Durante  el discurso de apertura de la sesión anual del parlamento chino, el primer ministro chino Li Keqiang prometió devolver el cielo azul a su país, infestado por la contaminación.

Li aseguró que el gobierno está “librando una guerra despiadada con el fin de preservar el cielo azul”, dos meses después de un pico de contaminación durante el cual el norte de China quedó bajo alerta roja durante seis días.

Keqiang informó que su gobierno reforzaría este año las normas ecológicas y las haría implementar de manera más estricta. “Cerraremos sin vacilar las empresas que no estén conformes a la ley” en materia de emisiones, afirmó el primer ministro.

Añadió que habrá castigos severos para quienes contaminan a escondidas o que cometen fraude “Aquellos que no hagan respetar la ley o que toleren las infracciones de los contaminantes también deben ser perseguidos con severidad”.

En China, el carbón es la principal fuente de energía. Cuando llega el invierno,  los sistemas de calefacción contaminan el aire. Por esa razón, más de 3 millones de hogares pasarán del carbón a la electricidad o al gas este año, indicó Li ante los 3 000 diputados de la Asamblea Nacional Popular, reunidos en el Gran Salón del Pueblo en Pekín.

Con información de Agencias