Las entradas para acceder al Coliseo, el monumento más visitado de Italia y uno de sus mayores símbolos, serán nominativas, es decir, se les deberá asignar nombre, “con el fin de evitar el intolerable fenómeno de la reventa”, anunció el ministro italiano de Cultura, Gennaro Sangiuliano.

El anuncio de Sangiuliano se produjo tras la reunión que mantuvo con Alfonsina Russo, directora del Parque Arqueológico del Coliseo, que incluye el Foro Romano y la colina del Palatino, y el director general de Museos, Massimo Osanna, para encontrar una “rápida” solución al problema de los revendedores.

Y es que cada día crecen más las denuncias que los revendedores compran los boletos online para luego venderlos a precios triplicados o cuadruplicados, aprovechando la disponibilidad de horarios ante la demanda en el lugar.

“He pedido a Russo y a Osanna que lleguen rápidamente a la definición de la tarjeta nominativa para permitir a cada visitante tener un título de entrada con su propio nombre para mostrar en los puntos de acceso del Parque, junto con un documento de reconocimiento”, declaró el ministro en un comunicado.

De esta manera “se evitarán las ventas de entradas múltiples”, añadió, al explicar que “el objetivo es aumentar las ventas in situ, siempre con la presentación de un documento de identidad”.

El ministerio ha sido criticado con dureza en las últimas semana debido a las enormes dificultades de los turistas para reservar una entrada online, que terminaban por comprarlos a los revendedores.

La situación había sido calificada de “insostenible” por la Federación Italiana de Asociaciones de Empresas de Viaje y Tursimo, que desde hace siete meses denuncia la imposibilidad de comprar entradas para el Coliseo.

También ha sido muy crítico el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Roma, Alessandro Onorato, que lamentó que muchos turistas regresen a sus casas sin haber podido ver el Coliseo, pues en la actualidad solo se venden al día 11,000 entradas, un número inferior a las que se vendían en 2019.

El también llamado Anfiteatro Flavio, el principal estadio de la antigua Roma, capaz de albergar hasta 50,000 personas en sus gradas para ver espectáculos como cacerías de fieras, luchas de gladiadores y batallas navales, recibe más de un millón y medio de turistas al año, según las cifras oficiales.