“No queremos que el legislador sea un personaje rodeado de excesos, privilegios y abusos; vamos a tener austeridad republicana y una gestión distinta para erradicar los moches, esa corrupción institucionalizada que tanto daño le hizo a México.” Esto fue parte de lo que declaró Mario Delgado al ser electo coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados.

Menuda tarea le espera a Delgado porque si algo sabemos sobre nuestros legisladores, es el buen sueldo y las generosas prestaciones que reciben por su encargo.

Y es que ser legislador en México significa tener un sueldo de 119 mil 700 pesos al mes si eres diputado y de 164 mil 480 pesos al mes si eres senador. Por ello, lo primero que habrá que hacer apenas arranque la LXIV Legislatura el próximo sábado 1º de septiembre es modificar estos sueldos ya que nadie debe ganar más que el presidente que, a partir de la llegada de Andrés Manuel López Obrador, tendrá un salario de 108 mil pesos al mes.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) hizo un estudio sobre el costo de las legislaturas locales y, de nuevo, la generosidad del presupuesto público es de llamar la atención. Un legislador local recibe un sueldo promedio de 66 mil pesos mensuales, pero hay legisladores de algunos estados, como Guanajuato, en donde el sueldo vuelve a romper el tope del sueldo presidencial ya que ganan 159 mil 322 pesos mensuales. Para los legisladores guanajuatenses vendrá pues, una modificación al salario de acuerdo con lo que ha declarado el presidente electo.

Ahora, a lo anterior hay que sumar los costos por viáticos; bonos de productividad; las despensas; los bonos navideños; los bonos anuales especiales; los costos de gasolinas, lubricantes y aditivos para sus autos, los seguros médicos, los gastos en celulares, los gastos en asesores y un larguísimo etcétera.

Por si esto no fuese suficiente, tenemos que tomar en cuenta que, para los legisladores integrantes de alguna comisión, los sueldos y las prestaciones son aun mayores. Por ello, no sorprende el crecimiento exponencial que hemos visto a lo largo de los años de las comisiones que buscan dar cabida al mayor número de diputados y senadores en la jugosa labor de ser uno de sus integrantes.

El reporte legislativo de Integralia, que dirige Luis Carlos Ugalde, destaca que, de tener 27 comisiones en la Cámara de Diputados y 29 en el Senado en 1999, la legislatura LXIII que acaba de concluir, tuvo 102 comisiones en la Cámara de Diputados y 80 en la de senadores más 5 comisiones bicamerales, para un total de 187 comisiones legislativas. ¿Cómo nos comparamos con otros países? Solamente Nigeria y Filipinas tienen más comisiones legislativas en la cámara baja que México y en el senado, solamente Nigeria nos gana.

 

Columna completa en El Universal

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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