Tras varios días en que miembros del Heroico Cuerpo de Bomberos (HCB) de la Ciudad de México exigieran una reunión con la Jefa de Gobierno, esta tarde la mandataria capitalina recibió a una comisión de seis integrantes para escuchar sus demandas.

Claudia Sheinbaum dijo a la comisión que en el grupo ya no se permitirá la corrupción, amenazas, venta de plazas, castigos, violencia, abusos o incluso agresiones a periodistas como lo ocurrido en mayo de 2018 por parte del cuerpo.

La Jefa de Gobierno enfatizó que se respetarán los derechos laborales y se revisará caso por caso la permanencia de quienes fueron removidos de dicha institución. “Si quieren seguir trabajando en el Heroico Cuerpo de Bomberos, o buscar la manera de que recuperen su carrera y su espacio, pero eso sí, ya cambió, eso tiene que entenderlo cualquier trabajador en el Gobierno de la Ciudad, se acabó la corrupción, se acabó la venta de plazas, se acabó la violencia, se acabó el abuso”, dijo.

La ex delegada de Tlalpan dijo que por todos es sabidos que se envileció el Heroico Cuerpo de Bomberos, además de que prevalecieron las amenazas, castigos, violencia y abusos; situaciones que dijo, ya no puede seguir ocurriendo.

Por su parte la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, quien también estuvo presente en la reunión, dio a conocer a los asistentes un primer diagnóstico de las condiciones en que recibieron el HCB, entre las que destacan 130 demandas laborales ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje por despidos realizados por el Sindicato; denuncias por la venta de plazas efectuadas por el Sindicato; quejas por hostigamiento sexual en contra de mujeres bomberas; descuentos injustificados al personal no afín al Sindicato; carpetas de investigación ante la Procuraduría capitalina por atentados entre líderes sindicales.

Agregó que existen denuncias debido a que el Sindicato obliga a los bomberos a acudir a reuniones o mítines, o por hacer videos en contra de funcionarios de gobierno; administración de recursos por parte del Sindicato; uso de vehículos oficiales y uniformes en eventos y manifestaciones sindicales dentro de horario laboral; control de información sobre llamados de emergencia, siniestros y accidentes internos, que primero son comunicados al Sindicato, entre otras irregularidades.