Mark Rutte, el primer ministro de Holanda, derramó un vaso de café cuando entraba al Congreso en La Haya.
En un video, que rápidamente se viralizó y ya está dando la vuelta al mundo, se observa al mandatario pedir un trapeador para limpiar él mismo el desastre que causó.
En redes sociales, cientos de personas aplaudieron las acciones del primer ministro holandés. Los internautas catalogaron el hecho como un ejemplo de “liderazgo humilde”.
En el video se observa como el personal de limpieza del edificio lo ovaciona y le brinda apoyo.