Tag

TRUMP

Browsing

Sus antiguos adversario, que apenas hace unos meses lanzaban fuertes críticas en su contra, alabaron a Donald Trump en el día de dos de la Convención Nacional Republicana, enviando un mensaje de unidad que contrasta con las divisiones cada vez más marcadas dentro del Partido Demócrata.

Nikki Haley, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU que fue la última rival de Trump en abandonar la contienda por la candidatura presidencial republicana, se dirigió directamente a sus simpatizantes después de subir al escenario entre aplausos y abucheos.

Mi mensaje para ellos es muy simple: No tienen que estar de acuerdo con Trump todo el tiempo para votar por él”, declaró.

A Haley le siguió el gobernador de Florida Ron DeSantis, un viejo aliado de Trump que se convirtió en uno de sus más fuertes adversarios, quien ahora ha tratado de reconstruir su relación con el expresidente desde que abandonó las primarias.

“Donald Trump ha sido satanizado. Ha sido demandado. Ha sido procesado. Y casi pierde la vida”, dijo DeSantis ante la multitud. “No podemos decepcionarlo. Y no podemos decepcionar a Estados Unidos”, sostuvo el gobernador.

Estas aperturas son comunes en las convenciones políticas, donde el objetivo suele ser el de unir al partido después de las primarias. Pero las apariciones de Haley y DeSantis llamaron particularmente la atención al tomar en cuenta los ataques personales que marcaron la contienda republicana de este año, muchos de los cuales fueron de Trump hacia Haley y DeSantis.

Las muestras de unidad contrastan con la dinámica que enfrentan los demócratas, muchos de los cuales se han mostrado cada vez más dudosos de que el presidente Joe Biden sea la opción correcta para enfrentarse a Trump en los comicios de noviembre próximo.

DeSantis alguna vez fue considerado como el aspirante mejor posicionado para enfrentarse a Trump por el liderazgo del partido. Como candidato presidencial, tardó en criticar directamente al expresidente, antes de finalmente acusarlo en repetidas ocasiones de no haber cumplido sus promesas.

Haley, en tanto, tachó a Trump de caótico e insinuó que el expresidente de 78 años era demasiado viejo para un segundo mandato. A diferencia de DeSantis, no otorgó directamente su apoyo a Trump después de abandonar la contienda, y en su lugar esperó algunos meses antes de dar a conocer que contaba con su voto.

El equipo de campaña de Biden revivió el martes las críticas de Haley. Austin Weatherford, portavoz de campaña, dijo en un comunicado: “La embajadora Haley lo dijo mejor: Alguien que no tiene respeto por nuestras fuerzas armadas, que no distingue el bien del mal, y se ‘rodea del caos’ no puede ser presidente”.

Varios de los oradores que intervinieron ayer en el segundo día de la convención, hablaron de inmigración, un tema clave de la campaña Trump que lo ayudó a atraer a las bases republicanas durante su primera campaña presidencial en 2015.

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, mencionó lo anterior en su discurso. “Biden y Harris quieren que los ilegales voten ahora que han abierto la frontera”, aseveró.

El programa de la convención ha incluido a personas que la campaña califica como “estadounidenses comunes y corrientes”. Ayer se presentaron personas que habían perdido a seres queridos por sobredosis de fentanilo o delitos violentos que las autoridades han vinculado a inmigrantes que se encuentran sin autorización en Estados Unidos.

Entre los oradores estuvo Michael Morin, hermano de Rachel Morin, una mujer de Maryland que, según los fiscales, fue violada y asesinada por un fugitivo de El Salvador.

Todas las acusaciones tuvieron lugar pese a que estudios académicos revisados por pares no han encontrado un vínculo entre la inmigración y los crímenes violentos, aunque las conclusiones varían según los datos analizados.

La mayor suerte, evidentemente, fue haber volteado la cara justo cuando una bala estaba por matarlo. El atentado en contra de Donald Trump fue fallido y solamente significó una herida en la oreja.

De ahí vino la reacción de levantar el puño y llamar a sus simpatizantes a pelear. “¡Fight; fight; fight!” Fue una demostración de fuerza que contrasta con lo endeble, frágil y disminuido de su oponente, el presidente Joe Biden.

Trump es el séptimo presidente de EUA que sufre un atentado. Es el tercero en sobrevivirlo. Abraham Lincoln; James Garfield; William McKinley y John F Kennedy murieron. Theodor Roosevelt en cambio, logró sobrevivir la bala que le disparó un inmigrante de origen alemán a unas cuadras justo de donde hoy celebran su convención los republicanos, en Milwaukee, en 1912.

El segundo presidente en sobrevivir un atentado fue Ronald Reagan en 1981 cuando John Hinckley le disparó con la intención de atraer la atención de la actriz Jodie Foster.

Y ahora, Trump.

Desde ese momento el republicano se ha convertido en la imagen misma de un milagro para muchos de sus simpatizantes. En la Convención de Milwaukee los oradores han hablado de Trump casi como un Dios. ¿Significa esto que Trump ya tiene asegurado el triunfoen noviembre próximo?

Sus momios han aumentado, sin duda. Y la mala posición en la que se encuentran los demócratas ante un Joe Biden que se niega a ceder la estafeta para que alguien más vigoroso se quede con la candidatura no hace más que ayudar a Trump. Muestra de lo seguro que está con sus posibilidades de ganar fue la elección de su compañero de fórmula.

Al elegir a J.D. Vance, Trump demuestra que lo importante para él es asegurar el futuro de su movimiento MAGA (Make America Great Again) y no crecer su base de simpatizantes. Aun cuando ha llamado a la unidad tras el atentado, todo indica que se refiere a unidad en torno a su movimiento, no unidad en torno a un país en el que quepan otras formas de pensar. Será fundamental el discurso que de mañana en el cierre de la Convención para conocer con exactitud qué dirección toma Trump.

Tiene dos opciones: engrandecer con un discurso que apacigüe los ánimos de violencia y venganza o dividir con un llamado partidista que empuje a EUA hacia un abismo mayor al que ya se encuentra.

J.D Vance tiene apenas 39 años. En un país gobernado por una gerontocracia, representa una bocanada de aire fresco. Es además un converso. Pasó en muy poco tiempo de equiparar a Trump con Hitler a ser su compañero de fórmula. Los conversos, bien sabemos, son los mejores comunicadores y defensores de quien antes denostaron. A partir de ahora veremos a Vance ser el perro de ataque de Trump en temas como el aborto; el libre comercio; el freno a la ayuda a Ucrania y la lucha en contra de los carteles mexicanos.

En ese sentido, esperemos que en el futuro gobierno de Sheinbaum estén preparándose para un entorno muy complicado de llegar a La Casa Blanca Trump-Vance en enero del 2025.

Columna publicada en El Universal

El candidato presidencial estadounidense Donald Trump hizo una entrada triunfal para cerrar el primer día de la Convención Nacional Republicana, recibiendo una estridente ovación de los más fieles del partido días después de sobrevivir a un intento de asesinato que ha remodelado la contienda presidencial.

El expresidente entró en el Fiserv Forum, en el centro de Milwaukee, en medio de una respuesta clamorosa, con la oreja vendada por haber sido rozada por una bala, horas después de haber sido nominado oficialmente para ser el abanderado del partido en 2024.

“¡Lucha! ¡Lucha! Lucha!” (fight, fight, fight) , coreaba la multitud mientras agitaba los puños, una referencia a la respuesta del propio Trump en los momentos posteriores a recibir el disparo.

Trump saludó desde un palco donde se sentó junto a su recién ungido compañero de fórmula, el senador estadounidense J. D. Vance.

El ataque en un mitin de Trump en Pensilvania el sábado, en el que murió un simpatizante, subrayó el panorama político profundamente fracturado del país antes de las elecciones del 5 de noviembre entre Trump y el presidente, el demócrata Joe Biden.

La convención de cuatro días culminará con el discurso de Trump el jueves, cuando acepte formalmente la nominación del partido para enfrentarse a Biden en una revancha de su disputa del 2020.

El intento de asesinato, seguido de la convención, ha relegado a Biden a un segundo plano después de semanas de especulaciones sobre si podría abandonar la carrera tras una desastrosa actuación en el debate del mes pasado.

La elección de Vance por parte de Trump, el autor de 39 años del éxito de ventas “Hillbilly Elegy” (“Hillbilly, una elegía rural”, en español), completó la transformación del senador de Ohio de un crítico abierto de Trump a uno de sus partidarios más leales.

Es probable que Vance, que comparte la afinidad de Trump por la lucha política, anime a los republicanos de base, pero no está tan claro si puede ampliar el atractivo de la candidatura para los votantes moderados e independientes que desconfían de otro mandato de Trump.

El lunes, Biden calificó a Vance de “clon” de Trump, y los demócratas se abalanzaron sobre la oposición de Vance al derecho al aborto, una cuestión que ha resultado perjudicial para los republicanos.

En una aparición en Fox News el lunes por la noche, Vance dijo que apoyaba la posición de Trump de que cada estado debería decidir por sí mismo si permite o no el aborto.

Vance, elegido este lunes como “número dos” del exmandatario republicano, dijo estar abrumado y declaró a la ciudadanía “¡Adelante hacia la victoria!”.

“Simplemente abrumado de gratitud. Qué honor ir junto a Donald J. Trump. Él ofreció paz y prosperidad una vez y con su ayuda lo volverá a hacer. ¡Adelante hacia la victoria!”, dijo en X en su primer mensaje público tras haber sido designado.

En medio de este torbellino de hechos en el campo republicano, Elon Musk dijo que planea destinar cerca de 45 millones de dólares mensuales para respaldar la campaña de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, según informó el diario The Wall Street Journal (WSJ).

Las donaciones de Musk se destinarán a un grupo político llamado America PAC, enfocado en promover el registro de votantes, el voto anticipado y por correo entre los residentes de los estados “bisagra” antes de las elecciones de noviembre, según el diario.

Musk es uno de los mayores patrocinadores del nuevo fondo, entre los que también se cuentan el cofundador de Palantir, Joe Lonsdale; la exembajadora de Estados Unidos en Canadá Kelly Craft, o los inversores en criptomonedas Tyler y Cameron Winklevoss.

El fundador de Tesla dio su respaldo oficial a Trump el sábado luego de que el expresidente sobreviviera a un intento de asesinato en un mitin en Butler, Pensilvania.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Brenda Estefan, analista internacional, sobre el atentado de Trump, de la convención republicana y lo que sigue en la contienda electoral en Estados Unidos.

Foto: X @TeamTrump

Donald Trump, quien se encuentra en el ojo del huracán luego del atentato que sufrió el pasado sábado en uno de sus eventos proselitistas, anunció este lunes a su compañero de fórmula y quien, en caso de ganar en las elecciones del próximo 5 de noviembre, se convertirá en su vicepresidente.

Trump arribó este lunes a Milwaukee, en Wisconsin, donde este lunes arrancó la Convención Nacional Republicana, que servirá para oficializar su nominación como candidato a la presidencia y la de su compañero de fórmula, cuya identidad ha sido develada.

Trump barajaba varios nombres desde hace semanas, entre los que destacaban el senador de Florida Marco Rubio, el senador de Carolina del Sur Tim Scott y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.

Todos ellos lo acompañaron en el crucial debate televisado de junio en Atlanta en el que Trump venció al actual presidente, Joe Biden, que a sus 81 años apareció cansado y con dificultad para hablar.

Finalmente fue el senador de Ohio J.D. Vance. Aunque lo que estaba claro es que queria como compañero de fórmula a alguien con lealtad a ciegas, pues considera que Mike Pence, que fue su vicepresidente entre 2017 y 2021, lo traicionó al negarse a bloquear la transición de poderes tras la victoria electoral de Joe Biden, ahora se sabe que quien lo acompañará en la contienda también fue un detractor suyo.

J.D. Vance es senador por Ohio, de 39 años, quien logró su escaño en la Cámara Alta en 2021 gracias al respaldo clave que recibió de Trump, a quien había criticado años atrás.

Doctorado en Derecho por la Universidad de Yale y veterano de la Marina, saltó a la fama en 2016 gracias a la publicación de sus memorias “Hillbilly Elegy” sobre su infancia en una familia pobre y se ha convertido en un joven referente de la derecha estadounidense.

En su momento, Vance lo calificó de “fraude total” y “desastre moral” a Donald Trump. Llegó a referirse a él como “el Hitler de Estados Unidos”, debido a su retórica racista.

“Pienso que Trump es un cínico como Nixon que no sería tan malo (e incluso podría resultar útil) o que es el Hitler de Estados Unidos”, escribió Vance en 2016.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO9 descartó este lunes que el atentado que sufrió el expresidente estadounidense Donald Trump vaya a tener consecuencias en México.

El futuro candidato republicano a la Casa Blanca resultó herido el sábado pasado en una oreja en un ataque durante un mitin en Butler, Pensilvania, donde murieron dos personas, un miembro del público y el agresor, Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años que fue abatido por las fuerzas de seguridad.

Preguntado durante su conferencia matutina sobre si el atentado repercutiría en México, López Obrador aseguró que “no”, pues, “afortunadamente, no se asesinó al expresidente Trump”.

“Esto, a lo mejor, sí nos hubiese afectado, hubiese generado mucha incertidumbre en Estados Unidos y en el mundo, pues es algo aterrador y de mucho impacto”, sostuvo.

Recordemos que Trump fue evacuado a pie del escenario, pero con manchas de sangre en la oreja derecha.

El intento de asesinato ha unido más a los republicanos en torno a la figura de Trump, al que muchos en su partido consideran un héroe por su rápida reacción tras sobrevivir al tiroteo, puesto que, mientras el Servicio Secreto lo evacuaba, levantó el puño en señal de victoria, en una imagen que quedará para la historia.

López Obrador fue de los primeros mandatarios que condenó el ataque al magnate, aunque lo hizo con un mensaje en sus redes que no fue bien tomado por algunos sectores. “Sea como sea reprobamos lo sucedido al expresidente Donald Trump. La violencia es irracional e inhumana”, escribió AMLO.

La futura presidenta, Claudia Sheinbaum, que asumirá el poder el próximo 1 de octubre, se sumó a lo expuesto por López Obrador al señalar que “la violencia no lleva a ningún lado”.

El mandatario mexicano recordó el asesinato del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1994, Luis Donaldo Colosio, considerado el magnicidio más grave de México desde 1928, cuando mataron al presidente electo Álvaro Obregón.

Si bien Colosio aún no encabezaba el Gobierno, los candidatos del PRI ganaban las elecciones de manera prácticamente automática hasta el año 2000.

“Había mucha tristeza en el país y miedo, mucha incertidumbre. El asesinato de un dirigente tiene impacto, desde luego, en la relación política, en la vida pública de cualquier país y tiene una trascendencia también mundial”, desgranó.

Y, aunque AMLO asumió que, en democracia, “tiene que haber confrontación política”, descartó que la polarización signifique violencia.

“La violencia (…) produce miedo, desconfianza. Además, es muy inhumana. Porque en política podemos ser adversarios, pero no enemigos”, aclaró López Obrador.

En una carta pública a los demócratas en el Congreso, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mantuvo firme contra los llamados a que abandone su candidatura y pidió poner fin a los llamados dentro del mismo partido sobre si debería permanecer en la contienda presidencial después de su mal desempeño en el debate.

“El tema de cómo seguir adelante ha sido bastante debatido ya por más de una semana, y es hora de ponerle fin”, escribió Biden en la carta de dos páginas, donde hizo hincapié en que el partido tiene “una tarea” primordial, que es derrotar al virtual candidato presidencial republicano, Donald Trump, en noviembre.

Joe Biden, de 81 años, pidió a los congresistas demócratas que respalden su campaña de reelección o lo desafíen en la convención del partido en agosto, pero que pongan fin a las campañas que solicitan su dimisión.

Y es que Biden se encuentra bajo la lupa esta semana como anfitrión de una cumbre de la OTAN en Washington, entre temores de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales de noviembre.

Adicional a la carta, en el programa de televisión “Morning Joe” de MSNBC, el demócrata dijo que está “seguro” de que “el votante promedio de ahí afuera todavía quiere a Joe Biden” para un segundo mandato, y reconoció estar “muy frustrado con las élites… del partido”.

“Cualquiera de estos tipos que creen que no debo postularme, que se postulen contra mí (…) que me desafíen en la convención” de agosto próximo, lo que reforzó con lo expuesto en la carta, donde fue claro al señalar: “me niego” a retirarme”, les dice.

Recordemos que el caos suscitado tras el debate contra Donald Trump, durante el cual se mostró muy confundido, se trabó al hablar y hasta divagó, el presidente lo achacó al desfase horario y a un resfriado.

En los últimos días cinco congresistas demócratas le han pedido públicamente que tire la toalla. El domingo, cuatro parlamentarios estimaron que es hora de que Biden se retire, según medios de comunicación estadounidenses.

A su regreso esta semana de un breve receso por el feriado por el Día de la Independencia, los congresistas demócratas deben decidir si respaldan al presidente o le piden que pase el testigo.

Después de un intenso día de mítines en el estado de Pensilvania (norte) el domingo, Biden no tuvo actos públicos programados para hoy lunes, que se espera que dedique a preparar la cumbre. Está previsto que la primera dama Jill Biden haga campaña en Georgia, Florida y Carolina del Norte.

El viernes el presidente retoma la campaña electoral en el estado de Michigan antes de viajar a su casa junto a la playa en Rehoboth, en Delaware.

“Esta semana va a ser absolutamente crítica”, declaró el domingo a CNN el senador demócrata Chris Murphy.

Cuando faltan solo cuatro meses para las elecciones y poco más de uno para la convención del partido, el tiempo apremia. Hay poco margen para reemplazar a Biden como candidato, y el presidente y su equipo parecen decididos a resistir el asedio.

“Tenemos 42 días para la Convención Demócrata y 119 días para las elecciones generales”, dijo Biden en la carta. “Cualquier debilitamiento de la resolución o falta de claridad sobre la tarea que tenemos por delante solamente ayuda a Trump y nos perjudica a nosotros. Es hora de unirnos, avanzar como un partido unificado y derrotar a Donald Trump”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) agradeció este jueves la postura que mostraron en el pasado debate, en temas de migración y otros, los aspirantes presidenciales estadounidenses Joe Biden y Donald Trump. Dijo que tuvieron un “tono distinto” sobre México.

“Ahora que fue el debate, agradezco que se habló del tema migratorio, pero con mucho respeto para México. Ya es un tono distinto al de antes y ojalá así se sigan desenvolviendo las cosas”, dijo el mandatario este jueves.

López Obrador fue cuestionado  sobre si vio el debate del jueves pasado entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien busca la reelección, y el aspirante republicano y exmandatario, Donald Trump, rumbo a los comicios de noviembre próximo.

López Obrador aseguró que sí vio el debate, y aprovechó para desear que les vaya muy bien a ambos candidatos, aunque dijo, a quien le debe ir bien a todos los estadounidenses.

“Deseo que les vaya muy bien fundamentalmente al pueblo de Estados Unidos, que son nuestros vecinos, hermanos, ya paisanos, porque hay 40 millones de mexicanos viviendo, trabajando en Estados Unidos y deseamos que les vaya muy bien, mucho, mucho, muy bien, que elijan a su presidente”, enfatizó.

El morenista destacó la buena relación que tiene con ambos políticos, tanto con Biden como con Trump. “Hemos podido entendernos bien con los dos”. Especialmente se refirió al tema migratorio, en el que dijo que México trabaja de manera conjunta con el Gobierno en Washington.

También resaltó la inversión que se hace en el país, la creación de empleos y la importancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), no solo para Norteamérica sino para todo el continente.

Finalmente, anticipó que estará atento al próximo debate presidencial que está programado para septiembre próximo. “Vamos a estar pendientes del próximo debate que va a ser en septiembre”, acotó.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció ante un aliado clave que tal vez no pueda salvar su candidatura si no puede convencer al público en los próximos días de que está preparado para el puesto, según reportaron varios medios estadounidenses este miércoles.

Hasta ahora, el mandatario se había mantenido públicamente firme en continuar con la campaña de reelección, pese a las críticas provenientes de sus propio partido después de su desastroso desempeño en el debate de la semana pasada con su rival, el expresidente republicano Donald Trump.

Según una información publicada primero por The New York Times, citando como fuente a un “aliado” del presidente cuya identidad no fue revelada, Biden reconoció los problemas con mantener su candidatura.

Aunque Biden “todavía está profundamente inmerso en la lucha por la reelección, entiende que sus próximas apariciones en televisión y en actos públicos tienen que ir bien” para poder revertir lo sucedido en el debate.

Para los próximos días se espera una entrevista con George Stephanopoulos de ABC News, el viernes, y también mítines en Pensilvania y Wisconsin, dos de los estados clave para definir al ganador de las elecciones del próximo 5 de noviembre.

La persona, señala The New York Times, habló bajo condición de anonimato para discutir “una situación delicada” y, según este diario, es el primer indicio que se hace público de que el presidente está considerando seriamente si podrá recuperarse después de una actuación devastadora en el debate de Atlanta.

Minutos después de que el diario publicara esta información, el subsecretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Andrew Bates, aseguró en un mensaje en redes sociales que “esa afirmación es absolutamente falsa”.

“Si The New York Times nos hubiera concedido más de 7 minutos para comentar, se lo habríamos dicho”, apuntó.

Pero tras la publicación de la prestigiosa cabecera neoyorquina, la cadena CNN publicó un artículo similar, citando también a fuentes cercanas al mandatario.

El canal afirmó que el presidente ha reconocido en privado a “un aliado” que los próximos días son fundamentales para poder salvar su candidatura a la reelección presidencial y que comprende lo que lo impulsaría a aceptar que “simplemente no está funcionando”.

Sería un escenario en el que “las encuestas están cayendo en picado, la recaudación de fondos se está agotando y las entrevistas van mal”, dijo esa persona. “Él no es ajeno”, “ve el momento”, “tiene los ojos claros”, agregó.

Y es que Biden ha sido duramente criticado por su actuación en el debate en el que proyectó una imagen envejecida, con voz ronca y dificultades para concluir algunas de sus frases, aumentando las dudas entre los votantes y miembros del Partido Demócrata sobre su capacidad para seguir gobernando y enfrentarse a Trump.

El presidente, de 81 años, reconoció el martes que “casi se queda dormido” en el debate contra Trump y atribuyó el cansancio a los viajes que había realizado solo días antes a Italia para la cumbre del G7 y a Francia para el 80 aniversario del desembarco de Normandía.

El mandatario demócrata Joe Biden y su predecesor republicano Donald Trump, casi empatados en las encuestas, se enfrentaron la tarde de ayer en el primer debate de las elecciones presidenciales de noviembre próximo, después de meses de ataques verbales.

El demócrata, de 81 años, y el republicano, de 78, van codo con codo en los sondeos.

Según una encuesta publicada el miércoles por la Universidad de Quinnipiac, Trump aventaja por primera vez a Biden con 49% frente a un 45% de la intención de voto a nivel nacional. Otra difundida el domingo por la cadena Fox beneficiaba por el contrario al demócrata (50% contra 48%).

El debate fue moderado por los periodistas de la CNN, Jake Tapper y Dana Bash, siguiendo reglas estrictas, una de ellas, apagar el micrófono a cada candidato cuando termine el tiempo de respuesta estipulado. El encuentro se desarrolló sin público ni teleprompter.

La mayoría de los votantes registrados en Estados Unidos para las próximas presidenciales cree que el expresidente Donald Trump superó al actual mandatario, Joe Biden, en el debate, según una encuesta realizada por la propia cadena anfitriona del encuentro, realizada entre los espectadores que vieron el programa.

El 67% de los televidentes que vieron el debate piensa que el republicano Trump se desenvolvió mejor, frente al 33% que opinó lo contrario.

Según la encuesta, la mayoría de los consultados señaló que no tiene confianza real en la capacidad del demócrata Biden para liderar el país y, al mismo tiempo, también una mayoría dijo que el debate tuvo poco o ningún efecto para ellos a la hora de votar el próximo 5 de noviembre.

El 81% de los consultados manifestó que el debate no tuvo ningún efecto sobre su decisión a la hora de elegir presidente y otro 14% dijo que el evento les hizo reflexionar aunque no cambiaron su opinión previa. Sólo el 5% admitió que cambió de opinión sobre a quién va a votar tras ver a los dos candidatos.

El desempeño “inestable” del presidente Biden, hizo que las alertas se encendieran acerca de un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Tras evitar estrecharse la mano al inicio del encuentro, el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump se enfrascaron en una discusión, en ocasiones en términos profundamente personales, sobre el aborto, la economía, la edad, las condenas de Trump y del hijo de Biden, Hunter, e incluso de su temple en el campo de golf.

Biden llegó con voz ronca y habló en voz baja a consecuencia, según su campaña, de un resfriado. En algunas ocasiones murmuró, se trabó o perdió el hilo. Como es habitual, Trump, de 78, habló con fuerza pero también con muchas falsedades.

El candidato republicano citó en dos ocasiones a Hunter Biden, quien fue condenado este mes por tres delitos graves relacionados con la compra de un revólver en 2018, cuando supuestamente era adicto a las drogas. Trump, quien en mayo se convirtió en el primer expresidente condenado por delitos graves, calificó al hijo de su rival como un “delincuente convicto”.

Biden hizo referencia a las condenas de Trump y afirmó que había tenido “sexo con una estrella porno” mientras su esposa estaba embarazada, algo que Trump negó. Biden apuntó además que el republicano había sido declarado civilmente responsable de “acosar a una mujer en público”.

Luego de más de 80 minutos de debate, Biden, de 81 años, y Trump, de 78, fueron preguntados por su edad y su capacidad de ejercer el cargo pasados los 80.

Biden, centrándose en sus logros políticos, dijo que Trump es “tres años menor y mucho menos competente”. Además, aprovechó su turno de respuesta para señalar a Trump por hablar mal de Estados Unidos.

″¿La idea de que somos una especie de país en decadencia? Nunca había oído a un presidente hablar así”, dijo Biden.
En su réplica, Trump afirmó que estaba en tan buena forma como hace 25 años y quizá “incluso un poco más ligero”.

Aunque no hay mucha diferencia de edad entre ellos, hay más votantes preocupados porque Biden sea demasiado mayor.

Analistas apuntaron que fue difícil oír y entender a Biden desde su primera intervención; sus errores verbales continuaron a lo largo de todo el discurso.

El demócrata perdió el hilo al intentar hacer una observación sobre las tasas impositivas y el número de multimillonarios en Estados Unidos. Se desvió y miró hacia abajo antes de murmurar algo sobre el COVID-19 y decir algo así como que “por fin hemos vencido a Medicare”.

Cuando trató de retomar para finalizar su argumento, el moderador, Jake Tapper, le interrumpió porque se le había acabado el tiempo. Trump le dio la réplica rápidamente: “Tiene razón, derrotó a Medicare. Lo golpeó hasta la muerte”.

En una respuesta a una pregunta sobre el aborto, Biden mencionó, aparentemente sin venir a cuento, a una joven asesinada recientemente por un inmigrante, en una posible referencia a una niña de 12 años de Houston que murió estrangulada, presuntamente a manos de dos venezolanos que habían entrado de forma ilegal al país. La conexión con el aborto no estuvo clara.

En ese sentido, Biden culpó a Trump por erosionar los derechos al aborto luego de que los tres jueces designados por el exmandatario republicano a la Corte Suprema federal votaron a favor de anular el fallo del caso de Roe contra Wade, que había reconocido el derecho constitucional al aborto en todo el país.

Recordemos que la revocación ha animado a muchos votantes que apoyan el derecho al aborto y ha contribuido a las victorias demócratas en las elecciones de mitad de periodo y especiales de 2022.

“Ha sido terrible lo que has hecho”, dijo Biden, dirigiéndose a su rival. Se comprometió a restablecer la ley bajo el fallo del caso de Roe contra Wade si obtiene un segundo mandato, pero no dijo cómo lo lograría.

En tanto, Trump dijo que su presidencia devolvió la cuestión del aborto a la gente a través de las leyes estatales. Señaló que apoya las excepciones a la prohibición del aborto por violación, incesto y si la vida de la madre corre peligro, y repitió su afirmación falsa de que Biden apoya el aborto hasta y después del nacimiento. “Creemos que los demócratas son los radicales, no los republicanos”, dijo Trump.

Trump fue preguntado en tres ocasiones, pero no llegó a afirmar de forma directa que aceptaría los resultados de los comicios ganase quien ganase. El republicado señaló varias veces que aceptaría los resultados “si es una elección justa, legal y buena”, pero no quiso dar una respuesta afirmativa o negativa.

La nota después del debate es que el presidente Biden defraudó incluso a los políticos de su bando. “La actuación de Joe Biden durante el debate fue decepcionante, no hay otra forma de decirlo”, admitió Kate Bedingfield, exdirectora de comunicación de la Casa Blanca durante sus primeros años de mandato.

Biden estuvo “lento al principio pero terminó fuerte”, reconoció su vicepresidenta, Kamala Harris. En un intento de rebajar las críticas a su actuación, el equipo de campaña del demócrata dijo que estaba resfriado.

Foto: CNN

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su rival, Donald Trump, se verán cara a cara esta tarde, en el primer debate del cual CNN es anfitrión.

Los aspirantes a la Casa Blanca llegan con un empate en las encuestas a nivel nacional, pero con el republicano por delante en la mayoría de los estados que serán clave en las elecciones de noviembre, los llamados estado columpio, que son donde se suelen definir los comicios.

Según el portal FiveThirtyEight, Trump tiene un 41% de intención de voto, frente al 40.9% de Biden, que ha recuperado terreno en las últimas semanas y para el que una buena actuación en el debate de hoy es vital para mejorar en los sondeos y despejar parte de las dudas sobre si puede gestionar un segundo mandato a sus 81 años.

La última encuesta nacional, publicada ayer por el diario The New York Times, da a Trump una ventaja de tres puntos sobre Biden con un 40% de la intención de voto entre los probables votantes.

Los sondeos ponen a ambos candidatos dentro o a muy poca distancia dentro del margen de error, con lo que la actuación en el debate, el que se realiza con mayor anticipación en la historia de las contiendas en Estados Unidos, puede ser decisiva para cambiar la tendencia en las encuestas y orientar la percepción de los votantes.

Las encuestas en los estados decisivos, los que se pueden inclinar a uno u otro candidato, dan ventajas a Trump en la mayoría. En Míchigan, Wisconsin y Pensilvania el margen es de empate técnico, mientras que Trump tiene márgenes claros en Georgia, Carolina del Norte, Nevada y Arizona.

Este debate será histórico, no sólo porque llega antes de las convenciones de ambos partidos: nunca antes se había celebrado un cara a cara antes de septiembre; sino por la edad de los candidatos 78 de Trump y 81 de Biden.

Además, es el primero que no organiza la Comisión de Debates Presidenciales desde 1988 y el primero desde el debate televisivo inaugural de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon que no tiene público.

Mañana será el primer debate entre Donald Trump y Joe Biden de esta segunda campaña presidencial que disputan ambos candidatos. La apuesta no puede ser más importante. No es una exageración afirmar que el triunfo de uno u otro marcará una ruta diametralmente distinta para Estados Unidos.

Falta mucho tiempo para las elecciones. Actualmente las encuestas nacionales se han cerrado con Trump aventajando a Biden con solo un punto. Pero Trump aventaja en las encuestas de los seis estados que se prevé definirán la elección: Arizona, Georgia, Pennsylvania, Wisconsin, Nevada y Michigan.

La importancia del debate está en que ambos candidatos tienen muchos negativos y se enfrentan a ciudadanos que, o odian a ambos, o han ya decidido por quién van a votar y prácticamente no hay nada que pueda decir o hacer el oponente para convencerlos de cambiar de opinión.

¿Qué estrategia deberán adoptar Biden y Trump ante un electorado tan polarizado? Del lado de Trump es fácil anticipar que va a llegar a decir que Estados Unidos es un desastre y que él necesita regresar para hacer América grande otra vez. Va a acusar a Biden de querer utilizar el aparato de justicia para descarrilar sus aspiraciones presidenciales y va a cuestionarlo por su edad y por tener un hijo que ha sido declarado culpable de haber mentido sobre sus adicciones para comprar un arma.

¿Qué debe de hacer Biden? ¿Atacar a Trump o defender sus logros en lo que va de su presidencia? Biden puede hablar de la baja en la inflación; de cómo ha evitado que la economía entre en una recesión y de cómo han bajado los costos de las medicinas en su presidencia. Puede presumir su Acta para Reducir la Inflación que ha sido sumamente exitosa aun cuando su aprobación no contó con el respaldo republicano.

Creo que sería un error que Biden ataque a Trump por haber sido declarado culpable en una corte en Nueva York. Para la base de Trump, esto solo refuerza sus simpatías hacia el magnate. Tampoco considero que Biden debe de perder el tiempo en decir que él representa la defensa de la democracia. Es un concepto demasiado abstracto en un momento con los ánimos tan álgidos.

Si va a atacar a Trump es mejor hacerlo por el lado del aborto. Gracias a los jueces que él nominó a la Corte, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo fue revertido. Eso le puede sumar a dos segmentos de la población muy importantes: mujeres y jóvenes.

Si Trump ataca a Biden por el lado de su hijo Hunter, será un error. Biden seguramente contará con la empatía de miles de estadounidenses que han lidiado con un problema de adicción, ya sea personalmente o de algún familiar. Es un tema que no le es ajeno a la mayoría de los ciudadanos de EUA y en donde ver la unión y el apoyo familiar que recibió Hunter hace de Joe Biden un humano mucho más cercano a los problemas de la gente común y corriente.

Dicho lo anterior, el reto más importante de Biden es que no solo tiene que debatir con Trump sino con la caricatura que han hecho de él de manera muy exitosa los republicanos mostrándolo como un viejo senil.

Esto último será una tarea sumamente complicada gracias a las redes sociales que permiten editar cualquier momento del encuentro y hacer un video que se viralice con el contenido que su creador quiera. Estamos en la era de la desinformación que se dispersa fácilmente. El spin post-debate será crucial y complicado de manejar en tiempos de TikTok; X e Instagram.

Interesante e importante este debate que ocurre de forma inusualmente anticipada con dos candidatos que ofrecen un destino diametralmente distinto para Estados Unidos.

Columna disponible en El Universal

Dos asesores que ocuparon puestos clave en la Administración del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, presentaron al hoy precandidato republicano un plan para la guerra de Ucrania que propone condicionar el envío de armamento a ese país a que comience a negociar la paz con Rusia.

El documento, elaborado por los exasesores de Seguridad Nacional Keith Kellogg y Fred Fleitz, también propone levantar las sanciones y normalizar las relaciones con Rusia si firma un acuerdo de paz aceptable para Ucrania.

“No hablamos en nombre del presidente Trump y no somos parte de la campaña de Trump. Solo esperamos que nuestras ideas sean útiles para forjar una mejor política estadounidense para poner fin a la guerra de Ucrania”, dijo este Fleitz en redes sociales, al citar una entrevista con la agencia Reuters.

El documento, titulado “Estados Unidos primero, Rusia y Ucrania después”, fue publicado en abril por el America First Policy Institute, un laboratorio de ideas cercano a Trump, y luego entregado al republicano.

Los autores aseguran que la guerra, iniciada en 2022 por la invasión rusa de Ucrania, está estancada y que el envío continuado de armamento por parte de Estados Unidos y los países europeos a las trincheras ucranianas ha llevado la situación a un “punto muerto”.

Los autores proponen que Washington siga armando al Ejército ucraniano para “impedir que Rusia haga más avances”, pero “la futura ayuda militar estadounidense requeriría que Ucrania participara en conversaciones de paz con Rusia”.

Fleitz detalló que no se le pediría a Ucrania que renunciase al objetivo de recuperar todo su territorio, sino que “aceptara utilizar la diplomacia en lugar de la fuerza”.

Para convencer al presidente ruso, Vladímir Putin, que se siente a negociar la paz, la OTAN debería posponer la adhesión de Ucrania durante un período prolongado, sostienen los autores del informe. Y añade que “Estados Unidos y sus aliados se comprometerían a levantar por completo las sanciones contra Rusia y normalizar las relaciones después de que se firmara un acuerdo de paz aceptable para Ucrania”.

También propondrían imponer un impuesto a las ventas de petróleo y gas ruso “para pagar la reconstrucción de Ucrania”.

Putin ha puesto como condiciones para negociar la paz que las tropas ucranianas abandonen las cuatro regiones anexionadas por Moscú en 2022; que esas regiones y la península de Crimea sean reconocidas como territorio ruso; y que Ucrania renuncie a sus planes de ingresar en la OTAN.

El candidato presidencial independiente, Robert F. Kennedy, no logró calificar para el debate de la próxima semana en Atlanta, de acuerdo con CNN, cadena anfitriona del evento, al estar por debajo del requisito necesario tanto en la calificación en la boleta estatal como en las encuestas necesarias.

Esto significa que el enfrentamiento del jueves 27 de junio será únicamente entre el demócrata, Joe Biden, y el virtual candidato republicano, Donald Trump.

Esto priva a Kennedy de la oportunidad de estar entre los aspirantes punteros, en un intento de dar legitimidad a su improbable intento de llegar a la Casa Blanca, y convencer a posibles simpatizantes de que tiene una oportunidad para triunfar.

Los equipos de campaña de Biden y Trump temen que Kennedy pueda impedir el triunfo de alguno de ellos, en lo que se prevé como una elección sumamente cerrada.

Según los criterios establecidos por CNN, los candidatos serían invitados a participar en el debate si habían asegurado un lugar en las boletas de estados que sumen al menos 270 votos en el Colegio Electoral, la cantidad mínima necesaria para ganar la presidencia.

Biden y Trump superaron fácilmente el umbral de votación, pero no serán certificados para aparecer en la boleta hasta que sus partidos los nominen formalmente, lo que ocurrirá a finales del próximo mes. Ambos han obtenido suficientes delegados para asegurar sus nominaciones.

El equipo de campaña de Kennedy dice que él ha cumplido con los requerimientos para aparecer en la boleta de 22 estados, con un total combinado de 310 votos electorales, aunque no todos han afirmado que su nombre aparecerá en la lista.

Asimismo, los candidatos debieron haber alcanzado un umbral de votación de 15% en cuatro encuestas nacionales confiables, a más tardar el 20 de junio, otra cifra que Kennedy no logró alcanzar, según CNN. De acuerdo con la cadena, Kennedy ha recibido hasta ahora al menos 15% en tres encuestas calificadas, y en este momento, está en la boleta de seis estados, siendo elegible actualmente para obtener 89 votos en el Colegio Electoral.

El mes pasado, Kennedy presentó una queja electoral, alegando que CNN se coludió con Biden y Trump para excluirlo del debate del 27 de junio, afirmando que los requerimientos de participación fueron diseñados para garantizar que únicamente Biden y Trump calificaran y diciendo que a él se le exige cumplir un estándar más alto.

El expresidente Donald Trump anunció, en el marco de su campaña a la presidencia de noviembre próximo, la coalición ‘Latinos Americanos por Trump’, formada por miembros de comunidades latinas de Estados Unidos, como los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz y el congresista Carlos Giménez.

El grupo, según un comunicado, está formado por líderes del comercio, la educación, los deportes, la fe, las comunicaciones y funcionarios electos, que “trabajarán incansablemente” para difundir los mensajes de Trump “de una economía fuerte, precios más bajos, una frontera segura y paz a través de la fuerza, en el país y en el exterior”.

Cuando Trump anunció su primera campaña en 2016 lo hizo con insultos a nuestro país, asegurando que enviaba “drogas” y “violadores” a Estados Unidos; este año, en su tercera campaña presidencial, comparó a los inmigrantes con el personaje Hannibal Lecter, el asesino de la película ‘The Silence of the Lambs’.

Comentarios así hicieron que, en los comicios de 2020, la mayoría de los condados con una gran población latina votaran por el Partido Demócrata.

No obstante, en algunos estados clave, como Texas y Florida, los republicanos registraron un aumento significativo de votos en 2020 y, a nivel federal, el porcentaje de latinos que respaldó a Trump fue del 38%, diez puntos más que en 2016, según datos del centro Pew.

“En 2024, vamos a ganar una proporción aún mayor del voto hispanoamericano, estableciendo récords históricos para los republicanos en todas partes de la boleta electoral”, indicó Trump en el comunicado.

Rubio, senador de Florida, anota en el texto que el expresidente republicano “comprende los desafíos a los que se enfrentan los hispanoamericanos bajo la Administración Biden”.

“Haber crecido en un hogar cubano me enseñó la importancia de la familia, la fe y el valor del trabajo honesto. Con el presidente Trump, los hispanos experimentaron la tasa de desempleo más baja de la historia, sus pequeñas empresas prosperaron, los precios eran bajos y los empleos abundaban”, indicó por su parte Ted Cruz, senador de Texas.

El expresidente y virtual candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que reformará el sistema judicial de su país, al señalar que es un sistema “corrupto”, lo cual recuerda el discurso que en México ha utilizado López Obrador.

“Acabo de pasar por un juicio amañado en Nueva York, donde no había pruebas”, dijo Trump a sus seguidores durante un foro comunitario ayer jueves en Arizona, en su primera visita al estado tras su veredicto de culpabilidad.

Recordemos que Trump enfrentó un juicio penal en donde se le imputaban 34 delitos, todos ellos por falsificar documentos de su empresa para ocultar una relación con la actriz porno Stormy Daniels cuando aspiró a la presidencia en 2016.

“Saben que el juicio estuvo amañando, es un sistema corrupto, pero con su ayuda, en menos de cinco meses, vamos a cambiar el sistema”, dijo al referirse a las elecciones del próximo 5 de noviembre cuando enfrentará al demócrata Joe Biden, en su intento por volver a Casa Blanca.

“Tenemos que saber qué pasa en esas cortes”, aseguró al justificar su decisión el aspirante republicano, que no descartó que podría ir en contra de sus enemigos políticos en caso de volver a la Presidencia.

Y es que en una reciente entrevista con la cadena televisiva Fox, Trump insinuó que tenía todo el derecho de ir en contra de sus enemigos políticos en caso de ser reelecto.

En otro espacio, el expresidente afirmó que “la venganza puede estar justificada”.

“La venganza lleva tiempo y a veces puede estar justificada, Phil, tengo que ser honesto. A veces puede ser así”, dijo el exmandatario en entrevista trasmitida esta noche con el Dr. Phil McGraw, quien se dedicó a adular al aspirante republicano durante el dialogo de una hora en la web.

El presentador le dijo antes a Trump que “dicen que cuando ganes buscarás retribución y venganza contra aquellos que no te apoyan”, pero también que el exmandatario “no tendría tiempo para vengarse”, porque, siguió, “creo que tienes tanto que hacer que no tienes tiempo para desquitarte. Sólo tienes tiempo para hacerlo bien”.

Trump, virtual candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, también comentó al presentador que “a veces la palabra venganza es una palabra muy fuerte, pero tal vez te vengas con tu éxito” y aseguró que es lo que quiere ver en un segundo mandato.

“Quiero que el país sobreviva, porque no va a sobrevivir así”, indicó Trump al referirse a sus reiteradas críticas a la Administración del presidente Joe Biden, la más reciente por la orden ejecutiva que limita las solicitudes de asilo en la frontera.

Trump continúa con su campaña electoral, que lo llevó hoy a Arizona, tras finalizar el juicio en Nueva York donde fue hallado culpable la pasada semana por falsificar documentos de su empresa durante su campaña electora del 2016 para ocultar un pago a una actriz porno con la que tuvo una relación.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, virtual candidato republicano para las elecciones de noviembre, calificó este martes de “amnistía” la orden ejecutiva que Joe Biden tiene previsto firmar hoy para limitar las solicitudes de asilo en la frontera, en lo que supone una de sus medidas migratorias más duras.

“Seamos claros: la orden ejecutiva de Joe Biden es una amnistía, no es para seguridad fronteriza”, dijo en un comunicado Karoline Leavitt, secretaria nacional de prensa de la campaña de Trump.

Señaló que “inmigrantes ilegales de Biden están asolando” Estados Unidos y han provocado “una ola de criminalidad en todos los estados”, algo que ha sido desmentido por numerosos estudios como uno del Brennan Center For Justice que concluye que la migración no está ligada a más criminalidad.

“La invasión fronteriza y la delincuencia migratoria no cesarán hasta que el corrupto Joe Biden sea deportado de la Casa Blanca”, añadió la campaña de Trump.

Y es que Biden tiene previsto firmar este martes una orden ejecutiva que le permitirá limitar las solicitudes de asilo en la frontera con México si el número de detenciones de migrantes supera un umbral concreto.

La iniciativa, que la Casa Blanca aún no ha hecho pública, permitirá a las autoridades estadounidenses deportar rápidamente a las personas que crucen de manera irregular, sin darles la oportunidad de presentar un caso de asilo, cuando se supere una cifra de detenciones diarias que aún está en debate.

Según dijo a una fuente familiarizada con el tema a la agencia EFE, la medida entraría en vigor cuando se alcancen 2,500 cruces irregulares diarios.

La orden llega a seis meses de las elecciones presidenciales, en las que Biden aspira a ser reelegido para un segundo mandato.

El manejo a la crisis migratoria se ha convertido en un tema central para los votantes, superando la economía y la inflación, según una encuesta de la empresa Gallup publicada a finales de abril.