La Coordinación Ejecutiva de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) informó la noche de ayer que se suspendía la Fase 1 de la contingencia ambiental atmosférica por ozono y sus medidas a partir de las 20:00 horas.

La CAMe indicó que se levantó la contingencia debido a que las  concentraciones horarias de ozono fueron menores a las que establece el Programa, motivada por la perdida de intensidad del sistema de alta presión sobre el Valle de México, que ya se desplaza hacia el Golfo de México, favoreciendo mayor ventilación y provocando una mejor dispersión del ozono, aunque el resto de las variables meteorológicas permanecieron sin cambios relevantes.

Sin embargo, precisó que en temporada de ozono, la intensidad y el desplazamiento de los sistemas meteorológicos de alta presión cambian de manera continua, lo que puede originar nuevos incrementos en la concentración de ozono.

Añadió que también se pueden presentar otras condiciones meteorológicas que favorecen la formación de ozono a partir de las emisiones de óxido de nitrógeno e hidrocarburos, por lo que invitó a la población en general a que evite, en la medida de lo posible, el uso del automóvil, con el objetivo de contribuir a la disminución de emisiones.

Advirtió que hoy prevalecerán condiciones adversas para la dispersión de los contaminantes. De acuerdo a los modelos meteorológicos, se pronostica para este jueves cielo despejado a medio nublado en la mayor parte del día, con temperatura máxima de 29°C y alta radiación solar.

Y aunque la CAMe suspendió la Fase 1 de la contingencia ambiental, ya se reporta mala calidad del aire.

De acuerdo al Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México, esta mañana, se reportaba una calidad del aire mala en la alcaldía de Venustiano Carranza y en el municipio de Coacalco en la Ciudad de México. En el resto de la Zona Metropolitana del Valle de México, es de buena a aceptable.

Expertos señalan que esta medida, restringir la circulación de automóviles, no funciona para lograr bajar la contaminación.  El funcionamiento de industrias relacionadas a combustión afecta la calidad del aire, en especial la refinería de Tula, Hidalgo en donde se concentra el mayor problema para la calidad del aire en el Valle de México.