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Una de las noches más memorables de la Convención Nacional Republicana fue cuando entró al escenario Donald Trump con las bocinas tocando a todo volumen la canción de James Brown de “Es un mundo de hombres, hombres, hombres”. Ahí mismo, entró en escena el luchador Hulk Hogan gritando como buen macho y arrancándose la camisa.

La campaña de Donald Trump se enfocó en presumir su masculinidad. Y el resultado fue positivo. En lugar de ir a entrevistas con medios tradicionales, Trump se sentó con varios podcasts dirigidos por hombres que le hablan a hombres. El más relevante de ellos, sin duda, fue Joe Rogan. Trump le dio una entrevista que duró 3 horas y que tiene más de 49 millones de vistas en YouTube. JD Vance, el compañero de fórmula de Trump, también fue con Rogan y su episodio tiene 16 millones de vistas. La noche antes de la elección Rogan salió a manifestar públicamente su apoyo a la candidatura Trump-Vance.

Más allá del fenómeno que resultaron ser los podcasts como herramienta exitosa de comunicación en ambas campañas, lo que daría para una columna en sí, es de llamar la atención que en una contienda en la que estaba en juego tanto para las mujeres, la elección la acabaron definiendo los hombres.

Aun cuando la elección se dio por primera vez desde que se revirtió el derecho al aborto en EUA, y aun cuando Kamala fue la segunda oportunidad para que los estadounidenses votaran por una mujer para la presidencia, Harris perdió. Y es que más de la mitad de los hombres menores de 30 años votaron por Trump. En el 2020 ocurrió exactamente lo contrario. Uno de los segmentos que fue decisivo para la victoria de Trump fueron los hombres latinos. Mientras que en el 2020 un 59% votó por Biden frente a un 36% que lo hizo por Trump, ahora un 54% votó por el republicano frente a un 44% que lo hizo por ella.

La campaña de Trump bombardeó con un spot que hablaba de Harris como una mujer más preocupada por proteger los derechos de la población transgénero que de la población en general. “Ella está por elles; mientras Trump se preocupa por ti”, decía el spot. En un contexto de hipermasculinidad, el mensaje resonó.

Aunque la vicepresidenta obtuvo más votos de mujeres que Trump (54% vs 44%), menos mujeres votaron por Harris de las que lo hicieron por Biden. Más de la mitad de las mujeres blancas votaron por Trump. En los segmentos en los que le fue bien a Harris fue con mujeres negras (un 92% que votaron por ella frente a un 7% que votó por Trump), y con las latinas, (un 61% por ciento que votaron por Harris frente a un 37% que votó por Trump).

Evidentemente el género no fue lo único que influyó en el triunfo de Donald Trump, pero me temo que entre los saldos del resultado de la elección en Estados Unidos podría estar que los partidos, tanto el Demócrata como el Republicano, decidan no postular a una mujer a la presidencia en un buen tiempo.

Apostilla: Lo publicado ayer en estas páginas debiera ser alarmante. Un presidente que en aras de la austeridad decidió quitarles pensión y seguridad a sus antecesores, ahora recibe una pensión mensual de poco más de 21 mil pesos y cuenta con un esquema de seguridad y protección en su domicilio particular en Palenque, Chiapas proporcionado por la Sedena. ¿No que el pueblo lo cuidaba? ¿No que mucha austeridad? Entiendo que esto, aquí y en China, se llama incongruencia.

Columna publica en El Universal

Florida, EUA: Las encuestas marcaron un país dividido hasta ayer, el último día en que pudieron votar los estadounidenses. El tono de las campañas evocó dos sentimientos muy poderosos. En el caso de Trump, el enojo con un país que ha definido como en declive, que está siendo invadido por migrantes que son criminales que llegan a EUA a contaminar la sangre de sus ciudadanos. En el caso de Harris, la esperanza en un mejor país. Un EUA que le pueda dar la vuelta a la página de Trump quien ha estado presente casi por una década en el espacio político…y más allá.

Enojo vs Esperanza. Ambos son sentimientos que mueven a los votantes. Ambos han probado ser una receta ganadora.

Enojo fue lo que llevó a Richard Nixon a ganar en 1968 con su campaña de “La Mayoría Silenciosa” que estaba fastidiada con las manifestaciones en contra de la guerra en Vietnam. Lo mismo le ocurrió a Bill Clinton con el enojo que evocó en contra de las políticas económicas de George Bush padre, en especial su promesa de no aumentar impuestos.

Esperanza es la palabra que primero viene a la mente si pensamos en la campaña ganadora de Barack Obama. Pero hay otras campañas que han ganado con este mensaje. Desde Franklin D. Roosevelt con su “New Deal” como la receta para tener esperanza en medio de la Gran Depresión o Ronald Reagan quien con su slogan “Es de mañana en América” quiso mostrar un optimismo renovador para su país.

En esta ocasión la división entre enojo y esperanza ha sido tan potente que prácticamente no ha importado qué hagan bien o qué hagan mal ambos candidatos. La aguja no se ha movido. Trump puede hacer movimientos grotescos con un micrófono; decir que su oponente es una prostituta; aplaudir que a un territorio del país le llamen una pila de basura en medio del océano al referirse a Puerto Rico y nada de eso hace que sus simpatizantes revaloren si es el indicado para dirigir al país.

Por el lado de Harris, ella es la vicepresidenta de un Biden que ha logrado que EUA sea el país que mejor se ha recuperado en todo el mundo de los efectos económicos de la pandemia. Su economía es la envidia de cualquiera y sin embargo, un 63 por ciento de los estadounidenses sienten que van por el camino incorrecto.

Escribo esta columna cuando no sabemos quién ha ganado las elecciones. Lo único seguro es esta división, o más bien polarización del país. Y que para México vendrán cuatro años sumamente complicados.

Algunos piensan que es mejor que llegue Trump con sus amenazas para poner orden en un México que no ha sabido lidiar con las amenazas del crimen organizado y a las instituciones. Y que necesitamos que lleguen los estadounidenses a exigir orden.

La verdad es que hemos sido un mal vecino. Estamos en la conversación en EUA por las razones equivocadas. Si de migración se trata, por nuestra frontera entran miles de indocumentados a Estados Unidos. Si de combate a la inseguridad hablamos, tenemos a un gobierno que se enoja por la captura de uno de los grandes capos del narcotráfico. Y en materia comercial estamos implementando reformas que vulneran el Estado de Derecho, justo lo que necesitan las empresas extranjeras para tener certeza al traer su dinero a nuestro país.

Si gana Harris, el nuevo gobierno de EUA se va a poner duro para que México deje de generar problemas al sur de su frontera. De ganar Trump, va a chantajear al gobierno mexicano desde el día uno, como ya lo hizo antes de ser electo. Así que hoy, si ya hay resultados, podremos saber si aguantar la respiración de miedo o si ponernos a trabajar para ser un mejor vecino de la economía más fuerte en el mundo.

Columna publicada en El Universal

¿Quién va a ganar en Estados Unidos? Es la pregunta que más recibo en estos días. Las encuestas marcan un empate, tanto en las nacionales como en los siete Estados columpio. Agregadores como Real Clear Politics le dan +.8 a Harris y 50 por ciento de probabilidad de ganar tanto a Trump como a la Vicepresidenta en FiveThirthyEight.

En las cien simulaciones que hace el semanario The Economist Trump gana 54 veces y Harris 46.

Si queremos buscar claridad en las casas de apuestas, bajo el supuesto de que como ahí las preferencias se miden en dinero contante y sonante, resulta que tampoco encontraremos respuesta. Y es que las casas de apuestas están manipuladas por afines a Trump.

Apostadores en Polymarket le dan un 64 por ciento de probabilidades a Trump de ganar. Pero, hay tres cuentas que le han inyectado $30 millones de dólares en estos días apostando a que Trump ganará y con ello han logrado generar mucho ruido en las redes sociales para que la percepción sea que el expresidente va que chuta para regresar a La Casa Blanca.

La verdad es que ahora, cuando ya han votado más de quince millones de estadounidenses, la contienda es un volado. Y por ello ambas campañas han estado metiendo toda la carne al asador.

Del lado de Harris, su campaña se ha podido enfocar en dar muchas entrevistas ya que ha recaudado tanto dinero que no es necesario que se junte con donadores. Lleva más de mil millones de dólares recaudados desde que Biden se bajó de la contienda. Es una cantidad que no tiene precedente y menos contando lo corta que ha sido la campaña.

Las entrevistas las ha dado con periodistas y medios que han sorprendido. Primero arrancó en el podcast “Call Her Daddy” que conduce Alex Cooper. Éste logra audiencias de hasta 10 millones de escuchas por episodio. No es un podcast que trate temas políticos. Más bien toca temas de mujer. Y por ello ahí Harris pudo explayarse en su postura ante el aborto.

Además del podcast de Cooper, Harris fue al programa nocturno de Stephen Colbert, The Late Show, a The View, también de fuerte audiencia femenina, y muy notablemente fue a Fox News con Bret Baier a meterse prácticamente a la cueva del lobo. Baier no entrevistó a Harris, más bien la confrontó como si fuese un debate entre él y la actual vicepresidenta. La estrategia de Harris era acercarse a votantes republicanos que no simpatizan con Trump. Veremos si su apuesta con ésta última entrevista fue la correcta.

Trump, por su parte, aceleró el paso en sus eventos y entrevistas, también varias a medios digitales incluyendo el podcast This Week con Theo Vaughn y Full Send de los simpatizantes de Trump agrupados bajo los Nelk Boys. Ahora estará con Joe Rogan que tiene 14 millones de escuchas por episodio. Así que también el ex presidente ha optado por acudir a medios no tradicionales para acercarse a audiencias específicas, en su caso a hombres jóvenes.

Tanto en sus entrevistas como en sus eventos Trump ha doblado su apuesta en su discurso de enojo y odio al grado de amenazar con desplegar a la Guardia Nacional para combatir a los enemigos internos si gana la presidencia. Esos enemigos internos son, ni más ni menos, que ciudadanos estadounidenses que se le ha opuesto.

Estamos a menos de dos semanas de que concluyan las votaciones en Estados Unidos. Las campañas han tenido de todo. Ha sido impactante ver la organización que implica buscar el voto ciudadano con propuesta y no con compra de voto como ocurre en otras latitudes. Y con todo y todo, el resultado de la elección es un volado.

Columna publicada en El Universal

La clave de la prosperidad son las instituciones de un país. Esta premisa tan sencilla de entender pero tan difícil de lograr le valió esta semana el premio Nobel de Economía a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson.

La pregunta que se hicieron estos economistas fue ¿por qué hay países que aun cuando son vecinos y gozan prácticamente de las mismas condiciones geográficas, climatológicas y hasta algunas culturales tienen un desarrollo diametralmente distinto? Y el ejemplo que los hoy premiados ponen son las dos Nogales, ciudades en la frontera México y Estados Unidos: Nogales, Sonora y Nogales, Arizona.

Las poblaciones de ambas Nogales han sido tan cercanas por tanto tiempo que hasta ancestros comunes pueden compartir. Sin embargo, del lado estadounidense gozan de mejor salud, educación y oportunidades que en el lado mexicano. En la Nogales de EUA pueden premiar o castigar a los políticos según su desempeño, no así en Nogales de México ¿Por qué?

Los Nobel escriben que en Nogales, Sonora, a pesar de las profundas similitudes geográficas y culturales que hay con la Nogales de Arizona, el crimen organizado hace que iniciar y administrar empresas sea riesgoso. ¿Por qué esta diferencia?

La respuesta la sabemos bien. Cuántas veces no se ha dicho que los mexicanos somos unos en México y otros en Estados Unidos. Aquí rompemos las reglas y allá nos comportamos. Y esto es así porque el costo de romper la ley en Estados Unidos se paga y en México la impunidad es la regla.

Así, el Nobel de Economía fue para quienes concluyeron a base de estudios científicos que las instituciones marcan la diferencia entre un país que se desarrolla y uno que se estanca. El fenómeno lo remiten a cómo fue colonizado México vis a vis cómo se formó Estados Unidos con los migrantes de Gran Bretaña. Las instituciones que se crearon entonces influyeron en el desarrollo de cada país. Pero hoy vemos estas diferencias aun sin remitirnos a las épocas coloniales. Finlandia es un país más rico y próspero que Rusia. Lo mismo República Dominicana y Haití. Caso similar el de Turquía y Grecia.

La clave del éxito de los países más ricos está en tribunales que deciden los casos de manera justa; en policías que hacen cumplir las leyes y en funcionarios públicos que actúan en beneficio del interés público y no con el propósito de canalizar recursos hacia las elites.

Ejemplo patente de que en México vamos en sentido contrario lo vimos cuando Mario Delgado dijo que de regalo de despedida le darían a AMLO la reforma judicial. Ahí, el entonces dirigente de Morena, dejó claro su desdén por buscar un beneficio para el interés público y su búsqueda a toda costa para beneficiar a la élite política, al entonces presidente.

Resulta paradójico que justo en el momento en que en México se están desmantelando las instituciones que nos podrían conducir al desarrollo que viven ciudades como Nogales, Arizona, hayan sido premiados Acemoglu, Johnson y Robinson. Su conclusión es que las instituciones que establecen libertades económicas fundamentales y el Estado de Derecho son buenas para el crecimiento económico a largo plazo.

Parafraseando al asesor de Bill Clinton, James Carville, que decía que la respuesta para ganar elecciones estaba en la economía (“It’s the economy, stupid!”) la clave del desarrollo está claramente en las instituciones.

Pero en México se ha decidido andar por el sentido contrario. Lejos de fortalecerlas, hemos optado por desmantelar las pocas áreas que lograban un dejo de cumplimiento con el Estado de Derecho.

Columna publicada en El Universal

Ayer fue la noche más importante en la carrera política de Kamala Harris. En el primer debate, y probablemente el único, que tenga con Donald Trump, su tarea era que los estadounidenses la conocieran.

A pesar de ser actualmente la Vicepresidenta, ésta es una oficina que permite muy poco foco para quien la ostenta. La labor de un vicepresidente es precisamente la de no opacar al jefe.

En una contienda tan cerrada como está actualmente la presidencial de Estados Unidos, el debate de anoche era crucial. Sabemos que la fecha de la elección es el 5 de noviembre pero la votación anticipada arranca ya, este próximo lunes 16 de septiembre, en nada más y nada menos que un Estado crucial para Harris: en Pennsylvania.

Cada uno tenía una tarea fundamental que cumplir. Harris, como ya decía, tenía que mostrar quién es ella y sacudirse la imagen que Trump ha querido plasmar sobre la demócrata. El expresidente ha dicho que Harris es básicamente una comunista y por ello la ha llamado “camarada Kamala”.

Trump debía disciplinarse y durante noventa minutos atacar a Harris sobre temas específicos como economía; migración y seguridad y no meterse en ataques personales a su contrincante.

¿Logró anoche Harris que los estadounidenses la conozcan por quien es y no por quien dice Trump que es ella?

Si. Harris se mostró como una mujer preparada que supo frenar las mentiras de Donald Trump sobre ella. Notablemente cuando reafirmó que tanto ella como su compañero de fórmula son dueños de armas y no planean quitarle su derecho a portar armas plasmado en la Segunda Enmienda a los estadounidenses. También cuando quiso pintarla como la culpable del caos en la frontera. Ahí Harris fue clara al decir que cuando había una propuesta bipartidista para poner orden, fue Trump quien pidió que los legisladores republicanos la rechazaran para no darle un triunfo político a los demócratas.

¿Logró Trump disciplinarse y no atacar personalmente a Harris?

Mas o menos. No la atacó por su risa. Sí la llamó Marxista. Pero en donde definitivamente perdió el control Donald Trump fue cuando Harris comentó que los asistentes a los mítines del expresidente se salen temprano porque se aburren de escucharlo. Ahí Trump se salió de su casilla de disciplina al grado de desviarse para hablar de una teoría de conspiración sobre inmigrantes haitianos que se comen los perros de la población de Springfield, Ohio.

Esto evidentemente hizo reír a la vicepresidenta.

Trump se vio enojado: con los migrantes; con los resultados electorales del 2020 que sigue diciendo que fueron fraudulentos; habló de una América en declive y de que vamos encaminados a la Tercera Guerra Mundial.

Harris logró poner a Trump a la defensiva. Y lo hizo de forma decidida, firme y elegante. Habló de un Estados Unidos que quiere darle la vuelta a la página de los conflictos trumpianos; de un país que debe apoyar a empresas pequeñas y medianas; con una persona en La Casa Blanca que se preocupe por los estadounidenses, no por sí mismo.

En el debate quedó claro que Trump es el candidato del odio y del enojo y Harris es la candidata del futuro y de la esperanza. Ambos son sentimientos potentes para ganar elecciones. Veremos cuál de los dos sentimientos es el que resuena en los votantes estadounidenses que comenzarán a elegir desde el lunes próximo.

Apostilla: Al terminar el debate el equipo de Trump recurrió a la clásica herramienta de quien pierde, culpar a los moderadores.

Columna publicada originalmente en El Universal

La elección que hizo Kamala Harris de Tim Walz para ser su compañero de fórmula me gustó mucho. Aun cuando se hablaba de que Harris debía escoger al senador por Arizona, Mark Kelly o al popular gobernador de Pennsylvania, Josh Shapiro, porque ambos son de estados columpio indispensables para Harris, la verdad es que el estado del cuál es un político ha demostrado tener poco impacto en las elecciones.

Basta voltear a ver contiendas del pasado. Paul Ryan, era Representante de Wisconsin y esto no le ayudo a Mitt Romney a ganar el estado en 2012 cuando fue su compañero de fórmula. John Edwards no ayudó a que John Kerry ganara su estado natal, Carolina del Norte, en el 2004.

Bueno, ni siquiera el que Joe Biden hubiese nacido en Scranton Pennsylvania fue un factor para que el hoy presidente ganara ese estado en el 2020. De hecho, Biden ganó Pennsylvania por un margen tan estrecho (80 mil votos) que no se pudo declarar quién era el ganador de la elección sino hasta tres días después, el viernes 6 de noviembre, cuando se terminaron de contar los votos precisamente en ese estado.

Lo recuerdo muy bien porque en la cobertura que estábamos haciendo en Televisa, tuve que volar de Florida a Georgia ese viernes y, alrededor de las 11am, cuando estaba en vuelo, fue cuando se definió Pennsylvania y entonces vinieron gritos de felicidad de la mayoría de los pasajeros al saber que, al ganar Biden Pennsylvania, Trump había sido finalmente derrotado.

Volviendo a Walz, el actual gobernador de Minnesota es un hombre ligero, alegre y buen comunicador. Es alguien que regresa el entusiasmo y sentimientos positivos a un país que lleva escuchando división y odio de parte de Trump por ya demasiado tiempo.

Como hombre blanco originario del corazón rural estadounidense, tiene una biografía ¡y hasta el acento! que puede ayudar a Harris a agrandar su bolsa de votantes y a balancear el que ella sea una mujer, abogada, del estado más grande y rico de EUA, California.

Walz conoce muy bien cómo funciona la Cámara de Representantes ya que él mismo lo fue por más de una década y esto ayuda a unificar al partido demócrata. Por eso el aplauso de Nancy Pelosi a su nombramiento fue tan efusivo e inmediato. Y en esos años como legislador y luego como gobernador de Minnesota, Walz ha tenido que aprender a tratar con los republicanos.

Shapiro pudo haber sido una muy buena elección pero en un momento en el que la guerra en Gaza ha tomado relevancia en la política estadounidense, el que el esposo de Harris sea judío hacía que, si además elegía ella a un compañero de fórmula de la misma religión, esto pudiese alienar a votantes jóvenes que han estado manifestándose por el apoyo tan fuerte que Biden le ha dado a Israel. En ese sentido, la religión de Shapiro pudo haber influido en que no fuera el +1 de Harris.

En el caso de Mark Kelly, era muy atractivo pensar en un astronauta haciendo campaña. Kelly, senador por Arizona, conoce la frontera y tiene posturas duras de ley y orden para componerla. Por ello le podía sumar a Harris a los escépticos del trabajo que la actual vicepresidenta ha hecho en la frontera. Sin embargo, quitarlo del Senado abría un escaño que el partido demócrata no puede darse el lujo de perder. Por ello Kelly le puede sumar más a los demócratas desde el Capitolio.

Estamos a 90 días de las elecciones y la fórmula Harris-Walz arranca con el pie derecho.

Apostilla: con Biden fuera de la contienda, ahora ha surgido un nuevo apodo para Trump: DonOLD.

Columna publicada en El Universal

En muchas cosas mostraron estar unidos los republicanos durante su Convención Nacional de la semana pasada. Además de una adoración casi divina a Donald Trump, los unió el discurso antiinmigrante, enfocado en que quienes cruzan la frontera sin documentos son invasores que cometen crímenes al llegar a Estados Unidos. Crimen migrante fue el eje sobre el cual giraron los discursos en Milwaukee.

En su más reciente episodio de “Last Week Tonight”, John Oliver hace un gran recuento de por qué fue este uno de los temas más recurrentes del partido y por qué es tan popular para un segmento de los estadounidenses.

Todo empezó con una nota que la cadena Fox News transmitió a partir del 27 de Enero de este año en el que repitieron un segmento de unos supuestos migrantes peleando con unos policías de Nueva York (NYPD) y después supuestamente uno de esos migrantes festeja con una señal obscena su liberación tras haber pasado un día en prisión. El segmento fue repetido por Fox News más de 60 veces.

Después se supo la realidad de lo que Fox había transmitido. El pleito con el NYPD lo comenzaron los policías. Y el migrante liberado que mandó la señal obscena era una historia a parte de la del pleito y lo hizo porque, sin haber hecho nada, lo aprehendieron pensando que era otra persona, también migrante, y lo llevaron a prisión en donde estuvo 24 horas. Cuando fue liberado hizo la señal del dedo como protesta por haber ido a prisión sin razón alguna, más que por su aspecto físico. Pero esto ya no fue aclarado por Fox News y la cadena siguió adelante con su campaña de hablar recurrentemente de los crímenes migrantes.

A esa historia Fox News agregó otras. En una aparecen unos hombres blancos vestido de rojo, los llamaron Ángeles Guardianes, una especie de grupo de vigilantes que están deteniendo a supuestos indocumentados cometiendo crímenes en Times Square de Nueva York. Resulta que los delitos son inventados y los Ángeles Guardianes detienen a gente simplemente por parecer migrantes y por hablar español. Pero esto ya no lo precisa Fox.

El partido republicano intentó durante la convención de Milwaukee vincular el tema del crimen migrante con las adicciones y el problema de sobredosis tan tremendo que padecen en EUA. Antes de la Convención abrieron una página de internet que se llama Bidenbloodbath.com (el VPN no permite entrar a la página desde México) en la que se pueden ver crímenes causados por migrantes en 13 estados de EUA. Al picar en Ohio, Wisconsin, Carolina del Norte y Montana, lo que aparece es, en lugar de delitos de migrantes, cifras de muertes por sobredosis de fentanilo. Así conectan ambos temas sin que tengan relación alguna. Fue algo que también hizo J.D. Vance en su discurso de aceptación de la candidatura a la vicepresidencia y algo que repitió Trump en su larga perorata de 90 minutos.

No importan los datos duros como que el 91 por ciento de los decomisos de fentanilo en la frontera se hicieron a ciudadanos estadounidenses, no a migrantes indocumentados. Ni que, según datos del Instituto Cato, solo un .009 por ciento de las personas arrestadas por la Patrulla Fronteriza en el 2022 traían fentanilo.

Pero la narrativa está hecha: los migrantes entran a EUA y cometen delitos, además de que son los que trafican fentanilo. No es de extrañar que en Milwaukee hubiera pancartas que ondeaban los asistentes en las que se leía “Deportación Masiva ¡ya!”.

Una encuesta publicada por Gallup este mes muestra claramente cómo ha crecido el sentimiento antiinmigrante en los estadounidenses en general y en los republicanos en particular. Y no solo eso, el tema migratorio ha aparecido constantemente como el primero o segundo más preocupante para los votantes.

Así que en México tendremos que irnos preparando para una retahíla de ataques a los connacionales que viven en EUA porque es algo que enciende los ánimos del electorado republicano. Trump y Vance los saben y lo van a aprovechar.

Columna publicada en El Universal

La mayor suerte, evidentemente, fue haber volteado la cara justo cuando una bala estaba por matarlo. El atentado en contra de Donald Trump fue fallido y solamente significó una herida en la oreja.

De ahí vino la reacción de levantar el puño y llamar a sus simpatizantes a pelear. “¡Fight; fight; fight!” Fue una demostración de fuerza que contrasta con lo endeble, frágil y disminuido de su oponente, el presidente Joe Biden.

Trump es el séptimo presidente de EUA que sufre un atentado. Es el tercero en sobrevivirlo. Abraham Lincoln; James Garfield; William McKinley y John F Kennedy murieron. Theodor Roosevelt en cambio, logró sobrevivir la bala que le disparó un inmigrante de origen alemán a unas cuadras justo de donde hoy celebran su convención los republicanos, en Milwaukee, en 1912.

El segundo presidente en sobrevivir un atentado fue Ronald Reagan en 1981 cuando John Hinckley le disparó con la intención de atraer la atención de la actriz Jodie Foster.

Y ahora, Trump.

Desde ese momento el republicano se ha convertido en la imagen misma de un milagro para muchos de sus simpatizantes. En la Convención de Milwaukee los oradores han hablado de Trump casi como un Dios. ¿Significa esto que Trump ya tiene asegurado el triunfoen noviembre próximo?

Sus momios han aumentado, sin duda. Y la mala posición en la que se encuentran los demócratas ante un Joe Biden que se niega a ceder la estafeta para que alguien más vigoroso se quede con la candidatura no hace más que ayudar a Trump. Muestra de lo seguro que está con sus posibilidades de ganar fue la elección de su compañero de fórmula.

Al elegir a J.D. Vance, Trump demuestra que lo importante para él es asegurar el futuro de su movimiento MAGA (Make America Great Again) y no crecer su base de simpatizantes. Aun cuando ha llamado a la unidad tras el atentado, todo indica que se refiere a unidad en torno a su movimiento, no unidad en torno a un país en el que quepan otras formas de pensar. Será fundamental el discurso que de mañana en el cierre de la Convención para conocer con exactitud qué dirección toma Trump.

Tiene dos opciones: engrandecer con un discurso que apacigüe los ánimos de violencia y venganza o dividir con un llamado partidista que empuje a EUA hacia un abismo mayor al que ya se encuentra.

J.D Vance tiene apenas 39 años. En un país gobernado por una gerontocracia, representa una bocanada de aire fresco. Es además un converso. Pasó en muy poco tiempo de equiparar a Trump con Hitler a ser su compañero de fórmula. Los conversos, bien sabemos, son los mejores comunicadores y defensores de quien antes denostaron. A partir de ahora veremos a Vance ser el perro de ataque de Trump en temas como el aborto; el libre comercio; el freno a la ayuda a Ucrania y la lucha en contra de los carteles mexicanos.

En ese sentido, esperemos que en el futuro gobierno de Sheinbaum estén preparándose para un entorno muy complicado de llegar a La Casa Blanca Trump-Vance en enero del 2025.

Columna publicada en El Universal

Mañana será el primer debate entre Donald Trump y Joe Biden de esta segunda campaña presidencial que disputan ambos candidatos. La apuesta no puede ser más importante. No es una exageración afirmar que el triunfo de uno u otro marcará una ruta diametralmente distinta para Estados Unidos.

Falta mucho tiempo para las elecciones. Actualmente las encuestas nacionales se han cerrado con Trump aventajando a Biden con solo un punto. Pero Trump aventaja en las encuestas de los seis estados que se prevé definirán la elección: Arizona, Georgia, Pennsylvania, Wisconsin, Nevada y Michigan.

La importancia del debate está en que ambos candidatos tienen muchos negativos y se enfrentan a ciudadanos que, o odian a ambos, o han ya decidido por quién van a votar y prácticamente no hay nada que pueda decir o hacer el oponente para convencerlos de cambiar de opinión.

¿Qué estrategia deberán adoptar Biden y Trump ante un electorado tan polarizado? Del lado de Trump es fácil anticipar que va a llegar a decir que Estados Unidos es un desastre y que él necesita regresar para hacer América grande otra vez. Va a acusar a Biden de querer utilizar el aparato de justicia para descarrilar sus aspiraciones presidenciales y va a cuestionarlo por su edad y por tener un hijo que ha sido declarado culpable de haber mentido sobre sus adicciones para comprar un arma.

¿Qué debe de hacer Biden? ¿Atacar a Trump o defender sus logros en lo que va de su presidencia? Biden puede hablar de la baja en la inflación; de cómo ha evitado que la economía entre en una recesión y de cómo han bajado los costos de las medicinas en su presidencia. Puede presumir su Acta para Reducir la Inflación que ha sido sumamente exitosa aun cuando su aprobación no contó con el respaldo republicano.

Creo que sería un error que Biden ataque a Trump por haber sido declarado culpable en una corte en Nueva York. Para la base de Trump, esto solo refuerza sus simpatías hacia el magnate. Tampoco considero que Biden debe de perder el tiempo en decir que él representa la defensa de la democracia. Es un concepto demasiado abstracto en un momento con los ánimos tan álgidos.

Si va a atacar a Trump es mejor hacerlo por el lado del aborto. Gracias a los jueces que él nominó a la Corte, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo fue revertido. Eso le puede sumar a dos segmentos de la población muy importantes: mujeres y jóvenes.

Si Trump ataca a Biden por el lado de su hijo Hunter, será un error. Biden seguramente contará con la empatía de miles de estadounidenses que han lidiado con un problema de adicción, ya sea personalmente o de algún familiar. Es un tema que no le es ajeno a la mayoría de los ciudadanos de EUA y en donde ver la unión y el apoyo familiar que recibió Hunter hace de Joe Biden un humano mucho más cercano a los problemas de la gente común y corriente.

Dicho lo anterior, el reto más importante de Biden es que no solo tiene que debatir con Trump sino con la caricatura que han hecho de él de manera muy exitosa los republicanos mostrándolo como un viejo senil.

Esto último será una tarea sumamente complicada gracias a las redes sociales que permiten editar cualquier momento del encuentro y hacer un video que se viralice con el contenido que su creador quiera. Estamos en la era de la desinformación que se dispersa fácilmente. El spin post-debate será crucial y complicado de manejar en tiempos de TikTok; X e Instagram.

Interesante e importante este debate que ocurre de forma inusualmente anticipada con dos candidatos que ofrecen un destino diametralmente distinto para Estados Unidos.

Columna disponible en El Universal

Es la migración. Eso respondió el 28 por ciento de los encuestados por Gallup a la pregunta de ¿Cuál cree que es el problema más importante que enfrenta el país hoy? La famosa frase de James Carville de “Es la economía, estúpido”, puede hoy modificarse por “es la migración”.

En segundo lugar (20 por ciento) quedó el gobierno como problema importante a resolver y en tercer lugar, con apenas 12 por ciento, los encuestados respondieron que el problema es la economía. Esto mete de lleno a México en las campañas electorales de nuestros vecinos, en un año en el que también celebraremos elecciones federales.

¿Qué implica que México entre en las campañas? Por un lado, que tanto Andrés Manuel López Obrador como Donald Trump se verán beneficiados entre más caótica se encuentre la frontera. Si. Los intereses de AMLO y Trump se alinean. Para el ex presidente de Estados Unidos, el que la frontera sea un problema no resuelto le permite atacar a Biden y subir sus probabilidades de reelegirse dada la importancia que el electorado estadounidense le da al tema.

Por ello, aun cuando el Senado de EUA estaba por aprobar una iniciativa bipartidista que pondría algo de orden en materia migratoria, con la señal que envió Trump a la Cámara de Representantes – en donde los Republicanos tienen una pequeña mayoría – de que no quería que eso sucediera, la propuesta se vino abajo. Los senadores republicanos no quisieron jugar su capital político si sabían que en la Cámara baja la iniciativa no prosperaría.

Trump quiso tumbar esta iniciativa porque sabe que si Biden se anota un gol en materia migratoria/fronteriza, aumentan sus posibilidades de reelegirse.

Y en el caso de AMLO, el caos en la frontera le permite mantener el sartén por el mango ante un Biden que sabe que si México juega su parte en detener el flujo migratorio desde la frontera sur con Centroamérica, el caos para la frontera con EUA es mucho menor. Por ello Biden ha decidido mirar hacia otro lado en derechos humanos; democracia y libertad de expresión en México. No se quiere meter en pleitos que para él son menores y que le podrían complicar la cooperación de AMLO en migración.

En México López Obrador está usando todos los recursos del Estado para que en las elecciones de junio su sucesora, Claudia Sheinbaum, gane. El que La Casa Blanca haga como que no ve y no escucha estas acciones antidemocráticas es invaluable para el presidente mexicano. Es un logro para AMLO poder chantajear al hombre más poderoso del planeta gracias a una caótica frontera: el flujo de migrantes sube o baja dependiendo qué tanto coopere el gobierno mexicano en ello.

Para muestra, su reciente filtración de los datos personales de Natalie Kitroeff, la corresponsal del NYTimes en México, durante su conferencia mañanera. López Obrador se enojó por el artículo del diario en el que mencionó que el gobierno de EUA había abierto investigaciones sobre vínculos del crimen organizado con su campaña del 2018.

Lejos de que La Casa Blanca condenara esta filtración y defendiera la libertad de expresión, el embajador de EUA en México, Ken Salazar, prefirió salir a decir que no hay ninguna investigación de vínculos de AMLO con el crimen organizado.

Lamentable, pero cierto. AMLO y Trump se benefician del caos en la frontera y con ello México se inserta de lleno en las elecciones de noviembre próximo en EUA.

Apostilla: El presidente López Obrador vuelve a querer jugar a ser empresario…con el dinero de los mexicanos. Ahora quiere comprar el aeropuerto de Toluca para que lo opere la Marina. Se nota que no es su dinero y que nunca ha vivido más que del erario.

Columna completa en El Universal

Los Republicanos tienen un tema que es un garbanzo de a libra para ellos de cara a la elección presidencial de noviembre 8: el migratorio. Es un garbanzo de a libra porque es el gran problema que le interesa de manera especialmente importante al electorado y en el que este partido goza de una ventaja de 30 puntos sobre los demócratas en la opinión pública cuando se les pregunta cuál partido es el que mejor puede manejar el tema.

La migración es el gran pendiente por resolver. Y en éste logran mayor aceptación los Republicanos sobre los Demócratas. El discurso que pueden y están utilizando para echarle gasolina a una hoguera de por sí encendida es ideal para estos tiempos de odio hacia lo extranjero: ¡Paren la invasión! Es lo que ha dicho Trump y lo que los republicanos, que están a los pies del expresidente, no paran de repetir.

Ahora que Trump ha ganado las primarias de Nuevo Hampshire y los caucuses de Iowa es prácticamente seguro que los estadounidenses verán una repetición de Trump vs. Biden en su elección presidencial. Con ello el banderazo de salida de las campañas generales se ha dado. Y tanto Biden como Trump han adoptado el discurso de dureza y firmeza para decir que quieren arreglar el caos de un sistema migratorio roto.

La realidad es que ninguno está pensando en arreglar nada. Los Demócratas saben que deben empujar políticas más severas y menos humanitarias hacia los migrantes pero entienden que los Republicanos ahora mismo se van a negar a aprobarles nada con tal de seguir utilizando a la migración como herramienta de golpeteo al gobierno de Biden. Las campañas políticas estarán por encima de cualquier tipo de acuerdo bipartidista.

Atrás ha quedado el Biden humanista que quería demostrar que era diferente a Trump en materia migratoria. Ahora tenemos a un presidente demócrata hablando de cerrar la frontera porque sabe que si quiere reelegirse, tiene que demostrar que puede arreglarla. El presidente ya no está escuchando a quienes en su partido y en su gobierno abogan por políticas que respeten los Derechos Humanos y honren el sentido de Estados Unidos como un país de migrantes. En pocas palabras, Biden se han endurecido en el tema migratorio.

Del lado de Trump ya sabemos que hay: gritos que señalan a México como culpable de la invasión a Estados Unidos. Y conocemos sus tácticas intimidatorias que prometen desde ya que, si regresa a La Casa Blanca, podría hasta invadir México con tal de arreglar la frontera.

¿Qué significa esto para México? Que sin quererlo ni pedirlo, formaremos parte de las campañas políticas estadounidenses. Y lo haremos por las razones equivocadas. Porque representamos un problema para Estados Unidos. Así que más nos vale irnos preparado para una temporada muy turbulenta que puede convertirse en huracán categoría 5 si llega a reelegirse Trump.

¿Se estarán preparando para ello en Palacio Nacional?

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Como ocurre cada doce años, México y Estados Unidos se encaminan a elecciones presidenciales simultáneas en el 2024. Solo por recordar, en 2012 en México ganó Enrique Peña Nieto y en EUA fue reelecto Barack Obama; en el 2000 ganó Vicente Fox en México y George W. Bush en EUA; en 1988 ganó Carlos Salinas de Gortari en México y George Bush padre en Estados Unidos.

A diferencia de todas esas elecciones, la coincidencia entre ambos procesos en México y EUA se da en medio de un ambiente de mucha polarización y con amenazas a la democracia en los dos países.

En México tenemos al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, eligiendo ampliar su red de enemigos a diario. El dicho de “no hay enemigo pequeño” parece importarle poco a un López Obrador que ha decidido confrontarse con clases medias; partidos de oposición; medios de comunicación; sociedad civil; Poder Judicial; gobiernos e inversionistas extranjeros y un largo etcétera.

En Estados Unidos ya anunció Biden su intención de reelegirse y muy probablemente será el candidato del partido demócrata, a pesar de que menos de la mitad de sus partidarios piensan que debe buscar otros cuatro años dada su edad. A los 80 años, Biden es ya el presidente más viejo en la historia de su país.

Del lado republicano Donald Trump se ha fortalecido rumbo al 2024 por dos razones. La primera es que quién podría ser su contrincante más competitivo, el gobernador de Florida Ron DeSantis, decidió pelearse con la marca que prácticamente todo estadounidense ama: Disney. Esto le está restando puntos y popularidad frente a un Trump que, a pesar de haber perdido la más reciente demanda por acoso sexual que concluyó con una multa de 5 millones de dólares que debe pagar a la víctima, el expresidente fue invitado por la cadena CNN un día después a un “town hall” televisado en el que el público era prácticamente todo pro-Trump.

Así, el magnate pudo mofarse de Nancy Pelosi, la ex presidenta de la Cámara de Representantes, y decir que fue ella la culpable del asalto al Capitolio en enero 6 del 2021, ante las risas y aplausos de los presentes. Este fue solo uno de sus desplantes de cinismo que la moderadora, Kaitlin Collins, intentó frenar y obligar a que el expresidente se apegará a la verdad.

¿Por qué le pareció una buena idea a CNN organizarle esa plataforma a Trump? Solo la desesperación por ganar rating lo puede explicar. Lo cierto es que la cadena colaboró para fortalecer a un político que claramente aborrece los límites de la democracia y que pretende regresar a La Casa Blanca a probarlos de nuevo.

Frente a este panorama tan inestable y crispado, tendrá que transitar la relación bilateral México-Estados Unidos en medio de los crecientes retos en materia de seguridad, migración y comercio. Aquí lo principal a recordar es que el eslabón más débil de la cadena es México. Dependemos de la economía de EUA para que sigan fluyendo las remesas y las inversiones que atrae el nearshoring. Son esos los dos motores principales que han mantenido a México a flote a pesar de las pésimas decisiones de política pública que ha tomado el presidente López Obrador.

¿Cuál de las famosas ‘corcholatas’ o de los que han levantado la mano en la oposición está pensando y preparando estrategias hacia estas elecciones simultáneas? El 2024 parece lejano, pero está a la vuelta de la esquina.

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La contienda 2024 podría ser similar a la anterior elección presidencial. Del lado republicano, Donald Trump sigue firme en sus intenciones de contender, a pesar de la cantidad de problemas legales que tiene encima. Del lado demócrata Joe Biden formalizó ayer – mismo día que hiciera su anuncio de su precandidatura cuatro años antes – que buscará reelegirse en el 2024.

Se entendía que Biden sería un presidente de un solo periodo de cuatro años. Sin embargo, la debilidad de la Vicepresidenta, Kamala Harris, y la ausencia de otras figuras en el partido demócrata que puedan hacerle frente a Donald Trump, fueron las razones que llevaron a Biden a buscar otros cuatro años en La Casa Blanca.

Biden tiene hoy 80 años. Ésta es de hecho la cuarta ocasión que anuncia que buscará la presidencia de EUA. Como contexto, la primera vez que quiso lanzarse, la URSS todavía existía. Su edad es su principal debilidad, pero no la única. Casi 7 de cada 10 estadounidense piensa que el país va por el rumbo equivocado. Entre las fortalezas es que podrá presumir los miles de millones de dólares que ha logrado para proyectos de infraestructura, energías limpias y semiconductores. Todo esto lo podrá hacer usando los insumos de La Casa Blanca, algo que en la elección pasada tuvo Trump pero que aun así perdió. Las cosas han dado un giro de 180 grados para ambos en ese sentido.

El partido demócrata es bastante disciplinado. Cuando un presidente anuncia que buscará su reelección, los otros que podrían disputarla deciden esperar y respetar al presidente. En esta ocasión, a pesar de la edad de Biden, no parece que romperán las reglas. Sí, hay algunas figuras atractivas dentro del partido. El Economist apuntó ya a otros demócratas que tienen un perfil atractivo como Gretchen Whitmer, la gobernadora de Michigan, Raphael Warnock, senador por Georgia, o Andy Beshear, el gobernador de Kentucky. No obstante, parece que éstos se disciplinarán para apoyar a Biden en su reelección.

El eje de la campaña de Biden será evitar a toda costa el regreso de Donald Trump a la presidencia. Así se pudo ver en el video en el que anunció su intención de reelegirse. Éste arranca con imágenes de la toma del Capitolio el 6 de enero del 2021 con la voz de Biden diciendo que lo que viene es la batalla por el alma de Estados Unidos.

¿A quién preferirán los estadounidenses entonces? ¿Biden o Trump? Según los números de Morning Consult, ambos están en rojo, pero mientras Biden tiene -10 puntos de aprobación (resultado de quienes lo ven con ojos positivos menos quienes lo ven con negativos), Trump está en -19.

La campaña de Trump será muy ruda. Se dará en medio de sus problemas legales. Sus leales serán muy agresivos. Ya no estará la familia en el círculo cercano para apaciguarlo ya que, salvo Donald Jr., los demás han decidido enfocarse en otros temas.

Para México ésta apunta a que será una campaña como ninguna otra. Trump ha usado a México como piñata política. Ahora tendrá además del tema migratorio, la crisis del fentanilo para golpearnos a su antojo. Sabemos que, aún así, el presidente López Obrador lo prefiere y se identifica más con él que con Biden, quien ha asumido una postura por demás ecuánime a pesar de las constantes agresiones y groserías del gobierno mexicano. La más reciente, la aparente venta del avión presidencial a Rusia a precio de ganga a través del gobierno de Tayikistán.

Apostilla: si no es Trump y la opción republicana resulta ser Ron DeSantis, peor tantito para México.

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Donald Trump es el puntero para quedarse con la nominación republicana para la presidencia en el 2024, pero tiene contrincantes. Formalmente hay una precandidata hasta el momento, Nikki Haley, pero está el gobernador de Florida, Ron De Santis, como una alternativa que utiliza el mismo discurso de Trump pero con la ventaja de que es mucho más joven.

Ahora Trump vuelve a estar en el centro de la atención por la posibilidad de que el jurado del estado de Nueva York lo detenga por no reportar correctamente gastos de campaña, lo que es un delito en Estados Unidos.

El señalamiento es que Trump le pagó 130 mil dólares a la actriz porno, Stormy Daniels, para que mantuviera en silencio una presunta relación amorosa entre ambos. Su abogado al momento de hacer el pago durante la campaña electoral del 2016 era Michael Cohen. Él ha declarado ya ante el jurado que fue quien le pagó de su bolsillo a Daniels este dinero y que Trump después se lo regresó con cheques personales ya siendo presidente.

Las pruebas están ahí. Primero las declaraciones de Cohen y segundo los cheques de Trump. Por ello, cuando el fin de semana Trump decidió publicar en su red social, Truth Social, que el martes sería detenido y que por ello pedía a sus simpatizantes que salieran a las calles a defenderlo, comenzaron las dudas sobre las consecuencias políticas de detener a un expresidente.

Por un lado hay quienes creen que esto victimiza a Trump y lo fortalece rumbo al 2024. Por otro lado están los que creen que las justicia es la justicia y Trump debe de pagar por sus delitos como cualquier otro delincuente.

El New York Times ha publicado varios artículos sobre el tema en estos días y, la versión que me parece más plausible es que en el corto plazo la acusación y posible detención podría ayudar políticamente a Trump que sabe manejarse muy bien en medio del conflicto. Sin embargo, en unos meses, cuando la campaña por el 2024 esté a todo vapor, la suma de esta acusación a los malos resultados de sus candidatos en el 2022 y la pérdida de las elecciones del 2020 pueden poner a varios republicanos a reconsiderar si conviene seguir apoyando a Trump.

Actualmente el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y otros republicanos están respaldando a Trump. Esto vuelve a mostrar el músculo que el expresidente todavía tiene sobre el partido. Llama la atención el silencio de Ron DeSantis que parece preferir no embarrarse con los escándalos de quien lo ayudó en su meteórica carrera política.

Ahora, es importante preguntar: de llegar Trump a una campaña nacional ¿qué tantos independientes y nuevos votantes podrá atraer un político que se encuentra en tanto embrollo legal? Ya sabemos que solamente con sus simpatizantes pierde La Casa Blanca.

Se viven momentos interesantes en la política estadounidense.

Apostilla: Ni tarde ni perezoso, el presidente López Obrador sí salió a defender a Trump. “Están declarando que van a detener al expresidente Trump supuestamente por un asunto amoroso…no nos estamos chupando el dedo. Esto es para que no aparezca en la boleta electoral. Y si digo esto es porque yo padecí de la fabricación de un delito porque no querían que yo fuese candidato y eso es completamente antidemocrático” fue parte de su declaración en la mañanera de ayer. Con esto López Obrador vuelve a apapachar a su amigo Trump, pero además le quitó atención mediática al documento del Departamento de Estado norteamericano que denuncia los abusos a los Derechos Humanos en México; la impunidad con la que opera el crimen organizado y los ataques desde el poder a la prensa.

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El caso de la ministra Yasmín Esquivel sigue dando de qué hablar. Aun cuando la universidad ha confirmado que plagió su tesis, con una coincidencia del 90 por ciento, ella sigue diciendo que no lo hizo y se aferra al asiento en la Suprema Corte. A éste solamente logran llegar once personas en el país en un mismo momento. Por ello el rigor y la exigencia de que quienes ocupen un lugar en la Corte sean intachables.

Si el plagio fue el único error que ha cometido la hoy ministra en su larga carrera jurídica, qué lástima porque solo con ese error debe de quedar sin derecho a ostentar uno de esos once lugares al cual aspiran miles de abogados en México.

Pero en estos tiempos que vivimos, la ministra se aferra; sus otros diez colegas no han condenado públicamente el plagio ni la permanencia de Esquivel en la Corte y el presidente la defiende y acusa que es un caso politizado.

Algo similar ocurre en Estados Unidos y en Gran Bretaña actualmente. Personajes que han cometido actos que los deberían obligar a renunciar, se aferran a sus puestos con la misma desfachatez y descaro que la Ministra Esquivel.

En Estados Unidos el recién electo congresista Republicano por Nueva York, George Santos, ha dicho una mentira tras otra sobre sus orígenes; su trabajo y su comportamiento pasado. Todo ha salido a la luz y aún así, George Santos se aferra a su escaño.

La lista de mentiras es larga. Dijo que su mamá estuvo en la Torre Sur de World Trade Center el día de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 pero que no murió ahí. Que su muerte fue después a causa de cáncer. Los papeles migratorios de la madre del congresista muestran que ella no estaba en Estados Unidos en esa fecha. Dijo que su familia era dueña de una mega compañía de bienes raíces y que tenían 13 propiedades. En realidad Santos no es dueño de nada y vive con su hermana en un departamento en Queens del cual la están corriendo por deber $40 mil dólares de renta. Inventó que estudió en una preparatoria muy prestigiada, Horace Mann, y que después se graduó de Baruch College suma cum laude. La realidad: no estudió universidad y en la preparatoria no hay registros de él como alumno.

Ha dicho que su familia es de origen judía y que sus abuelos maternos huyeron de Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial. La realidad es que sus abuelos nacieron en Brasil. En ese país Santos tiene abierto un expediente por robo de una chequera que intentó utilizar para hacer compras fraudulentas.

Por falta de espacio no puedo extenderme en más de las mentiras de George Santos. El tema es que uno pensaría que con este expediente abierto, él tendría que haber renunciado a su escaño ayer. Pero no. Está aferrado a él y el líder republicano, Kevin McCarthy lo defiende. ¿Por qué? Por la estrecha mayoría de su partido en la Cámara de Representantes: tan solo 4 escaños. Haber volteado Nueva York en favor del partido republicano fue visto como un gran logro. Así, el mega mentiroso de Santos se queda como congresista.

En Gran Bretaña, el Director de la BBC, Richard Sharp, debería estar avergonzado y renunciar. Llegó al cargo nombrado por Boris Johnson cuando era Primer Ministro. Ahora se sabe que Sharp ayudó a que el billonario Sam Blythe le hiciera un préstamo al entonces Primer Ministro. Cenaron juntos Johnson, Sharp y Blythe. Unas semanas después, Sharp fue nombrado Director de la BBC. Ese conflicto de interés habría sido una vergüenza en otros tiempos. Hoy Sharp admite la cena y el préstamo pero no el conflicto de interés.

Yasmín Esquivel en México; George Santos en EUA y Sharp en Gran Bretaña, son la muestra de que los impresentables se niegan a renunciar…y se salen con la suya. Qué tiempos los que vivimos.

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Mientras el presidente López Obrador vive obsesionado con el pasado, el presente y el futuro de México se están yendo por la borda.

En materia energética, económica y comercial, a pesar de la pandemia, México tiene la enorme ventaja de la vecindad con Estados Unidos. Los planes de rescate de nuestro vecino no tienen precedente. La cantidad de dinero que está y continuará circulando en ese país por los próximos años llevan a recordar la etapa de los años 20s. Los roaring twenties, le llamaron, cuando Occidente tuvo un crecimiento económico y una prosperidad brutal tras la Primera Guerra Mundial.

Dentro de esa ola de inversiones que vienen, el presidente Joe Biden ha sido enfático en que la inversión en energías limpias y renovables va hasta arriba de la lista. Él quiere ser recordado como el presidente que le dio la vuelta al reto del cambio climático.

Pero en lugar de querer engancharnos a esa locomotora, el presidente López Obrador busca pleito con los inversionistas norteamericanos y con el presidente Joe Biden.

La Agencia de Energía Internacional, de la cuál México es miembro desde el 2018, acaba de publicar un reporte explicando que para llegar a la meta de cero emisiones para el 2050 todos los proyectos nuevos de exploración de energías fósiles deben de detenerse en el mundo. Esto es, no más construcción de plantas de petróleo, gas ni carbón. Uno de los países que ha tomado la delantera en este sentido, además de EUA, es España. Ahí, el Parlamento acaba de aprobar una ley que prohíbe todos los nuevos permisos de exploración y producción de carbón, gas y petróleo con efecto inmediato. Además prohíbe la venta de vehículos de combustibles fósiles para 2040 y pone como meta producir el 74% de la electricidad de España con fuentes renovables para 2030.

Y, en otro sector, el mundo entero está temblando ante lo que parece inevitable: un ataque de China a Taiwán. Mientras López Obrador decide pelearse con el presente y ofrecer disculpas por temas milenarios, en Estados Unidos y gran parte del mundo hay preocupación por lo que esto puede significar en materia de producción de semiconductores.

Semi ¿qué? Pensará AMLO, mientras pide que se le sigan inyectando millones de dólares a la refinería de Dos Bocas.

Los semiconductores o chips son la piedra angular de la industria de los electrónicos. Sirven para que funcionen nuestros teléfonos inteligentes, consolas de video juegos y son el 20% del costo de los automóviles por la cantidad de semiconductores que lleva cada uno. Si la empresa más importante del mundo en producirlos, TSMC, que está en Taiwán, queda en manos de China, Estados Unidos va a padecer una escasez de semiconductores que llevará a una escasez de electrónicos a nivel global.

México, en lugar de estar pensando en construir una refinería o un tren, debería estar pensando en ser la alternativa a la fábrica de semiconductores del mundo que hoy es Taiwán. Estamos más cerca de EUA y no tenemos la amenaza China sobre nuestro territorio. Construir una fábrica de semiconductores lleva al menos un lustro, así que México no tiene tiempo que perder.

Hoy el país tiene la oportunidad de pensar insertarse en el futuro; en ser la solución para temas energéticos y de tecnología de Estados Unidos y de poder aprovechar los rugientes años por venir dado el exceso de dinero que hay allá y aquí escasea.

Pero en lugar de hacer esto, andamos en las tonterías de cada mañanera, que cada día se vuelven más insoportables y delirantes. Se está tirando el presente y el futuro de México al basurero por los rencores y resentimientos con el pasado de un individuo y de sus habilitadores.

 

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