantenerla separada del cargo sin necesidad de declararla culpable. Si transcurren 60 días con Cuevas fuera del cargo, su ausencia se considerará definitiva. Así lo establece el capítulo XI, Artículo 66 de la Ley Orgánica de Alcaldías de la CDMX.

¿Y qué pasa entonces? Como la ausencia definitiva ocurre en los dos primeros años del periodo para el cual fue electa Cuevas, Sheinbaum debe enviar una terna para que el Congreso local vote por un alcalde interino. En ese mismo acto, el Congreso solicitará al Instituto Electoral de la Ciudad, dentro de los diez días siguientes a dicho nombramiento, la convocatoria para la elección de la nueva persona que deba concluir el periodo de Cuevas.

El camino para sacar a Cuevas de Cuauhtémoc está clarísimo. Le quieren quitar el puesto que ganó en las urnas a la mala. Morena quiere ganar con trampas legales lo que no pudo ganar mediante el voto.

Columna completa en El Universal

La guerra en Ucrania ha hecho que suba el precio del petróleo a su nivel más alto desde el 2008. Esto evidentemente aumenta el precio de las gasolinas. En Estados Unidos, en donde no existe el IEPS, los precios de las gasolinas suben y bajan de acuerdo con el precio del barril del petróleo y lo hacen de forma muy rápida.

Ayer escuchaba el testimonio de un estadounidense que narraba como de ida al gimnasio en la mañana el precio del galón estaba en $4.065 dólares y para cuando salió de hacer ejercicio el galón ya había subido a $4.173.

A pesar de esta alza en los precios, que evidentemente no le gusta pagar a ningún consumidor, el presidente Biden anunció ayer la prohibición de importaciones de petróleo y gas natural proveniente de Rusia.

Aún cuando Europa quisiera unirse a esta prohibición anunciada por Biden, la dependencia que tiene el viejo continente a los energéticos se los impide. Una dependencia que ayuda a mantener y financiar al loco-carnicero de Vladimir Putin en el poder.

¿Cómo es que Estados Unidos sí puede aguantar vivir sin los energéticos de Rusia y Europa no? Muy fácil. EUA, bajo la presidencia de Nixon vio como los países árabes le recortaron el suministro de petróleo por el apoyo a Israel en la guerra de Yom Kipur. Desde ese año, 1973, se propuso lograr independencia energética. Y, aún cuando ningún país es cien por ciento autosuficiente en energéticos, Estados Unidos sí ha pasado de ser un país importador neto de éstos, a ser el segundo productor más importante del mundo.

Una envidia para alguien como Andrés Manuel López Obrador quien, un día sí y el otro también habla de que quiere lograr la soberanía energética de México. Pero, y este es un gran pero, Estados Unidos lo ha logrado de una forma radicalmente distinta a la que está intentando el presidente de México.

Mientras Andrés Manuel López Obrador le apuesta todas sus canicas a que una sola empresa paraestatal, Pemex, sea la que extraiga el petróleo necesario para nuestra demanda y se refine lo suficiente para no tener que importar gasolinas, en EUA la apuesta para lograr esa soberanía ha sido de dos pinzas: por un lado a que muchas empresas y empresarios inviertan, extraigan, refinen y vendan petróleo y sus derivados y por el otro a reducir la dependencia a las energías fósiles y a migrar a limpias y renovables.

El ‘Proyecto Independencia’ lo anunció Richard Nixon en 1973. En ese momento EUA importaba 2.1 millones de barriles al día. La idea era lograr autosuficiencia para 1980, algo que no fue posible por, entre otras razones, la Revolución Iraní. Aún así, Estados Unidos comenzó desde entonces a pensar en energías alternativas: solar, eólica y eléctrica, para reducir su dependencia a los vaivenes internacionales y para lidiar con el movimiento ecológico que despertó el derrame del Exxon Valdez en Alaska en 1989.

Entre la década de los 90s, que vieron el nacimiento de los ‘Super Majors’ del petróleo y 2014, EUA llegó a su punto más bajo de importaciones de petróleo: 260 mil barriles al día. Y la producción de petróleo pasó de menos de 1 millón de barriles al día en 2010 a más de 4 millones de barriles para 2015, excediendo así la producción individual de cada miembro de la OPEP salvo Arabia Saudita.

¿Cómo lo logró? Redujo la demanda al generar incentivos para migrar a energías limpias y renovables y permitió la exploración, explotación y fracking por parte de privados. Por eso es que hoy Estados Unidos tiene la autosuficiencia energética que le permite cortar la importación de petróleo y gas ruso.

Eso sí es autosuficiencia energética. Lo otro, lo que promete AMLO, es puro bla, bla, bla que por lo pronto nos cuesta a los mexicanos un dineral para financiar a Pemex, que pierde y pierde y pierde dinero.

Columna completa en El Universal

La semana pasada, cuando el Secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, debía tener un millón de cosas en la cabeza, empezando por la inminente invasión de Rusia a Ucrania, decidió publicar un mensaje en twitter en el que señalaba la creciente preocupación en Estados Unidos por el alto número de periodistas atacados y asesinados en México.

El mensaje fue un llamado a que las autoridades mexicanas hicieran su trabajo para proteger a los periodistas y para que quienes los amenazan y matan rindan cuentas.

La precisión de la inteligencia del gobierno de Biden respecto a la invasión rusa a Ucrania no deja lugar a dudas de que cuando Blinken escribió ese mensaje sobre la situación en México, ya sabía lo que haría Putin unas horas después.

El momento actual no se presta a mezquindades. Las evasivas de López Obrador a ser un aliado firme y claro de Estados Unidos no serán toleradas con la misma docilidad que vimos en el primer año de Biden. Estados Unidos quiere ahora más que nunca alianzas sólidas y el que el vecino del sur esté tan titubeante es sin duda una preocupación en Washington.

Tres mensajes después del que escribió Blinken sobre el periodismo en México, el Secretario escribió uno de apoyo y amistad con Canadá: “En el año que ha transcurrido desde su lanzamiento, la Ruta para una Renovada Asociación entre E.U.A y Canadá nos ha llevado a nuevos niveles de cooperación para promoción de la democracia, la diversidad y la inclusión; una recuperación económica sostenible e inclusiva y el fortalecimiento de nuestras alianzas. #AmigosSociosAliados”.

El Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard respondió al tuit de Blinken con una carta a su contraparte estadounidense aduciendo al Entendimiento Bicentenario firmado entre México y Estados Unidos apenas en diciembre pasado. Claramente para Blinken esta Iniciativa Mérida 2.0 no es importante cuando el jefe del canciller, el presidente López Obrador, parece muy poco interesado en fortalecer la relación con Estados Unidos. Lo que hay en Washington es una evidente preocupación.

En un momento en que el mundo entero, salvo Bielorrusia, está repudiando las acciones de un autócrata como Putin, Andrés Manuel López Obrador bien podría poner sus barbas a remojar. La oportunidad de presentarnos como aliados sólidos de Estados Unidos, con quien tenemos vecindad y un acuerdo comercial, podría beneficiar de sobremanera a México. Es lo inteligente y lo lógico a hacer. Sin embargo estamos viendo acciones en el sentido contrario.

Si bien el representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, habló de un cese al fuego en Ucrania y de que México daría ayuda humanitaria a los refugiados, su postura parece aislada. Primero fue el Secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien decidió que en pleno momento de sanciones y repudio a Rusia era oportuno publicar dos mensajes dando la bienvenida y apoyando a la aerolínea rusa, Aeroflot, y aplaudir el turismo bilateral Rusia-México. Y después, el presidente López Obrador, decidió doblar la estrategia errada y aclarar que México no va a implementar sanciones económicas ni represalias a Rusia “queremos mantener buenas relaciones con todo el mundo y queremos estar en condiciones de poder hablar con las partes en conflicto”, dijo López Obrador.

Esta ambigüedad, por llamarla amablemente, no le conviene a México ni a los mexicanos.

Columna completa en El Universal

Quedan 31 meses al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Las tensiones están en un punto preocupante y México, sin duda, atraviesa por un muy mal momento. No hay un gobierno que se ocupe por resolver los enormes problemas del país y más bien vemos una lucha de fuerzas entre el presidente y los periodistas como si eso fuera a traer seguridad, crecimiento económico, medicinas y empleo para los mexicanos.

¿De qué sirve conocer el salario de Carlos Loret de Mola y otros periodistas para que México se transforme, como prometió en campaña el presidente López Obrador?

Se habla de una polarización pero más bien hay distintos bandos, diversas tribus, todas en un monólogo, incapaces de escucharse entre sí. Para muestra es fácil saber que esta columna la estarán leyendo muy probablemente los desencantados y los enojados con el gobierno y con Andrés Manuel López Obrador.

Esa sería una primera tribu: los enojados y los desencantados. Ahí pueden estar los que abiertamente quieren discutir y debatir y exponer las mentiras y las incongruencias del presidente. Entre los enojados y los desencantados hay de todo. Periodistas; clases medias; padres de niños con cáncer; filántropos; feministas; víctimas del mal manejo de la pandemia y un largo etcétera. Son los agraviados por un presidente que utiliza todo su poder para defender a su familia pero siente que las familias mexicanas que son afectadas por sus decisiones no tienen el mismo derecho a buscar defenderse.

La otra tribu son los que saben que hay que aguantar estos 31 meses. Para ello entierran la cabeza como avestruz, ponen en pausa proyectos, a la espera de la conclusión del sexenio. Así hay empresarios e industrias, tanto nacionales como internacionales que han decidido que de México no quieren saber nada hasta el 2024 que concluya el sexenio de López Obrador. No se van a pelear con el gobierno; no quieren cuentas congeladas por la UIF; no quieren una investigación de Gertz Manero; no quieren una mención en la mañanera. Mejor hacen lo necesario para mantenerse a flote sin sacar mucho la cabeza del agua.

Una tercera tribu es la de los ‘queda bien’ con el presidente. Saben que el gobierno ha fracasado pero quieren no solo mantenerse a flote, como los que han picado el botón de pausa, sino ganar en la medida de lo posible dándole a López Obrador por su lado. Un claro ejemplo es el de las aerolíneas mexicanas. Viva Aerobus, Volaris y Aeromexico saben que operar en el AIFA no es rentable, pero para quedar bien con el presidente anuncian dos vuelos nacionales con la esperanza de que esto tape el fracaso de inaugurar un aeropuerto que debe bajar la saturación del de la Ciudad de México…desde el Estado de México en los límites con Hidalgo…y que a menos de un mes de entrar en operación todavía no recibe las certificaciones internacionales necesarias.

Y por último está la tribu de los pro AMLO. Ya sea los que sienten que el presidente va a lograr transformar a México en el tiempo que le queda, y que si ha tardado es por el desastre que dejaron los del pasado, o los que lo apoyan porque creen que se está ‘fregando’ a los ricos y con eso se sienten más que complacidos. Hay también los que tienen un pacto de lealtad con López Obrador que no van a romper por más fracasos que tenga su gobierno.

Entre tribus no hay diálogos, hay insultos. El país se polariza cada vez más y quién enciende esta llama, el pirotécnico por excelencia, se llama Andrés Manuel López Obrador.

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En junio del 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer un memorándum que firmó contra el influyentismo, la corrupción, nepotismo, el amiguismo. Dijo: “me toca estar informando constantemente para que no utilicen mi nombre. Nosotros no vamos a permitir corrupción, impunidad, influyentismo, amiguismo ni el nepotismo, ninguna de esas lacras de la política”.

Esto fue su respuesta cuando se dio a conocer que su hijo, José Ramón López Beltrán, había participado en el arranque de los Centros Integradores de Bienestar en el Estado de México. Así, no es la primera vez que por acciones de su hijo, el presidente sale a defenderse y a su familia diciendo que él es diferente y que no hay amiguismo ni nepotismo en su gobierno. Y sin embargo…

Ese memorándum claramente queda violado cuando el mismo José Ramón López Beltrán ahora admite que trabaja para un amigo del presidente, en este caso para Daniel Chávez, dueño de Grupo Vidanta. Dejemos de lado la creación espontánea de la empresa en donde dice trabajar López Beltrán, KEI Partners, cuya página muestra como proyectos suyos fotografías de otros lugares. Por ejemplo, publicitan el Bar 88 en Royal Pines, un club en Houston, usando la fotografía del Bon Bon Bar, en Gotemburgo, Suecia. Eso por sí solo debería ser un escándalo y una muestra de que creen que a los mexicanos nos pueden mentir sin que no demos cuenta.

El presidente o no entiende o cree que no entendemos los demás que un conflicto de interés es precisamente que su hijo trabaje para un empresario que hace negocios con su gobierno. Cree que la situación lo exenta porque no cobra su asesoría en el Tren Maya aun cuando Grupo Vidanta tiene muchos tentáculos en el sector turístico, entre ellos la concesión del aeropuerto de Puerto Peñasco, Sonora.

Pero más allá de las mentiras del hijo del presidente, ¿qué otras alarmas enciende el López Obrador iracundo que hemos visto en estos días? De forma destacada está la intolerancia. El comunicado que publicó ayer Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de respaldo al presidente arranca afirmando que López Obrador encarna a la Nación, a la patria y al pueblo. Concluye: “[…] por ende, los que se oponen al Presidente de México no son más que un puñado de mercenarios que al ver sus privilegios mancillados, luchan con todo su poder económico para que prevalezca el viejo régimen en el que podrían hacer sus negocios sucios en la oscuridad. Son ¡unos traidores a la nación, a la patria y al pueblo!”

Con esta definición de oposición como mercenarios y traidores de parte de quienes deberían ser un contrapeso al Ejecutivo, no comparsas, vemos una copia de los dichos de Chávez y Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua y los Castro en Cuba. Los senadores están de facto criminalizando a la oposición, algo que sucede en regímenes autoritarios, no en las democracias.

Y claro, está también ataques a la prensa; a la libertad de expresión; las violaciones a la Constitución y un largo etcétera. No sorprende pues que estemos en la espiral de un régimen híbrido a una autocracia. Esa es la auténtica transformación de López Obrador.

Apostilla: Llama la atención que José Ramón López Beltrán prefirió irse a vivir a Estados Unidos antes que a cualquiera de los países que su padre constantemente defiende, como Venezuela, Cuba, Nicaragua o El Salvador. ¿Por qué no quiso irse a vivir a alguno de esos paraísos el hijo del presidente?

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Solamente Morena puede derrotar a Morena. Ante una oposición débil, poco atractiva y dividida y ante el hartazgo ciudadano que continua con los partidos que ya han ocupado la presidencia, el PRI y el PAN, Morena podría pensarse que va en caballo de hacienda rumbo a las seis elecciones gubernamentales de este año. Y sin embargo, las divisiones dentro del movimiento que no acaba de hacerse partido, de Morena, son la amenaza más fuerte para arrebatarle triunfos.

Para muestra basta ver la forma como han recibido al presidente de Morena, Mario Delgado, en Durango, Tamaulipas y Aguascalientes los últimos fines de semana. A huevazos y con el grito de ¡fuera Mario; fuera corrupto! los inconformes han dejado bastante claras las divisiones y la inconformidad con la forma como el partido ha seleccionado a sus candidatos. El cuento de que no hubo dedazo y la selección fue hecha a partir de encuestas no se lo han comprado a la dirigencia.

Morena está dividido. De un lado está a la cúpula del partido, que se asocia a Marcelo Ebrard, aspirante del 2024 a la presidencia por la cercanía que tiene de años atrás con Mario Delgado, y del otro están varios militantes más cercanos a Claudia Sheinbaum, que también quiere ser la candidata del 2024. Entre ellos decidieron reunirse el sábado pasado en lo que llamaron la Convención Nacional Morenista. A este evento fueron personajes muy vociferantes como Irma Eréndira, ex Secretaria de la Función Pública, y su esposo, John Ackerman, que fue el organizador; la candidata de López Obrador para la embajada en Panamá, Jesusa Rodríguez; el académico Jaime Cárdenas; el padre Alejandro Solalinde y el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II.

Podrán ser personajes muy radicales, pero no son menores. Y están pidiendo la cabeza de Mario Delgado a quien abuchearon en la llamada Convención. Delgado tuvo que sacar un comunicado aclarando que el evento no lo había organizado el partido pero que estaban abiertos a escuchar las propuestas que de ahí salieran. ¿Qué hará con la exigencia de cambio en la dirigencia? ¿De verdad los va a escuchar? ¿Cómo va a atender los reclamos sobre las candidaturas y sus definiciones a partir de encuestas?

En Oaxaca Susana Harp está inconforme con la selección de Salomón Jara. En Aguascalientes hay enojo por lo que ven ha sido la imposición de Nora Ruvalcaba. En Durango el senador José Ramón Enríquez piensa que Marina Vitela no es quien merece la candidatura. Lo mismo ocurre en Tamaulipas en donde hay inconformidad con la precandidatura de Americo Villarreal a quien se le reprocha su pasado priísta. Y qué decir de Quintana Roo, en donde Mario Delgado se decantó por Mara Lezama, quien es vista como demasiado cercana al Niño Verde y por ello como una cuota a su partido, el PVEM.

¿Son divisiones normales las que se están viendo en Morena? ¿Es algo natural al interior de los partidos ante elecciones en puerta? ¿Debe de preocuparse el presidente López Obrador por este enojo dentro del partido?

A decir del propio Mario Delgado en uno de los spots que subió en estos días a sus redes sociales, el tema debe de ser preocupante. A Delgado se le escucha decir que no hay proyecto político que triunfe si no tiene tres componentes: unidad, movilización y organización.

Hoy en Morena no hay unidad. Hay movilización, pero no toda en el mismo sentido y por ende demuestra falta de organización.

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Guadalupe Correa-Cabrera no llegó al Parlamento Abierto de la Cámara de Diputados para defender la propuesta de reforma energética del presidente López Obrador. Llegó con una presentación que solo tenía nombres de personas a las que descalificó por ser según ella lobistas, cabilderos o representantes/facilitadores de grupos de interés.

Sacó una presentación que no tenía un solo dato para defender las bondades o las virtudes de la propuesta del presidente. Ni un solo dato. Solamente fueron nombres de personas y de empresas que Correa-Cabrera acusa, sin probar, que reciben dinero de grandes empresas como Iberdrola. Señala también a empresarios y a organizaciones como el Consejo Mexicano de Negocios, México Evalúa o el IMCO como culpables de magnificar datos a través de redes sociales y medios de comunicación para desprestigiar la iniciativa presidencial. A algunos grandes empresarios de México los señala, de nuevo sin una sola prueba, de ser prácticamente empleados de think tanks estadounidenses y que por ello atacan la reforma de López Obrador.

Si hubiese sido una sección en la mañanera, la presentación de Guadalupe Correa-Cabrera habría sido un “Quién es quién entre los opositores a la reforma energética”. La invitada por la bancada de Morena al Parlamento en la Cámara de Diputados cumplió con las premisas de las conferencias del presidente: acusó sin presentar una sola prueba; reclamó que todas estas personas están al servicio de la mafia del pasado y punto.

No dijo nada sobre costos de la electricidad; sobre por qué nos conviene a los consumidores que el gobierno mexicano ancle el futuro de la CFE a Pemex; nada sobre cómo la reforma ayudará a México a ser más competitivo. No aclaró ninguna de las grandes preocupaciones que genera la iniciativa presidencial.

Esto no sorprende cuando estamos en el sexenio de los nombres, no de las razones.

Ocurrió lo mismo cuando anuncia el presidente López Obrador que Panamá no iba a dar el beneplácito para que Pedro Salmerón fuese el Embajador de México en ese país. En lugar de demostrar que Salmerón no es el acosador que tantas mujeres señalan, prefirió atacar a la canciller panameña, Érika Mouynez de creerse la Santa Inquisición.

Lejos de aprovechar el rechazo de Panamá para distanciarse de Salmerón, el presidente decidió doblar su apuesta y anunciar que le pedirá a Salmerón que haga una historia para los jóvenes sobre los fraudes electorales en México. Será interesante saber qué escribe sobre la elección de 1988, cuando el hoy Director de la CFE, Manuel Bartlett, anunció la caída del sistema. Ja.

Y ¿qué decir de la defensa a su hijo José Ramón López Beltrán? Lejos de demostrar que no hay conflicto de interés en que él y su esposa, ella sí cabildera de temas energéticos, vivieran en una lujosa casa en Houston propiedad de un alto ejecutivo de Baker Hughes, contratista de Pemex, prefirió acusar a los periodistas que han dado a conocer el caso o que lo han reportado. De forma destacada atacó a Carlos Loret de Mola, Carmen Aristegui y Brozo. No hubo ni explicación ni defensa al estilo de vida acomodado de su hijo.

Este es el sexenio de los nombres, no de las razones. Vaya transformación.

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Es entendible que conforme avanza la pandemia nos damos cuenta, tanto autoridades como población en general, que hay medidas que se adoptaron y fueron inútiles y otras que se adoptaron y ya agotaron su función. Hay sin embargo medidas adoptadas, que han sido inútiles y que se siguen manteniendo en pie. En esta categoría está el semáforo epidemiológico anunciado con bombo y platillo el 1º de junio del 2020.

Al concluir la Jornada de Sana Distancia y darle sepultura a la caricatura de Susana Distancia, nació el semáforo con sus cuatro colores: rojo, para indicar un estado con alto riesgo de contagios y por ello, significaría cierre de actividades económicas, sociales y educativas. El naranja sería un escalón menor de contagios y muerte y por ello habría un cierre parcial con aforo del 50% en las actividades. El amarillo significa aforo del 75% en las actividades al haber una reducción en casos, contagios y hospitalizaciones y el verde sería prácticamente un regreso a la normalidad salvo el uso de cubrebocas que permanecería obligatorio en transporte público.

Han pasado 20 meses desde ese anuncio y resulta que el semáforo epidemiológico sigue siendo una herramienta que el gobierno de López Obrador continúa utilizando a pesar de lo inútil que ha resultado porque los primeros en no seguir los lineamientos del semáforo han sido el presidente, que no usa cubrebocas salvo cuando se sube a un avión, y los gobiernos estatales.

El caso emblemático es el de la Ciudad de México en dónde en este momento estamos en color amarillo del semáforo pero todo opera con un aforo normal. El viernes pasado la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum de plano omitió el anuncio sobre el color del semáforo. Se espero a que fuera la Secretaría de Salud Federal la que definiera el color, que es irrelevante.

“Es importante adelantar que nuestra estrategia es vacunar y darle información a la ciudadanía para protegernos, que no se va a cerrar ninguna actividad cualquiera que sea el color del semáforo”, dijo Sheinbaum en su conferencia del viernes 21 de enero.

Actualmente hay solo un estado de la república en color rojo: Aguascalientes. Y ¿qué es diferente ahí respecto del resto del país, en donde se marca el norte casi todo naranja; el centro y Yucatán en amarillo y el resto del país en verde? Realmente es difícil de saber. Aún cuando el gobierno habló de diez criterios para definir el color del semáforo, no hay información clara de cómo evolucionan éstos. Además, el color del semáforo se define para dos semanas. Así, suban o bajen los casos en cada estado, el color permanecerá igual desde el pasado lunes 24 hasta el 6 de febrero.

El Consejo Nacional de Salud para el Bienestar (Conasabi), un órgano técnico encabezado por el secretario de Salud, Jorge Alcocer, es el que supuestamente define los criterios del semáforo. Pues este órgano no cuenta ni siquiera con una cuenta de twitter y en la página de la Secretaría de Salud aparece que la última reunión que sostuvieron fue en marzo del 2021.

En lugar de estar perdiendo el tiempo y recursos con un semáforo inútil porque no da información relevante y porque su color no es respetado por prácticamente nadie, valdría la pena que la Secretaría de Salud comience a pensar en cómo hacer que las vacunas estén disponibles para más ciudadanos en centros de salud y farmacias. Estar montando y desmontando sitios para vacunación que siguen limitados a edades y apellidos es caro e ineficiente cuando ya sabemos que la vacunación contra COVID va a tener que hacerse cuando menos una vez al año.

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Honesta, digna…es un ejemplo. Me siento orgulloso de que sea la Secretaria de Educación del gobierno federal. Así se refirió ayer el presidente López Obrador sobre Delfina Gómez. El espaldarazo presidencial viene después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó por unanimidad una sanción para Morena de 4.5 millones de pesos por la retención de cuotas a funcionarios públicos de Texcoco cuando ella era la alcaldesa.

¿De verdad puede sostenerse el dicho presidencial de que no solapa la corrupción en su gobierno y de que es diferente a los ‘de antes’?

¿Cómo pueden escuchar este espaldarazo los simpatizantes del presidente y seguirle creyendo el cuento de que este gobierno ya no incurre en las prácticas de los Priístas y Panistas?

¿Cómo pueden creer que se está genuinamente luchando contra la corrupción?

Cuando Enrique Peña Nieto dijo “No te preocupes Rosario”, a Rosario Robles quien era su Secretaria de Desarrollo Social y fue señalada por el escándalo de la Estafa Maestra, el enojo ciudadano no se dejó esperar. ¿En dónde está ese enojo hoy que López Obrador dice “No te preocupes Delfina”? ¿Cuál es la diferencia entre esta defensa del presidente López Obrador a su Secretaria de Educación ante el fallo del Tribunal que revisó por cinco años las pruebas presentadas para documentar el diezmo que cobró la entonces alcaldesa de Texcoco con el espaldarazo de Peña Nieto a Rosario?

El presidente sabemos que mide a las personas y las circunstancias con distinta vara, dependiendo la utilidad que representan para él. En el caso de Delfina, el diezmo que obligó voluntariamente a fuerzas a que donaran los trabajadores de Texcoco sirvió en parte para financiar a Morena, que entonces estaba buscando obtener su registro como partido político.

En ese sentido, Gómez fue una soldado leal que permitió que Morena fuera el vehículo para que él, López Obrador, llegara al poder. Fueron aportaciones del pueblo como las que están grabadas recibiendo dos de los hermanos del presidente.

Lo mismo se puede decir de María del Rocío García que, cuando estaba al frente del DIF descontó entre el 2 y el 4 por ciento de su salario a los trabajadores de esa institución. Y ¿qué ha pasado al conocerse este desfalco? Hoy García ha sido promovida como Subsecretaria de Bienestar.

Sorprende que se desestime hoy y hasta se justifique lo que en el pasado no solo se reprobaba sino enfurecía a miles de simpatizantes del actual presidente.

La cantaleta de que las cosas son distintas no se sostiene cuando ha pasado ya más de la mitad del sexenio y la justicia solamente se ha utilizado para atacar a enemigos y saldar añejas venganzas, mientras los corruptos del presente están felices de la vida, porque son cercanos al presidente.

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  1. ¿Qué va a hacer Ricardo Monreal?

Andrés Manuel López Obrador adelantó su sucesión demasiado. No quiso esperar porque su preferida para sucederlo en la presidencia, Claudia Sheinbaum, necesita tiempo para poder posicionarse ante la opinión pública. Ricardo Monreal ha dicho, ante esta sucesión adelantada, que él quiere ser el candidato de Morena. Esto, que ha sido una traición a los ojos de López Obrador, es lo que Monreal considera que merece después de tantos años de trabajo para AMLO. Fue su coordinador en la campaña del 2012 y en 2018 aceptó que le quitaran la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la CDMX y se la diera AMLO a Sheinbaum. Ahora, que AMLO se la quiere volver a dar a Sheinbaum, pero para la presidencia, la gran interrogante es si Monreal vuelve a aceptar hacerse a un lado, quizás a cambio de la candidatura por la CDMX, o se sale de Morena y busca ser el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano.

Actualmente Monreal tiene el poder de la dirigencia del Senado. Falta ver qué tan leales le son los legisladores de Morena en la Cámara Alta o si, al oler a un interlocutor que ya no tiene el oído del presidente, hasta el poder que tiene en el Senado se le esfuma.

  1. ¿Qué va a hacer Marcelo Ebrard?

El hoy canciller cedió la candidatura presidencial del PRD en el 2012 a Andrés Manuel López Obrador con un cálculo de que en la siguiente ronda López Obrador le daría a él la candidatura. Como sabemos, en 2012 AMLO perdió. Fundó Morena. Ganó en 2018. Y ahora, en lugar de apoyar a Ebrard, lo denuesta. La más reciente demostración de que Marcelo no es ni siquiera el Plan B de López Obrador ocurrió esta semana cuando revirtió públicamente la decisión de Ebrard de no enviar representante a la toma de protesta del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

La pregunta durante la conferencia mañanera en la que López Obrador revirtió públicamente la decisión de Ebrard fue fuego amigo para que el presidente pudiera dejar en claro quién manda aquí…y quién no. Antes de esto, el presidente le retiró a Ebrard la encomienda de comprar las vacunas contra el COVID19 que venía haciendo bastante bien desde finales del año pasado. Le cambió la jugada al canciller y también declarado aspirante a la presidencia en el 2024 y decidió que a partir de ahora ese trabajó será de la Secretaría de Salud.

Como Ebrard no pinta ni para ser Plan B y tampoco le puede ofrecer la candidatura a la Jefatura de Gobierno, que ya encabezó, la gran interrogante de este año será si Ebrard deja de lado su aspiración presidencial o si se va con la oposición. Pero ahí viene la siguiente pregunta.

  1. ¿Logrará la oposición una sola candidatura?

El PRI es una manzana envenenada. Al PAN no le alcanza sólo y al PRD menos aún. Por eso está la apuesta de que definan una candidatura común en donde idealmente pudieran convencer a Movimiento Ciudadano de ir con ellos también. La situación se ve muy complicada porque los liderazgos del PRI y PAN parecen no entender lo débil que están y lo mal vistos que son sus partidos por la ciudadanía. Se arrebatan rebanadas muy pequeñas de poder. Aún así, en estos momentos hay trabajo dentro y fuera de los partidos para intentar esta candidatura única. Pero…

  1. ¿Quién es viable para esa candidatura?

Este es el gran problema. Actualmente no hay una sola figura que pueda hacerle contrapeso al presidente López Obrador. Cuando en estos momentos una respuesta a esta pregunta depende de la decisión que tome Monreal, pero sobretodo Marcelo Ebrard, nos damos cuenta de la enorme debilidad de nuestra clase política.

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