El poder presidencial en México podría estar abollado o dañado en estos momentos en que Enrique Peña Nieto tiene el nivel de aprobación más bajo en cualquiera de las encuestas que se miren para cualquier presidente desde que se hacen este tipo de mediciones. (24 por ciento según Mitofsky de noviembre.)
Me parece que una parte de esta baja popularidad se explica por el hartazgo de la sociedad con la corrupción y lo poco contundente que ha sido el presidente para hacerle frente. Desde su propio ámbito, con la casa blanca, y más allá, con casos como el de Javier Duarte y su fácil huida del país o la ausencia de un Zar Anticorrupción tan anunciado en su campaña y que a cuatro años de gobierno brilla por su ausencia.
No obstante, la baja popularidad no significa que el poder presidencial esté ausente. Siempre se ha sabido que no importa cuan rico o poderoso pueda ser un ciudadano, el poder de la presidencia es mayor y más fuerte.
Lo supo el empresario Gerardo Prevoisin cuando tuvo su desencuentro con Carlos Salinas de Gortari. Prevosin terminó varios años en prisión y en el centro de batallas legales durante los sexenios no solo de Salinas, también de Zedillo y Fox, acusado de un fraude cuando estuvo al frente de Aeromexico que mostró que a los amigos se les da justicia y gracia y a los enemigos justicia a secas.
Lo vivió quien fuese director de estas páginas en el gobierno de Luis Echeverría, Don Julio Sherer, quien pensó que su estatura periodística le daba para atacar sin piedad al presidente y el 8 de julio de 1976 se enteró que estaba equivocado. Fue el día que se dio el ‘golpe a Excelsior’ que encabezó formalmente Regino Díaz Redondo pero cuyo artífice fue el propio presidente de México.
En el actual sexenio el mejor ejemplo de fortaleza presidencial lo ha vivido la ‘Maestra’ Elba Esther Gordillo. En un acto que recuerda el encarcelamiento del líder petrolero, Joaquín Hernández Galicia, en el arranque del sexenio de Salinas, ahora fue la Maestra la que terminó en prisión.
Peña Nieto le dio en su momento la alternativa a la ex lideresa del magisterio de cooperar en la implementación de la reforma educativa. La Maestra lo amenazó: No a la reforma y si lo intentaba el gobierno, le verían la cara al millón y medio de maestros en las calles. Peña respondió que Gordillo vería entonces la cara del Estado. Y vaya que la ha visto. Casi cuatro años lleva ya privada de su libertad.
Todo esto viene a cuento porque si bien la reunión del empresario más rico y exitoso de México, Carlos Slim, con Donald Trump, fue un gran paso para ambos empresarios, en Los Pinos el que Slim sí pueda reunirse con el presidente electo sin que Peña lo haya hecho (en la reunión de agosto Trump aun era candidato) debe haber caído como balde de agua fría.
No es culpa de Slim que Trump le dijera sí a reunirse con él sin que haya aceptado la misma reunión con Peña, pero estará por verse si ese poder presidencial sigue siendo fuerte y si el empresario ha generado ese malestar en Los Pinos. ¿Habrá sido buena idea que Slim fuera a Mar-a-Lago sin Peña?
Apostilla: Ayer me despedí, tras nueve años de transmisiones, de mi programa en Imagen Radio, Frente al País. Gracias a Olegario Vázquez Raña, Olegario Vázquez Aldir, Ernesto Rivera e Ignacio Anaya por la confianza. Seguiré ligada al grupo a través de estas páginas a las que regreso el 6 de enero próximo. ¡Felices fiestas!