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El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se reunió este martes con los encargados de las seis refinerías del país, con el objetivo de avanzar en la “autosuficiencia energética” y controlar así el alza de los precios de las gasolinas.

El mandatario explicó que los gerentes se reunieron para definir una estrategia debido al aumento del precio del crudo. Aprovechó para señalar que se están “rehabilitando las refinerías para avanzar más con el propósito de la autosuficiencia y de no aumentar los precios de los combustibles”.

El presidente insistió una vez más en que no van a aumentar los precios de los energéticos: gasolinas, diésel, gas y la luz, pese a las presiones que ocasiona el conflicto armado en Ucrania.

“No van a aumentar a pesar de la nueva crisis provocada por la invasión y la guerra en Ucrania. Vamos a seguir manteniendo estos precios. Y por eso la reunión con los gerentes de las seis refinerías”, sostuvo López Obrador, quien añadió que en dicha reunión también estuvieron presentes el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y Rocío Nahle, la secretaria de Energía.

AMLO indicó que ahora las refinerías están operando al 76% de su capacidad y se quiere mejorar incluso esta capacidad para producir más gasolinas.

También dijo que, mejorando y modernizando las refinerías y las plantas coquizadoras, se logrará mejorar la calidad del refinado y tener “menos combustóleo”, que es más contaminante.

El plan que se discutió, dijo López Obrador, es el que estará vigente hasta el 2024.

Y es que desde la invasión de Rusia en Ucrania los precios del petróleo han ascendido sustancialmente, situándose varios días por arriba de los 100 dólares por barril de Brent e incluso para el barril de mezcla mexicana, que actualmente se ubica en 99.48 dólares.

Esta situación ha disparado en varios países los precios de las gasolinas y la inflación, aunque López Obrador ha asegurado en varias ocasiones que la situación no afectará a México.

Los dos son los encargados de hacerle frente a los grandes problemas de salud de sus países. Anthony Fauci lleva trabajando en el sector público de la salud de Estados Unidos desde hace 50 años. Hugo López-Gatell trabajó en el sector público primero en 1998 pero ha estado entre el público y el privado hasta 2018 que fue nombrado Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de esa secretaría.

Tienen trabajos similares pero Fauci y López-Gatell no podrían ser más distintos. Ambos enfrentan ataques de la opinión pública y de los medios, pero por distintas razones. En el caso de Fauci, lo atacan quienes creen que el doctor neoyorkino es uno de los principales responsables de la derrota de Trump en el 2020. Según esta visión Fauci volvió demasiado grande el tema de la COVID-19 cuando no era para tanto. Aún cuando más de 600 mil estadounidenses han muerto por el virus, hay amenazas de muerte no solo hacia él, también para su esposa e hijas.

A López-Gatell le llaman Dr. Muerte por la cantidad de personas que han fallecido no solamente por COVID, también debido al desabasto de medicinas y tratamientos oncológicos. En este último problema, López-Gatell tuvo el mal tino de llamar esta semana golpistas a los que ruegan por medicinas para salvar las vidas de sus hijos. Una muestra clarísima de como para él va primero la ideología y después la ciencia. Ya ayer, después de que AMLO reconoció el desabasto, López-Gatell trató de matizar sus dichos pero ¿cómo puedes matizar ante una declaración así, absolutamente insensible?

En el caso de las muertes por COVID-19, además de que rebasamos desde el año pasado el escenario catastrófico que había vaticinado López-Gatell de 65 mil muertes – ya vamos oficialmente en 232 mil fallecidos aunque los expertos apuntan a que estamos más cerca de 600 mil – el flamante subsecretario ha destacado por politizar el manejo de la pandemia.

Y ahí radica la principal diferencia entre Fauci y López-Gatell.

A ambos se le critica sus posturas para enfrentar la pandemia y que han dado mensajes contradictorios pero las razones para hacerlo son diametralmente distintas.

Fauci explica en una entrevista que dio para el podcast Sway del New York Times este fin de semana que a principios del 2020 su mensaje era no utilizar cubrebocas. Esta postura ha cambiado hacia la súplica a que sea utilizado. Cuánto más tiempo en lugares públicos, mejor. ¿Por qué el viraje? le preguntó la reportera Kara Swisher, y la respuesta de Fauci es que la ciencia funciona con la información disponible en cada momento. A principios de la pandemia no se sabía tan claro como ahora que la COVID19 se contagiaba principalmente por aire y en ese momento no había la producción de cubrebocas suficiente como para que todos los estadounidenses fueran a acapararlos sin generar un desabasto para la comunidad médica que los necesitaba con mayor urgencia. Sus virajes en las recomendaciones han sido sustentados por la información científica disponible cada momento, no por temas políticos.

En el caso de Hugo López-Gatell, aún cuando la OMS ha recomendado el uso de cubrebocas, el subsecretario se ha negado a hacer lo mismo. No ha rectificado ni en su postura hacia el cubrebocas, ni en la importancia de las pruebas y el rastreo de contactos. La razón para ello, habiendo tanta información disponible que sustente ambas recomendaciones, ha sido política. A su jefe, el presidente López Obrador, no le parece útil el uso del cubrebocas. De hecho, se niega a utilizarlo. Y por ello, López-Gatell no lo recomienda.

En Estados Unidos el encargado de lidiar con la pandemia es un científico que ha tenido que lidiar con un presidente, Donald Trump, que quiso politizar la salud. En México tenemos a un ex médico que ha decidido priorizar la política con consecuencias catastróficas para la salud del país.

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) designó esta tarde a Gerardo Ferrando Bravo como próximo director general de Grupo Aeroportuario Mexicano y a Sergio Samaniego como futuro director de obra para Santa Lucía.

En encargado de hacer el anunció fue Javier Jiménez Espriú, futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes.

El colaborador de AMLO detalló que Sergio Samaniego se hará cargo de toda la revisión y del proyecto del aeropuerto de Santa Lucía, además de que empezará a buscar a los empresarios para hablar al respecto.

Refirió que Alfonso Romo y Carlos Urzúa serán quienes se reúnan con los contratistas del Grupo Aeroportuario para plantearles la opción del aeropuerto en Santa Lucía, pues cumplirán su palabra de que se honrará y garantizará los compromisos.

Indicó que hasta  momento no saben qué se hará con las obras de Texcoco y verán cuáles son útiles y qué se puede hacer, pero será Gerardo Ferrando quien creará un grupo especial con expertos en diferentes materias para ver cuál será la mejor utilización de la obra existente.

El futuro titular de la SCT adelantó que el presidente electo les pidió que las obras estén listas en tres años en Santa Lucía, por lo que trabajarán a marchas forzadas.