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La renuncia de Liz Truss como Primera Ministra de Gran Bretaña a tan solo 44 días de haber llegado al número 10 de Downing Street muestra una de las grandes ventajas que tienen los sistemas parlamentarios sobre los presidencialistas. Si un Jefe de Estado le falla a la sociedad, tiene que dejar el poder. No importa cuánto tiempo falten para las siguientes elecciones ni si al llegar al poder heredaron un país en crisis.

En un sistema presidencialista como el mexicano estamos amarrados a un Jefe de Estado por seis años. Algunos argumentarán que esto evita la volatilidad en la que se encuentra Gran Bretaña en donde el Partido Conservador ganó las elecciones de diciembre del 2019 con Boris Johnson como su candidato y desde entonces ya van en su 3er Primer Ministro.

De acuerdo. Los Conservadores han estado en una crisis grave desde que coquetearon e impulsaron la idea del Brexit. Pero cada vez que el jefe del partido en el poder y por lo tanto Primer Ministro no logra cumplir con sus promesas de campaña, no ha tenido espacio para aventar culpas.

El reto para el nuevo Primer Ministro, Rishi Sunak, será arreglar la crisis en que está inmersa la economía británica sin que el golpe inevitable que llegará a los bolsillos de los ciudadanos genere un descontento que lo obligue también a dimitir. Sunak lo tendrá que hacer con un partido Conservador sumamente dividido y, para acabarla de amolar, deberá de lograrlo sin que lleguen los reclamos de que como él es multimillonario (tiene más dinero que la Corona inglesa), los sacrificios requeridos para bajar la inflación no le afectan como al resto de los mortales.

Enormes retos para el gobierno británico, sin duda. Pero me parece que son preferibles a la cárcel del sexenio en el que vivimos en el sistema presidencialista mexicano.

Es inexplicable que a cuatro años de haber asumido el poder, el presidente López Obrador siga culpando de sus fallas e incompetencias al pasado. ¿Para eso lucho tanto por ganar?

Liz Truss tuvo que renunciar por presentar un proyecto de presupuesto que simplemente no cuadraba. Proponía reducir los impuestos, en especial a los que más ganan, sin recortes al gasto gubernamental. ¿De dónde saldrían los recursos para cuadrar ese presupuesto? Al no haber una respuesta clara a esta interrogante, Truss trató de salvar su gobierno corriendo a su ministro de finanzas. Nada de responder con una evasiva como un “yo confío en que es una persona íntegra”. Pero ni corriendo al ministro Kwasi Kwarteng logró Truss estabilizar el barco. La historia ya la conocemos. 44 días después de haber llegado al poder tuvo que renunciar por su incompetencia.

Antes de Truss dimitió Boris Johnson. La gota que derramó el vaso de agua fue el escándalo conocido como ‘Partygate’. Johnson y parte de los integrantes de su gobierno se dieron licencia durante la pandemia para reunirse y beber mientras al resto de los ingleses los obligaron a estrictos confinamientos. Mentir y creerse por encima de los ciudadanos comunes y corrientes le costó el puesto.

En México han salido vídeos, muchos vídeos, desde René Bejarano hasta el hermano del presidente Pío López Obrador, recibiendo dinero en efectivo cuya procedencia no han podido explicar. Al cuestionársele, el presidente ha admitido que ese dinero ha sido para ‘el movimiento’, como si eso fuese una excusa para manejar maletas de efectivo. AMLO sigue siendo presidente y lo seguirá hasta el 30 de septiembre del 2024. No importa cuánta corrupción lo rodee, no importa qué tan mal haga su trabajo, tenemos AMLO por seis años. Es la cárcel del sexenio en el sistema presidencialista mexicano.

Con todos sus defectos, el sistema parlamentario como el de los ingleses, me parece uno mucho mejor por la rendición de cuentas a la que obliga a sus gobernantes. Si son incompetentes al gobernar, salen.

Columna completa en El Universal

La 4T ha fracasado en varios frentes, pero en uno de ellos el descalabro ha sido de proporciones enormes: la transformación que ha pretendido el presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de aviación.

El arranque de esta crónica de una catástrofe anunciada fue desde antes de llegar a la presidencia, cuando como presidente electo López Obrador decidió cancelar el NAIM que estaba ya con un avance del 30 por ciento en su construcción.

En su lugar y a pesar de toda la información que recibió de MITRE, una organización de especialistas en diseño de espacio aéreo, en la que claramente apuntaron que operar el aeropuerto Benito Juárez en conjunto con el AIFA implicaría un espacio aéreo demasiado complejo, el presidente se empeñó en la construcción del AIFA. Otros análisis señalaban que el diseño del AIFA tendría que hacerse del aire al suelo, como cualquier nuevo aeropuerto, y que si el AIFA llegaba a tener 10 operaciones por hora, tendrían que coordinarse los vuelos entre ambos aeropuertos, demorando vuelos de uno para que el otro pudiera operar. Así, la saturación del Benito Juárez no podía solucionarse con el AIFA.

A casi 7 meses de la inauguración del AIFA, Proceso sacó un reportaje en el que apunta que este nuevo aeropuerto que AMLO califica como el mejor del mundo ha tenido menos pasajero que las visitas que ha recibido el Museo del Mamut en el mismo lugar. (201 pasajeros vs 373 mil visitantes)

Por ello el presidente López Obrador instruyó a la Sedena, que es quien maneja el AIFA, a incrementar las operaciones aéreas en el AIFA para que pase de un promedio de 30 operaciones diarias a 120 para el cierre de este 2022. El documento con esta instrucción presidencial forma parte de lo filtrado por los hacktivistas Guacamaya.

Para cumplir con este deseo presidencial la Sedena está contemplando permitir el cabotaje, es decir, que líneas aéreas internacionales operen vuelos entre dos destinos nacionales. Por ejemplo, que Turkish Airlines pueda volar del AIFA a Cancún a pesar de que la Ley de Aviación. Civil de México lo prohíbe en su artículo 17bis.

Todo esto ocurre en el marco de la pérdida de categoría 1 de la Administración Federal de Aviación de EUA, la FAA, que degradó a México desde el 25 de mayo del 2021 porque no cumplimos con los estándares de seguridad de la OACI. Esto impide que las líneas aéreas mexicanas abran nuevos destinos a EUA.

Fernando Gómez Suárez, especialista en aeropuertos y aviación, ha dicho que el cabotaje sería el acabose para las aerolíneas mexicanas ya que la más chica estadounidense tiene más aviones que toda la flota mexicana en su conjunto.

Curioso que el presidente que en el sector energético acusa hasta de traidores a la patria a los legisladores que no aprobaron la LIE (Ley de la Industria Eléctrica) diciendo que prefieren apoyar a las empresas extranjeras como Iberdrola antes que a Pemex y CFE, en materia aeronáutica esté dispuesto a golpear a las líneas aéreas nacionales y premiar a las extranjeras con tal de ponerse la medalla de que el AIFA es viable.

Apostilla: Por si el fracaso del AIFA no fuera suficiente, las otras dos grandes obras de infraestructura de este gobierno están en problemas. La refinería de Dos Bocas volvió a quedar bajo el agua con las lluvias del domingo y lunes y el Tren Maya quedará trunco. No llegará hasta Campeche porque el tramo Xpujil-Chetumal se ha complicado ante las exigencias de los comisariados ejidales.

Columna completa en El Universal

La austeridad no dio para tanto. Estamos en el cuarto año de gobierno y ni recortando sueldos y prestaciones; ni apropiándose del dinero de los fideicomisos; ni extorsionando empresarios, logra este gobierno los recursos que quiere para comprar simpatías.

El presupuesto de este año de 8 mil millones de pesos no tiene precedentes.

¿Qué va a pasar cuando a AMLO se le acabe el dinero?

Ya lo dijo claramente en su mañanera del miércoles 28 de septiembre. Si los empresarios que deben millones al fisco no pagan, entonces vendrá un aumento de impuesto y se endeudará (más) el gobierno.

Concretamente el presidente dijo que antes de él, no pagaban impuestos “los grandes contribuyentes”, pero que ahora sí todos están pagando. Todos, menos unos 20 o 30 empresarios que son rezagos del pasado porque no aceptan, según el presidente, la nueva realidad en la cual la defraudación fiscal es un delito penal.

Y entonces vino la advertencia: “Necesitamos finanzas públicas sanas para financiar el desarrollo para que se siga apoyando a la gente y para no contratar deuda, no endeudar al país”.

Así queda claro que cuando deje de haber dinero para lo que el presidente quiera, quedando aún poco menos de dos años de su gobierno, le aventará la culpa a los empresarios para justificar un aumento en los impuestos y en la deuda del país. Será culpa de los empresarios por no haber pagado sus impuestos.

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Ayer en el senado quedó de manifiesto que la cola larga de nuestros políticos es la más poderosa herramienta del actual gobierno. Para lograr los votos que avalaran que el ejército permanezca cuatro años más en las calles en labores de seguridad pública solamente hizo falta tiempo.

Los senadores del PRI acabaron dándole al gobierno los votos necesarios para que esto fuera posible. Salvo contadas excepciones, como la muy destacable y valiente postura de la senadora Claudia Ruiz Massieu, sus colegas de partido se doblegaron.

Justificaron su voto en que se logró mayor presupuesto y supervisión para que los militares ejerzan trabajos de seguridad pública. También en la idea de que vendrá una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte. Y que la verdadera militarización no está en darles más tiempo a los militares en las calles sino en que la Guardia Nacional pase a manos de la SEDENA y que ahí va a haber un alto mucho más riguroso.

Lo que vivimos hoy en México es realmente preocupante. Es ceder todo el poder al ejército. Queda muy claro que el país no padeció los regímenes militares-autoritarios de otros países de la región. No tuvimos al ejército al frente del gobierno como sucedió en Brasil; Chile y gran parte de América Latina. Pero eso no significa que el ejército va a permanecer al margen por siempre en México. Increíble que el presidente que prometió acabar con la militarización del país sea el que les esté dando hasta el poder de manejar el turismo en México. Dar poder es fácil. Quitarlo, no es tan sencillo.

Columna completa en El Universal

Hasta hoy la oposición ha estado bastante aletargada. Distraída. Sin brújula. La agenda política la ha estado llevando el presidente con su partido Morena. Y sin embargo hoy es un día fundamental, muy importante para ambos bandos en el que la oposición podría o cavar su tumba o salir del letargo.

La votación de la iniciativa para mantener a las Fuerzas Armadas coadyuvando en la seguridad pública del país hasta el 2028 es mucho más que un tema de seguridad. Dada la forma como el presidente López Obrador ha decidido manejar las negociaciones (algunos dirían extorsiones) sobre el tema, lo que obliga esta votación es a que los actores políticos se definan.

En la Cámara de Diputados ya hubo definiciones. Alejandro Moreno, el presidente nacional del PRI, decidió doblarse ante el gobierno después de semanas de filtración de audios que lo mostraron de cuerpo entero como un político digno de ganarse el papel estelar en la película de “La Ley de Herodes”.

En el Senado los ojos están puestos en el PRI, aunque también existen flancos débiles en PAN y PRD. Como Morena y sus aliados tienen 75 votos asegurados para votar en favor de mantener al ejército en las calles hasta el 2028 y no hasta el 2024 como lo marca la ley actualmente, de asistir los 128 senadores a la sesión de hoy les faltarían 11 votos para su aprobación.

¿Quiénes dentro de la oposición votarán con Morena y sus aliados?

Decía líneas arriba que AMLO ha decidido irse por el camino de la extorsión en lugar de utilizar el de la negociación. En lugar de llegar con los legisladores con datos y mostrar avances de la Guardia Nacional, acompañado de sus retos por delante y así justificar que es necesario darle más tiempo a la capacitación de civiles antes de retirar a las fuerzas armadas de estos trabajos de seguridad pública, el presidente ha optado por una estrategia de amenaza. No le ha dado oportunidad a los legisladores de votar la iniciativa por sus aciertos o errores. Ha convertido el debate en una definición de bandos: o con el presidente o en su contra, cuando la disyuntiva debería de ser ¿cómo mejorar la seguridad pública en México? ¿Se puede lograr si se le da más tiempo al ejército en las calles?

Pero esas preguntas no parecen estar en el centro de la discusión. Vemos más bien a legisladores que todo indica están siendo condicionados a que no serán perseguidos jurídicamente a cambio de votos en favor de sus iniciativas. O amenazados de que si votan en contra de los deseos del presidente, las carpetas de investigación están listas para ser aperturadas.

Hoy será el momento en que los senadores de oposición tengan que definirse. ¿Qué tan fuertes son las amenazas que Palacio Nacional ejerce sobre cada uno de ellos? ¿Cuántos doblarán ante estas presiones? Sin saberlo, el presidente López Obrador está obligando a la oposición a definirse. Y a partir de esta definición podremos ver de qué está realmente hecha la oposición y conocer si tienen figuras, argumentos y agallas para la batalla más importante que seguirá, la de la contienda hacia el 2024.

Desgraciadamente la seguridad pública es lo último que está en la mesa en la votación de hoy.

Columna completa en El Universal

La votación de la Ley de la Industria Eléctrica con la que buscaba el presidente López Obrador darle preponderancia a la CFE en el orden de despacho para la producción de energía, sin importar si al hacerlo se utilizaba combustóleo, que es la forma más sucia y cara, no obtuvo los votos suficientes para implementar el cambio constitucional.

La oposición sorprendió al presentarse en la Cámara de Diputados en domingo de Pascua y al votar toda en contra de la iniciativa presidencial. Sorprendió porque se intuía que desde Palacio Nacional se mandaban mensajes de chantaje a la oposición: si votaban como quería el gobierno, en favor de modificar la LIE, no les sacarían sus trapitos al sol; de lo contrario…

Y la oposición resistió. Inmediatamente después comenzó la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, con sus “Martes de Jaguar” a dar a conocer audios de su antecesor en el estado y ahora presidente del PRI, Alejandro Moreno, en los que se le escucha que además de tener un buen dominio del francés (por la cantidad de groserías dichas en un solo enunciado), tuvo manga ancha para cuando menos hacer dos que tres actos de corrupción.

Martes tras martes Alito resistió. Pero ayer hubo un cambio de señales. La diputada priísta, Yolanda de la Torre, presentó una iniciativa que va en el mismo sentido de la presidencial para fortalecer y ampliar la militarización de la seguridad pública en el país. Además, casualmente, la gobernadora Sansores decidió que ya no va a dar a conocer más audios de Alito. Que se acabó ese contenido en sus Martes de Jaguar.

Como en política es difícil creer en las coincidencias, esto no puede tener otra lectura más que un acuerdo entre Moreno y Palacio Nacional para sacar adelante la iniciativa que el presidente López Obrador envió al Congreso como preferente y que ayer lo llevó a admitir lo que todos sabíamos: que si en campaña AMLO prometió la desmilitarización de la seguridad pública, ahora quiere darle todo el poder al Ejército. López Obrador cambió de opinión. Así lo admitió en su Mañanera de ayer.

La reacción del PAN no tardó en llegar. Su dirigente, Marko Cortes, dijo que o retira el PRI esta iniciativa o la alianza Va por México llega a su fin. Así, la alianza opositora se tambalea.

¿Significa esto que Morena va a ganar sí o sí en el 2024? No lo sabemos. En todas las encuestas publicadas rumbo al 4º Informe de Gobierno queda una cosa clara y una muy incierta. La primera es que el PRI es el partido más desprestigiado. En la de Eknoll que se publicó en estas páginas, un 47 por ciento dijo que NUNCA votarían por el PRI. ¿Le conviene a la alianza opositora ir junto a un partido tan mal parado ante los ciudadanos? Le hice esta pregunta en mi podcast Broojula a Enrique de la Madrid y él opina que la alianza debe de ir toda unida para tener oportunidad. Que para quienes no les guste el PRI voten tachando en la boleta a otro de los partidos de la oposición.

Pero aquí entra la incertidumbre. Por alguna razón no hay, o no he visto, ninguna encuesta que pregunte sobre segundas opciones a los votantes. Hay quien asume que si el PRI va solo, lejos de dividir el voto de la oposición va a dividir el de Morena ya que son los partidos más similares entre sí. Para un Morenista que no esté contento con quien vaya de candidato por ese partido, ¿tendría como 2ª opción al PRI? No lo sabemos. Los encuestadores no lo han preguntado.

Sería interesante que lo hicieran para tener mayor claridad sobre lo que significa que la alianza opositora se tambalee, como lo estamos viendo en estos momentos. ¿Quién gana y quién pierde si PAN y PRD no van con el PRI en las próximas elecciones?

Columna completa en El Universal

El presidente López Obrador llega a su Cuarto Informe de gobierno con una popularidad alta, en especial si consideramos los malos resultados de su gobierno. En la encuesta de Demotecnia rumbo al informe, el 67 por ciento de los consultados aprueban al presidente y el 26 por ciento lo desaprueban. Esto a pesar de que el 57 por ciento piensa que la situación de inseguridad está mal y ha venido empeorando mucho y que la mitad de los encuestados considera que la economía se ha deteriorado mucho.

En la encuesta de Demotecnia, en lo que mejor sale calificado el presidente es en el programa de ayuda a adultos mayores con 25 por ciento de los encuestados que responden así. La siguiente respuesta con mayor porcentaje, con el 11, es que NADA de lo que ha hecho el presidente está bien. En casi todas las demás acciones de gobierno tiene 1 por ciento de aprobación: hacer cumplir las leyes; el Tren Maya; el AIFA; gobierno austero; cumplir lo que promete; las reformas que ha implementado.

En la encuesta de Enkoll, el 42 por ciento de los consultados votaría hoy por el o la candidata de Morena a la presidencia para el 2024. En un lejano segundo lugar, está el PAN con el 16 por ciento de las preferencias.

¿Cómo explicar que López Obrador mantenga popularidad y confianza con tan malos resultados? ¿Cómo entender que Morena siga al frente de las preferencias con tantas fallas del gobierno?

Algunos dicen que esto se debe a que es un genio de la comunicación. En mi opinión, más que genio de la comunicación, el presidente habla el idioma del momento. Utiliza el lenguaje de los populistas que exacerban y aprovechan las divisiones y la polarización de la sociedad y generan un círculo virtuoso para su propósito, que es distinto al de los ciudadanos y al del país. Su propósito es acaparar más y más poder.

¿Qué es lo que escuchamos al presidente decir en sus spots rumbo al 4º Informe? En todos recuerda el pasado inmediato como la etapa más negra de México. Busca mantener vigente el pasado neoliberal, con el cual se compara en cada uno de sus spots. Así sea para hablar de que él construye el Tren Maya mientras los del pasado olvidaron la importancia de los trenes.

Exagera o inventa que el AIFA es el mejor aeropuerto de la región Latinoamericana aun cuando de marzo a la fecha no pasa de tener más del 1 por ciento de los pasajeros del país. Habla de un sistema de salud que va a funcionar, aun cuando en los cuatro años que lleva al frente del país no ha hecho más que destruirlo. En materia educativa la catástrofe ya no es silenciosa, como alguna vez la describiera Gilberto Guevara Niebla. Ahora retumba el ruido de la deserción escolar de 3 millones de alumnos de educación básica; de la improvisación en el Plan de Estudios cargado de ideología y el rezago de dos años escolares que el Banco Mundial encuentra hay en México tras la pandemia.

Pero el presidente presume que ni él ni Morena son iguales a los del pasado ¿Por qué? Porque él lo dice y sus simpatizantes le creen. Mientras el presidente se compare con el pasado logra revivir el enojo con la corrupción del PRI y del PAN y así se sale con la suya de no tener que rendir cuentas por su mal desempeño en el presente.

Estos primero cuatro años le han alcanzado al presidente para fallarle a México y aun así mantener su popularidad. Ha sido así porque habla el idioma del momento: el de la división y la polarización.

Columna completa en El Universal

Cuando el gobierno decidió acabar con los fideicomisos como un acto para combatir la corrupción para hacer llegar los recursos de éstos de manera directa a sus beneficiarios, terminó con FIDECINE y FOPROCINE.

El compromiso que hizo la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, a la comunidad cinematográfica en su comparecencia ante la Cámara de Diputados en noviembre del 2020 fue que el dinero que había de Fidecine y Foprocine para producciones que ya estaban autorizados se cumplirían al 100 por ciento. Frausto dijo que sería el Instituto Mexicano de Cinematografía, el IMCINE, el que haría llegar los apoyos de forma directa a las producciones cinematográficas. Para ello se creó el Programa de Fomento al Cine Mexicano, el FOCINE.

Pues el famoso FOCINE se parece a varias de las creaciones del actual gobierno: prometen que van a ayudar a hacer las cosas mejores; que como van a combatir la corrupción, el dinero llegará sin que los intermediarios se lleven sus moches y que todo será mejor con la 4T. El resultado es algo parecido al que hemos visto con la desaparición del Seguro Popular y el fallido Banco del Bienestar. Desaparecen un programa al cual seguramente le podrían haber hecho mejoras, pero prefieren matarlo de tajo, para inventar uno nuevo que simplemente fracasa.

En el caso de la desaparición de Fidecine y Foprocine, hay a la fecha más de cincuenta producciones paradas porque los recursos no les llegan. María Novoa, la directora de IMCINE, arrancó explicando que el dinero no llegaba porque al haberse amparado algunos cineastas en contra de la desaparición de los fideicomisos, se congelaron los recursos. Ósea, culpó a los productores.

Sin embargo, esto es falso. El dinero de ambos fideicomisos, alrededor de 300 millones de pesos, lo tiene Hacienda y es la fecha en que siguen sin entregarlo.

Es importante destacar que los recursos de Fidecine se lograban a través de las utilidades de las películas. Por ejemplo, Fidecine dio parte del dinero para producir No se aceptan devoluciones, la muy exitosa película de Eugenio Derbez. El porcentaje que Fidecine dio a esa producción lo recibió de regreso el fideicomiso cuando la película rompió récord de taquilla. Mismo porcentaje pero de las utilidades, no misma cantidad de dinero. Pues ese dinero es el que se quedó el gobierno al desaparecer el fideicomiso.

Ante la falta de atención tanto de Novoa como de Frausto, los cineastas decidieron hacer pública una carta que le enviaron a la titular de Cultura desde hace meses. La comunidad que tanto apoyó a López Obrador en sus 3 campañas presidenciales, incluyendo la que ganó en 2018, ahora se siente ignorada y engañada.

Además de que el gobierno está desaprovechando el poder suave que el cine mexicano ha logrado construir durante décadas, estamos ante otro caso más en el que la 4T promete una transformación que acaba en destrucción. Es otro capítulo de la fallida transformación de México.

Apostilla: La pregunta obligada tras el cambio en la SEP es ¿qué le dejó Delfina Gómez a los niños, a los alumnos, de México en su paso por la secretaría?

Columna completa en EL UNIVERSAL

Cuando se firmó el TMEC hace dos años (que se cumplen el viernes) México era la economía 14 del mundo. Ahora somos la economía 16 y según el FMI al final del año próximo estaremos en el lugar 17.

En el mismo lapso de tiempo Estados Unidos sigue siendo la economía número uno del mundo y Canadá la número nueve. Los tres países hemos pasado por la pandemia; la escasez de suministros y la actual guerra en Ucrania pero somos el único de los tres que ha caído en tamaño de economía. Nuestro crecimiento ha sido mediocre a pesar de que pertenecemos a un tratado valiosísimo.

Este club de tres países representa una tercera parte del PIB del mundo; 12 por ciento del comercio global. Es un mercado de 1.2 billones de dólares al año; 2 millones de dólares por minuto.

La certeza que ofrece el TMEC permite que sigamos teniendo Inversión Extranjera Directa. Sin embargo hemos dejado de ser un imán de esta IED. Hemos salido del ranking de entre los 25 países más atractivos para invertir, de acuerdo a la consultora Kearny, con todo y que somos el único país en vías de desarrollo que compartimos más de 3 mil kilómetros de frontera con una economía desarrollada.

En lugar de aprovechar el “near” y “friedshoring” en medio de la reconfiguración global por la guerra en Ucrania y la comercial entre EUA y China, el gobierno mexicano ha optado por alejarse de nuestros socios y abrazar a los dictadores y autócratas del mundo.

A la pregunta de qué balance le dan a estos dos primeros años del TMEC, varios de los principales negociadores me respondieron que es positivo que cumpla este tiempo pero preocupa que México los ha desperdiciado.

El TMEC es un tratado todo terreno, en el sentido de todo lo que ha logrado sortear y a la vez sigue funcionando, me dijo la periodista experta en temas económicos, Barbara Anderson. El mayor riesgo que tenemos ahora es olvidar lo cerca que estuvimos de que las cosas salieran mal cuando Trump amenazó con cancelar al antecesor del TMEC, el TLCAN, y dejarnos sin nada, me comentó Juan Carlos Baker, Subsecretario de Economía el sexenio pasado. Es necesario que lo recordemos y pongamos la atención necesaria para cuidar el TMEC, sobre todo cuando es clarísimo que la amenaza del regreso de Trump o de un trumpista está más que latente.

En este momento el TMEC no es un tema de batalla política en ninguno de los tres países y eso es positivo, de acuerdo con Luis de la Calle, colega de estas páginas que ha participado en las negociaciones de los múltiples acuerdos comerciales que ha firmado México.

Preocupa la serie de incumplimientos de los 3 países: México en materia energética; Estados Unidos en el sector automotriz en donde se brincan las reglas de origen y viola el acuerdo con los subsidios a los vehículos eléctricos; y Canadá viola las reglas en el mercado de lácteos. Esto ocurre con cero o nulas consecuencias para los tres países. Y es que ¿cómo podría México reclamarle a EUA el discurso contrario al TMEC de Buy American cuando violamos de forma flagrante lo acordado; ratificado y firmado hace dos años en materia energética, agrícola y laboral, principalmente.

Ahora somos insulares por el discurso nacionalista del presidente López Obrador y esto complica que, por ejemplo, podamos reclamarle a Biden que el Buy American tiene que convertirse en Buy North American o que esté utilizando el tratado como una herramienta proteccionista con la excusa de que México está violando disposiciones laborales.

Otro de los integrantes del equipo negociador mexicano, Ken Smith Ramos, me comenta que deberíamos estar trabajando con nuestros socios comerciales en el desarrollo de mecanismos para fortalecer y profundizar el Tratado en temas torales como el cambio climático, las cadenas de valor, la entrada temporal de profesionistas, entre otros.

Dos años del TMEC y es una tristeza que algo que ameritaba solo buenas noticias en un momento complejísimo para la economía global, México ha decidido desperdiciarlo y le ha dado la espalda a su principal socio comercial y ha prácticamente ignorado al otro integrante del TMEC, a Canadá.

Todo esto cuando el acuerdo ha sido la pieza más valiosa para mantener a flote la economía mexicana, me dijo el ex Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.

Columna completa El Universal

Quedan 31 meses al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Las tensiones están en un punto preocupante y México, sin duda, atraviesa por un muy mal momento. No hay un gobierno que se ocupe por resolver los enormes problemas del país y más bien vemos una lucha de fuerzas entre el presidente y los periodistas como si eso fuera a traer seguridad, crecimiento económico, medicinas y empleo para los mexicanos.

¿De qué sirve conocer el salario de Carlos Loret de Mola y otros periodistas para que México se transforme, como prometió en campaña el presidente López Obrador?

Se habla de una polarización pero más bien hay distintos bandos, diversas tribus, todas en un monólogo, incapaces de escucharse entre sí. Para muestra es fácil saber que esta columna la estarán leyendo muy probablemente los desencantados y los enojados con el gobierno y con Andrés Manuel López Obrador.

Esa sería una primera tribu: los enojados y los desencantados. Ahí pueden estar los que abiertamente quieren discutir y debatir y exponer las mentiras y las incongruencias del presidente. Entre los enojados y los desencantados hay de todo. Periodistas; clases medias; padres de niños con cáncer; filántropos; feministas; víctimas del mal manejo de la pandemia y un largo etcétera. Son los agraviados por un presidente que utiliza todo su poder para defender a su familia pero siente que las familias mexicanas que son afectadas por sus decisiones no tienen el mismo derecho a buscar defenderse.

La otra tribu son los que saben que hay que aguantar estos 31 meses. Para ello entierran la cabeza como avestruz, ponen en pausa proyectos, a la espera de la conclusión del sexenio. Así hay empresarios e industrias, tanto nacionales como internacionales que han decidido que de México no quieren saber nada hasta el 2024 que concluya el sexenio de López Obrador. No se van a pelear con el gobierno; no quieren cuentas congeladas por la UIF; no quieren una investigación de Gertz Manero; no quieren una mención en la mañanera. Mejor hacen lo necesario para mantenerse a flote sin sacar mucho la cabeza del agua.

Una tercera tribu es la de los ‘queda bien’ con el presidente. Saben que el gobierno ha fracasado pero quieren no solo mantenerse a flote, como los que han picado el botón de pausa, sino ganar en la medida de lo posible dándole a López Obrador por su lado. Un claro ejemplo es el de las aerolíneas mexicanas. Viva Aerobus, Volaris y Aeromexico saben que operar en el AIFA no es rentable, pero para quedar bien con el presidente anuncian dos vuelos nacionales con la esperanza de que esto tape el fracaso de inaugurar un aeropuerto que debe bajar la saturación del de la Ciudad de México…desde el Estado de México en los límites con Hidalgo…y que a menos de un mes de entrar en operación todavía no recibe las certificaciones internacionales necesarias.

Y por último está la tribu de los pro AMLO. Ya sea los que sienten que el presidente va a lograr transformar a México en el tiempo que le queda, y que si ha tardado es por el desastre que dejaron los del pasado, o los que lo apoyan porque creen que se está ‘fregando’ a los ricos y con eso se sienten más que complacidos. Hay también los que tienen un pacto de lealtad con López Obrador que no van a romper por más fracasos que tenga su gobierno.

Entre tribus no hay diálogos, hay insultos. El país se polariza cada vez más y quién enciende esta llama, el pirotécnico por excelencia, se llama Andrés Manuel López Obrador.

Columna completa en El Universal

Guadalupe Correa-Cabrera no llegó al Parlamento Abierto de la Cámara de Diputados para defender la propuesta de reforma energética del presidente López Obrador. Llegó con una presentación que solo tenía nombres de personas a las que descalificó por ser según ella lobistas, cabilderos o representantes/facilitadores de grupos de interés.

Sacó una presentación que no tenía un solo dato para defender las bondades o las virtudes de la propuesta del presidente. Ni un solo dato. Solamente fueron nombres de personas y de empresas que Correa-Cabrera acusa, sin probar, que reciben dinero de grandes empresas como Iberdrola. Señala también a empresarios y a organizaciones como el Consejo Mexicano de Negocios, México Evalúa o el IMCO como culpables de magnificar datos a través de redes sociales y medios de comunicación para desprestigiar la iniciativa presidencial. A algunos grandes empresarios de México los señala, de nuevo sin una sola prueba, de ser prácticamente empleados de think tanks estadounidenses y que por ello atacan la reforma de López Obrador.

Si hubiese sido una sección en la mañanera, la presentación de Guadalupe Correa-Cabrera habría sido un “Quién es quién entre los opositores a la reforma energética”. La invitada por la bancada de Morena al Parlamento en la Cámara de Diputados cumplió con las premisas de las conferencias del presidente: acusó sin presentar una sola prueba; reclamó que todas estas personas están al servicio de la mafia del pasado y punto.

No dijo nada sobre costos de la electricidad; sobre por qué nos conviene a los consumidores que el gobierno mexicano ancle el futuro de la CFE a Pemex; nada sobre cómo la reforma ayudará a México a ser más competitivo. No aclaró ninguna de las grandes preocupaciones que genera la iniciativa presidencial.

Esto no sorprende cuando estamos en el sexenio de los nombres, no de las razones.

Ocurrió lo mismo cuando anuncia el presidente López Obrador que Panamá no iba a dar el beneplácito para que Pedro Salmerón fuese el Embajador de México en ese país. En lugar de demostrar que Salmerón no es el acosador que tantas mujeres señalan, prefirió atacar a la canciller panameña, Érika Mouynez de creerse la Santa Inquisición.

Lejos de aprovechar el rechazo de Panamá para distanciarse de Salmerón, el presidente decidió doblar su apuesta y anunciar que le pedirá a Salmerón que haga una historia para los jóvenes sobre los fraudes electorales en México. Será interesante saber qué escribe sobre la elección de 1988, cuando el hoy Director de la CFE, Manuel Bartlett, anunció la caída del sistema. Ja.

Y ¿qué decir de la defensa a su hijo José Ramón López Beltrán? Lejos de demostrar que no hay conflicto de interés en que él y su esposa, ella sí cabildera de temas energéticos, vivieran en una lujosa casa en Houston propiedad de un alto ejecutivo de Baker Hughes, contratista de Pemex, prefirió acusar a los periodistas que han dado a conocer el caso o que lo han reportado. De forma destacada atacó a Carlos Loret de Mola, Carmen Aristegui y Brozo. No hubo ni explicación ni defensa al estilo de vida acomodado de su hijo.

Este es el sexenio de los nombres, no de las razones. Vaya transformación.

Columna completa en El Universal

Honesta, digna…es un ejemplo. Me siento orgulloso de que sea la Secretaria de Educación del gobierno federal. Así se refirió ayer el presidente López Obrador sobre Delfina Gómez. El espaldarazo presidencial viene después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó por unanimidad una sanción para Morena de 4.5 millones de pesos por la retención de cuotas a funcionarios públicos de Texcoco cuando ella era la alcaldesa.

¿De verdad puede sostenerse el dicho presidencial de que no solapa la corrupción en su gobierno y de que es diferente a los ‘de antes’?

¿Cómo pueden escuchar este espaldarazo los simpatizantes del presidente y seguirle creyendo el cuento de que este gobierno ya no incurre en las prácticas de los Priístas y Panistas?

¿Cómo pueden creer que se está genuinamente luchando contra la corrupción?

Cuando Enrique Peña Nieto dijo “No te preocupes Rosario”, a Rosario Robles quien era su Secretaria de Desarrollo Social y fue señalada por el escándalo de la Estafa Maestra, el enojo ciudadano no se dejó esperar. ¿En dónde está ese enojo hoy que López Obrador dice “No te preocupes Delfina”? ¿Cuál es la diferencia entre esta defensa del presidente López Obrador a su Secretaria de Educación ante el fallo del Tribunal que revisó por cinco años las pruebas presentadas para documentar el diezmo que cobró la entonces alcaldesa de Texcoco con el espaldarazo de Peña Nieto a Rosario?

El presidente sabemos que mide a las personas y las circunstancias con distinta vara, dependiendo la utilidad que representan para él. En el caso de Delfina, el diezmo que obligó voluntariamente a fuerzas a que donaran los trabajadores de Texcoco sirvió en parte para financiar a Morena, que entonces estaba buscando obtener su registro como partido político.

En ese sentido, Gómez fue una soldado leal que permitió que Morena fuera el vehículo para que él, López Obrador, llegara al poder. Fueron aportaciones del pueblo como las que están grabadas recibiendo dos de los hermanos del presidente.

Lo mismo se puede decir de María del Rocío García que, cuando estaba al frente del DIF descontó entre el 2 y el 4 por ciento de su salario a los trabajadores de esa institución. Y ¿qué ha pasado al conocerse este desfalco? Hoy García ha sido promovida como Subsecretaria de Bienestar.

Sorprende que se desestime hoy y hasta se justifique lo que en el pasado no solo se reprobaba sino enfurecía a miles de simpatizantes del actual presidente.

La cantaleta de que las cosas son distintas no se sostiene cuando ha pasado ya más de la mitad del sexenio y la justicia solamente se ha utilizado para atacar a enemigos y saldar añejas venganzas, mientras los corruptos del presente están felices de la vida, porque son cercanos al presidente.

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  1. ¿Qué va a hacer Ricardo Monreal?

Andrés Manuel López Obrador adelantó su sucesión demasiado. No quiso esperar porque su preferida para sucederlo en la presidencia, Claudia Sheinbaum, necesita tiempo para poder posicionarse ante la opinión pública. Ricardo Monreal ha dicho, ante esta sucesión adelantada, que él quiere ser el candidato de Morena. Esto, que ha sido una traición a los ojos de López Obrador, es lo que Monreal considera que merece después de tantos años de trabajo para AMLO. Fue su coordinador en la campaña del 2012 y en 2018 aceptó que le quitaran la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la CDMX y se la diera AMLO a Sheinbaum. Ahora, que AMLO se la quiere volver a dar a Sheinbaum, pero para la presidencia, la gran interrogante es si Monreal vuelve a aceptar hacerse a un lado, quizás a cambio de la candidatura por la CDMX, o se sale de Morena y busca ser el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano.

Actualmente Monreal tiene el poder de la dirigencia del Senado. Falta ver qué tan leales le son los legisladores de Morena en la Cámara Alta o si, al oler a un interlocutor que ya no tiene el oído del presidente, hasta el poder que tiene en el Senado se le esfuma.

  1. ¿Qué va a hacer Marcelo Ebrard?

El hoy canciller cedió la candidatura presidencial del PRD en el 2012 a Andrés Manuel López Obrador con un cálculo de que en la siguiente ronda López Obrador le daría a él la candidatura. Como sabemos, en 2012 AMLO perdió. Fundó Morena. Ganó en 2018. Y ahora, en lugar de apoyar a Ebrard, lo denuesta. La más reciente demostración de que Marcelo no es ni siquiera el Plan B de López Obrador ocurrió esta semana cuando revirtió públicamente la decisión de Ebrard de no enviar representante a la toma de protesta del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

La pregunta durante la conferencia mañanera en la que López Obrador revirtió públicamente la decisión de Ebrard fue fuego amigo para que el presidente pudiera dejar en claro quién manda aquí…y quién no. Antes de esto, el presidente le retiró a Ebrard la encomienda de comprar las vacunas contra el COVID19 que venía haciendo bastante bien desde finales del año pasado. Le cambió la jugada al canciller y también declarado aspirante a la presidencia en el 2024 y decidió que a partir de ahora ese trabajó será de la Secretaría de Salud.

Como Ebrard no pinta ni para ser Plan B y tampoco le puede ofrecer la candidatura a la Jefatura de Gobierno, que ya encabezó, la gran interrogante de este año será si Ebrard deja de lado su aspiración presidencial o si se va con la oposición. Pero ahí viene la siguiente pregunta.

  1. ¿Logrará la oposición una sola candidatura?

El PRI es una manzana envenenada. Al PAN no le alcanza sólo y al PRD menos aún. Por eso está la apuesta de que definan una candidatura común en donde idealmente pudieran convencer a Movimiento Ciudadano de ir con ellos también. La situación se ve muy complicada porque los liderazgos del PRI y PAN parecen no entender lo débil que están y lo mal vistos que son sus partidos por la ciudadanía. Se arrebatan rebanadas muy pequeñas de poder. Aún así, en estos momentos hay trabajo dentro y fuera de los partidos para intentar esta candidatura única. Pero…

  1. ¿Quién es viable para esa candidatura?

Este es el gran problema. Actualmente no hay una sola figura que pueda hacerle contrapeso al presidente López Obrador. Cuando en estos momentos una respuesta a esta pregunta depende de la decisión que tome Monreal, pero sobretodo Marcelo Ebrard, nos damos cuenta de la enorme debilidad de nuestra clase política.

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Benditas remesas. Así presume el presidente López Obrador la enorme cantidad de dinero que los paisanos envían a México. Este año vamos a recibir más de 50 mil millones de dólares y las estimaciones para 2022 son que llegarán a 56 mil 700 millones. Estamos hablando de cantidades enormes, pero ¿es algo que el presidente deba presumir? Por supuesto que no.

El presidente Andrés Manuel López Obrador no entiende que presumir las cantidades históricas de remesas que recibe México es una muestra del enorme fracaso que somos como país para generar oportunidades para los mexicanos.

Con tanto mexicano que se va a Estados Unidos, lo que tenemos es una fuga de talentos que regresan al país migajas a cambio de lo que significa su salida de México. Para muestra, un ejemplo.

Jorge estudió primaria, secundaria y preparatoria en México. Después hizo la carrera de medicina en la UNAM. Hoy está haciendo su residencia en Miami, Florida. ¿Por qué? Porque si la hace en México, le pagan 6 mil pesos al mes. En Florida le pagan 10 mil dólares al mes. A partir de esta residencia, Jorge espera hacer su especialidad en oftalmología y ser un gran médico dedicado al cuidado de los ojos en Estados Unidos. Jorge quiere ganar en dólares porque sabe que si se queda en México será difícil tener un sueldo digno.

Así, toda la inversión en Jorge para que estudiara en México la van a capitalizar en Estados Unidos. Si al mes Jorge envía algo de dinero a sus papás en México, la cantidad palidece frente a la inversión que ya se hizo en él en nuestro país. Lejos de presumir que los paisanos mandan mucho dinero a México habría que preocuparse por nuestra enorme fuga de talentos. Actualmente lo que estamos haciendo es subsidiar a Estados Unidos a través de estos mexicanos.

Para acabarla de amolar, si de menos existieran planes para el aprovechamiento o para incentivar inversiones con esas remesas, algo podría capitalizar México con ese dineral. Sin embargo, los datos muestran que las remesas no están volviendo más dinámica la inversión en México y en cambio se destinan a consumo de bienes muy básicos.

En este año el aumento de las remesas se comenzó a notar desde mayo, cuando entraron 4 mil 526 millones de dólares. En julio fueron 4 mil 545 mdd; en agosto 4 mil 749 mdd y en octubre 4 mil 819 mdd. Sin embargo, si revisamos el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de esos mismos meses e incluso al cierre del año, no se ve mayor dinamismo. Por el contrario, se registró una desaceleración.

Esto es así incluso si se observan las zonas del país que más reciben remesas, como Michoacán. Ahí no hay registro de que con las remesas se destinen a proyectos de infraestructura o en inversión en proyectos de emprendimiento o nuevos negocios. Si el presidente López Obrador quiere estar presumiendo, mejor que genere las condiciones para que se den este tipo de inversiones que acabarían impulsando la economía del país. Ahí sí, que se ponga a presumir todo lo que quiera.

Pero en las remesas ocurre lo que en tantos otros rubros en México ahora: hay una enorme oportunidad que se está desperdiciando.

Apostilla: En estos días en mi podcast Broojula podrán escuchar episodios dedicados exclusivamente a explicar y entender la reforma energética que impulsa el presidente López Obrador. Son entrevistas con expertos en la materia con el ánimo de despolitizar un tema tan complejo. Los pueden escuchar todos los días en www.eluniversal.com.mx o consultar todos los episodios en https://spoti.fi/315xjLC

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Hoy que se cumplen tres años de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador y que por ello está invitando a una celebración en el Zócalo la pregunta es ¿qué hay que celebrar? La aprobación presidencial, sin duda, es motivo de festejo para el presidente. Consulta Mitofsky muestra que hoy AMLO es igual de popular que hace tres años, cuando asumió el poder. Está en 65 por ciento de aprobación. A estas alturas del sexenio solo Carlos Salinas de Gortari era más popular. Tenía 77 por ciento de aprobación.

Lo sorprendente de este dato es que sucede cuando en prácticamente cualquier frente la situación es de deterioro para México y los mexicanos.

Si vemos la inflación, estamos en el punto más alto de los últimos 20 años; el más alto de este siglo, en un 7%. El Presidente dice que no nos debemos de preocupar que tenemos una inflación menor que la de Brasil. En Brasil hace poco tiempo tenían la misma inflación que tenemos actualmente en México. Confiarnos en que estamos mejor porque otros están peor, me parece que es un flaco consuelo.

Si vemos la inseguridad, los homicidios no paran. Estamos con 104,200 homicidios en lo que va de este sexenio. En todo el sexenio de Enrique Peña Nieto se cometieron 62,145 homicidios. Esto a pesar de que el presidente López Obrador prometió que acabaría con la militarización del país y lejos de acabar con ella, la ha exacerbado.

En materia de pobreza, entendiendo que hemos pasado por una pandemia, pero que también hemos dejado de aprovechar muchas oportunidades que la crisis ha presentado para México, actualmente tenemos casi 9 millones de nuevos pobres. Con todo y la promesa de que las ayudas sociales acabarían con la pobreza.

Siguiendo con la economía, la deuda pública ha crecido en 2.1 billones de pesos; está actualmente en 13.3 billones de pesos, esto representa el 51.3% del PIB. ¿No que no nos íbamos a endeudar? El tipo de cambio lo recibió el presidente López Obrador elevado, en 20 pesos con 17 centavos. Y  sin embargo, actualmente está peor, en MXN$ 21.60. Las gasolinas que a la fecha promete el Presidente que no van a subir de precio, no han hecho más que costar más. Han subido un 17% sólo en el último año. A finales del 2020 las gasolinas estaban en MXN$ 17.80. Actualmente el precio promedio, es de MXN$ 20.79. ¿Y qué decir de la luz? La luz también ha subido. La tarifa de alto consumo, DAC, al arranque del sexenio estaba en MXN$ 4.95 el kw/hr y actualmente está en MXN$ 6.29 el kw/hr. La tarifa de consumo básico también se ha incrementado. Al arranque del sexenio, estaba en 79 centavos el kw/hr y actualmente está en 85 centavos el kw/hr.

El manejo de la pandemia ha sido tan lamentable que en América Latina somos el país que más muertes por millón de habitantes presenta. De acuerdo con datos de la John Hopkins, en México, tenemos 99.7 muertes por millón de habitantes, mientras que Brasil, que es el país que más muertes por millón de habitantes presenta, tiene 61 muertes por millón de habitantes. Con esos datos no nos podemos confiar de la palabra del presidente López Obrador que pide que no nos preocupemos por la nueva variante omicron y que mejor vayamos hoy al Zócalo a escuchar mariachi y a bailar rumba.

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Una mañanera sí y la otra también el presidente López Obrador ataca los contratos que la iniciativa privada obtuvo en el sexenio de Enrique Peña Nieto en el sector energético. Contratos que ha descrito como leoninos; como un abuso que daña la soberanía de México al otorgar a empresas privadas, en especial internacionales, los recursos que López Obrador considera deben manejar Pemex y/o la CFE.

Por eso llama la atención que en el caso de Grupo Simsa no se le escuche al presidente queja alguna de los abusos de esta empresa propiedad de Nessim Issa Tafich. Por el contrario, el monopolio en la distribución y transporte de gas natural que tiene una de sus subsidiarias, Gas Natural del Noroeste, en el estado de Veracruz, se mantiene extrañamente firme.

Tan firme que desde el sexenio de Enrique Peña Nieto y hasta la fecha han obtenido más de 40 contratos exclusivos para la distribución de gas en donde ellos deciden a quién le venden; cuánto y cómo cobran. El caso más llamativo es la concesión que se les dio del gasoducto Zapoapita-Mendoza que apenas mide 35 kilómetros pero es sumamente importante porque es el que conecta el norte con el sur de México.

Y aquí es cuando entra en acción la selectividad de los contratos en el gobierno. La empresa Alten (Destiladora del Valle) presentó una denuncia en contra de Gas Natural del Noroeste (GNN) porque de un día al otro, en 2019, Pemex le cambió la jugada a pesar de tener un contrato vigente para que le suministrara gas natural. Petróleos Mexicanos les anunció que su nuevo proveedor sería GNN. Hasta ahí no habría problema, salvo por la mordida de entrada que pidió este nuevo proveedor a Alten: 17 millones de pesos, como se puede ver en la carpeta 3645-2019.

Como Alten no quiso pagar esta cantidad y presentó una denuncia contenida en la carpeta arriba mencionada, GNN amenazó y acusó a la empresa de robar gas de sus ductos, de gaschicol. A pesar de no presentar una sola prueba, la Fiscalía General de la República cateó una planta de Alten y detuvo sus trabajos durante cuatro meses. Todo esto con el apoyo de la gerente de Gas Natural y Etano de Pemex, Beda Carreto Santiesteban, contra quien ya hay una carpeta de investigación también, la 2664-2021, por abuso en sus funciones.

Al no encontrar pruebas que acreditaran el robo de gas por parte de Alten, la planta ya fue reabierta pero los daños causados por los privilegios de GNN son varios. Alten no es la única empresa afectada en la zona de Orizaba. En total ya se han perdido más de 700 empleos en esa región por recortes que han tenido que hacer entre cierre de plantas y aumento a las tarifas de gas de forma unilateral y sin explicación por parte de GNN.

Lo peor es que algunas empresas han tenido que encontrar otras fuentes de energía para no frenar su producción, entre ellas combustóleo y metano que, además de ser más caras, son mucho más contaminantes.

Esta concesión del ducto Zapoapita-Mendoza que se le otorgó a GNN permite a la empresa trabajar sin ninguna regulación. Evidentemente aquí no se puede hablar de que a través de esta acción apoyada por el gobierno estatal y federal se esté logrando un fortalecimiento ni de Pemex ni de Gas Bienestar, como constantemente dice el presidente que actúa su gobierno. Por ello la gran pregunta es ¿por qué tiene tanto poder esta empresa, Gas Natural de Noroeste, filial de Grupo Simsa? Y ¿por qué tiene tanto poder Beda Carreto Santiesteban, una gerente en Pemex?

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Hace menos de un mes fue un escándalo que el líder de la bancada del PAN en el senado, acompañado de otros de sus colegas se reunieran con Santiago Abascal, el líder de VOX, el partido de ultraderecha de España. El crítico número uno de ese encuentro fue el presidente Andrés Manuel López Obrador quien, ni tarde ni perezoso, fijó su postura desde la tribuna de la mañanera para decir que “vinieron unos extremistas de España, el Vox que se unieron con el PAN porque son lo mismo, nada más que simulaban, los del PAN, de que eran demócratas y no, son conservadores y ultraconservadores casi fascistas”.

Agregó López Obrador que “Hubo un besamanos, una vergüenza, llegaron todos los senadores (del PAN), creo que 16, al besamanos”.

Muy mal esa reunión de Panistas. Ni duda cabe que no han entendido nada sobre en donde está la batalla electoral para ganar votos y pensar que puedan regresar algún día al poder. Está en el centro, no en los extremos.

Sin embargo, tomando en cuenta que ésta es la visión del presidente López Obrador, que enaltece la máxima de “dime con quien andas y te diré quien eres” ¿qué podemos decir de su apapacho al dictador de Cuba, Miguel Diaz-Canel; al de Venezuela, Nicolás Maduro; al canciller de Nicaragua que venía en representación de Daniel Ortega?

Para ambos países pidió misericordia. Para Cuba, el fin del embargo estadounidense; para Venezuela, el retiro de las sanciones económicas. ¿Es entonces esto un fuera máscaras de Andrés Manuel López Obrador? ¿Cabe la posibilidad de parafrasearlo y decir: López Obrador es lo mismo que Diaz-Canel, Maduro y Ortega, nada más que simula que es un demócrata y no, es un dictador y un violador de los derechos humanos y la libertad de expresión?

Si nos apegamos a cómo se refirió López Obrador al encuentro de algunos panistas con VOX, la respuesta es si. Para un hombre que siempre ha dicho que las relaciones exteriores e internacionales no le interesan, lo que vimos desde el 16 de septiembre cuando le dio a Diaz-Canel el trato que ningún otro Jefe de Estado del extranjero había tenido antes, salvo el que tuvo el francés Charles De Gaulle en 1964, y continuó a lo largo de la cumbre de la CELAC muestra que a López Obrador sí le interesan los temas internacionales y nos dejan verlo de cuerpo entero con quién se entiende y con quién no.

La alternativa es que todo esto fue una estrategia del presidente de México para distraer del desastroso manejo de la crisis migratoria. Fue increíble que en la CELAC se hablará de todo, hasta de una Agencia Espacial de la región, sin que se mencionara el tema migratorio.

Bueno, hasta propuso el presidente que la CELAC conforme una especie de Comunidad Europea en América Latina. ¡Vaya idea viniendo de alguien que constantemente habla de defender la soberanía mexicana! La Comunidad Europea es precisamente la cesión de soberanía económica, laboral y de fronteras.

Apostilla: López Obrador le envió una carta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para decirle cómo resolver la crisis migrante que aqueja tanto a su país como a México. Le pidió que aporten los fondos para replicar Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en los países de Centroamérica. Me imagino que cuando leyó la carta Biden ha de haber dicho “Caray, ¡¿Cómo no se nos había ocurrido esto antes?!…el presidente López Obrador es un genio.” Aunque unos minutos después habría calculado lo que todos sus antecesores. Que dar dinero a los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador sólo enriquece a la clase política de esos países sin lograr cambios favorables para sus ciudadanos. Además, ¿Cómo podría La Casa Blanca justificar, por ejemplo, darle recursos a un Bukele que se auto describe como el dictador más cool del mundo mundial en su perfil de twitter?

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