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Ya van cinco resoluciones del INE ordenando al presidente guardar silencio sobre las elecciones del 2024. Hay dos resoluciones además que están en proceso. Pero López Obrador simplemente hace caso omiso a la ley. La viola a pesar de los años que estuvo en campaña pidiendo piso parejo. Las acciones en las que incurre hoy eran sus reproches ayer.

La Consejera del INE, Claudia Zavala, Presidenta de la Comisión de Quejas, ya le dijo de forma clara y valiente que la autoridad electoral está ahí para hacer cumplir con la ley, no para dar permisos. Esto ante una nueva encuesta que sacó AMLO durante su mañanera en la que Morena aparece como la mejor opción rumbo al 2024.

Zavala le volvió a recordar a AMLO que la restricción para que un presidente no se entrometa en asuntos electorales fue impulsado por él ante el legislativo después de la elección del 2006 que perdió ante Felipe Calderón. En ese momento AMLO señaló que Vicente Fox había hecho campaña en favor del candidato del PAN. Si eso pidió en 2006 y obtuvo del legislativo como parte de la reforma electoral del 2007, ahora no puede señalar censura, le dijo Zavala.

Al día siguiente, de nuevo desde su conferencia, AMLO atacó a Xóchitl Gálvez por la denuncia que interpuso en su contra por violar el secreto fiscal. “¿Por qué di a conocer estos contratos? Porque me los hicieron llegar”. Así justificó atacar a la que representa hoy la opción más fuerte de la oposición rumbo a la elección del año próximo.

Además de López Obrador, hay múltiples quejas ante el INE por presuntas violaciones de las leyes electorales en contra de Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Xóchitl Gálvez. En nota publicada en Excelsior, al corte del 21 de julio 2023 y desde el 2022, hay 314 quejas en contra de Adán Augusto López, seguido por Claudia Sheinbaum con 225 y en tercer lugar Marcelo Ebrard con 202. Xóchitl Gálvez que apenas tenía una queja en su contra a fines de junio ahora tiene 62 quejas.

No hay duda de que frente a irregularidades graves, dolosas, violatorias de principios constitucionales plenamente acreditadas, las instituciones electorales pueden anular los comicios. Pero es evidente que todos están adelantándose a los tiempos electorales y que más de uno está violando otras leyes, como el uso de recursos públicos para promocionarse. El escenario apunta a un conflicto pre y/o post electoral.

Aquí hay diversas variables a tomar en consideración. Primero, la oposición podría decidir presentar una denuncia en contra del presidente o de la candidatura de Morena por violar la equidad y los tiempos electorales. Todo dependerá del desempeño de esa candidatura. Si a pesar de las violaciones presidenciales y de la candidatura de Morena, la oposición se ve con posibilidades de ganar, es de esperarse que no presentarán denuncia y con ello la violación a las leyes electorales quedarán impunes.

Por el contrario, podría ser el presidente o la campaña de quien resulte candidato de Morena quien decide denunciar ante el INE a la candidatura de la oposición por anticipar tiempos electorales al darse cuenta de que van en desventaja en el 2024.

Cualquiera de estos escenarios anticipa un mal destino para la democracia mexicana en donde las instituciones electorales, INE y Tribunal, se verán puestas a prueba como nunca antes. Todo por haber accedido a una reforma electoral para satisfacer a quien nunca ha tenido vocación por la equidad, el piso parejo y en general, por la democracia.

Columna completa en El Universal

El viernes pasado el INE le otorgó registro como Agrupación Política Nacional a ocho grupos, siete de ellos ligados a Morena.

Las APN´s, como se les conoce comúnmente son asociaciones ciudadanas que, según la Ley General de Partidos Políticos, “coadyuvan al desarrollo de la vida democrática y de la cultura política, así como a la creación de una opinión pública mejor informada”.

Hasta antes del viernes, cuando el INE le otorgó el registro como APN’s a estos ocho grupos, existían en México ya 68 de estas agrupaciones. Desconozco si todas estas siguen existiendo, aunque aparecen en el directorio del Instituto (https://www.ine.mx/actores-politicos/agrupaciones-politicas-nacionales/directorio-apn/)

Cuando un grupo de personas logra conformarse como una APN obtienen la posibilidad de participar en procesos electorales futuros para obtener registro como partido político.

Ahora, entre las nuevas APN’s que obtuvieron su registro del INE el viernes pasado están verdaderas ‘joyas’. Qué siga la democracia tiene un gran nombre. Fue creada por Gabriela Jiménez como parte del plan de Morena para recabar las firmas necesarias para la revocación de mandato del presidente en abril del año pasado. Entre las firmas aparecían 15 mil muertos. Ojalá que el INE haya revisado que entre los más de once mil integrantes para obtener este registro no incluyeron muertos también.

Otra de las nuevas APN’s es Humanismo Mexicano. Ésta cuenta ya con diputados de Morena entre sus cuadros más destacados: Favio Castellanos, Emmanuel Reyes y Hamlet Almaguer. Lo que llama la atención de esta nueva APN es quién está detrás de ella: la agrupación religiosa La Luz del Mundo, cuyo apóstol y líder, Nassón Joaquín García está en prisión en Los Ángeles, California, enfrentando una condena de 16 años al ser declarado culpable de abuso sexual contra menores. Los dos últimos diputados mencionados, Reyes y Almaguer, tienen fotografías en templos de Joaquín García. El diputado Almaguer ha estado con Nassón desde el principio. Mandó publicar felicitaciones en medios de comunicación de Jalisco, en donde nace La Luz del Mundo, cuando inició su liderazgo en diciembre de 2014 tras la muerte de su padre, Samuel Joaquín. Y lo defendió en redes sociales durante y después del juicio del que el mismo Nassón se declaró culpable cuando publicó: “Sólo hay un futuro para La Luz del Mundo, el crecimiento. Y sólo hay una persona que nos va a llevar ahí, el Apóstol Naasón Joaquín. #Inocente #Honorable”

¿Cómo es que se le otorgó el registro a este grupo con un antecedente tan negro?

Las APN’s son la antesala de los partidos políticos. Ante la crisis que vivimos actualmente por la pobre oferta que éstos presentan a la ciudadanía, pensar que las nuevas APN’s tienen nexos con Morena o están conformadas y/o ligadas a personajes como Joaquín García, es muy decepcionante. Se antoja bastante complicado que la oferta política en México mejore cuando son estos grupos las alternativas a los actuales partidos políticos.

Vale la pena revisar quiénes y cómo reciben del INE registro de APN estos grupos si queremos salir de la crisis de la democracia en la que nos encontramos.

Apostilla: Martha Delgado renunció ayer a la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE. Se va a coordinar la campaña presidencial de Marcelo Ebrard. Entre sus cercanos (a ella y a Marcelo) el cambio lo explican como “vamos en serio” por la candidatura de Morena hacia el 2024.

Columna completa en El Universal

Dijo el presidente en su Mañanera del lunes que su Plan C es pedirle a la ciudadanía que no vote por la oposición; que vote por Morena: “Hay un plan C, que no estén pensando que ya se terminó todo, que no se vote por el bloque conservador, ningún voto a los conservadores, sí a la transformación”.

AMLO hizo así un llamado al voto utilizando recursos públicos. Algo que él repudió vehementemente cuando lo hizo Vicente Fox en las elecciones presidenciales del año 2006: “Hay que cambiar de jinete, no de caballo” dijo el entonces presidente, pidiendo el voto por Felipe Calderón.

La indignada respuesta de Andrés Manuel López Obrador culminó hasta que se modificó el artículo 134 Constitucional, en su fracción VII, para incluir el Principio de Neutralidad Constitucional, el cual exige a todos los servidores públicos, empezando por el presidente, a que el ejercicio de sus funciones se realice sin sesgos, en cumplimiento estricto de la normatividad en materia electoral.

Hoy AMLO hace lo que en su momento tanto le reprochó a Vicente Fox.

En el 2015 López Obrador reclamaba los lazos familiares en puestos públicos. En su cuenta de twitter escribió: “Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad.

Ahora, ante la conformación de las quintetas para que de ahí salgan los nombres de los Consejeros Electorales del INE que sustituirán a Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela y José Roberto Ruiz Saldaña que concluyen su mandato la semana próxima, no importa que los que lleguen sean parientes de ni cercanos a integrantes de Morena y/o de su gabinete.

“Si pertenecen o participan con nuestro movimiento y no están impedidos, si no lo prohíbe la ley […] cualquiera que llegue será mejor que los que están actualmente. Lo importante es que sea gente íntegra, honesta. No, no eso de la experiencia”, dijo el presidente en su Mañanera cuando se le cuestionó la cercanía de varios de los posibles sustitutos de los consejeros salientes, incluyendo el presidente.

Entre los candidatos están Bertha Alcalde, la hermana de la secretaria de trabajo; Netzaí Sandoval, hermano de la ex Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; Guadalupe Álvarez Rascón, hija de un senador de Morena; Zircey Bautista Arreola, esposa del subsecretario de SEDATU; Guadalupe Taddei Zavala, tía del director de LitioMx y prima del Secretario de Bienestar de Sonora; Víctor Humberto Mejía y Jorge Montaño, ambos tabasqueños, cercanos al secretario de Gobernación, Adán Augusto López; y Bernardo Valle, cercano a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.

Tiene razón el presidente cuando dice que el parentesco con integrantes de un partido no es contrario a la ley electoral para ser Consejero del INE. Las preferencias políticas no necesariamente comprometen la ética, integridad ni la capacidad de los consejeros.

Pero, con la tendencia de destrucción, acaparamiento de las instituciones del actual gobierno que encabeza López Obrador, es muy complicado concederles a estos candidatos el beneficio de la duda.

Recordemos que López Obrador es el presidente que apoyó que la candidatura de Felix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero se la quedara su hija Evelyn, cuando se le retiró por no cumplir con la ley.

El nepotismo y el amiguismo ha sido una constante en el gobierno de López Obrador, a pesar de que antes lo reprobada. Hoy hace el presidente lo que como candidato y líder opositor señalaba como trampas de la Mafia del Poder.

Columna completa en El Universal

Los cambios institucionales que ha hecho el presidente López Obrador dejan mucho que desear. Desapareció el Seguro Popular y en su lugar está el INSABI que supuestamente llegaría para mejorar los servicios gratuitos de salud. Casi cuatro años después los beneficiados de la desaparición del Seguro Popular han sido las farmacias y los médicos que trabajan a un lado de éstas a quienes les ha crecido el número de pacientes que ya no cuentan con gratuidad en servicios médicos porque el INDEP simplemente no funciona.

El presidente anunció la creación del Banco de Bienestar para lograr inclusión financiera y en su lugar está solo la promesa ya que no ha logrado construir ni los cajeros automáticos que supuestamente llegarían a todos los rincones del país.

Las Universidades del Bienestar, que supuestamente llegarían a mejorar la educación, no lograr graduar alumnos y sus maestros hacen plantones porque no les pagan. El Instituto Para Devolverle al Pueblo lo Robado, que creó este gobierno para sustituir al SAE, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, ha estado plagado de escándalos por los robos ¡de sus directivos! Ahora hasta una demanda enfrenta por la venta de Ferraris sin contar con un fallo judicial.

Aún con tanto fracaso a cuestas, el presidente quiere que confiemos en él y su gobierno para crear un nuevo instituto para manejar las elecciones. En lugar del INE, López Obrador quiere crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC).

Si algo funciona en el país y ha permitido la alternancia en el poder han sido las instituciones electorales, empezando por el INE. Entonces ¿por qué quiere el presidente López Obrador enterrarlo?

¿Por qué debemos creer que su INEC va a funcionar? Él, que ha sido el padre de las consultas patito con preguntas sesgadas y resultados predecibles quiere que creamos que ahora sí va a lograr un instituto confiable.

¿Por qué creer en que dejar solo a los senadores y diputados de representación proporcional – que son los que llegan a sus escaños por decisión de las cúpulas partidistas y no de los ciudadanos – va a beneficiar a la democracia mexicana? Si de por sí está roto el vínculo entre ciudadanos y políticos y ni con la reelección legislativa se logró generar una rendición de cuentas indispensable, la propuesta del presidente simplemente reforzará este amarre de las cúpulas sobre sus cuadros. Quedarán en la lista los legisladores que hagan lo que les funcione a los dirigentes de partido y no a los electores.

La fortaleza de las instituciones democráticas es fundamental para detener los desplantes autoritarios de los Jefes de Estado. Los ejemplos de Trump en Estados Unidos y el de Jair Bolsonaro en Brasil deberían ser suficientes para que en México no permitamos que lo que ha funcionado para que tengamos alternancia en el poder, sea tocado o modificado por quien ha demostrado no entender el A,B,C de la democracia.

Apostilla: El presidente López Obrador decidió que era una buena idea darle un espaldarazo a Donald Trump una semana antes de las elecciones intermedias de Estados Unidos. En su conferencia de prensa del lunes AMLO dijo que ahora que Elon Musk es dueño de Twitter, la empresa debería de regresarle su cuenta al expresidente Trump y resarcir el daño que le hicieron al sacarlo de la plataforma. Más allá de que AMLO vuelve a mostrar que eso de la no intervención en asuntos de otros países (y en empresas en otros países) lo utiliza solo a conveniencia, la gran duda es ¿por qué quiere AMLO ayudar a Trump? ¿Para que regrese a La Casa Blanca y nos utilice de piñata política como lo hizo los cuatro años que fue presidente?

Columna completa en El Universal

El micrófono populista del presidente Andrés Manuel López Obrador nos quiere hacer creer una nueva mentira: que estar en contra del ejercicio de revocación de mandato es estar en contra de la democracia y que quienes lo apoyan es porque son auténticos demócratas.

El INE no tiene los recursos para llevar a cabo la revocación el 10 de abril de 2022. El presidente y sus habilitadores creen que eso no debe ser una excusa y que como los consejeros del INE ganan mucho dinero, si se bajan sueldos y prestaciones pueden sacar el dinero necesario para la revocación.

Se les olvida que si no hay dinero es porque el presupuesto que envió el Ejecutivo y que aprobó sin modificar una sola coma el legislativo con el voto de la mayoría de Morena y aliados le redujo 5 mil millones de pesos al INE.

La verdad es que todo esto no se trata de dinero. Se trata de poder y de un nuevo capricho del presidente López Obrador en el que, una vez más, condiciona si el INE es o no democrático dependiendo si le cumplen sus deseos o no. Esa ha sido la larga historia de Andrés Manuel López Obrador con la autoridad electoral.

Una historia marcada por constantes ataques apoyados por redes sociales y, ahora como presidente, por sus habilitadores, entre ellos los gobernadores de Morena y el presidente del partido, Mario Delgado. Todo con el objetivo de destruir al INE porque les estorba para sus proyectos antidemocráticos.

Al consejero presidente, Lorenzo Córdova, lo han amenazado de muerte al grado de llevarle un ataúd a su casa cuando se le retiró la candidatura a Félix Salgado Macedonio por no cumplir con reglas elementales de todo candidato: entregar registro de sus gastos de precampaña.

Con el micrófono del populista en mano, el presidente divide a la sociedad entre los corruptos y antidemocráticos que están en contra de esta revocación y los honestos y demócratas en favor de la austeridad republicana que quieren la revocación.

El chiste se cuenta solo. Quienes no quieren esta revocación piden que López Obrador concluya su sexenio y están en contra de tirar 3 mil 830 millones de pesos en una oda al ego del presidente. Y quienes quieren la revocación piensan que esos millones no son nada, con tal de demostrar cuán popular es el presidente y cuánta gente lo quiere ratificar. Ah, pero eso sí, que los consejeros se bajen el sueldo. Se trata de una petición para ahorrar centavos, pero gastar pesos.

El sueldo bruto mensual de los consejeros actualmente es de $234 mil pesos. Si lo reducen a la mitad, a $117 mil pesos mensuales, con lo que ganarían menos que el presidente ($149 mil pesos brutos al mes), tomaría más de 247 años pagar los 3 mil 830 millones de pesos que costaría la revocación de mandato que piden los que dicen que están en favor de la austeridad.

La historia de la autoridad electoral con AMLO ha sido tensa siempre, salvo cuando él ganó en 2018. Desde que perdió la presidencia en 2006, exigió la remoción anticipada del consejero presidente que osó declarar ganador a Felipe Calderón. Se le cumplió el capricho para que dejara de decir que el IFE era antidemocrático y sacaron a Luis Carlos Ugalde. En los quince años que han transcurrido desde entonces la historia se ha repetido: el presidente cuestiona y golpea al árbitro electoral cada vez que no le cumplen sus caprichos. Con el tono y las amenazas cada vez más subidas de tono, claro, porque con el micrófono del populista en mano, AMLO manda. ¿O no?

Columna completa en El Universal

De un lado está quien promete que no es como los otros. Del otro lado, los que prometen que no son como el actual.

Los otros son unos ladrones. El actual es un incompetente.

Ese es el tono al arranque de las campañas que culminarán con las elecciones del 6 de junio enmarcado en la gran interrogante de si la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente, podrá acarrear votos para su coalición: Morena-PT-PVEM de tal forma que la segunda mitad del sexenio pueda concretar los cambios prometidos.

Hasta ahora los cambios del presidente han sido por disposición de AMLO mismo, como la conversión del Seguro Popular en INSABI; la extinción de fideicomisos; el programa nacional de austeridad; la decisión de construir el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y la termoeléctrica de Morelos.

Los cambios legislativos han sido a leyes secundarias, como la creación de la Ley Nacional de Extinción de Dominio; a la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, Seguridad Nacional y el Código de Procedimientos Penales para convertir la defraudación fiscal en una actividad de delincuencia organizada; a éste mismo código para penalizar delitos en materia de hidrocarburos y un largo etcétera.

Su partido ha presentado varias ocurrencias que, por fortuna, se han quedado en eso, ocurrencias, como la de eliminar las comisiones que pueden cobrar los bancos; el impuesto a las grandes fortunas; la intención de que Banco de México reciba dólares en efectivo y la prohibición total de la subcontratación.

En estas elecciones intermedias un primer enfoque estará precisamente en qué tanto puede ampliar el número de escaños el presidente y los partidos que se le han aliado, que no son pocos – PT; PVEM; Partido Encuentro Social; Redes Sociales Progresistas y Fuerza México – para llevar a cabo cambios más radicales, como una reforma constitucional a la industria energética.

Para ello importan también las legislaturas locales, ya que una reforma constitucional requiere la aprobación de 17 de éstas. Actualmente Morena controla 18 legislaturas locales. Un estudio publicado por Citibanamex sobre el arranque de las campañas pronostica que Morena se quedará con mayoría en entre 12 y 14 congresos locales, lo que sería una piedra en el zapato de cualquier modificación constitucional que quisiera hacer el presidente.

Por otro lado, estará por verse qué tanto contrapeso logrará la alianza PAN, PRI, PRD en los 219 distritos y en las 11 gubernaturas en los que han decidido ir juntos. Hasta ahora esa alianza va arriba en las encuestas solamente en dos estados, en Baja California Sur y San Luis Potosí.

Si el dicho de “toda política es local” prueba ser verídico, estos números deben moverse en los menos de 60 días que quedan para las elecciones porque hasta ahora todo el enfoque ha sido nacional: o estás con el cambio que promete AMLO o estás con los del pasado. Falta que los candidatos hagan política en lo local para ver de qué están hechos o si solo pretenden montarse en la estela de la popularidad presidencial o en su rechazo.

 

Columna completa en El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador goza de buena popularidad. El promedio de Oraculus le da un 63 por ciento. Y Morena va en caballo de hacienda para tener un buen resultado en las elecciones del 6 de junio.

De acuerdo con la misma página, en la Cámara de Diputados, la alianza de Morena-Partido del Trabajo-Partido Verde, logrará 327 escaños, lo que lo deja en la antesala de obtener las 2/3 partes, que son 334 diputados.

En cuanto a gubernaturas, el más reciente sondeo de Massive Caller arroja que Morena tiene cómoda ventaja en Colima, Guerrero, Sonora, Baja California, Campeche, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas. Es decir, de 15 gubernaturas aventaja en 10. Nada mal.

No será carro completo, pero eso hasta los priistas de los 70 sabían que era positivo. “Lo que resiste, apoya”, era el dicho de Jesús Reyes Heroles. La importancia de que existiera cierta oposición, entre la domesticada y la orgánica, hacía que México pudiese ser considerada una democracia. Imperfecta, pero democracia.

Un resultado electoral en el que Morena se quede con todo sería la señal inequívoca de que la democracia y sus pesos y contrapesos han sido pulverizados.

Entonces, con números tan positivos de cara a los próximos resultados electorales, ¿cuál es la necesidad de atacar al árbitro y querer descabezarlo? ¿Por qué prefiere el presidente de México, AMLO, y de Morena, Mario Delgado, denostar al INE en lugar de voltear a ver por qué de los 52 candidatos a los que se les retiró su registro por no haber presentado sus reportes de gastos de precampaña, 49 son de Morena?

Uno de esos candidatos es Félix Salgado Macedonio, a quien el presidente ha defendido a capa y espada para dejarle la candidatura al gobierno de Guerrero, a pesar de las acusaciones en su contra de abuso sexual y violación. Este apoyo le puede costar caro, le debería costar caro, a Morena frente al voto femenino y quienes apoyan un país que rechace dejar este tipo de actitudes en la impunidad. ¿No tendrían que estar furiosos AMLO y Delgado con Salgado Macedonio por haberlo apoyado y que éste les pague con la moneda de no cumplir con la Ley General de Partidos Políticos?

El INE es una institución a la que se han dado demasiadas tareas. Pero así lo ha querido la clase política y en mucho se ha debido a las solicitudes enérgicas del candidato Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de México.

Si queremos adelgazar ciertas atribuciones del árbitro, el momento será pasadas las elecciones, no a 67 días de ellas.

La actitud del presidente de México y de Morena deja la enorme interrogante de, si están tan bien ¿por qué están tan preocupados? ¿A qué le tienen miedo?

 

Columna completa en El Universal

El Tribunal Electoral no sirve. Es un tribunal compuesto por algunos magistrados presionados políticamente y que por ello cambian sus criterios sin el más mínimo rigor jurídico. Así demuestran que ni son objetivos ni dan certeza.

El ejemplo más reciente de ello ha sido con respecto al fallo de que el INE se extralimitó en sus facultades al determinar que los partidos políticos deben de cumplir con la paridad en las candidaturas como lo mandata la Constitución desde el 2019. Esta paridad exige, entre otras cosas, que cuando menos 7 de las 15 candidaturas de las gubernaturas que estarán en juego en el 2021 sean para mujeres.

La paridad de candidaturas está contenida en la Constitución y como tal es un mandato nacional que evidentemente por ello es competencia del INE. Pero el caso llegó al Tribunal Electoral vía una impugnación de los senadores Ricardo Monreal y Eduardo Ramírez Aguilar, y ahí fue revocada la resolución del INE por cuatro de los siete magistrados: el presidente, José Luis Vargas; Felipe Fuentes; Indalfer Infante Gonzales; Felipe de la Mata.

Para las elecciones del 2018 el INE aprobó acciones afirmativas para el registro de candidaturas, entre ellas no solo las de género, también una cuota indígena, y lo hizo sin problema. Los magistrados Fuentes; Infante; de la Mata y el presidente, Vargas eran integrantes del Tribunal Electoral entonces y, sin embargo, algo que apoyaron antes ahora lo revocan.

Así, ante los mismos criterios de las elecciones del 2018, hoy los cuatro magistrados mencionados fallan de manera distinta. Esto es una señal clara de que algo está mal en el Tribunal Electoral. De que son magistrados que cambian criterios y con ello le quitan certeza; fortaleza y claridad al órgano electoral que es la última instancia en materia electoral.

Hay que aclarar que las presiones políticas a los magistrados siempre han existido pero lo que no habíamos visto antes son los bandazos de ahora. El cinismo llega a tal punto que la última versión de lo acordado en la sesión del lunes del Tribunal, lo que se conoce como el engrose, fue modificado por el magistrado Vargas para que el fallo se leyera como que los partidos políticos deben cumplir en la medida de lo posible y en atención a las disposiciones internas de los partidos con la paridad de candidaturas.

En esta versión de Vargas lo que se vio fue una modificación que no aprobaron los magistrados Janine Otálora; Mónica Soto y Reyes Rodríguez y cuya inconformidad se hizo muy pública ayer en redes sociales y medios de comunicación.

¿Cómo que cumplir en la medida de lo posible con un mandato constitucional? Una ley es vinculante. La Constitución no se cumple en la medida de lo posible. Por ello, hasta el envío de esta columna los magistrados que estuvieron en desacuerdo con la revocación a los lineamientos para el registro de candidaturas que dictaminó el INE no han firmado el engrose.

Lo que ocurre en el Tribunal es un cochinero. Es una guerra entre magistrados y entre instituciones electorales (INE vs Tribunal) y de los partidos en contra de éstas mismas instituciones. Da terror pensar que así llegaremos a las elecciones más complejas de México. Con un Tribunal que demuestra la debilidad de varios de sus integrantes que son sujetos fáciles de presiones políticas. Un Tribunal que no da certeza y por ello no da confianza.

Columna completa en El Universal

Hoy se espera que vote la Cámara de Diputados a los cuatro nuevos Consejeros Electorales que hacen falta en el INE después de que concluyeran su periodo Benito Nacif, Pamela San Martín, Enrique Andrade y Marco Antonio Baños. No hace falta hacer un ejercicio de historia profunda para recordar que el INE existe para que en México tengamos elecciones confiables.

Pero como la mera existencia del INE no ha logrado generar confianza de todos los jugadores se han hecho múltiples modificaciones al edificio electoral tan abultado en México. Todas ellas ya elevadas a rango constitucional, para sumarle al empeño de blindar las elecciones.

En el intento más reciente para construir esta credibilidad se decidió que los nuevos consejeros electorales ya no sean nombrados solamente por la Cámara de Diputados y así evitar las cuotas de cuates que ha llevado en repetidas ocasiones a nombramientos de acuerdo con líneas partidistas.

Para ello, se decidió nombrar un Comité Técnico Evaluador cuyos siete integrantes serían nombrados tres por la Cámara de Diputados; tres por el Instituto Nacional de Acceso a la Información, el INAI; y dos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Este Comité se concibió como la solución para que, dado el perfil profesional e imparcial de sus integrantes, fueran los que escogieran, mediante un proceso de entrevistas y evaluación exhaustivo de los aspirantes, a cinco personas – una quinteta – por cada asiento vacante del Consejo Electoral.

En esta ocasión, como hay que reponer cuatro Consejeros, hablamos de 20 perfiles que fueron seleccionados de entre más de tres centenares de personas que levantaron la mano y fueron al INE a presentar sus documentos.

Todo este proceso se creía que sería a prueba de los escépticos y de los tramposos. Pero no. Resulta que uno de los integrantes del Comité Técnico Evaluador no cumplía con la premisa básica de ser imparcial. Me refiero a John Ackerman, el esposo de la Secretaria de la Función Pública que, entre otras cosas, ha atacado al INE por considerarlo “otro partido de oposición”.

Si alguna duda quedaba de que su nombramiento para formar parte de este Comité era fuera de lugar, ahora, con el berrinche que ha hecho, queda totalmente claro que no merecía estar incluido en el proceso.

Y es que después de que el Comité Técnico evaluó los perfiles de 390 personas para llegar a elegir a los integrantes de las quintetas, Ackerman decidió que el proceso era inválido en el último momento. Cuando él y el resto del Comité le habían dado el visto bueno a 19 personas, como en el la última votación, no quedó Diana Talavera, Ackerman hizo berrinche y pidió que se renueve TODO el proceso. Todo, incluyendo la selección de las 19 personas a las que el conductor de Canal Once ya había votado en favor junto con el resto del Comité Técnico.

Pero el cinismo de Ackerman es tal, que no le importó que fuera evidente que su empeño porque quedara Talavera en el INE tuviera que desnudar un conflicto de interés de ambos: de Ackerman porque no dijo que tiene un vínculo profesional y personal con la actual empleada del Instituto de Defensoría Pública que encabeza su cuñado, Netzaí Sandoval Ballesteros. Y de Talavera, porque el criterio número uno para poder ser Consejero Electoral es no tener vínculos partidistas y Diana Talavera los tiene con Morena.

Este berrinche de Ackerman deja en claro que no importa cuántos institutos; trámites y trancas legales pongamos para lograr tener elecciones creíbles en México. Mientras una sola persona, en este caso John Ackerman, esté dispuesto a dinamitar el proceso con el aval del presidente, en el país no tendremos elecciones a prueba de tramposos, ni de berrinchudos.

Columna completa en El Universal

Ayer por la tarde el INE sesionó para definir que siempre sí entra El Bronco en la boleta electoral y que Armando Ríos Piter tiene 10 días para ejercer su derecho de audiencia, lo que le permite revisar las firmas entregadas para que se vuelva a considerar su inclusión en la boleta electoral.

¿Por qué El Bronco ya la libró y Ríos Piter no? Porque mientras El Bronco ejerció su derecho de audiencia y con ello ‘limpió’ gran parte de las firmas que le invalidó inicialmente el INE, Ríos Piter no buscó ejercer dicho derecho. O cuando menos eso dice el INE. Ríos Piter argumenta que sí busco ejercer el derecho pero que el INE cambió las reglas del juego de último momento. Ahora la gran pregunta para saber si tiene oportunidad de entrar o no en la boleta Ríos Piter es si va a buscar esclarecer las inconsistencias en los 10 días que le acaba de dar el Tribunal Electoral.

Jaime Rodríguez entregó 2 millones 34 mil 403 firmas. De ellas, el INE le invalidó 1 millón 223 mil 408 firmas y se quedó solo con 849 mil 937 válidas, quedando corto por 16 mil 656 firmas. El INE decidió que debía aplicar de forma estricta la ley y decidió bajarlo de la boleta. Sin embargo, el lunes el Tribunal Electoral falló que no se volverían a revisar las firmas para ver si se subsanaban las poco más de 16 mil firmas ante la falta de tiempo dado que ya han arrancado las campañas, pero que ante la incertidumbre de si estas firmas podían ser válidas, se le diera el registro.

Es decir, ante la duda razonable de la validez de las firmas, el Tribunal decidió respetar el derecho de ser votado a El Bronco.

En el caso de Ríos Piter, del millón, 765,599 firmas entregadas al INE, éste detectó inconsistencias en 1 millón, 149 mil 63 firmas. Es decir, 4 de cada 10 firmas no cumplían los requisitos. Como no buscó revisarlas al no ejercer su derecho de audiencia, sus apoyos válidos fueron 242 mil 646 firmas. Se quedó corto casi por 700 mil firmas.

Ahora el Tribunal Electoral decidió darle diez días a Ríos Piter para ejercer el derecho de audiencia.

Lo que ha ocurrido con los candidatos independientes es justo lo que nuestro sistema electoral NO necesitaba. Aquello que se concibió como la posibilidad de inyectarle una bocanada de aire fresco a un sistema que ha decepcionado, se ha vuelto en una oportunidad más para que todos los actores involucrados demuestren que el hartazgo ciudadano no es de a gratis.

Columna completa en El Universal

La aplicación que el INE contrató para que los candidatos independientes recauden y para que el Instituto valide las firmas de sus apoyos es una muestra de como funcionan (o no) las cosas en nuestro país.

Por un lado, tenemos al INE que buscó insertar la tecnología para que los ciudadanos que se inscribieron como aspirantes a candidatos independientes pudiesen obtener firmas más fácil y que éstas se capturaran mejor para evitar trucos y trampas en esta recaudación.

En concreto la descripción de la app es: aplicación que permite realizar de manera ágil y oportuna la captación, registro, procesamiento y consulta correspondiente al apoyo ciudadano que requieren recabar los aspirantes a ocupar un cargo de elección popular como Candidato Independiente […]

Pero resultó que la aplicación, lejos de hacer la labor rápida y sencilla, ha sido casi igual de fallida que los tags que utilizamos para circular en la autopistas del país. Esos que obligan a los conductores a frenar en seco y rogar a la deidad preferida que el tag sea leído bien y con esto nos evite tener que meter reversa con el consiguiente caos vehicular. Casi igual, la app del INE.

¿Por qué se decidió pagarle 4.8 millones de pesos a Grupo de Tecnología Cibernética (Grupo Tecno) cuando la misma empresa ya le había quedado mal al INE? Incomprensible. Mi compañero Leo Zuckermann diría que cuando la explicación no es lógica, entonces es metálica.

Y es que en el 2009 la misma empresa, Grupo Tecno, obtuvo el contrato de 25.7 mdd para desarrollar el sistema de monitoreo de spots de radio y tv. Además de tener que multar a la empresa por 12.8 mdp, dos años después el INE la demandó para buscar resarcir los daños por los retrasos y fallas que el sistema presentó.

 

Columna completa en EL Universal

Foto: Archivo APO

Estamos en la etapa de ‘péguele péguele…péguele al INE’. Cada año cuando el Instituto Nacional Electoral da a conocer el monto de financiamiento para los partidos políticos y para su propio funcionamiento hay indignación, pero el INE sigue manteniendo credibilidad.

 

La culpa no es de quien prepara la cuenta (en este caso el INE) si no de los comensales (partidos políticos) que se sentaron a la mesa a pedir un banquete de ingredientes carísimos que implica un presupuesto que llega hoy a más de mil millones de dólares de costo para las elecciones del 2018.

 

Ese es el sentir de varios de los Consejeros del INE a pregunta de si hay preocupación por la pérdida de credibilidad y prestigio del instituto de cara a las próximas elecciones.

 

Tan tiene credibilidad el INE que los ciudadanos siguen sacando su credencial de elector y las instituciones privadas siguen aceptando ésta como identificación oficial. La tarea principal del INE, que es organizar la elección y contar los votos, sigue funcionando de manera creíble.

 

La participación ciudadana, tanto en la instalación de las casillas como en la participación electoral es excelente.

 

 

 

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Hace algunos meses The Economist sacó un artículo sobre México diciendo que el gobierno de Enrique Peña Nieto no entiende que no entiende. Me parece que el semanario se quedó corto. No es solo el gobierno, es la clase política la que no entiende que no entiende.

 

 

Para muestra, tres botones:

 

1. Partidos políticos y su financiamiento: El INE aprobó una bolsa millonaria de cerca de 7 mil millones de pesos para que los partidos políticos puedan gastar a un ritmo de más de un millón de pesos por hora en el proceso electoral del 2018. Esto representa una cantidad 150 por ciento mayor a la que recibieron los partidos en el año 2000, cuando todavía tenían que gastar en sus spots de radio y televisión, que hoy son con cargo a los contribuyentes. Gratis para los partidos políticos.

 

El INE hace esta petición de financiamiento al Congreso por lo dispuesto en las leyes electorales que los propios partidos políticos aprobaron. Es decir, si queremos que cambie el financiamiento que reciben los políticos, son ellos mismos los que tendrían que votar en el legislativo para que este abuso termine. Pero como nuestra clase política es insaciable cuando de recibir dinero se trata, las probabilidades de que ellos mismos rectifiquen son casi nulas.

 

Por ello propuestas como Sin Voto no hay Dinero, de Pedro Kumamoto, el diputado independiente de Jalisco, simplemente no prosperan. Los políticos prefieren tener asegurados recursos que saben les llegan hagan o no su trabajo. ¿Apretarse el cinturón? ¿Época de vacas flacas? Si. Para los demás mexicanos. No para ellos, que no entienden que no entienden

 

 

 

 

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