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El presidente de la Asamblea General de la ONU, Dennis Francis, habló este jueves sobre la eventual reforma del Consejo de Seguridad de la organización, solicitada por el propio Secretario General y apoyada por varios de los países que la conforman.

En conferencia de prensa, Francis reconoció que “es necesario reconsiderar la estructura” del Consejo, máximo órgano decisorio en la ONU, pues reconoció, está paralizado por el derecho de voto de sus cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido).

“No es tarea simple reformar el Consejo”, dijo el directivo, quien recordó que fue creado en un tiempo en el que muchos países actuales no existían, como tampoco existía el “sur global”, y cuando varios países han aumentado considerablemente su peso, ya sea demográfico o económico.

Sin embargo, añadió que “no nos vamos a levantar mañana y ver que el Consejo ha sido reformado (pues) es un proceso en marcha, conducido por los estados miembros”, insistió.

Hasta ahora, el problema principal ha sido que las cinco grandes potencias, pese a reconocer la necesidad de una reforma, no se han mostrado dispuestas a renunciar a su derecho de veto, ni a ampliarlo a otros países con mayor peso político global.

“La carta (de la ONU) define claramente cuál es el papel del Consejo de Seguridad, y lo que necesitamos es un Consejo que sirve para sus propósitos, capaz de ejecutar su mandato, por muy largo que sea el proceso”, añadió Francis.

Sobre la posibilidad de aumentar sus propias competencias para darle a él mismo el poder de superar el veto del Consejo en una sesión especial de la Asamblea General, tal como lo propusiera el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, Francis lo descartó.

Recordó que sus competencias son exclusivamente las que le dan los propios estados miembros.

El presidente de la Asamblea General de la ONU aprovechó para hacer un balance sobre la Semana de Alto Nivel celebrada hace unos días. Ofreció las cifras de participación en la que arrancó su propio mandato: tomaron la palabra 192 oradores, de los que 189 eran estados (faltaron Afganistán, Birmania y Níger, con regímenes no reconocidos).

Puso especial énfasis en que el número de mujeres que tomaron la palabra fue menor incluso que el año pasado: si entonces fueron 22, este año han sido 21, de las cuales seis eran jefas de estado, una vicepresidenta, cuatro jefas de gobierno, nueve ministras y una viceministra.

Indicó que la infrarrepresentación femenina es una de las asignaturas pendientes en la ONU, aunque en lo referente a la Semana de Alto Nivel la responsabilidad recae en los estados miembros.

Al respeto, un periodista preguntó a Francis si no sería posible que la propia Secretaría General (jamás ocupada por una mujer) diera un paso y considerase aceptar solo candidaturas femeninas para la sustitución del actual Secretario General António Guterres, a lo que Francis se mostró radicalmente en contra, argumentando que lo que a él le gustaría es que una mujer asuma ese puesto pero en igual competencia con los hombres.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de emergencia este viernes, a solicitud de Gran Bretaña, para examinar las consecuencias del ataque ruso a la central nuclear más grande de Ucrania, indicaron fuentes diplomáticas.

La sesión pública, solicitada además por Estados Unidos, Francia, Noruega, Irlanda y Albania, fue convocada a pedido del primer ministro británico Boris Johnson.

A principios de la mañana no había indicaciones sobre la posibilidad de que en la reunión se pueda adoptar algún texto. Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, posee derecho a veto en todas las decisiones que no sean de procedimiento.

Por su parte el presidente estadounidense Joe Biden había exhortado horas antes a Rusia a “cesar las actividades militares en la zona” de la central nuclear.

Situada en el sur de Ucrania, Zaporiyia, es la central nuclear más grande de Europa y fue alcanzada por disparos de la artillería rusa, según informes de las autoridades ucranianas.

Instalaciones anexas a la central fueron afectadas por un incendio, incrementando aún más la preocupación de los países de Occidente frente a la ofensiva rusa en Ucrania.

Hoy, las fuerzas armadas rusas tomaron el control de la central nuclear. El operador ucraniano de la misma precisó luego que el incendio, que había afectado a un laboratorio y una área destinada a la investigación, había sido extinguido y que no se había registrado escape radioactivo alguno.

Al respecto, la Fiscalía de Ucrania dio a conocer este viernes la apertura de una investigación en torno al asalto de la central nuclear de Zaporiyia, en el marco de la Ley Antiterrorista, después de que se confirmara la muerte de tres personas durante la toma del control de las instalaciones por parte del Ejército de Rusia.

En tanto, el gobierno de Rusia recalcó que las operaciones en la central nuclear continúan con normalidad y acusó a “saboteadores” ucranianos del incendio registrado en las instalaciones.

Por su parte, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha indicado que dos personas han resultado heridas en el incendio, ambos miembros del “personal de seguridad”, y ha propuesto un encuentro en la central de Chernóbil con delegaciones de Ucrania y Rusia para abordar garantías de seguridad en las instalaciones nucleares.

Grossi confirmó que la central de Zaporiyia ha registrado un incendio a causa del impacto de un proyectil, y aunque dijo que el lugar “no es parte del reactor”, aclaró que sí “es una construcción adyacente a los reactores”. “Esto provocó un incendio localizado que fue extinguido por los bomberos”, remató.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, no encontró apoyo de los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en una reunión de emergencia celebrada ayer por la noche, convocada por sus acciones para dejar bajo su control a regiones separatistas en el este de Ucrania.

Estados Unidos describió su decisión como un pretexto para una invasión mayor; muchos miembros condenaron su violación de la integridad territorial e incluso China, un cercano aliado a Moscú, hizo un llamado a la diplomacia y a alcanzar una solución pacífica.

Ucrania solicitó la inusual sesión junto con Estados Unidos, cinco países europeos y México para condenar las acciones tomadas por Putin para reconocer la independencia de Luhansk y Donetsk, que llevan casi ocho años en guerra, y ordenar que sus tropas “mantengan la paz” en las dos regiones.

Rusia ocupaba este mes el turno de presidencia del Consejo de Seguridad y quería que la reunión se realizara a puerta cerrada, pero los diplomáticos dijeron haber acordado un sesión abierta ante una intensa presión de Occidente y otros miembros.

Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, rechazó como “tonterías” el anuncio de que las tropas rusas estuvieran en la zona separatista como fuerzas de paz y dijo que su presencia era “claramente la base para el intento de Rusia de crear un pretexto para una invasión mayor de Ucrania”.

El embajador de Francia ante la ONU, Nicolas de Riviere, dijo que Rusia “está eligiendo la vía del desafío y la confrontación, pese a los esfuerzos incansables de desescalada de las últimas semanas y días” en los que habían participado el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz.

La embajadora británica ante Naciones Unidas, Barabara Woodward, dijo que había reportes de que tropas y tanques rusos habían entrado en Donetsk y Luhansk y advirtió que “una invasión de Ucrania desencadena las fuerzas de la guerra, la muerte y la destrucción sobre el pueblo de Ucrania”.

En declaraciones muy breves, el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, no mencionó las acciones rusas y dijo que todas las partes “deben ejercer la moderación y evitar cualquier acción que pueda avivar las tensiones”.

El embajador de Ucrania ante Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya reclamó que Rusia cancelara su reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas, retirase de inmediato sus “tropas de ocupación” y regresara a la mesa de negociaciones.

También criticó al Consejo de Seguridad por no actuar en el pasado e instó a sus miembros a defender la soberanía e integridad territorial de Ucrania.

Por su parte, el embajador ruso ante la ONU acusó a Estados Unidos y sus aliados occidentales de empujar a Ucrania hacia una “provocación armada”. Afirmó que Ucrania ha concentrado 120.000 tropas a lo largo del frente con separatistas prorrusos en el este.

En tanto, México refrendó su compromiso con Ucrania y con el respeto a la soberanía ante la situación de máxima tensión con Rusia.

“México reitera su compromiso con el respeto a la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”, dijo la representante permanente alterna de México ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Alicia Buenrostro.

Durante la reunión, Buenrostro insistió en que, en las acciones recientes de Rusia, se violentan tres principios fundamentales de la Carta de la ONU: la proscripción del a amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; el respeto a la integridad territorial e independencia política de los Estados, y la no intervención en los asuntos internos de los Estados.

Buenrostro, a nombre de la delegación de México consideró que resulta “inaceptable” que en los últimos días hayan aumentado los bombardeos, las explosiones, y otras violaciones al cese al fuego. “Exhortamos a las partes a poner fin inmediatamente a las partes”, continuó.

Por último, recordó que “en la misma sala” hace algunos días Rusia hizo una declaración contundente, en el sentido de que no invadiría Ucrania. “Esperamos se mantenga el cabal cumplimiento de la misma”, terminó el texto que leyó Buenrostro en nombre de México.

El presidente  Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó la noche de ayer a Nueva York, Estados Unidos, para acudir esta mañana a la sede de las Naciones Unidas, con el fin de participar en la asamblea del Consejo de Seguridad.

Pese a que el debate en el que participará se titular “Mantenimiento de la paz y la seguridad: exclusión, desigualdad y conflictos”, el mandatario planea abordar los peligros de la corrupción.

“Nunca se había acumulado tanto dinero en tan pocas manos, nunca se había padecido de tanta desigualdad, por eso se requiere un cambio mundial, y ese va a ser mi tema,” dijo López Obrador ayer.

El mandatario da su discurso ante el Consejo de Seguridad, después de haberse reunido con el Secretario General de la ONU, António Guterres.

La Representación Permanente de México ante la ONU, que encabeza el embajador Juan Ramón de la Fuente, destacó que el gobierno de México, quien ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad durante este mes, considera que el Estado de derecho es clave para romper el círculo vicioso de las deficiencias en materia de paz y desarrollo, y señala que el Consejo de Seguridad no ha logrado abordar las causas estructurales de los tipos de violencia que pueden convertirse en amenaza para la paz y la seguridad.

“Por ello, es esencial que las acciones del Consejo tengan en cuenta sistemáticamente el vínculo entre los conflictos y sus factores agravantes, como la pobreza y la desigualdad, que a menudo se pasan por alto. Esto también debe considerarse una prioridad desde la perspectiva de la labor de prevención de la ONU y la necesidad de mejorar la coordinación de sus principales órganos para evitar que los conflictos estallen, se repitan, se prolonguen o se extiendan”, precisa la Representación en un documento que circuló.

Precisa que estos problemas (pobreza y desigualdad) conducen a la ruptura del tejido social, lo que, a su vez, da lugar a la pobreza estructural, lo que se manifiesta en altos niveles de corrupción, falta de oportunidades de empleo, violaciones a los derechos y delitos como el lavado de dinero, entre otros.

Recordemos que es el segundo viaje al extranjero de López Obrador, en los casi tres años que lleva en el poder. El primero fue a Washington en julio del 2020 para reunirse con el expresidente estadounidense Donald Trump.

El impacto de la desigualdad en los conflictos internacionales será uno de los temas prioritarios que México piensa llevar a la agenda en este mes, cuando asume la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, explicó este lunes el jefe de la misión de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente.

En rueda de prensa para presentar su programa, el embajador explicó las prioridades de México, que pasan por fortalecer la diplomacia preventiva, controlar el impacto de las armas ligeras, defender el estado de derecho y, en suma, “poner el bienestar de las personas y la protección de los civiles en el centro de nuestra acción”.

El que calificó como “evento insignia” de este mes se celebrará el próximo 9 de noviembre y merecerá la visita a la sede de la ONU del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para debatir precisamente sobre el impacto de “la desigualdad, la exclusión y la corrupción” en los conflictos mundiales.

López Obrador, poco afecto a viajar al extranjero, realizará su segundo viaje en los casi tres años de su mandato; en esta ocasión permanecerá menos de 24 horas en Nueva York, donde sólo se reunirá con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

A este le seguirá, una semana después, otro debate para tratar de mejorar la interacción y coordinación de los distintos organismos de la ONU en pro de la resolución de conflictos.

Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, presidirá el tercer debate el 22 de noviembre sobre “el impacto del desvío de armas para la paz y la inseguridad”, asimismo, una “gran prioridad” para la política exterior de México, dijo de la Fuente.

Por iniciativa mexicana, las reuniones mensuales sobre los conflictos más profundos y largos en el tiempo: Siria, Yemen y Oriente Medio, tendrán un formato de “consultas a puerta cerrada” en lugar de debate abierto, con el fin de que los países salgan de las fórmulas retóricas y puedan discutir con menor formalismo.

Y aunque no figuren en la agenda consensuada para el mes, el embajador no dudó que otros de los conflictos más actuales, como los que transcurren en Birmania, Etiopía y Sudán, también estarán en el centro de atención del Consejo, con fechas de reuniones todavía por decidir.

El embajador reconoció que los problemas migratorios también están estrechamente relacionados con las cuestiones de desigualdad, y recordó que los controles en las fronteras en los países de destino no son útiles si no van acompañados por políticas integrales en los países de origen y tránsito, como la que su país promueve con el llamado triángulo norte de Centroamérica.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, denunció este miércoles que el 75% de las vacunas contra el COVID-19 se han administrado en sólo 10 países, mientras que 130 regiones todavía no han recibido una sola dosis del fármaco.

En una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, Guterres apuntó que la esperanza que ha representado el inicio de la vacunación para derrotar la pandemia del coronavirus, ha recordado que la capacidad científica debe utilizarse en beneficio de todos los habitantes del planeta, ya que nadie estará a salvo hasta que todos estén a salvo.

“En este momento crítico, la mayor prueba moral que encara la comunidad global es la equidad en la distribución de vacunas. Debemos asegurarnos de que todo el mundo, en todas partes, pueda vacunarse lo antes posible”, dijo el Secretario General de la ONU, al lamentar que, pese a ello, el progreso en la vacunación haya sido “tremendamente desigual e injusto”.

El líder de la ONU también pidió su “alto al fuego” para aliviar el sufrimiento, crear un espacio para la diplomacia y permitir el acceso humanitario, incluida la entrega de vacunas en todo el mundo.

Además, propuso el establecimiento de un Grupo de Trabajo de Emergencia que impulse y coordine la lucha contra la pandemia a nivel mundial. De hecho, apuntó que el G20 podría encargarse de esta tarea que, además de la formación del grupo como tal, conllevaría a la elaboración de un Plan Mundial de Vacunación para reunir a todos los actores con poder, experiencia científica y capacidades financieras y de producción.

El plan, tal y como explicó, debería incluir a todos los países con capacidad de desarrollar o producir vacunas si se contara con las licencias para hacerlo. Para orquestar la implementación y financiamiento del plan, el Grupo de Trabajo actuaría en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos e instituciones relevantes.

“El grupo de trabajo tendría la capacidad de movilizar a las empresas farmacéuticas y a los actores clave de la industria y la logística. Estoy dispuesto a impulsar a todo el sistema de las Naciones Unidas en apoyo de este esfuerzo”, añadió Guterres.

Destacó el trabajo que se puede hacer cuando el mundo se une, y como ejemplo mencionó el mecanismo COVAX, que busca garantizar la llegada de las vacunas a los países de ingresos bajos y medios. “Juntos, podemos garantizar un suministro suficiente, una distribución justa y confianza en las vacunas. Podemos vencer esta enfermedad. Y podemos hacer que nuestras economías vuelvan a funcionar”.

Tal como lo adelantó ayer en la conferencia matutina de Palacio Nacional, en su intervención, el canciller Marcelo Ebrard,  aseguró que el mecanismo COVAX ha resultado insuficiente hasta ahora, pues no se han distribuido vacunas a través de éste.

“Instamos a los países a evitar el acaparamiento de vacunas, y a acelerar las primeras etapas de las entregas de COVAX, privilegiar la distribución a los países de menos recursos”, pues dijo que de mantenerse la actual tendencia, algunos países no podrán acceder a la vacuna hasta mediados de 2023.

Coincidió con lo expuesto por Guterres, ya que dijo que las primeras dosis de vacunas se concentran en solo 10 países.

“Nunca habíamos visto una división tan profunda que afectase a tantos en tan poco tiempo”, dijo el canciller, por lo que urgió a revertir la injusticia que se está cometiendo.

Solicitó a los gobiernos evitar los mecanismos que impidan la distribución de las vacunas, y que se fortalezcan las cadenas de suministros que promuevan y garanticen el acceso al fármaco.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) agradeció este jueves el voto de confianza que dieron los países miembros de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) para integrar al país al Consejo de Seguridad para el periodo 2021-2022 como miembro no permanente.

“México agradece a los pueblos y gobiernos del mundo su voto de confianza para ocupar un lugar en consejo de seguridad de la ONU”, indicó el mandatario durante su conferencia matutina.

López Obrador detalló que México llevará ante el Consejo de Seguridad de la ONU tres asuntos básicos entre los que se incluye cumplir con los derechos humanos fundamentales: a la libertad de palabra, a libertad de culto, a vivir libres de miedos y libres de miseria.

Además, dijo, se buscará promover la cooperación para el desarrollo sustentable y que las naciones ricas y organismos financieros internacionales apoyen a los pueblos pobres, se evite el racismo, el clasismo, el sexismo, la xenofobia y la discriminación.

Del mismo modo, dijo que promoverá ayudar con inversiones y programas de desarrollo regional para que ningún ser humano se vea obligado a emigrar de su lugar de origen por falta de oportunidades de trabajo o violencia.

También dijo que el país va a promover que en ningún conflicto se utilice la fuerza “que no se imponga, en ningún caso, el poder hegemónico de las potencias”.

Dijo que México siempre votará a favor de la no violencia guiados por el principio del expresidente Benito Juárez: “entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Por su parte el canciller Marcelo Ebrard destacó que la elección de México en el Consejo se dio con la votación más alta en cinco veces que ha participado.

“Es un gran honor para México, proyectar a nivel global sus prioridades como la solución pacífica de las controversias, causas que el presidente ha venido insistiendo con la perspectiva de género y la desigualdad social y la pobreza”, dijo.

Aseveró que esto se logró gracias al reconocimiento a México y a su gobierno y a las tesis del presidente López Obrador.

“Quiero señalar y agradecer el trabajo de toda la Cancillería (…), todos los que han participado y sobre todo decir que esto se logra por el reconocimiento a México y a su Gobierno, y a las tesis del presidente Andrés Manuel López Obrador. Si no, no tendríamos el apoyo de 187 países”

El embajador en las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, señaló que México es un país que tiene mucho que aportar en el contexto global y mucho que aprender.

Aseguró que esta elección fue “un apoyo muy estimulante y comprometedor” para el país, y destacó que se logró con una candidatura austera.

Además, dijo, durante el año y medio que ha representado a México en Nueva York, el país y sus representantes han ganado las 38 elecciones a las que han sido candidatos y aunque “esta elección no es la primera, sí es la más importante”.

Finalmente, dijo que se cumplió con misión que le encomendó el presidente y que a partir de octubre empezarán en las sesiones del Consejo como oyentes y en enero tendrán un asiento en la mesa.

La Asamblea General de la ONU elege este miércoles a cinco miembros no permanentes del Consejo de Seguridad para 2021 y 2022 en una elección en la que Yibuti y Kenia se enfrentan por una silla y Canadá, Noruega e Irlanda se disputan otras dos.

Para la región de América Latina y el Caribe, México tiene asegurado su lugar como único candidato. Lo mismo que India para el grupo Asia-Pacífico.

Recordemos que el embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, informó sobre el apoyo que nuestro país recibió por parte de las naciones de América Latina y El Caribe de ser el único candidato de la región.

“Vamos a representar no sólo al país sino a todas las naciones con la dignidad que se requiere en el desempeño de este encargo, de ser parte, miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, dijo al respecto el presiente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Pero África no ha logrado como en ocasiones anteriores presentar un solo candidato para la silla que corresponde a ese continente. Kenia dice tener el apoyo de la Unión Africana, pero Yibuti dice tener prioridad en virtud de un principio de rotación y porque Nairobi ha estado presente en el Consejo más veces.

En sus campañas, los dos rivales han hecho valer su rol para garantizar la paz en un Cuerno de África en conflicto.

Kenia ha destacado su recepción de refugiados somalíes y del sur de Sudán, así como el apoyo a los gobiernos de los países afectados. Yibuti, con una situación geográfica estratégica y donde hay bases militares estadounidense, francesa, china y japonesa, también ha destacado su papel para pacificar Somalia.

El grupo de Europa occidental y otros, donde es costumbre competir, ve de su lado enfrentarse a Canadá, Irlanda y Noruega por dos puestos.

En su último intento, en 2010, Canadá sufrió un duro fracaso ante Portugal. Y una nueva derrota podría tener consecuencias políticas para el primer ministro Justin Trudeau.

En la campaña de promoción de su candidatura, Canadá e Irlanda invitaron a miembros de la ONU a conciertos en Nueva York de sus estrellas respectivas: Céline Dion para el primero, y Bono y U2 para el segundo.

Por temores de fraudes o manipulaciones, una votación electrónica propuesta por algunos debido a la pandemia de Covid-19 fue descartada. La Asamblea General de la ONU acordó hacer una votación mediante boletines secretos durante un periodo extenso del día para evitar un aglomeramiento en la sede de la ONU, donde se mantiene el teletrabajo hasta el fin de julio por el virus.

Cada uno de los 193 miembros de la ONU está invitado a acudir a depositar su voto el miércoles en una urna en función de un horario que ha sido previamente asignado.

Para obtener un puesto es necesaria una mayoría de dos tercios, es decir, 128 votos si participan los 193 miembros de Naciones Unidas. Y no se descartan varias rondas de votación en medio de una competencia cerrada entre los candidatos.

El Consejo de Seguridad cuenta con 15 miembros, cinco permanentes y diez no permanentes que se renuevan de cinco en cinco todos los años. Los cinco permanentes son China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia, y las otras diez sillas se reparten: cinco de entre los Estados de África y Asia; uno de entre los Estados de Europa Oriental; dos de entre los Estados de América Latina y el Caribe; y dos de entre los Estados de Europa Occidental y otros Estados.

En la elección del miércoles, los miembros de la Asamblea General deberán elegir también a su próximo presidente para la sesión 2020-2021.

En compañía del embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidad (ONU), el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó que nuestro país obtuvo el respaldo de todos los países de América Latina y el Caribe para ser candidato al Consejo de Seguridad de la ONU.

“México recibió el apoyo de todos los países de América Latina y el Caribe para ser candidato a formar parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, expuso AMLO a través de un video difundido en sus redes sociales.

Explicó que el Consejo de Seguridad está integrado por 15 Estados miembros, 5 permanentes y 10 no permanentes, que son elegidos por la Asamblea General de la ONU por un período de 2 años. La elección para definir la posible integración de México al grupo de no permanentes se llevará a cabo el año próximo.

AMLO dijo que al embajador Juan Ramón de la Fuente tiene toda su confianza, pues dijo, “es un profesional destacadísimo y un patriota”.

López Obrador confió en que nuestro país formará parte del Consejo, y así mantener los principios de política exterior: no intervención, autodeterminación de los pueblos, cooperación para el desarrollo, solución pacífica de las controversias y respeto a los derechos humanos.

Por su parte, el embajador ante la ONU agradeció la confianza depositada en su trabajo, y reconoció que hay grandes posibilidades de que México logre formar parte del Consejo de Seguridad, pues dijo, nuestro país tiene mucho que ofrecerle al mundo.

Sostuvo que durante los próximos meses estarán buscando el apoyo de todos los países del mundo, y asumirán dicha tarea de manera responsable; enfatizó que demostrarán que México es un país confiable y que puede estar participando en las decisiones más sensibles a nivel internacional.