Tag

AMLO

Browsing

Partiendo de bases estrictamente legales, la consulta que propone AMLO es ilegal porque no se atiene al artículo 35 Constitucional. Éste establece que es un derecho de los ciudadanos votar en las consultas populares sobre temas de trascendencia nacional, sujetas a ser convocadas por el Congreso a petición de: a) el Presidente de la República, b) el equivalente al 33 por ciento de los integrantes de cualquiera de las Cámaras o c) los ciudadanos, en un número equivalente al menos al dos por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores. La lista nominal al corte del 7 de septiembre es de 89 millones 408 mil 404 ciudadanos. El 2 por ciento equivale a un millón 788 mil 169 ciudadanos.

En este momento AMLO podría seguir una de tres rutas para que su consulta fuera legal: 1) que el 33 por ciento de los Diputados o de los Senadores convoquen a la consulta sobre el aeropuerto ya que su partido, MORENA, tienen el número suficiente para hacerlo o 2) juntar el 2 por ciento de los inscritos en la lista nominal para que él, como ciudadano, pueda solicitar la consulta. 3) Incluso podría esperarse al 1º de diciembre para hacer esta solicitud ya como presidente y con ello cumpliría con una primera parte de los requisitos para llevar a cabo la consulta.

Además, AMLO tendría que esperar a la siguiente elección federal para que sea el INE quien organice la consulta en esa fecha. En este caso, las próximas elecciones federales serán en el 2021. Para que la consulta sea válida y vinculante debe participar al menos el 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, es decir, 35 millones 763 mil 361 ciudadanos si tomamos el listado actual. Esos 35 millones son muchos más que el actual 1 millón de boletas que pretenden imprimir para la consulta de la semana que entra.

Si todo esto suena engorroso y complicado para AMLO, tiene otra alternativa: al tener mayoría en ambas cámaras y en más de 17 legislaturas locales, podrían los actuales legisladores modificar la constitución y acondicionarla para la consulta que está convocando actualmente. Pero ni siquiera teniendo esa alternativa a la mano busca hacer uso de ella. Cumplir con la ley simplemente parece no importarles.

Además de por ser ilegal, NO debemos participar en la consulta de AMLO porque ya se sabe de antemano la opción que prefiere el futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú. Él prefiere Santa Lucía y ha estado haciendo todo para empujar esa alternativa.

No solo citó incompleto un estudio de 2013 de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) para que parezca que ésta avala Santa Lucía, hace tres semanas fueron integrantes del equipo de transición a Montreal, cede de la OACI, a pedir un estudio nuevo que se inclinara por Santa Lucía.

En la OACI les entregaron una carta en la que aclaran que un nuevo estudio tomaría 4 meses para elaborarse. Podría ser igual de integral que el que ya dio a conocer MITRE en agosto pasado pero para ello la OACI tendría que recurrir a una subcontratación para obtener el modelaje de datos para los estudios sobre riesgos de aproximación entre el actual aeropuerto Benito Juárez y el de Santa Lucía. Las herramientas para este modelaje de datos no las tiene la OACI por lo que no viene en el estudio del 2013 que citó Jiménez Espriú.

 

Columna completa en El Universal

La propuesta de Andrés Manuel López Obrador de integrar al Estado Mayor Presidencial (EMP) al Ejército es igual a proponer juntar el agua y el aceite. Se antoja inviable por varias razones.

La primera es la propia tensión que existe entre ambas instituciones. Tensiones que arrancan desde la primera aparición de lo que hoy conocemos como el EMP cuando en 1824 el primer Presidente de México, el general Guadalupe Victoria, creó una Ayudantía General.

Desde entonces y hasta la fecha EMP y ejército son agua y aceite. Basta tomar en cuenta que el día del Estado Mayor Presidencial, el 18 de febrero, es tal porque se conmemora la defensa que hace en 1913 del presidente Francisco I Madero cuando entran tropas del ejército encabezadas por el Teniente Coronel Jiménez Riveroll y el Mayor Rafael Izquierdo, bajo el mando del General Aureliano Blanquet a querer asesinar al presidente.

El Capitán Gustavo Garmendia y Federico Montes, miembros del EMP, son los que asesinan a los miembros del ejército para defender a Madero. Así que eso explica parte del origen de porque EMP y Ejército son como el agua y el aceite. Además, varios integrantes del ejército sienten que el EMP funciona como un cuerpo militar que está al servicio del poder. En el extremo lo llegan a considerar una especie de guardia pretoriana, aquella que cuidaba a los emperadores romanos.

El EMP, en sus distintas acepciones, han cuidado al presidente en turno, incluyendo a Benito Juárez, tan admirado por AMLO. Fue en la presidencia de Juárez cuando la intervención francesa obligó a trasladar el gobierno hacia el norte y ahí las funciones del Estado Mayor Presidencial las asumió un pequeño grupo de militares, una ayudantía, que se encargaron de su seguridad.

Así que hasta el más republicano de los presidentes tuvo al EMP para su seguridad. Antes, López de Santa Anna fue cuidado por algo un poco menos austero que llamó el “Estado Mayor de su Alteza Serenísima”.

Pero el problema para AMLO no parece tener que ver con austeridad y más con desconfianza de este cuerpo que ha formado parte de la historia de México. Desconfianza que parece provenir de un desconcimiento de su historia y su disciplina.

El EMP ha querido ser disuelto por otros presidentes, el más reciente, Vicente Fox, quien decía que no quería sufrir la misma suerte que Colosio a manos del EMP. Pero al final Fox se dio cuenta del valor para la figura presidencial y dejó en el olvido su intención de acabar con el EMP.

Ni las guerras, ni la Revolución ni el cambio de partido en el poder han hecho desaparecer al EMP. Una institución que es bastante desconocida para la mayoría de los mexicanos pero que tiene un enorme valor. Representa el trabajo entre diferentes corporaciones: la marina, el ejército y los civiles. Además debe coordinarse con los cuerpos de seguridad de otros países cuando hay visitas de mandatarios del mundo. Así lo harán el 1º de diciembre cuando asuma la presidencia Andrés Manuel López Obrador porque en ese momento todavía actuarán bajo las órdenes de Peña Nieto. Después del 1º de diciembre ¿quién sabe?

 

Columna completa en El Universal

El hartazgo ciudadano con el PRI llevó a un intermedio de 12 años de gobierno PANista encabezados primero por Vicente Fox y después por Felipe Calderón. Que regresen los que saben, aun si roban, fue la consigna de la elección del 2012 que ganó Enrique Peña Nieto.

Seis años de gobierno que fue voraz y bien descrito por el Economist como uno en el que no saben que no saben, acrecentaron el hartazgo ciudadano al grado de que un partido de conformación reciente, MORENA, logró arrasar la elección presidencial el pasado 1º de julio con la promesa de Andrés Manuel López Obrador de cambio, esperanza para México y un gobierno sin corrupción.

Parece que ha pasado una eternidad desde entonces. Tenemos a un ex presidente en funciones, como diría Rafa Pérez Gay, y a un presidente electo que parece estar tan en funciones que, sin haberlas asumido formalmente, sufre ya de un enorme desgaste. Él y su futuro gabinete.

El desgaste más reciente proviene de una frivolidad: la boda de César Yáñez, cercanísimo colaborador de Andrés Manuel López Obrador y próximo Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia. Una boda cuyas exquisiteces, como el menú y la música en vivo de Los Ángeles Azules, no dejan lugar a duda de los límites de la austeridad republicana predicada.

Pero más allá del fatuo festejo, criticable solamente por la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace, hay otros temas que preocupan porque han desgastado innecesariamente al futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador sin que éste comience aún.

En primer lugar está la cantidad de recursos públicos destinados para pagar sueldos y prestaciones de la burocracia. Es un tema que indigna. Por ello, anunciar que el 70 por ciento de los empleados de confianza van a ser despedidos y que el sueldo de los que queden se ajustarán a la baja a partir del salario presidencial que pasará de $209 mil 135.92 pesos a $108 mil puede sonar como música a los oídos de la opinión pública. Pero tomar esta medida sin acompañarla de una explicación técnica que defina por qué el despido del 70% de los empleados es el óptimo y por qué la reducción del 40 por ciento del salario es la adecuada se antoja más como un dogma que como una política pública.

En segundo lugar están los anuncios en materia de infraestructura. Condicionar que siga adelante la construcción de NAICM a una consulta pública que, de entrada obliga a la modificación del artículo 35 Constitucional, a la vez que se descartan los estudios especializados como el de MITRE sobre sus beneficios es de sí un foco rojo. Acompañarlo del anuncio de la construcción del Tren Maya y una refinería, sin que estas decisiones vengan acompañadas del rigor de impactos económicos, ambientales y de costos de aquello que implique utilizar fondos públicos, vuelve a tener un timbre dogmático. No es que se critique la inversión en el sureste del país. Es saber cuál, cuánta y por qué es la mejor.

Columna completa en El Universal

Durante la campaña presidencial me tocó estar en un evento en el que pude preguntarle al empresario más cercano a Andrés Manuel López Obrador, Alfonso Romo, si no le daba algo de coraje trabajar para impulsar un proyecto que se vende como democrático y transformador para lograr un mejor México y luego enterarse que entre las filas de los legisladores de ese movimiento estarían figuras como Napoleón Gómez Urrutia, acusado de robar 54 millones de dólares de los trabajadores sindicalizados que él representaba.

La respuesta de Romo se hizo viral. Comparó a Andrés Manuel López Obrador con Nelson Mandela.

Hoy que Andrés Manuel López Obrador ya es presidente electo, y por un amplísimo e histórico margen; que Napoleón Gómez Urrutia ya pudo regresar de Canadá y recibir el fuero de su senaduría; y que Alfonso Romo será el Jefe de Gabinete de AMLO, sería interesante hacerle varias preguntas en el mismo sentido de la de Napoleón Gómez Urrutia no solo a Romo, sino a quienes acompañan a AMLO en un proyecto que él mismo ha definido como la Cuarta Transformación de México.

Y es que, por lo que hemos visto del 1º de julio a la fecha, algo entre la promesa de transformar a México desterrando la corrupción y las viejas prácticas priístas que luego emuló el PAN y lo que vemos que hace y deshace el equipo de transición y el propio López Obrador, no cuadra.

No me remontaré al nombramiento de Manuel Bartlett como próximo director de la CFE. Esos y otros nombramientos polémicos han sido ampliamente abordados y criticados. Sí lo haré a la actitud de AMLO y sus cercanos que demuestran pensar que el triunfo tan abrumador en las urnas da licencia para todo, incluyendo la incongruencia.

El pleito entre la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, con el gobernador electo de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ha sido, en resumidas cuentas, porque Polevnsky quiso llegar a Morelos a decirle ‘al futbolista’ y ‘su españolete’ (José Manuel Sanz, representante de Blanco desde que era sí, un futbolista) qué hacer, cómo y a quién poner en ciertos puestos de mando en el estado. De paso, Polevnsky quiso regañar a Blanco por pretender comprar diputados locales.

 

Columna completa en El Universal

Aun cuando quizás Andrés Manuel López Obrador no viva en Los Pinos, a tres mil quinientos metros del lugar en donde han vivido los presidentes de México desde Lázaro Cárdenas, se ubica la delegación Miguel Hidalgo. Ahí, tan cerca de Los Pinos, regresa como alcalde Víctor Hugo Romo.

Romo ya fue delegado de Miguel Hidalgo por el PRD y el balance de su gestión la marcó la corrupción. Corrupción que abarcó desde la extorsión a restauranteros, antreros y constructores, hasta el desarrollo de edificios plagados de irregularidades en donde Romo pedía su ‘diezmo’ de un departamentito para él o sus cercanos.

Ahora regresa bajo las silgas de MORENA. Ganó por poquito: 5 mil 49 votos de los 226 mil 502 que se emitieron. Algunos dicen que su triunfo fue gracias a la compra de votos y el rebase de tope de gastos de campaña. Cuando menos eso ha reportado quien quedó en segundo lugar, Margarita Martínez Fisher, del Frente (PAN, PRD y MC) cuya queja está ahora en el Tribunal local y seguramente llegará hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero la explicación más sencilla es que Romo ganó arrastrado por el tsunami de López Obrador.

¿Cómo es posible que AMLO que habla de que el poder es humildad; de honestidad valiente y de que su bandera es no a la corrupción tenga entre los suyos a un personaje como Víctor Hugo Romo?

Basta comenzar con decir que actualmente existe una denuncia penal en su contra a la que no se ha presentado a declarar porque tiene fuero como Asambleísta. La denuncia es por una serie de obras que realizó cuando estuvo al frente de Miguel Hidalgo cuyas irregularidades siguen costándole a la delegación, ahora municipio, y que en pocas semanas deberá pagar 70 millones de pesos a la Tesorería.

Las obras señaladas en la denuncia en contra de Romo son tres principalmente: El mercado Escandón; el edificio delegacional y el parque El Mexicanito. Sobre estas tres obras y sus irregularidades hay documentos presentados y acreditados ante las instancias penales correspondientes que señalan pagos anticipados; cambios a los proyectos originales; uso de empresas como Elementos Estructurales y Construcción BC S.A de C.V cuya existencia no ha podido comprobarse por lo que cumplen con las características de las llamadas empresas fantasmas, e incumplimiento en los plazos de construcción.

Incluso hay dos ex funcionarios de la administración de Romo que están vinculados a proceso por las irregularidades en estas obras. Martín Adolfo Mejía Briones y José Carlos García Chávez quienes fungieron como Director General de Obras Públicas y Desarrollo Urbano y Director de Obras, respectivamente.

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

Entre que unos se sintieron extasiados y otros derrotados con los resultados de las elecciones, hay algunas noticias que nos pueden/deben dejar contentos a todos después de los comicios del 1º de julio. Amanecimos al día siguiente de la elección más grande de la historia de México con un resultado claro de quién había ganado. Los perdedores, José Antonio Meade, Ricardo Anaya y El Bronco concedieron muy rápido y felicitaron a Andrés Manuel López Obrador por su triunfo. Esto se dice fácil, pero no lo es. México llevaba desde el 2006 sin esta certeza. Hacía falta.

Esa fue una primera y gran noticia de la jornada electoral que acaba de concluir. Aquí enumero otras que considero también significativas:

  1. Los gobernadores no son los señores feudales que creíamos. Tanto se habló de la movilización que lograrían los gobernadores y al final ésta no se materializó. Cuando menos no como varios de ellos lo habían prometido. Basta ver que todos los estados los ganó AMLO, salvo Guanajuato. No hubo un solo estado, ni el más priísta, como Hidalgo o el Estado de México, en donde ganara Meade. Municipios como Atlacomulco, cuna no solo del PRI sino del presidente Peña Nieto, los ganó López Obrador. ¿Qué pasó con las promesas de Roberto Sandoval de que el PRI se llevaría Nayarit? En ese Estado AMLO ganó con una ventaja de casi el 50 por ciento sobre el segundo lugar. ¿Qué pasó con Silvano Aureoles en Michoacán si él se había pronunciado a favor de Meade? Ahí AMLO tuvo una ventaja del 30 por ciento sobre el segundo lugar. Afortunadamente ese poder de los gobernadores como señores feudales que pueden inyectarle dinero a raudales y hacer con los resultados electorales de sus terruños su santa voluntad, no se materializó. Enorme y positiva noticia para México.

  1. Las instituciones electorales funcionaron tan bien que los escépticos sobre la credibilidad de la democracia mexicana van a tener que encontrar nuevas teorías de la conspiración para seguir alimentando sus dudas. El INE, tan golpeado desde la elección del 2006, dejó de ser noticia a partir de las 8pm del 1º de julio, cuando el Consejero Presidente, Lorenzo Córdova, dio a conocer los números de la elección. Se instalaron casi la totalidad de las 156 mil 974 casillas; se presentaron el millón 400 mil funcionarios de casilla capacitados. Las elecciones se llevaron a cabo con calma, salvo contadas excepciones. A las 11 de la noche, Córdova volvió a aparecer para anunciar los resultados del Conteo Rápido. Pero para entonces ya La Alameda y El Zócalo estaban repletos de gente lista para festejar el triunfo de AMLO. El INE, en donde me tocó estar para la cobertura de la elección por parte de Televisa desde las 6pm, dejó de ser noticia.

  1. El nepotismo fue rechazado en las urnas. Ni Miguel Ángel Yuñez logró que su hijo quedara como gobernador en Veracruz, ni Graco Ramírez logró que Rodrigo Gayosso, hijo de su esposa Elena Garrido, fuera electo en Morelos para sucederlo. ¡Qué maravilla! (Lástima que quien ganó en Morelos fue Cuahutémoc Blanco, pero esa es otra historia.

 

Columna completa en El Universal

Sabíamos desde hace tiempo que el candidato presidencial por Morena sería de nuevo y por tercera ocasión Andrés Manuel López Obrador. Alguien que parecía haber sido aplastado y que estaba muerto políticamente tras la elección del 2012 cuando perdió por 6.62 puntos frente a Enrique Peña Nieto.

Su candidatura temprana no le pareció amenazante a la clase política gobernante. Tampoco a parte de la oposición y ni por asomo lo vieron así los grandes empresarios de México. Por ello los primeros gobernaron como si la permanencia en el Ejecutivo la tuvieran asegurada. Ejercieron el poder a lo largo del sexenio alejados de los problemas más elementales de la ciudadanía y acompañaron la corrupción de cinismo y soberbia.

La violencia creciente la dejaron seguir su rumbo rampante convirtiéndose éste en el sexenio más sangriento de la historia moderna del país con casi 110 mil asesinados de acuerdo con cifras oficiales.

Una parte de la oposición pensó que por el simple hecho de no ser el PRI tenían el regreso al poder asegurado. Y los empresarios se dedicaron simplemente a hacerse más ricos sin pensar en la frustración y la furia de sus miles de empleados cuyo sueldo fue perdiendo poder de compra de forma constante.

AMLO, calcularon, era un muerto político que no merecía la pena ser considerado. Cuando vieron que iba a fundar su partido ni se preocuparon. Al cabo que eso dividiría el voto de la izquierda y con ello las probabilidades de volver a ganar se aseguraban aún más.

Para cuando se dieron cuenta del error, de que AMLO estaba vivito y coleando, Peña salió con la candidatura ‘ciudadana’ de José Antonio Meade y el PAN-PRD con la del joven maravilla, Ricardo Anaya. Vendría una elección interesante. Entre los conocimientos de Meade y la oratoria de Anaya, la contienda se iría a tercios. Serían campañas competidas.

Hasta que no lo fueron.

La postulación de los otros candidatos tardó demasiado, por distintas razones, por lo que la ventaja del candidato de Morena se pudo ampliar libremente. La izquierda no se dividió, más bien se fusionó en torno a López Obrador. A ello hay que añadir el mal cálculo de pelear primero por el segundo lugar. Por todo esto, AMLO revivió, si es que realmente estuvo muerto, y hoy se encuentra en la antesala del triunfo.

Cuando los empresarios se dieron cuenta de este panorama quisieron imitar la estrategia del 2006. El llamado al miedo. Quisieron esparcir la idea de que estamos mal, pero podemos estar mucho peor. No tomaron en cuenta que la furia, el enojo ciudadano, parece ser mayor al temor a que México esté peor.

 

 

Columna completa en El Universal

Una de las grandes promesas de campaña de Donald Trump fue que acabaría con la corrupción de los grandes capitales y su injerencia en la política en Washington. Le llamó ‘filtrar el pantano’; Drain the swamp.

Han pasado poco más de 500 días de Trump en La Casa Blanca y algunas de sus promesas de campaña las ha intentado cumplir, pero definitivamente la de limpiar el pantano no solo no la ha implementado; el pantano se está desbordando.

Los escándalos de corrupción y de cercanía del dinero a la toma de decisiones están en su gabinete; en los empleados de La Casa Blanca y en el propio Trump.

En el caso del presidente de Estados Unidos la lista arranca por la negativa a hacer pública su declaración de impuestos. Nadie sabe cuánto y ni siquiera si Trump paga o no impuestos. Además, es notoria la falta de separación entre el presidente y sus empresas; los contratos obtenidos por su hija Ivanka a partir de la llegada de su papá al poder; el conflicto de interés que representa ser dueño de un hotel que está a pocas cuadras de La Casa Blanca en el cual han optado por hospedarse desde Jefes de Estado hasta empresarios que llegan a Washington D.C a sostener reuniones con Trump. A todo ello hay que agregar el costo que ha significado para los contribuyentes estadounidenses los constantes viajes de Trump a algunas de sus propiedades de fin de semana para jugar golf.

En su gabinete los escándalos son cosa de todos los días. Un ejemplo es el titular de la Agencia de Protección al Ambiente (EPA), Scott Pruitt, que fue impuesto en el cargo gracias a las contribuciones de los billonarios hermanos Koch que se han beneficiados de tener en la EPA a alguien para eliminar regulaciones ambientales que tanto le cuestan al sector energético, de donde proviene su fortuna.

Actualmente, los escándalos que apuntan a un desbordamiento del pantano tienen que ver con la posibilidad de que Trump otorgue perdones presidenciales a personajes controversiales. Ejemplo perfecto es el ex gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, que lleva 6 años en prisión de los 14 años que fue sentenciado por actos de corrupción, extorsión y sobornos entre los que estaba intentar vender el escaño de Barack Obama en el Senado que dejó cuando arrancó su campaña presidencial.

Para Trump limpiar el pantano se ha traducido más en acusar a los medios que no le son afines de ser mentirosos y corruptos, al igual que al Departamento de Justicia por la investigación de los nexos de su campaña con Rusia o de la ausencia de una investigación sobre Hillary Clinton por sus correos electrónicos.

 

 

Columna completa en El Universal

“Muchos miran al empresario como el lobo

que hay que abatir; otros lo miran como

la vaca que hay que ordeñar; pero muy pocos

lo miran como el caballo que tira el carro.”

Winston Churchill

En un país en el cual tener dinero es sinónimo de corrupción, el pleito de Andrés Manuel López Obrador con los grandes empresarios hace sentido en términos de captación de votos. No por nada los grandes empresarios mexicanos tienden a buscar la discreción antes que salir a hacer grandes obras o grandes hazañas con su dinero. Calladitos se ven más bonitos. A diferencia de otros países – aquí a lado está Estados Unidos – en donde ser rico es sinónimo de éxito y algo que la población vislumbra con admiración, en México es tomado con recelo y hasta con odio. Atacar a los empresarios puede, por ello, sumar simpatías.

Pero como México no se acabará el 1º de julio, es evidente que el pleito AMLO-empresarios terminará dañando al país si él es nuestro próximo presidente y si continúa con su discurso divisivo y de odio en contra de la clase empresarial.

Basta ver una probadita esta semana, en donde el peso se ha devaluado de manera relevante tras este enfrentamiento. La devaluación se debe a factores adicionales (TLCAN y tasas de EU), pero sin duda el que el puntero en las encuestas emprenda un pleito con los empresarios ha jugado un papel para debilitar al peso.

En estos días de encono, AMLO ha dicho que los empresarios han lucrado del pueblo mexicano. En esta frase López Obrador parece olvidar que, a diferencia de aquellos políticos que inflan los precios de las licitaciones para embolsarse el excedente; o de los políticos que desvían recursos de las partidas destinadas a educación, salud, etc. para hacerse de viajes, Suburbans y ranchos, los empresarios generan empleos; invierten y pagan impuestos.

Que hay políticos honestos, ni duda cabe; que hay empresarios corruptos, tampoco hay duda. Pero poner a todos en una misma canasta es, además de errado, una afrenta innecesaria. Es por ello que, al verse señalados por AMLO en distintos eventos de campaña como el de Zongolica, Veracruz, en dónde amenazo a la ‘mafia del poder’ de que pronto terminará su privilegio de mandar, el Consejo Mexicano de Negocios decidió publicar el desplegado titulado ‘Así No’.

La finalidad fue hacer valer sus derechos. “López Obrador puede salir a decir que somos unos ladrones y nosotros, por la prohibición del artículo 41 constitucional, no podemos salir a medios electrónicos a defendernos”, me comentó uno de los empresarios que promovió el desplegado.

 

Columna completa en El Universal

 

Señor Director:

En relación a la columna de la señora Ana Paula Ordorica del pasado miércoles 25, en la que hace mención de mi persona, me permito hacer las siguientes precisiones:

1.— Insiste en el hecho de que los inmuebles que en su momento donó el licenciado López Obrador a sus hijos, siguen apareciendo en el Registro Público de la Propiedad y que, por consiguiente, dichos inmuebles siguen perteneciendo a él; motivo por el cual debieron ser incluidos en su declaración 3de3.

Me parece relevante aclarar, dado que la señora Ordorica califica de ignorante a López Obrador, que de acuerdo con el Artículo 3008 del Código Civil de la CDMX: La inclusión de los actos o los contratos en el Registro Público de la  Propiedad tiene únicamente efectos declarativos, dicho por la Suprema Corte de Justicia: “El derecho de nuestra propiedad no se crea o se extingue a raíz de su inscripción en el mencionado registro, sino que aquélla sólo tiene el
objeto de dar publicidad a un derecho ya existente”.

Es notorio que Ordorica ignora el tipo de régimen registral que impera en la ciudad y los efectos que dicho régimen tiene en materia civil.

2.—En relación a lo que afirma acerca de la demanda interpuesta por López Obrador en contra del periódico The Wall Street Journal, me permito aclarar que dicho periódico decidió retractarse y nosotros retirar la demanda presentada.

3.— A la referencia que hace de mi conversación con el reportero Juan Montes de The Wall Street Journal, me es imperante aclarar que no es el lenguaje que suelo utilizar en mis conversaciones.

 

Julio Scherer Ibarra

 

Respuesta de la columnista

1.- Sin ser experta en la materia, ni aspirar a ello; pero sí una periodista profesional, me di a la tarea de leer el Código Civil para el Distrito Federal que cita el abogado Scherer y de su lectura, en particular del título segundo Del Registro Público, del capítulo II Disposiciones comunes de los documentos registrables se entiende en su contexto que “El Registro Público de la Propiedad tiene una naturaleza jurídica eminentemente administrativa, cuyo objeto es dar publicidad a los actos jurídicos que requieran surtir efectos contra terceros, para lo cual puede actuar por solicitud de quien tenga interés legítimo en el derecho que se va a inscribir o anotar, por el notario que haya autorizado la escritura de que se trate, o bien, por orden de cualquier autoridad judicial”.

Si hubiere citado también los artículos 3007 y 3010 se sumaría a criterio que “los documentos que no sean registrados solo producirán efecto entre las partes y no así ante terceros”; además de que “el derecho registrado se presume existente y que pertenece al titular en forma expresa del asiento respectivo”.

“Artículo 3007. Los documentos que conforme a este Código sean registrables y no se registren, no producirán efectos en perjuicio de tercero.”

“Artículo 3010. El derecho registrado se presume que existe y que pertenece a su titular en la forma expresada por el asiento respectivo. Se presume también que el titular de una inscripción de dominio o de posesión, tiene la posesión del inmueble inscrito.”

2. En relación a la demanda interpuesta por Andrés Manuel López Obrador, en contra de The Wall Street Journal, Scherer afirma que fue retirada cuando el diario se retractó de su nota publicada el 26 de septiembre de 2016. Esto es falso, como lo hizo notar el reportero del diario que escribió la nota Juan Montes, quien fue muy claro en decir que el 7 de noviembre de 2016 el diario decidió publicar una ampliación sobre la nota original que incluyera el hecho de que le habían presentado documentos demostrando que los títulos de los dos departamentos habían sido transferidos en un 50% a su hijo Andrés Manuel en 2005. Esto no fue una retractación ya que los departamentos no estaban en ese momento registrados a nombre de los hijos de López Obrador en el Registro Público, como continúan no estando hasta el momento de escribir mi artículo.

La demanda, según dicho del propio Montes, fue retirada después de un tiempo por la representación legal de Andrés Manuel López Obrador, desconociendo los motivos.

3. Sobre el lenguaje que suele utilizar el abogado Julio Scherer en sus conversaciones, solamente me remito a citar lo que el propio Juan Montes me comentó y autorizó que publicara. En mi opinión no veo porque habría de mentir sobre el tema dado su reconocido profesionalismo.

 

Ana Paula Ordorica M.

Que Andrés Manuel López Obrador tenga dos departamentos en Coyoacán, en la Ciudad de México, no tiene nada de malo. Lo absurdo es que no los reportó en su declaración patrimonial como parte de la Ley 3de3. Pero más absurdo aun es que diga que no lo hizo porque son propiedades que está heredando a sus hijos y que actualmente están en ese proceso.

El tema no es menor ya que demuestra ignorancia de AMLO, en el mejor de los casos, corrupción, evasión de impuestos y mentira en el peor.

Los dos departamentos ubicados en Odontología #57 los compró AMLO en el 2002, cuando fue Jefe de Gobierno de la CDMX. No son departamentos lujosos. Nada que se pueda comparar con otras propiedades de otros políticos.

Cuando en 2003 murió Rocío Beltrán, la primera esposa de AMLO, lo hizo intestada y por ello el título de propiedad de los departamentos se encuentra en proceso de herencia. Eso fue lo que explicó Cesar Yañez, cercano a AMLO, al Wall Street Journal cuando el diario reportó el hecho en septiembre del 2016. Una vez publicado ese primer texto, Julio Scherer se acercó al Wall Street Journal para presentar al diario copias de los títulos que indicaban que había transferido el 50 por ciento de los dos departamentos a uno de sus hijos, a Andrés Manuel, en 2005. Con esta información, el Wall Street Journal hizo la ampliación de la información en noviembre de ese mismo año.

Pude platicar con Juan Montes, el reportero del Wall Street Journal que cubrió la nota, y me comentó que el diario decidió ampliar esta información por respeto a los lectores, pero esto fue una ampliación, no una retractación, como ha estado diciendo AMLO desde entonces y como ha repetido ahora que el tema resurgió en el primer debate cuando José Antonio Meade le preguntó por qué no estaban esos departamentos incluidos en su 3 de 3.

Los departamentos siguen estando a nombre de AMLO en el Registro Público de la Propiedad (RPP). No sabemos bien a bien si es por ahorrarse el pago del Impuesto Sobre Adquisición de Inmuebles, el ISAI, que debe hacerse cuando se vende, hereda o dona una propiedad ante Hacienda, o si sea por lo que alguna vez comentó el cercano amigo de AMLO y consejero de Morena, Julio Scherer: que todo se debía a una “pendejada” de Adán Augusto López, el notario encargado de dar fe de la donación que hizo AMLO a sus hijos y de hacer el cambio en el RPP.

Aquí el asunto se pone aún más interesante. Porque Adán Augusto López además de ser el notario de AMLO, es el actual candidato a gobernador de Tabasco por MORENA.

 

Columna completa en El Universal

Si algo sabe hacer bien Andrés Manuel López Obrador, es comunicar. Hoy la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) es su bandera.

Bandera que ha merecido una historieta tipo cómic en la que AMLO explica porque quiere cancelar esa obra que describe como cara, innecesaria y herramienta de corrupción de la mafia del poder. La historieta se titula: Un aeropuerto que no debe aterrizar y se ilustra con una pista encharcada sobre la cual va a aterrizar un avión mientras un puerco gordo, vestido de empresario, sostiene una bolsota de dinero que se entiende es producto de la corrupción.

El discurso de AMLO en el sentido de que va a cancelar la obra es como ese comic. Es ya la caricatura de lo que AMLO representa: el político que finalmente le pondrá un ‘hasta aquí’ a los empresarios de siempre, los mismos beneficiarios de décadas. Para AMLO la cancelación de la obra se puede equiparar al muro de Donald Trump. Enciende emociones de los ciudadanos cansados con las corruptelas de siempre.

¡No al NAICM! es el ¡Build the Wall! región 4.

Y por ello le vino como anillo al dedo que Carlos Slim se subiera al ring para decir que la cancelación del proyecto supondría suspender el crecimiento económico del país. El Ing. Slim tiene una participación importante en el proyecto. Su constructora CICSA es parte del consorcio que construirá el edificio Terminal con una participación del 14.29% del contrato. Tiene además el 25% de la Pista 3 junto con la constructora La Peninsular. FCC, la constructora española de la cual es socio, también es parte del consorcio y tiene el 14.28% de los contratos para la construcción del edificio Terminal.* Así que AMLO quedó feliz de responderle.

Le permitió decir que de Los Pinos mandaron al empresario más rico de México a defender un proyecto que va a seguir engordando su cartera. Justo obtuvo el material para encender la furia y la división que tanto le gusta a AMLO. Aquello de ‘nosotros los pobres contra ustedes los ricos; nosotros los honestos contra ustedes los corruptos’.

La historieta de AMLO, su comic sobre el NAICM, está plagado de imprecisiones y mentiras. Pero están bien dibujadas y bien explicadas y por ello no sorprende que sean bien recibidas y aceptadas.

Por ejemplo, el comic arranca diciendo que existen muchas ciudades con dos aeropuertos, por lo que su propuesta de habilitar el de Santa Lucía es viable. Entre las ciudades mencionadas está Nueva York, Roma, Londres. Lo que no explica el comic de AMLO es que en esas ciudades la distancia entre aeropuertos cumple con el mandato del Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación, Mitre, que es el organismo internacional que se encarga de checar, entre otras cosas, la distancia entre aeropuertos para autorizar su viabilidad tomando en cuenta que no exista interferencia entre los radiales.

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

Estamos a dos días de que arranquen formalmente las campañas hacia la elección del 1º de julio y el puntero sigue siendo Andrés Manuel López Obrador. Entre más se acerca el día de la elección y entre más se consolida AMLO, más nerviosos se ponen quienes ven en su triunfo el regreso de las más viejas prácticas antidemocráticas y retrógradas. Es decir, banqueros, empresarios e intelectuales liberales, están asustados de lo que la victoria de López Obrador pueda generar para México.

 

Ante un AMLO que habla de referéndums y consulta popular en dos años ¿qué lo va a detener para pedir lo mismo al concluir su sexenio para ver si el pueblo quiere que permanezca más tiempo en la presidencia?

 

Ante un AMLO que no está dispuesto a respetar normas y compromisos ya adquiridos, como la reforma energética o los contratos ya en marcha para la construcción del Nuevo Aeropuerto ¿qué Estado de Derecho esperar si gana el 1º de julio?

 

Tener a México en manos de un mesías que cree en la divinidad de su proyecto que incluye propuestas que han probado haber fallado en el pasado se antoja como el último clavo en el féretro de un México que se ha ido en picada. Y sin embargo, hay quienes están dispuestos a apostarle a ese nuevo experimento una vez más.

 

Ante el susto de los que no quieren que la apuesta nueva sea con Andrés Manuel ¿qué ofrecen quienes tienen en sus manos el poder de hacer una diferencia para los ciudadanos mexicanos que están cansados?

 

Por ejemplo: ¿Qué ofrecen los empresarios y banqueros que quedaron asustados con López Obrador y su discurso en la Convención Bancaria? Más allá de amenazar con que no volvería a amarrar al tigre si hay fraude el 1º de julio, en Acapulco AMLO hablo sobre la necesidad de que los banqueros le otorguen créditos a los millones de pobres y campesinos que ni siquiera tienen una cuenta de banco. Es decir, AMLO quiere que los banqueros le otorguen créditos a quienes no son sujetos de créditos lo cual es absolutamente irracional. Los banqueros lo critican y se alinean con Anaya o con Meade.

 

Esta actitud de los banqueros no resuelve el problema de que millones de mexicanos que no son sujetos de crédito escuchen a AMLO y lo vean como su salvador.

 

Se filtran comunicaciones de los consejeros de los bancos en donde se dicen horrorizados por lo que viene si gana López Obrador, pero ¿qué proponen ellos para que ese 37-44% de los ciudadanos que voltean a ver a AMLO como la apuesta que queda para arreglar a México se de cuenta que él no sacará al país adelante?

 

Asustar con que AMLO implica el regreso de Echeverría es hablarle sobre algo que no comprenden los 14 millones de jóvenes que van a votar esta vez por primera ocasión y para quienes Echeverría es un nombre y un concepto totalmente ajeno y desconocido.

 

Columna completa en El Universal

¿Quién hizo el video de la niña bien? Esa ha sido una de las dudas que han circulado desde el fin de semana cuando se volvió viral el llamado a votar por ‘ya sabes quién’ de Almudena Ortiz Monasterio.

 

¿Fueron el PRI o el PAN en un esfuerzo de guerra sucia contra López Obrador? ¿Fue López Obrador mismo aprovechando las redes sociales para viralizar con una canción de reggaetón que le compita al ‘Movimiento Naranja´?

 

Esa respuesta parece ser lo de menos. Lo que muestra el video en sí es lo interesante. Apenas la semana pasada me comentó la ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, que la elección del 2018 sería una elección clasista. La ex ministra fue anunciada por AMLO como su Secretaria de Gobernación, de ganar la elección del 2018. Pues vaya que el video de la niña bien llegó para comprobar que ella está en lo correcto.

 

Esta elección no será ideológica. No son las propuestas de la izquierda versus las de la derecha. No es la intervención del Estado en la economía ni qué tantos impuestos nos van a cobrar dependiendo el partido que llegue a Los Pinos.

 

López Obrador tiene propuestas de todos los colores y sabores y alianzas igual de multicoloridas. Así como dice que bajará los sueldos a los funcionarios públicos y que está en favor de un salario básico universal (propuesta que dice le robó Ricardo Anaya), también habla de la elaboración de una Constitución Moral al más puro estilo conservador.

 

La supuesta niña bien que dice llamarse Almudena Ortiz Monasterio, es estudiante del ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara. Ahí no tienen registros de una estudiante con ese nombre, pero nada es casualidad en ese video. Todo apunta a una joven guapa, de nombre rimbombante; de sociedad; con educación costosa y familia bien acomodada.

 

Aún así, Almudena se atreve a llamar a votar por López Obrador. Ese es el centro del mensaje. Que AMLO es la opción de los pobres, pero que en esta ocasión también los ricos deben atreverse al cambio de régimen que él propone.

 

Es el típico mensaje populista de nosotros contra ustedes llevado un paso más allá. Invitando a los otros a unirse. A dejar al status quo atrás. A que el pueblo en contra del sistema sea una realidad en la que participen ´hasta los ricos y acomodados´ para sacar a los que en definitiva no pueden entrar en el reino del ‘nosotros’: los priístas.

 

 

Columna completa en El Universal

Todo iba bastante bien en el discurso de Andrés Manuel López Obrador el viernes pasado en el marco de la 81 Convención Bancaria que se celebró en Acapulco. El puntero en las encuestas hizo hasta reír a los presentes cuando, en un ejercicio de autocrítica, se burló de sus pausas al hablar. De que él no es alguien que hable de corrido.

 

También relajó el ambiente ver a AMLO sentado tan cómodo en la silla, que hasta la guayabera se le abrió y los ahí presentes pudimos ver el ombligo del Peje, literal, en una imagen que muy rápido se volvió viral en las redes.

 

Y de pronto, ya para cerrar su intervención, a la pregunta de si reconocería o no los resultados de la elección del 1º de julio, soltó su frase del tigre: Yo tengo dos opciones, Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Si pierdo limpio, me voy a Palenque; pero si pierdo por fraude, también me voy a Palenque y a ver quién amarra al tigre. Yo ya no lo voy a amarrar.

 

¡Zaz! AMLO dejó su lado de amor y paz por unos segundos y la crema y nata del mundo financiero nacional pudo ver al López Obrador de siempre. Al que amenaza que o gana él o viene la hecatombe. Como en 2006; como en 2012.

 

Si todo iba tan bien ¿por qué la regó al cierre del evento AMLO? ¿En qué estaba pensando?

o-o-o

 

En la misma Convención, José Antonio Meade fue recibido y despedido con aplausos de pie. Al ser asistente constante por los últimos veinte años, Meade jugaba de local entre los banqueros.

 

Su exposición tiene, como él mismo, un diagnóstico claro y certero de en dónde está México. La pregunta es, ante esta claridad en el panorama ¿por qué no se han aplicado las medidas y los remedios que propuso en un país en donde él, de una u otra forma ha participado en la elaboración e implementación de políticas públicas?

 

En este sentido, Meade habla como oposición, pero aun sin ser militante del PRI sigue siendo cercano al partido en el poder que es el peor evaluado entre la ciudadanía.

 

Y ya de paso, otra pregunta ¿por qué no ha presentado su declaración 3 de 3? AMLO y Anaya ya lo hicieron. ¿Por qué no lo hace Meade, que es el político que ha estado en el servicio público por décadas sin nada que ocultar?

 

 

Columna completa en El Universal

Rindiendo protesta como candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador declaró que “con terquedad, con necedad, con perseverancia, rayando en la locura, de manera obcecada, voy a acabar con la corrupción.”

 

Antes, en entrevista con El Universal, AMLO tocó este tema, el de la corrupción, que es uno de los más sensibles y que más lastiman el desarrollo de México, para decir que, con voluntad, él iba a acabar con la corrupción.

 

Y, sin embargo, tenemos sus listas de candidatos plurinominales. Para llorar, no para acabar con la corrupción.

 

AMLO, el tres veces candidato a la presidencia, es sin duda terco. Pero su terquedad no parece estar dirigida en acabar con la corrupción. Más bien parece estar enfocada en hacer todo lo posible por quedarse con el segundo lugar en la elección presidencial. Como le ocurrió en el 2006 y de nuevo en el 2012.

 

¿Qué otra explicación hay para sus alianzas y absoluciones? Primero decidió decirle que no al PRD, su natural aliado, para abrazar al PES. Después ha sumado a personajes ya muy mencionados por ser tan cuestionados a su campaña. Caso emblemático, Elba Esther Gordillo, la villana de villanas en la política mexicana. Y ahora está la lista de SUS plurinominales.

 

SUS en mayúscula porque, a diferencia de lo que ocurre en otras campañas, en la de AMLO no hay mayor imposición que su voluntad. Si Napoleón Gómez Urrutia está en la lista de plurinominales de Morena es porque así lo decidió, y negoció, él y nadie más que él.

 

¿A cambio de qué es que a AMLO le conviene que regrese a México por la puerta del fuero Napoleón Gómez Urrutia? Es como si Lula da Silva decidiera en su campaña presidencial declarar que, de ganar, le otorgaría perdón presidencial a Marcelo Odebrecht, el rostro de la corrupción en Brasil.

 

Columna completa en El Universal