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Con el arranque de las precampañas comienza también la lamentable etapa de los muchos y malos spots políticos en la radiodifusión mexicana.

A partir del lunes y hasta tres días antes de las elecciones del 2024, los ciudadanos seremos víctimas de la spotiza de los partidos políticos y las autoridades electorales. En estos 191 días nos van a bombardear con alrededor de 52 millones de spots las más de 3 mil 700 estaciones de radio y televisión del país.

Los partidos políticos y las autoridades electorales tienen derecho a utilizar 48 minutos diarios de radio y televisión de los tiempos oficiales, en épocas electorales, para promover ideas y propuestas de los primeros e información sobre las elecciones de los segundos. Estos 48 minutos diarios no le cuestan un centavo ni a los partidos políticos ni a las autoridades electorales. Son completamente gratis. Así que al dineral que se les da a los partidos políticos hay que sumarle este beneficio de no tener que pagar ni un centavo para que sus spots sean transmitidos en radio y televisión.

Esto de los tiempos oficiales es una herencia que viene desde la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, cuando al enojarse por la cobertura de los medios de comunicación del movimiento estudiantil de 1968 se impusieron como castigo a la industria. La historia es larga, pero en la campaña electoral del 2006, cuando los famosos spots de “López Obrador es un peligro para México” salieron al aire pagados por el Consejo Coordinador Empresarial, el candidato perdedor, AMLO, se enojo. Culpó de su derrota a los medios de comunicación y al modelo electoral lo que propició la reforma electoral del 2007. Ésta, además de cambiar de forma anticipada a los consejeros del entonces IFE, inauguró la prohibición de que partidos políticos o agentes económicos pudieran comprar tiempo aire para procesos electorales. A partir de entonces, 48 minutos de los tiempos oficiales se pusieron a disposición de los partidos políticos y de la autoridad electoral para que la radio y la televisión mexicana tuvieran que transmitir de forma gratuita los mensajes de los candidatos y partidos políticos.

Ningún país en el mundo le cobra tanto a la radiodifusión por el uso del espectro, es decir del aire, por el que transmiten sus frecuencias. Y ningún país le regala este tiempo aire a sus políticos para que saquen la cantidad de spots a los que estaremos siendo bombardeados desde el lunes.

Como lo que no nos cuesta es usualmente poco valorado, los partidos políticos suelen hacer muy mal uso de estos tiempos oficiales. No nos dicen nada interesante ni novedoso sobre sus propuestas. A partir de esa reforma del 2007, quedó prohibido que los spots en contra de partidos o candidatos tuviera aspectos denigrantes. Esto significó cerrarles la puerta a las campañas negras. Así que si un candidato tiene uno o varios cadáveres en su clóset, pues está prohibido que sus contrincantes los hagan saber al público en general a través de los spots políticos.

Para sumarle a lo ridículo que es nuestro modelo de comunicación política, los spots de las precampañas, que supuestamente van dirigidos solo a los militantes y simpatizantes de los partidos, los tenemos que escuchar todos. O qué ¿nos vamos a tapar los ojos o los oídos cuando salga un spot de un partido con el cual no simpatizamos?

Es realmente ridículo el modelo de comunicación ideado para complacer en su momento a Andrés Manuel López Obrador como candidato. Y lo sigue siendo ahora que, con AMLO ya en la silla, usa el poder del micrófono todas las mañanas en sus conferencias de Palacio Nacional para denigrar, señalar y acusar – la mayoría de las veces sin prueba alguna. Es decir, hace desde el púlpito presidencial lo que tanto se quejaba que hacían sus antecesores.

Así, hoy tenemos un modelo de comunicación política caro, malo, invasivo e inútil. Estamos pues, en el peor de los mundos en la materia.

Columna completa en El Universal

Esta es una duda que he escuchado mucho últimamente. ¿Puede ganar Xóchitl? Ella, la candidata, dice que es más fácil el camino de su escaño actual en el Senado a Palacio Nacional que el de Tepatepec, Hidalgo, al Senado.

El entusiasmo que generó su incursión en la contienda presidencial ha sido notable. Tanto que el presidente López Obrador ha emprendido una campaña feroz en su contra que ha sido complementada por otros dardos de Morena y sus simpatizantes. Desde la exigencia de demoler su casa; las acusaciones sin prueba alguna de que es la candidata de la oligarquía y de los que quieren el regreso al pasado; y ahora el intentar equipararla a la Ministra Yasmín Esquivel con el tema del plagio de la tesis de licenciatura.

No conozco cómo fue el camino de Tepatepec al Senado pero veo que el del Senado a la presidencia será complicado, más no imposible. La probabilidad de un triunfo de Xóchitl Gálvez depende de varios factores. En primer lugar, sabemos que una campaña exitosa requiere de dinero…mucho dinero. Xóchitl dice que ella quiere hacer una campaña orgánica. No quiere pagar dinerales en tapizar calles y bardas con espectaculares como lo ha hecho Claudia Sheinbaum. Prefiere que sean los ciudadanos los que lleven sus carteles de cartón con la X y de que sea su entusiasmo el que los invite a aportar a su campaña.

Aquí hay un gran problema para Xóchitl. El sistema electoral mexicano no está hecho para que sea el dinero de los ciudadanos el que financie una campaña electoral. En Estados Unidos lo logró Barack Obama porque el sistema político norteamericano fue ideado para que predominen las aportaciones ciudadanas sobre las públicas. En México se decidió por el esquema contrario. Con el objetivo de evitar que, a través de dinero de los privados, se impusieran agendas particulares o de que recursos del crimen organizado compraran a funcionarios, optamos por la prevalencia de recursos públicos para financiar campañas. Esto nos cuesta un dineral a los mexicanos. Si fue la decisión correcta o no y si esto ha evitado que se compren intereses y que el narco controle a políticos, es otra historia.

Por lo pronto el conjunto de las aportaciones de simpatizantes y de los candidatos a sus propias campañas no podrán rebasar el 0.5 por ciento del tope de gasto de la elección presidencial anterior. Para la elección del 2024 esto se traduce en que en lo personal ninguna persona podrá aportar a ninguna campaña más de 2.15 millones de pesos, pero las aportaciones concluyen cuando se llega al 10 por ciento del tope de gasto de la elección presidencial anterior, en este caso la de, 2018. La cifra tope es de poco menos de 43 millones de pesos por partido.

Esa cifra es un monto global y cada partido deberá determinar los montos mínimos y máximos de cuotas de militantes y de aportaciones personales de precandidatos y candidatos a sus precampañas y campañas. En otras palabras, los límites deben ajustarse a cada candidatura – la presidencial; las gubernaturas y otras elecciones locales y las distritales.

Ahora comparemos estos 43 millones de pesos con las prerrogativas que tendrán los partidos para las elecciones del 2024: son 10 mil 400 millones de pesos.

Es claro que el régimen del financiamiento privado en vigor no permite sino complementar el financiamiento público, dado que es muy limitado. Por más que Xóchitl entusiasme, lo que le puedan aportar los ciudadanos será, si llega al máximo, una cantidad que no se puede comparar con la que tienen los partidos como sus prerrogativas ni con lo que contará la campaña de enfrente, la de Sheinbaum, que utilizará todos los recursos al alcance del Estado federal y de las 22 gubernaturas que actualmente tienen para evitar que Morena pierda el poder.

Ya vimos el Paquete Presupuestal del año próximo. Que no quepa duda. López Obrador podrá ser un líder que comunique bien con una parte importante del electorado, pero sabe que eso no es suficiente y por ello además quiere comprar votos mediante programas sociales.

Por ello, en segundo lugar Xóchitl va a necesitar de los partidos políticos del Frente. De que PRI, PRD y el PAN, le quieran otorgar una buena tajada de los 4 mil 500 millones de su presupuesto para la elección y de que utilicen sus maquinarias para apoyar a la candidata. Hasta ahora no queda claro qué tanto quieren apoyarla. ¿Le van a dar un bloque importante de las prerrogativas que tienen?

La respuesta a esta pregunta es crucial para responder qué tan factible es un triunfo de Xóchitl. Además de dinero hay otros factores en juego para analizar la probabilidad de que triunfe en el 2024. Será un tema que abordaré en futuras entregas.

Columna completa en EL UNIVERSAL

El viernes pasado el INE le otorgó registro como Agrupación Política Nacional a ocho grupos, siete de ellos ligados a Morena.

Las APN´s, como se les conoce comúnmente son asociaciones ciudadanas que, según la Ley General de Partidos Políticos, “coadyuvan al desarrollo de la vida democrática y de la cultura política, así como a la creación de una opinión pública mejor informada”.

Hasta antes del viernes, cuando el INE le otorgó el registro como APN’s a estos ocho grupos, existían en México ya 68 de estas agrupaciones. Desconozco si todas estas siguen existiendo, aunque aparecen en el directorio del Instituto (https://www.ine.mx/actores-politicos/agrupaciones-politicas-nacionales/directorio-apn/)

Cuando un grupo de personas logra conformarse como una APN obtienen la posibilidad de participar en procesos electorales futuros para obtener registro como partido político.

Ahora, entre las nuevas APN’s que obtuvieron su registro del INE el viernes pasado están verdaderas ‘joyas’. Qué siga la democracia tiene un gran nombre. Fue creada por Gabriela Jiménez como parte del plan de Morena para recabar las firmas necesarias para la revocación de mandato del presidente en abril del año pasado. Entre las firmas aparecían 15 mil muertos. Ojalá que el INE haya revisado que entre los más de once mil integrantes para obtener este registro no incluyeron muertos también.

Otra de las nuevas APN’s es Humanismo Mexicano. Ésta cuenta ya con diputados de Morena entre sus cuadros más destacados: Favio Castellanos, Emmanuel Reyes y Hamlet Almaguer. Lo que llama la atención de esta nueva APN es quién está detrás de ella: la agrupación religiosa La Luz del Mundo, cuyo apóstol y líder, Nassón Joaquín García está en prisión en Los Ángeles, California, enfrentando una condena de 16 años al ser declarado culpable de abuso sexual contra menores. Los dos últimos diputados mencionados, Reyes y Almaguer, tienen fotografías en templos de Joaquín García. El diputado Almaguer ha estado con Nassón desde el principio. Mandó publicar felicitaciones en medios de comunicación de Jalisco, en donde nace La Luz del Mundo, cuando inició su liderazgo en diciembre de 2014 tras la muerte de su padre, Samuel Joaquín. Y lo defendió en redes sociales durante y después del juicio del que el mismo Nassón se declaró culpable cuando publicó: “Sólo hay un futuro para La Luz del Mundo, el crecimiento. Y sólo hay una persona que nos va a llevar ahí, el Apóstol Naasón Joaquín. #Inocente #Honorable”

¿Cómo es que se le otorgó el registro a este grupo con un antecedente tan negro?

Las APN’s son la antesala de los partidos políticos. Ante la crisis que vivimos actualmente por la pobre oferta que éstos presentan a la ciudadanía, pensar que las nuevas APN’s tienen nexos con Morena o están conformadas y/o ligadas a personajes como Joaquín García, es muy decepcionante. Se antoja bastante complicado que la oferta política en México mejore cuando son estos grupos las alternativas a los actuales partidos políticos.

Vale la pena revisar quiénes y cómo reciben del INE registro de APN estos grupos si queremos salir de la crisis de la democracia en la que nos encontramos.

Apostilla: Martha Delgado renunció ayer a la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE. Se va a coordinar la campaña presidencial de Marcelo Ebrard. Entre sus cercanos (a ella y a Marcelo) el cambio lo explican como “vamos en serio” por la candidatura de Morena hacia el 2024.

Columna completa en El Universal

La reforma energética que quiere el presidente Andrés Manuel López Obrador sí o sí ha generado mucha especulación sobre el papel que jugará el PRI. ¿Va a apoyar a Morena y sus aliados votando a favor o va a apoyar su alianza con el PAN y PRD votando en contra?

Sin duda será interesante ver qué deciden hacer los Priistas. Ya leímos algunas posturas, tanto de exdirigentes como de la presidencia y Secretaría General del PRI y es evidente que no está unido el partido en cómo quiere votar esta reforma constitucional. Pero me parece que además de enfocarnos en la postura del PRI será igual o más interesante e importante lo que haga el PVEM.

En cualquier país del mundo sabríamos de antemano que un partido ecologista no votaría en favor de una reforma que busca quemar carbón y combustóleo para producir energía y que desconfía de las energías limpias y renovables, como la solar y la eólica, argumentando que tienen intermitencias. Sí, no todo el día ni todo el año sopla el viento ni sale el sol, pero existen tecnologías que permiten a países que no tienen los beneficios geográficos de México, como Dinamarca, depender de estas energías en un 80 por ciento sin problema.

Pero en México el PVEM sabemos que es verde por la afinidad que tiene al dinero y no a la ecología. No obstante, en la legislatura pasada tuvieron un momento interesante y hasta sorpresivo cuando 4 de sus diputados votaron en contra de la Ley de la Industria Eléctrica precisamente argumentando que no era benéfica para el medio ambiente.

La vida nos da sorpresas; sorpresas nos dio el Verde.

¿Y ahora? ¿Cómo votarán los 43 diputados del PVEM y sus 6 senadores? El papel de estos legisladores será crucial.

En la Cámara de Diputados se requieren 331 votos para aprobar la reforma constitucional. Morena tiene 201; el PT 33. Si el PVEM decide votar con Morena, tiene 277 votos, le faltarían 54 votos que podrían buscar de entre los 71 legisladores del PRI. Pero si el PVEM vota en contra, al gobierno le harían falta 97 votos para que se apruebe la reforma, lo que no obtendría ni en el improbable caso de que los 71 diputados Priistas voten con Morena y el PT. Improbable porque no veo, por ejemplo, a un Ildefonso Guajardo votando en favor de una reforma que deja en claro el poco compromiso de México con el respeto al Estado de Derecho con inversiones nacionales y extranjeras.

En el Senado se complica la situación un poco más. Morena y sus 62 senadores más los 6 del PT 6 del PVEM y 4 del PES tienen 78 votos de los 86 que se requieren para aprobar la reforma. Este es un escenario muy optimista para la coalición gobernante porque si el PRI vota a favor, con sus 13 senadores se logra aprobar la reforma. Pero si el PES no vota con el gobierno, como se anticipa, y además el PVEM decide no votar a favor tampoco, entonces tendrían Morena y PT 68 votos. Aunque le sumen los 13 del PRI, la reforma no pasa.

Así el PVEM es un fiel de la balanza muy importante para el presidente en la votación de la reforma energética. ¿Qué va a hacer ese partido? ¿Le será fiel a los billetes (verdes) o a la ecología?

Columna completa en El Universal

Este grito homofóbico de los aficionados le ha generado multas por parte de la FIFA a la selección mexicana. Como esas multas no han impedido que se siga gritando en los partidos, ahora la sanción implica juegos a puerta cerrada para ver si la afición entiende que no puede estar gritando ehhhh…¡puto! durante los partidos.

Y esto es así porque las palabras importan.

Si esto, que las palabras importan, es válido en el deporte, lo es aún más en la vida de un servidor público. Y en este caso me refiero al presidente Andrés Manuel López Obrador. Si un conjunto de aficionados debe aprender a hablar y saber qué si se puede gritar y qué no en un estadio, lo mismo aplica para el Jefe del Ejecutivo que tiene el mayor megáfono del país y que lo utiliza de manera voraz cada mañana por al menos dos horas.

El presidente se ha referido en días pasado a que las clases medias fueron quienes llevaron a Hitler al poder. La verdad es que el Holocausto comenzó con palabras, no con apoyos de las clases medias. Actualmente hay una ONG, ItStartedWithWords.org, que busca mostrar que antes de que se promulgaran las leyes antisemitas en Alemania; antes de que se destruyeran las tiendas y sinagogas de los vecindarios; y antes de que los judíos fueran obligados a entrar en guetos, vagones de ganado y campamentos de exterminio, las palabras fueron las que se utilizaron para avivar el fuego del odio.

#ItStartedWithWords es una campaña de educación digital sobre el Holocausto que publica videos semanales de sobrevivientes de todo el mundo que reflexionan sobre esos momentos que condujeron al Holocausto. Para lanzar esta campaña tuvieron una conferencia en abril pasado en Nueva York en donde se quiso demostrar con estos testimonios, como cuando solo eran palabras, los judíos en Alemania no previeron la facilidad con la que sus antiguos vecinos, maestros, compañeros de clase y colegas se voltearían en su contra. Pero eso ocurrió. Pasaron de las palabras de odio a los actos de violencia.

Cuando el presidente ataca a la prensa una y otra mañana; cuando inventa su sección de su verdad, la del “Quién es quién en los medios de comunicación”, está abusando de las palabras. Está demostrando que no sabe o no le importan las consecuencias que pueda tener decir lo que él quiera.

No estoy diciendo que quienes trabajamos en medios debemos de ser libres de crítica. Eso sería caer en lo que el propio presidente quisiera para él: solo alabanzas. Estoy diciendo que llamar a la prensa, vendida; prostituída; alquilada; chayotera; vil; el hampa; la mafia; cómplices de las atrocidades del periodo neoliberal y tantos otros calificativos en general, con señalamientos a periodistas y medios en particular son palabras con el potencial de encender acciones que ningún Jefe de Estado que se precie de encabezar una democracia quisiera.

Cuando el presidente así habla ¿por qué los ciudadanos de a pie van a pensar dos veces repetir y hasta magnificar estas declaraciones?

El apoyo a Hitler y el Holocausto no fueron obra del apoyo de las clases medias. Ocurrieron porque de las palabras de odio se pasó a las acciones violentas. El presidente López Obrador bien haría en asomarse cuando menos a #ItStartedWithWords antes de seguir vapuleando las llamas del odio en México. Hacia la prensa y hacia todo lo que no concuerde con su visión de país.

Si a los aficionados del fútbol se les pide que midan sus palabras ¿por qué no solicitar lo mismo al presidente de México?

 

Columna completa en El Universal

El que las campañas que hoy concluyen hayan parecido concursos de Tiktok debería de ser por sí solo un escándalo, pero ante la violencia política que las ha marcado, el proceso ha sido una tragedia. Ir a votar será un ejercicio que, en muchos casos, va a requerir hacerlo con las narices tapadas.

Aún así, la importancia de votar en esta elección no se puede minimizar. Creo que Andrés Manuel López Obrador representa una válvula de escape para un segmento de la población que se siente escuchada. Ese es el valor más importante que encuentro en el presidente. Pero creo también que no es la persona ni el proyecto que va a hacer de México un mejor país. Por el contrario, está hipotecando nuestro futuro.

Simplemente ir en alianza con el PVEM y con el PT es suficiente para asegurar que la promesa de querer un mejor país no sea auténtica.

Increíble que este negocio que se llama Partido Verde Ecologista de México se perfile para lograr pasar de 11 diputaciones federales que tiene actualmente, a 49, según datos de Oraculus. Sería así el partido que tenga proporcionalmente el mayor crecimiento en la Cámara de Diputados en esta elección y la cuarta fuerza política del país.

El Verde ha sido descrito como la prostituta de los partidos porque cada elección se vende al mejor postor. Lo ha hecho con el PAN y se enojaron cuando Vicente Fox no quiso dar la Semarnat a Jorge Emilio González, “El Niño Verde”. Al PRI lo acompañó desde el 2003 y, al perder José Antonio Meade la presidencia en 2018, brincó de barco y de lealtad. Ahora está vendido a Morena.

En lugar de querer enriquecer la biodiversidad de un país como México, en lo único que han pensado los dirigentes del Verde ha sido en enriquecerse enormemente ellos. ¿Un Partido Verde que propone pena de muerte para los secuestradores? Cuando se conoció esta propuesta del partido hace un par de elecciones, los Partidos Verdes del mundo decidieron desconocer al de México y echarlo de entre sus pares.

Y el PT se perfila para quedar muy cerca del PVEM en fuerza legislativa con 45 escaños. A diferencia del Verde, el PT decrecería porque actualmente tiene 48 diputados. Hay que acordarnos que en la elección del 2018 obtuvo 29 diputaciones y ‘tomó prestados’ 19 legisladores para convertirse en el partido que más creció, no por sus propuestas legislativas, sino por las destrezas políticas con Morena para que ambos, junto con el PVEM, pudieran llegar a 333 diputados en la actual legislatura.

¿Cuál ha sido la acción más trascendente del PT desde su fundación en 1990? Los millones de pesos que han recibido hasta en las cuentas personales del único dirigente que ha tenido el partido en sus 31 años de existencia, Alberto Anaya y su esposa María Guadalupe Martínez, para la supuesta construcción y mantenimiento de centros de desarrollo infantil que se reportó nunca se construyeron. ¡Ah! Y también por defender al venezolano, Nicolás Maduro, y a Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte.

Para las elecciones del domingo los tres partido formaron la alianza Juntos Hacemos Historia. ¿Qué tipo de historia hacen, por cierto? La alianza va en 183 de los 300 distritos electorales que se repartieron así: 50 candidaturas para el Partido Verde, 45 para el PT y 88 para Morena.

Si las buenas intenciones del presidente López Obrador son suficientes para generar en muchos esperanza en su proyecto, el simple hecho de que esté aliado con el PVEM y con el PT debiera ser razón suficiente para no tachar Morena el próximo domingo.

 

Columna completa en El Universal

Hace poco vivimos el rechazo a los partidos políticos y el enaltecimiento de los ciudadanos que quisieran hacer lo que evidentemente los que gobernaban no podían: entregar resultados a los gobernados. Hoy hay más opciones ciudadanas que partidistas y se asoma el oportunismo de quienes quieren el poder por el poder, aun si es fuera de los partidos. Algunas de estas opciones se presentan como independientes siendo que poco antes de irse a inscribir estaban afiliados a algún partido.

 

El común denominador es que estamos rodeados de malos políticos, aun cuando se quieran envolver en el aura ciudadana.

 

Por un lado está el partido en el poder, el PRI, que sigue barajando sus opciones y cuya decisión principal parece depender de la decisión que tome el Frente Ciudadano por México sobre su candidato presidencial y no enfocado en los méritos de sus propias alternativas o en las propuestas de éstos por un mejor país.

 

Habla mucho del PRI que lleguen a la contienda sin que uno solo de sus militantes entusiasme, como sí les ocurrió hace seis años con Enrique Peña Nieto. Y que, siendo el partido en el poder, sientan la tentación de voltear a ver la opción de un no militante para quedarse con la presidencia.

 

El Frente Ciudadano por México pensaba llamarse Frente Amplio Opositor, lo cual hacía sentido con su intención de oponerse tanto al PRI de Peña como a Morena de AMLO. Pero también ellos -PAN, PRD y MC –  cayeron en la tentación de ciudadanizarse y lo hicieron modificando el nombre, aun cuando no hay nada que indique que se inclinarán por darle la candidatura presidencial a un ciudadano.

 

 

 

 

Columna completa en El Universal

 

Ante la tragedia del 19-S la respuesta de la clase política ha sido decir que quieren hacer ‘donativos’ para solidarizarse ante la tragedia. Pongo donativos entre comillas porque es difícil hablar de donar algo que de entrada les fue entregado del erario, pero hasta ahí llega la generosidad de la clase política.

 

Entre las propuestas de los partidos hay diferencias sobre como ‘donar’.

 

El PRI renunció ya formalmente a 258 millones de pesos que es el monto del financiamiento público de lo que resta de este año. Además, propuso una reforma que elimine diputados y senadores plurinominales y que a partir de ahora el financiamiento a los partidos se haga a través de recursos privados provenientes de donativos de militantes y simpatizantes, así como del público en general interesado en apoyar al partido de su elección.

 

Morena se comprometió a donar el 50 por ciento de su presupuesto y pidió que el dinero sea manejado por un fideicomiso especial y pidió que el INE done lo mismo. También proponen eliminar pensiones a ex presidentes y vender la flota aérea del gobierno.

 

El PAN dijo que renunciaría a todo aquello que legalmente no esté comprometido para este año, así como la renuncia total a su pauta de medios. Además, propone eliminar prerrogativas como seguro de gastos médicos y pagos de celulares a funcionarios públicos.

 

 

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

Ante el desprestigio de la clase política y su derivado, el hartazgo con los partidos y sus integrantes, se han puesto de moda los ciudadanos como impolutos y como la solución a nuestros problemas. Todos los partidos y/o alianzas voltean a ver a la candidatura ciudadana como respuesta para poder ganar en el 2018.

 

El PRI y sus rémoras voltean a ver a José Antonio Meade o a José Narro como sus alternativas ciudadanas. Meade no está afiliado a ningún partido, es cierto. Pero de que es político, no hay duda. Es además un extraordinario servidor público, con décadas de serlo y sin escándalos de por medio. Ni de corrupción, ni personales, ni partidistas o chapulineos. A pesar de haber trabajado con presidentes del PRI, del PAN.

 

José Narro sí acredita ser PRIísta por haber sido titular de lo que hoy conocemos como la Fundación Colosio, antes la Fundación Siglo XXI. Venderlo como ciudadano es intentar hacerlo con calzador. Sería mejor que el PRI lo perfilara como un Bernie Sanders región 4, que, a sus 68 años puede mover los ánimos de jóvenes, como lo hizo el demócrata en la contienda interna del partido en contra de Hillary Clinton. Pero como lo ciudadano está de moda, así quieren que se vea a Narro.

 

En Morena Andrés Manuel López Obrador se presenta como antisistema y conserva la palabra Movimiento como emblema de que lo suyo es distinto a los desprestigiados partidos y que por eso él no se mancha ni con el pétalo de una P de político.

 

Irónico por que él ha sido PRIísta y PRDista y es el ejemplo del político que no ha vivido más que del erario. No conocemos cómo le ha hecho para pagar esa vida de giras a diestra y siniestra. Las sumas no dan, como sucede con muchos otros políticos y es razón importante del desprestigio que hoy aclama cambios. Pero AMLO no le encuentra la incoherencia.

 

Y ahora el Frente Ciudadano por México, que antes se pensó que se llamaría Frente Amplio Opositor, pero, como están de moda los ciudadanos, prefirieron botar eso de Amplio y sumarle la palabra mágica: Ciudadano.

 

 

 

 

Columna completa EL UNIVERSAL

Los legisladores panistas estaban casi todos de vacaciones. Tranquilos. Confiados en que no tenían nada pendiente en agenda hasta el arranque del periodo ordinario de sesiones cuando los sorprendió la primera plana de este diario, primero, y la respuesta del dirigente de Acción Nacional, después.

Ricardo Anaya dijo que la primera plana de El Universal que señalaba un rápido enriquecimiento de él y su familia política fue un ataque del gobierno federal por su negativa al pase automático de Raul Cervantes como primer Fiscal General de la Nación. Este tema, el del #FiscalCarnal, no estaba ni en agenda.

Según me comentan PANistas con los que platiqué, tanto afines a Anaya como contrarios a él, si acaso había un tema que les preocupara al momento de darse esta tormenta, ese era la legislación del piso parejo en el INE.

El pase automático del Fiscal tiene que darse instalando la Comisión de Justicia en el Senado que preside la PANista Pilar Ortega. Así, si Anaya no quería que esto se discutiera, él tenía la llave para cerrar el tema como había permanecido desde el 11 de diciembre del 2014 cuando se turnó la minuta con Proyecto de Decreto al Senado. En ese momento Roberto Gil presidía esa Comisión y desde entonces permanecía en la congeladora precisamente por el tema del pase directo del Procurador.

 

 

 

Columna Completa en EL UNIVERSAL

Foto: Archivo APO

Estamos en la etapa de ‘péguele péguele…péguele al INE’. Cada año cuando el Instituto Nacional Electoral da a conocer el monto de financiamiento para los partidos políticos y para su propio funcionamiento hay indignación, pero el INE sigue manteniendo credibilidad.

 

La culpa no es de quien prepara la cuenta (en este caso el INE) si no de los comensales (partidos políticos) que se sentaron a la mesa a pedir un banquete de ingredientes carísimos que implica un presupuesto que llega hoy a más de mil millones de dólares de costo para las elecciones del 2018.

 

Ese es el sentir de varios de los Consejeros del INE a pregunta de si hay preocupación por la pérdida de credibilidad y prestigio del instituto de cara a las próximas elecciones.

 

Tan tiene credibilidad el INE que los ciudadanos siguen sacando su credencial de elector y las instituciones privadas siguen aceptando ésta como identificación oficial. La tarea principal del INE, que es organizar la elección y contar los votos, sigue funcionando de manera creíble.

 

La participación ciudadana, tanto en la instalación de las casillas como en la participación electoral es excelente.

 

 

 

Columna completa EL UNIVERSAL