Al menos 196 personas defensoras de la tierra y el medioambiente fueron asesinadas en el mundo en 2023, aunque el número real podría ser incluso mayor, según reveló este martes un informe de la organización Global Witness.
De acuerdo con los datos presentados en el estudio “Voces desaparecidas: la eliminación violenta de los defensores de la tierra y el medioambiente en el mundo”, entre 2012 y 2023 se contabilizaron un total de 2,106 asesinatos de líderes ecologistas a nivel global, con América Latina a la cabeza en el número de homicidios el año pasado, con 166, lo que supuso un 85% del total de las muertes.
Por segundo año consecutivo, Colombia lideró la lista, con 79 activistas asesinados en 2023, seguida por Brasil (25) y México, que al igual que Honduras registraron 18 asesinatos respectivamente. Honduras se convirtió así en el país que registró más homicidios per cápita a nivel mundial en el último año, así como la nación con mayor número de casos registrados desde 2012, con un total de 149.
Global Witness advirtió de la vulnerabilidad de los activistas provenientes de pueblos indígenas y afrodescendientes, que concentraron un 49% del total los ataques mortales, y así como de las mujeres, que supusieron un 12% del total de homicidios.
El informe también destacó que, aunque existen dificultades a la hora de establecer relaciones entre un homicidio y unos intereses empresariales concretos, el mayor móvil industrial detrás de las muertes fue la minería, con 25 casos de personas asesinadas tras oponerse a operaciones mineras en 2023, de los cuales 23 también sucedieron en América Latina.
La autora del informe y asesora medioambientalista de Global Witness, Laura Furones, calificó los datos de homicidios de “escandalosos” e instó a los Gobiernos a tomar medidas contundentes para proteger a los activistas y abordar las causas de la violencia que experimentan.
“Las personas activistas y sus comunidades son esenciales en cualquier labor para prevenir y reparar los daños y perjuicios causados por las industrias nocivas para el medioambiente. No podemos permitirnos la pérdida de más vidas y no lo toleraremos”, expresó Furones.
El documento denunció que en otras zonas del mundo como Reino Unido, la Unión Europea y los Estados Unidos, cada vez se usa más la legislación para “atacar” a los ecologistas y se les imponen condenas más duras.
También detectó que en Asia hay una tendencia ascendente en los ataques no letales como método de suprimir el activismo, siendo el acoso judicial el más utilizado junto a las desapariciones forzosas, contabilizando siete casos solo en Filipinas contra activistas que se enfrentaron a intereses relacionados con la propiedad de terrenos y la protección ambiental.