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Donald Trump consolidará su control sobre el Partido Republicano en la convención 2024 de esta semana, después de haber sobrevivido a un intento de asesinato y de haber sorteado numerosos problemas legales en el camino hacia la nominación presidencial del partido.

Durante el evento que durará cuatro días y que comienza este lunes, el expresidente anunciará la elección de su compañero de fórmula, tras haber citado como favoritos al senador de Ohio, J.D. Vance; al senador de Florida, Marco Rubio, y al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, quienes hablarán en la reunión.

Si bien la convención en Milwaukee, Wisconsin, será un evento para nominar formalmente a Trump, ocurre en un momento tenso en el país en el camino hacia la contienda electoral de 5 de noviembre, que si nada cambia, la disputarán el presidente Joe Biden, de 81 años, y Trump, de 78.

El expresidente Donald Trump hizo un llamado a la unidad y la resiliencia, un día después de que un aparente atentado contra su vida le inyectó nueva incertidumbre a lo que ya era una tumultuosa campaña presidencial, mientras que el mandatario Joe Biden le suplicó a los estadounidenses “enfriar las cosas” en la recta final y “resolver nuestras diferencias en las urnas”.

En un discurso televisado desde la Casa Blanca ayer, Biden dijo que “no hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia, para cualquier tipo de violencia. Punto. Sin excepciones. No podemos permitir que esta violencia se normalice”.

“La retórica política en este país se ha vuelto muy acalorada. Es hora de calmarla”, agregó.

Un día después del atentado aún se desconoce el motivo del agresor. Los investigadores dicen creer que actuó por su cuenta antes de ser abatido por agentes del Servicio Secreto.

Trump dijo que la parte superior de su oreja derecha fue perforada por una bala. Sus colaboradores señalaron que está de “excelente ánimo” y en buen estado de salud. Llegó el domingo por la noche a Milwaukee para la convención republicana. Declaró al diario Washington Examiner que había reescrito su discurso para enfocarse más en la unidad nacional que en las políticas de Biden.

En una publicación en su red social, Trump dijo: “En este momento, es más importante que nunca estar unidos, y demostrar nuestro verdadero carácter como estadounidenses, permaneciendo fuertes y decididos, y no permitir que el mal gane”.

El FBI investiga el ataque como un posible acto de terrorismo interno. La agencia indicó que el agresor era Thomas Matthew Crooks, de 20 años y residente de Bethel Park, Pensilvania, una localidad ubicada a unos 80 kilómetros del lugar del tiroteo.

El agresor estaba armado con el fusil tipo AR de su padre y se encontraba encaramado en una azotea cercana cuando algunos asistentes al evento le informaron a la policía local de su presencia, según dos funcionarios policiales que hablaron con la agencia The Associated Press (AP) .

Un agente de la policía local subió a la azotea y se encontró con Crooks, quien le apuntó con su fusil. El policía retrocedió por la escalera, y rápidamente el agresor disparó hacia Trump, dijeron los funcionarios. Fue entonces que los francotiradores del Servicio Secreto lo abatieron, añadieron.

Surgieron muchas preguntas sobre cómo fue posible que el agresor se acercara tanto en primer lugar. Kevin Rojek, agente a cargo de la oficina de campo del FBI en Pittsburgh, señaló que “es sorprendente” que Crooks pudiera abrir fuego contra el escenario antes de que el Servicio Secreto lo abatiera.

Se hallaron materiales para fabricar explosivos dentro del vehículo de Crooks y en su casa, indicaron los funcionarios. El FBI dijo que los dispositivos eran “rudimentarios”.

Crooks no estaba en el radar del FBI, y se cree que actuó solo. Los investigadores revisaron sus cuentas de redes sociales, pero de momento no encontraron documentos o publicaciones con amenazas, ni comunicaciones que indicaran un motivo ideológico. Su familia coopera con las autoridades.

Por ahora se desconocen las inclinaciones políticas de Crooks. Documentos muestran que él estaba registrado como votante republicano en Pensilvania, pero reportes federales de financiación de campañas también muestran que donó 15 dólares a un comité de acción política progresista el 20 de enero de 2021, el día que Biden rindió juramento para asumir el puesto.

La ausencia de un motivo ideológico claro se suma a las crecientes interrogantes en torno al tiroteo.

El hecho fue el intento más grave de asesinar a un presidente o candidato presidencial desde que Ronald Reagan fue baleado en 1981. El incidente atrajo nueva atención a las preocupaciones sobre la violencia política en un país sumamente polarizado cuando faltan menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales.

Biden dijo que él y Trump sostuvieron una conversación “breve pero buena” el sábado en la noche. El presidente regresó a Washington desde su casa de playa en Delaware, y se reunió con funcionarios en la Sala de Manejo de Emergencias de la Casa Blanca para hablar sobre el incidente.

Muchos republicanos culparon de la violencia a Biden y sus aliados, argumentando que los constantes ataques contra Trump en los que le tilda de ser una amenaza para la democracia han creado un ambiente tóxico.

De momento se desconoce si Biden se verá obligado a recalibrar una campaña que gira en buena medida en calificar a Trump de ser una amenaza para la democracia. Es una situación que no se ha visto en Estados Unidos desde que Teddy Roosevelt fue baleado un mes antes de las elecciones de 1912 mientras hacía campaña por un tercer partido para volver a la Casa Blanca.

Trump y Biden están enfrascados en una reñida carrera electoral, según la mayoría de las encuestas de opinión, incluida la de Reuters/Ipsos. El tiroteo del sábado agitó la discusión en torno a la campaña presidencial, que se había centrado en si Biden debería retirarse luego de un vacilante desempeño en el debate del 27 de junio.

Foto: X @EricTrump

Joe Biden demostró que es “un candidato prorruso controlado por el Kremlin”, bromeó este viernes la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, después de que el líder estadounidense se equivocara y presentara al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, como “presidente Putin”.

La equivocación de Biden ocurrió durante la cumbre de la OTAN que se celebró esta semana en Washington, y que rápidamente le dio la vuelta al mundo, incluso ocupando un lugar destacado en los medios rusos, donde los comentaristas de la televisión estatal han retratado durante mucho tiempo a Biden, de 81 años, como un anciano senil que podría causar una Tercera Guerra Mundial, a diferencia de Putin, de 71 años, a quien retratan como un genio estratégico.

El error de Biden se da en un momento en el que se enfrenta al llamados de algunos compañeros demócratas para que abandone su candidatura a la reelección.

El presidente ha insistido en que sigue en la carrera y que es el único que podrían vencer a Trump en las elecciones de noviembre próximo.

“Nos dimos cuenta de que el mundo entero prestó atención a lo ocurrido (…) Está claro que fueron lapsus linguae”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, agregando que los errores de Biden son “un asunto interno de Estados Unidos”.

No obstante, afirmó que el Kremlin tomó nota de los comentarios irrespetuosos del líder estadounidense sobre Putin, a quien se refirió como “un loco asesino”. Según indicó, “esto es inaceptable para nosotros y no creemos que de ninguna manera haga quedar bien a un jefe de Estado estadounidense”.

Sergei Markov, exasesor del Kremlin, dijo que cualquiera puede cometer un error, pero que Biden parece cometer uno todos los días porque es un “retrasado”.

Ayer en una conferencia de prensa posterior, Biden tuvo varios tropiezos. No está claro que su actuación haya convencido a los escépticos de su partido de que es su mejor apuesta para derrotar al republicano Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre y servir otro mandato de cuatro años en la Casa Blanca.}

En la conferencia de prensa, Biden dio algunas respuestas o comentarios confusos, como el referirse a su vicepresidenta, Kamala Harris, como “vicepresidenta Trump”.

Hasta ahora, al menos 17 congresistas demócratas le han pedido que abandone y permita al partido elegir a otro abanderado.

A los demócratas les preocupa que los bajos índices de aprobación de Biden y la creciente preocupación de que sea demasiado mayor para el cargo puedan hacerles perder escaños en la Cámara de Representantes y el Senado, dejándoles sin control del poder en Washington si Trump gana la Casa Blanca.

Sin embargo, Biden dejó claro que no piensa dar un paso atrás. “Si aparezco en la convención y todo el mundo dice que quiere a otra persona, así es el proceso democrático”, dijo Biden, antes de pasar al susurro escénico que suele utilizar para dar énfasis y añadir: “No va a ocurrir”.

Biden encabezará un mitin este viernes en Detroit, donde su campaña dice que se centrará en los “peligros” de la agenda de Trump. La ciudad de Michigan es también la sede del sindicato United Auto Workers, cuyos líderes respaldaron a Biden pero ahora están evaluando sus opciones, según dijeron tres fuentes a la agencia Reuters.

Con la mayoría de los votantes estadounidenses firmemente divididos en bandos ideológicos, los sondeos de opinión muestran que la carrera sigue siendo reñida.

Un sondeo de NPR/PBS publicado el viernes reveló que Biden aventaja a Trump por un 50% a 48%, un leve aumento respecto a su posición antes del debate. Según una encuesta de Reuters/Ipsos publicada la semana pasada, ambos candidatos empataban al 40%.

Una de las principales voces del Partido Demócrata, Nancy Pelosi, hizo crecer este miércoles las especulaciones en torno a la candidatura presidencial de Joe Biden, que las encuestas, varios congresistas y hasta figuras que antes lo apoyaban, consideran condenada al fracaso.

“Amo a Joe Biden pero necesitamos otro candidato”, escribió este miércoles el actor George Clooney, en una columna publicada en el periódico The New York Times.

George Clooney, simpatizante de toda la vida del Partido Demócrata, recuerda un acto de recaudación de fondos para el presidente estadounidense que organizó a mediados de junio.

“Es terrible decir esto, pero el Joe Biden con el que estuve hace tres semanas no era el mismo” que el “Joe Biden de 2010, ni siquiera el Joe Biden de 2020. Era el mismo hombre del que todos fuimos testigos en el debate” con Donald Trump en junio.

Recordemos que aquella noche Biden se mostró muy confuso y cansado, se trabó al hablar y perdió el hilo de lo que decía varias veces.

La opinión de Clooney no es anecdótica, dado que Biden siempre contó con el mundo del cine como apoyo mediático y financiero.

Por su parte, en una entrevista con la cadena MSNBC, Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, de 84 años, se negó a apoyar explícitamente a Biden en su candidatura de reelección para las elecciones de noviembre frente a su predecesor republicano.

“Es cosa del presidente decidir si va a presentarse”, declaró. “Todos le animamos a que tome esa decisión porque el tiempo apremia”, añadió.

Pero el demócrata de 81 años cree haber tomado ya una decisión. Biden escribió el lunes pasado una carta a los congresistas de su partido para decirles que estaba “firmemente determinado a seguir en la carrera” y pedirles que le “apoyaran”. Ahora quiere “pasar página”, como dijo el martes su portavoz Karine Jean-Pierre.

Por ahora siete demócratas de la Cámara de Representantes le han pedido públicamente que tire la toalla. A ellos se unió ayer por la noche un primer senador.

“Creo que Donald Trump va camino de ganar estas elecciones, y tal vez de ganarlas de manera aplastante y llevarse el Senado y la Cámara de Representantes”, opinó el senador Michael Bennet en la CNN.

Y es que si hay tanta ansiedad en el Capitolio es porque muchos Congresistas temen que Joe Biden pueda hacerles perder su escaño en las elecciones legislativas de noviembre, que se celebran al mismo tiempo que las presidenciales.

Varios sondeos realizados desde el debate han alimentado estos temores, mostrando que Donald Trump mantiene o incluso amplía su ventaja sobre su rival demócrata.

En una carta pública a los demócratas en el Congreso, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mantuvo firme contra los llamados a que abandone su candidatura y pidió poner fin a los llamados dentro del mismo partido sobre si debería permanecer en la contienda presidencial después de su mal desempeño en el debate.

“El tema de cómo seguir adelante ha sido bastante debatido ya por más de una semana, y es hora de ponerle fin”, escribió Biden en la carta de dos páginas, donde hizo hincapié en que el partido tiene “una tarea” primordial, que es derrotar al virtual candidato presidencial republicano, Donald Trump, en noviembre.

Joe Biden, de 81 años, pidió a los congresistas demócratas que respalden su campaña de reelección o lo desafíen en la convención del partido en agosto, pero que pongan fin a las campañas que solicitan su dimisión.

Y es que Biden se encuentra bajo la lupa esta semana como anfitrión de una cumbre de la OTAN en Washington, entre temores de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales de noviembre.

Adicional a la carta, en el programa de televisión “Morning Joe” de MSNBC, el demócrata dijo que está “seguro” de que “el votante promedio de ahí afuera todavía quiere a Joe Biden” para un segundo mandato, y reconoció estar “muy frustrado con las élites… del partido”.

“Cualquiera de estos tipos que creen que no debo postularme, que se postulen contra mí (…) que me desafíen en la convención” de agosto próximo, lo que reforzó con lo expuesto en la carta, donde fue claro al señalar: “me niego” a retirarme”, les dice.

Recordemos que el caos suscitado tras el debate contra Donald Trump, durante el cual se mostró muy confundido, se trabó al hablar y hasta divagó, el presidente lo achacó al desfase horario y a un resfriado.

En los últimos días cinco congresistas demócratas le han pedido públicamente que tire la toalla. El domingo, cuatro parlamentarios estimaron que es hora de que Biden se retire, según medios de comunicación estadounidenses.

A su regreso esta semana de un breve receso por el feriado por el Día de la Independencia, los congresistas demócratas deben decidir si respaldan al presidente o le piden que pase el testigo.

Después de un intenso día de mítines en el estado de Pensilvania (norte) el domingo, Biden no tuvo actos públicos programados para hoy lunes, que se espera que dedique a preparar la cumbre. Está previsto que la primera dama Jill Biden haga campaña en Georgia, Florida y Carolina del Norte.

El viernes el presidente retoma la campaña electoral en el estado de Michigan antes de viajar a su casa junto a la playa en Rehoboth, en Delaware.

“Esta semana va a ser absolutamente crítica”, declaró el domingo a CNN el senador demócrata Chris Murphy.

Cuando faltan solo cuatro meses para las elecciones y poco más de uno para la convención del partido, el tiempo apremia. Hay poco margen para reemplazar a Biden como candidato, y el presidente y su equipo parecen decididos a resistir el asedio.

“Tenemos 42 días para la Convención Demócrata y 119 días para las elecciones generales”, dijo Biden en la carta. “Cualquier debilitamiento de la resolución o falta de claridad sobre la tarea que tenemos por delante solamente ayuda a Trump y nos perjudica a nosotros. Es hora de unirnos, avanzar como un partido unificado y derrotar a Donald Trump”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) agradeció este jueves la postura que mostraron en el pasado debate, en temas de migración y otros, los aspirantes presidenciales estadounidenses Joe Biden y Donald Trump. Dijo que tuvieron un “tono distinto” sobre México.

“Ahora que fue el debate, agradezco que se habló del tema migratorio, pero con mucho respeto para México. Ya es un tono distinto al de antes y ojalá así se sigan desenvolviendo las cosas”, dijo el mandatario este jueves.

López Obrador fue cuestionado  sobre si vio el debate del jueves pasado entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien busca la reelección, y el aspirante republicano y exmandatario, Donald Trump, rumbo a los comicios de noviembre próximo.

López Obrador aseguró que sí vio el debate, y aprovechó para desear que les vaya muy bien a ambos candidatos, aunque dijo, a quien le debe ir bien a todos los estadounidenses.

“Deseo que les vaya muy bien fundamentalmente al pueblo de Estados Unidos, que son nuestros vecinos, hermanos, ya paisanos, porque hay 40 millones de mexicanos viviendo, trabajando en Estados Unidos y deseamos que les vaya muy bien, mucho, mucho, muy bien, que elijan a su presidente”, enfatizó.

El morenista destacó la buena relación que tiene con ambos políticos, tanto con Biden como con Trump. “Hemos podido entendernos bien con los dos”. Especialmente se refirió al tema migratorio, en el que dijo que México trabaja de manera conjunta con el Gobierno en Washington.

También resaltó la inversión que se hace en el país, la creación de empleos y la importancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), no solo para Norteamérica sino para todo el continente.

Finalmente, anticipó que estará atento al próximo debate presidencial que está programado para septiembre próximo. “Vamos a estar pendientes del próximo debate que va a ser en septiembre”, acotó.

El poder es demasiado adictivo. Esa es parte importante de la explicación para que tanto Joe Biden como sus cercanos estén tan empeñados en mantener la candidatura de un hombre que, además de ser octogenario, ha envejecido notablemente en sus años en La Casa Blanca.

Su mal desempeño en el debate fue doloroso de observar. Biden mostró a los cuatro vientos algo a lo que todos (con suerte) vamos encaminados: la vejez.

Biden vivió el ejemplo de una persona cuya decisión de mantenerse en el cargo a pesar de su edad avanzada golpeó duramente la agenda demócrata. Me refiero a la Ministra Ruth Bader Ginsburg. Ella pudo haber optado por retirarse en el mandato de Barack Obama para que éste nombrara a un nuevo integrante de la Corte que permitiera mantener viva la agenda liberal. Pero como Ginsburg no se retiró, como decidió quedarse en la Suprema Corte hasta que murió, fue Trump el presidente que nombró a su sucesora. La ultraconservadora Amy Coney Barrett llegó como la nueva integrante de la Corte, un cargo que en EUA es vitalicio, y que a la postre dio los votos suficientes para revocar Roe v Wade, ósea el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo en materia de aborto.

¿Cómo puede Biden haber vivido ese ejemplo de alguien que, por aferrarse a quedarse en el cargo a pesar de sus limitaciones físicas propias de la edad, dañó tanto su legado que con ello permitió que se echara atrás la agenda femenina por la que trabajó toda su vida? ¿Cómo no alcanza Biden a ver que ahora él está en esa misma disyuntiva?

Biden siente que solamente él puede ganarle a Trump y que por ello sobre sus hombros pesa el futuro de la democracia de Estados Unidos. Quizás eso era cierto en el 2020, pero ahora la situación es distinta.

Biden está por echar por la borda toda una carrera de servicio a su país con la decisión de mantenerse en la contienda de noviembre próximo. En lugar de pasar a la historia como un presidente que logró que Trump solo estuviera cuatro años en La Casa Blanca; como un político que llevó por el mejor camino a Estados Unidos en su política exterior durante décadas; como un hombre decente y de familia, va a pasar a la historia como un ególatra que no supo poner a su país por encima de sus ambiciones personales. Y con ello puede muy probablemente pasar a la historia como el político que, al no saber reconocer cuando su tiempo pasó, le dejó las llaves de La Casa Blanca a Trump para su regreso a la presidencia de EUA.

Esta es una elección fundamental no solo para el futuro de Estados Unidos. Estoy segura de que no exagero cuando digo que el resultado de las elecciones de noviembre próximo tendrá efectos en el mundo entero. Biden lo sabe y, precisamente por ello cree que no puede bajarse de la contienda. Su equipo de campaña y sus cercanos, comenzando por su esposa Jill Biden, han dicho que lo del debate fue un mal momento no una condición permanente. Habrá que ver si el intento de apaciguar a donantes y votantes surtirá efecto.

Biden mismo admitió que ya es un hombre viejo, que no se mueve ni habla con la agilidad de antes, pero que es un hombre que sabe lo que sabe y que distingue entre lo que es correcto y lo incorrecto. La referencia fue a un Trump que mintió sin parar durante el debate y que parece querer regresar a La Casa Blanca con ánimos de venganza como agenda primordial.

Este fin de semana estará reunida la familia presidencial en Camp David. Quizás sea la única ventana de oportunidad para que tanto él como sus cercanos entren en razón y vean que en el partido demócrata hay cartas que pueden dar la pelea a Trump, pero que el tiempo apremia. Biden puede ser mucho más útil como soporte a una candidatura más joven que intentando cargar en sus frágiles hombros el peso de la democracia estadounidense.

Columna en El Universal

La campaña por la reelección del presidente Joe Biden y el Comité Nacional Demócrata reportaron haber recaudado 264 millones de dólares en el segundo trimestre del año, un monto impresionante que podría calmar las ansiedades demócratas tras la débil actuación del mandatario en el debate.

El total anunciado este martes incluye 127 millones de dólares recaudados solo en junio y la campaña dice que recaudó más de 33 millones en el día del debate y los días subsiguientes.

Biden tiene además disponibles 240 millones en efectivo, más de los 212 millones que reportó tener el mes pasado.

La jefa de campaña, Julie Chavez Rodriguez, calificó los montos como “prueba de la creciente y comprometida base de partidarios que están firmemente detrás del presidente”.

El anuncio ocurre en momentos en que la campaña de Biden trata de aliviar los temores entre algunos demócratas, quienes han cuestionado si el presidente puede ganar las elecciones de noviembre tras un debate en que parecía ronco, perdió el hilo de sus declaraciones y dio respuestas enredadas.

Algunos líderes de la campaña desde entonces han tenido múltiples llamadas, pidiéndoles paciencia a donantes y partidarios. Funcionarios de la campaña insisten sin embargo que “de ninguna manera” se ha hablado de la posibilidad de que Biden abandone la contienda o de una reestructuración del equipo.

El expresidente Donald Trump, quien aceptará la nominación republicana en la convención del partido este mes en Milwaukee, todavía no ha anunciado cuánto dinero recaudó en ese trimestre. Un vocero dijo que la campaña divulgará las cifras “cuando estemos listos”.

Biden tenía una enorme ventaja sobre Trump en cuanto a recaudación de fondos en la etapa temprana de la campaña, pero recientemente Trump ha reducido la brecha.

En abril, mes incluido en el reporte difundido por los demócratas el martes, Biden y el CND reportaron haber recaudado más de 51 millones de dólares, mucho menos de los 76 millones que Trump y el Partido Republicano reportaron haber recaudado ese mes.

Trump reportó además haber recaudado 141 millones mayo, incluyendo decenas de millones en contribuciones que entraron después de que el exmandatario fue declarado culpable de pagar dinero para acallar noticias desfavorables.

Pero, aún con las recaudación de fondos que reporta, ¿la candidatura de Joe Biden tiene futuro? En Broojula, Gerónimo Gutiérrez, socio consultor de Beel Infrastructure Partners y exembajador de México en Estados Unidos, nos habla sobre Biden y su futuro político.

El mandatario demócrata Joe Biden y su predecesor republicano Donald Trump, casi empatados en las encuestas, se enfrentaron la tarde de ayer en el primer debate de las elecciones presidenciales de noviembre próximo, después de meses de ataques verbales.

El demócrata, de 81 años, y el republicano, de 78, van codo con codo en los sondeos.

Según una encuesta publicada el miércoles por la Universidad de Quinnipiac, Trump aventaja por primera vez a Biden con 49% frente a un 45% de la intención de voto a nivel nacional. Otra difundida el domingo por la cadena Fox beneficiaba por el contrario al demócrata (50% contra 48%).

El debate fue moderado por los periodistas de la CNN, Jake Tapper y Dana Bash, siguiendo reglas estrictas, una de ellas, apagar el micrófono a cada candidato cuando termine el tiempo de respuesta estipulado. El encuentro se desarrolló sin público ni teleprompter.

La mayoría de los votantes registrados en Estados Unidos para las próximas presidenciales cree que el expresidente Donald Trump superó al actual mandatario, Joe Biden, en el debate, según una encuesta realizada por la propia cadena anfitriona del encuentro, realizada entre los espectadores que vieron el programa.

El 67% de los televidentes que vieron el debate piensa que el republicano Trump se desenvolvió mejor, frente al 33% que opinó lo contrario.

Según la encuesta, la mayoría de los consultados señaló que no tiene confianza real en la capacidad del demócrata Biden para liderar el país y, al mismo tiempo, también una mayoría dijo que el debate tuvo poco o ningún efecto para ellos a la hora de votar el próximo 5 de noviembre.

El 81% de los consultados manifestó que el debate no tuvo ningún efecto sobre su decisión a la hora de elegir presidente y otro 14% dijo que el evento les hizo reflexionar aunque no cambiaron su opinión previa. Sólo el 5% admitió que cambió de opinión sobre a quién va a votar tras ver a los dos candidatos.

El desempeño “inestable” del presidente Biden, hizo que las alertas se encendieran acerca de un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Tras evitar estrecharse la mano al inicio del encuentro, el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump se enfrascaron en una discusión, en ocasiones en términos profundamente personales, sobre el aborto, la economía, la edad, las condenas de Trump y del hijo de Biden, Hunter, e incluso de su temple en el campo de golf.

Biden llegó con voz ronca y habló en voz baja a consecuencia, según su campaña, de un resfriado. En algunas ocasiones murmuró, se trabó o perdió el hilo. Como es habitual, Trump, de 78, habló con fuerza pero también con muchas falsedades.

El candidato republicano citó en dos ocasiones a Hunter Biden, quien fue condenado este mes por tres delitos graves relacionados con la compra de un revólver en 2018, cuando supuestamente era adicto a las drogas. Trump, quien en mayo se convirtió en el primer expresidente condenado por delitos graves, calificó al hijo de su rival como un “delincuente convicto”.

Biden hizo referencia a las condenas de Trump y afirmó que había tenido “sexo con una estrella porno” mientras su esposa estaba embarazada, algo que Trump negó. Biden apuntó además que el republicano había sido declarado civilmente responsable de “acosar a una mujer en público”.

Luego de más de 80 minutos de debate, Biden, de 81 años, y Trump, de 78, fueron preguntados por su edad y su capacidad de ejercer el cargo pasados los 80.

Biden, centrándose en sus logros políticos, dijo que Trump es “tres años menor y mucho menos competente”. Además, aprovechó su turno de respuesta para señalar a Trump por hablar mal de Estados Unidos.

″¿La idea de que somos una especie de país en decadencia? Nunca había oído a un presidente hablar así”, dijo Biden.
En su réplica, Trump afirmó que estaba en tan buena forma como hace 25 años y quizá “incluso un poco más ligero”.

Aunque no hay mucha diferencia de edad entre ellos, hay más votantes preocupados porque Biden sea demasiado mayor.

Analistas apuntaron que fue difícil oír y entender a Biden desde su primera intervención; sus errores verbales continuaron a lo largo de todo el discurso.

El demócrata perdió el hilo al intentar hacer una observación sobre las tasas impositivas y el número de multimillonarios en Estados Unidos. Se desvió y miró hacia abajo antes de murmurar algo sobre el COVID-19 y decir algo así como que “por fin hemos vencido a Medicare”.

Cuando trató de retomar para finalizar su argumento, el moderador, Jake Tapper, le interrumpió porque se le había acabado el tiempo. Trump le dio la réplica rápidamente: “Tiene razón, derrotó a Medicare. Lo golpeó hasta la muerte”.

En una respuesta a una pregunta sobre el aborto, Biden mencionó, aparentemente sin venir a cuento, a una joven asesinada recientemente por un inmigrante, en una posible referencia a una niña de 12 años de Houston que murió estrangulada, presuntamente a manos de dos venezolanos que habían entrado de forma ilegal al país. La conexión con el aborto no estuvo clara.

En ese sentido, Biden culpó a Trump por erosionar los derechos al aborto luego de que los tres jueces designados por el exmandatario republicano a la Corte Suprema federal votaron a favor de anular el fallo del caso de Roe contra Wade, que había reconocido el derecho constitucional al aborto en todo el país.

Recordemos que la revocación ha animado a muchos votantes que apoyan el derecho al aborto y ha contribuido a las victorias demócratas en las elecciones de mitad de periodo y especiales de 2022.

“Ha sido terrible lo que has hecho”, dijo Biden, dirigiéndose a su rival. Se comprometió a restablecer la ley bajo el fallo del caso de Roe contra Wade si obtiene un segundo mandato, pero no dijo cómo lo lograría.

En tanto, Trump dijo que su presidencia devolvió la cuestión del aborto a la gente a través de las leyes estatales. Señaló que apoya las excepciones a la prohibición del aborto por violación, incesto y si la vida de la madre corre peligro, y repitió su afirmación falsa de que Biden apoya el aborto hasta y después del nacimiento. “Creemos que los demócratas son los radicales, no los republicanos”, dijo Trump.

Trump fue preguntado en tres ocasiones, pero no llegó a afirmar de forma directa que aceptaría los resultados de los comicios ganase quien ganase. El republicado señaló varias veces que aceptaría los resultados “si es una elección justa, legal y buena”, pero no quiso dar una respuesta afirmativa o negativa.

La nota después del debate es que el presidente Biden defraudó incluso a los políticos de su bando. “La actuación de Joe Biden durante el debate fue decepcionante, no hay otra forma de decirlo”, admitió Kate Bedingfield, exdirectora de comunicación de la Casa Blanca durante sus primeros años de mandato.

Biden estuvo “lento al principio pero terminó fuerte”, reconoció su vicepresidenta, Kamala Harris. En un intento de rebajar las críticas a su actuación, el equipo de campaña del demócrata dijo que estaba resfriado.

Foto: CNN

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió este jueves a los dos virtuales candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden y Donald Trump, que si abordan el tema migratorio durante el primer debate de esta noche, sean objetivos.

“Si se trata el tema migratorio, que se actúe con objetividad y con apego a la verdad. Actualmente no hay un problema grave en lo migratorio y los dos, tanto el expresidente Trump como el presidente Biden, saben que nosotros hemos insistido en atender las causas de la migración y hemos estado haciendo lo que nos corresponde”, dijo durante su conferencia matutina diaria.

“Hemos hecho todo un esfuerzo, aun cuando no hemos tenido respuesta… para atender las causas” de la migración, añadió.

López Obrador insistió en su llamado a los aspirantes a la Casa Blanca “no culpar a México” de la migración.

“Que sepan cómo está la situación migratoria hoy en la frontera norte para que no se use de excusa de pretexto el tema migratorio, con el afán nada más de culpar por culpar a México y querer quedar bien con los ciudadanos de Estados Unidos, con todo respeto a los dos candidatos”, sostuvo el mandatario.

Sus declaraciones se producen horas antes del debate que transmitirá CNN que no tiene precedente porque ocurre antes de las convenciones de ambos partidos, que oficializan las nominaciones a la carrera presidencial. Además, no esta organizado por la Comisión de Debates Presidenciales, y no tendrá público.

El encuentro ocurrirá a poco más de cuatro meses de que sean las elecciones, en las que la migración en la frontera con México es un tema central y el ganador tratará con la próxima mandataria, Claudia Sheinbaum, quien asumirá el poder el 1 de octubre con la promesa de continuar la política de López Obrador.

“Es muy importante ver el debate, aunque se trata de Estados Unidos, son nuestros vecinos, viven 40 millones de mexicanos en Estados Unidos, somos los principales socios comerciales en el mundo, compartimos muchos kilómetros de frontera”, concluyó AMLO.

Esta noche se verán cara a cara el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump. ¿Qué esperar del encuentro? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Arturo Sarukhan, fundador y presidente de Sarukhan+Associates, y ex embajador de México en Estados Unidos; sobre el debate presidencial.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su rival, Donald Trump, se verán cara a cara esta tarde, en el primer debate del cual CNN es anfitrión.

Los aspirantes a la Casa Blanca llegan con un empate en las encuestas a nivel nacional, pero con el republicano por delante en la mayoría de los estados que serán clave en las elecciones de noviembre, los llamados estado columpio, que son donde se suelen definir los comicios.

Según el portal FiveThirtyEight, Trump tiene un 41% de intención de voto, frente al 40.9% de Biden, que ha recuperado terreno en las últimas semanas y para el que una buena actuación en el debate de hoy es vital para mejorar en los sondeos y despejar parte de las dudas sobre si puede gestionar un segundo mandato a sus 81 años.

La última encuesta nacional, publicada ayer por el diario The New York Times, da a Trump una ventaja de tres puntos sobre Biden con un 40% de la intención de voto entre los probables votantes.

Los sondeos ponen a ambos candidatos dentro o a muy poca distancia dentro del margen de error, con lo que la actuación en el debate, el que se realiza con mayor anticipación en la historia de las contiendas en Estados Unidos, puede ser decisiva para cambiar la tendencia en las encuestas y orientar la percepción de los votantes.

Las encuestas en los estados decisivos, los que se pueden inclinar a uno u otro candidato, dan ventajas a Trump en la mayoría. En Míchigan, Wisconsin y Pensilvania el margen es de empate técnico, mientras que Trump tiene márgenes claros en Georgia, Carolina del Norte, Nevada y Arizona.

Este debate será histórico, no sólo porque llega antes de las convenciones de ambos partidos: nunca antes se había celebrado un cara a cara antes de septiembre; sino por la edad de los candidatos 78 de Trump y 81 de Biden.

Además, es el primero que no organiza la Comisión de Debates Presidenciales desde 1988 y el primero desde el debate televisivo inaugural de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon que no tiene público.

Mañana será el primer debate entre Donald Trump y Joe Biden de esta segunda campaña presidencial que disputan ambos candidatos. La apuesta no puede ser más importante. No es una exageración afirmar que el triunfo de uno u otro marcará una ruta diametralmente distinta para Estados Unidos.

Falta mucho tiempo para las elecciones. Actualmente las encuestas nacionales se han cerrado con Trump aventajando a Biden con solo un punto. Pero Trump aventaja en las encuestas de los seis estados que se prevé definirán la elección: Arizona, Georgia, Pennsylvania, Wisconsin, Nevada y Michigan.

La importancia del debate está en que ambos candidatos tienen muchos negativos y se enfrentan a ciudadanos que, o odian a ambos, o han ya decidido por quién van a votar y prácticamente no hay nada que pueda decir o hacer el oponente para convencerlos de cambiar de opinión.

¿Qué estrategia deberán adoptar Biden y Trump ante un electorado tan polarizado? Del lado de Trump es fácil anticipar que va a llegar a decir que Estados Unidos es un desastre y que él necesita regresar para hacer América grande otra vez. Va a acusar a Biden de querer utilizar el aparato de justicia para descarrilar sus aspiraciones presidenciales y va a cuestionarlo por su edad y por tener un hijo que ha sido declarado culpable de haber mentido sobre sus adicciones para comprar un arma.

¿Qué debe de hacer Biden? ¿Atacar a Trump o defender sus logros en lo que va de su presidencia? Biden puede hablar de la baja en la inflación; de cómo ha evitado que la economía entre en una recesión y de cómo han bajado los costos de las medicinas en su presidencia. Puede presumir su Acta para Reducir la Inflación que ha sido sumamente exitosa aun cuando su aprobación no contó con el respaldo republicano.

Creo que sería un error que Biden ataque a Trump por haber sido declarado culpable en una corte en Nueva York. Para la base de Trump, esto solo refuerza sus simpatías hacia el magnate. Tampoco considero que Biden debe de perder el tiempo en decir que él representa la defensa de la democracia. Es un concepto demasiado abstracto en un momento con los ánimos tan álgidos.

Si va a atacar a Trump es mejor hacerlo por el lado del aborto. Gracias a los jueces que él nominó a la Corte, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo fue revertido. Eso le puede sumar a dos segmentos de la población muy importantes: mujeres y jóvenes.

Si Trump ataca a Biden por el lado de su hijo Hunter, será un error. Biden seguramente contará con la empatía de miles de estadounidenses que han lidiado con un problema de adicción, ya sea personalmente o de algún familiar. Es un tema que no le es ajeno a la mayoría de los ciudadanos de EUA y en donde ver la unión y el apoyo familiar que recibió Hunter hace de Joe Biden un humano mucho más cercano a los problemas de la gente común y corriente.

Dicho lo anterior, el reto más importante de Biden es que no solo tiene que debatir con Trump sino con la caricatura que han hecho de él de manera muy exitosa los republicanos mostrándolo como un viejo senil.

Esto último será una tarea sumamente complicada gracias a las redes sociales que permiten editar cualquier momento del encuentro y hacer un video que se viralice con el contenido que su creador quiera. Estamos en la era de la desinformación que se dispersa fácilmente. El spin post-debate será crucial y complicado de manejar en tiempos de TikTok; X e Instagram.

Interesante e importante este debate que ocurre de forma inusualmente anticipada con dos candidatos que ofrecen un destino diametralmente distinto para Estados Unidos.

Columna disponible en El Universal

El candidato presidencial independiente, Robert F. Kennedy, no logró calificar para el debate de la próxima semana en Atlanta, de acuerdo con CNN, cadena anfitriona del evento, al estar por debajo del requisito necesario tanto en la calificación en la boleta estatal como en las encuestas necesarias.

Esto significa que el enfrentamiento del jueves 27 de junio será únicamente entre el demócrata, Joe Biden, y el virtual candidato republicano, Donald Trump.

Esto priva a Kennedy de la oportunidad de estar entre los aspirantes punteros, en un intento de dar legitimidad a su improbable intento de llegar a la Casa Blanca, y convencer a posibles simpatizantes de que tiene una oportunidad para triunfar.

Los equipos de campaña de Biden y Trump temen que Kennedy pueda impedir el triunfo de alguno de ellos, en lo que se prevé como una elección sumamente cerrada.

Según los criterios establecidos por CNN, los candidatos serían invitados a participar en el debate si habían asegurado un lugar en las boletas de estados que sumen al menos 270 votos en el Colegio Electoral, la cantidad mínima necesaria para ganar la presidencia.

Biden y Trump superaron fácilmente el umbral de votación, pero no serán certificados para aparecer en la boleta hasta que sus partidos los nominen formalmente, lo que ocurrirá a finales del próximo mes. Ambos han obtenido suficientes delegados para asegurar sus nominaciones.

El equipo de campaña de Kennedy dice que él ha cumplido con los requerimientos para aparecer en la boleta de 22 estados, con un total combinado de 310 votos electorales, aunque no todos han afirmado que su nombre aparecerá en la lista.

Asimismo, los candidatos debieron haber alcanzado un umbral de votación de 15% en cuatro encuestas nacionales confiables, a más tardar el 20 de junio, otra cifra que Kennedy no logró alcanzar, según CNN. De acuerdo con la cadena, Kennedy ha recibido hasta ahora al menos 15% en tres encuestas calificadas, y en este momento, está en la boleta de seis estados, siendo elegible actualmente para obtener 89 votos en el Colegio Electoral.

El mes pasado, Kennedy presentó una queja electoral, alegando que CNN se coludió con Biden y Trump para excluirlo del debate del 27 de junio, afirmando que los requerimientos de participación fueron diseñados para garantizar que únicamente Biden y Trump calificaran y diciendo que a él se le exige cumplir un estándar más alto.

Un jurado en Delaware declaró culpable al hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, Hunter, por tres delitos relacionados con posesión de armas, al ocultar en la compra su adición a las drogas.

Según especialistas, los cargos, todos a nivel federal, podrían ocasionarle una pena máxima de 25 años de prisión.

El proceso comenzó hace poco más de una semana en Wilmington (Delaware), en el que testificaron su exesposa Kathleen Buhle, su cuñada Hallie Biden (con la que Hunter mantuvo una relación) y su hija Naomi Biden.

En el veredicto, el jurado encontró a Hunter Biden culpable por los tres cargos que pesaban en su contra y concluyó que el hijo del presidente usaba drogas ilícitas cuando compró un revólver y mintió en dos declaraciones, por lo que son dos cargos de declaración falsa, además de que estuvo en posesión ilegal del arma (tercer cargo).

Dos de los cargos podrían acarrearle un máximo de 10 años tras las rejas y el tercero cinco años. A su vez, deberá pagar una multa de hasta 750,000 dólares por cada uno de ellos.

Al ser la primera vez que es declarado culpable y al no tener antecedentes, lo más probable es que Hunter Biden no reciba ninguna pena de prisión, según expertos.

Antes de que la jueza del distrito Maryellen Noreika llamara a los miembros del jurado a deliberar, el abogado defensor de Hunter Biden, Abbe Lowell, resumió su alegato final insistiendo en que no existen pruebas directas de que su cliente estuviera consumiendo drogas en los días cercanos a la fecha en que compró un revólver.

Durante el proceso, Joe Biden no ha acudido a la corte, pero la primera dama, Jill Biden, estuvo presente en fechas claves y también este martes, junto a la esposa de Hunter, Melissa Cohen-Biden, y su herman,a Ashley Biden.

Hunter es hijo de la primera esposa del presidente, la fallecida Neilia Biden, y fue encontrado culpable de mentir en octubre de 2018 cuando no reconoció que consumía drogas en un formulario para comprar un revólver Colt Cobra de calibre 38, que luego guardó durante 11 días y no usó.

Los cargos contra Hunter Biden son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump, y que el propio exmandatario y futuro candidato republicano para las elecciones de noviembre, ha usado para atacar a su contrincante Biden.

El hijo del presidente tiene pendiente otro juicio en California en el que se le acusa de haber evadido el pago de 1,4 millones de dólares en impuestos.

El presidente Joe Biden emitió un comunicado tan pronto se conoció el veredicto, en el que dijo que aceptará el resultado del caso penal de su hijo, además de señalar que “respetará el proceso judicial.”

La virtual futura presidenta, Claudia Sheinbaum, se reúne este martes con una comitiva del Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, en la Ciudad de México.

“Mañana vamos a recibir a una comitiva del presidente Biden. Quizá mañana mismo estaremos dando información”, dijo ayer Sheinbaum en la que fue su primera conferencia de prensa desde Palacio Nacional como virtual presidenta electa.

La morenista no ofreció mayores detalles del encuentro, como el precisar quiénes integran la delegación estadounidense. Solo se confirmó que la reunión se llevó a cabo en la casa de transición de la morenista en la alcaldía Iztapalapa.

No obstante, según informó la agencia EFE, el equipo estaría encabezado por la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Elizabeth Sherwood-Randall, quien ha viajado a nuestro país en distintas ocasiones para reunirse con el actual presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El encuentro con integrantes del Gobierno estadounidense se celebra en la casa de campaña de Sheinbaum, ubicada en la alcaldía Iztapalapa, en el oriente de la CDMX.

El encuentro de Sheinbaum con los medios en Palacio Nacional se produjo después de reunirse con López Obrador, quien le cederá el poder el próximo 1 de octubre. Consultada por la prensa, Sheinbaum descartó viajar a Estados Unidos antes de su toma de posesión.

Durante la campaña electoral, la futura presidenta aseguró que buscará una relación de “coordinación” y “colaboración” con el vecino del norte.

Todo esto además se da cuando Estados Unidos se prepara para sus comicios presidenciales de noviembre próximo, por lo que Sheinbaum ha pedido que “no se utilice a México como parte de las elecciones”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLL) pidió este jueves que “no haya temor” de un posible cierre de la frontera con Estados Unidos tras la orden ejecutiva del mandatario estadounidense, Joe Biden, que restringe las solicitudes de asilo y agiliza las deportaciones.

“Que no haya temor de que se vaya a cerrar la frontera y, además, tenemos muy buena relación con el presidente Biden y estamos constantemente comunicándonos, somos respetuosos de la decisión que toman los Estados Unidos”, señaló el mandatario.

AMLO respondió a la preocupación de habitantes del norte del país por la nueva medida del gobierno de Biden que permitirá a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no aprueben estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2,500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días.

Enfatizó que es “imposible” cerrar el límite entre México y Estados Unidos, pues no le conviene a ninguno de los dos países “ni a los pueblos”.

“Es bastante la integración económica, comercial, social que existe en la frontera. Imagínense cerrar la economía en la frontera donde está California, que debe ser como el estado con la quinta o sexta riqueza del mundo, lo que le llaman producto interno bruto, y Texas, que debe estar también en el lugar nueve o 10”, apuntó.

López Obrador destacó la interdependencia entre las economías de ambos países y la importancia de mantener abiertas las fronteras para el bienestar de las comunidades binacionales.

“¿Cómo se cierra la frontera? Somos los principales socios comerciales en Estados Unidos. Para tener también la idea, cuando llegamos al gobierno, el primer socio comercial de México era China, fuimos avanzando”, señaló.

Recordó que, pese a que Estados Unidos ha tomado medidas antimigratorias, algunas autoridades han cambiado su actitud, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, de quien reconoció que “está cambiando su manera de actuar”.

Reiteró que el Gobierno mexicano busca que Estados Unidos deporte a los migrantes de manera directa, y que países como Venezuela y Cuba acepten a sus connacionales de esta manera. Es decir, que se haga de manera directa y no a México como ocurre actualmente.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió a Estados Unidos que retorne a los migrantes “directo” a sus países y no a México, esto tras la nueva orden ejecutiva de Joe Biden que restringe las solicitudes de asilo y agiliza las deportaciones.

“Es que estamos buscando que lleguen a un acuerdo para que, si ellos toman una decisión de deportar lo hagan directo, y estamos ayudando para que se llegue a ese acuerdo. ¿Por qué llegan a México?”, cuestionó el mandatario.

AMLO habló por teléfono la tarde de ayer con el presidente Biden sobre su nueva orden, que permitirá a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no superen estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2,500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días.

“Nosotros no tenemos problemas, nosotros tratamos muy bien a los migrantes, a todos. ¿Pero por qué triangular? ¿Por qué no el acuerdo directo? Y así en otros casos. De todas formas nosotros cooperamos y ayudamos al presidente Biden”, añadió López Obrador.

Aún así, el presidente sostuvo que el incremento de las deportaciones no pone en aprietos a México.

“Nosotros venimos ayudando y se tienen muy buenas relaciones con Gobiernos que no han logrado, sobre todo porque no ha habido la voluntad, lo digo cariñosamente, de parte de Estados Unidos, que se llegue a un buen acuerdo con (países como) Cuba”, respondió al ser consultado sobre el tema.

El mandatario atribuyó las medidas migratorias en Estados Unidos a las elecciones presidenciales de noviembre próximo, cuando Biden enfrentará de nuevo al exmandatario Donald Trump (2017-2021), mientras la migración es la prioridad del electorado.

Por ello, consideró que “están aplicando una política que no corresponde a la nueva realidad” y usan “el asunto migratorio con propósitos políticos electorales, sacan raja y a veces hasta dinero, los legisladores, por mantener posturas que en vez de ayudar a resolver problemas, los complican”.

Pese al panorama, López Obrador calificó a Biden de respetuoso y amable tras la “muy buena conversación” que sostuvieron ayer. Fue claro en señalar que las nuevas restricciones “corresponden al Gobierno de Estados Unidos”.

Por otro lado, celebró que en la conversación el mandatario estadounidense anunció la construcción de un puente fronterizo Matamoros, en el estado de Tamaulipas, y en Piedras Negras, Coahuila, además de ampliar el puente ‘Comercio Mundial’ de Nuevo Laredo, por donde pasa el 40 % del comercio binacional.