Tag

gobierno

Browsing

El presidente Andrés Manuel López Obrador pasó de ser un activista social a un presidente empresario. Desde que llegó a Palacio Nacional no ha hecho más que querer jugar a emprender con el dinero de la hacienda pública.

Arrancó cancelando el aeropuerto de Texcoco y en su lugar decidió que se construyera el AIFA. Este primer acto del presidente empresario ha costado 417 mil millones de pesos. 332 mil millones por la cancelación y 85 mil millones de pesos por la construcción del AIFA.

De ahí, el presidente empresario anunció que construiría una refinería en su estado, en Tabasco, la Olmeca o Dos Bocas. La licitó y como ninguna de las propuestas se ajustaba a su austeridad republicana, decidió que con el dinero del erario alcanzaría perfectamente para este proyecto ambicioso e inútil. El mundo se está moviendo hacia las energías renovables y México no es bueno para refinar porque nuestro petróleo es demasiado pesado y nuestras refinerías carecen de la maquinaria para procesarlo. Eso no importó. En lugar de modernizar las 6 refinerías de nuestro Sistema Nacional de Refinación, López Obrador decidió que se construiría una nueva a un costo para la hacienda pública de 8 mil millones de dólares. Ya vamos en 20 mil millones y la refinería no refina. El saldo de este negocio es negativo con el agregado de que cada lluvia, la refinería se inunda.

A la par anunció que para desarrollar el sureste mexicano se debía de construir un tren. El Tren Maya tenía un costo inicial de 156 mil millones de pesos. El costo estimado a noviembre del 2023 era de 511 mil 200 millones de pesos. La cifra es del IMCO ya que no hay información disponible en Cartera de Inversión o la página de transparencia del proyecto. Encima de ser un ecocidio múltiple, por haber implicado la tala y deforestación de miles de hectáreas -6 mil 659 según la organización CartoCrítica – y porque está construido sobre cuevas y cenotes, no hay transparencia sobre su costo ya que el presidente lo declaró obra de seguridad nacional. El cálculo lo hace el IMCO con base en el presupuesto asignado al tren desde el 2020. Tampoco hay transparencia sobre qué se hizo con la madera de los árboles talados.

Hoy el Tren Maya, que sigue inconcluso a pesar de haber sido inaugurado ya dos veces, ha tenido que suspender su servicio por distintas fallas. Desde retrasos no menores hasta problemas con el funcionamiento del aire acondicionado. Desde el 16 de diciembre que arrancó operaciones hasta la semana pasada ha transportado, según la página del Tren, a poco más de 50 mil pasajeros. Con un costo de $957.50 pesos el boleto en cabina turista para pasajeros mexicanos, estamos hablando de que en tres meses ha vendido aproximadamente 50 millones de pesos. Ya nada más faltan 463 mil 300 millones de pesos por recuperar, sin tomar en cuenta los costos de operación del Tren.

A estos tres negocios que ha emprendido el presidente López Obrador con el dinero de los mexicanos hay que agregar la mega farmacia, con la cual se pretendía acabar con el desabasto de medicinas. Hoy, de acuerdo con el reportaje de Nayeli Roldan para Animal Político No fuimos Dinamarca, esta megafarmacia no solamente no ha resuelto el desabasto, además se gasta 29 por ciento más de lo que se gastó el sexenio pasado, aunque se compran menos medicinas.

También está la adquisición de Mexicana de Aviación que simplemente no logra despegar; el proyecto turístico de Islas Marías, que no logra atraer turistas; y la compra de las plantas de Iberdrola, que no agregan un solo megawatt adicional de generación eléctrica pero hubo que pagar 6 mil 200 millones de dólares por ellas.

Por si todo esto no fuera suficiente para el presidente que juega a ser empresario, ahora anuncia que saldrá comprar el aeropuerto de Toluca. Veamos si en el cierre de su sexenio logra hacer que alguno de sus múltiples negocios sea redituable para los mexicanos. De lo contrario, esta austeridad nos habrá salido carísima.

Columna completa en El Universal

En su última colaboración antes de su lamentable muerte, Carlos Urzúa comparó la inversión que el presidente López Obrador ha decidido hacer para que México logre la autosuficiencia energética y la comparo con la inversión hecha para infraestructura y abasto de agua en el país.

El dinero destinado para producir petróleo en este sexenio ha sido significativamente mayor que el invertido en agua. Y eso nos tiene al borde de quedarnos literalmente secos en la zona centro y norte de México. Pero resulta que las políticas energéticas del actual gobierno no solo no le han dado prioridad a nuestra agua, tampoco a nuestro aire.

En el municipio de Tizayuca, en Hidalgo, se encuentran la refinería Miguel Hidalgo de Pemex y la Central Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos. Ambas contaminan muchísimo la zona con emisiones de gases.

Una de las principales razones por las que ya llevamos dos Contingencias Ambientales decretadas en el Valle de México en lo que va del año es que la Central Termoeléctrica en Tula actualmente utiliza combustóleo para generar electricidad y esa no es la mejor opción. De hecho es la peor. Tan mala es para la salud por su elevado contenido de azufre que desde el 2020 ya es un energético prohibido por la Organización Marítima Internacional para que sea utilizado como combustible para barcos cargueros, que eran sus principales consumidores.

El caso de México es diferente. Aquí, el gobierno de López Obrador ha optado por aumentar el consumo del combustóleo para darle alguna salida a todo el que produce Pemex ya que la venta para barcos quedó prohibida. Y en ese aumento del uso de la CFE del combustóleo, la calidad del aire en la Zona Centro ha sido la principal afectada.

Son varios los expertos que le han señalado al gobierno la importancia de sustituir el uso de combustóleo y carbón con gas natural para la generación de electricidad. Con ese simple acto se podrían reducir significativamente las emisiones de gases contaminantes. Esto es una práctica que ya ocurre en gran parte del mundo, sin que impida el desarrollo industrial de los países.

Se producen aproximadamente 117 libras de dióxido de carbono (CO2) por millón de unidades térmicas británicas (MMBtu) equivalentes de gas natural. En comparación son más de 200 libras de CO2 por MMBtu de carbón y más de 160 libras por MMBtu de combustóleo.

Lo lógico entonces sería usar gas natural. Las propiedades de combustión limpia del gas natural han contribuido al aumento de su uso para la generación de electricidad y como combustible de transporte para vehículos de flotas en Estados Unidos, Canadá y otros países desarrollados.

Pero la lógica no es el fuerte de este gobierno. Primero encontró en EUA un comprador de combustóleo cuando el precio del barril de petróleo estaba elevado por la pandemia. Las refinerías estadounidenses cuentan con una planta coquizadora que elimina muchos de los contaminantes del combustóleo y con ello podían producir energéticos a un menor precio. Ahora, con la estabilización de los precios del crudo, ya no están interesados en nuestro combustóleo. Y por ello todo el que produce Pemex se va a la CFE para ser su principal fuente, junto con el carbón, para la producción de energía eléctrica.

El problema es para la calidad del aire de la zona de Tula y del Valle de México. La solución que han dado las autoridades para la mala calidad del aire es que se frene la actividad industrial y la circulación de vehículos según el color de su engomado. Pero esto no sirve para paliar la magnitud de los contaminantes emitidos primero por la refinería y después por la termoeléctrica.

Ya tuvimos el pasado fin de semana contingencia ambiental que duró cuatro días. Vendrán muchas más contingencias en el año. Y esto es una bomba más que está dejando el gobierno de López Obrador a quien lo suceda en la presidencia por una política energética muy equivocada.

Columna completa en El Universal

Ya llevaba un año en el gobierno Andrés Manuel López Obrador y un economista que trabajó en el gobierno de Peña Nieto me dijo que las obras del nuevo presidente eran mínimas en términos de costo para el erario. Suenan rimbombantes, pero realmente no pintan en el presupuesto de un país como México, fue más o menos su forma de querer tranquilizarme ante las preguntas que le hacía sobre lo que desde entonces se veía como un despilfarro de recursos.

Tengo curiosidad en saber si hoy sigue pensando lo mismo, con las cifras reales de lo que han costado las obras faraónicas de Andrés Manuel López Obrador. Más aún, si tomamos en cuenta lo que los economistas llaman el costo de oportunidad. De no haber destinado miles de millones para obras que no serán rentables, por lo que seguirán requiriendo inyección de recursos públicos ¿en cuántas escuelas públicas se podría haber mejorado la infraestructura? ¿Cuántos hospitales de primer mundo – sí, como en Dinamarca – tendríamos hoy con esos dinerales?

Si volteamos a ver las cifras de las principales obras que enorgullecen a López Obrador, es evidente que México podría ser hoy un país transformado, al estilo de lo que falsamente pregona el presidente, de haberse invertido bien estos recursos.

En primerísimo lugar está el AIFA. Es un buen aeropuerto regional, cuyo costo es más el de un hub nacional ultramoderno. A finales del 2023 ya se le habían invertido 115 mil millones de pesos. A ello hay que sumarle los 331 mil millones que costó cancelar el NAIM. Según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), hasta finales del año pasado el AIFA solamente movía al 1.4 por ciento de los pasajeros nacionales y extranjeros.

El Tren Maya debería de haber costado 156 mil millones de pesos. En el proyecto ante Hacienda para demostrar que cumplía con el requisito de ser una obra cuyo costo fuera menor que su beneficio, se fijó en poco más de 400 mil millones el umbral en el que ya no sería una obra rentable. Pues para este 2024 la inversión en el Tren será de 516 mil millones de pesos.

Además de ser el ejemplo perfecto de un ecocidio por la cantidad de árboles que hubo que talar para que pasaran las vías del tren – y no existe claridad sobre qué se hizo con toda esa madera, por cierto – ha sido un fracaso como medio de transporte.

En la mañanera del lunes, el Director del Tren Maya, el general Óscar David Lozano, informó que en los dos meses que ha estado funcionando (es un decir) el Tren, han transportado a mil 787 turistas internacionales. Esa cifra, que debería ser una vergüenza, se presume con orgullo.

No tenía ni dos meses de inaugurado el Tren Maya cuando la venta de boletos tuvo que ser suspendida por las fallas que presentaba. En el trayecto Cancún-Campeche han arrancado con retrasos de hasta dos horas y, ante las fallas los pasajeros del Tren han tenido que ser trasladados ¡¡¡en autobuses!!!

En el caso de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, el sobrecosto se ha ido de 8 mil millones de dólares a 18 mil millones. Y es la fecha en que no se logra refinar nada. Algunos dirán que así está mejor porque actualmente Pemex pierde dinero por cada barril refinado. La columna de Pablo Hiriart de ayer en El Financiero es muy clara en esta debacle de la que debiera ser la gran “empresa productiva del Estado”.

Los números rojos y las fallas se extienden si hablamos de Mexicana, del proyecto turístico de las Islas Marías, del Tren Toluca-México…

Lo más sorprendente es lo que acaba de declarar el presidente López Obrador esta semana: que dejará al próximo gobierno una lista de recomendaciones de proyectos de infraestructura a realizarse y de las cuales “estoy seguro que me van a hacer caso”.

Así que ya sabemos. Por obras faraónicas, costosas y sin rentabilidad, aún habrá más.

Columna completa en El Universal

Resulta paradójico que en una ciudad en la que hay edificios que se desajustan por el suelo reblandecido y en el que uno de los retos para definir en dónde construir un nuevo aeropuerto fue encontrar un terreno que no se inundara, hoy exista el problema tan complejo de escasez de agua como el que atraviesa la Ciudad de México.

El problema, que es ya una crisis, es completamente evitable. Sí, hay menos agua y vivimos en un país que padece sequía y estiaje, pero la crisis del agua tiene que ver con ausencia de y/o malas políticas públicas. La crisis que se ha agravado y que explotará en cerca de 140 días dejando a 22 millones de personas con poca o nada de agua se debe a un gobierno que no le ha dado la atención requerida.

Tan solo hay que ver el presupuesto para darnos cuenta de que el gobierno no le da la prioridad que merece a la crisis de agua. Este año la disminución de recursos para la Comisión Nacional del Agua, la CONAGUA, fue de 12.5 por ciento y para la infraestructura hidráulica del 28.4 por ciento, si lo comparamos con el 2023.

En la primera quincena de este año, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional fue de casi 62 por ciento, de acuerdo con datos del Monitor de Sequía en México.

Y según Manuel Perló, investigador de UNAM-Agua, estamos haciendo un desperdicio pavoroso del agua. Cada segundo que pasa, el sistema de distribución pierde, aproximadamente, unos 14 mil litros por segundo.

Si multiplicamos por 60 segundos, por 60 minutos, por 365 días del año, resulta que estamos tirando al drenaje o al subsuelo miles de millones de litros de agua. Perdemos en fugas el 40 por ciento de lo que entra a la red.

A ello hay que agregar la falta de infraestructura para aprovechar la cantidad de agua que sí existe en una ciudad en la que llueve tanto. Me refiero a plantas de tratamiento de aguas. Las ciudades importantes en países desarrollados tienen plantas de tratamiento de aguas residuales superior al 90 por ciento. En el Valle de México el tratamiento de aguas residuales es de apenas el 6 por ciento.

Con todos estos datos, no se entiende la decisión de reducir el presupuesto a CONAGUA y para la infraestructura hidráulica más que como una falta de voluntad política. Esa es la razón de nuestra crisis de agua.

Urge reparar tuberías para dejar de perder agua en fugas; construir plantas de tratamiento de aguas; hacer programas de limpieza de ríos y lagos; y la creación de un fondo para la gestión del agua en la CDMX.

Entiendo que la Red de Agua en el Valle tiene 60 años y que la negligencia no es nada más de este gobierno de la Ciudad.

En 21 años los gobiernos del PRD hicieron muy poco por atender los ret os para abastecer de agua a la CDMX.

Morena ha tenido cinco años para atender esta necesidad básica. Ambos partidos decidieron no hacerlo y por ello ahora hay esta crisis agravada de desabasto de agua.

Desde Versalles la reina María Antonieta dijo que si la gente tenía hambre, les dieran brioche. Ya solo falta que con la misma frivolidad, López Obrador diga desde su Palacio que si no tenemos agua, que nos den champagne.

“El estado de naturaleza es la guerra

de todos contra todos, y en

esa condición cada uno

es juez de sus propios actos”

Thomas Hobbes

 

Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador subió un video anunciando que se cancelaba el NAIM, el aeropuerto de Texcoco, fue muy notorio el libro que tenía a un lado titulado ¿Quién manda aquí?

Esto se leyó como un mensaje para dejar en claro que con su llegada a la presidencia ya no serían los grandes empresarios los mandamases en México. Con esa decisión y con ese libro a su costado AMLO mostró que a partir del 1º de diciembre del 2018 él mandaba en México.

Pero ¿realmente manda él cuando admite que hay regiones del país que están bajo el control de los grupos del crimen organizado? Eso fue lo que ocurrió cuando dijo que a los cinco jóvenes que se encontraron torturados y asesinados en un auto en Celaya, Guanajuato, los mataron por meterse a comprar droga con la organización criminal rival de esa zona. Así, el presidente admite que hay regiones en las que él no manda, mandan grupos del crimen organizado.

¿Realmente manda él cuando no puede poner orden en las extorsiones de delincuentes? En una declaración que denota la claudicación del Estado frente a la delincuencia, López Obrador dijo que la lucha en contra de la extorsión la debemos de dar entre todos. Si la diéramos entre todos sería la ley de la selva. Fue precisamente el querer llevar la lucha ‘entre todos’ lo que dejó 14 muertos en Texcaltitlán, Estado de México el fin de semana pasado.

Como los delincuentes quisieron aumentar el monto del cobro de piso a los agricultores y ante un Estado (federal, estatal y municipal) pasmado, los extorsionados decidieron tomar cartas en el asunto y detener ‘entre todos ellos’ este cobro ilegal utilizando machetes y las armas que tuvieron a su alcance.

Un presidente que claudica en su principal responsabilidad no es el que manda. Menos cuando él se ha comportado como un extorsionador durante su sexenio. ¿Qué fue, si no una extorsión, cuando obligó a los empresarios a comprar boletos de una rifa para el avión presidencial que obviamente nadie se ganó?

El problema y el reto de la inseguridad no es nuevo pero el presidente que prometió que lo resolvería, se acerca al fin de su sexenio con cero resultados que presumir en la materia. Este sábado 16 de diciembre se cumplirán trece años del asesinato de la activista Marisela Escobedo.

Escobedo quiso justicia por el asesinato de su hija Rubí. Como el Estado (federal, estatal y municipal) no hacía nada al respecto, ella se abocó personalmente a esa tarea, día y noche desde el 2008, cuando Rubí fue asesinada por su pareja. Escobedo murió de un balazo en la cabeza por haber procurado esa justicia que el Estado le negó.

¿Qué ha cambiado en México de ese diciembre del 2010 a la fecha en materia de procuración de justicia? Si acaso, estamos peor porque tenemos a un Poder Ejecutivo que ha claudicado en su principal tarea, dar seguridad a los ciudadanos, al pedirnos que nosotros seamos los encargados de procurarla. ¿Qué garantías hay para la ciudadanía de que no acabaremos como Marisela Escobedo o como los agricultores y delincuentes muertos en Texcaltitlán?

Columna completa en El Universal

Al dar un balance de la situación en Acapulco, el presidente López Obrador dijo que iría al puerto sólo si fuera necesario. “Si es necesario voy a ir, pero no quiero hacer de esto un espectáculo, no quiero hacer lo mismo que se hacía antes”, dijo AMLO desde la comodidad de su escritorio en Palacio Nacional.

Esto fue durante uno de sus primeros mensajes post Otis. A la fecha, la única imagen que tenemos del presidente en Acapulco es la del Jeep atorado en el lodo la tarde de la devastación. Algo que fue exactamente un espectáculo como el que dice el presidente que quiere evitar.

Ayer, durante la conferencia mañanera, un reportero le volvió a preguntar al presidente si tiene pensado ir y reunirse con la gente en Acapulco en los próximos días. La respuesta fue que él no puede exponerse.

“En Azteca hicieron unos reportajes y le abrieron el micrófono a gente para que me mentaran la madre. Entonces, no puedo exponerme, no es Andrés Manuel; si se tratara de Andrés Manuel, respondería yo como cuando estábamos en la escuela, como cuando estaba yo estudiando en Tepetitán, que había algo y decíamos: ‘A la salida nos vemos’. Pero, no. Soy el presidente de México, tengo que cuidar la investidura presidencial. No soy Andrés Manuel, soy el presidente y no puedo permitir que nadie me ningunee. O sea, prestarme, caer en una provocación, que eso es lo que quieren.”

Queda claro que el Andrés Manuel López Obrador que presumía poder caminar entre la gente y que se sentía la voz del pueblo ya no existe. El presidente sabe que sus acciones y sus omisiones le han generado enemistades y que entre ese pueblo, al que le gusta hacer referencia, ya no todos son incondicionales ni sus admiradores. Mejor se queda resguardado en su Palacio. Así no se expone.

Esta admisión viene después de otro reconocimiento: que pudo haber avisado antes sobre la fuerza de Otis, pero que decidió no hacerlo. Prefirió dejar el asunto en un simple twit que fue visto por muy pocas personas y por ello Otis pegó en el puerto cuando los ciudadanos siguieron con sus rutinas. Entre ellos, varios marineros que murieron cuando sus embarcaciones se hundieron o fueron arrasadas por el huracán. Esos marineros y pescadores que hoy o han sido confirmados muertos o están desaparecidos no tendrían que haber estado en las embarcaciones si el gobierno federal, estatal y/o municipal hubiesen avisado de forma enérgica y con la alarma que ameritaba sobre la fuerza de Otis.

El presidente hace espectáculo cuando no debe y decide dejar a la gente a su suerte para supuestamente no hacer espectáculo cuando lo que se requiere es que la autoridad acompañe y ayude a las víctimas. No exponerse es una simple excusa.

Apostilla: Las cuentas no son el fuerte de este gobierno. En dinero, dicen que van a construir una refinería con 8 mil millones de pesos y ya va en 17 mil millones de dólares el costo de Dos Bocas. El Tren Maya se dijo que costaría 150 mil millones de pesos pero ya va en 500 mil millones. En vidas, la pandemia tuvo un exceso de muertes de 800 mil personas y los datos oficiales hablan de 334 mil. En desapariciones el presidente decidió despedir a Karla Quintana como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda con tal de no admitir que van 46 mil desaparecidos en su sexenio. Y en muertes en Acapulco, las funerarias reportan 350 muertes mientras el gobierno se empeña en minimizar lo ocurrido y prefiere dejar en 45 los fallecidos por Otis.

Columna completa en El Universal

El Ministro Arturo Zaldívar pasó de buscar extender su encargo como Presidente de la Corte a un retiro anticipado aduciendo que su ciclo ahí ha terminado. Esta renuncia fue sorpresiva y generó muchas preguntas de arranque. Dos horas después, las dudas quedaron aclaradas cuando Claudia Sheinbaum subió a redes una fotografía en la que aparece sentada junto con el aun ministro diciendo que van a trabajar juntos.

La foto fue publicada sin guardar las formas. Primero porque la renuncia no es Constitucional. El artículo 98, párrafo 3 al que aduce el aún Ministro en la carta que envió al presidente López Obrador y que subió a redes es claro: “Las renuncias de los ministros de la SCJN solamente procederá por CAUSAS GRAVES; serán sometidas al Ejecutivo y, si éste la acepta, las enviara para su aprobación al Senado.

Sin dejar correr el cauce legal, Zaldívar y Sheinbaum anunciaron que trabajarán juntos.

Decir que se cierra un ciclo puede ser una causa para renunciar de un trabajo o hasta para terminar una relación amorosa pero no es una causa grave para dejar el encargo como Ministro de la Corte.

El 8 de octubre 2019, el Senado aprobó la renuncia de Eduardo Medina Mora sin que éste explicara la causa grave que lo llevó a solicitar su salida anticipada de la Corte. Al parecer esto sentó un precedente para que ahora el Ministro Zaldívar pueda hacer lo mismo, renunciar sin explicar cuál es la causa grave.

En el mensaje de renuncia y en la columna que publicó ayer en Milenio el Ministro Zaldívar dice que quiere impulsar un México más justo e igualitario y con dignidad. ¿Qué mejor lugar para hacerlo que desde la Suprema Corte de Justicia? Desde ahí pudo cuestionar Zaldívar la responsabilidad de las autoridades cuando ocurrió el incendio de la Guardería ABC en el sexenio de Felipe Calderón. También pudo, años más tarde, impulsar justicia para mujeres presas injustificadamente en Santa Martha Acatitla, entre ellas fue notable el caso de Alejandra Cuevas quien estuvo presa más de quinientos días simplemente por el rencor personal del Fiscal Gertz Manero. Zaldívar ayudó a que Cuevas saliera libre.

La fotografía junto con Claudia Sheinbaum indica que lo que sigue para Zaldívar es integrarse al equipo de campaña o futuro gabinete de la Morenista. La duda es por qué no esperar a diciembre del año próximo que concluyera su encargo en la Corte.

Sabemos que los artículos 101 y 95 fracción VI de la Constitución establecen que un ex ministro está impedido de ser Fiscal General, Secretario de Estado, Gobernador, Senador o Diputado antes de dos años de concluir su función en la Corte.

A estas alturas la explicación de la renuncia de Zaldívar sería que comience desde ya a correr el reloj para que se cumplan estos dos años y en el 2025 pueda llegar a la Fiscalía General de la República.

Para el Presidente López Obrador esta renuncia le abre la puerta a nombrar a un nuevo Ministro en la Corte que sea incondicional al estilo Yazmín Esquivel o Loreta Ortiz por un periodo de quince años. Sabemos que en el Senado se requiere el voto de dos terceras partes para su aprobación, pero si la oposición no da los votos suficientes, después del rechazo de dos ternas el presidente puede nombrar a quien quiera de la segunda terna sin la aduana del Senado.

Por ahora en el Senado la oposición debería rechazar la renuncia anticipada del Ministro Zaldívar y con ello impedir esta doble chuza del presidente López Obrador. El nombramiento de quien sustituya a Zaldívar debe recaer en quien suceda a AMLO en octubre del 2024. Pero desde ahora podemos anticipar que López Obrador podrá hacer el nombramiento de un quinto Ministro de la SCJN.

Columna completa en El Universal

No es el primer huracán que golpea Acapulco. Cuando en 1997 devastó el puerto el huracán Paulina, Ernesto Zedillo era presidente. Estaba en ese momento de gira por Europa, pero decidió inmediatamente cancelarla y regresar Hamburgo-Acapulco. Durante el siguiente mes y medio, el entonces presidente se instaló en Acapulco para supervisar los trabajos de rehabilitación y la recuperación del puerto.

El gabinete se reunió una vez a la semana para coordinar y trabajar en la reconstrucción de Acapulco, algo que tardó tres años en ocurrir. Acapulco se recuperó como destino turístico, pero con muchas zonas populares en situación lamentable. Había, hasta la semana pasada, dos Acapulcos: el privilegiado que disfrutaban los turistas, y el de segunda categoría, el de los trabajadores del sector instalados en colonias pobres y descuidadas.

Las crisis son oportunidades. Y la devastación que Otis generó en Acapulco es la oportunidad de rehacer y reconstruir un mejor Acapulco. Esto implica desde ya generar las condiciones para un círculo virtuoso o dejar al puerto a su suerte con la inercia del círculo vicioso que hemos visto en estos días. La decisión de qué se quiere es básicamente del presidente López Obrador. No es de la gobernadora Evelyn Salgado, que solo ha destacado por su activismo para echarle porras al presidente. Y ni qué decir de la alcaldesa Abelina López Rodríguez que en sus primeras declaraciones tras el paso del huracán salió a justificar los actos de rapiña.

El círculo vicioso actual es continuar con la centralización y la militarización de la respuesta ante la emergencia. Pretender que sea solamente el gobierno, vía el Ejército, el encargado inmediato de repartir despensas para sacar bonos políticos al hacer creer a los acapulqueños que deben estar agradecidos con López Obrador por las migajas que reciben será una catapulta para aventar trabajadores a manos del crimen organizado que sabemos amenaza desde hace décadas la seguridad en el estado.

Debe haber una atención coordinada de la emergencia a la que se le sume la elaboración de un plan de reconstrucción. Este tiene que comenzar por rehacer el sistema de agua potable; reconstruir el abasto de energía capaz de soportar futuros huracanes; la reestructura de calles y puentes y la elaboración de un plan de trabajos temporales. Solo así se evitará que Acapulco se pierda.

Este plan lo deben conocer los empresarios, los hoteleros y los habitantes de Acapulco para que cuando reciban recursos de los seguros, quienes estaban asegurados, decidan invertirlo de nuevo en el puerto. Si no hay un plan concreto y solamente nos quedamos con el “sueño” de López Obrador de que para Navidad ya esté de nuevo de pie Acapulco solo por mandato presidencial, este dinero se va a ir a otra parte.

¿Por qué va a decidir un empresario hotelero o restaurantero reinvertir en rehacer su negocio en el que no tendrá clientes en el futuro cercano pero apenas pretenda reabrir le caerá el crimen organizado a pedir derecho de piso?

Acapulco requiere atención y plan de reconstrucción para renacer en un mejor centro turístico a partir de esta tragedia. ¿Aprovechará López Obrador la oportunidad que esta crisis le brinda o la desperdiciará dejándose guiar por sus complejos y rencores?

Apostilla: La noticia, primero cierta y después enmendada, de que serían el Ejército y la Marina los únicos autorizados para repartir las despensas en Acapulco, demostró como ha bajado la aceptación de ambas instituciones ante un gobierno que les ha encomendado de todo. Cuando la instrucción es hacer algo para lo que sí están entrenados – la atención ante desastres naturales – el rechazo hacia ambas instituciones no se hizo esperar. Otis devastó Acapulco. AMLO ha logrado devastar la credibilidad y el respeto hacia el Ejército y la Marina.

Columna completa en El Universal

¿Cuándo acaba la responsabilidad de un exgobernante y cuándo comienza la del entrante? Estas dos preguntas no tienen respuesta clara actualmente. López Obrador asumió la presidencia hace ya más de cinco años y sigue culpando al pasado por los errores del presente. Si bien no es sensato pretender un cambio de la noche a la mañana, menos aún con décadas de abusos, ¿qué de todas las promesas de López Obrador podemos considerar que fueron mentiras a más de un lustro de su presidencia?

La primera y más grande mentira es la de regresar al Ejército a sus cuarteles. La no a la militarización a la seguridad pública y el retiro de las Fuerzas Armadas de estas tareas. Esto fue una promesa de Andrés Manuel López Obrador cuando candidato. Una vez en la presidencia dio un giro de 180 grados. No solo no retiro al Ejército de estas labores sino que les ha dado aún más encomiendas. La más reciente, el manejo de aeropuertos. Y para que no les falten recursos en esta nueva tarea, el gobierno acaba de dar un manotazo en la mesa con el decreto para reducir la TUA en los aeropuertos propiedad de la iniciativa privada y otro para aumentar la contraprestación de sus concesiones. De un plumazo cambió la forma de calcular el retorno al capital y con ello las contraprestaciones de las concesiones pasaron de representar un 5 por ciento de los ingresos brutos a un 9 por ciento.

Para mantener contento al Ejército y a flote su labor al frente de los aeropuertos, López Obrador se ingenia una nueva competencia desleal y comete dos actos arbitrarios que golpean la credibilidad y el atractivo de invertir en México.

Prometió no militarizar al país, pero mintió. Prometió respetar las inversiones y mintió.

A las grandes mentiras de AMLO le podemos sumar la construcción de la refinería Olmeca. El presidente prometió que el costo de Dos Bocas sería de la friolera cantidad de 8 mil millones de dólares. Digo friolera porque para un país con las necesidades y carencias de México, destinar recursos públicos para refinar combustibles fósiles es un sinsentido, como tantas veces se ha señalado. Pero ahora Pemex acaba de informar a la SEC en EUA que ha recibido 17 mil 700 millones de dólares para Dos Bocas. Así que multipliquemos por dos la friolera cantidad de recursos públicos para este proyecto del gobierno de López Obrador.

Todas estas mentiras vienen a colación ahora que el presidente ha estado repitiendo en sus conferencias mañaneras que es un hombre de palabra y que por ello los trabajadores del Poder Judicial le deben de creer cuando les dice que la cancelación de los fideicomisos no los dañara. Que lo que está haciendo es para acabar con los privilegios de los Ministros de la Corte.

Si de acabar con privilegios se trata, quizás sería mejor que comience por los que tiene en casa, o mejor dicho, en Palacio. Me refiero simplemente a uno: el chef personal que tiene en la nómina de presidencia, Ramón Antonio Torres Morales.

El periodista Alberto Valiente, de Latinus, encontró en Guacamaya Leaks que Torres Morales se encuentra dentro de la estructura de la Secretaría Particular de la Presidencia con un sueldo de 62 mil pesos mensuales.

Todas estas mentiras nos afectan como país. Implican un despilfarro de recursos en un gobierno que se dice austero y nos dejan con los enormes problemas que venimos cargando desde el pasado sin resolver. El golpe para México es por partida doble.

Columna completa en El Universal

Mi colega León Krauze publicó un twitt en el que afirmó que cuando se escriba la historia del actual gobierno, la manera como los medios han cubierto las Mañaneras merecerá un capítulo importante. Y puso como ejemplo como el lunes, después de que López Obrador declaró haber cumplido prácticamente todos sus compromisos al quedarle ya menos de un año en Palacio Nacional, los medios publicaron la declaración de inmediato sin ningún proceso de verificación.

Aunque la Mañanera no es vista masivamente, datos de SPIN de Luis Estrada muestran que la vieron 118 mil personas al día el mes pasado, la falta de verificación y la reproducción que los medios masivos de comunicación le han dado ha permitido al presidente establecer una narrativa. Lo que dice el presidente en su conferencia diaria se replica sin hacer una verificación de datos. Coincido con mi colega León en el lamentable papel que hemos hecho por contrastar los dichos y los hechos los medios de comunicación.

El truco del presidente está en cómo presenta los datos que da en sus conferencias. En la citada Mañanera, López Obrador dijo que ha cumplido con 99 de los 100 compromisos que hizo al arranque del sexenio. Que solamente le falta un compromiso por cumplir, que es esclarecer lo ocurrido en el Caso Ayotzinapa. “Yo hice 100 compromisos y solamente me queda uno [por cumplir] que es ese” [Ayotzinapa].

El presidente dijo que en la última encuesta de ingresos-gastos del INEGI se demostró que del 2018 al 2022, a pesar de la pandemia, se redujo la pobreza y la desigualdad en México “y eso me tiene muy contento”.

Si nos apegamos a lo que dio a conocer el INEGI, el presidente tiene razón. La pobreza disminuyó 5.6 por ciento, lo que es bastante. Pero la realidad es que los datos de reducción de la pobreza no son tan optimistas. Los académicos del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, Fernando Cortés, Héctor Nájera y Servando Valdés escribieron un texto en Nexos en el que dan a conocer que en los datos publicados en 2023 sobre la pobreza no se utilizó el Método Estadístico de Continuidad que es el que permite una comparación consistente de la pobreza. De haberse utilizado este método, como se hacía hasta el 2023, la reducción de la pobreza habría sido de tan solo 0.1 por ciento, prácticamente insignificante con todo y el dineral que han sido los programas sociales.

También habló el presidente de que en su gobierno no ha habido un aumento en el precio de los combustibles: “No ha aumentado el precio de las gasolinas, del diésel, del gas, de la luz, incluso ha disminuido en algunos casos”.

La realidad es que en el gobierno de López Obrador no ha habido un aumento significativo en los precios de los energéticos por los estímulos fiscales que han costado al erario alrededor de 400 mil millones de pesos. Algo que quiso evitar AMLO a toda costa es el gasolinazo del sexenio de Enrique Peña Nieto que fue una de las principales razones por las que perdió el PRI la presidencia. Eso nos ha costado a los mexicanos un dineral. Una evaluación balanceada sobre el tema debe de tomar en cuenta esa cantidad de recursos que el erario ha dejado de recibir por el subsidio a las gasolinas. Pero claro que esos otros datos no los menciona el presidente.

Dijo en es esta misma conferencia que el Tren Maya es la obra más grande que se está construyendo en el mundo en estos momentos. Una consulta rápida en internet muestra muchísimas obras más grandes en el mundo, empezando por el Proyecto de Transferencia de Agua Sur-Norte de China, con un costo estimado de 62 mil millones de dólares. Aquí habría que entender a qué se refiere AMLO cuando habla de grande ¿costo? ¿extensión? ¿impacto? ¡Quién sabe!

Los datos que da el presidente en la Mañanera le ayudan a su narrativa y explican parte de su popularidad. Es verdad que hace falta un ejercicio riguroso de los medios para darles el contexto y la dimensión adecuada. Queda todavía un año de gobierno – y de conferencias – para hacerlo.

Columna completa en El Universal

Falta mucho y a la vez no falta tanto para la elección del 2024. ¿Qué certezas tenemos en el ámbito de la competencia presidencial? Primero, que será una elección de Estado. El presidente López Obrador utilizará todo lo que está a su alcance como Jefe del Ejecutivo para que gane Morena las elecciones. Es algo que ya está ocurriendo, aun cuando formalmente no han arrancado ni las precampañas. Lo vemos haciendo campaña abierta desde Palacio Nacional en la Conferencia Mañanera, que se paga con recursos públicos, y lo vemos atacando a la oposición desde ese mismo espacio.

Los 70 días del ‘corchola-tour’ también fueron financiados con recursos cuya procedencia no es transparente. Creer que cada uno de esos mítines costó 20 mil pesos, como lo reportó este diario en primera plana ayer basado en los datos que dieron los morenistas, es completamente descabellado.

Ahí están además las acusaciones que ha hecho el propio Marcelo Ebrard sobre el uso de la Secretaría del Bienestar para ayudar a la campaña de Claudia Sheinbaum. Tuvo su conferencia de prensa en la que denunció el acarreo que hace Bienestar para los eventos de Sheinbaum.  Después publicó un twitt exigiendo a la dirigencia de Morena que hiciera cumplir los acuerdos del partido ya que había acarreo y brigadeo por parte de servidores públicos en favor de la ex Jefa de Gobierno. Si eso ocurre ahora entre los partidarios ¿cómo pensar que va a ser diferente cuando la campaña sea contra la oposición? Va a ser mucho peor el uso de recursos públicos y del Estado una vez que arranque formalmente el proceso.

Otras certezas que hay hoy en el horizonte es la parálisis del INE ante las violaciones a las leyes electorales.

¿Qué incógnitas hay en el escenario de competencia? No conocemos aún a ciencia cierta quienes serán los candidatos. Podemos apostar a que en Morena será Claudia Sheinbaum y en el Frente a que quedará este domingo Xóchitl Gálvez.

Después del desplegado que publicó ayer Dante Delgado es muy posible que MC postule a Samuel García o, si al final da el brazo a torcer, a Luis Donaldo Colosio. ¿A quién le arrebatará votos esa candidatura? Será interesante ver incluso el papel que juega el muy presente machismo en la sociedad mexicana si es que quedan dos mujeres con mayor infraestructura como candidatas en contra de un hombre de un partido que en las encuestas publicadas esta semana logra un 12 por ciento de las preferencias. Movimiento Ciudadano está muy lejos de los veinte altos que le dan a Xóchitl o de los 40 bajos de Claudia.

Las encuestas muestran que hoy Morena gana con cualquier candidat@. Reforma le dio el lunes 53% al partido. ¿Se sostendrá esta cifra si hay un hombre en la boleta postulado por otro partido?

¿Qué pasará con Marcelo Ebrard? Acabará apoyando a Claudia Sheinbaum si, como todo apunta, ella termina siendo la ‘ganadora’ de las encuestas del partido después de haber dicho que su cierre de tour en Veracruz fue un bostezo-fest?

Son dudas que, salvo la definición de Movimiento Ciudadano, se resolverán tan pronto como la semana próxima.

Columna completa en El Universal

El presidente López Obrador anunció con bombo y platillo que el 1º de diciembre de este año comenzará a operar una nueva línea aérea del estado que se llamará Mexicana, después de haber comprado el nombre por 407 millones de pesos. Este anuncio debería de ser un escándalo por la cantidad de preguntas que deja sin resolver.

¿Cuál es el beneficio social de una aerolínea del Estado que requerirá dinero del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF)? Ni siquiera cuando Cintra operaba Aeromexico y Mexicana como líneas del Estado se requirió meterle dinero del PEF a la aviación. Hoy, con un gobierno que se dice humanista y que pone primero a los pobres, ya anunció López Obrador que de arranque Mexicana recibirá 4 mil millones de pesos.

¿De dónde saldrá ese dinero? Actualmente no tiene una partida en el presupuesto. Si se van a esperar a la aprobación del nuevo PEF en septiembre, será muy tarde pensando en que Mexicana quiere comenzar a operar en diciembre.

El presidente dijo que Mexicana volará a destinos a los que no vuelan actualmente las líneas comerciales (Aeromexico, Volaris, Vivaerobus) pero en la presentación que hicieron en la mañanera, a los veinte destinos señalados ya vuelan las tres aerolíneas. No se cumple con la promesa de incrementar la conectividad que hizo AMLO al presentar su proyecto. Los otros destinos apuntados bajo el rubro de ‘Fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria’, como Apodaca, Tulum, Lázaro Cárdenas o Tamuin, no tienen pistas aun o no son adecuadas para que aterrice un jet 737-800, que son los aviones que arrendará Mexicana. ¿Cuánto va a costar construir estas nuevas pistas?

¿Quién es Petrus Aero? Esta empresa ha publicado anuncios buscando contratar a trabajadores del sector aéreo para Mexicana. La empresa no tiene ni página de internet. Eviacorp Aviation Services, que aparece ligada a Petrus Aero, solo tiene cuenta de Instagram con los anuncios de contratación pero su página de internet no funciona.

Más allá de que no parecen empresas serias para ser usadas por el gobierno, ¿cómo van a pagar salarios competitivos a los pilotos? Actualmente un piloto de un 737 gana entre $180 y $220 mil pesos al mes. Esto es un salario mayor al del presidente… que tiene prohibido que cualquier trabajador del Estado gane más que él. ¿Cómo le van a hacer?

¿Por qué quieren arrendar diez aviones 737-800? Son aviones viejos que por ello gastan más combustible; contaminan más y su mantenimiento será más caro.

Mexicana además será competencia desleal en un sector de por sí complicado. El presidente anunció que venderán los boletos entre un 18 y un 20 por ciento más baratos. Lo podrán hacer porque seguramente recibirán un precio especial de renta en el AIFA para sus operaciones. El precio de la turbosina, que solo vende el gobierno, ¿será el mismo que para las otras aerolíneas? ¿Qué plazos tendrá Mexicana para pagar los servicios aeroportuarios?

Aunado a lo anterior ¿será legal una aerolínea en la que el regulador (AFAC); la marca (Mexicana) y el aeropuerto (AIFA) sean todos manejados por una misma entidad, en este caso la Sedena?

Mexicana es un capricho más de un López Obrador que ha decidido destruir el sector de la aviación desde la cancelación de Texcoco. Si Mexicana tuviese que arrancar respetando las reglas de la industria, que incluyen reglas de operación, certificaciones, adiestramientos, comercialización, canales de distribución (agencias) y mantenimiento, sería imposible su arranque el 1º de diciembre. Pero como sabemos que al presidente se le cumplen sus caprichos, seguramente volará Mexicana en diciembre y los costos los pagaremos los contribuyentes. De saque, serán 4 mil millones de pesos.

Vaya austeridad de quien presume que solo carga $200 pesos en la cartera pero tira a manos llenas raudales del dinero público.

Columna completa en El Universal

Ayer en su mañanera el presidente felicitó a un niño de 9 años, Roy Fernando Monroy, por ser campeón mundial de aritmética. También felicitó a Rogelio Guerrero, un joven de 17 años por haber ganado la medalla de oro en la Olimpiada de matemáticas que se llevó a cabo en Japón.

Qué bien que López Obrador se dé tiempo en su conferencia para felicitar a estos jóvenes. Llama la atención que se dé cuenta de la importancia de la aritmética y las matemáticas cuando en el Nuevo Modelo Educativo que impulsa se elimina justo la materia de matemáticas.

Y es que esa decisión ha generado una nueva polémica y un nuevo campo de batalla polarizado. Por un lado el grito de que este nuevo modelo educativo y los libros de Texto Gratuitos (LTG) que lo acompañarán a partir del ciclo escolar que está por arrancar, buscan llevarnos al comunismo; por el otro el presidente y sus simpatizantes diciendo que la oposición al cambio es para defender privilegios del pasado y al neoliberalismo.

¿Quién tiene la razón? ¿De dónde viene la oposición a los cambios del modelo educativo del gobierno de AMLO? ¿Por qué quiere este nuevo modelo el presidente y cómo lo ha construido?

Podemos partir que en la reacción de aversión algo tendrá que ver su cruzada en contra de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto. Ésta conformó el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa con carácter de organismo público autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propios. La labor del INEE era evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del sistema educativo nacional. Lo que se quería era mejorar calificaciones de los alumnos en la prueba PISA y la capacitación de los maestros.

Peña Nieto negoció con todos los partidos, menos con AMLO. Fue algo aprobado en el marco del Pacto por México. Apenas llegó López Obrador al poder, se echó para atrás la reforma educativa, con todo y que implicó un nuevo cambio constitucional.

El problema ha sido similar al de tantos otros cambios que ha hecho el presidente. Lo desechó y la promesa de que llegaría algo mejor simplemente no se ha cumplido. Igualito que con el Seguro Popular y su sustitución por el INSABI; igualito que la cancelación del NAIM y su sustitución por el AIFA.

En el Nuevo Modelo Educativo se repite el patrón, con la enorme diferencia de que estamos hablando del futuro de México. Creo que se exagera cuando se habla de que se quiere indoctrinar a los alumnos hacia un modelo comunista, pero que nos quedamos cortos en el reclamo de hacer un cambio tan poco pensado en el modelo educativo.

Venimos de una crisis de salud por COVID que generó una crisis educativa que no ha sido atendida. Además, el mundo está atravesando por cambios vertiginosos. La cantidad de información disponible para todos es enorme. Educar ahora es enseñar a discernir qué información es precisa y por qué; cómo insertarnos en modelos de inteligencia artificial; cómo ser innovadores en momentos en los que las nuevas tecnologías son el presente y el futuro.

Los LTG son una herramienta muy valiosa para alumnos y maestros, en especial en escuelas públicas. En esta ocasión el cambio se ha hecho sin respetar el debido proceso y queriendo ocultar quiénes participaron en sus contenidos. Eso evidentemente no ayuda a calmar los ánimos.

Las discusiones sobre el contenido de los LTG han existido siempre. Desde que Torres Bodet los presentó por primera vez un 16 de enero de 1960, hace más de sesenta años. ¿Cómo es que seguimos atorados en esos mismos dilemas? ¿Cómo justo ahora que urge atender la crisis educativa post-COVID?

Columna completa en El Universal

Madrid, España. – El día de mañana estaré visitando la planta de hidrógeno verde que acaba de inaugurar Iberdrola en Puertollano, a una hora en tren de Madrid.

El hidrógeno es el elemento químico más abundante de la naturaleza. El reto es que no se encuentra puro. Es un componente del agua (dos moléculas de hidrógeno más una de oxígeno hacen agua, H2O). Hoy se ve como la solución para el calentamiento global. Mediante el hidrógeno, podemos producir energía que no contamina el planeta, si lo obtenemos de manera sustentable.

Y es que la descarbonización no va a darse porque dejemos de comer carne o porque usemos vehículos eléctricos. Estos esfuerzos son positivos, pero los grandes contaminantes son los productores de cemento y acero. Mientras estas industrias sigan utilizando carbón, las emisiones seguirán siendo un problema para la salud del planeta. Sus necesidades energéticas son tan grandes, que no pueden ser cubiertas mediante la energía eléctrica o solar. Y aquí es cuando entra en acción el hidrógeno.

Actualmente la mayor parte del hidrógeno en el mundo se obtiene utilizando gas natural. Esta forma no es amigable con el medio ambiente porque emites gases de efecto invernadero. Pero eso es justo lo que vengo a ver a Puertollano. Una planta de hidrógeno verde, es decir una planta que no emites gases de efecto invernadero porque obtiene el hidrógeno a través de energía solar. Dentro de la planta hay un electrolizador, que es un aparato que separa, mediante electrólisis, las moléculas de oxígeno de las de hidrógeno.

La planta aporta energía para Fertiberia, una fábrica que está a un lado y que lo utiliza como materia prima para producir fertilizantes. Así, el hidrógeno verde permite fabricar fertilizantes verdes y desarrollar amoníaco verde. A diferencia de las plantas que producen hidrógeno con gas natural, que usan 22 litros de agua para producir un kilo de hidrógeno gris, en esta planta se consumen 10 litros de agua por cada kilo de hidrógeno verde producido.

El arranque de la revolución del hidrógeno verde está comenzando por las plantas que ya producían hidrógeno pero no lo hacían de forma sustentable, para abastecer industrias como las de los fertilizantes, del metanol para la industria química y la refinación de petróleo. Otras industrias que se pueden cambiar a hidrógeno verde son las acereras, la industria naviera y la de almacenamiento de energía.

El hidrógeno como combustible es ya una realidad en Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Alemania. Japón está en camino a convertirse en una economía de hidrógeno. España también hace esfuerzos en este sentido. Puertollano contribuye a la soberanía energética del país mediante la sustitución progresiva de combustibles fósiles importados que son cada vez más caros.

En lugar de que el gobierno español piense en construir una refinería o en comprar una en otro país, como lo ha hecho el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al adquirir Deer Park en Texas, España está avanzando en la soberanía energética pensando en soluciones sustentables, como el hidrógeno verde, sin invertir un solo centavo de las arcas públicas.

Bastante envidiable.

El hidrógeno es la energía del futuro en varios países, pero no en México ante un gobierno que privilegia la ideología sobre la lógica en la materia.

Columna completa en El Universal

 

Apostilla: España se encuentra en medio de campañas presidenciales para ver si permanece Pablo Sánchez en la presidencia. Éstas tienen una duración de ¡15 días! Arrancaron el 7 de julio y culminan el 23, día de la elección. Madrid apenas tiene uno o dos pequeños posters de los candidatos. No está la ciudad llena de enormes espectaculares pagados con quien sabe qué recursos. Casi como en México.

Si algo hemos visto en estos más de cinco años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador es que cuando anuncia que quiere algo, hace hasta lo imposible por lograrlo. No importa si esto implique cometer un crimen contra la lógica.

Lo vimos con la cancelación del NAIM. El aeropuerto de Texcoco ya llevaba millones de dólares invertidos en su construcción y su cancelación costaría millones más. López Obrador era apenas presidente electo y nada de esto le impidió armar una consulta a modo que concluyó con la cancelación del aeropuerto. La sensatez y el sentido común apuntaba en una dirección y eso hacía pensar que sería el camino que tomaría AMLO. Imperó la amenaza de destruir todo lo que tuviera que ver con el pasado. El NAIM fue cancelado.

Lo vimos también con el avión presidencial. Algunos pensaban que su amenaza de volar en líneas comerciales y de vender el avión que AMLO decía mañosamente que “no tiene ni Obama” era una simple estrategia política. No fue así. Intentó todo con tal de cumplir con la venta del avión. Al final optó por rematarlo, pero cumplió.

Ahora, ante el tremendo revés de la Suprema Corte en la que nueve ministros declararon inconstitucional las modificaciones a las leyes electorales mejor conocidas como ‘Plan B’ porque el legislativo no cumplió con el debido proceso cuando las aprobó, el presidente no va a ser el político que reflexione como lograr un mejor diálogo con la oposición o cómo tejer lazos con el legislativo.

No. La nueva cruzada del presidente ya quedó clara desde unos minutos después de que se conociera el fallo de la Corte. El Plan C es lograr la mayoría calificada en el legislativo en las elecciones del 2024.

Ayer en su conferencia mañanera López Obrador llamó al pueblo a votar por la mayoría absoluta en el congreso para lograr que en septiembre del 2024 se apruebe una reforma al Poder Judicial. Ahora, dice López Obrador, quiere que sea el pueblo quien los elija.

Es una nueva estrategia política porque actualmente los ministros de la Corte se eligen de una terna nombrada por el ejecutivo y ratificada por el Senado para asegurar los contrapesos. Es una insensatez lo que propone el presidente ya que, entre otras cosas, implicaría que quienes quisieran integrarse a la corte hicieran campaña para ganar el voto ciudadano.

Pero aun siendo una insensatez, es una amenaza que se debe escuchar como seria viniendo del presidente López Obrador.

¿Lo hará la oposición? Hasta ahora vemos a los liderazgos del PAN y PRI, a Marko Cortes y Alejandro Moreno, más preocupados por mantener sus cotos de poder que en trabajar por presentar propuestas atractivas para la ciudadanía y en desnudar las estrategias políticas del presidente por su insensatez.

La Corte ha hecho su trabajo con la votación de esta semana por salvaguardar la democracia. La ciudadanía también, al salir a las calles. Es el turno de la oposición de tomarse en serio la nueva cruzada del presidente.

Columna completa en El Universal

Hay un dicho muy claro y sencillo que debería recordar la oposición si realmente quieren tener oportunidad de regresar al poder: “No puedes querer tener el pastel y a la vez comértelo”. Pero eso es lo que están intentando los dirigentes del PAN, PRI y PRD.

Salen a marchar diciéndole a la ciudadanía que están en las calles porque ellos defienden a la democracia que está siendo atacada por el presidente López Obrador, por su partido, Morena; y sus aliados, PVEM y PT, pero después se unen a estos mismos actores para atacar ¡a la democracia!

Quieren su pastel intacto pero también le quieren dar sus mordidotas. ¿No entienden o creen que los ciudadanos somos ignorantes?

Al atacar al Tribunal Electoral como lo están haciendo, para ganar mayor poder en las cúpulas y poder vivir bajo sus propias reglas manteniendo el presupuesto público – que proviene del bolsillo de todos los mexicanos vía impuestos – están atacando la democracia.

Lo que pretenden con la iniciativa que busca reformar los artículos 41, 73, 99 y 105 de la constitución es eliminar contrapesos y limitar derechos de las minorías políticas. Así de sencillo. Primero porque pretende frenar juicios de derechos políticos promovidos por mujeres. Gracias a éstos se ha logrado avances en la paridad legislativa y mayor presencia en gobiernos locales. Han sido logros costosos que han tenido que brincar varias trancas, como cuando se inventaron los partidos aquello de ‘las Juanitas’. Ponían a una mujer candidata a una diputación o senaduría con un suplente hombre y, apenas comenzaba la legislatura, la obligaban a renunciar.

Con todo y estas mañas, se logró importantes avances en paridad de género dentro de los partidos políticos. Mismo caso se ha dado para otras minorías como indígenas y transgénero. Esto lo quieren eliminar todos los partidos salvo Movimiento Ciudadano.

Además pretenden proteger a las dirigencias de los partidos, en este caso a Marko Cortés, del PAN, Jesús Zambrano, del PRD y Alejandro Moreno del PRI, de juicios internos en nombramientos que hagan. Son tan pequeños estos dirigentes, que prefieren aliarse con quien los está aplastando, Morena, con tal de mantener el poco poder que aún detentan.

Vemos un día sí y al otro también a los aspirantes de Morena, a las famosas corcholatas, violar las leyes electorales. Se promueven burdamente con recursos públicos, y aun así la oposición siente que es buen momento para quitarle poder y atribuciones al Tribunal Electoral que es actualmente la última instancia para poner un freno a estas violaciones constantes de la ley.

Consideran los tres partidos de la oposición, PRI, PAN, PVEM, que hoy que el presidente López Obrador, ataca al Poder Judicial, es buen momento para unírsele a él y a su coalición para atacar al Tribunal que forma parte de este contrapeso.

En medio del litigio electoral de mayor calado de las últimas décadas, el Plan B electoral, uno esperaría que las prioridades políticas de los partidos de la oposición deberían estar en la defensa de las instituciones electorales a toda costa. Si hay puntos que corregir dentro del INE y dentro del Tribunal Electoral, ahora no es el momento para hacerlo ni para pretender debilitarlos. Pero tal parece que la oposición quiere tener su pastel – decir que defienden la democracia – y comérselo también, al querer debilitarla.

La oposición parece que simplemente no entiende.

Columna completa en El Universal