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Andrés Manuel López Obrador es un genio de prometer…e incumplir. No ha cumplido los tiempos para que Dos Bocas refine. Tampoco para que la Mega Farmacia surta medicinas. Mexicana no logra volar. La vacuna Patria nunca estuvo lista. Pero ahora, con los apagones, el presidente López Obrador nos dice que no nos preocupemos. Que en unos meses más vamos a llegar al 60 por ciento de generación de energía eléctrica porque se compraron once plantas a Iberdrola. Y remata con la consigan de que el actual modelo de generación de energía, que ha buscado darle preferencia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se mantendrá.

Andrés Manuel López Obrador es un estatista. Eso es claro. Prometió desde antes de llegar a la presidencia que su gobierno haría de Pemex y la CFE dos empresas productivas y eficientes. Cierra con apagones que denotan el enorme fracaso que ha generado en este sector y en cumplir su promesa.

Podrá decir que es el calor, pero el problema no es que tengamos mayor demanda, sino el déficit en la oferta de energía eléctrica, incluyendo las reservas. Déficit que podría haberse cubierto si no se hubieran privilegiado la ideología de darle a la empresa del Estado prevalencia sobre lo que era mejor en una lógica económica para el país y para los mexicanos.

Primero se decidió cancelar proyectos fundamentales como los de interconexión entre Oaxaca-Centro y Baja California-Sonora. Después se optó por modificar el orden de despacho para producir energía. Contraviniendo la ley, se le dio prioridad al combustóleo y al carbón sobre las energías limpias y renovables como la eólica o la solar. Se pensó que la generación por hidroeléctricas sería una opción limpia y confiable, pero ¡oh sorpresa! entre la sequía y el mal manejos de nuestras presas, esta vía no ha podido dar los megavatios necesarios.

Y en dos áreas en donde CFE tiene monopolio, en transmisión y distribución, simplemente no se ha invertido lo suficiente. Vaya, se ha invertido lo mínimo. En 2019 había en México 110 mil 117 kilómetros en líneas de transmisión. En el 2023 cerramos con 110 mil 559 kilómetros. Esto ha significado un paupérrimo aumento de tan solo el 0.4 por ciento.

Otra falla enorme en la política energética del actual gobierno ha sido el bajo margen de reserva en el Sistema Eléctrico Nacional. En 2019 era del 9 por ciento. El presidente prometió que en su sexenio llegaría al 13 por ciento. Hoy es de tan solo un 3 por ciento. Así que lejos de aumentar este margen de reserva nos fuimos a menos de la mitad de lo que teníamos. Una promesa incumplida más. Una razón adicional para explicar los recientes apagones.

Ahora que el futuro nos alcanzó y que la Comisión Reguladora de Energía ha entrado en crisis, el presidente tiene el descaro de decir que no nos preocupemos. Que en unos meses estará resuelto el problema. La bomba se la está dejando a la próxima presidenta de México.

En un reporte de Bank of America que es bastante amable con el actual gobierno, con una visión optimista a futuro en sectores como el automotriz y de bienes raíces, la piedra en el zapato para nuestro desarrollo la ubica claramente en la política energética. La razón es la incertidumbre en el sector.

Prometió un sector energético moderno y de calidad y nos deja con apagones…y la promesa de que son solo transitorios. Si seguimos con la política energética actual, los apagones llegaron para quedarse, aunque López Obrador prometa lo contrario.

Columna completa en El Universal

En el video que subió el lunes a redes sociales el presidente López Obrador anunciando que Pemex había comprado a Shell el 50% de las acciones de la refinería de Deer Park, en Texas, fue un triunfo político del director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, sobre la Secretaria de Energía, Rocío Nahle.

Al hacer el anuncio el presidente dijo con emoción que el 50% de la refinería se estará comprando por $600 millones de dólares y se podrán refinar 340 mil barriles al día. La construcción de la refinería de Dos Bocas, cuya principal promotora es Nahle, va a costar entre 9 y 12 mil millones de dólares y se refinará la misma cantidad de barriles si es que se logra terminar algún día. Con esto, Romero le demostró al presidente que por un costo mucho menor a la construcción de Dos Bocas se puede refinar la misma cantidad de barriles.

Ahora, aunque Romero le ganó a Nahle esta partida política, el anuncio demuestra una enorme ignorancia del gobierno de López Obrador en materia energética. ¿Por qué es para el presidente digno de presumir que se está tirando tanto dinero a la basura en Dos Bocas?

El anuncio es también una trampa con una enorme mentira. Según dice AMLO en su video, para el año 2023 vamos a lograr la autosuficiencia energética gracias a esta compra; la construcción de Dos Bocas y la modernización de las seis refinerías existentes. Pues ahí AMLO está asumiendo, primero, que las refinerías van a estar operando al 100 por ciento de su capacidad, cosa que no sucede. Segundo, que Dos Bocas va a estar lista en menos de dos años cuando actualmente lleva un avance del 15%. También está haciendo un cambio importante en la definición de soberanía energética. Si la gasolina que se compra a una refinería en Texas, aunque sea propiedad de México, se considera parte de la producción nacional de gasolinas ¿por qué no mejor opta Pemex por comprar otras refinerías en Estados Unidos en lugar de construir Dos Bocas? Sale más barato.

Todo esto es asumiendo que Pemex logrará la misma eficiencia en Deer Park que actualmente logra Shell. Al comprar Pemex el 100 por ciento de Deer Park, la operación de la refinería dejará de estar en manos de Shell y recaerá en Pemex. La regulación de las refinerías en Estados Unidos es muy diferente a la que existe en México. Allá Pemex tendrá que competir con las demás petroleras como un jugador más, no como el consentido que es en México.

Este anuncio muestra además que el presidente sigue empecinado en llegar a una fiesta que ya se está acabando. Basta ver la votación que se dará hoy en ExxonMobil. Esta es la más grande de las petroleras occidentales y también la más reacia a la transformación hacia energías renovables y limpias. El actual director de ExxonMobil, Darren Woods, se enfrentará hoy a una brutal junta de consejo en la cual fondos de inversión están exigiendo que el consejo se integre por cuatro personas que lleven a la empresa hacia la transición a energías renovables y limpias porque saben que ahí está el futuro.

Lo mismo saben en Shell. Este mes, los accionistas de la empresa aprobaron el plan para ser una empresa de cero emisiones, incluyendo a los usuarios finales de sus productos, para el año 2050. Recibir dinero y deshacerse de la refinería, que es de las áreas que menos ayudan a esta meta, es un doble hit para Shell.

Romero le ganó a Nahle pero México sale perdiendo porque esta realidad de transformación energética está lejos de permear en el ideario del presidente López Obrador.

 

Columna completa en El Universal

En México tenemos a un presidente que dice que está transformando al país y una de sus palancas para hacerlo es inyectando miles de millones de pesos a Pemex para intentar lograr autonomía energética.

Varios conocedores de la industria han dicho que esto es un sueño guajiro, pero aún así, AMLO persiste. Qué maravilla sería que en lugar de querer importar el penacho de Moctezuma de Austria, el presidente quisiera imitar lo que está haciendo el CEO de una de las petroleras más grandes del mundo, British Petroleum (BP), Bernard Looney.

Looney encabeza hoy en día la mayor transformación de la industria energética en sus 160 años de historia. En septiembre dio a conocer el plan de transformación de BP de una industria de petróleo y gas a una de energías renovables. Es el plan más agresivo que se ha visto en la industria. Lo que pretende BP es, para 2030 recortar en un 40 por ciento su producción de petróleo y gas y aumentar el gasto en energías renovables de $500 millones de dólares anuales actualmente a 5 mil millones de dólares. Y para el año 2050 la petrolera británica buscará que todas sus operaciones emitan cero emisiones.

Además, los cien millones de dólares al año que gasta BP en mantener su reputación como empresa de petróleo y gas se irán reduciendo y ese dinero se invertirá para apoyar políticas en favor del medio ambiente alrededor del mundo. La empresa ya está invirtiendo $6.5 millones de dólares en Estados Unidos para iniciativas en favor de las energías limpias en este 2020, a pesar del durísimo golpe económico que ha sufrido por la caída en la demanda de energías fósiles por la pandemia. Han anunciado su apoyo a la política climática de la Unión Europea y al plan de Reino Unido de prohibir para el año 2035 autos con motores de combustión interna.

Nótese la diferencia entre este propósito y el que acaba de presentar el gobierno de la Cuarta Transformación, que pretende incrementar la producción de petróleo en 101 mil 700 barriles diarios para un total de un millón 944 mil 400 barriles diarios en el 2021. Vamos en sentido contrario de lo que el mercado mundial de energéticos nos está diciendo y lo estamos haciendo cuando no tenemos ni siquiera la liquidez suficiente para estarla desperdiciando. ¡Qué frustrante!

En entrevista para el portal político Axios, Looney dijo dos cosas que me llamaron la atención. La primera fue entender que la transformación de la empresa se hace en el interés de ésta. No están tratando de proteger un negocio – el del petróleo y gas – que ya va de salida porque saben que esto significaría su quiebra. “Estamos haciendo que BP pase de ser la compañía petrolera internacional que hemos sido durante 111 años a convertirnos en una compañía de energía integrada”.

Lo segundo fue que ante la pregunta sobre el pasado de la empresa en el que defendió a quienes dudaban del cambio climático, Looney dijo algo clave: “no sirve de nada envolvernos en lo que ocurrió en el pasado ante los enormes retos que tenemos frente a nosotros.” Esta frase suena como música a los oídos ante un presidente en México que se empeña en justificar lo injustificable de hoy con base en el pasado, en lo que ha ocurrido antes de él y su fallida transformación.

Columna completa en El Universal

El presidente, qué duda cabe, es un animal político. Con la transmisión en la mañanera del video en el que aparecen dos colaboradores de figuras prominentes del PAN validó lo ahí expuesto y golpeó a los dos partidos de oposición que podrían robarle algo en las elecciones del 2021.

Golpeó al PRI, vía la extradición de Lozoya y las filtraciones que llegan hasta el expresidente Enrique Peña Nieto y su hombre fuerte, Secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray. Golpea al PAN, en un país en donde la presunción de inocencia es tan escasa como la honradez de la clase gobernante. El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, y el ex Senador, Jorge Luis Lavalle, ya son culpables ante la opinión pública.

Esto porque uno de los hombres que revisa los paquetes con fajos de billetes es Rafael Jesús Caraveo, secretario técnico del entonces senador Lavalle. El otro es Guillermo Gutiérrez Badillo, quien guarda el dinero en una maleta negra. Gutiérrez Badillo trabajaba con el entonces senador, Francisco Domínguez Servién. Hasta hace dos días Gutiérrez Badillo era su Secretario Particular en el gobierno de Querétaro. Al despedirlo de su gobierno después de darse a conocer los videos en una supuesta cuenta del hermano de Emilio Lozoya, Domínguez Servién mostró que si algo se aprendió desde los video escándalos de René Bejarano hace 16 años es que si vas a recibir fajos de billetes, mejor mandas a alguien más a hacerlo.

Y ahora ¿cuál va a ser la estrategia del PAN? ¿Cómo va a responder el partido ante estos nuevos video escándalos? ¿Cómo van a querer recuperar credibilidad para pedir el voto ciudadano?

El PAN es el partido que mejor posicionado está para enfrentar a Morena y al presidente en las elecciones intermedias del 2021. La figura del panista Ricardo Anaya es, según la encuesta publicada esta semana en Reforma, la que mayor contrapeso le podría hacer al presidente López Obrador. Y el PAN permanece como el partido más fuerte para ganar escaños en la Cámara de Diputados en las legislativas del año próximo. El sondeo de Massive Caller le adjudica al PAN 128 escaños, seguido en un lejano tercer lugar por el PRI con 27 escaños. Morena aparece en este sondeo con posibilidad de ganar 301 escaños.

Por lo que hemos visto, el PAN piensa utilizar la misma estrategia de todos los políticos. Van a acusar que todo esto es un acto de desesperación del presidente y de Morena por tumbarlos a la mala para que no tengan un buen desempeño en las elecciones intermedias del 2021, en donde por cierto, está también en disputa la gubernatura de Querétaro.

El presidente del PAN, Marko Cortés, ha dicho que, de ser culpables de los aludidos, serán expulsado del partido. Esto es algo que ya hizo el PRI con Humberto Moreira y con Javier y Cesar Duarte, con los resultados que están a la vista. A los ciudadanos les importa un comino que los partidos expulsen a sus militantes. Lo que se quiere es que deje de haber corrupción.

Si el PAN quiere salir fortalecido de este golpe de cara a las elecciones intermedias y hacia adelante, hacia el 2024, más le vale ir pensando en una buena estrategia para responderle a los ciudadanos. Los mexicanos están desencantados con la corrupción rampante de la clase política que, ya sea con ligas o con maletas, no se ha cansado de saquear al país.

 

Columna completa en El Universal

Una de las industrias más afectada a nivel mundial por el coronavirus es la energética. Gigantes como Exxon Mobil tuvieron pérdidas en el primer cuarto del año por primera vez en tres décadas. Mientras el año pasado, Exxon tuvo ganancias por $2.4 mil millones de dólares en los primeros tres meses del 2019, en el mismo periodo ahora tuvo $610 millones de dólares de pérdidas atribuibles principalmente al área de refinación.

Por esta razón, el CEO de Exxon, Darren Woods, ha decidido hacer un recorte en los gastos de capital que tenía proyectados la empresa por unos $10 mil millones de dólares en el 2020. Esto significa un recorte del 30 por ciento en el presupuesto de la empresa petrolera más grande de todo Estados Unidos que quiere adaptarse a la contracción de la demanda.

Por su parte, Chevron ha reportado que va a reducir su producción petrolera entre 200 mil y 300 mil barriles al día durante mayo y entre 200 mil y 400 mil barriles al día en junio. A ello va a agregar un recorte en su gasto corriente de miles de millones de dólares. El director de Chevron, Mike Wirth, declaró que la industria y el mundo se encuentra en una situación demasiado complicada, con baja demanda de energéticos que no se espera se revierta.

En el mismo canal está Royal Dutch Shell, que decidió recortar dividendos por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial; British Petroleum y Shell. De ese tamaño es el problema en el sector.

Y mientras estos gigante energéticos hacen ajustes y recortes, en México el gobierno decide doblar la apuesta con Pemex y seguir adelante con sus planes pre-COVID, como si nada estuviera ocurriendo; como si la empresa no estuviera perdiendo 23 mil millones de dólares trimestrales. Se le está metiendo dinero bueno al malo.

Todo esto tiene una explicación que ha repetido una y otra vez el presidente Andrés Manuel López Obrador: se busca que México logre autonomía e independencia energética. Que dejemos de requerir importar energéticos y que aquí, en el país, se extraiga el petróleo necesario para nuestra demanda y se refine lo suficiente para no tener que importar gasolinas. Pemex es, a ojos de AMLO, el símbolo de la soberanía del pueblo mexicano.

Hay dos grandes problemas con esta premisa del presidente. El primero es que ningún país que se ha propuesto dicha independencia energética, ni siquiera Estados Unidos que logró en 2018 ser el principal productor de petróleo de todo el mundo, lo ha logrado. EUA, bajo la presidencia de Nixon vio como los países árabes le recortaron el suministro de petróleo por el apoyo a Israel en la guerra de Yom Kipur. Desde ese año, 1973, se propuso lograr independencia energética cosa que hoy no ha logrado. Basta con ver que en estos momentos hay buques provenientes de Arabia Saudita esperando en sus costas para la entrega de petróleo que se había comprado antes de que llegara el virus. Ni siquiera Estados Unidos con todo y el revolucionario descubrimiento del shale gas/oil ha logrado en más de 40 años esa soberanía energética.

 

Columna completa en El Universal

Eduardo León Trauwitz ha sido señalado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como el gran huachicolero del sexenio de Enrique Peña Nieto. Primero fue parte de las escoltas del presidente y después, Trauwitz fue ascendido a Subdirector de Salvaguardia Estratégica de Pemex desde donde, según los señalamientos de trabajadores de la empresa, lejos de hacer su principal encargo – acabar con el robo de combustible – fue el mejor cómplice y aliado del huachicoleo.

Por ello, en abril de este año, Trauwitz fue llamado a comparecer en una audiencia inicial por un proceso iniciado en su contra por robo de hidrocarburos. León Trauwitz no se presentó, pero sus abogados sí y aclararon a la juez que su cliente estaba enfermo. La segunda vez la defensa supo que la acusación ya no era solamente por robo de hidrocarburos, también se le acusaba de delincuencia organizada, lo que no amerita enfrentar el juicio en libertad.

Si Trauwitz se hubiese presentado a esa segunda audiencia, seguramente estaría en Almoloya ahorita, me comentaron fuentes enteradas del caso. Unos días después, la Fiscalía General de la República giró una orden de aprehensión en su contra, pero para entonces Trauwitz ya no estaba en México.

Desde mayo de este año, el ex General se encuentra en Canadá tramitando su petición de asilo político aduciendo ante las autoridades de aquel país que es un perseguido político. Y las autoridades mexicanas, que saben que Trauwitz está en Canadá, poco pueden hacer al respecto porque el expediente que tienen en su contra está tan mal armado, que de presentarse ante las autoridades canadienses, seguro culminaría con la exoneración del ex General.

Así, en tiempos de la 4T, cuando Andrés Manuel López Obrador ha hecho de la corrupción su principal bandera y del huachicoleo su lucha emblemática, el señalado como el gran huachicolero está a punto de lograr una salida cual Napoleón Gómez Urrutia de este sexenio.

Los argumentos de Trauwitz para justificar ante las autoridades canadienses que es un perseguido político son que él, lejos de haber apoyado y lucrado del robo de combustible, ideó un mecanismo para cortarlo de tajo modificando la estructura dentro de Pemex que permitía que el área de logística contratara empresas para tapar los ductos pinchados mediante la instalación de un capuchón. Este mecanismo costaba un dineral y esos montos se los repartían entre el contratista y el sindicato en detrimento de Pemex. Además, permitían a los huachicoleros quitar el capuchón unos cuantos días después para poder seguir succionando y robando el combustible.

Además de su cercanía con el expresidente Peña Nieto, el argumento de Trauwitz es que el cambio de logística acabó con un jugoso e ilegal negocio que hoy lo tienen en la mira.

Así avanza (es un decir) la lucha contra la corrupción y el huachicoleo.

 

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Los casos de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht ocurrieron en 12 países de América Latina y solamente en dos no ha habido consecuencias. México y Venezuela. Ahora, el gobierno mexicano ha decidido empezar a actuar vía la Secretaría de la Función Pública (SFP), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR).

La semana pasada la SFP inhabilitó a Emilio Lozoya Austin, ex Director de Pemex, con diez años para ocupar cualquier puesto en el servicio público y a Edgar Torres Garrido, ex Director de Pemex Fertilizantes con 15 años además de una multa de 620 millones de pesos, por la compra presuntamente irregular de Grupo Fertinal en el 2015. Hoy, Torres Garrido es Jefe de Inversiones de Makech Capital, una empresa de inversiones de Emilio Lozoya.

Por su parte la UIF congeló las cuentas de quien era Director de Pemex cuando Odebrecht sobornó funcionarios en México, Emilio Lozoya Austin, lo mismo que las de la empresa AHMSA, que fue la otra empresa que vendió su planta de fertilizantes, Agro Nitrogenados, a PEMEX. El dueño de AHMSA, Alonso Ancira Elizondo, fue detenido ayer en España y la FGR giró una órden de aprehensión en contra de Lozoya.

¿Por qué de pronto se aceleró el proceso jurídico y las acciones del gobierno mexicano en la investigación sobre las compras de PEMEX de las dos plantas fertilizantes?

Porque el gobierno mexicano quiere evitar quedarse como el chinito: no’mas milando como los estadounidenses sí actúan en contra de la corrupción en el caso Odebrecht, capítulo México. Es evidente que para el gobierno mexicano sería una vergüenza y una enorme incongruencia que, teniendo como bandera principal abatir y acabar con la corrupción, sean los americanos los que hagan el trabajo que este país ha sido incapaz de hacer.

Y es que el Departamento de Justicia y a la Securities and Exchange Commission (SEC) han recibido una demanda en contra de la compra que hizo Pemex de Grupo Fertinal y de Agro Nitrogenados por un monto de 635 millones de dólares por la primera y de 275 por la segunda, por un total de 910 millones de dólares.

El monto es investigado por el sobreprecio pagado por PEMEX tomando en consideración el valor de los activos de ambas empresas en ese momento. En un informe de los auditores independientes BDO que realizaron sobre la situación financiera de Pemex Fertilizantes a la que tuve acceso se puede ver que Pemex pagó $15 millones de dólares a los socios de Fertinal por los activos de la empresa y solicitó un crédito por el valor mercantil. Tan solo esta decisión significó pagar un sobreprecio de $188 millones de dólares por Fertinal que se convirtió al año siguiente de la compra en una pérdida, un pasivo, para el ejercicio contable del 2016.

Tanto el Departamento de Justicia de EU como la SEC consideran que esta venta está sujeta al Foreign Corrupt Practices Act (FCPA), ya que la deuda de Pemex cotiza en Estados Unidos y el público inversionista lo centra en su jurisdicción.

El FCPA castiga con cárcel a quienes corrompen a un funcionario público en detrimento de la empresa y sus inversionistas en capital o deuda. En este caso, el soborno investigado es por un detrimento posible de PEMEX y sus tenedores de bonos.

En los próximos días se harán públicas estas investigaciones del Departamento de Justicia de EUA y de la SEC y el gobierno mexicano podrá decir que ya ha estado trabajando en esta investigación también, vía la FGR, la SFP y la UIF.

 

Este es el informe de los auditores independientes de Pemex Fertilizantes en donde queda claro el sobreprecio pagado por Grupo Fertinal que menciono en mi columna.

 

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Columna completa en El Universal

El diagnóstico de Andrés Manuel López Obrador vuelve a ser certero: hay que luchar en contra del robo de combustible, del huachicoleo, que ha que crecido exponencial e impunemente.

Veamos cifras de los últimos tres años: 2016, el robo de combustible representó 30 mil 800 millones de pesos; en 2017 fue de 50 mil 100 mdp y en 2018 de 66 mil 300 mdp. En total por estos últimos tres años, Pemex ha perdido 147 mil 200 millones de pesos. Ahora sí que este es dinero que ¡ni Trump tiene para construir su muro en la frontera! Y, ¿cuántos huachicoleros están en prisión? Cero.

Dice AMLO que ha disminuido el robo de combustible en 2 mil 500 millones de pesos tan solo desde que inició su Plan en contra del Huachicoleo a finales de diciembre. Pues claro que han bajado las tomas clandestinas si no hay nada en los ductos, pero la disyuntiva no puede ser o cerrar el ducto o hay robo de gasolinas. Éxito es que no haya robo aun con los ductos abiertos.

Seguramente si cierran los antros, bares y discotecas en todo el país, bajarán los borrachos en los establecimientos, pero eso no puede considerarse una política exitosa en contra del alcoholismo.

La correcta intención de luchar en contra del robo de combustible no puede depender de mantener cerrados los ductos, sobre todo si tomamos en cuenta el sobrecosto de abastecer vía pipas y lo impráctico que es por el tiempo que toma la llegada de la gasolina a las gasolineras.

Además, está la falta de transparencia de Pemex para explicar qué empresas están siendo contratadas para el transporte de combustible. Esto se presta a conjeturas, especulación y duda sobre las verdaderas intenciones de cerrar los ductos y abastecer vía pipas a las gasolineras del país.

Por ejemplo, trascendió que Excellence Freights, de Grupo Idesa, es una de las empresas que está transportando gasolina. Grupo Idesa fue fundada por Pascual Gutiérrez Roldán, suegro del Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, quien fue Consejero de Grupo Idesa hasta abril del 2018, y su esposa, Elisa Margarita Gutiérrez, es accionista.

Ayer hablé con el Director de Grupo Idesa, el Ing. José Luis Uriegas, para verificar si están recibiendo contratos por adjudicación directa para el transporte de gasolina. Su respuesta la resumo en una frase contundente: “Nosotros no transportamos combustible de Pemex y no estamos participando en el abasto actual de gasolina.” Así, esta especulación queda desmentida. Pero la pregunta para Pemex permanece: ¿Qué porcentaje del abastecimiento a través de pipas está siendo cubierto por empresas privadas? ¿Quiénes están siendo contratados? ¿Por qué montos?

En una medida urgente que es luchar en contra del robo de combustible, AMLO está presentando una falsa disyuntiva, está generando carencia de gasolina en las gasolineras (nótese que no se está utilizando la palabra desabasto, que tanto se empeña en negar el gobierno), y además surgen dudas sobre contratos para atender una emergencia auto infligida.

 

Columna completa en El Universal