Tag

AMLO

Browsing

Lejos quedó aquel López Obrador que, caminando por Tepetitán, Tabasco, prometía en 2017 que el poder no lo cambiaría. “Dicen que el poder, cuando no hay convicciones, cuando no hay principios, atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, declaró en el documental que le hizo Epigmenio Ibarra.

Y ahora, cuatro años después y harto de no poder hacer su santa voluntad, como si la presidencia fuese una oficina sin contrapesos para que él pueda hacer y deshacer a su antojo, vino el decretazo. Para justificar firmar el decreto que permita que las obras de infraestructura puedan brincarse normas y requisitos de transparencia bajo la premisa de seguridad nacional el presidente dijo que en su gobierno no hay corrupción y no hay impunidad.

Si le creemos a la palabra de López Obrador respecto a que en su gobierno ya no hay corrupción, el decretazo sigue siendo un escándalo porque no sabemos qué otro presidente venga después. Quizás no es tan impoluto como López Obrador dice ser, pero el decreto seguiría vigente. Además, este decreto se publica cuando no se han aclarado la investigación de mi colega Carlos Loret de Mola que encontró entre los contratos que han obtenido las Fuerzas Armadas para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles empresas fantasmas beneficiadas.

¿Cómo quiere el presidente que confiemos en su decretazo si implica la violación de la división de poderes y disposiciones en materia de Derechos Humanos?

¿Cómo pide que no se vea con suspicacia si se firmó dos días después de que el Secretario de la Defensa, el General Luis Crescencio Sandoval, decidió tomar partido a nombre de las Fuerzas Armadas y con ello politizar al ejército? ¿Cómo no sospechar que este decreto es un regalazo para el General por la lealtad, no al Comandante Supremo, sino al proyecto de Andrés Manuel López Obrador?

El presidente le ha dado trabajos y presupuesto a las Fuerzas Armadas bajo la premisa de que son incorruptibles. En tanto no se aclare la investigación arriba mencionada, no podemos darle cheque en blanco al Ejército. Más bien parece que el presidente le ha dado dinero y poder a las Fuerzas Armadas no por ser incorruptibles sino porque son leales y obedientes a él.

Las trabas que presentan los múltiples trámites que debe cubrir cualquier obra de infraestructura son un obstáculo para el desarrollo del país. Si eso le molesta al presidente López Obrador ¿por qué no busca disminuir y eliminar tantas trabas para que las obras de infraestructura, no solo del gobierno, también de privados, puedan concretarse con seguridad y apego a normas ambientales pero en tiempos y formas razonables?

¿Por qué solamente las obras del gobierno federal gozarán de la posibilidad de ser aprobadas por afirmativa ficta si no reciben respuesta de las instancias involucradas en los cinco días posterior a que se presenta la solicitud?

El presidente López Obrador se queja constantemente de la corrupción y la señala como la razón principal de que México se rezague. Pues una de las ventanas que más le abre la posibilidad a cochupos y mordidas es precisamente la cantidad de trámites que cualquier obra de infraestructura debe cumplir.

Columna completa en El Universal

Una mañanera sí y la otra también el presidente López Obrador ataca los contratos que la iniciativa privada obtuvo en el sexenio de Enrique Peña Nieto en el sector energético. Contratos que ha descrito como leoninos; como un abuso que daña la soberanía de México al otorgar a empresas privadas, en especial internacionales, los recursos que López Obrador considera deben manejar Pemex y/o la CFE.

Por eso llama la atención que en el caso de Grupo Simsa no se le escuche al presidente queja alguna de los abusos de esta empresa propiedad de Nessim Issa Tafich. Por el contrario, el monopolio en la distribución y transporte de gas natural que tiene una de sus subsidiarias, Gas Natural del Noroeste, en el estado de Veracruz, se mantiene extrañamente firme.

Tan firme que desde el sexenio de Enrique Peña Nieto y hasta la fecha han obtenido más de 40 contratos exclusivos para la distribución de gas en donde ellos deciden a quién le venden; cuánto y cómo cobran. El caso más llamativo es la concesión que se les dio del gasoducto Zapoapita-Mendoza que apenas mide 35 kilómetros pero es sumamente importante porque es el que conecta el norte con el sur de México.

Y aquí es cuando entra en acción la selectividad de los contratos en el gobierno. La empresa Alten (Destiladora del Valle) presentó una denuncia en contra de Gas Natural del Noroeste (GNN) porque de un día al otro, en 2019, Pemex le cambió la jugada a pesar de tener un contrato vigente para que le suministrara gas natural. Petróleos Mexicanos les anunció que su nuevo proveedor sería GNN. Hasta ahí no habría problema, salvo por la mordida de entrada que pidió este nuevo proveedor a Alten: 17 millones de pesos, como se puede ver en la carpeta 3645-2019.

Como Alten no quiso pagar esta cantidad y presentó una denuncia contenida en la carpeta arriba mencionada, GNN amenazó y acusó a la empresa de robar gas de sus ductos, de gaschicol. A pesar de no presentar una sola prueba, la Fiscalía General de la República cateó una planta de Alten y detuvo sus trabajos durante cuatro meses. Todo esto con el apoyo de la gerente de Gas Natural y Etano de Pemex, Beda Carreto Santiesteban, contra quien ya hay una carpeta de investigación también, la 2664-2021, por abuso en sus funciones.

Al no encontrar pruebas que acreditaran el robo de gas por parte de Alten, la planta ya fue reabierta pero los daños causados por los privilegios de GNN son varios. Alten no es la única empresa afectada en la zona de Orizaba. En total ya se han perdido más de 700 empleos en esa región por recortes que han tenido que hacer entre cierre de plantas y aumento a las tarifas de gas de forma unilateral y sin explicación por parte de GNN.

Lo peor es que algunas empresas han tenido que encontrar otras fuentes de energía para no frenar su producción, entre ellas combustóleo y metano que, además de ser más caras, son mucho más contaminantes.

Esta concesión del ducto Zapoapita-Mendoza que se le otorgó a GNN permite a la empresa trabajar sin ninguna regulación. Evidentemente aquí no se puede hablar de que a través de esta acción apoyada por el gobierno estatal y federal se esté logrando un fortalecimiento ni de Pemex ni de Gas Bienestar, como constantemente dice el presidente que actúa su gobierno. Por ello la gran pregunta es ¿por qué tiene tanto poder esta empresa, Gas Natural de Noroeste, filial de Grupo Simsa? Y ¿por qué tiene tanto poder Beda Carreto Santiesteban, una gerente en Pemex?

Columna completa en El Universal

Al arranque de la pandemia el presidente López Obrador nos recomendó a los mexicanos que carguemos un amuleto para prevenir que nos enfermemos de COVID19. También dijo que si no mentimos; no robamos y no hacemos trampa, prevenimos contagiarnos. Esas declaraciones no las escribió en Twitter o Facebook lo que le evitó la vergüenza que le sucedió esta semana a Jair Bolsonaro cuando Facebook e Instagram le suspendieron su programa EnVivo por asegurar que quienes han recibido el esquema completo de vacunación están desarrollando Sida.

Pero fuera de esa diferencia entre un AMLO que dice barbaridades y un Bolsonaro que además las publica en redes sociales, hay mucho que asemeja al presidente de Brasil con el mexicano. Los dos han hecho un manejo criminal de la pandemia. Han minimizado sus riesgos, han insistido en continuar con eventos políticos masivos como si el virus no estuviera circulando, han menospreciado estudios científicos sobre la enfermedad y sus tratamientos y han mantenido a cargo a incondicionales a pesar de que se ha demostrado su falta de oficio para el monumental reto. Este manejo criminal de la pandemia ha significado muertes en exceso que eran evitables.

En Brasil la situación de salud es igual de lamentable como en México. Pero allá el Senado brasileño piensa que el presidente Jair Bolsonaro y 60 de sus colaboradores, incluyendo al ministro de salud, pueden ser acusado de crímenes de lesa humanidad, entre otros ocho señalamientos, por su manejo de la pandemia. Así lo presentó una panel especial sobre el manejo de la pandemia del senado en un documento de más de mil páginas.

El panel concluyó que un mejor manejo de la pandemia habría reducido la transmisión del coronavirus en un 40 por ciento y esto podría haber salvado un estimado de 120 mil vidas con tan solo haber impuesto medidas de prevención como el uso de cubrebocas; la vacunación y distanciamiento social.

A partir de la publicación de este informe la popularidad de Bolsonaro se ha ido en picada, de 33% está ahora en 22%, según Datafolha. Esto debe tener a Bolsonaro muy preocupado de cara a las elecciones del año próximo en donde esta burla de presidente tendrá que pelear no solo por permanecer en la silla presidencial, también para evitar ser enviado a prisión.

Columna completa en El Universal

La reforma energética que quiere el presidente Andrés Manuel López Obrador sí o sí ha generado mucha especulación sobre el papel que jugará el PRI. ¿Va a apoyar a Morena y sus aliados votando a favor o va a apoyar su alianza con el PAN y PRD votando en contra?

Sin duda será interesante ver qué deciden hacer los Priistas. Ya leímos algunas posturas, tanto de exdirigentes como de la presidencia y Secretaría General del PRI y es evidente que no está unido el partido en cómo quiere votar esta reforma constitucional. Pero me parece que además de enfocarnos en la postura del PRI será igual o más interesante e importante lo que haga el PVEM.

En cualquier país del mundo sabríamos de antemano que un partido ecologista no votaría en favor de una reforma que busca quemar carbón y combustóleo para producir energía y que desconfía de las energías limpias y renovables, como la solar y la eólica, argumentando que tienen intermitencias. Sí, no todo el día ni todo el año sopla el viento ni sale el sol, pero existen tecnologías que permiten a países que no tienen los beneficios geográficos de México, como Dinamarca, depender de estas energías en un 80 por ciento sin problema.

Pero en México el PVEM sabemos que es verde por la afinidad que tiene al dinero y no a la ecología. No obstante, en la legislatura pasada tuvieron un momento interesante y hasta sorpresivo cuando 4 de sus diputados votaron en contra de la Ley de la Industria Eléctrica precisamente argumentando que no era benéfica para el medio ambiente.

La vida nos da sorpresas; sorpresas nos dio el Verde.

¿Y ahora? ¿Cómo votarán los 43 diputados del PVEM y sus 6 senadores? El papel de estos legisladores será crucial.

En la Cámara de Diputados se requieren 331 votos para aprobar la reforma constitucional. Morena tiene 201; el PT 33. Si el PVEM decide votar con Morena, tiene 277 votos, le faltarían 54 votos que podrían buscar de entre los 71 legisladores del PRI. Pero si el PVEM vota en contra, al gobierno le harían falta 97 votos para que se apruebe la reforma, lo que no obtendría ni en el improbable caso de que los 71 diputados Priistas voten con Morena y el PT. Improbable porque no veo, por ejemplo, a un Ildefonso Guajardo votando en favor de una reforma que deja en claro el poco compromiso de México con el respeto al Estado de Derecho con inversiones nacionales y extranjeras.

En el Senado se complica la situación un poco más. Morena y sus 62 senadores más los 6 del PT 6 del PVEM y 4 del PES tienen 78 votos de los 86 que se requieren para aprobar la reforma. Este es un escenario muy optimista para la coalición gobernante porque si el PRI vota a favor, con sus 13 senadores se logra aprobar la reforma. Pero si el PES no vota con el gobierno, como se anticipa, y además el PVEM decide no votar a favor tampoco, entonces tendrían Morena y PT 68 votos. Aunque le sumen los 13 del PRI, la reforma no pasa.

Así el PVEM es un fiel de la balanza muy importante para el presidente en la votación de la reforma energética. ¿Qué va a hacer ese partido? ¿Le será fiel a los billetes (verdes) o a la ecología?

Columna completa en El Universal

Al principio de su administración el presidente López Obrador prometió que en cuestión de un año México tendría un sistema de salud como el de Dinamarca. Eso claramente no ha ocurrido. Por el contrario, la desaparición del Seguro Popular y su reemplazo por el INSABI ha generado más problemas que soluciones. Vivimos con escasez de medicinas y los tratamientos en el sector privado de salud han aumentado ante las deficiencias en el público, lo que implica un costo tremendo para miles de familias.

La verdad es que no hace falta compararnos con los daneses. Con que López Obrador quiera imitar a Costa Rica en materia de salud sería más que suficiente. La estrategia de salud de ese país es tan envidiable que el actual encargado de salud de USAID del gobierno de Biden, el Dr. Atul Gawande, visitó Costa Rica para entender qué han hecho bien ahí y cómo podría Estados Unidos imitar sus planes de salud.

Gawande escribió lo que vio en un excelente texto publicado en el New Yorker que arranca con una visita a un cementerio en Atenas, una ciudad en el centro del país, en donde las tumbas de 1950 son de miles de niños que murieron antes de cumplir un año. Entonces la expectativa de vida en Costa Rica era de 55 años, en México la expectativa de vida era de 50 años y en Estados Unidos era de 68 años.

Para 1985 la expectativa de vida en Costa Rica era de 75 años, igual que la de Estados Unidos. En México era de 69.8 años. En el 2020 la expectativa de vida en Costa Rica llegó a 81 años, sobrepasando los 75 años que tenemos de expectativa de vida en México y en EUA.

Así, Costa Rica es el país número 35 en el mundo en expectativa de vida mientras que Estados Unidos es el número 46 y México somos el número 90.

¿Cómo le hizo Costa Rica para mejorar en poco más de una generación más de dos décadas la expectativa de vida? ¿Invirtió enormes cantidades de dinero? No. El tema no ha sido la suma de dinero sino la forma de invertirlo.

El sistema de salud Costarricense se basa en el EBAIS: Equipo Básico de Atención Integral en Salud que asigna un ATAP (Asistente Técnico en Atención Primaria) para cubrir cada uno a entre 4 o 5 mil personas.

 

Columna completa en El Universal

Hace menos de un mes fue un escándalo que el líder de la bancada del PAN en el senado, acompañado de otros de sus colegas se reunieran con Santiago Abascal, el líder de VOX, el partido de ultraderecha de España. El crítico número uno de ese encuentro fue el presidente Andrés Manuel López Obrador quien, ni tarde ni perezoso, fijó su postura desde la tribuna de la mañanera para decir que “vinieron unos extremistas de España, el Vox que se unieron con el PAN porque son lo mismo, nada más que simulaban, los del PAN, de que eran demócratas y no, son conservadores y ultraconservadores casi fascistas”.

Agregó López Obrador que “Hubo un besamanos, una vergüenza, llegaron todos los senadores (del PAN), creo que 16, al besamanos”.

Muy mal esa reunión de Panistas. Ni duda cabe que no han entendido nada sobre en donde está la batalla electoral para ganar votos y pensar que puedan regresar algún día al poder. Está en el centro, no en los extremos.

Sin embargo, tomando en cuenta que ésta es la visión del presidente López Obrador, que enaltece la máxima de “dime con quien andas y te diré quien eres” ¿qué podemos decir de su apapacho al dictador de Cuba, Miguel Diaz-Canel; al de Venezuela, Nicolás Maduro; al canciller de Nicaragua que venía en representación de Daniel Ortega?

Para ambos países pidió misericordia. Para Cuba, el fin del embargo estadounidense; para Venezuela, el retiro de las sanciones económicas. ¿Es entonces esto un fuera máscaras de Andrés Manuel López Obrador? ¿Cabe la posibilidad de parafrasearlo y decir: López Obrador es lo mismo que Diaz-Canel, Maduro y Ortega, nada más que simula que es un demócrata y no, es un dictador y un violador de los derechos humanos y la libertad de expresión?

Si nos apegamos a cómo se refirió López Obrador al encuentro de algunos panistas con VOX, la respuesta es si. Para un hombre que siempre ha dicho que las relaciones exteriores e internacionales no le interesan, lo que vimos desde el 16 de septiembre cuando le dio a Diaz-Canel el trato que ningún otro Jefe de Estado del extranjero había tenido antes, salvo el que tuvo el francés Charles De Gaulle en 1964, y continuó a lo largo de la cumbre de la CELAC muestra que a López Obrador sí le interesan los temas internacionales y nos dejan verlo de cuerpo entero con quién se entiende y con quién no.

La alternativa es que todo esto fue una estrategia del presidente de México para distraer del desastroso manejo de la crisis migratoria. Fue increíble que en la CELAC se hablará de todo, hasta de una Agencia Espacial de la región, sin que se mencionara el tema migratorio.

Bueno, hasta propuso el presidente que la CELAC conforme una especie de Comunidad Europea en América Latina. ¡Vaya idea viniendo de alguien que constantemente habla de defender la soberanía mexicana! La Comunidad Europea es precisamente la cesión de soberanía económica, laboral y de fronteras.

Apostilla: López Obrador le envió una carta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para decirle cómo resolver la crisis migrante que aqueja tanto a su país como a México. Le pidió que aporten los fondos para replicar Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en los países de Centroamérica. Me imagino que cuando leyó la carta Biden ha de haber dicho “Caray, ¡¿Cómo no se nos había ocurrido esto antes?!…el presidente López Obrador es un genio.” Aunque unos minutos después habría calculado lo que todos sus antecesores. Que dar dinero a los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador sólo enriquece a la clase política de esos países sin lograr cambios favorables para sus ciudadanos. Además, ¿Cómo podría La Casa Blanca justificar, por ejemplo, darle recursos a un Bukele que se auto describe como el dictador más cool del mundo mundial en su perfil de twitter?

Columna completa El Universal

Parecieran contradictorios los resultados de las encuestas que vemos cuando el sexenio cumple la mitad de su trayecto. Tres años en el poder; muy malos resultados y la popularidad de Andrés Manuel López Obrador está en 60 por ciento. ¿Cómo explicar la diferencia entre lo que dicen las encuestas y la realidad?

En la de Buendía y Laredo publicada esta semana aquí, en El Universal, vemos que lo mejor que ha hecho AMLO de acuerdo con los encuestados son los apoyos para adultos mayores y los programas sociales. En eso mismo coincide la encuesta de Lorena Becerra en Reforma.

También hay más encuestados que dicen que el presidente ha manejado bien la educación, la salud y el combate a la COVID19. ¿Cómo se puede explicar esto cuando en educación transcurrieron 17 meses sin clases presenciales, de total abandono, y el regreso se hizo apresurado y sin estrategia?

¿Cómo hablar de que en salud se han hecho bien las cosas ante la escasez de muchos medicamentos, no solo los oncológicos, aunque en estos es inhumana la desatención? Hay datos del CONEVAL de la disminución en un 38 por ciento en la atención de la salud pública y el aumento en un 26 por ciento de la privada, ósea consultorios y farmacias.

Para quienes estaban inscritos en el Seguro Popular, se los cambiaron por el INSABI que simplemente no ha funcionado y ha dejado a más personas sin seguro para tratarse al momento de enfermar. Según CONEVAL en 2018 había 20 millones de personas sin afiliación a un sistema de salud; ahora hay 35 millones. Muestra clara de que el INSABI ha sido un fracaso.

Y esto ha ocurrido en medio de una pandemia.

Si en 2018 una persona gastaba 2 mil 358 pesos para un servicio de salud, en 2020 el gasto aumentó a 3 mil 299 pesos. Esto es un golpazo del 40 por ciento en la bolsa de los mexicanos. Pero aún así, más personas responden que el presidente ha manejado bien la pandemia que las que contestan que lo ha hecho mal. En la de Reforma es de dejar boquiabierto que un 53 por ciento responde que AMLO ha buscado evitar que aumenten los contagios y muertes por coronavirus frente a un 43 por ciento que opina lo contrario. Para un presidente que se ha negado a lo más elemental, el uso de cubrebocas, estos números son de llamar la atención.

Entonces si las encuestas muestran algo distinto que la realidad hay que pensar que hay una tercera variable: el discurso. Tres años de AMLO como presidente y la gente le cree lo que dice. Le sigue creyendo.

Le creen cuando a pesar de lo mencionado arriba, en uno de sus trece spots AMLO dice: “La atención médica, los medicamentos gratuitos, ya son derechos constitucionales. Son una realidad”.

Y si. Eso dice la constitución, pero la realidad es otra. Imagino que quien llega a buscar su medicamento gratuito y no lo encuentra, busca como pagarlo de su bolsillo o pide prestado y piensa que tuvo mala suerte de no encontrar lo que el presidente dice que ahí esta.

Con tan pobres resultados tener una aprobación del 60 por ciento en promedio está magnífico para López Obrador. Todo indica que lo que dice en las mañaneras y sus mensajes en los spots de cara al informe de hoy se lo creen muchos mexicanos. Al presidente le creen sus otros datos, aun si la realidad reflejada hasta en sus bolsillos, es otra.

 

Columna completa en El Universal

Hoy, como cada semana desde el 30 de junio, veremos en la conferencia mañanera del presidente López Obrador a Ana Elizabeth García Vilchis darnos los datos del “Quién es quién en las mentiras”. Esta sección parece una radiografía del sexenio. Es una mala idea que lejos de sumarle al gobierno y al presidente le resta, pero aun así, se implementa. Ya puesta en práctica, se hace mal por los errores evidentes de su titular que demuestra poca preparación e improvisación. A pesar de ello se repite y se persiste en el error.

Mala idea porque muestra que el presidente está a la defensiva. Que en lugar de poder mostrar con acciones los logros de su gobierno, tiene que atacar a los medios para justificar sus fracasos. En un régimen democrático es difícil que salga bien parado un presidente que ataca a los medios que lo critican con investigaciones fundadas. En Estados Unidos lo intentó Donald Trump durante 4 años con el resultado que conocemos.

La puesta en práctica ha sido desastrosa. Desde el primer miércoles del Quién es Quién en las mentiras los errores de Ana Elizabeth García Vilchis fueron suficientes para, si no cancelar la sección, buscar a alguien con más preparación para el ataque.

Al mencionar notas y columnas que hablan de espionaje a periodistas, Vilchis dijo que hubo nado sincronizado, refiriéndose a que varios escribieron y reportaron sobre lo mismo. Le pareció tan serio, tan serio el asunto, que se aventó el chiste de decir que esos periodistas ganarían medalla de oro en las olimpiadas. El chiste se lo acabó llevando ella cuando se le señaló que una de las notas que mostró con bombo y platillo, publicado en la revista Forbes, fue del 2017.

Al criticar un texto publicado en el portal de Univison, Vilchis comentó que era un periódico estadounidense, algo que evidentemente no es este canal de televisión, uno de los más importantes de habla hispana en el mundo.

Para criticar otro texto, mostró la investigación del periodista Emilio Godoy, publicado en El País, sobre desechos nucleares en Laguna Verde. La critica no fue por que fuera falso sino por que se hizo viral en redes. El periodista, al verse atacado, mostró en twitter la solicitud de información que hizo al gobierno ya que Vilchis criticó que para este reportaje no se había hecho precisamente eso: consultar al gobierno.

Fue tal el desastre que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió una recomendación al gobierno para que reconsiderara la sección por estar afectando las garantías para un debate libre e informado.

No obstante, como ya mencionamos, el presidente ha decidido seguir con su sección del “Quién es quién en las mentiras” y con ello ha persistido en la implementación de una mala idea. A la conferencia mañanera del 4 de agosto, Vilchis llegó tarde. El presidente arrancó con la silla vacía a su lado que unos minutos más tarde una apresurada Vilchis corrió para ocupar. Ahí dijo su ya célebre frase de “no es mentira pero se exagera” al referirse a una nota de Reforma del día anterior en donde el periódico daba cuenta de como la CFE ha subido un 20 por ciento la tarifa De Alto Consumo (DAC).

Para explicar las publicaciones que no hablan bien del gobierno, tanto Vilchis como el presidente señalan que se debe a que el periodismo está enojado porque ya no hay pagos para publicar notas favorables. “Vamos a resistir los ataques de los medios de comunicación…están molestos porque ya no reciben publicidad oficial, chayo”, ha dicho el presidente. Lo dice cuando nunca como ahora es evidente la creación de portales y de ‘periodistas’ a modo.

Así nos seguiremos, de miércoles en miércoles, con un presidente atacando la libertad de expresión a través de Ana Elizabeth García Vilchis. Una mala idea; mal implementada y en cuyo error se persiste. La radiografía perfecta del actual gobierno.

Columna completa en EL UNIVERSAL

Hace tiempo que no lo veía. Es un señor que ha conocido al hoy presidente de México desde años atrás. Muy cercano desde que era López Obrador estudiante en la UNAM en los 70s. Culto e inteligente. Me dio gustó verlo porque pensé que platicar con él me daría la oportunidad de tener una conversación tranquila e informada sobre lo que ocurre en México, que tanto preocupa, y quizás él me podría mostrar aspectos de las acciones del gobierno que van en sentido correcto y que yo no he ubicado.

¿Cómo ves a México y a nuestros presidente? Comencé por preguntarle. Yo estoy encantado, me respondió mi interlocutor. El país necesitaba a alguien como López Obrador para salir adelante.

¿Qué de lo que ha hecho te gusta tanto? le dije, para no quedarnos en lo ya tantas veces repetido de que era necesario que llegara al poder una persona de izquierda, cuando, siendo cierto, AMLO ha resultado ser un político más bien conservador en lo social.

La respuesta me sorprendió: lo más importante que ha hecho nuestro presidente es separar el poder económico del poder político. ¿Cómo que separarlos? ¿Qué es entonces la relación entre AMLO y José María Rioboó si no la continuación de la cercanía y complicidad entre ambos poderes? Le volví a preguntar.

De ahí, mi interlocutor, al que llamaré Juan, decidió remontarse al escándalo político-sexual inglés, el caso Profumo. ¿Qué tiene que ver lo que vemos ahora en México con lo ocurrido en Inglaterra en los años 60s entre el político conservador, John Profumo, y la bailarina Christine Keeler? Le contesté.

A lo que Juan dio una serie de argumentos bastante confusos. El caso Profumo, que terminó con la carrera política de quien entonces era Ministro de Guerra en Gran Bretaña, al descubrirse su relación sexual con la bailarina de 19 años que a su vez tenía también una relación con el espía soviético Yevgeny Ivanov en tiempos de la Guerra Fría, fue la primera ocasión en que un político británico sufrió un castigo por sus diversiones sexuales. El caso Profumo le costó el puesto hasta al entonces Primer Ministro Harold Mcmillan. Mi interpretación es que Juan se remontó a este episodio político para decir que hoy en México no hay intocables.

No quise meterme a preguntar sobre Bartlett, Pío y Martinazo, porque sentí que ahí ya no encontraría lo que buscaba con mi conversación. Mejor cambié de rumbo.

¿Y la rifa del avión presidencial? ¿No te parece un insulto a la inteligencia de los mexicanos? A lo que Juan respondió que el lujo del avión presidencial para un país como México es lo realmente insultante.

Si. De acuerdo que era un lujo innecesario. Pero volví a mi pregunta ¿Por qué inventar una rifa?

Porque es insultante. El presidente López Obrador no puede moverse en ese lujo.

De acuerdo, pero no estoy hablando del lujo del avión. Mi pregunta es ¿por qué hacer el show de la rifa?

No logramos pasar de este punto. Así continuó la conversación hasta que, por respeto a su edad y a su familia, que me habían advertido que ellos ya habían dejado de hablar de política con Juan, decidí pasar a mi último comentario: ¡Qué bonito está el clima hoy!

Concluyó la conversación con una mayor preocupación de mi parte por el rumbo de México bajo el actual gobierno. Ni alguien inteligente y leído como Juan pudo darme un ejemplo de acciones de AMLO que estén pensadas para que el país crezca, para que los mexicanos estemos mejor y para que México se inserte exitosamente en el futuro.

Columna completa en El Universal

Este grito homofóbico de los aficionados le ha generado multas por parte de la FIFA a la selección mexicana. Como esas multas no han impedido que se siga gritando en los partidos, ahora la sanción implica juegos a puerta cerrada para ver si la afición entiende que no puede estar gritando ehhhh…¡puto! durante los partidos.

Y esto es así porque las palabras importan.

Si esto, que las palabras importan, es válido en el deporte, lo es aún más en la vida de un servidor público. Y en este caso me refiero al presidente Andrés Manuel López Obrador. Si un conjunto de aficionados debe aprender a hablar y saber qué si se puede gritar y qué no en un estadio, lo mismo aplica para el Jefe del Ejecutivo que tiene el mayor megáfono del país y que lo utiliza de manera voraz cada mañana por al menos dos horas.

El presidente se ha referido en días pasado a que las clases medias fueron quienes llevaron a Hitler al poder. La verdad es que el Holocausto comenzó con palabras, no con apoyos de las clases medias. Actualmente hay una ONG, ItStartedWithWords.org, que busca mostrar que antes de que se promulgaran las leyes antisemitas en Alemania; antes de que se destruyeran las tiendas y sinagogas de los vecindarios; y antes de que los judíos fueran obligados a entrar en guetos, vagones de ganado y campamentos de exterminio, las palabras fueron las que se utilizaron para avivar el fuego del odio.

#ItStartedWithWords es una campaña de educación digital sobre el Holocausto que publica videos semanales de sobrevivientes de todo el mundo que reflexionan sobre esos momentos que condujeron al Holocausto. Para lanzar esta campaña tuvieron una conferencia en abril pasado en Nueva York en donde se quiso demostrar con estos testimonios, como cuando solo eran palabras, los judíos en Alemania no previeron la facilidad con la que sus antiguos vecinos, maestros, compañeros de clase y colegas se voltearían en su contra. Pero eso ocurrió. Pasaron de las palabras de odio a los actos de violencia.

Cuando el presidente ataca a la prensa una y otra mañana; cuando inventa su sección de su verdad, la del “Quién es quién en los medios de comunicación”, está abusando de las palabras. Está demostrando que no sabe o no le importan las consecuencias que pueda tener decir lo que él quiera.

No estoy diciendo que quienes trabajamos en medios debemos de ser libres de crítica. Eso sería caer en lo que el propio presidente quisiera para él: solo alabanzas. Estoy diciendo que llamar a la prensa, vendida; prostituída; alquilada; chayotera; vil; el hampa; la mafia; cómplices de las atrocidades del periodo neoliberal y tantos otros calificativos en general, con señalamientos a periodistas y medios en particular son palabras con el potencial de encender acciones que ningún Jefe de Estado que se precie de encabezar una democracia quisiera.

Cuando el presidente así habla ¿por qué los ciudadanos de a pie van a pensar dos veces repetir y hasta magnificar estas declaraciones?

El apoyo a Hitler y el Holocausto no fueron obra del apoyo de las clases medias. Ocurrieron porque de las palabras de odio se pasó a las acciones violentas. El presidente López Obrador bien haría en asomarse cuando menos a #ItStartedWithWords antes de seguir vapuleando las llamas del odio en México. Hacia la prensa y hacia todo lo que no concuerde con su visión de país.

Si a los aficionados del fútbol se les pide que midan sus palabras ¿por qué no solicitar lo mismo al presidente de México?

 

Columna completa en El Universal

El presidente culpa a los medios de comunicación de querer generar pleitos entre sus colaboradores, en especial entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard – sus gall@s para sucederlo en el 2024 – por las investigaciones respecto al desplome de parte de la Línea 12 del metro.

La verdad es que los pleitos entre quienes trabajan y salen del gobierno de López Obrador nada tienen que ver con los medios. Valdría la pena que el presidente reflexione sobre las reacciones entre quienes salen y quienes quedan en su gobierno porque, como bien dice el dicho “la ropa sucia se lava en casa” pero en este gobierno los problemas se están ventilando a la vista de quien quiera verlos.

El más reciente episodio fue la salida de la hoy ex Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval. El presidente la despidió por desleal, cuando realmente la debió haber despedido por su falta de resultados al frente de una secretaría que debería ser central para compaginar el discurso de combate a la corrupción con los hechos. La deslealtad se sabe que fue por empujar la candidatura de su hermano a la gubernatura de Guerrero.

Pero a la mañana siguiente del despido, la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, publicó un tuit con la foto de portada del periódico Reforma con Irma Eréndira y replicando el titular: “Se va de SFP con pleito y sin resultados”. Por alguna razón Nahle decidió borrar el tuit unos minutos después de subirlo…pero después lo volvió a publicar.

Esta rudeza hacia su ex compañera de gabinete no es el único enojo/desencuentro entre el equipo del presidente. Quizás el más notorio fue la salida de Carlos Urzúa de Hacienda a través de una carta que publicó también en redes sociales en donde dejó muy claro su descontento con las decisiones del presidente y su círculo cercano.

“Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”, fue parte de lo que escribió el exsecretario, hoy colega en estas páginas quien cada semana desmenuza las contradicciones e incompetencias en materia económica del actual gobierno.

Una carta con parecidos descontentos publicó Germán Martínez al anunciar su renuncia al IMSS. Denunció una “injerencia perniciosa de algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda que pone en riesgo la vocación igualitaria, de justicia, y de prestación de servicios del IMSS”. Criticó la austeridad del gobierno y a la fecha sigue señalando sus inconformidades. La más reciente ha sido con la extensión del mandato del ministro Zaldívar.

La salida de Martha Bárcena de la Embajada de México en Washington también ha dejado muy claro el rompimiento con el canciller Ebrard. También usando twitter, el martes criticó la postura de México ante el creciente autoritarismo del presidente Daniel Ortega en Nicaragua. Tanto la Embajadora como su esposo, Agustín Gutiérrez Canet – tío de la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez – han sido sumamente críticos con Ebrard desde redes sociales y en sus columnas en El Heraldo y Milenio, respectivamente.

¿Son o no merecidas las críticas al gobierno de López Obrador? Es discutible, pero no es el motivo de esta reflexión. Lo que llama la atención son los crecientes y muy públicos desencuentros dentro de la 4T y entre los que salen o abandonan ese barco.

Presidentes como Abraham Lincoln o Winston Churchill fueron famosos por conformar gabinetes integrados por rivales políticos. Ambos destacaron por el liderazgo para hacerlos trabajar en equipo a pesar de estas rivalidades. Para AMLO, que le gusta compararse con grandes hombres de la historia, queda claro que un enorme pendiente está en lograr armonía y trabajo en equipo de su gente.

Columna completa en El Universal

Pasada la elección intermedia, arrancó ya el proceso para la elección del 2024. Por ello el presidente ya se quiso adelantar y aumentar sus posibles candidatos ante los problemas para Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard después de la tragedia evitable de la Línea 12 del metro. Sin embargo, antes de las elecciones presidenciales hay dos paradas.

La primera es si se enjuicia a los políticos del pasado, el mal llamado juicio a los expresidentes. La segunda parada es la posibilidad de revocar el mandato del presidente.

El juicio a los políticos del pasado está programado para agosto de este año. Esto tendrá al presidente López Obrador muy ocupado en seguir en modo polarizador.

La revocación de mandato la quería AMLO junto con la intermedia, pero se evitó que así fuera y con ello no pudo estar en las boletas de las elecciones que acaban de llevarse a cabo. Pero es un hecho que el presidente quiere que en el 2022 se lleve a cabo la votación para revocarle o no el mandato. Y si la oposición cae en la trampa del presidente de apoyar este ejercicio le estará haciendo un enorme favor.

Esto viene a cuento ya que pasadas las elecciones está muy contenta una parte de la oposición por el resultado en las legislativas y en la CDMX, pero un grupo de empresarios siente que deben de ir más allá y entusiasmar a más ciudadanos a participar en la política para frenar a Morena.

Y ahí, según me comentan dentro de estos círculos de empresarios, ven que no pueden ignorar la revocación de mandato. Ojalá la ignoren. Para lograr que ésta avance, el presidente necesita que alguien presente la solicitud entre noviembre y diciembre de este año, que es el plazo de tres meses a partir de la mitad de su sexenio. El presidente no la puede solicitar, pero podemos anticipar que entre sus muchos habilitadores, alguno hará la solicitud para comenzar a juntar las poco más de 2 millones 800 mil firmas necesarias para que proceda la revocación.

Y ahí es en dónde los empresarios que quieren mayores contrapesos al gobierno deben ignorar la revocación de mandato. Una encuesta de El Financiero publicada después de las elecciones muestra que de haberse hecho la revocación el 6 de junio un 46% habría votado por remover a AMLO y un 49% por dejarlo como presidente. Esto puede poner nerviosos a quienes quisieran ver al presidente perder. Gran error harían si caen en la trampa de querer movilizar a la población para participar en el ejercicio. Hay que tomar en cuenta que al presidente le gusta estar en modo campaña y lo hace bastante bien. Prefiere que el tema sea la revocación de su mandato y apelar al pueblo como sabio en lugar de enfrentar preguntas sobre su desempeño como gobernante.

Para que el proceso de revocación sea válido debe participar cuando menos el 40 por ciento de los inscritos en la lista nominal. Con los números de este año, eso equivale a 37 millones 411 mil electores. Lo mejor que puede hacer la oposición es ignorar el proceso; no caer en la trampa de que con la revocación se puede premiar o castigar al presidente y no permitir que lo asuma como bandera de campaña para evitar la responsabilidad de gobernar.

Veremos si evitan o caen en esta trampa del presidente.

 

Columna completa en El Universal

El que las campañas que hoy concluyen hayan parecido concursos de Tiktok debería de ser por sí solo un escándalo, pero ante la violencia política que las ha marcado, el proceso ha sido una tragedia. Ir a votar será un ejercicio que, en muchos casos, va a requerir hacerlo con las narices tapadas.

Aún así, la importancia de votar en esta elección no se puede minimizar. Creo que Andrés Manuel López Obrador representa una válvula de escape para un segmento de la población que se siente escuchada. Ese es el valor más importante que encuentro en el presidente. Pero creo también que no es la persona ni el proyecto que va a hacer de México un mejor país. Por el contrario, está hipotecando nuestro futuro.

Simplemente ir en alianza con el PVEM y con el PT es suficiente para asegurar que la promesa de querer un mejor país no sea auténtica.

Increíble que este negocio que se llama Partido Verde Ecologista de México se perfile para lograr pasar de 11 diputaciones federales que tiene actualmente, a 49, según datos de Oraculus. Sería así el partido que tenga proporcionalmente el mayor crecimiento en la Cámara de Diputados en esta elección y la cuarta fuerza política del país.

El Verde ha sido descrito como la prostituta de los partidos porque cada elección se vende al mejor postor. Lo ha hecho con el PAN y se enojaron cuando Vicente Fox no quiso dar la Semarnat a Jorge Emilio González, “El Niño Verde”. Al PRI lo acompañó desde el 2003 y, al perder José Antonio Meade la presidencia en 2018, brincó de barco y de lealtad. Ahora está vendido a Morena.

En lugar de querer enriquecer la biodiversidad de un país como México, en lo único que han pensado los dirigentes del Verde ha sido en enriquecerse enormemente ellos. ¿Un Partido Verde que propone pena de muerte para los secuestradores? Cuando se conoció esta propuesta del partido hace un par de elecciones, los Partidos Verdes del mundo decidieron desconocer al de México y echarlo de entre sus pares.

Y el PT se perfila para quedar muy cerca del PVEM en fuerza legislativa con 45 escaños. A diferencia del Verde, el PT decrecería porque actualmente tiene 48 diputados. Hay que acordarnos que en la elección del 2018 obtuvo 29 diputaciones y ‘tomó prestados’ 19 legisladores para convertirse en el partido que más creció, no por sus propuestas legislativas, sino por las destrezas políticas con Morena para que ambos, junto con el PVEM, pudieran llegar a 333 diputados en la actual legislatura.

¿Cuál ha sido la acción más trascendente del PT desde su fundación en 1990? Los millones de pesos que han recibido hasta en las cuentas personales del único dirigente que ha tenido el partido en sus 31 años de existencia, Alberto Anaya y su esposa María Guadalupe Martínez, para la supuesta construcción y mantenimiento de centros de desarrollo infantil que se reportó nunca se construyeron. ¡Ah! Y también por defender al venezolano, Nicolás Maduro, y a Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte.

Para las elecciones del domingo los tres partido formaron la alianza Juntos Hacemos Historia. ¿Qué tipo de historia hacen, por cierto? La alianza va en 183 de los 300 distritos electorales que se repartieron así: 50 candidaturas para el Partido Verde, 45 para el PT y 88 para Morena.

Si las buenas intenciones del presidente López Obrador son suficientes para generar en muchos esperanza en su proyecto, el simple hecho de que esté aliado con el PVEM y con el PT debiera ser razón suficiente para no tachar Morena el próximo domingo.

 

Columna completa en El Universal

Mientras el presidente López Obrador vive obsesionado con el pasado, el presente y el futuro de México se están yendo por la borda.

En materia energética, económica y comercial, a pesar de la pandemia, México tiene la enorme ventaja de la vecindad con Estados Unidos. Los planes de rescate de nuestro vecino no tienen precedente. La cantidad de dinero que está y continuará circulando en ese país por los próximos años llevan a recordar la etapa de los años 20s. Los roaring twenties, le llamaron, cuando Occidente tuvo un crecimiento económico y una prosperidad brutal tras la Primera Guerra Mundial.

Dentro de esa ola de inversiones que vienen, el presidente Joe Biden ha sido enfático en que la inversión en energías limpias y renovables va hasta arriba de la lista. Él quiere ser recordado como el presidente que le dio la vuelta al reto del cambio climático.

Pero en lugar de querer engancharnos a esa locomotora, el presidente López Obrador busca pleito con los inversionistas norteamericanos y con el presidente Joe Biden.

La Agencia de Energía Internacional, de la cuál México es miembro desde el 2018, acaba de publicar un reporte explicando que para llegar a la meta de cero emisiones para el 2050 todos los proyectos nuevos de exploración de energías fósiles deben de detenerse en el mundo. Esto es, no más construcción de plantas de petróleo, gas ni carbón. Uno de los países que ha tomado la delantera en este sentido, además de EUA, es España. Ahí, el Parlamento acaba de aprobar una ley que prohíbe todos los nuevos permisos de exploración y producción de carbón, gas y petróleo con efecto inmediato. Además prohíbe la venta de vehículos de combustibles fósiles para 2040 y pone como meta producir el 74% de la electricidad de España con fuentes renovables para 2030.

Y, en otro sector, el mundo entero está temblando ante lo que parece inevitable: un ataque de China a Taiwán. Mientras López Obrador decide pelearse con el presente y ofrecer disculpas por temas milenarios, en Estados Unidos y gran parte del mundo hay preocupación por lo que esto puede significar en materia de producción de semiconductores.

Semi ¿qué? Pensará AMLO, mientras pide que se le sigan inyectando millones de dólares a la refinería de Dos Bocas.

Los semiconductores o chips son la piedra angular de la industria de los electrónicos. Sirven para que funcionen nuestros teléfonos inteligentes, consolas de video juegos y son el 20% del costo de los automóviles por la cantidad de semiconductores que lleva cada uno. Si la empresa más importante del mundo en producirlos, TSMC, que está en Taiwán, queda en manos de China, Estados Unidos va a padecer una escasez de semiconductores que llevará a una escasez de electrónicos a nivel global.

México, en lugar de estar pensando en construir una refinería o un tren, debería estar pensando en ser la alternativa a la fábrica de semiconductores del mundo que hoy es Taiwán. Estamos más cerca de EUA y no tenemos la amenaza China sobre nuestro territorio. Construir una fábrica de semiconductores lleva al menos un lustro, así que México no tiene tiempo que perder.

Hoy el país tiene la oportunidad de pensar insertarse en el futuro; en ser la solución para temas energéticos y de tecnología de Estados Unidos y de poder aprovechar los rugientes años por venir dado el exceso de dinero que hay allá y aquí escasea.

Pero en lugar de hacer esto, andamos en las tonterías de cada mañanera, que cada día se vuelven más insoportables y delirantes. Se está tirando el presente y el futuro de México al basurero por los rencores y resentimientos con el pasado de un individuo y de sus habilitadores.

 

Columna completa en El Universal

De las primeras reacciones el lunes en la noche tras el colapso de la trabe que sostenía estructuras de la Línea 12 del Metro, lo primero que muchos pidieron es que no se politizara el tema. Petición que obviamente cayó en oídos sordos. ¿Cómo no se va a politizar lo ocurrido?

Fue en la CDMX, gobernada por Claudia Sheinbaum, una de las políticas punteras entre las que quieren ser candidatos a la presidencia en el 2024. La obra de la Línea 12 la anunció e inauguró el actual Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que también busca la misma candidatura.

Lo ocurrido fue en un bastión sólido del partido del actual presidente, ex Jefe de Gobierno de la misma CDMX, que no se ha cansado de lanzar acusaciones al pasado por los problemas del presente.

En el 2005 la palabra del año de varios diccionarios fue Katrinagate, en referencia al pésimo manejo de George W. Bush ante el devastador paso del huracán Katrina sobre Nuevo Orleans. En una de sus últimas conferencias como presidente, Bush dijo que su mayor remordimiento en los ocho años que estuvo en La Casa Blanca fue el manejo de la respuesta a Katrina. A la fecha, en la política estadounidense se utiliza esta palabra, Katrina, para referirse a una crisis de enorme magnitud en cualquier gobierno.

Pues AMLO está ante su Katrina. El colapso de la trabe de la Línea 12 golpea a sus dos cartas fuertes para sucederlo. En casi cualquier democracia una situación como esta genera al menos una renuncia al día siguiente. En México, el actual gobierno, ante la imposibilidad de culpar al pasado por este hecho tan lamentable – cómo hacerlo si llevan gobernando la CDMX desde 1997 – decide irse a la mañana siguiente, por la hipótesis del sabotaje y señalando a los medios de comunicación de ser lamentables por manipular la información.

Lamentable fue que el presidente no pudo escribir una sola palabra de solidaridad y pésame para las familias afectadas por lo ocurrido la misma noche del lunes. Antes escribió por twitter un mensaje de solidaridad con la gente de la CDMX el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, que el presidente López Obrador.

Lamentable es la crónica de un accidente anunciado desde hace tiempo. La Línea 12 se construyó a un sobre precio. El 8 de agosto del 2007, cuando anunció que esta nueva ruta se construiría, Ebrard dijo que costaría 9 mil millones de pesos. Diez años después, el costo ya era de 22 mil millones de pesos. Desde que se inauguró el 30 de octubre del 2012, se hizo en medio de cuestionamientos sobre su seguridad.

Y es que originalmente la Línea 12, que mueve alrededor de 450 mil personas al día de los 5 millones de usuarios del metro, iba a ser un túnel. Eso implicaba demasiado tiempo. Para acelerar que la Línea estuviera lista antes de que terminara su gobierno Ebrard, deciden hacerla elevada. Y para no expropiar terrenos justo en la zona de Tláhuac, usan el Derecho de Vía. Esto llevó a hacer curvas más cerradas de lo recomendado. Por todo lo anterior, ante notario público hubo reporte de desgastes que obligaron al cierre de 11 de las 20 estaciones un mes antes de la inauguración.

Desde inaugurada, la Línea 12 chupa presupuesto de manera importante. Alrededor de 120 millones de pesos al año, casi lo mismo que el presupuesto de mantenimiento de todas las demás líneas del metro juntas.

Lo que en otros países genera cuando menos una renuncia, ya no digamos una investigación exhaustiva, aquí simplemente espera ser opacado por un nuevo escándalo que no tardará en llegar. Mientras tanto, las banderas a media asta. Flaco consuelo. Bastante barato para los que han tomado decisiones erráticas y para quienes han evadido su responsabilidad en medio de las pugnas políticas. Las víctimas reales, además de los familiares de los fallecidos, son los usuarios diarios de la ‘Línea Dorada’ cuyo calvario para moverse se acaba de complicar mucho más.

Columna completa en El Universal

El presidente López Obrador está convocado para asistir mañana de forma virtual a la Cumbre Climática organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con otros 39 Jefes de Estado. Biden ha sido claro desde que ganó la presidencia en la importancia de revertir el daño al combate al calentamiento global que se dio durante la presidencia de Donald Trump.

Por ello, su primer anuncio apenas llegó a La Casa Blanca, fue el del regreso de EUA al Acuerdo Climático de Paris. Fuera del rescate económico ante la pandemia, su otro gran anuncio ha sido el plan de infraestructura que está enfocado en acelerar el proceso para que la economía estadounidense sea verde y las emisiones de CO2 sean 50 por ciento por debajo de las que se emitían en 2005.

En el plan de infraestructura de Biden me sorprendió que busca, entre otras cosas, reemplazar todas las tuberías de agua del país para que estén libres de plomo. Eso es ayudar a la economía, ya que implicará una inversión de 45 mil millones de dólares, y además a la salud porque es bien sabido el daño que ocasiona el plomo del agua en los humanos.

El plan que el presidente de México presentará en esta cumbre va enfocado a la migración utilizando el programa Sembrando Vida que López Obrador considera el sello de su preocupación por el medio ambiente.

Este programa ha demostrado ser un completo fracaso. Lejos de ser la panacea que el presidente presume, mediante el cual se están plantando mil millones de árboles frutales y maderables a cambio de 4 mil 500 pesos, Sembrando Vida está generando deforestación.

Como los campesinos deben plantar las semillas que reciben como parte del programa para poder recibir los 4 mil 500 pesos, lo que están haciendo es talar y quemar sus tierras para poder tener en donde plantar los árboles. Pero el programa no se preocupa por saber qué árbol es nativo a cada lugar. Entregan semillas; piden que las planten y listo. Si después mueren más de la mitad, eso ya no importa.

Según imágenes satelitales recolectadas por el Instituto de Recursos Mundiales, el programa generó una deforestación de casi 80 mil hectáreas en su primer año. Así lo publicó el Instituto en su Análisis de los impactos en las coberturas forestales y potencial de mitigación de las parcelas del programa Sembrando Vida implementadas en 2019.

Pues este programa, con todo y sus fracasos, es la gran propuesta con la que llegará mañana AMLO a la Cumbre Climática. Ahí no solo va a presumir que Sembrando Vida es un éxito. Va a solicitar que el programa se expanda a Guatemala, Honduras y El Salvador y que esta ampliación la pague el gobierno de EUA para genera empleos y combatir la migración. Además AMLO quiere que quienes se adhieran en Centroamérica al programa puedan, al cabo de 3 años de trabajo, nacionalizarse estadounidenses si así lo desean.

No puedo imaginar la cara de Biden al escuchar esta propuesta de AMLO, el presidente que no lo quiso felicitar cuando ganó la elección de noviembre para no intervenir en los asuntos internos de Estados Unidos.

El record de México en materia de Medio Ambiente está manchado también por los asesinatos de activistas ambientalistas. Ya van cinco asesinatos en lo que va del año. El más reciente fue el 28 de marzo cuando fue asesinado en Oaxaca el activista ambientalista Jaime Jiménez Ruiz, quien se oponía a la construcción de proyectos hidroeléctricos en Río Verde. Todos estos asesinatos están impunes.

Pero AMLO quiere darle instrucciones sobre migración a Biden. AMLO, el ambientalista.

 

Columna completa en El Universal