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El líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrados (AMLO), sostuvo que faltan siete meses para la elección y un año para la toma de posesión, y confía en que “le ganaremos a la mafia del poder y a su candidato pelele; habrá un cambio verdadero para la felicidad del pueblo”.

 

 

El tabasbqueño aseguró que mientras él recorre las plazas más marginadas del país, a Meade “lo están impulsando para que siga el abandono de las comunidades indígenas, de la gente humilde, de la gente pobre, y sigan robando los de la mafia del poder”

 

“Con Meae ya muchos mexicanos, millones de mexicanos nos están dando su apoyo, su confianza, y jamás nunca los vamos a traicionar (…) vamos a acabar con la corrupción, vamos a enfrentar el grave problema de la inseguridad, de la violencia, y sobre todo va a haber justicia, porque estos tecnócratas han permitido el saqueo de la nación, y han ocasionado una monstruosa desigualdad económica y social”.

 

López Obrador indicó que mientras México ocupa el primer lugar en corrupción en el continente americano, yel segundo lugar en el mundo en violencia, “¿Dónde estabas Meade?… Tu estabas en otro planeta, no tienes nada que ver con eso. Tu no estás relacionado ni con Salinas ni con Calderón ni con Peña, de modo que tú eres la opción, la alternativa, sí como no, para la mafia del poder, no para el pueblo”.

 

El dedazo demócrata

El partido gobernante se convierte en un tecnócrata

 

 

Una de las costumbres en la era del gobierno de partido único en México era el dedazo (dedo gordo), la elección del presidente de su sucesor, que inevitablemente sería elegido para un mandato de seis años. El gobierno autoritario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) terminó en 2000, pero el dedazo regresó el 27 de noviembre de este año, cuando Enrique Peña Nieto, el presidente, eligió a su secretario de finanzas, José Antonio Meade, como candidato del PRI en las elecciones presidenciales que se celebrarán en julio próximo. Esta vez, sin embargo, el dedazo que contará pertenece a los votantes.

 

La selección de Meade comienza una carrera de siete meses por un trabajo difícil. El próximo presidente tendrá que lidiar con una creciente tasa de criminalidad, enojo por la corrupción, una economía débil y Donald Trump, que para entonces puede haber decidido acabar o cambiar drásticamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, el Estados Unidos y Canadá. El sucesor de Peña también tendrá que decidir si continúa con las reformas económicas, energéticas y educativas que se han puesto en marcha.

 

Meade no está garantizado de ninguna manera para ganar. Por el contrario, Andrés Manuel López Obrador, un populista de izquierda que se postuló dos veces para presidente, está por delante en la mayoría de las encuestas. Si su ventaja se mantiene, él ganará la elección. Un tercer contendiente es Ricardo Anaya, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN) de centroderecha, que se espera que sea nombrado como candidato en diciembre.

 

Meade considerará que el respaldo del Presidente Peña es una bendición mixta. El presidente es el menos popular registrado, con una calificación de aprobación del 26% (aunque eso es más del doble de lo que era a principios de este año). Los votantes creen que ha hecho muy poco por combatir el crimen y la corrupción y, después de un escándalo de conflicto de intereses, dudan de su honestidad. Cinco de cada seis votantes dicen que los líderes corruptos son un “gran problema”. En octubre, 2.371 personas fueron asesinadas en México, el número más alto registrado en un solo mes. Eso hace una burla a la promesa de Peña en 2012 de reducir a la mitad la tasa de homicidios.

 

La economía se redujo en el tercer trimestre de este año después de que los terremotos de septiembre mataran a más de 450 personas. Un colapso del TLCAN causaría más daño. Solo uno de cada ocho mexicanos piensa que el país está en el camino correcto y casi la mitad dice que nunca votarán por el PRI. Hace unos meses, algunos analistas especularon que el partido tal vez ni siquiera se molestaría en presentar un candidato serio para la presidencia.

 

Los tecnócratas en la cuerda floja

 

Meade es sin duda eso. Al elegirlo, Peña fue a buscar a alguien con poco equipaje político y mucho peso intelectual. Meade es el primer candidato para un partido político importante que no pertenece a ningún partido. Economista con un doctorado de la Universidad de Yale, ha ocupado más puestos en el gabinete que cualquier político vivo, incluido el gobierno de Felipe Calderón, que fue presidente de 2006 hasta 2012 por el PAN. Se cree que Meade es honesto. Según una encuesta rápida después de su nombramiento de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el 23% de los votantes lo respaldan, lo que lo coloca seis puntos porcentuales detrás de López Obrador. No es un mal comienzo, teniendo en cuenta que un tercio de los votantes nunca han oído hablar de él.

 

Sin embargo, para ganar tendrá que realizar un acto de equilibrio político complicado. Debe atraer a los votantes del PAN, el enemigo del PRI desde hace mucho tiempo. Al mismo tiempo, debe convencer a los partidarios del PRI y hacer un uso de la formidable maquinaria electoral del partido. Sólo el 11% de los miembros del PRI nombraron a Meade como su primera opción para ser el candidato presidencial del partido.

 

Si Meade se sale con la suya, la elección será un referéndum no sobre la decisión de Peña, sino sobre López Obrador, a quien los oponentes interpretan como una versión mexicana del venezolano Nicolás Maduro. AMLO, como se conoce a menudo a López Obrador, mezcla el enojo justificado contra el establishment político corrupto con ideas populistas, como hacer que México sea autosuficiente en energía y alimentos.

 

Apela principalmente a la mitad de los mexicanos considerados pobres; es decir, que gana menos de $79 pesos por mes si viven en ciudad (o $56 pesos si vive en una zona rural). El hábito de Trump de insultar a México ayuda a López Obrador, ya que es el nacionalista más vociferante entre los principales candidatos. El trasfondo multipartidista de Meade refuerza la afirmación de López Obrador de que no hay diferencia entre los grandes partidos, y que solo él puede rescatar a México de la “mafia del poder”.

 

Últimamente, López Obrador prácticamente ha descartado las políticas populistas. El 22 de noviembre, su partido, Morena, publicó un manifiesto de 415 páginas que no promete nada más aterrador que un mayor gasto en infraestructura y programas sociales (y no hay aumento de impuestos para pagarlo). Su equipo ha lanzado un documental hábilmente producido llamado “Esto Soy”, en la que visita su ciudad natal en Tabasco y cuenta la historia de su vida en melodías evocadoras de piano.

 

El principal rival de Meade para el voto anti-AMLO será probablemente Anaya, cuyo partido se ha aliado con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de izquierda, el ex partido de López Obrador y un partido pequeño, Movimiento Ciudadano. Anaya espera que el Frente Ciudadano detenga el apoyo de López Obrador mientras sigue apelando al núcleo de votantes pro empresarial del PAN. La semana pasada, el PAN anunció que luchará por un ingreso universal básico para todos los mexicanos, una medida diseñada para atraer a los votantes de López Obrador.

 

Los aliados de Anaya insisten en que está en mejores condiciones que Meade para derrotar a AMLO. Meade será visto como un “cómplice” de la corrupción por no denunciarla en el gobierno de Peña, dicen. Su estilo de voz suave no logrará movilizar a los votantes. “Meade es un buen técnico, pero no es un político”, dice un asesor de Anaya.

 

Pero Anaya tiene desventajas severas. Él representa un peso peso político menor que Meade y menor que López Obrador. Muchos mexicanos ven el Frente de Ciudadanos un matrimonio de conveniencia en lugar de uno de convicción. Podría representarle menos votos a Margarita Zavala, la esposa de Calderón, quien renunció al PAN en octubre para postularse a la presidencia como independiente. Zavala critica el proceso de selección de candidatos del Frente como “antidemocrático” (el Frente dice que aún no ha acordado un proceso). Ella tiene una buena relación con Meade que data de su servicio en el gabinete de su marido; algunos analistas creen que eventualmente puede abandonar su aspiración y respaldarlo.

 

Si eso sucede, la carrera puede ser entre el señor Meade, un miembro no político del PRI, y López Obrador, un político antisistema. Peña mantendrá sus dedos cruzados.

 

Texto publicado en The Economist

De visita en el estado de Guerrero, el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sostuvo que la mafia del poder va “a intentar robarse la Presidencia, van a intentar comprar la Presidencia a billetazos”, por lo que afirmó que “las elecciones del próximo año no serán un día de campo”.

 

 

AMLO hizo un llamado a sus seguidores para mantenerse alertas y vigilar que no se haga la compra del voto en las casillas. “Si nos preparamos bien, no les va a funcionar”, indicó el tabasqueño.

 

Adicional, a través de sus redes sociales indicó que “ni con la abrumadora campaña mediática del destape la mafia del poder”, pudieron colocar a Meade en segundo lugar de una encuesta que se dio a conocer este jueves, y añadió que además de “honestidad, le falta carisma” a José Antonio Meade.

Con información de El Universal / Foto: Twitter

José Antonio Meade se reunió esta tarde con los Comités Directivos Estatales del PRI, a quienes pidió el apoyo a su deseo de contender por la Presidencia de la República, asegurando que en la elección del 2018 habrá dos opciones: un candidato del cambio con rumbo o un salto al vacío.

 

 

El ex titular de la Secretaría de Hacienda aseguró que los ciudadanos decidirán en las urnas entre la experiencia y la ocurrencia. Meade también pidió a todos los militantes del tricolor, trabajar para dar continuidad a los logros del Presidente Enrique Peña Nieto.

 

“Vengo con mucha humildad a pedirles que me acompañen”, indicó el ex funcionario federal. “Aquí estoy para hacer equipo. Vamos con todo y vamos a ganar”, remató Meade.

 

Con información de Reforma / Foto: Twitter

Jorge Suárez-Vélez

REFORMA

 

 

El lunes se aclaró una pieza importante hacia 2018, José Antonio Meade tendrá la candidatura del PRI. Peña se decidió por un candidato no militante, quizá ante la certeza de que candidatos más cercanos a él, como Nuño, heredarían íntegra su impopularidad, empezando su campaña desde una posición irremontable. El poco reconocimiento de Meade puede obrar a su favor.

 

Antes que otra cosa, Peña es buen operador electoral. Su estrategia pasa por dividir a la oposición, como lo hizo en el Estado de México. Idealmente, habrá un par de candidatos independientes y buscará dinamitar al Frente como sea. No es casual que la principal oposición a éste provenga del PRD del Estado de México, para quienes la complicidad con el PRI local ha resultado tan rentable.

 

El PRD siempre ha tenido tribus a veces irreconciliables. Nunca ha importado más que cierren filas. El futuro de su partido depende del Frente. Sin éste, se volverán irrelevantes. Si el Frente cuaja, podrían ganar espacios considerables. Si además de eso el Frente ganara, la implosión podría ocurrir en Morena. En el partido de López Obrador no caben más que él y sus hijos, como incluso Ricardo Monreal ha atestiguado. Una derrota y consecuente retiro del fundador harían que se desmorone.

 

La estrategia de los esquiroles del PRD para bloquear al Frente resultaría, como ha afirmado Dante Delgado de Movimiento Ciudadano, en una alianza sólo con el PAN, dejando al PRD en una incontenible caída libre.

 

El Frente sería pésima noticia para PRI y Morena. Ambos prefieren una pelea de dos. Basta ver la perfecta sincronía en todas las columnas de plumas que se alquilan para ver que la narrativa predilecta es presagiar la muerte del Frente.

 

Una campaña de dos se enfocaría de tiempo completo en tirarse toneladas de lodo mutuamente, buscando generar suficiente asco por el oponente, forzando al electorado a votar por el menos repugnante. Y justo por eso importa que el Frente prospere. Que conste que no estoy expresando un deseo de que el Frente gane, pero sí creo vital que participe.

 

México necesita discutir ideas serias para una problemática crecientemente compleja. La naturaleza del Frente puede tener un impacto real sobre el contenido del debate. Evidentemente, no es fácil que tres partidos políticos con ideologías diferentes se pongan de acuerdo. No hay simulación, es una alianza compleja que propone gobiernos de coalición y que podría abrirle espacios a sangre nueva a la que tendrían que convencer de su proyecto. Ganen o pierdan, aportarían al contenido de las campañas, forzando a la discusión de los mismos temas álgidos que están teniendo que debatir entre ellos.

 

Estoy convencido de que las tareas pendientes más urgentes tienen poco que ver con ideología. El electorado apoyaría a quien apueste por Estado de derecho y se comprometa a construir andamiaje institucional en serio, a reformar de fondo el sistema de impartición de justicia, ministerios públicos y policías, a construir un sistema judicial independiente y con dientes, reformar cortes, quitarles dinero a partidos y elecciones, desarmar clientelas, monitorear con seriedad el gasto público en todos los niveles, etcétera. Esa agenda puede ser bandera de cualquier partido, pero la participación del Frente forzaría a PRI y Morena a pronunciarse en cuanto a medidas impostergables reñidas con sus intereses.

 

Meade tratará de convencer a los electores de que haría las cosas diferente. Podría empezar ya por persuadir a su bancada de que se asegure que el nuevo auditor superior de la Federación, piedra angular del Sistema Nacional Anticorrupción, que está por votarse, sea un ciudadano inobjetable, y no la serie de comparsas impresentables que levantaron la mano.

 

Para la salud de la campaña que viene, una contienda de tres sería fundamental. La participación del Frente importa.

@jorgesuarezv

Tal como afirmara Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en el adelanto de su documental, José Antonio Meade se le suma y asegura que al ganar (algo que da por hecho), va a seguir siendo el mismo que ha sido hasta ahora.

 

“Voy a seguir siendo quien siempre he sido. He sido cinco veces secretario de Estado y eso no me ha cambiado en mi forma de ser, en la forma de ver mi vida y vivir mis valores, por lo que puedes estar cierto de las dos cosas. Voy a ganar y voy a seguir siendo el mismo”, indicó el aspirante priísta a la Presidencia de la República en entrevista televisiva.

 

Al ser cuestionado sobre si aceptaría debatir con el morenista, el ex titular de la Secretaría de Hacienda aseguró “tantos y cuantos quiera”, aunque recrimino que “lo que hemos visto en ese caso particular (AMLO) es que no le gusta hablar, que le gusta únicamente pontificar, y que le gusta pontificar solamente a un tipo de audiencia”.

 

Meade sostuvo que aspira a ser “líder real del PRI”, pues busca encabezar una coalición amplia, y gobernar “en un entorno donde tengamos un país unido, un país donde la experiencia y el rumbo cierto sea lo que predomine”.

 

El ex funcionario federal insistió en que “México está llamado a ser una potencia y eso necesita que estemos unidos, que construyamos. Necesita que no nos vayamos por el camino de la división, del encono, de la descalificación, sino de transformar”.

 

Con información de El Financiero / Foto: Archivo APO

Tal como se había anunciado la noche de este lunes, la Comisión Política Permanente del PRI se reunió esta tarde para dar trámite a la solicitud que presentó José Antonio Meade para registrarse como precandidato del partido a la Presidencia de la República.

 

 

 

Tras una sesión protocolaria, la dirigencia del PRI avaló la solicitud del ex titular de la Secretaría de Hacienda, lo que le permitirá registrarse el próximo domingo como aspirante presidencial del partido. Tal como se esperaba, la sesión de la Comisión fue un mero formalismo, pues se esperaba que la aprobación fuera dada sin mayor inconveniente.

 

Será el próximo domingo cuando José Antonio Meade acuda al CEN del tricolor para registrarse como precandidato.

 

Luego de que se rumorara que la decisión del Presidente Enrique Peña Nieto de elegir a José Antonio Meade como el virtual abanderado del PRI a la Presidencia de la República, habría molestado al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, esta tarde ambos políticos sostuvieron una reunión en la Ciudad de México.

 

 

 

A través de las redes sociales, se el funcionario federal aseguró que “la unidad es y seguirá siendo la fortaleza del PRI”, esto tras reportar una reunión con Meade, misma que describió como “una buena plática”.

 

El priísta aseguró que el tema principal que abordaron durante su encuentro, fue “México”. Mucho se ha comenzado a cuestionar lo escueto del mensaje y semblante de ambos políticos que se puede apreciar en la fotografía que dio cuenta de la reunión.

 

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y quien aspira a la candidatura presidencial por el Frente Ciudadano por México que conforma el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, restó importancia al destape de José Antonio Meade.

 

Mnacera indicó que el registro de Meade como precandidato del PRI no le resta fuerza del Frente Ciudadano por México, y señaló que desde que era niño, se ha venido dando “el dedazo”, lo que indica que el PRI no ha cambiad.

 

El mandatario capitalino criticó las declaraciones que el ex titular de Hacienda ha hecho en los últimos días, pues indicó que al pedir que los priístas “lo hagan suyo”, “entonces está planteando que no vean cómo un priista, en el caso mío yo no plantearía eso, si tu carácter es ciudadano es siempre ciudadano, no tienes porque negar una fuerza política que te ayuda, que te apoya”.

 

Con información de Político.mx / Foto: Archivo APO

El ex presidente panista Vicente Fox, expresó su apoyo a las aspiraciones políticas de José Antonio Meade, quien buscará la Presidencia de México por el PRI. Indicó que el país no necesita falsos profetas (en alusión a López Obrador), y por el contrario, necesita un líder que haga frente a la incertidumbre global.

 

 

“En un momento de incertidumbre, necesitamos que alguien pueda enfrentarlo con certeza: José Antonio Meade es uno de ellos. Él llevará a México por el camino correcto: dando continuidad a las políticas exitosas del Presidente Enrique Peña Nieto, además de liderar a la nación hacia el futuro”, indicó el ex mandatario a través de sus redes sociales.

 

“Peña tomó la decisión correcta de designar a José Antonio Meade como candidato el PRI a la Presidencia”, sostuvo el guanajuatense, y enlistó tres “virtudes” que harán que Meade se convierta en el próximo Presidente y un “gran líder en 2018”: no es un político apegado a la ideología ni al dogmatismo, tiene los más altos grados académicos, y posee gran capacidad y experiencia para gobernar tras haber trabajado con tres Presidentes del País de dos partidos distintos (PAN y PRI), además de que indicó, tiene relaciones con todo el espectro político.

 

Subrayó que ante las amenazas del exterior, México necesita tener un presidente que dé continuidad al trabajo del Presidente Peña, específicamente en materia económica (…) con un liderazgo como el de José Antonio Meade, seguiremos creciendo”.

 

El ex mandatario reconoció que López Obrador es hasta el día de hoy, el favorito para llegar a Los Pinos, sin embargo indicó “tal como sucedió en Estados Unidos con Hillary Clinton, López Obrador no podrá mantener su posición en las encuestas. Estoy segur que la razón, guiará a la decisión correcta”.

 

Todo parece que la cúpula del PRI se ha alineado en torno a que José Antonio Meade se convierta sin mayor problema en el candidato del tricolor a la Presidencia de la República, pues en esta ocasión fue el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, quien respaldó la aspiración política del economista.

“El PRI tiene un formidable candidato en José Antonio Meade y estoy seguro que con su calidad humana, su honestidad, su enorme talento y su amor a México podrá hacer una labor formidable”, indicó el ex mandatario.

Las declaraciones fueron recogidas por Grupo Imagen cuando el líder priísta acudió a la presentación del libro de su esposa Ana Paula Gerard, México encuentros culinarios, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadajalara.

 

Salinas evitó hacer comentarios respecto a Andrés Manuel Manuel López Obrador y las posibilidades que Meade tiene de ganarle en los comicios del próximo año.

 

Con información de Excélsior / Foto: Twitter

Mi único anhelo es servir a mi país. Fueron las palabras de José Antonio Meade cuando anunció que buscaría la candidatura a la presidencia por el PRI. Y Meade sí se ha dedicado a ser eso: un servidor público por 26 años, desde que fue analista en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas en 1991. Pero, aun así, el reto que tiene frente a sí para llegar a la presidencia y seguir sirviendo desde esa trinchera a México es enorme.

A pesar de que a un día de hacerse pública su aspiración, la primera encuesta que fue de Gabinete de Comunicación Estratégica lo puso en segundo lugar y a tan solo 5 puntos de Andrés Manuel López Obrador (28.7% AMLO vs 23.2% JAMK; 11.5% Zavala; 8.1% Anaya).

Y a pesar de que Meade le tumba a AMLO la posibilidad de señalarlo a él en lo personal como corrupto. Y ni modo que AMLO le achaque a Meade ser cómplice de los corruptos cuando el propio López Obrador ha abrazado a Eva Cadena, Claudia Sheinbaum, René Bejarano, el liderazgo del PT y sus escándalos con los recursos de los CENDIs…por mencionar algunos de sus cercanos.

Para Meade, su primer gran problema es cómo alejarse de la marca PRI. De todo lo que éste partido implica. De saque debe alejarse de lo que el presidente Peña Nieto calificó con orgullo (¡agh!) como la liturgia del partido. Que arrancó con el dedazo, con quitarle la capucha al tapado, seguido de la cargada de priístas que hicieron patente su apoyo hasta en las redes sociales.

Fue un primer día en el que este distanciamiento falló por completo. Lo que vimos fueron las porras de los CNOPistas; CNCistas y CTMistas, además de los priístas en las oficinas de Insurgentes que fueron a apoyar al gallo del partido. ¡Horror ver esa procesión tan arcaica!

La mano izquierda de Meade, que hasta ahora ha sido tan buena que le permitió trabajar en el sexenio del PANista Felipe Calderón como del PRIísta, Enrique Peña Nieto, está a prueba a partir de ya.

 

 

Columna completa en El Universal

Foto: Archivo APO

Esta tarde comenzó a circular a través de las redes sociales, lo que podría ser el primer promocional de José Antonio Meade, en su deseo por conseguir la Presidencia de la República, luego de su destape la tarde de ayer en las filas del PRI.

 

 

 

Narrado con voz en off, el ex secretario de Hacienda hace un llamado a los ciudadanos a que “todos juntos” salgan a la calle a dar la mano a los mexicanos que se están enfrentando a algún “reto”, lo que ha sido interpretado como un llamado a apoyar su campaña.

 

Ni Meade o su equipo han confirmado si se trata de un material oficial, que pudo haber sido filtrado o si se trata de un video que los ciudadanos hayan hecho para comenzar a impulsar las aspiraciones políticas del “simpatizante” priísta.

 

El líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO),  indicó que México no necesita a otro “pelele” en la Presidencia del país, esto tras el destape de José Antonio Meade como virtual candidato del PRI para los comicios del 2018.

 

“Impusieron a otro pelele, a otro títere a Peña Nieto y miren cómo está nuestro querido México, impera la corrupción, hay mucha pobreza, mucha inseguridad, mucha violencia, y ahora quieren a otro pelele a este señor Meade, este señoritingo, pues ya no ahora será el pueblo que el que va a elegir al próximo presidente de México, ya no más peleles, ya  no más títeres” sostuvo el tabasqueño.

 

Las declaraciones las realizó AMLO de visita por Tacámbaro, Michoacán, en donde añadió que el ex titular de Hacienda “será apoyado por todos los mafiosos del poder económico y poder político de México”.

 

“Piensan que con mañas se van a seguir imponiendo, ya falta poco y va a triunfar nuestro movimiento”, remató el morenista.

 

Con información de El Universal / Foto: Archivo APO

Luego de que José Antonio Meade anunciara su intención de convertirse en el candidato del PRI a la Presidencia de la República, los rumores sobre que Aurelio Nuño, actual titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se integraría a su campaña como coordinador, comenzaron a tomar fuerza.

 

La noticia comenzó a sonar más, ya que alrededor del medio día de ayer, el funcionario federal llamó a una reunión a sus principales colaboradores, en donde se esperaba informara sobre su salida; sin embargo “tuvimos una reunión de trabajo con el Secretario y los funcionarios, los diferentes responsables de las áreas, y la instrucción es seguir muy enfocados, concentrados trabajando en la implementación de cada uno de los ejes del modelo educativo”, afirmó el subsecretario de Educación Básica, Javier Treviño.

 

“Nosotros estamos trabajando con toda intensidad en cada uno de los temas de los ejes el implementación del modelo educativo”, añadió Treviño, quien junto a los subsecretarios de Planeación, Evaluación y Coordinación, Otto Granados; de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán; de Educación Superior, Salvador Jara; y la Oficial Mayor, Irma Gómez respondieron al llamado del Secretario.

 

Adicional, Nuño se reunió con el Canciller Luis Videgaray entrada la noche, aunque se encargaron de hacer saber que la reunión tuvo el propósito de analizar la política educativa en materia internacional.

 

 

Con información de Reforma / Foto: Archivo APO

Durante las múltiples reuniones que sostuvo la tarde noche de ayer con agrupaciones priístas y con la dirigencia del partido, José Antonio Meade, descartó que se vaya a afiliar al tricolor, esto luego de que entregara su solicitud de registro como precandidato a la Presidencia por este partido.

 

Al ser cuestionado sobre si incorporará a las filas del PRI, Meade se limitó a decir “consideraría abanderarlo, trabajar con ellos y hacer equipo con ellos”, respondió. Horas más tarde la Comisión Política Permanente del partido lo llamó “un ciudadano que abraza las causas del tricolor”.

 

Por su parte Meade indicó que sólo es un simpatizante del PRI, aunque pidió a la militancia “hacerlo suyo”.

 

Con información de Reforma / Foto: Twitter