Howard Schultz, el expresidente de Starbucks, afirmó que piensa seriamente en postularse a la presidencia de Estados Unidos en 2020 como candidato centrista e independiente, una posibilidad que ya genera objeciones de demócratas quienes aseguran que aquello le regalaría la reelección a Donald Trump.
El multimillonario nacido en Brooklyn, que incursionó en temas políticos y sociales al tiempo que transformó a Starbucks en una de las cadenas de restaurantes más grandes del mundo, anunció su posible candidatura en un programa de televisión. Agregó que los estadounidenses están cansados del sistema actual y buscan una mejor opción.
“Estamos en tiempos de mucha fragilidad”, afirmó Schultz. “No solo el hecho de que este presidente no está calificado para serlo, sino el hecho de que ambos partidos no hacen lo necesario en nombre del pueblo estadounidense y están metidos todos los días en la política vengativa”.
Trump publicó este lunes en Twitter que vio la entrevista de Schultz y no cree que tenga las “agallas” para postularse. “Estoy de acuerdo con él en que no es la ‘persona más inteligente’. ¡Además EUA ya tiene eso!”, escribió el mandatario.
Howard Schultz doesn’t have the “guts” to run for President! Watched him on @60Minutes last night and I agree with him that he is not the “smartest person.” Besides, America already has that! I only hope that Starbucks is still paying me their rent in Trump Tower!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 28, 2019
Esta sería la primera candidatura a un cargo público de Schultz, de 65 años y cuyas ambiciones políticas han sido objeto de rumores durante años. La especulación sobre una postulación a la Casa Blanca aumentó en junio pasado al anunciar su salida de la presidencia de Starbucks, tras la cual mencionó la posibilidad de incursionar en el servicio público.
Schultz posee una fortuna cercana a los 3 mil 500 millones de dólares, según datos recabados por Bloomberg, lo que le brinda la capacidad de mantener su campaña financiada mientras más de una docena de posibles candidatos demócratas y Trump compiten por donaciones en lo que serán casi dos años de campaña.