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No es el primer huracán que golpea Acapulco. Cuando en 1997 devastó el puerto el huracán Paulina, Ernesto Zedillo era presidente. Estaba en ese momento de gira por Europa, pero decidió inmediatamente cancelarla y regresar Hamburgo-Acapulco. Durante el siguiente mes y medio, el entonces presidente se instaló en Acapulco para supervisar los trabajos de rehabilitación y la recuperación del puerto.

El gabinete se reunió una vez a la semana para coordinar y trabajar en la reconstrucción de Acapulco, algo que tardó tres años en ocurrir. Acapulco se recuperó como destino turístico, pero con muchas zonas populares en situación lamentable. Había, hasta la semana pasada, dos Acapulcos: el privilegiado que disfrutaban los turistas, y el de segunda categoría, el de los trabajadores del sector instalados en colonias pobres y descuidadas.

Las crisis son oportunidades. Y la devastación que Otis generó en Acapulco es la oportunidad de rehacer y reconstruir un mejor Acapulco. Esto implica desde ya generar las condiciones para un círculo virtuoso o dejar al puerto a su suerte con la inercia del círculo vicioso que hemos visto en estos días. La decisión de qué se quiere es básicamente del presidente López Obrador. No es de la gobernadora Evelyn Salgado, que solo ha destacado por su activismo para echarle porras al presidente. Y ni qué decir de la alcaldesa Abelina López Rodríguez que en sus primeras declaraciones tras el paso del huracán salió a justificar los actos de rapiña.

El círculo vicioso actual es continuar con la centralización y la militarización de la respuesta ante la emergencia. Pretender que sea solamente el gobierno, vía el Ejército, el encargado inmediato de repartir despensas para sacar bonos políticos al hacer creer a los acapulqueños que deben estar agradecidos con López Obrador por las migajas que reciben será una catapulta para aventar trabajadores a manos del crimen organizado que sabemos amenaza desde hace décadas la seguridad en el estado.

Debe haber una atención coordinada de la emergencia a la que se le sume la elaboración de un plan de reconstrucción. Este tiene que comenzar por rehacer el sistema de agua potable; reconstruir el abasto de energía capaz de soportar futuros huracanes; la reestructura de calles y puentes y la elaboración de un plan de trabajos temporales. Solo así se evitará que Acapulco se pierda.

Este plan lo deben conocer los empresarios, los hoteleros y los habitantes de Acapulco para que cuando reciban recursos de los seguros, quienes estaban asegurados, decidan invertirlo de nuevo en el puerto. Si no hay un plan concreto y solamente nos quedamos con el “sueño” de López Obrador de que para Navidad ya esté de nuevo de pie Acapulco solo por mandato presidencial, este dinero se va a ir a otra parte.

¿Por qué va a decidir un empresario hotelero o restaurantero reinvertir en rehacer su negocio en el que no tendrá clientes en el futuro cercano pero apenas pretenda reabrir le caerá el crimen organizado a pedir derecho de piso?

Acapulco requiere atención y plan de reconstrucción para renacer en un mejor centro turístico a partir de esta tragedia. ¿Aprovechará López Obrador la oportunidad que esta crisis le brinda o la desperdiciará dejándose guiar por sus complejos y rencores?

Apostilla: La noticia, primero cierta y después enmendada, de que serían el Ejército y la Marina los únicos autorizados para repartir las despensas en Acapulco, demostró como ha bajado la aceptación de ambas instituciones ante un gobierno que les ha encomendado de todo. Cuando la instrucción es hacer algo para lo que sí están entrenados – la atención ante desastres naturales – el rechazo hacia ambas instituciones no se hizo esperar. Otis devastó Acapulco. AMLO ha logrado devastar la credibilidad y el respeto hacia el Ejército y la Marina.

Columna completa en El Universal

¿Cuándo acaba la responsabilidad de un exgobernante y cuándo comienza la del entrante? Estas dos preguntas no tienen respuesta clara actualmente. López Obrador asumió la presidencia hace ya más de cinco años y sigue culpando al pasado por los errores del presente. Si bien no es sensato pretender un cambio de la noche a la mañana, menos aún con décadas de abusos, ¿qué de todas las promesas de López Obrador podemos considerar que fueron mentiras a más de un lustro de su presidencia?

La primera y más grande mentira es la de regresar al Ejército a sus cuarteles. La no a la militarización a la seguridad pública y el retiro de las Fuerzas Armadas de estas tareas. Esto fue una promesa de Andrés Manuel López Obrador cuando candidato. Una vez en la presidencia dio un giro de 180 grados. No solo no retiro al Ejército de estas labores sino que les ha dado aún más encomiendas. La más reciente, el manejo de aeropuertos. Y para que no les falten recursos en esta nueva tarea, el gobierno acaba de dar un manotazo en la mesa con el decreto para reducir la TUA en los aeropuertos propiedad de la iniciativa privada y otro para aumentar la contraprestación de sus concesiones. De un plumazo cambió la forma de calcular el retorno al capital y con ello las contraprestaciones de las concesiones pasaron de representar un 5 por ciento de los ingresos brutos a un 9 por ciento.

Para mantener contento al Ejército y a flote su labor al frente de los aeropuertos, López Obrador se ingenia una nueva competencia desleal y comete dos actos arbitrarios que golpean la credibilidad y el atractivo de invertir en México.

Prometió no militarizar al país, pero mintió. Prometió respetar las inversiones y mintió.

A las grandes mentiras de AMLO le podemos sumar la construcción de la refinería Olmeca. El presidente prometió que el costo de Dos Bocas sería de la friolera cantidad de 8 mil millones de dólares. Digo friolera porque para un país con las necesidades y carencias de México, destinar recursos públicos para refinar combustibles fósiles es un sinsentido, como tantas veces se ha señalado. Pero ahora Pemex acaba de informar a la SEC en EUA que ha recibido 17 mil 700 millones de dólares para Dos Bocas. Así que multipliquemos por dos la friolera cantidad de recursos públicos para este proyecto del gobierno de López Obrador.

Todas estas mentiras vienen a colación ahora que el presidente ha estado repitiendo en sus conferencias mañaneras que es un hombre de palabra y que por ello los trabajadores del Poder Judicial le deben de creer cuando les dice que la cancelación de los fideicomisos no los dañara. Que lo que está haciendo es para acabar con los privilegios de los Ministros de la Corte.

Si de acabar con privilegios se trata, quizás sería mejor que comience por los que tiene en casa, o mejor dicho, en Palacio. Me refiero simplemente a uno: el chef personal que tiene en la nómina de presidencia, Ramón Antonio Torres Morales.

El periodista Alberto Valiente, de Latinus, encontró en Guacamaya Leaks que Torres Morales se encuentra dentro de la estructura de la Secretaría Particular de la Presidencia con un sueldo de 62 mil pesos mensuales.

Todas estas mentiras nos afectan como país. Implican un despilfarro de recursos en un gobierno que se dice austero y nos dejan con los enormes problemas que venimos cargando desde el pasado sin resolver. El golpe para México es por partida doble.

Columna completa en El Universal

Mi colega León Krauze publicó un twitt en el que afirmó que cuando se escriba la historia del actual gobierno, la manera como los medios han cubierto las Mañaneras merecerá un capítulo importante. Y puso como ejemplo como el lunes, después de que López Obrador declaró haber cumplido prácticamente todos sus compromisos al quedarle ya menos de un año en Palacio Nacional, los medios publicaron la declaración de inmediato sin ningún proceso de verificación.

Aunque la Mañanera no es vista masivamente, datos de SPIN de Luis Estrada muestran que la vieron 118 mil personas al día el mes pasado, la falta de verificación y la reproducción que los medios masivos de comunicación le han dado ha permitido al presidente establecer una narrativa. Lo que dice el presidente en su conferencia diaria se replica sin hacer una verificación de datos. Coincido con mi colega León en el lamentable papel que hemos hecho por contrastar los dichos y los hechos los medios de comunicación.

El truco del presidente está en cómo presenta los datos que da en sus conferencias. En la citada Mañanera, López Obrador dijo que ha cumplido con 99 de los 100 compromisos que hizo al arranque del sexenio. Que solamente le falta un compromiso por cumplir, que es esclarecer lo ocurrido en el Caso Ayotzinapa. “Yo hice 100 compromisos y solamente me queda uno [por cumplir] que es ese” [Ayotzinapa].

El presidente dijo que en la última encuesta de ingresos-gastos del INEGI se demostró que del 2018 al 2022, a pesar de la pandemia, se redujo la pobreza y la desigualdad en México “y eso me tiene muy contento”.

Si nos apegamos a lo que dio a conocer el INEGI, el presidente tiene razón. La pobreza disminuyó 5.6 por ciento, lo que es bastante. Pero la realidad es que los datos de reducción de la pobreza no son tan optimistas. Los académicos del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, Fernando Cortés, Héctor Nájera y Servando Valdés escribieron un texto en Nexos en el que dan a conocer que en los datos publicados en 2023 sobre la pobreza no se utilizó el Método Estadístico de Continuidad que es el que permite una comparación consistente de la pobreza. De haberse utilizado este método, como se hacía hasta el 2023, la reducción de la pobreza habría sido de tan solo 0.1 por ciento, prácticamente insignificante con todo y el dineral que han sido los programas sociales.

También habló el presidente de que en su gobierno no ha habido un aumento en el precio de los combustibles: “No ha aumentado el precio de las gasolinas, del diésel, del gas, de la luz, incluso ha disminuido en algunos casos”.

La realidad es que en el gobierno de López Obrador no ha habido un aumento significativo en los precios de los energéticos por los estímulos fiscales que han costado al erario alrededor de 400 mil millones de pesos. Algo que quiso evitar AMLO a toda costa es el gasolinazo del sexenio de Enrique Peña Nieto que fue una de las principales razones por las que perdió el PRI la presidencia. Eso nos ha costado a los mexicanos un dineral. Una evaluación balanceada sobre el tema debe de tomar en cuenta esa cantidad de recursos que el erario ha dejado de recibir por el subsidio a las gasolinas. Pero claro que esos otros datos no los menciona el presidente.

Dijo en es esta misma conferencia que el Tren Maya es la obra más grande que se está construyendo en el mundo en estos momentos. Una consulta rápida en internet muestra muchísimas obras más grandes en el mundo, empezando por el Proyecto de Transferencia de Agua Sur-Norte de China, con un costo estimado de 62 mil millones de dólares. Aquí habría que entender a qué se refiere AMLO cuando habla de grande ¿costo? ¿extensión? ¿impacto? ¡Quién sabe!

Los datos que da el presidente en la Mañanera le ayudan a su narrativa y explican parte de su popularidad. Es verdad que hace falta un ejercicio riguroso de los medios para darles el contexto y la dimensión adecuada. Queda todavía un año de gobierno – y de conferencias – para hacerlo.

Columna completa en El Universal

Falta mucho y a la vez no falta tanto para la elección del 2024. ¿Qué certezas tenemos en el ámbito de la competencia presidencial? Primero, que será una elección de Estado. El presidente López Obrador utilizará todo lo que está a su alcance como Jefe del Ejecutivo para que gane Morena las elecciones. Es algo que ya está ocurriendo, aun cuando formalmente no han arrancado ni las precampañas. Lo vemos haciendo campaña abierta desde Palacio Nacional en la Conferencia Mañanera, que se paga con recursos públicos, y lo vemos atacando a la oposición desde ese mismo espacio.

Los 70 días del ‘corchola-tour’ también fueron financiados con recursos cuya procedencia no es transparente. Creer que cada uno de esos mítines costó 20 mil pesos, como lo reportó este diario en primera plana ayer basado en los datos que dieron los morenistas, es completamente descabellado.

Ahí están además las acusaciones que ha hecho el propio Marcelo Ebrard sobre el uso de la Secretaría del Bienestar para ayudar a la campaña de Claudia Sheinbaum. Tuvo su conferencia de prensa en la que denunció el acarreo que hace Bienestar para los eventos de Sheinbaum.  Después publicó un twitt exigiendo a la dirigencia de Morena que hiciera cumplir los acuerdos del partido ya que había acarreo y brigadeo por parte de servidores públicos en favor de la ex Jefa de Gobierno. Si eso ocurre ahora entre los partidarios ¿cómo pensar que va a ser diferente cuando la campaña sea contra la oposición? Va a ser mucho peor el uso de recursos públicos y del Estado una vez que arranque formalmente el proceso.

Otras certezas que hay hoy en el horizonte es la parálisis del INE ante las violaciones a las leyes electorales.

¿Qué incógnitas hay en el escenario de competencia? No conocemos aún a ciencia cierta quienes serán los candidatos. Podemos apostar a que en Morena será Claudia Sheinbaum y en el Frente a que quedará este domingo Xóchitl Gálvez.

Después del desplegado que publicó ayer Dante Delgado es muy posible que MC postule a Samuel García o, si al final da el brazo a torcer, a Luis Donaldo Colosio. ¿A quién le arrebatará votos esa candidatura? Será interesante ver incluso el papel que juega el muy presente machismo en la sociedad mexicana si es que quedan dos mujeres con mayor infraestructura como candidatas en contra de un hombre de un partido que en las encuestas publicadas esta semana logra un 12 por ciento de las preferencias. Movimiento Ciudadano está muy lejos de los veinte altos que le dan a Xóchitl o de los 40 bajos de Claudia.

Las encuestas muestran que hoy Morena gana con cualquier candidat@. Reforma le dio el lunes 53% al partido. ¿Se sostendrá esta cifra si hay un hombre en la boleta postulado por otro partido?

¿Qué pasará con Marcelo Ebrard? Acabará apoyando a Claudia Sheinbaum si, como todo apunta, ella termina siendo la ‘ganadora’ de las encuestas del partido después de haber dicho que su cierre de tour en Veracruz fue un bostezo-fest?

Son dudas que, salvo la definición de Movimiento Ciudadano, se resolverán tan pronto como la semana próxima.

Columna completa en El Universal

El presidente López Obrador anunció con bombo y platillo que el 1º de diciembre de este año comenzará a operar una nueva línea aérea del estado que se llamará Mexicana, después de haber comprado el nombre por 407 millones de pesos. Este anuncio debería de ser un escándalo por la cantidad de preguntas que deja sin resolver.

¿Cuál es el beneficio social de una aerolínea del Estado que requerirá dinero del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF)? Ni siquiera cuando Cintra operaba Aeromexico y Mexicana como líneas del Estado se requirió meterle dinero del PEF a la aviación. Hoy, con un gobierno que se dice humanista y que pone primero a los pobres, ya anunció López Obrador que de arranque Mexicana recibirá 4 mil millones de pesos.

¿De dónde saldrá ese dinero? Actualmente no tiene una partida en el presupuesto. Si se van a esperar a la aprobación del nuevo PEF en septiembre, será muy tarde pensando en que Mexicana quiere comenzar a operar en diciembre.

El presidente dijo que Mexicana volará a destinos a los que no vuelan actualmente las líneas comerciales (Aeromexico, Volaris, Vivaerobus) pero en la presentación que hicieron en la mañanera, a los veinte destinos señalados ya vuelan las tres aerolíneas. No se cumple con la promesa de incrementar la conectividad que hizo AMLO al presentar su proyecto. Los otros destinos apuntados bajo el rubro de ‘Fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria’, como Apodaca, Tulum, Lázaro Cárdenas o Tamuin, no tienen pistas aun o no son adecuadas para que aterrice un jet 737-800, que son los aviones que arrendará Mexicana. ¿Cuánto va a costar construir estas nuevas pistas?

¿Quién es Petrus Aero? Esta empresa ha publicado anuncios buscando contratar a trabajadores del sector aéreo para Mexicana. La empresa no tiene ni página de internet. Eviacorp Aviation Services, que aparece ligada a Petrus Aero, solo tiene cuenta de Instagram con los anuncios de contratación pero su página de internet no funciona.

Más allá de que no parecen empresas serias para ser usadas por el gobierno, ¿cómo van a pagar salarios competitivos a los pilotos? Actualmente un piloto de un 737 gana entre $180 y $220 mil pesos al mes. Esto es un salario mayor al del presidente… que tiene prohibido que cualquier trabajador del Estado gane más que él. ¿Cómo le van a hacer?

¿Por qué quieren arrendar diez aviones 737-800? Son aviones viejos que por ello gastan más combustible; contaminan más y su mantenimiento será más caro.

Mexicana además será competencia desleal en un sector de por sí complicado. El presidente anunció que venderán los boletos entre un 18 y un 20 por ciento más baratos. Lo podrán hacer porque seguramente recibirán un precio especial de renta en el AIFA para sus operaciones. El precio de la turbosina, que solo vende el gobierno, ¿será el mismo que para las otras aerolíneas? ¿Qué plazos tendrá Mexicana para pagar los servicios aeroportuarios?

Aunado a lo anterior ¿será legal una aerolínea en la que el regulador (AFAC); la marca (Mexicana) y el aeropuerto (AIFA) sean todos manejados por una misma entidad, en este caso la Sedena?

Mexicana es un capricho más de un López Obrador que ha decidido destruir el sector de la aviación desde la cancelación de Texcoco. Si Mexicana tuviese que arrancar respetando las reglas de la industria, que incluyen reglas de operación, certificaciones, adiestramientos, comercialización, canales de distribución (agencias) y mantenimiento, sería imposible su arranque el 1º de diciembre. Pero como sabemos que al presidente se le cumplen sus caprichos, seguramente volará Mexicana en diciembre y los costos los pagaremos los contribuyentes. De saque, serán 4 mil millones de pesos.

Vaya austeridad de quien presume que solo carga $200 pesos en la cartera pero tira a manos llenas raudales del dinero público.

Columna completa en El Universal

Ayer en su mañanera el presidente felicitó a un niño de 9 años, Roy Fernando Monroy, por ser campeón mundial de aritmética. También felicitó a Rogelio Guerrero, un joven de 17 años por haber ganado la medalla de oro en la Olimpiada de matemáticas que se llevó a cabo en Japón.

Qué bien que López Obrador se dé tiempo en su conferencia para felicitar a estos jóvenes. Llama la atención que se dé cuenta de la importancia de la aritmética y las matemáticas cuando en el Nuevo Modelo Educativo que impulsa se elimina justo la materia de matemáticas.

Y es que esa decisión ha generado una nueva polémica y un nuevo campo de batalla polarizado. Por un lado el grito de que este nuevo modelo educativo y los libros de Texto Gratuitos (LTG) que lo acompañarán a partir del ciclo escolar que está por arrancar, buscan llevarnos al comunismo; por el otro el presidente y sus simpatizantes diciendo que la oposición al cambio es para defender privilegios del pasado y al neoliberalismo.

¿Quién tiene la razón? ¿De dónde viene la oposición a los cambios del modelo educativo del gobierno de AMLO? ¿Por qué quiere este nuevo modelo el presidente y cómo lo ha construido?

Podemos partir que en la reacción de aversión algo tendrá que ver su cruzada en contra de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto. Ésta conformó el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa con carácter de organismo público autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propios. La labor del INEE era evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del sistema educativo nacional. Lo que se quería era mejorar calificaciones de los alumnos en la prueba PISA y la capacitación de los maestros.

Peña Nieto negoció con todos los partidos, menos con AMLO. Fue algo aprobado en el marco del Pacto por México. Apenas llegó López Obrador al poder, se echó para atrás la reforma educativa, con todo y que implicó un nuevo cambio constitucional.

El problema ha sido similar al de tantos otros cambios que ha hecho el presidente. Lo desechó y la promesa de que llegaría algo mejor simplemente no se ha cumplido. Igualito que con el Seguro Popular y su sustitución por el INSABI; igualito que la cancelación del NAIM y su sustitución por el AIFA.

En el Nuevo Modelo Educativo se repite el patrón, con la enorme diferencia de que estamos hablando del futuro de México. Creo que se exagera cuando se habla de que se quiere indoctrinar a los alumnos hacia un modelo comunista, pero que nos quedamos cortos en el reclamo de hacer un cambio tan poco pensado en el modelo educativo.

Venimos de una crisis de salud por COVID que generó una crisis educativa que no ha sido atendida. Además, el mundo está atravesando por cambios vertiginosos. La cantidad de información disponible para todos es enorme. Educar ahora es enseñar a discernir qué información es precisa y por qué; cómo insertarnos en modelos de inteligencia artificial; cómo ser innovadores en momentos en los que las nuevas tecnologías son el presente y el futuro.

Los LTG son una herramienta muy valiosa para alumnos y maestros, en especial en escuelas públicas. En esta ocasión el cambio se ha hecho sin respetar el debido proceso y queriendo ocultar quiénes participaron en sus contenidos. Eso evidentemente no ayuda a calmar los ánimos.

Las discusiones sobre el contenido de los LTG han existido siempre. Desde que Torres Bodet los presentó por primera vez un 16 de enero de 1960, hace más de sesenta años. ¿Cómo es que seguimos atorados en esos mismos dilemas? ¿Cómo justo ahora que urge atender la crisis educativa post-COVID?

Columna completa en El Universal

Madrid, España. – El día de mañana estaré visitando la planta de hidrógeno verde que acaba de inaugurar Iberdrola en Puertollano, a una hora en tren de Madrid.

El hidrógeno es el elemento químico más abundante de la naturaleza. El reto es que no se encuentra puro. Es un componente del agua (dos moléculas de hidrógeno más una de oxígeno hacen agua, H2O). Hoy se ve como la solución para el calentamiento global. Mediante el hidrógeno, podemos producir energía que no contamina el planeta, si lo obtenemos de manera sustentable.

Y es que la descarbonización no va a darse porque dejemos de comer carne o porque usemos vehículos eléctricos. Estos esfuerzos son positivos, pero los grandes contaminantes son los productores de cemento y acero. Mientras estas industrias sigan utilizando carbón, las emisiones seguirán siendo un problema para la salud del planeta. Sus necesidades energéticas son tan grandes, que no pueden ser cubiertas mediante la energía eléctrica o solar. Y aquí es cuando entra en acción el hidrógeno.

Actualmente la mayor parte del hidrógeno en el mundo se obtiene utilizando gas natural. Esta forma no es amigable con el medio ambiente porque emites gases de efecto invernadero. Pero eso es justo lo que vengo a ver a Puertollano. Una planta de hidrógeno verde, es decir una planta que no emites gases de efecto invernadero porque obtiene el hidrógeno a través de energía solar. Dentro de la planta hay un electrolizador, que es un aparato que separa, mediante electrólisis, las moléculas de oxígeno de las de hidrógeno.

La planta aporta energía para Fertiberia, una fábrica que está a un lado y que lo utiliza como materia prima para producir fertilizantes. Así, el hidrógeno verde permite fabricar fertilizantes verdes y desarrollar amoníaco verde. A diferencia de las plantas que producen hidrógeno con gas natural, que usan 22 litros de agua para producir un kilo de hidrógeno gris, en esta planta se consumen 10 litros de agua por cada kilo de hidrógeno verde producido.

El arranque de la revolución del hidrógeno verde está comenzando por las plantas que ya producían hidrógeno pero no lo hacían de forma sustentable, para abastecer industrias como las de los fertilizantes, del metanol para la industria química y la refinación de petróleo. Otras industrias que se pueden cambiar a hidrógeno verde son las acereras, la industria naviera y la de almacenamiento de energía.

El hidrógeno como combustible es ya una realidad en Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Alemania. Japón está en camino a convertirse en una economía de hidrógeno. España también hace esfuerzos en este sentido. Puertollano contribuye a la soberanía energética del país mediante la sustitución progresiva de combustibles fósiles importados que son cada vez más caros.

En lugar de que el gobierno español piense en construir una refinería o en comprar una en otro país, como lo ha hecho el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al adquirir Deer Park en Texas, España está avanzando en la soberanía energética pensando en soluciones sustentables, como el hidrógeno verde, sin invertir un solo centavo de las arcas públicas.

Bastante envidiable.

El hidrógeno es la energía del futuro en varios países, pero no en México ante un gobierno que privilegia la ideología sobre la lógica en la materia.

Columna completa en El Universal

 

Apostilla: España se encuentra en medio de campañas presidenciales para ver si permanece Pablo Sánchez en la presidencia. Éstas tienen una duración de ¡15 días! Arrancaron el 7 de julio y culminan el 23, día de la elección. Madrid apenas tiene uno o dos pequeños posters de los candidatos. No está la ciudad llena de enormes espectaculares pagados con quien sabe qué recursos. Casi como en México.

Si algo hemos visto en estos más de cinco años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador es que cuando anuncia que quiere algo, hace hasta lo imposible por lograrlo. No importa si esto implique cometer un crimen contra la lógica.

Lo vimos con la cancelación del NAIM. El aeropuerto de Texcoco ya llevaba millones de dólares invertidos en su construcción y su cancelación costaría millones más. López Obrador era apenas presidente electo y nada de esto le impidió armar una consulta a modo que concluyó con la cancelación del aeropuerto. La sensatez y el sentido común apuntaba en una dirección y eso hacía pensar que sería el camino que tomaría AMLO. Imperó la amenaza de destruir todo lo que tuviera que ver con el pasado. El NAIM fue cancelado.

Lo vimos también con el avión presidencial. Algunos pensaban que su amenaza de volar en líneas comerciales y de vender el avión que AMLO decía mañosamente que “no tiene ni Obama” era una simple estrategia política. No fue así. Intentó todo con tal de cumplir con la venta del avión. Al final optó por rematarlo, pero cumplió.

Ahora, ante el tremendo revés de la Suprema Corte en la que nueve ministros declararon inconstitucional las modificaciones a las leyes electorales mejor conocidas como ‘Plan B’ porque el legislativo no cumplió con el debido proceso cuando las aprobó, el presidente no va a ser el político que reflexione como lograr un mejor diálogo con la oposición o cómo tejer lazos con el legislativo.

No. La nueva cruzada del presidente ya quedó clara desde unos minutos después de que se conociera el fallo de la Corte. El Plan C es lograr la mayoría calificada en el legislativo en las elecciones del 2024.

Ayer en su conferencia mañanera López Obrador llamó al pueblo a votar por la mayoría absoluta en el congreso para lograr que en septiembre del 2024 se apruebe una reforma al Poder Judicial. Ahora, dice López Obrador, quiere que sea el pueblo quien los elija.

Es una nueva estrategia política porque actualmente los ministros de la Corte se eligen de una terna nombrada por el ejecutivo y ratificada por el Senado para asegurar los contrapesos. Es una insensatez lo que propone el presidente ya que, entre otras cosas, implicaría que quienes quisieran integrarse a la corte hicieran campaña para ganar el voto ciudadano.

Pero aun siendo una insensatez, es una amenaza que se debe escuchar como seria viniendo del presidente López Obrador.

¿Lo hará la oposición? Hasta ahora vemos a los liderazgos del PAN y PRI, a Marko Cortes y Alejandro Moreno, más preocupados por mantener sus cotos de poder que en trabajar por presentar propuestas atractivas para la ciudadanía y en desnudar las estrategias políticas del presidente por su insensatez.

La Corte ha hecho su trabajo con la votación de esta semana por salvaguardar la democracia. La ciudadanía también, al salir a las calles. Es el turno de la oposición de tomarse en serio la nueva cruzada del presidente.

Columna completa en El Universal

Hay un dicho muy claro y sencillo que debería recordar la oposición si realmente quieren tener oportunidad de regresar al poder: “No puedes querer tener el pastel y a la vez comértelo”. Pero eso es lo que están intentando los dirigentes del PAN, PRI y PRD.

Salen a marchar diciéndole a la ciudadanía que están en las calles porque ellos defienden a la democracia que está siendo atacada por el presidente López Obrador, por su partido, Morena; y sus aliados, PVEM y PT, pero después se unen a estos mismos actores para atacar ¡a la democracia!

Quieren su pastel intacto pero también le quieren dar sus mordidotas. ¿No entienden o creen que los ciudadanos somos ignorantes?

Al atacar al Tribunal Electoral como lo están haciendo, para ganar mayor poder en las cúpulas y poder vivir bajo sus propias reglas manteniendo el presupuesto público – que proviene del bolsillo de todos los mexicanos vía impuestos – están atacando la democracia.

Lo que pretenden con la iniciativa que busca reformar los artículos 41, 73, 99 y 105 de la constitución es eliminar contrapesos y limitar derechos de las minorías políticas. Así de sencillo. Primero porque pretende frenar juicios de derechos políticos promovidos por mujeres. Gracias a éstos se ha logrado avances en la paridad legislativa y mayor presencia en gobiernos locales. Han sido logros costosos que han tenido que brincar varias trancas, como cuando se inventaron los partidos aquello de ‘las Juanitas’. Ponían a una mujer candidata a una diputación o senaduría con un suplente hombre y, apenas comenzaba la legislatura, la obligaban a renunciar.

Con todo y estas mañas, se logró importantes avances en paridad de género dentro de los partidos políticos. Mismo caso se ha dado para otras minorías como indígenas y transgénero. Esto lo quieren eliminar todos los partidos salvo Movimiento Ciudadano.

Además pretenden proteger a las dirigencias de los partidos, en este caso a Marko Cortés, del PAN, Jesús Zambrano, del PRD y Alejandro Moreno del PRI, de juicios internos en nombramientos que hagan. Son tan pequeños estos dirigentes, que prefieren aliarse con quien los está aplastando, Morena, con tal de mantener el poco poder que aún detentan.

Vemos un día sí y al otro también a los aspirantes de Morena, a las famosas corcholatas, violar las leyes electorales. Se promueven burdamente con recursos públicos, y aun así la oposición siente que es buen momento para quitarle poder y atribuciones al Tribunal Electoral que es actualmente la última instancia para poner un freno a estas violaciones constantes de la ley.

Consideran los tres partidos de la oposición, PRI, PAN, PVEM, que hoy que el presidente López Obrador, ataca al Poder Judicial, es buen momento para unírsele a él y a su coalición para atacar al Tribunal que forma parte de este contrapeso.

En medio del litigio electoral de mayor calado de las últimas décadas, el Plan B electoral, uno esperaría que las prioridades políticas de los partidos de la oposición deberían estar en la defensa de las instituciones electorales a toda costa. Si hay puntos que corregir dentro del INE y dentro del Tribunal Electoral, ahora no es el momento para hacerlo ni para pretender debilitarlos. Pero tal parece que la oposición quiere tener su pastel – decir que defienden la democracia – y comérselo también, al querer debilitarla.

La oposición parece que simplemente no entiende.

Columna completa en El Universal

Dijo el presidente en su Mañanera del lunes que su Plan C es pedirle a la ciudadanía que no vote por la oposición; que vote por Morena: “Hay un plan C, que no estén pensando que ya se terminó todo, que no se vote por el bloque conservador, ningún voto a los conservadores, sí a la transformación”.

AMLO hizo así un llamado al voto utilizando recursos públicos. Algo que él repudió vehementemente cuando lo hizo Vicente Fox en las elecciones presidenciales del año 2006: “Hay que cambiar de jinete, no de caballo” dijo el entonces presidente, pidiendo el voto por Felipe Calderón.

La indignada respuesta de Andrés Manuel López Obrador culminó hasta que se modificó el artículo 134 Constitucional, en su fracción VII, para incluir el Principio de Neutralidad Constitucional, el cual exige a todos los servidores públicos, empezando por el presidente, a que el ejercicio de sus funciones se realice sin sesgos, en cumplimiento estricto de la normatividad en materia electoral.

Hoy AMLO hace lo que en su momento tanto le reprochó a Vicente Fox.

En el 2015 López Obrador reclamaba los lazos familiares en puestos públicos. En su cuenta de twitter escribió: “Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad.

Ahora, ante la conformación de las quintetas para que de ahí salgan los nombres de los Consejeros Electorales del INE que sustituirán a Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela y José Roberto Ruiz Saldaña que concluyen su mandato la semana próxima, no importa que los que lleguen sean parientes de ni cercanos a integrantes de Morena y/o de su gabinete.

“Si pertenecen o participan con nuestro movimiento y no están impedidos, si no lo prohíbe la ley […] cualquiera que llegue será mejor que los que están actualmente. Lo importante es que sea gente íntegra, honesta. No, no eso de la experiencia”, dijo el presidente en su Mañanera cuando se le cuestionó la cercanía de varios de los posibles sustitutos de los consejeros salientes, incluyendo el presidente.

Entre los candidatos están Bertha Alcalde, la hermana de la secretaria de trabajo; Netzaí Sandoval, hermano de la ex Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; Guadalupe Álvarez Rascón, hija de un senador de Morena; Zircey Bautista Arreola, esposa del subsecretario de SEDATU; Guadalupe Taddei Zavala, tía del director de LitioMx y prima del Secretario de Bienestar de Sonora; Víctor Humberto Mejía y Jorge Montaño, ambos tabasqueños, cercanos al secretario de Gobernación, Adán Augusto López; y Bernardo Valle, cercano a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.

Tiene razón el presidente cuando dice que el parentesco con integrantes de un partido no es contrario a la ley electoral para ser Consejero del INE. Las preferencias políticas no necesariamente comprometen la ética, integridad ni la capacidad de los consejeros.

Pero, con la tendencia de destrucción, acaparamiento de las instituciones del actual gobierno que encabeza López Obrador, es muy complicado concederles a estos candidatos el beneficio de la duda.

Recordemos que López Obrador es el presidente que apoyó que la candidatura de Felix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero se la quedara su hija Evelyn, cuando se le retiró por no cumplir con la ley.

El nepotismo y el amiguismo ha sido una constante en el gobierno de López Obrador, a pesar de que antes lo reprobada. Hoy hace el presidente lo que como candidato y líder opositor señalaba como trampas de la Mafia del Poder.

Columna completa en El Universal

Finalmente el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está por inaugurar el mes próximo un gran proyecto de energía solar que generará, tan sólo en su primera etapa, 120 megawatts.

¿Cuánto es esto? Lo suficiente para abastecer de energía a 100 mil hogares al mes. Y lo está haciendo con energía limpia. Un viraje importante en las políticas que ha seguido en el sector el actual gobierno.

Este parque de energía es un gran proyecto… que estará pésimamente mal ubicado. “Si tuviera que lanzar un dardo al mapa de la República Mexicana para que caiga en el peor lugar para construir una central fotovoltaica, caería justo en Puerto Peñasco”, me comentó un experto en el sector. Y es precisamente ahí en donde el gobierno está por inaugurar esta megacentral.

¿Por qué es el peor lugar? Primero porque en la región noroeste hay un exceso de oferta de energía eléctrica. Esto es algo que el gobierno sabe la perfección. Una simple búsqueda de la demanda en esa zona del país en el Sistema Interconectado Nacional en la página del gobierno te deja ver que ahí se generan actualmente casi 3 mil 500 megawatts y se demanda un poco más de 2 mil 500. Por ello ya desde el 2019 fue la propia secretaria de Energía, Rocío Nahle, la que declaró que el noroeste tenía ya cubierta su demanda de energía. Entonces ¿para que construir ahí este proyectazo?

Si querían construir algún Sonora, era mejor hacerlo cerca de la subestación de Hermosillo en donde no existiría el sobrecosto en materia de transmisión. Como la central que se inaugurará en abril está en la esquina noroeste, se requerirán 25 kilómetros de líneas de transmisión para abastecer Sonora, Chihuahua y Sinaloa, como pretende el proyecto. Esto aumenta enormemente su costo.

El cálculo es que en Puerto Peñasco instalar cada megawatt estará costando 1.6 millones de dólares. El precio de mercado de producción de cada megawatt está actualmente en 750 mil dólares. Así, el costo de producir megawatts en Puerto Peñasco será mucho más caro y además hay que considerar que durante la transmisión se pierde algo de la energía generada.

Una tercera ineficiencia del proyecto es que no interconectará el Sistema Nacional de Transmisión con el Sistema de Baja California. El sexenio anterior se tenía proyectado precisamente instalar una línea de transmisión en corriente directa que interconectar ambos sistemas. El proyecto fue cancelado, como prácticamente todos lo han sido bajo el gobierno de la 4T. Esto es importante porque el Sistema de Baja California está interconectado con el de California, EUA. Construir una Central en Puerto Peñasco, Sonora habría de menos hecho sentido si se hubiese pensado en interconectar con el Sistema de Baja California. El actual proyecto no lo contempla y es algo que no se resuelve simplemente con líneas de transmisión. Requiere un entramado mecánico complejo que está ausente del Plan Sonora.

La tendencia en el mundo para hacer proyectos viables y financieramente rentables es la construcción de este tipo de centrales Fotovoltaicas cerca de donde se consume la energía. En México hay deficiencia energética en la zona Centro, Occidente y Peninsular. En lugar de haber invertido los mil 600 millones de dólares que se estima costará el Plan Sonora para instalar más energía en donde más se necesita y a un costo megawatt de mercado, se optado por hacer un proyectazo mal implementado.

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Ayer el jurado compuesto por 12 ciudadanos estadounidenses determinó por unanimidad declarar culpable de los cinco cargos que se le imputaron a Genaro García Luna en la ciudad de Nueva York, en la Corte de Brooklyn. Este juicio fue visto por el presidente Andrés Manuel López Obrador como un juicio no solamente a García Luna, sino al pasado y en especial a su archienemigo, Felipe Calderón, que al parecer guarda un lugar muy especial en los rencores del hoy jefe del Ejecutivo por las elecciones del 2006 que AMLO perdió.

Curioso que en esta ecuación que hace el Presidente de México, no se da cuenta que no solo pierde Calderón, también México. En las cuatro semanas de juicio, los delincuentes que hoy están presos o que podrían ganar, a partir de sus declaraciones, reducciones en sus penas, declararon cosas que ocurren en un país que quedó expuesto como una cueva de ladrones. Desnudó a México y eso pienso que es difícil celebrarlo.

Difícil porque siempre he tenido la duda de ¿cómo llega la droga de la frontera de México a los consumidores del resto de Estados Unidos? ¿A Nueva York? ¿A Brooklyn, en donde fue enjuiciado García Luna? Es ahí en donde viven los integrantes del jurado que decidieron que Genaro García Luna es culpable. ¿Cómo llegan las drogas hasta los ciudadanos norteamericanos? Eso es algo que no se resuelve al declarar culpable al exfuncionario mexicano, pero que sin duda debiera ser un pendiente en un país que decidió, en su momento, condecorar a Genaro García Luna como un gran policía que peleaba en contra del narcotráfico.

Tras el veredicto salieron los cercanos al Presidente a aplaudir. Jesús Ramírez Cuevas escribió en redes “García Luna es declarado culpable por tráfico de drogas, delincuencia organizada y falsedad de declaraciones en E.U. La justicia ha llegado para quien fuera escudero de Felipe Calderón. Los crímenes en contra de nuestro pueblo no serán olvidados nunca”.

Ignacio Mier, el dirigente de Morena en la Cámara de Diputados, sentenció: “No hay crimen perfecto. El jurado declaró culpable a Genaro García Luna. Al tomarse como válidos los testimonios, los que siguen son Vicente Fox y Felipe Calderón. No a la impunidad”.

El productor Epigmenio Ibarra, quien ha recibido condonaciones de impuestos muy generosas en este gobierno, hizo varias publicaciones en sus redes sociales. Entre las primeras escribió: “García Luna es culpable de todos los cargos y usted Felipe Calderón, que fue su cómplice, no puede alegar inocencia”. Y así celebraron, con varias publicaciones, otros funcionarios del gobierno como Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.

¿Qué tanto aplauden de justicia si ésta no se hizo en México sino en Estados Unidos? En México la justicia duerme el sueño de los inocentes en lo que el Fiscal General de la República sacia sus ansias de venganza en contra de sus familiares.

El gobierno y el presidente López Obrador además han decidido que en el caso García Luna, o estás con López Obrador o estás con el ex Secretario de Seguridad Pública. Esto sin tomar en cuenta que en el juicio no se presentó ni una sola prueba y el jurado decidió a partir de declaraciones de criminales que están en Estados Unidos, en prisión, precisamente por haber sido capturados cuando García Luna era funcionario. Eso como mínimo debe generar la sospecha de que tuvieron incentivos para apuntar el dedo en contra de García Luna.

Apostilla: Mucho se ha especulado de que el presidente López Obrador tiene algún tipo de acuerdo con el Cártel de Sinaloa. Las sospechas surgen a partir de los múltiples viajes del Presidente a la tierra de El Chapo, a Badiraguato, y de sus abrazos a la mamá de El Chapo. Los que hoy son poderosos, mañana pueden ser enjuiciados en Estados Unidos. Ese es un mensaje claro que también viene desde la corte de Brooklyn.

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Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador está peleándose y atacando, una vez más, a un ex integrante de su gobierno, lo que debiera ser un auténtico escándalo queda desatendido y olvidado.

Ayer en su conferencia mañanera el presidente volvió a atacar a alguien que hasta hace no tanto trabajaba para él. Me refiero a Martha Bárcena, quien fuera Embajadora de México en Estados Unidos del 2018 al 2021. Por el conflicto muy público que ha sostenido Bárcena y su esposo, Agustín Gutiérrez Canet, con el Canciller Marcelo Ebrard, ayer López Obrador fijó postura. Dijo que ella ha optado por pasar del lado de los conservadores.

Este tipo de pleitos de López Obrador con quienes han trabajado en su gobierno muestran los escandalitos de un presidente chiquito. Un presidente que decide alimentar sus filias y fobias antes que dedicarse a gobernar un país con múltiples problemas y oportunidades.

En mi podcast del lunes pude platicar con el académico mexicano de MIT, Juan Enríquez Cabot, sobre la Inteligencia Artificial y su explosión a partir de noviembre cuando una empresa, OpenAI, lanzó la plataforma ChatGPT que ha puesto esta tecnología al alcance y a la vista de todos.

La Inteligencia Artificial genera muchas preguntas que ChatGPT les mete turbo. Por ejemplo ¿será una herramienta que traerá para la humanidad un futuro promisorio o una distopía? ¿Cómo va a modificar el mundo laboral? ¿Es una tecnología a la cual hay que temerle?

Al plantearle estas preguntas a Juan Enríquez, su respuesta fue clara: en México el gobierno actual está deshaciendo la excelencia educativa. Se está desmantelando el Conacyt y algunas de las grandes universidades; se está atacando desde el poder a los científicos. Y esas son precisamente las instituciones y la gente que nos podría permitir algún prospecto de ser competitivos como país en los siguientes cinco años.

Es absolutamente esencial que hagamos algo en términos educativos por lograr mantener talento y generarlo en México. Sólo así vamos a tener los aliados para hacer ingeniería; finanzas; arquitectura; medicina y todas las profesiones que utilicen esta tecnología. La Inteligencia Artificial no acaba con estas profesiones. Lo que acaba con ellas es no formar a quienes la puedan utilizar en un nuevo entorno que además es cada vez más competitivo.

Pero lejos de querer insertarnos en esta competencia, tenemos un gobierno que tiene una falta absoluta de respeto por la excelencia; por los científicos; por los emprendedores.

Cito textual a Juan Enríquez: “Si [hoy en México] tú aspiras a hacer algo; si aspiras a jugar a nivel mundial, te tratan como si fueras un aspiracionista conservador. Y eso es lo que deshace países a corto plazo.”

Estamos regalando el talento que sí existe entre los jóvenes mexicanos para que, si empiezan a destacar en el Politécnico en Iztacalco, por ejemplo, lleguen las grandes corporaciones como Google o Microsoft y los recluten y se los lleven del país. Son jóvenes que no solo no encuentran apoyo en México, además están siendo atacadas por la ignorancia de quienes tienen hoy en sus manos las instituciones académicas del sector público.

Mientras el presidente López Obrador vive pensando en sus rencores y alimenta sus escandalitos, esta semana el del Canciller Ebrard con la ex embajadora en Washington, Martha Bárcena, en el mundo ocurren cosas realmente importantes que simplemente no se les presta la debida atención, con el tremendo costo presente y futuro para México.

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  1. ¿Por qué en la marcha ciudadana del 13 de noviembre para defender al INE no vimos filas de autobuses; metrobuses y otros vehículos llevando a gente a participar?
  2. ¿Por qué no hay fotos ni videos de gente vestida con chalecos del gobierno dando dinero a los que acudieron al Monumento a la Revolución el 13 de noviembre?
  3. ¿Por qué a diferencia de lo ocurrido con la contramarcha, no hay acusación de amenazas o condicionantes de los que se vistieron de rosa el 13 de noviembre y se presentaron en Reforma al grito de ¡El INE no se toca!?
  4. ¿Por qué el 13 de noviembre no hubo quien pasara lista y el 27 de noviembre, día de la contramarcha, sí?
  5. ¿Por qué no hay muestra de que en la marcha en defensa del INE se repartieran bolsas con desayunos y en la del 27 de noviembre sí?
  6. ¿Por qué los canales 11, 14, 21 y 22 – que conforman el Sistema de Radiodifusión – transmitieron la contramarcha completa del 27 de noviembre pero ignoraron las que ocurrieron el 13 de noviembre en la CDMX y otros puntos del país en defensa del INE?
  7. ¿Por qué decidió el presidente López Obrador y sus habilitadores mostrar sin recato y con total descaro el uso de recursos públicos para su contramarcha?
  8. ¿A quién quiere engañar el presidente López Obrador cuando paga millones de pesos del erario para saciar su ego?
  9. ¿Es realmente el presidente un imán para sacar a ciudadanos a tomar las calles o ya solamente lo logra mediante carretadas de dinero?

Estas son sólo nueve de las preguntas que deja la marcha del 13 de noviembre y su comparativo con la contramarcha del 27, pedida por el presidente López Obrador y organizada por todo el aparato del Estado.

Lo que deja en claro esta marcha es que el presidente está nervioso por las posibilidades que tiene su proyecto de trascender el 2024. Ha querido vender la idea de que el triunfo de Morena en las próximas elecciones estatales y en la presidencial es inevitable pero es evidente que los ríos de personas que vio salir a las calles a defender al INE el 13 de noviembre lo pusieron a la defensiva.

Su reacción ha desencadenado el fortalecimiento de una oposición que estaba pasmada, mermada y casi inexistente. En la encuesta hacia el 2024 publicada por este diario ayer Morena sigue siendo fuerte, pero ya no inalcanzable. La suma de los porcentajes obtenidos por los partidos de oposición se queda a 5 puntos de la obtenida por Morena y sus aliados.

En el legislativo, la insistencia en una reforma electoral que quiere fortalecer solamente a Morena a costa de todos los demás partidos ha dado un nuevo impulso al bloque opositor. La estrategia de ‘divide y vencerás’ le estaba funcionando al presidente a las mil maravillas cuando había logrado que el PRI se sumara en la reforma para extender el tiempo del ejército en tareas de seguridad pública. PAN y PRD habían dicho que así no se concretaría la alianza opositora hacia el 2023 ni menos hacia el 2024. Y sin embargo, ahora hasta MC se ha sumado en rechazo a la reforma electoral de López Obrador.

Una reforma que, por cierto, el presidente parece no entender. Ayer en su mañanera AMLO repitió que “el bloque conservador va a impedir la reforma constitucional porque no quiere que haya menos diputados, menos senadores, quiere seguir manteniendo a los plurinominales, quieren seguir entregando muchísimo dinero a los partidos, a los consejeros no quieren que los elija el pueblo”.  ¿Cómo es posible que diga esto si su reforma electoral busca la reducción de legisladores mediante la desaparición de los de mayoría relativa (los que elegimos los ciudadanos) para quedarnos solamente con diputados y senadores plurinominales (los que eligen las cúpulas partidistas al ser los que arman las listas con sus integrantes)?

O el presidente no entiende su reforma o quiere engañar con que busca un ahorro cuando lo que realmente persigue es afianzar el poder de las cúpulas partidistas.

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Por años la política exterior de México fue motivo de orgullo. Lográbamos ser el vecino de la gran potencia, Estados Unidos, y a la vez ser el puente con Latinoamérica. Teníamos nuestro TLCAN pero también pertenecíamos al Mercosur. Se hablaba de México como el gran hermano latinoamericano.

La ‘gran transformación’ de la 4T ha dado con al traste con todo ello y lo ocurrido en la votación del Banco Interamericano de Desarrollo y en la Organización Panamericana de la Salud es simplemente la prueba de que la idea de López Obrador de que “la mejor política exterior es la interior” tiene sus costos.

Aunque al presidente de México no le guste, sus desplantes, groserías e ignorancia sobre el papel de México en el mundo tiene consecuencias.

Primero hemos visto a un López Obrador que ha desdeñado acudir a las cumbre y reuniones internacionales. En segundo lugar ha optado por hacer nombramientos en embajadas y consulados de gente no capacitada para esos encargos. Muestra emblemática ha sido el amigo de la esposa de López Obrador, Pedro Salmerón, que fue justificadamente rechazado por Panamá después del movimiento #UnAcosadorNoSeraEmbajador.

Además ha decidido atacar a gobiernos como el español, a quienes sugirió poner la relación ‘en pausa’ o al estadounidense al preferir defender a los dictadores de Nicaragua, Cuba y Venezuela que apoyar a Biden cuando la Cumbre de las Américas. Ha sugerido que la Estatua de la Libertad sea desmontada de EUA en defensa de Julian Assange y un largo, larguísimo etcétera.

Pues es la fecha en que estos desplantes le cobran factura al gobierno de México. La postulación de Gerardo Esquivel al frente del Banco Interamericano de Desarrollo, del BID, fue casi de último momento después de que la candidata original del presidente, Alicia Bárcena, se cayera a principios de noviembre cuando una legisladora estadounidense señaló que no sería bienvenida.

María Elvira Salazar, envió una carta a la secretaria del Tesoro Janet Yellen pidiendo que el país vote en contra de la candidatura de Bárcena. “Es simpatizante del comunismo”, acusó, ya que, como secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la CEPAL, habló de manera positiva sobre Fidel Castro y Hugo Chávez. EUA tiene un voto que pesa el 30 por ciento en el nombramiento de quien dirija el BID. Bárcena se retiró. La posibilidad para Esquivel en ese momento se redujo considerablemente y eso explica que en la votación del fin de semana México, que no Esquivel, recibiera solamente dos votos.

Ha sido una soledad autoinfligida, resultado de una política exterior poco profesional. El enojo del presidente, reflejado en el comunicado de Hacienda lamentando que Estados Unidos no apoyara al candidato de México y se decantara por el brasileño Ilan Goldfajn no es más que un botón adicional que enseña que no se entiende que no se entiende.

Culpar a otros es sumarle al error. Pero eso será complicado de ver cuando lo que hay como estrategia central en estos momentos es marchar en contra de una parte de los mexicanos.

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En el marco de la Convención Bancaria del 2018 el presidente López Obrador dijo que si él no ganaba la elección de ese año, si le volvían a hacer fraude (nunca se lo hicieron, pero esa es otra historia), se soltaría un tigre y él ya no lo detendría. La marcha del domingo en defensa del INE mostró ser también un tigre. Un tigre que el propio presidente López Obrador decidió soltar.

Han sido múltiples los agravios del presidente a la ciudadanía en nombre de su transformación. Desde la colocación de gente incompetente para encargos como la CNDH, la CRE y el FCE; eliminar el Seguro Popular; minimizar la pandemia de COVID con sus efectos económicos y de salud; generar escasez de medicamentos que han provocado muertes innecesarias y un largo etcétera. Ninguno de estos agravios logró movilizar a la ciudadanía como si lo hizo la amenaza de regresarnos al país de un solo partido y al partido de un solo hombre.

La ciudadanía salió a manifestarse para defender a una institución, al INE. No fue en defensa de un partido; de un consejero ni de un político. Fue en defensa de una institución y eso es señal de que no todo está perdido para la democracia mexicana. Como López Obrador está acostumbrado a pedir que marchen para defenderlo a él, minimizó el efecto que tendría atacar a una institución.

La respuesta del presidente ante el tigre que el mismo soltó ha sido el auténtico striptease político. Hemos podido ver al presidente de cuerpo entero y, como al emperador, sin ropa. Si antes de la manifestación ya se le escuchaba desencajado, una vez que vio la marea rosa y blanca en la Ciudad de México y en muchas otras ciudades del país y del extranjero, su enojo es más que palpable. Su reacción es lamentable.

Llamar clasista a una manifestación a la que acudieron muchos integrantes de las clases medias es un nuevo balazo en el pie. Lleva agraviando a las clases medias desde que Morena perdió la mitad de las alcaldías de la CDMX y en lugar de idear una estrategia para recuperar a estos votantes, redobla en su error y con ello le complica el panorama a su candidata favorita, Claudia Sheinbaum, para la elección presidencial.

Llamar a José Woldenberg de antidemocrático porque, según el presidente, ha avalado fraudes electorales pierde toda lógica cuando lo dice quien tiene a Manuel Bartlett, el padre de la caída del sistema, en su gabinete.

La marcha del domingo 13 de noviembre es la demostración de que la democracia no se puede acotar al valioso pero simple acto de votar. La democracia también es protesta. El sentimiento que generó en muchos el ver a tantos rechazar el desplante presidencial de desaparecer al INE puede significar un antes y un después para Morena y para México. López Obrador se empeña en presumir su altísimo nivel de aceptación. En mi podcast Broojula platiqué con el politólogo Carlos Bravo Regidor quien comentó algo muy cierto: esta aceptación ha dejado de crecer. Parece que ha llegado a su techo. La gran pregunta que surge para la sociedad civil y la oposición ahora es ¿cómo hacer que este entusiasmo social se convierta en una estrategia electoral?

Apostilla: No han sido días buenos para otros populistas tampoco. Jair Bolsonaro perdió la elección en Brasil y Donald Trump está siendo señalado como el culpable de que a los Republicanos no se les materializara la marea roja que creyeron vendría en las elecciones intermedias en Estados Unidos.

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