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La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó esta tarde que es falso que su gobierno haya experimentado con la población de la Ciudad de México luego de que incluyera la Ivermectina en los kits que repartió para tratar a pacientes con COVI-19.

La morenista recordó que la decisión de usar el medicamento fue tomada por un grupo interdisciplinario de la Secretaría de Salud (SEDESA), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y expertos internacionales  con base en evidencia científica del momento.“Esos dos datos son fundamentales, no hubo experimentación y con base en evidencia científica de ese momento se toma esa decisión que no tenía efectos secundarios y todo es con base en un grupo interdisciplinario de médicos especialistas que deciden esto para los habitantes de la Ciudad de México”, expuso al ser consultada sobre el tema.

En tanto, la secretaria de Salud, Oliva López Arellano, reiteró que la inclusión durante 2020 de Ivermectina en el tratamiento de COVID-19 se realizó en un contexto en el que no existía ni siquiera una vacuna y como parte de una perspectiva de atención integral en la que se amplió la capacidad hospitalaria.“Después, cuando hubo vacuna, ya la estrategia fundamental del Gobierno de la Ciudad de México fue la vacuna como un instrumento preventivo (…) pero entonces, en el contexto del 2020, este medicamento seguro, que forma parte del Compendio Nacional de Medicamentos, que tiene registro de COFEPRIS,  que se utiliza para muchas otras cosas en una dosis absolutamente segura, además, entregada por personal médico con indicaciones médicas, fue que se utilizó”, dijo la funcionaria.López Arellano recordó que la Ivermectina se entregó dentro de un kit médico hasta septiembre de 2021 y en todo momento se dio seguimiento médico a los pacientes, por lo que a la fecha no existe ningún registro de reacción adversa.“No fue un experimento, no fue un ensayo clínico; y, además, cuando empezamos a dar el medicamento, cuando lo incluimos en el kit, ya ciudades… en más de 17 ciudades lo estaban utilizando y se usaba, ya, en países como España, como Brasil, como Bolivia, como Perú; es decir, había toda una evidencia científica que respaldaba que podía tener un efecto benéfico potencial y un riesgo prácticamente nulo”, añadió.Ante las diversas críticas y los llamados a presentar su renuncia, la mandataria local reiteró su respaldo al trabajo desempeñado por el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), José Antonio Peña Merino, quien ha promovido el desarrollo de la tecnología digital y la secretaria Oliva López Arellano.

Tal como lo hiciera por la mañana el presidente, quien dijo que se trataba e una campaña de ataques en contra del gobierno federal y local, Sheinbaum Pardo aseguró que todo se trata de una campaña de desprestigio asociada a altos jerarcas del partido conservador, quienes mantienen una estrategia de ataque al gobierno de la Ciudad de México y que no entienden el impulso que ha dado esta administración a la innovación pública.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) atribuyó a “una campaña de ataques” la polémica desatada luego de que una revista científica estadounidense denunciara un “estudio antiético” del uso de Ivermectina en pacientes con COVID-19 hecho por las autoridades de la Ciudad de México.

“Como es de dominio público, como es obvio, hay toda una campaña de ataques al Gobierno, por parte del bloque conservador y de sus voceros”, dijo el presidente López Obrador al ser cuestionado sobre el tema.

El mandatario se refirió al escándalo que estalló la semana pasada, cuando la revista SocArXiv de la Universidad de Maryland retiró el estudio hecho por el gobierno capitalino en 2021 sobre el uso de Ivermectina en pacientes de COVID-19 por problemas éticos.

El director de SocArXiv, Philip N. Cohen, explicó que la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) de la CDMX presuntamente “reclutó sin ética a sujetos experimentales, aparentemente sin su consentimiento informado, y por lo tanto es un estudio antiético”.

Sin embargo, el presidente López Obrador denunció este martes que detrás del escándalo, que involucra al gobierno Claudia Sheinbaum, una de las figuras más cercanas a él, perteneciente al oficialismo; incluso acusó a dos revistas en específico: “están involucradas dos revistas que recibían dinero del Gobierno anterior, para hablar con claridad, una revista es Nexos y la otra Animal Político”.

“Tiene que ver con la politiquería, entonces eso era lo que quería decir, y advertir, aunque es muy obvio de que van a seguir todas esas campañas de desprestigio, de mentiras, de calumnias, en la mayoría de los medios de información”, aseguró el mandatario.

El escándalo sobre el estudio tomó fuerza pues el director de la ADIP y principal firmante del estudio, José Merino, ha defendido en Twitter con intensidad su documento, también firmado por la secretaria de Salud de Ciudad de México, Oliva López.

En contraste, el exdirector de análisis de datos de la ADIP y otro de los coautores, Saúl Caballero, quien meses atrás fue despedido por Merino e incluso llevaron a redes sociales los reclamos por su salida, se retractó del estudio al admitir que es “científicamente falso”.

Aunque la revista estadounidense habló de “sujetos experimentales”, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, cuestionó que los medios hablen de “experimento”, y pese a que es sabido que no mantiene una buena relación con el gobierno capitalino, salió en defensa del gobierno local.

“No hubo ningún experimento como señalan muchos medios de información. Nos llama la atención este persistente uso de una verdad distorsionada, señalando que la Ciudad de México haya conducido un experimento sin el consentimiento de las personas”, sostuvo López-Gatell.

Aunque la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) pide a la gente no tomar la Ivermectina porque no eres “un caballo ni una vaca”, López-Gatell se quejó este martes de que la prensa hable del medicamento como si fuese para uso veterinario. Indicó que hay dosis para uso en personas.

El funcionario también minimizó los riegos de la Ivermectina, que el Gobierno de Ciudad de México repartió el año pasado en kits oficiales contra la COVID-19. Sin embargo, algunos testimonios apuntan a que el medicamento se continuó recetando hasta apenas el mes pasado.

En mayo pasado, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ofreció una rueda de prensa en la que Merino afirmó que a través de más de 220,000 observaciones en personas se detectó una reducción en la probabilidad de ser hospitalizado de entre 52% y 76% para personas que recibieron el kit y que incluía la Ivermectina.

Dos científicos austriacos descubrieron el año pasado que es probable que la mayoría de las personas tengan plástico dentro de sus cuerpos.

Los cientificos pidieron a ocho personas, principalmente en Europa, pero también en Japón y Rusia, que mantuvieran un diario de comida de una semana. Luego, examinaron muestras de heces de sus sujetos, buscando plástico.

Encontraron en cada uno de ellos, en promedio, 20 pedazos pequeños por cada 10 gramos de heces; dado que los humanos defecan un promedio de 400 a 500 gramos al día, significa que sus sujetos probablemente consumieron de 800 a 1,000 piezas del llamado microplástico diario.

Los científicos, Philipp Schwabl, investigador de la Universidad Médica de Viena, y Bettina Liebmann, de la agencia ambiental de Austria, son los primeros en admitir que sus hallazgos son, en el mejor de los casos, preliminares. Sus resultados no dicen de dónde vino ese plástico, qué contiene exactamente y cómo, o si, está afectando nuestra salud.

El estudio acaba de ser sometido a una revisión y se necesitarán muestras mucho más grandes para confirmar sus conclusiones. Pero en base a sus resultados, los científicos estiman que más de la mitad de la población mundial podría tener plástico dentro de su cuerpo.

El estudio desencadenó una oleada de preocupación por el impacto potencial que el plástico podría tener en los humanos, agregando un impulso a la transformación que el plástico está experimentando en la conciencia pública.

El plástico es barato de producir, es útil en casi todas partes y es increíblemente duradero. Estas cualidades lo hacen casi indispensable para grandes sectores de la economía moderna, desde el embalaje y la moda hasta la medicina y el transporte, pero también puede ser una pesadilla difícil de regular o eliminar.

Al mismo tiempo, incluso si la ciencia aún no está clara sobre el efecto que los plásticos tienen en nuestros cuerpos, las preocupaciones aumentan rápidamente.

Aunque la mayoría de los plásticos se derivan del petróleo, una materia orgánica, el proceso de fabricación deforma las unidades químicas individuales que se encuentran en el petróleo, ayudándolos a formar enlaces de carbono extremadamente fuertes, a diferencia de cualquier material producido en la naturaleza. Debido a esta singularidad, los organismos que descomponen la materia orgánica no saben cómo descomponer el plástico.

Esto, combinado con el hecho de que muchos artículos de plástico se usan una vez y se tiran, significa que la gran mayoría del plástico que se ha producido todavía está por ahí, en algún lugar.

De los más de 6 mil millones de toneladas de residuos plásticos producidos desde la década de 1950, solo el 9 por ciento se ha reciclado y el 12 por ciento se ha quemado.

 

Con información de politico.eu