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JUBILEO

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El príncipe Enrique y su esposa Meghan se sumaron este viernes a otros miembros de la familia real en una misa en honor a los 70 años de la reina Isabel II en el trono, realizando su primera aparición pública en Gran Bretaña desde que renunciaron a sus deberes reales hace dos años.

La monarca se ausentó de la misa en la Catedral de San Pablo en Londres, realizada en el segundo día de festividades para celebrar su Jubileo de Platino.

Isabel II de 96 años ha tenido problemas de movilidad en meses recientes y experimentó “cierta molestia”, después de sonreír y saludar a multitudes de simpatizantes desde el balcón del Palacio de Buckingham el jueves por la tarde.

Los entusiastas de la realeza rápidamente cambiaron su atención hacia Enrique y Meghan, quienes iban de la mano al caminar por el largo pasillo de la catedral acompañados por un oficial militar en una túnica escarlata. Otros invitados voltearon para ver a la pareja tomar sus lugares en la segunda fila, subrayando sus papeles menos destacados como miembros de la familia real fuera de servicio.

El príncipe Carlos, quien representó a la reina, y su esposa, la duquesa de Cornualles, tenían sillas especiales en la primera fila al otro lado del pasillo central. El príncipe Guillermo y su esposa, la duquesa de Cambridge, estaban sentados junto a ellos.

Enrique y Meghan desataron tensiones dentro de la familia real cuando se mudaron a California y firmaron lucrativos contratos con medios de comunicación. La desavenencia se acentuó después de que ellos afirmaron que hubo racismo y acoso dentro de la familia real. Pero volaron a Gran Bretaña para las celebraciones de jubileo, y llevaron a su hijo Archie y a su hija Lilibet, quien nunca había conocido a su bisabuela, la reina.

La misa de acción de gracias se realizó un día después de que comenzaron las celebraciones con el deslumbrante desfile militar conocido como Trooping the Color, una ceremonia para celebrar el cumpleaños oficial de los soberanos que se realiza desde hace casi 260 años.

La reina Isabel II apareció este jueves en el balcón central del Palacio de Buckingham, donde fue aclamada por una inmensa multitud reunida para dar inicio a las fiestas de su jubileo de platino, por sus 70 años de reinado.

Vestida con abrigo y sombrero azul, la monarca apareció en el balcón sonriente y de pie junto a su primo, el duque de Kent, coronel de la guardia escocesa, mientras 1,500 soldados, con bandas musicales y cientos de caballos, marchaban en el tradicional “Desfile del Estandarte”.

Organizado anualmente desde hace 250 años para conmemorar el cumpleaños oficial del monarca británico, pero cancelado en 2020 y 2021 debido a la pandemia, este año coincidió con el inicio de los cuatro días de festejos por las siete décadas en el trono de Isabel II, coronada con solo 25 años.

“Espero que los próximos días sean una oportunidad para reflexionar sobre todo lo que se ha logrado durante los últimos setenta años, mientras miramos al futuro con confianza y entusiasmo”, afirmó la reina en un mensaje divulgado antes de unas celebraciones que llegan tras varios escándalos en la familia real y diversos problemas de salud.

Cientos de miles de personas se dieron cita en los alrededores del palacio, acordonados con barreras metálicas y vigilados por policías con sus característicos cascos abombados.

Los 70 años de reinado de Isabel II también merecieron felicitaciones de otros lugares del mundo. El papa Francisco envió sus mejores deseos a la reina, deseándole a ella, a su familia y a su pueblo “unidad, prosperidad y paz”.

Hasta hace poco, Isabel II saludaba a las tropas montada a caballo. Pero este año, dados sus crecientes problemas de movilidad, fue remplazada por su heredero, el príncipe Carlos, que a sus 73 años va poco a poco asumiendo funciones en una progresiva transición que suscita dudas, debido a su menor popularidad en un momento en que la monarquía es criticada, especialmente en las excolonias, por el pasado esclavista del imperio británico.

En la céntrica explanada de la Horse Guards Parade, cerca de Downing Street, Carlos inspeccionó las tropas en nombre de la reina, acompañado por su hijo Guillermo, de 39 años, y su hermana Ana, de 71 años. Los tres iban vestidos con uniforme de gala y los dos hombres lucían el tradicional gorro alto de pelo de oso negro de la guardia real.

Otros miembros de la familia real, incluida las esposas de Carlos y Guillermo, Camila y Catalina, de 74 y 40 años respectivamente, llegaron en carruajes para presenciar el pomposo desfile, que recorrió The Mall, ante los ojos de la multitud, hasta llegar al palacio de Buckingham.

El acto terminó con unos 70 aviones de las fuerzas aéreas, incluida la patrulla acrobática Red Arrows, sobrevolando el palacio y una segunda aparición de la reina, flanqueada por los principales miembros de la familia real, incluidos los tres hijos pequeños de Guillermo y Catalina, para saludar a la multitud.

Salvas de cañón resonaron en Londres y todo el Reino Unido en honor a la monarca, que ha batido todos los récords de longevidad de un soberano británico.

Evitando polémicas y tensiones en un evento que busca mejorar la imagen de la monarquía, no apareció en el balcón el príncipe Andrés, de 62 años, tercer hijo de la reina alejado de la vida pública por acusaciones de agresión sexual contra una menor en Estados Unidos.

Tampoco lo hicieron el príncipe Enrique, de 37 años, y su esposa, la ex actriz estadounidense Meghan Markle, que sí viajaron a Londres para participar en otros de los festejos. Recordemos que la pareja provocó un terremoto en la monarquía cuando en 2020 decidió distanciarse e irse a vivir a California, desde donde han criticado a la familia real.

Esta tarde, más de 3,000 señales luminosas se encenderán en todo el Reino Unido, incluido el Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor, a 40 km de Londres, donde vive la monarca que, entre fanfarrias de trompetas, participará en la espectacular ceremonia de encendido.

Las celebraciones se prolongarán hasta el domingo con otro desfile, una misa de acción de gracias, carreras de caballos, un concierto pop y decenas de miles de pícnics y comidas al aire.

La reina Isabel II celebró este fin de semana 70 años de reinado y marcó el momento con el inesperado anuncio de que quiere que Camila, la esposa del príncipe Carlos, sea llamada reina consorte cuando, llegado el momento, su hijo se convierta en rey.

En un mensaje emitido con motivo de su Jubileo de Platino, la soberana renovó su compromiso de servir al pueblo británico; sin embargo, en su mensaje, lo que llamó la atención fue que expresó su “sincero deseo” de que Camilla “sea conocida como Reina Consorte” cuando el Príncipe Carlos, de 73 años, suba al trono.

Hasta ahora, nunca había dicho nada sobre el tema, que ha sido objeto de interminables polémicas durante años. Un portavoz dijo que Carlos y Camilla estaban “conmovidos y honrados por las palabras” de la Reina, que también destacó el “trabajo leal” de la Duquesa de Cornualles.

El carácter histórico del acontecimiento no cambia sin embargo la tradición que no prevé ninguna ceremonia oficial. Habitualmente, la Reina suele pasar ese día en la finca real de Sandringham, al norte de Londres.

Por su lado el primer ministro Boris Johnson rindió este domingo homenaje a la reina Isabel, quien “en siete décadas de reinado ha mostrado un inspirador sentido del deber y una devoción inquebrantable a esta nación”.

El 6 de febrero suele ser un día agridulce para Isabel II porque además de su acceso al trono a los 25 años de edad en 1952, es también la fecha de la muerte de su padre, el rey Jorge VI, al que estaba muy apegada, de un cáncer de pulmón.

Este año es también el primero en que celebrará su aniversario de reinado sin su marido, el príncipe Felipe, que falleció en abril de 2021 a los 99 años.

La monarquía atraviesa un periodo convulso entre las acusaciones de agresión sexual contra su hijo, el príncipe Andrés, y el traslado a Estados Unidos de su nieto Harry con su esposa Meghan.

Antes de viajar hacia Sandringham, la Reina examinó en el Castillo de Windsor los objetos y mensajes que le fueron enviados con motivo de sus anteriores jubileos, según el Palacio de Buckingham. El sábado, dio una recepción en su residencia en Sandringham para los miembros de la comunidad local y grupos de voluntarios.

La monarca goza de una gran popularidad en el país a pesar de que sus apariciones son cada vez más escasas desde que sufrió problemas de salud el pasado otoño. Para conmemorar la ocasión, se acuñaron monedas conmemorativas y se emitieron ocho sellos que la representan en diferentes momentos de su reinado. Su retrato será brevemente proyectado en pantallas gigantes en varias ciudades del país.

Un centenar de salvas de cañón resonaron este lunes en Londres, en honor a la reina Isabel II, en honor a sus 70 años en el trono británico.

Al mediodía la King’s Troop Royal Horse Artillery, unidad militar nombrada por el padre de la soberana, disparó 41 cañonazos en el céntrico Green Park, cerca del Palacio de Buckingham, ante cientos de personas. Una hora más tarde, en la célebre Torre de Londres, donde se guardan las joyas de la corona, se dispararon 62 salvas más.

Las salvas reales suele estar compuestas por 21 disparos, que se elevan a 41 si el disparo se hace desde un parque o residencia real. Pero si una salva se ejecuta desde un monumento en la City londinense, como es el caso de la Torre de Londres, se compone de 62 cañonazos (41 más otros 21 adicionales).

Para celebrar su Jubileo de Platino están previstos cuatro días de festejos, del 2 de junio (día de su coronación en 1953) al 5 de junio, que incluirán un desfile militar, un gran concierto y miles de almuerzos populares.