Luego de abandonar la Comisión Ballenera Internacional, Japón regresó a sus actividades de caza de ballenas después de 32 años de frenar esta práctica pesquera.

La salida de la isla del Pacífico se debió a que la organización internacional negó la propuesta que Japón había hecho para retomar la caza comercial de las ballenas que consideraron abundantes (las especies minke, rorcual Bryde y la rorcual común).

El gobierno de Shinzo Abe, primer ministro japonés, dio a conocer su política de cuotas para la caza de los cetáceos de este año. Se anunció que se estableció un limite de 227 ballenas (52 Minke, 150 rorcual Bryde y 25 rorcual común). El gobierno japonés argumentó que la cuota permitiría que la población de las ballenas no se vea seriamente perjudicada aunque se mantenga este ritmo de pesca por 100 años.

“Pondremos en práctica la caza comercial de ballenas conforme a cálculos científicos y siguiendo una apropiada gestión de recursos”, indicó un representante del gobierno japonés.

De esta forma, Japón considera que la caza de ballenas es una tradición histórica de la isla, sobre todo en las localidades costeras y que la actividad ha sido una práctica generacional.

 

 

 

Con información de El País.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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