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El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, difundió este lunes un mensaje en video dirigido a la nación, en conmemoración de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, y prometió que Ucrania tendrá pronto “dos Días de la Victoria”.

“Nunca olvidaremos lo que hicieron nuestros antepasados en la Segunda Guerra Mundial, donde murieron más de 8 millones de ucranianos. Uno de cada cinco ucranianos no regresó a casa. En total, la guerra cobró al menos 50 millones de vidas”, declaró Zelenski.

El líder ucraniano enfatizó que “pronto habrá dos Días de la Victoria en Ucrania”, antes de aludir a Rusia, que este lunes conmemora su fiesta nacional del Día de la Victoria.

“Y a alguien no le quedará ni uno. Ganamos en ese entonces y ganaremos ahora también”, aseguró, en referencia a la invasión rusa de Ucrania.

Sobre Ucrania, la Comisión Europea intentará entregar una primera opinión en junio sobre el intento de Kiev de convertirse en miembro de la Unión Europea.

El bloque de 27 países ha estado totalmente unido en su apoyo a la resistencia de Ucrania a la invasión de Rusia, al adoptar sanciones económicas sin precedentes contra Moscú desde que inició la guerra en febrero, pero los líderes están divididos en cuanto a qué tan rápido deben movilizarse para aceptar a Kiev como miembro.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en un mensaje en Twitter que habló hoy con el presidente Zelenski sobre “el apoyo de la UE y el camino europeo de Ucrania. Espero ansiosa recibir respuesta al cuestionario de membresía de la UE”.

Por ahora, Ucrania tiene un “Acuerdo de Asociación” con el bloque, que incluye extensos pactos de libre comercio y ayuda para modernizar la economía de Ucrania.

El intento ucraniano de avanzar rápidamente podría demorar años, ya que se requiere unanimidad entre los miembros actuales para incluir a uno nuevo.

Paralelamente, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció este lunes que su país dejará paulatinamente de importar petróleo ruso, uniéndose así a las represalias del Grupo de los Siete por la invasión rusa de Ucrania.

Y es que ayer, los mandatarios del G7 se reunieron en teleconferencia y anunciaron su compromiso de prohibir o eliminar gradualmente las importaciones de petróleo ruso, para presionar a Moscú a que ponga fin a su agresión contra Ucrania.

“Es una decisión extremadamente difícil para un país que depende principalmente de las importaciones de energéticos, incluido el petróleo”, dijo Kishida a periodistas. “Pero la unidad del G7 es lo más importante en este momento”, agregó.

Kishida dijo que será un proceso gradual y lento de eliminación de las importaciones de petróleo ruso y que los detalles y el cronograma se decidirán más adelante, ya que el proceso requiere asegurar fuentes de energía alternativas.

Alrededor del 4% de las importaciones de petróleo japonés provienen de Rusia. Japón también ha anunciado la eliminación gradual de las importaciones de carbón ruso.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, aseguró este miércoles que su país no aceptaría un acuerdo con Moscú que permitiera la permanencia de tropas rusas en territorio ocupado.

En declaraciones a los participantes en un foro de directivos empresarios organizado por el diario The Wall Street Journal, Zelenski dijo que las fuerzas ucranianas habían detenido la ofensiva rusa en lo que llamó la primera etapa del conflicto. En la segunda, agregó, Ucrania expulsará las tropas rusas de su territorio y en la tercera recuperará su plena integridad territorial.

El líder ucraniano aseguró que no aceptaría un acuerdo de cese el fuego que permitiera la permanencia de las tropas rusas en sus posiciones actuales, aunque no entró en detalles. “No aceptaremos un conflicto congelado”, reiteró, y advirtió que Ucrania no se dejará arrastrar a un “atolladero diplomático” como el acuerdo de paz para el este de Ucrania mediado por Francia y Alemania en 2015.

Zelenski enfatizó que Putin debe acordar un encuentro con él para negociar un acuerdo que ponga fin a los combates. Dijo que es importante continuar las conversaciones de paz, pero “hasta tanto el presidente ruso lo firme o haga una declaración oficial. No veo el sentido de esa clase de acuerdos”.

En tanto, el ministro ruso de Defensa advirtió que Moscú considera como objetivos legítimos cualquier transporte occidental que lleve armas a Ucrania.

Las declaraciones de Sergei Shoigu se dan después de que Estados Unidos y otros aliados aumentaran sus envíos de armas a Ucrania. En declaraciones en una reunión con altos mandos militares, Shoigu criticó a Occidente por “atiborrar a Ucrania de armas”.

“Cualquier transporte de la OTAN que lleve armas o recursos para el ejército ucraniano que llegue al territorio del país será considerado por nosotros como un objetivo legítimo a ser destruido”, afirmó.

En medio del conflicto, la líder de la Unión Europea pidió que el bloque de 27 países vete las importaciones de petróleo ruso, en el sexto paquete de sanciones contra Moscú por su guerra en Ucrania.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso también que Sberbank, el más grande de Rusia, y otras dos grandes entidades sean desconectados del sistema internacional SWIFT de pagos bancarios.

Von der Leyen pidió a los países miembro de la UE que eliminen de forma gradual las importaciones de crudo en seis meses y de productos refinados para final de año. “Nos aseguraremos de que abandonamos el petróleo ruso de forma ordenada, de un modo que nos permita a nosotros y a nuestros socios asegurar rutas alternativas de suministro y minimice el impacto sobre los mercados globales”, señaló.

El gobierno de Ucrania afirmó este lunes que las palabras del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, según el cual el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y Adolf Hitler comparten “orígenes hebreos” son un reflejo del antisemitismo ruso y un intento de justificar el asesinato masivo de ucranianos.

El presidente ucraniano, Volodimir “Zelenski, esgrime este argumento: ¿cómo puede estar presente el nazismo (en Ucrania) si él mismo es judío?”, dijo Lavrov, según se transcribe en el sitio web de su ministerio. Y agregó: “Puedo equivocarme, pero Hitler también tenía sangre judía”.

Lavrov “no pudo ocultar el arraigado antisemitismo de las élites rusas”, escribió el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en Twitter, citado por la agencia Unian.

“Sus aberrantes comentarios son insultantes para el presidente Zelenski, Ucrania, Israel y el pueblo judío. En un sentido más amplio, sus palabras demuestran que la Rusia moderna está llena de odio hacia otros pueblos”, agregó.

El asesor de la presidencia ucraniana Mijailo Podolyak dijo por su parte, también en Twitter, que “las declaraciones abiertamente antisemitas de Lavrov, acusando a los judíos de la II Guerra Mundial y del Holocausto, son una prueba más de que precisamente Rusia es la sucesora de la ideología nazi”.

Agregó que “al tratar de reescribir la historia, Moscú simplemente busca argumentos para justificar los asesinatos en masa de ucranianos”, agregó.

Podolyak constató que Rusia “evalúa de manera inadecuada el mundo y su lugar en él”, “acusa al pueblo judío de provocar la guerra, revisa la historia mundial a favor del nazismo y del derecho a matar” y “amplía su arsenal militar, sin rehuir las tecnologías del terrorismo y el genocidio”.

El jefe de la Oficina de la Presidencia ucraniana, Andriy Yermak, a su vez, afirmó en Telegram que el antisemitismo de Rusia es cada vez más evidente y que ya no se esconden y lo muestran abiertamente al mundo.

Primero atacaron con cohetes el territorio donde se encuentra el Memorial del Holocausto Babi Yar, a las afueras de Kiev, donde se produjo una de las mayores masacres de judíos en la II Guerra Mundial, señaló.

Ahora el ministro de Exteriores ruso “compara a Volodímir Zelenski con Hitler, que asesinó a 6 millones de judíos, porque según Lavrov, ‘los antisemitas más notorios suelen ser judíos'”.

Agregó que, de este modo, Rusia trata de explicar “sus mentiras sobre la ‘desnazificación’, cuestionando de hecho la existencia no sólo de la nación ucraniana, sino también del Holocausto”.

“Es el antisemitismo de las cavernas, el que incluye las teorías de la conspiración sobre las que siempre se construyen los regímenes dictatoriales”, subrayó, al tiempo que afirmó que “esta agresión manifiesta de los rusos y la falta de respeto hacia la memoria histórica de naciones enteras no debe quedar sin respuesta”.

Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, criticó este lunes la afirmación de su homólogo ruso Serguéi Lavrov de que Hitler “tenía sangre judía”, y convocó al embajador ruso para pedirle “aclaraciones”.

Desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Israel ha tratado de mantener un delicado equilibrio entre Kiev y Moscú, pero las palabras de Lavrov desataron la indignación.

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, también denunció las “mentiras” de Lavrov y afirmó en un comunicado que la guerra de la era actual no es comparable al Holocausto.

“El uso del Holocausto del pueblo judío como una herramienta política debe cesar inmediatamente”, dijo Bennett.

El presidente de Yad Vachem, el memorial israelí de la Shoá, Dani Dayan, también condenó las declaraciones de Lavrov, diciendo que eran “comentarios infundados, delirantes y peligrosos que merecen ser condenados”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó este viernes que las negociaciones con Ucrania “se han estancado” y que Kiev no responde a la última propuesta que Moscú le hizo llegar a inicios de semana.

“Actualmente (las negociaciones) se han estancado, porque la propuesta que transmitimos a los negociadores ucranianos, elaborada tomando en cuenta los comentarios que ellos formularon, sigue sin respuesta”, dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su homólogo kazajo, Mujtar Tileuberdi.

Agregó que cuando al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le preguntaron su opinión sobre la propuesta rusa dijo que no la había recibido.

“No soy quién para juzgar hasta qué punto él (Zelenski) está informado de la situación, pero esto caracteriza dónde se encuentra el proceso llamado ´negociaciones'”, comentó el jefe de la diplomacia rusa.

El jefe negociador de Rusia, Vladímir Medinski, señaló no obstante que mantuvo este viernes varias largas conversaciones con su contraparte de la delegación ucraniana, David Arkhamia. “Lo confirmo”, dijo en su cuenta de Telegram.

Lavrov eludió responder a una pregunta sobre si consideraba la posibilidad de que las negociaciones ruso-ucranianas pudieran celebrarse en territorio de Kazajistán.

También se confirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, recibirá el próximo martes al secretario general de la ONU, António Guterres, que viaja a Moscú para hablar de la intervención militar rusa en Ucrania, según informó hoy el Kremlin.

“El martes, 26 de abril llega a Moscú el secretario general de la ONU, António Guterres, para negociaciones con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Será también recibido por el presidente ruso, Vladímir Putin”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a medios locales.

En tanto, un alto responsable de la Unión Europea indicó que es probable que Rusia aumente sus ataques militares en el este de Ucrania y a lo largo de la costa del país, y que las próximas semanas se consideran potencialmente decisivas para la guerra.

“Esto no es un cuento de hadas con un final feliz inminente. Creo que es probable que veamos un aumento muy significativo de la intensidad de los ataques militares rusos en el este, es probable que veamos una intensificación de los ataques militares rusos a lo largo de la costa”, dijo el funcionario a periodistas.

Las declaraciones del líder europeo coinciden con que Rusia admitió este viernes por primera vez que quiere crear un corredor terrestre desde el Donbás a la anexionada península de Crimea y reveló que buscan tomar el sur para unirlo con la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia, según un alto mando militar.

“Desde el inició de la segunda fase de la operación especial, que comenzó literalmente hace dos días, una de la tareas del Ejército ruso es establecer el pleno control sobre el Donbás y el sur de Ucrania”, señaló el comandante en funciones del Distrito Militar Central de Rusia, general mayor Rustam Minnekéyev.

El gobierno de Ucrania denunció inmediatamente el “imperialismo” ruso y destacó que Rusia ha revelado sus verdaderas intenciones de su ofensiva militar, que no es, como anunció inicialmente la “desnazificación” del país vecino.

Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Ucrania podrían incluir un “encuentro especial” entre los presidentes ucraniano, Volodímir Zelenski, y ruso, Vladímir Putin, según el asesor del primero, Mykhailo Podolyak.

En declaraciones a un medio polaco, Podolyak aludió a que actualmente se está a la búsqueda de una “fórmula legal” en relación con el estatuto de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.

Podolyak dijo al diario polaco “Wirtualna Polska” que, una vez que se encuentre, los presidentes de Ucrania y Rusia continuarán las negociaciones en un encuentro especial.

Podolyak añadió que las negociaciones son un proceso a gran escala que involucra no solo a Rusia y Ucrania. “Nuestros socios, incluida Polonia, también están indirectamente porque no debemos limitarnos a firmar un acuerdo, queremos desarrollar un mecanismo concreto que garantice nuestra seguridad en el futuro”.

Hasta ahora, dijo, tanto la delegación rusa como la ucraniana se mantienen firmes; y apuntó a que la reconciliación de disputas puede llevar desde unos pocos días hasta una semana y media.

Podolyak agregó que, una vez concluido el acuerdo de paz, la Federación Rusa no tendría otra opción que comenzar a retirar de inmediato sus fuerzas armadas del territorio ucraniano.

Al respecto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó este jueves a su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, una oferta para que se reúna en Turquía con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con vistas a que ambos líderes acerquen posturas y puedan incluso acordar un alto el fuego.

Erdogan y Putin hablaron por teléfono, con la guerra en Ucrania como principal punto en la agenda. El mandatario turco ha reiterado la voluntad de Ankara de trabajar en favor de la paz, insistiendo en la necesidad de un alto el fuego con vistas a avanzar hacia una solución más a largo plazo.

El mandatario turco espera que las actuales conversaciones entre autoridades rusas y ucranianas se traduzcan en “resultados positivos”, pero ha advertido de que algunos temas pueden requerir de contactos a más alto nivel. En este sentido, ha planteado a Putin que se vea con Zelenski en Estambul o Ankara, según el comunicado de la Presidencia.

Recordemos que Turquía ya acogió la primera reunión entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Sergei Lavrov y Dimitro Kuleba, respectivamente.

El Kremlin no ha valorado la oferta de Erdogan y en su comunicado se ha limitado a apuntar que Putin ha informado al presidente turco del progreso de las conversaciones ya en marcha. Asimismo, ha destacado los diferentes contactos mantenidos entre Lavrov y el jefe de la diplomacia turca, Mevut Cavusoglu.

La conversación entre Erdogan y Putin ha coincidido precisamente con una visita del ministro de Exteriores de Turquía a Ucrania. En Leópolis, Cavusoglu se ha visto con Kuleba, junto a quien ha comparecido en rueda de prensa agradeciéndole que le haya recibido en días que son “difíciles”, según la agencia Anatolia.

Un funcionario de alto rango de La Casa Blanca reconoció este jueves que el presidente Donald Trump retuvo 391 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania en parte para presionar a Kiev a que investigue una cuestionada teoría conspirativa sobre la elección presidencial del 2016 en Estados Unidos.

Trump y funcionarios de su gobierno negaron durante semanas haber exigido un “quid pro quo”, una frase en latín que significa hacer un favor a cambio de algo, para entregar la ayuda, un tema clave dentro de una controversia que desencadenó una investigación para un juicio político contra Trump.

Mick Mulvaney, jefe de gabinete interino de La Casa Blanca, reconoció en una rueda de prensa que la ayuda de Estados Unidos se retrasó en parte por las preocupaciones de Trump sobre un servidor informático del Comité Nacional Demócrata (CND).

En una llamada efectuada el 25 de julio, Trump le pidió al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, “un favor” para investigar el servidor y otro asunto vinculado con los comicios de 2016.

Trump también solicitó a Zelenskiy que investigara a Joe Biden, un importante político opositor, y al hijo de éste, Hunter Biden, quien había sido parte del directorio de una compañía de energía ucraniana. Durante la conversación, Zelenskiy se mostró de acuerdo en llevar a cabo la investigación solicitada por Trump.

El tema del servidor del CND se relaciona a una desacreditada teoría conspirativa que apunta a que Ucrania, y no Rusia, interfirió en las elecciones estadounidenses de 2016 y que un servidor informático del Partido Demócrata estaba en algún lugar de Ucrania.

Un periodista le dijo a Mulvaney que lo que describía era un favor a cambio de algo. “Hacemos eso todo el tiempo en política exterior”, respondió Mulvaney.

Los comentarios de Mulvaney se produjeron después de que el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea dijo en un testimonio escrito en el marco de investigación para un juicio político que Trump le pidió a altos funcionarios estadounidenses que hablen directamente con su abogado personal, Rudy Giuliani, sobre la política exterior estadounidense.

El enviado, Gordon Sondland, dijo a legisladores en la investigación liderada por los demócratas que no entendió “hasta mucho más tarde” que la agenda de Giuliani incluía medidas para que Ucrania investigue a Biden

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó este jueves no haber sufrido ningún “chantaje” de parte de su homólogo estadounidense Donald Trump, quien es acusado de haber bloqueado una ayuda militar para forzar a Kiev a investigar al hijo de uno de sus rivales políticos, Joe Biden.

“No hubo ningún chantaje”, aseguró Zelenski en rueda de prensa, en referencia a la llamada telefónica que le ha significado a Trump estar ante el inicio de un procedimiento de juicio de destitución.

Según un denunciante, Trump pidió a Zelenski que se investiguen las actividades en la firma ucraniana de gas, Burisma, de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, que según los sondeos, es el candidato demócrata con mayores probabilidades de obtener la nominación de su partido para la elección presidencial del 2020.

Los demócratas intentan demostrar que Trump utilizó ese bloqueo en la ayuda militar como presión para que se investigue a Hunter Biden, lo cual desestabilizaría a su rival político. Han indicado que esa es una forma de injerencia en la campaña electoral prohibida por el derecho estadounidense.

El programa de ayuda militar de Washington a Kiev “había sido bloqueado antes incluso de nuestra conversación, y no hablamos de este tema”, añadió Zelenski.

La ayuda militar fue suspendida a principios de junio y desbloqueada el 11 de septiembre; mientras que la conversación telefónica se produjo el 25 de julio.

Según el presidente ucraniano, el objetivo de la conversación telefónica fue planificar un encuentro con Trump, y no hubo “condiciones” al respecto de la parte estadounidense

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó este miércoles que él no vio “nada comprometedor” en la polémica conversación telefónica de Donald Trump y el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelenski, la cual ha motivado la apertura de un proceso de juicio político contra el estadounidense.

“Por lo que sabemos, yo no veo nada comprometedor. El presidente Trump se dirigió a su homólogo con la petición de que se investiguen presuntas transacciones corruptas del liderazgo anterior. Es definitivamente la obligación de cualquier líder” hacer esto, declaró Putin durante la sesión plenaria de la Semana Energética de Rusia.

Putin indicó que todo el mundo tiene el derecho a saber si hubo corrupción o no, por lo que dijo que “no he visto en esa llamada telefónica en absoluto que el presidente Trump haya exigido material comprometedor a Zelenski a toda costa y amenazando con limitar” la ayuda militar de su país a Kiev, añadió.

Y es que el presidente de EUA pidió en una conversación telefónica el pasado 25 de julio a Zelenski que investigase al exvicepresidente y precandidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, y a su familia por presunta corrupción en Ucrania.

Trump, además, bloqueó una transferencia millonaria en ayuda militar a Kiev hasta semanas después de la llamada, que motivó una queja interna de un agente de la CIA y el inicio de un proceso para un juicio político en contra el presidente de EUA. La Casa Blanca publicó finalmente la conversación.

Putin dijo haber aprendido en su “carrera anterior” en el KGB soviético que todas las conversaciones pueden salir a la luz, pero dejó claro que él no lo aprueba porque hay cosas que son confidenciales.

Explicó que aún así dio permiso a La Casa Blanca cuando algunos legisladores demócratas apuntaron a la posibilidad de que Trump pudiera haber hecho promesas escandalosas a Putin en Helsinki y exigieron que compareciera la intérprete, la única que tenía notas sobre la reunión que ambos líderes celebraron a solas.

En opinión de Putin, en EUA los demócratas “han utilizado cualquier pretexto para atacar a Trump”, y después de que el informe del ya ex fiscal especial Robert Mueller probara que no hubo conspiración entre el presidente Trump y su gobierno para ayudarle a ganar en 2016 las elecciones a la demócrata Hillary Clinton, “ahora han encontrado un nuevo pretexto: Ucrania”.

Putin recalcó que Rusia “no ha tomado ni un solo paso destructivo hacia EUA” y que a Moscú no le interesa interferir en ningunas elecciones, tampoco en las estadounidenses de 2020. Sostuvo que Rusia tiene “muchos problemas propios que resolver” y  que estos son “su principal foco de atención”.