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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebró este lunes las victorias de los partidos de izquierda en las pasadas elecciones de Francia y Reino Unido, pues aseguró que Europa estaba ya “muy empolvada” y “muy rancia” por el conservadurismo.

“La verdad, me da mucho gusto por Europa, que ya estaba muy empolvada, muy rancia, con ese conservadurismo galopante y ahora es como un despertar de Europa y lo celebro bastante, celebro mucho. Y más en el caso de Francia por todo esto que está sucediendo”, apuntó el mandatario.

AMLO se refirió a la victoria de la coalición en la que está el líder de la izquierda radical de Francia, Jean-Luc Mélenchon, tras el triunfo del Nuevo Frente Popular en las elecciones legislativas francesas.

La izquierda francesa protagonizó un vuelco electoral al quedar en cabeza de las legislativas, por delante del bloque del presidente, Emmanuel Macron, lo que relegó a la favorita, la ultraderecha de Marine Le Pen, al tercer lugar.

Al respecto, López Obrador aprovechó para felicitar “a los dirigentes y al pueblo francés por lo que sucedió”.

Afirmó que hace poco, en una entrevista, auguró que la derecha y el conservadurismo “no tienen futuro” ya que los pueblos del mundo “son humanistas y son progresistas”.

“Cuando crece la derecha es porque la izquierda anda mal, sobre todo en su capacidad de dirección en sus cuadros dirigentes, pero los pueblos en todo el mundo están a favor de la fraternidad y de la libertad y de la igualdad, aprovechando que estamos hablando de Francia y en todo el mundo y ayer se demostró”, añadió.

Destacó que “había riesgo de que la derecha dominara el parlamento francés”, por lo que elogió la “estrategia de unidad de todas las fuerzas de izquierda de Francia”. Reconoció el liderazgo de Mélenchon, a quien consideró un “amigo, un gran dirigente”.

“Lo conocí hace como 10 años. Él es ahora el dirigente de este agrupamiento de la izquierda que obtuvo mayoría”, expresó.

Asimismo, se refirió al triunfo del Partido Laborista en Reino Unido, liderado por Keir Starmer, que el pasado jueves logró una aplastante mayoría absoluta de dos tercios del Parlamento.

“Además hay un margen muy amplio, nunca los laboristas habían tenido una ventaja así desde el siglo XIX”, expresó. No obstante, citó las críticas del exlíder del Partido Laborista británico y su amigo, Jeremy Corbyn.

“Ahora que triunfa el partido Laborista, es un partido en el que (Corbyn) militó como dirigente, como candidato independiente le gana a su partido en su región y sale electo como parlamentario y estaba yo leyendo que él está contento con el triunfo, pero considera que hay mucha moderación con el ministro que triunfó”, señaló.

Ayer, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, felicitó al líder de la izquierda radical de Francia, Jean-Luc Mélenchon, tras la victoria del Nuevo Frente Popular.

“Felicitamos la jornada democrática en Francia y la victoria del Nuevo Frente Popular. La organización, la unidad y la esperanza vencieron el miedo. Felicidades @JLMelenchon”, escribió Sheinbaum en sus redes sociales.

Con los 577 escaños de la Cámara ya asignados, el Nuevo Frente Popular de socialistas, comunistas, ecologistas y la más radical La Francia Insumisa (LFI) quedó en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.

El bloque macronista, formado por tres partidos, perdió su mayoría al quedarse en 168 diputados, con una caída apreciable respecto a los 250 que tenía, pero mucho menos pronunciada de lo que proyectaba la primera vuelta.

El tercer puesto fue para la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños.

El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este lunes a su primer ministro, Gabriel Attal, que permanezca en el cargo por ahora, en espera de lo que serán las negociaciones para formar un nuevo Gobierno tras el sorpresivo avance de la izquierda en las elecciones que resultaron en un parlamento sin consenso.

El izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) surgió como la fuerza dominante en la Asamblea Nacional después de las elecciones de ayer domingo, frustrando el intento de Marine Le Pen de llevar a la extrema derecha al poder.

Sin embargo, sin que ningún grupo asegurara una mayoría funcional, el resultado anunció un período de volatilidad política justo antes de los Juegos Olímpicos de París, y generó incertidumbre entre los inversores sobre quién dirigirá la segunda mayor economía de la zona euro.

“No va a ser sencillo, no, no va a ser fácil, y no, no va a ser cómodo”, dijo la líder del Partido Verde, Marine Tondelier, a la radio France Inter. “Va a tomar un poco de tiempo”. La gama de posibilidades incluye que el NFP forme un Gobierno minoritario o la improvisación de una difícil coalición de partidos que casi no tienen puntos en común.

Gabriel Attal, un político centrista y estrecho aliado de Macron, presentó su dimisión pero el jefe de Estado la rechazó. “El presidente ha pedido a Gabriel Attal que siga siendo primer ministro por el momento para garantizar la estabilidad del país”, dijo la oficina de Macron en un comunicado.

Un parlamento fragmentado hará difícil para cualquiera impulsar una agenda interna y probablemente debilitará el papel de Francia en la Unión Europea y más allá.

Recordemos que la izquierda obtuvo 182 escaños en las elecciones de ayer, mientras que la alianza centrista de Macron se quedó con 168. El Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen y sus aliados de extrema derecha finalizaron con 143 espacios, según datos del Ministerio del Interior citados por el diario Le Monde.

Si bien hay recuentos que manejan cifras ligeramente diferentes, y los números finales dependerán en parte de que los parlamentarios independientes se unan a diferentes grupos.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, fue visto entrando al palacio presidencial del Elíseo poco después de Attal, sugiriendo que el presidente estaba sondeando las opiniones de sus aliados sobre qué hacer a continuación.

En tanto, los líderes de los partidos que componen el NFP se reunieron ayer y hoy para discutir quién debería reemplazar a Attal y qué estrategia debería adoptar la alianza, dijo una fuente del Partido Comunista, uno de sus miembros más pequeños.

El NFP, reunido apresuradamente para estas elecciones en un intento de unificar el voto de izquierda contra la extrema derecha, no tiene un líder único y no dijo antes de las elecciones quién sería su elección para primer ministro.

Tondelier, una de las figuras del NFP consideradas candidatos potenciales para el puesto, dijo en la radio France Inter que podría ser alguien del partido de extrema izquierda Francia Insumisa, los Verdes o los Socialistas, los tres partidos más grandes de la alianza.

El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon, una de las figuras más divisivas en la política francesa, descartó explícitamente cualquier acuerdo con los centristas de Macron.

Su aliado, Manuel Bompard, parecía intransigente. “El presidente debe nombrar primer ministro a alguien del Nuevo Frente Popular para implementar el programa del NFP, todo el programa y nada más que el programa”, dijo en la televisión France 2.

Sin embargo, hay pocas posibilidades de que cualquiera de las propuestas clave del bloque de izquierda, que incluyen aumentar el salario mínimo, revertir la reforma de las pensiones de Macron y limitar los precios de productos clave, sea aprobada en votación parlamentaria sin algún tipo de acuerdo con legisladores externos al bloque.

El programa del NFP, que de implementarse probablemente afectaría aún más las ya sobrecargadas finanzas públicas de Francia, fue visto negativamente por los mercados financieros antes de las elecciones. El inesperado éxito electoral del bloque podría plantear dudas sobre Francia como destino de inversión.

Parece poco probable que Macron pueda volver a impulsar la política, aunque ya había impulsado gran parte de su agenda, incluido el aumento de la edad de jubilación que provocó protestas y un divisivo proyecto de ley de inmigración.

Para el RN de Le Pen, el resultado fue una gran decepción tras semanas en que los sondeos proyectaban sistemáticamente que ganaría cómodamente, aunque sin mayoría absoluta.

Las alianzas de izquierda y centrista cooperaron después de la primera ronda de votación de la semana pasada, sacando a decenas de candidatos de contiendas a tres bandas para evitar dividir el voto anti-RN.

El líder de RN, Jordan Bardella, protegido de Le Pen, calificó la cooperación entre las fuerzas anti-RN de “alianza vergonzosa” que, según él, paralizaría Francia.

Le Pen, que todo indica será candidata de su partido para las elecciones presidenciales de 2027, afirmó que la votación del domingo, en la que el RN aumentó su porcentaje de votos en comparación con elecciones anteriores, había sembrado las semillas para una futura victoria. “Nuestra victoria sólo se ha retrasado”, afirmó.

Los expresidentes Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador, y José Luis Rodríguez Zapatero, de España, se reunirán este fin de semana con líderes de la izquierda latinoamericana en el IX encuentro del Grupo de Puebla, en dicho estado.

El evento, con el lema “En unidad avanzamos”, tiene lugar a partir de hoy 29 de septiembre y se extiende hasta el próximo 1 de octubre en el Museo Internacional del Barrocco, donde habrá mesas de trabajo en las que el Grupo de Puebla elaborará un proyecto de política exterior progresista.

El evento tendrá la participación de 200 personas, entre las que destacan seis expresidentes de Iberoamérica, incluyendo, además de los mencionados, al colombiano Ernesto Samper, al hondureño Manuel Zelaya, y al dominicano Leonel Fernández.

También participarán el canciller cubano Bruno Rodríguez, y Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela. De parte de México estará Mario Delgado, dirigente nacional de Morena.

Entre sus objetivos están combatir el hambre, los bloqueos económicos, la crisis climática, la dolarización, y el modelo “neoliberal”. Entre los temas más relevantes estará la propuesta de cese al fuego entre Ucrania y Rusia, para buscar un debate por la paz.

Los organizadores del evento aseguraron que este tipo de espacios sirven para recuperar la voz de América Latina y el Caribe de mano de los gobiernos progresistas.

En uno de los primeros foros, el ex presidente de Colombia, Ernesto Samper celebró la elección de Claudia Sheinbaum como futura candidata presidencial.

“Complacidos de que Claudia Sheinbaum pueda ser presidenta, América Latina se merece que haya un cambio radical en el manejo y administración de políticas públicas, es un país que tiene fama de machismo, será una revolución en América Latina”,sostuvo.

La virtual candidata de Morena a la Presidencia, participará mañana en el encuentro.

El Grupo de Puebla es un foro político y académico integrado por representantes de la izquierda política latinoamericana y algunos europeos que surgió el 14 de julio de 2019 en Puebla.

Alexis Tsipras, líder de la oposición de izquierda en Grecia, anunció este jueves su decisión de abandonar la dirección de su partido Syriza, cuatro días después de su aplastante derrota ante la poderosa derecha Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis.

Ex primer ministro en plena crisis financiera y migratoria, entre 2015 y 2019, y líder de su partido desde 2009, Tsipras, de 48 años, anunció elecciones internas, en las que no será candidato.

“Hay momentos en los que hay que tomar decisiones cruciales”, dijo en una declaración a los medios de comunicación en Atenas después de una reunión del consejo ejecutivo de Syriza. “Un capítulo se cierra y otro nuevo debe abrirse para nuestro partido, que necesita renovación e importantes reformas”, afirmó.

El domingo por la tarde, al anunciar los primeros resultados parciales de las elecciones legislativas, Tsipras admitió un “resultado negativo” para su partido y habló de “la necesidad de tomar decisiones difíciles”.

Syriza sólo obtuvo 17.84% de los votos (48 escaños en el Parlamento), más de 20 puntos de diferencia con la Nueva Democracia (ND), sin lograr ni siquiera mantener su puntuación del 20% en la votación anterior del 21 de mayo.

Su partido ocupa el segundo lugar después de la derecha ND, que logró su mejor resultado en las últimas décadas con 40.55% de los votos, asegurándose 158 escaños de diputados de los 300 del parlamento unicameral griego.

En mayo, Tsipras admitió haber pensado en dimitir, pero finalmente decidió “continuar la batalla”. Muchos analistas estimaron entonces que sus días al frente de Syriza estaban contados.

Después de un enfrentamiento con los acreedores, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que habían amenazado con expulsar al país del euro, el ex primer ministro tuvo que someterse a sus medidas de austeridad antes de lograr la salida del país de la crisis y la recuperación económica.

El antiguo comunista se abrió al centro izquierda y consiguió nuevamente ganar las elecciones de septiembre de 2015.

“Cuando fui elegido jefe del partido, con 34 años, Syriza era un pequeño partido de izquierda (…) antes de convertirse en la principal formación progresista en Grecia”, recordó el jueves Tsipras, primer líder en el poder de la izquierda radical en su país y Europa.

La capital cumple este lunes 25 años de libertad política, después de que en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas venciese en las primeras elecciones a Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.

El 5 de diciembre de 1997, Cárdenas tomó posesión como Jefe de Gobierno de la capital, un cargo hasta entonces designado directamente por el Presidente de la República durante más de 70 años.

El político, hijo del expresidente Lázaro Cárdenas, se presentó a los comicios como líder y fundador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), formado 8 años antes y que consiguió así su primer gran triunfo electoral.

Desde ese momento, la capital del país ha sido gobernada por partidos considerados de izquierda, cuatro veces por el PRD y una por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido al que pertenece la actual jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Tras la reforma electoral de 1996, la posibilidad de que los habitantes del D.F. pudiesen elegir libremente a su mandatario supuso el fin de una anomalía democrática y culminó una transformación política alejada de la corrupción y con vocación social.

“Formalizó una evolución sociopolítica y sociocultural importante que había en la Ciudad de México”, expuso Ariel Rodríguez, historiador del Colegio de México (Colmex) y coordinador del libro “Historia política de la ciudad de México (desde su fundación hasta el año 2000)”.

Rodríguez consideró que la reforma electoral fue importante para la progresión democrática tanto de la ciudad como del país. Una progresión que, dijo, fue coronada con la Constitución Política de la Ciudad de México en 2017, en la que participó en su redacción.

La reforma electoral de 1996 se comenzó a gestar, subrayó Rodríguez, con la movilización popular derivada del terremoto que azotó al país en 1985 y el presunto fraude en las elecciones a nivel nacional de 1988, a las que contendió Cuauhtémoc Cárdenas y ganó Carlos Salinas de Gortari, del PRI.

Con su victoria electoral, Cárdenas logró el primer triunfo de su partido y abrió la puerta a los partidos de izquierda en la capital.

A Cárdenas le sucedieron el ahora Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO); el actual canciller, Marcelo Ebrard; el ahora senador Miguel Ángel Mancera, y Claudia Sheinbaum, quien se mantiene en el marco desde 2018.

Además, el historiador del Colmex aseguró que la capital es un buen trampolín para postularse a la Presidencia de la República pues transmiten al electorado el mensaje de que saben como administrar “una masa de millones de habitantes con todos sus problemas, a veces apocalípticos”.

Por ello, valoró que Ebrard y Sheinbaum, dos de los posibles candidatos para las elecciones presidenciales de 2024, contarán con cierta ventaja sobre sus competidores.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) confirmó que Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones presidenciales, por un margen de 2.1 millones de votos sobre el actual gobernante, Jair Bolsonaro, según los datos oficiales divulgados con el 100 % de las urnas escrutadas.

El ahora presidente electo de Brasil, que asumirá el poder el 1 de enero de 2023, venció con un 50.9% de los sufragios, mientras que el líder ultraderechista se quedó con el 49.1%.

Al respecto, el Partido de los Trabajadores (PT), del presidente electo, espera poder iniciar el proceso de transición en un plazo de 48 horas, como indica la ley.

La presidenta del PT, Gleissi Hoffmann, explicó que la formación realizó este lunes una primera reunión interna y deberá definir en un plazo de 48 horas el nombre del coordinador y del equipo de transición, que estará integrado por 50 personas.

“Por ley tenemos 48 horas para iniciar eso (la transición), para organizarnos y después conversar con el gobierno”, precisó la dirigente del PT.

Con muchas horas después que perdiera la reelección, Bolsonaro ha preferido permanecer en silencio y no admitir su derrota, aunque tampoco ha cuestionado los resultados de la contienda, como algunos expertos habían advertido podría suceder.

Bolsonaro no ha dirigido una palabra a los periodistas que acamparon afuera de la residencia oficial ni a los simpatizantes que se reúnen regularmente en las inmediaciones. Tampoco ha publicado nada en sus redes sociales.

La única señal de protesta provino de los camioneros partidarios de Bolsonaro que bloquearon algunas carreteras en diferentes puntos del país.

Sin embargo, recordemos que Bolsonaro ha cuestionado repetidamente la confiabilidad del sistema de votación electrónica de Brasil. Incluso llegó a decir que poseía pruebas de fraude, aunque no proporcionó ninguna evidencia.

Hasta el mes pasado, comentó que si no ganaba en la primera vuelta de las elecciones, sería algo “anormal”, incluso cuando la mayoría de las encuestas lo ubicaban en desventaja.

El ministro de comunicaciones del gobierno, anunció que será hasta mañana que Bolsonaro emita una declaración sobre la jornada electoral.

Gustavo Petro hizo historia este domino al convertirse en el primer presidente de izquierda en Colombia, un país tradicionalmente gobernado por conservadores y moderados, quien prometió tender la mano a la oposición y llevar adelante una lucha contra el cambio climático que incluya un diálogo con Estados Unidos.

En su primer mensaje como presidente electo, el exguerrillero y actual senador buscó alejar los temores sobre su futura administración al asegurar que “vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia, no porque lo adoremos sino porque tenemos primero que superar la pre-modernidad en Colombia, el feudalismo en Colombia, los nuevos esclavismos”.

En el conteo preliminar de la Registraduría y con más del 99% de las urnas contabilizadas, el izquierdista obtuvo 50.48% de los votos, mientras que su contendiente, Rodolfo Hernández registró 47.26%.

El resultado oficial de la elección se declarará luego del escrutinio legal que suele conocerse unos días después, aunque históricamente en Colombia los resultados preliminares han coincidido con los finales. Además, tanto el presidente Iván Duque como su contendiente reconocieron los resultados.

El presidente Iván Duque felicitó en su cuenta de Twitter a Petro. Varios líderes latinoamericanos, entre ellos los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro; de Argentina, Alberto Fernández, y de México, Andrés Manuel López Obrador, entre otros, también reconocieron el triunfo del senador colombiano.

La de Petro es la más reciente victoria política de la izquierda en América Latina alimentada por el deseo de cambio de los votantes. Chile, Perú y Honduras eligieron presidentes de izquierda en 2021 y en Brasil el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva lidera las encuestas para las elecciones presidenciales de este año.

Los colombianos han dado un giro drástico al elegir a un candidato de oposición al gobierno del conservador Duque, quien entregará el poder el 7 de agosto y ha enfrentado bajos niveles de popularidad luego de atravesar la pandemia y sortear en 2021 multitudinarias protestas contra una reforma fiscal que luego derivaron en reclamos por la desigualdad, la violencia policial y el desempleo.

El exmandatario de centroderecha Álvaro Uribe (2002-2010), quien ha sido un duro crítico de Petro y una figura central de la política colombiana en los últimos años, sostuvo en Twitter que “para defender la democracia es menester acatarla” y agregó que “Gustavo Petro es el Presidente. Que nos guíe un sentimiento: Primero Colombia”.

Petro ha prometido gobernar para las minorías y los pobres, que en Colombia alcanzan el 39% de la población, según cifras oficiales de 2021. Con un discurso populista y en contra de las élites, se propone aumentar los impuestos a los más adinerados y garantizar la educación pública gratuita desde la infancia hasta la universidad, el empleo con un salario básico y aumento de los subsidios.

En sus primeros 100 días Petro pretende enfocar sus esfuerzos en un plan de emergencia contra el hambre, impulsar un ingreso vital de medio salario mínimo (128 dólares) para las madres cabezas de hogar, suspender las pruebas de fracking, y condonar los créditos de 10,000 jóvenes en el Icetex, la entidad estatal que financia la educación superior.

Petro, quien ha sido senador y alcalde de Bogotá, también buscará impulsar una rápida transición energética, porque considera que Colombia debe pasar de una “economía depredadora” a una para “la vida”. Durante la campaña aseguró que no emitiría nuevas licencias de explotación petrolera, lo que golpearía una industria que representa casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB).

En el ámbito internacional, el presidente electo está dispuesto a reanudar las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde 2019 por Duque y Maduro. También haría cambios en las relaciones con Estados Unidos buscando una renegociación del tratado de libre comercio que firmaron ambas naciones hace una década y nuevas salidas en la lucha contra el narcotráfico.

En entrevista con el diario El País, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder de la izquierda en México, aseguró que el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no encarna a la izquierda del país. Ante dichas declaraciones, reaccionó esta mañana López Obrador.

El mandatario indicó que respeta la opinión del fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y afirmó que en la democracia el derecho a disentir está garantizado y la pluralidad está garantizada.

En ese sentido, reiteró que su administración no encabeza un simple cambio de gobierno, sino un cambio de régimen que tiene como principal objetivo la erradicación de la corrupción y hacer justicia.

“No estoy para polémica y respeto mucho al ingeniero (Cuauhtémoc Cárdenas), además somos libres, queremos la democracia y la democracia es debate, es garantizar las libertades, es el derecho a disentir, la pluralidad, lo hemos dicho muchas veces, no es un pensamiento único”, dijo AMLO.

Insistió en que se está llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país, y el objetivo principal es desterrar la corrupción.

Y es que Cárdenas Solórzano declaró al diario español que México podría estar ante otro sexenio perdido, aunque dijo, espera no lo sea.

¿Es Morena la izquierda de México?, le preguntó la reportera Cecilia Ballesteros. “No lo veo. No conozco cuáles son las propuestas de Morena para elevar el crecimiento económico o para hacerlo sostenido y a largo plazo. Ni conozco sus propuestas respecto a la política exterior ni para reducir la desigualdad. No sé dónde esté Morena desde el punto de vista ideológico.

Sin embargo, Cárdenas resaltó que en México es muy difícil decir quién está en la izquierda y quién no, debido a que no hay una izquierda organizada en este momento, además de que no ve a ningún político importante ubicado en lo que él llamaría izquierda.

 

El candidato del partido de gobierno, Daniel Martínez, reconoció este jueves la victoria de su contrincante de centroderecha, Luis Lacalle Pou, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Uruguay celebradas el 24 de noviembre.

“Saludamos al presidente electo @LuisLacallePou, con quien mantendré una reunión mañana”, escribió Martínez en su cuenta de Twitter, tras el ajustado escrutinio primario del domingo que obligó al tribunal electoral a esperar por un recuento antes de oficializar el resultado.

Y es que Lacalle Pou, del Partido Nacional, alcanzó una ventaja irreversible sobre el candidato oficialista. Martínez indicó que seguirá defendiendo la democracia con más fuerza que nunca.

El tribunal aún no lo ha proclamado presidente ya que resta escrutar el 25% de los circuitos electorales, pero varios dirigentes de la coalición oficialista de izquierda Frente Amplio admitieron la derrota de su candidato.

“Saludo y felicito al nuevo presidente de la República”, publicó en Twitter Gonzalo Reboledo, dirigente del Frente Amplio.

Se estima que el viernes o el sábado la Corte Electoral termine el conteo definitivo de votos y Lacalle Pou sea proclamado oficialmente presidente electo.

El exsenador centroderechista Luis Lacalle Pou encabeza las elecciones presidenciales de Uruguay en la segunda vuelta electoral, en las que disputaba contra el candidato oficialista Daniel Martínez.

Sin embargo, la Corte Electoral prefirió no adelantar resultados pues indicó que existe un gran número de votos “observados” o dudosos que supera en cantidad a la diferencia de sufragios emitidos para cada candidato.

El recuento o “escrutinio secundario”, norma en los comicios uruguayos, comenzará mañana martes, y puede durar dos o tres días, y se convierte en esta ocasión en definitorio de la elección.

Lacalle Pou, de 46 años, obtuvo unos 30,000 votos más que Daniel Martínez, de 62 años, mucho menos de lo pronosticado por los sondeos antes de los comicios.

Escrutado casi el 99% de los sufragios, la Corte Electoral da 1.15 millones de votos para Lacalle Pou y 1.12 millones para Martínez. Los votos “observados” suman unos 35.000 y tendrían que volcarse en su enorme mayoría al Frente Amplio para revertir el resultado del primer escrutinio a favor de Lacalle Pou.

Lacalle Pou sostuvo que el presidente saliente, Tabaré Vázquez, le llamó, a diferencia de su contrincante Martínez.

Martínez, que fue el primero en hablar, hizo un encendido discurso en el que no quiso darse por derrotado y dijo ante sus partidarios que aún quedaban “algunos votos por contar” y que habría que “esperar todavía para saber el resultado final”.

En medio de festejos por su fuerte remontada respecto a lo que vaticinaban las encuestas tras la primera vuelta electoral del 27 de octubre, Martínez llamó en tono conciliador a “buscar los entendimientos y las construcciones que permitan pensar en un solo país, en un solo Uruguay, gobernar para la gente” y evitar “cualquier forma de provocación, de enfrentamiento”.

De confirmarse los resultados, luego de tres mandatos consecutivos del Frente Amplio, una coalición de partidos de izquierda que reúne a socialistas, comunistas, exguerrilleros y ortodoxos económicos, Uruguay daría un viraje en su rumbo político. 

Uruguay formó parte de un grupo de países que viró hacia administraciones de izquierda en la década pasada, cuando gobernaron Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Luis Inácio Lula da Silva en Brasil, o Rafael Correa en Ecuador.

Muy cercano al chavismo venezolano, el Frente Amplio llegó al gobierno de la mano de Vázquez, continuó con José Mujica en 2010, y volvió a Vázquez en 2015. En sus 15 años de poder, la coalición izquierdista aprobó el aborto en 2012, y el matrimonio homosexual y la legalización de la marihuana en 2013.

El próximo presidente asumirá el primero de marzo de 2020 para un mandato de cinco años.

El presidente y líder socialista español Pedro Sánchez ganó las elecciones legislativas de este domingo con una mayoría en picada, mientras que la extrema derecha de Vox se consolidó como tercera fuerza en un Parlamento que augura un bloqueo político persistente.

Según resultados parciales, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez es el vencedor, sin mayoría absoluta, con 120 escaños de los 350 de la cámara baja. Los resultados representan tres asientos y unos 730,000 votos menos que en las legislativas del 28 de abril pasado, cuando el PSOE se impuso también sin mayoría absoluta, con 123 diputados.

La subida más espectacular la protagonizó Vox, que capitalizó la crisis con el separatismo en Cataluña y sumó 52 escaños, más del doble de los 24 obtenidos en abril.

El conservador Partido Popular (PP) subió también con fuerza, de 66 a 87, mientras que Ciudadanos, la formación de centro-derecha liberal, fue pulverizada al caer de 57 diputados a sólo 10.

La izquierda radical de Podemos cedió siete escaños, quedándose en 35, y su escisión Más País entró en la cámara con 3 diputados.

En cualquier caso no hay mayoría absoluta ni para el bloque de derechas (PP, Vox y Ciudadanos) ni para las izquierdas (PSOE, Podemos y Más País), que globalmente superan a los conservadores.

Sánchez “ahora lo tiene mucho más difícil para formar gobierno”, advirtió el líder ‘popular’, Pablo Casado.

El panorama amenaza con prolongar el bloqueo crónico que atenaza la política española desde 2015, cuando la irrupción de Podemos y Ciudadanos puso fin al tradicional bipartidismo PSOE/PP. Desde entonces ha habido cuatro elecciones legislativas.

La de este domingo fue una repetición electoral consecutiva al fracaso de PSOE y Podemos de acordar, durante el verano, un gobierno de coalición que habría sido el primero en estas cuatro décadas de democracia en España.

El jefe saliente del gobierno español, Pedro Sánchez, lanzó este lunes su nueva campaña electoral del próximo 10 de noviembre con la promesa de traer “estabilidad” a un país muy fragmentado políticamente y que celebrará sus cuartas elecciones en cuatro años.

“Somos la única fuerza política que puede ofrecer estabilidad, sentido de Estado y una hoja de ruta clara”, dijo el líder del PSOE en un acto en Madrid, arropado por su gobierno y otros dirigentes del partido.

“Somos la izquierda de gobierno”, enfatizó Sánchez, lo que pareció un mensaje directo a la izquierda radical que representa Podemos.

Con el anuncio del lanzamiento de su campaña, se presentó el lema: “Ahora, Gobierno. Ahora, España”.

Pese a sus promesas de estabilidad, el mismo Pedro Sánchez, vencedor sin mayoría absoluta de las legislativas del 28 de abril, fue incapaz de entenderse con otros partidos para articular una mayoría con la que continuar al frente del gobierno.

Especialmente fue incapaz de entenderse con Podemos, en teoría su “socio preferente”, al que ofreció en una precipitada negociación un gobierno de coalición que los de Pablo Iglesias rechazaron por considerarla insuficiente.

“No hay tiempo que perder para lamentos ni para juegos de culpas”, dijo a propósito el líder socialista, prometiendo entre otras cosas una ley de eutanasia.

La izquierda irá ahora más fragmentada a los comicios, ya que en las urnas estará también una escisión de Podemos, Más País, liderada por su ex número dos, Íñigo Errejón.

Enfrente tendrán a tres partidos de la derecha: el conservador Partido Popular, los liberales de Ciudadanos, y la extrema derecha de Vox. A los que se añaden al menos tres partidos separatistas catalanes, y dos partidos nacionalistas vascos.

Con la duda pendiente del desempeño que tendrá Más País, los sondeos anticipan un incremento de escaños al PSOE, que en las pasadas elecciones obtuvo 123 de los 350 asientos de la cámara baja. Pero en ningún caso se espera una mayoría absoluta, con lo que se planteará de nuevo la cuestión de con quién pactar.

Luego de 30 años de militancia, la excandidata del PRD a la gubernatura de Guerrero, Beatriz Mojica, anunció su renuncia.

Señaló que su lucha siempre fue con la esperanza de tener un Guerrero diferente, sin violencia, sin corrupción, sin impunidad y sin mentiras.

Indicó que si bien en el PRD vivió momentos duros, obstáculos, traiciones, mezquindad y hasta violencia política de unos cuantos, siempre encontró respaldo y palabras de aliento de los militantes y dirigentes que siempre la acompañaron y le dieron la fortaleza para seguir adelante.

Sostuvo que aunque seguirá luchando junto al pueblo guerrerense, “en este momento ya no es posible hacerlo desde el PRD”.

Pidió a quienes se quedan en el partido, que recuerden el origen del PRD, y logren una transformación que le sirva a México. Aclaró que su decisión era personal, por lo que aclaró, no se reafiliará y acompañará a los más de 100 mil perredistas que tampoco lo harán.

Sin embargo, en su carta de renuncia, expresó que “por el momento” no participará en ningún partido político.

Puntualizó que su renuncia se debe a que el PRD en Guerrero perfila a hacer una alianza con el PRI para seguir gobernando el estado. “En los últimos cuatro años la situación en Guerrero ha empeorado, aumentaron la pobreza y la violencia, los feminicidios están a la orden del día, las inversiones no llegan a las regiones, los programas sociales estatales fueron desaparecidos, la desesperanza y el miedo reinan en las calles, y aun así, hay quienes plantean la posibilidad de generar una alianza con el PRI, con esa camarilla que tanto daño le ha hecho a nuestro estado.

Adelantó que en 2021, cuando se tenga la oportunidad de impulsar un verdadero cambio generacional y de sacar a los corruptos que nos han dominado y que nos tiene sumergidos en la miseria, y cuando estén listos para construir una opción de izquierda que gobierno de manera diferente, sin raterías y sin exclusiones, es cuando contarán con ella.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que siempre soñó con “liberar” a Brasil de la “nefasta ideología de izquierda” y agradeció la inspiración que recibió del escritor Olavo de Carvalho, el “gurú” de la derecha.

Asimismo, Bolsonaro consideró que Venezuela “debe ser liberada” para lo que se cuenta con el apoyo de Estados Unidos, país al que, junto con Canadá, Australia y Japón, exentó los visados para visitar la nación sudamericana.

“Yo siempre soñé con liberar a Brasil de la nefasta ideología de izquierda”, dijo, según un video divulgado por su hijo, el diputado federal Eduardo Bolsonaro.

El líder brasileño se encuentra desde el domingo en Estados Unidos, donde se reunirá con su homólogo Donald Trump para tratar, entre otros temas, la crisis en Venezuela. “Debemos resolver el problema de nuestra Venezuela. Venezuela no puede seguir así. Deben ser liberados. Y obviamente creemos y contamos con el apoyo de Estados Unidos para lograr este objetivo”, dijo en un discurso ante la Cámara de Comercio.

Bolsonaro, quien sobrevivió a un atentado durante la campaña electoral, agradeció a Dios por iluminarlo mientras “Brasil se encaminaba hacia el socialismo, hacia el comunismo”. “Si eso no ocurrió fue gracias a dos milagros: haber sobrevivido a una puñalada en el abdomen, y haber ganado la elección”, dijo, afirmando que se propone “deshacer” el legado de gobiernos anteriores.

“Brasil no es un terreno abierto donde pretendemos construir cosas para nuestro pueblo. Tenemos que deshacer muchas cosas, para después empezar a hacer”, enfatizó durante una cena en la embajada brasileña en Washington a la que asistieron el propio De Carvalho y Steve Bannon, el ultraderechista exasesor del presidente Trump.

Fuera de la agenda que tenía prevista en la capital estadounidense, el presidente brasileño se reunió con autoridades de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), para tratar estrategias contra el crimen organizado y el narcotráfico.

Bolsonaro rompió, además, la tradición de los mandatarios brasileños de realizar su primer viaje al extranjero a Argentina, lo hizo a Estados Unidos, un gesto que Trump correspondió alojándolo en Blair House, la residencia oficial para huéspedes situada frente a la Casa Blanca.

Al ser cuestionado sobre la iniciativa que se discute en la Cámara de Diputados para la reformar la Ley de Pemex, en la que se plantea la posibilidad de incrementar las facultades del director de la empresa y restar facultades al consejo de administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que su administración no tiene ninguna relación con ella.

Y aunque reconoció que era una iniciativa de Morena, dijo que “nosotros no aprobamos eso, es decir, en el Ejecutivo no queremos ninguna modificación en ese sentido, porque no queremos darles pretextos, excusas, a los que han saqueado a Pemex”.

Fue en este momento cuando afirmó que su gobierno no propiciará que los “conservadores” acusen a su administración de ser autoritarios, o que no toma en cuenta a los expertos, a la llamada sociedad civil.

Acusó que la sociedad civil, que antes era pueblo, los conservadores “ya se apropiaron de la sociedad civil, yo no conozco gente de la sociedad civil, de veras, muy pocos de izquierda”.

Lamentó que todo lo que tiene que ver con la sociedad civil en estos tiempos, tenga que ver con el conservadurismo, “hasta los grandes consorcios promueven a la sociedad civil, es una bandera la sociedad civil”.

 

Brasil decidirá este domingo a quien los gobernará durante los próximos cuatro años, las opciones: un ultraderechista, Jair Bolsonaro, que lidera la preferencia; o un izquierdista, Fernando Haddad, designado candidato en septiembre en reemplazo de Lula da Silva.

Bolsonaro, un ex capitán del Ejército de 63 años, ganó la primera vuelta con 46% de los votos, frente a 29% para Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT).

Sin embargo los sondeos más recientes muestran que la ventaja que tenía el ultraderechista se ha reducido. Las proyecciones dan un 56% a Bolsonaro y un 44% a Haddad.

Analistas han advertido que Bolsonaro ha logrado conquistas a los brasileños con sus promesas de combatir la inseguridad, flexibilizando el porte de armas, y acabar con la corrupción, mientras que sus exabruptos misóginos, homofóbicos y racistas han pasado desapercibidos.

El vencedor deberá gobernar junto a un Congreso con partidos debilitados, aunque será el PT el que seguirá siendo la primera fuerza en la Cámara.

Quien resulte electo sustituirá el 1 de enero de 2019 al conservador Michel Temer, el presidente más impopular desde el retorno de la democracia, que asumió el cargo en 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, quien fue acusada de manipular las cuentas públicas.

 

Con información de AFP / Foto: Archivo APO