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Las autoridades localizaron en un hospital a la cuarta persona que viajaba en el globo aerostático que se prendió fuego y cayó este fin de semana mientras sobrevolaba Teotihuacán, un accidente que cobró la vida de dos personas y dejó a una menor herida.

Según informó la fiscalía del Estado de México, la cuarta persona que iba en el globo era el operador de la aeronave, quien se encuentra herido, que fue detenido y ahora enfrenta una investigado por el accidente.

Además, la fiscalía resguarda inmuebles presuntamente relacionados con la empresa que brindó el servicio turístico.

Uno de los atractivos de Teotihuacán es la actividad de sobrevolar en globo las impresionantes pirámides del Sol y la Luna.

Testigos publicaron en redes sociales videos del accidente del sábado, en los que se aprecia la cesta del globo en llamas y cómo sus pasajeros se lanzan al vacío.

En ese momento, las autoridades sólo informaron de dos fallecidos y de la niña herida con quemaduras de primero y segundo grado en el rostro y las extremidades, así como una fractura en un brazo, aunque algunos medios locales indicaron que había una cuarta persona a bordo.

La Fiscalía señaló que mantiene contacto permanente con los familiares de las víctimas a quienes aseguró, les ha brindado apoyo ante la lamentable situación.

La Federación de Globos Aerostáticos de Teotihuacán indicó el fin de semana en un comunicado que el globo no formaba parte de ninguna de las ocho empresas que integran el grupo, las cuales cumplen con “los más altos estándares de seguridad” y pidieron a las autoridades cancelar las operaciones de quienes trabajan en la clandestinidad.

La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) ya inició una investigación para confirmar si la empresa que operaba el globo contaba con todos los permisos, capacitación y seguros establecidos por ley, indicó la entidad.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició su conferencia de prensa matutina expresando sus condolencias a los familiares y ciudadanos de los países de donde son originarios los migrantes perdieron la vida el pasado lunes en el incendio que se presentó en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Mi más sentido pésame a los familiares, a nuestros hermanos venezolanos, guatemaltecos, salvadoreños, ecuatorianos, colombianos, y a los gobiernos de estos países. Informales que están haciendo todas las investigaciones para conocer lo que realmente sucedió”, dijo el mandatario.

Aunque indicó que tienen una información preliminar sobre lo sucedido, prefirió no comentar a profundidad, pues dijo, se busca tener todos los elementos para poder informar sobre lo que sucedió.

Dijo que la versión del gobierno que representa se dará a conocer esta tarde, en una conferencia de prensa que encabece la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.

AMLO adelantó que está solicitando la Fiscalía General de la República (FGR) continúe con la investigación judicial para que se emita una resolución y se finquen responsabilidades, pues aseguró, no habrá impunidad.

“Que se aclare bien quiénes fueron los responsables y que se finquen de manera específica las responsabilidades y se castigue de conformidad con la ley a quienes hayan causado esta dolorosa tragedia”, añadió el mandatario.

Fue en ese punto donde López Obrador garantizó que se va a seguir informando, y reiteró que no se ocultarán los hechos, sea cual sea la realidad. “No vamos nosotros de ninguna manera actuar de manera injusta ante esto que es tan doloroso, tan triste (…) no hay ningún propósito de ocultar los hechos, ningún propósito de proteger a nadie. No se permite en nuestro gobierno la violación de derechos humanos, ni se permite la impunidad”.

Añadió que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos también está acompañando las investigaciones y está haciendo un informe de manera independiente.

Fiel a su estilo, y ante la insistencia de los representantes de los medios de comunicación, el presidente acusó a la prensa de querer que el gobierno actúe de manera sumaria; sin embargo, dijo que se tiene que conocer realmente lo que sucedió.

“Lo planteo porque estoy viendo las redes sociales, a todos nuestros adversarios y la mayoría de los medios de comunicación”, reclamó.

Sobre el fenómeno migratorio, AMLO insistió en que México está haciendo bastante, de acuerdo sus posibilidades. Recordó que se está invirtiendo en Centroamérica para atemperar y tratar de tener el flujo migratorio. Recordó que la estrategia es atender las causas que originan la migración.

A los familiares de los migrantes que perdieron la vida, les dijo que se actuará de manera responsable, y advirtió que se va a castigar a quienes las investigaciones determinen como responsables. Dijo que se castigará solo si se corrobora que existió alguna laxitud, dolo o ineficiencia.

“No vamos a ocultar nada y no va a haber impunidad. No vamos a ocultar nada. No somos iguales a los que fabricaban delitos, ocultaban las cosas, torturaban para que se culparan (…) ya no es el tiempo de los gobiernos autoritarios que se padecieron en México cuando la mayoría de los medios que ustedes representan, con todo respeto, guardaban silencio y no les importan los derechos humanos y ahora como son temporadas de Zopilotes, ahora son los campeones del amarillismo, del sensacionalismo, trafican con el dolor humano y no es por justicia, sino porque están deseosos de regresar por sus fueros, para seguir robando como lo hacían. Políticos corruptos, traficantes de influencias, dueños de medios de información, periodistas famosos”, recriminó López Obrador.

El presidente sostuvo que su gobierno tiene la ventaja de contar con autoridad moral y política.

Finalizó indicando que si bien ayer se habló de 40 migrantes muertos, en el último informe que recibió se ajustó la cifra a 38. También reveló que en la estación migratoria se encontraba personal del Instituto Nacional de Migración (INM), y personal de una empresa de seguridad privada, con quien se tenía un contrato.

El Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó la muerte de 39 migrantes derivado de un incendio que se originó poco antes de las 22:00 horas de ayer en el área de alojamiento de la Estancia Provisional de Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Esta autoridad informa que se interpuso una denuncia ante las autoridades correspondientes para que se investigue lo sucedido y, en su caso, se proceda en consecuencia. De igual forma se dio vista a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga en las diligencias de ley y de salvaguarda de las personas extranjeras”, dijo el INM.

El Instituto, que depende de la Secretaría de Gobernación, indicó que en la sede migratoria estaban alojados 68 hombres mayores de edad originarios de Centro y Sudamérica. Además de los 39 fallecidos, los 29 migrantes más resultaron lesionados, por lo que fueron trasladados en estado delicado- y grave a cuatro hospitales de la localidad.

El INM señaló que se estableció comunicación con las autoridades consulares de los diferentes países, de donde son originarios los migrantes, para implementar las acciones que permitan su identificación plena.

Al respecto, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se refirió al incidente, que calificó de “algo muy triste”, asegurando que el incendio fue ocasionado por los mismos migrantes, ante la noticia de que serían deportados.

“Quiero informar algo muy lamentable, muy triste: anoche como a las 9:30 de la noche se produjo pues un incendio en un albergue de migrantes en la frontera, en Ciudad Juárez, y tenemos hasta ahora como informe que perdieron la vida 39 migrantes. Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta en la puerta del albergue, pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron de que esto iba causar esta terrible desgracia”, relató el mandatario.

Indicó que el director del INM, Francisco Garduño, se encuentra en el lugar de los hechos para dar seguimiento a las labores de identificación y atención, junto a otras autoridades como la Fiscalía General de la República (FGR), quien será la encargada de proceder legalmente.

Más tarde, el vocero de la Presidencia, compartió un mensaje en redes sociales donde confirmó que el número de víctimas ascendió a 40.

Foto: Twitter @ferbelaunzaran

Un nuevo sismo magnitud 6.4 sacudió este lunes la provincia turca de Hatay, una de las más afectadas por el terremoto del pasado 6 de febrero, que según datos oficiales ha dejado al menos 41,000 muertos.

El nuevo temblor, con epicentro en el distrito de Defne, al sur de la ciudad de Antioquía, tuvo lugar a las 17:04 hora local, según datos de AFAD, la agencia turca de emergencias; se sintió en países vecinos.

Las autoridades han advertido a la población que se mantengan alejados de la costa en la provincia de Hatay, ya que el nivel del agua podría subir medio metro tras el nuevo movimiento telúrico.

El Ayuntamiento de Defne informó que se produjo un apagón de electricidad y que toda la zona quedó a oscuras. En el transcurso de la tarde-noche se buscaba recuperar el servicio.

No se dispone aún de datos sobre posibles nuevos daños o víctimas, pero numerosos reporteros presentes en Antioquía, informaron de que el temblor provocó pánico entre los supervivientes, quienes se encuentran en tiendas de campaña.

Algunos medios reportan que al menos un edificio ya a medio colapsar se desplomó entero y estructuras de otros dañaron coches estacionados.

Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, aseguró a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.

Lütfü Savaş, alcalde de la localidad de Antakya, a unos 25 kilómetros del epicentro, también aseguró que varios edificios se han desplomado con personas en su interior.

Desde el sismo del pasado 6 de febrero, ninguno de los edificios en Antioquía es habitable, pero hay equipos de trabajo en los escombro que pueden haber sido atrapados por algún nuevo desplome.

Además, muchos supervivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, lo que alertó que pudieran estar en riesgo ante algún nuevo derrumbe.

AFAD habla de una segunda réplica de magnitud 5.8 con epicentro en Samandag, al 18 kilómetros al sur de Defne.

Los rescatistas siguen sacando a más sobrevivientes de entre los escombros, a 11 días del terremoto que devastó zonas de Turquía y Siria, aunque los mismos equipos reconocen que las posibilidades de encontrar a más personas con vida se agotan.

La agencia turca de manejo de desastres actualizó el número de fallecidos en la tragedia en el país a 38,044 personas, lo que elevó la cifra total de decesos en los dos países hasta los 41,732.

Es probable que los muertos sigan aumentando a medida que los socorristas recuperen más cadáveres entre la devastación.

Sin embargo, de acuerdo a diversas proyecciones, el número final de muertos podría oscilar entre los 75,000 y 90,000.

El gobierno informó que al menos 84,000 estructuras, con más de 332,000 viviendas, fueron destruidas por el terremoto del pasado 6 de febrero o resultaron demasiado dañadas para ser usadas.

El martes, el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó que 2.2 millones de personas han abandonado la zona del desastre. De ellas, dijo, se han satisfecho las necesidades de vivienda de 1.6 millones, incluso unas 890,000 personas ubicadas en instalaciones públicas como dormitorios de estudiantes, y otras 50,000 en hoteles.

Al respecto, el gobierno anunció hoy que a partir de marzo se iniciará la reconstrucción en las zonas destrozadas.

El recuento oficial de muertos por los terremotos del pasado 6 de febrero en Turquía y Siria ha rebasado los 35 mil. Sin embargo, una empresa alemana de análisis de riesgos advierte de que el número final de muertos podría oscilar entre los 75,000 y 90,000.

Hasta ahora el peor terremoto del siglo XXI fue el que se produjo en la región china de Sichuan en mayo de 2008, que tuvo una magnitud de 8 y que dejó más de 90,000 muertos.

Aunque en Turquía y Siria la potencia de los sismos fue algo menor: 7.7 y 7.6, y la región tiene menos densidad de población que la provincia china, hubo otros elementos que elevaron la mortalidad.

La empresa de análisis de riesgo por catástrofes Risklayer, con sede en Karlsruhe, Alemania, vaticinó en un primer momento una cifra de fallecidos de más de 52,000, con un rango superior de sus cálculos superando incluso los 100,000.

La base del cálculo es un modelo que combina bases de datos globales con imágenes de drones y satélites para valorar la extensión de los daños.

Sin embargo, días más tarde, elevaron sus estimaciones debido a que los daños fueron mayores a los que inicialmente tuvieron en cuenta y a que el derrumbe completo de numerosos edificios de viviendas elevaba la cifra de fallecidos.

“La mayoría de las muertes habrían ocurrido en esos edificios de apartamentos de varios pisos”, indicaron los expertos de Risklayer en redes sociales.

Los últimos análisis de la compañía sitúan el número de víctimas al mismo nivel que en Sichuan “lo que significa que, lamentablemente, es probable que haya entre 75,000 y 90,000 muertos”.

Según datos oficiales, más de 11,000 edificios se vinieron abajo durante los terremotos, muchos de ellos eran bloques de apartamentos de varios pisos en los que los esfuerzos de rescate son muy complicados, ya que se necesita maquinara pesada.

Recordemos que los sismos se produjeron la madrugada del lunes, a las 04:17 hora local, cuando la mayoría de las personas dormían en sus casas, lo que dificultó que pudieran ponerse a salvo, un factor que, según los expertos, ha elevado mucho las víctimas.

A falta de estimaciones oficiales en Turquía de desaparecidos, no solo la firma alemana ha hecho sus proyecciones; algunos expertos locales han realizado cálculos propios que apuntan a que todavía quedan decenas de miles de muertos debajo de los escombros.

Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul estimó que puede haber aún unos 155,000 cadáveres bajo las ruinas de los edificios.

Según Ercan, sus números salen de un cálculo matemático en el que tiene en cuenta el número de edificios derrumbados, la media de apartamentos en cada edificio y el número promedio de personas que habita cada vivienda.

Con esos datos llegó a la cifra de 264,000 personas atrapadas bajo las ruinas, a la que restó la cifra de muertos y la de 80,000 heridos. La estimación inicial parte de un cálculo basado en estadísticas que puede dar un gran margen de error.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Moisés Soffer, rescatista de CADENA Internacional, sobre las labores de rescate y ayuda en Turquía y Siria.

El saldo de muertos que dejó el terremoto de hace una semana, que afectó a Turquía y Siria, ascendió este lunes a más de 35,000 víctimas.

Se cumple una semana del sismo magnitud 7.8, y a pesar del tiempo que ha transcurrido, 182 horas, los medios turcos siguen reportando que los rescatistas han logrado sacar supervivientes de entre los escombros.

El balance confirmado es de 35,224 muertos, 31,643 en Turquía y 3,581 en Siria, lo que convierte a este terremoto en el quinto más mortífero desde el inicio del siglo XXI.

En la localidad turca de Kahramanmaras, cerca del epicentro, se instalaron 30,000 tiendas de campaña y hay 48,000 damnificados en escuelas y otras 11,500 personas albergadas en centros deportivos.

El vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo ayer que 108,000 edificios fueron dañados en toda la zona afectada por el sismo y que 1.2 millones de personas están siendo albergadas en habitaciones estudiantiles y 400,000 damnificados fueron evacuados de la región.

En Turquía crece la indignación por la mala calidad de los edificios y la respuesta gubernamental, quien ante las escasas probabilidades de encontrar supervivientes, ha centrado sus esfuerzos en ayudar a los cientos de miles de personas que se quedaron sin hogar.

La situación es especialmente compleja en Siria, donde Bab al Hawa es el único punto por el que puede entrar ayuda internacional a zonas bajo control rebelde después de casi 12 años de guerra civil.

La ONU denunció el fracaso del envío de ayuda para Siria. Los suministros son vitales para un país donde el sistema de salud y la infraestructura están en ruinas tras el conflicto que opone el gobierno de Bashar al Asad con varios grupos rebeldes que controlan parte del territorio.

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reunió ayer en Damasco con Asad y dijo que el líder sirio afirmó estar dispuesto a abrir más pasos fronterizos para ayudar a ingresar ayuda a zonas bajo rebeldes.

“Las crisis combinadas de conflicto, covid, cólera, declive económico y ahora el terremoto, han tenido un costo insoportable”, declaró Tedros tras visitar la ciudad siria de Alepo.

Los equipos de rescate mantienen las labores de búsqueda y rescate de supervivientes entre los escombros dejados por los terremotos que golpearon Siria y Turquía, uno de los más mortíferos de la región, aumentando el saldo de muertos a poco más de 23,000.

La ayuda humanitaria empezó a llegar a Turquía pero el acceso a Siria, en guerra y con su régimen sancionado por la comunidad internacional, es mucho más complicado.

La guerra destruyó hospitales y causó problemas en el suministro de electricidad y agua en Siria, pero la ONU solo puede enviar ayuda a las zonas rebeldes del noroeste a través del cruce de Bab al Hawa en la frontera con Turquía.

El gobierno sirio anunció que autorizará el suministro de ayuda internacional a zonas controladas por los rebeldes, con la “supervisión” del Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja siria.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), la agencia especializada de Naciones Unidas, reclamó por su parte 77 millones de dólares para acercar víveres a 874.000 personas afectadas por el sismo en Siria y Turquía.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, exigió por su parte “un alto el fuego inmediato” en Siria para facilitar el suministro de ayuda.

En tanto, el enojo crece en Turquía contra la respuesta del gobierno, juzgada insuficiente y tardía. El mismo presidente Recep Tayyip Erdogan reconoció “deficiencias”.

“Hubo tantos edificios dañados que desafortunadamente, no pudimos acelerar nuestras intervenciones como hubiéramos querido”, afirmó durante una visita a Adiyaman.

El terremoto es el más mortífero en Turquía desde 1939, cuando 33,000 murieron en la provincia oriental de Erzincan.

Según los últimos balances oficiales, el sismo, de magnitud 7.8 y que estuvo seguido de más de un centenar de réplicas, dejó al menos 22,765 muertos, 19,388 de ellos en Turquía y 3,377 en Siria. Sin embargo, se cree que el número sería más alto por las personas que no han logrado ser rescatadas.

La OMS estima que 23 millones de personas están “potencialmente expuestas, de las que unos cinco millones son “vulnerables” y teme que se desencadene una crisis sanitaria.

Las organizaciones humanitarias expresaron su preocupación por una eventual propagación del cólera, que reapareció en Siria.

El Parlamento de Turquía aprobó este jueves el estado de emergencia propuesto por el presidente Recep Tayyip Erdogan, que entró oficialmente en vigor en las diez provincias más afectadas por los terremoto del pasado fin de semana.

El estado de emergencia, en vigor durante los próximos tres meses, se basa en la Constitución turca que permite decretarlo en caso de catástrofes naturales.

Durante el estado de emergencia, se pueden imponer a los ciudadanos obligaciones monetarias, patrimoniales y laborales, y se pueden limitar o suspender temporalmente los derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía.

Erdogan se refirió hoy a los casos de saqueo en las provincias golpeadas por el terremoto y adelantó que el Estado luchará contra ellos con el poder del estado de emergencia.

La declaración del estado de emergencia fue aprobada por la mayoría parlamentaria que tiene el gobernante partido islamista conservador AKP junto con su socio, el partido nacionalista MHP.

El número de muertos rebasó los 19,000, de los cuales 16,170 se han contabilizado en Turquía y 3,192 en Siria. Además, se reportan unos 70,000 heridos de distinta consideración.

En Turquía el número de heridos alcanza los 64,194, mientras que el recuento de edificios derruidos por los temblores se mantiene igual respecto a ayer, con 6,444.

El último balance de víctimas lo ofreció el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

En Siria, la cifra oficial de muertos asciende a 3,192 y la de heridos a 5,235, mientras las labores de rescate continúan en las cinco provincias del país más afectadas con pocas esperanzas de hallar supervivientes.

Los rescatistas alertaron de que las cifras podrían seguir subiendo, ya que muchas personas continúan atrapadas bajo los escombros en el cuarto día de operaciones de emergencia tras el sismo inicial registrado el fin de semana, y al que han seguido múltiples réplicas.

El número de muertos que dejaron los terremotos que se registraron el pasado fin de semana en Turquía y Siria ha superado las 5,000 personas.

En Turquía, el número de muertos se elevó a 3,419 y 20,534 personas heridas, declaró el vicepresidente Fuat Oktay.

En Siria, al menos 1,602 personas fallecieron y 3,640 resultaron heridas, según los balances de las autoridades de Damasco y de los equipos de rescate de las zonas rebeldes.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en las diez provincias del sureste azotadas por el sismo.

De acuerdo a mapas de la zona afectada, una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que “23 millones de personas están expuestas” a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.

“Es una carrera contra el reloj”, advirtió el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Las malas condiciones meteorológicas y las bajas temperaturas dificultan las labores de búsqueda.

Según el gobierno turco, la ayuda internacional comenzó a llegar este martes con los primeros equipos de socorristas procedentes de Francia y Qatar.

El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió a su homólogo turco “toda la ayuda necesaria, sea la que sea”.

El contingente francés pretende llegar hasta Kahramanmaras, en la zona del epicentro, una región de acceso difícil y sepultada bajo la nieve.

China anunció este mismo martes el envío de una ayuda de 5.9 millones de dólares, que incluirá grupos especializados en el socorro en entornos urbanos, equipos médicos y material de urgencia.

Según Erdogan, 45 países ofrecieron ayuda. Entre ellos se encuentra México, quien informó que esta mañana despegó desde el AIFA, una aeronave que transporta ayuda a Turquía.

El canciller Marcelo Ebrard precisó que la operación está a cargo de la Fuerza Aérea Mexicana, y a bordo viaja personal de la SEDENA, SEMAR, Cruz Roja Mexicana, Protección Civil y la SRE.

Adicional, viajan equipos de rescate y 16 caninos. Luego del ofrecimiento que hiciera el reconocido grupo ‘Topos México’, el canciller indicó que resuelto el transporte que se solicitó, lo cual fue posible gracias a la ayuda de la Embajada de Turquía en México. En tanto, informó que la secretaría apoyó con los pasaportes y visados.

En tanto, el llamado de ayuda por el gobierno de Siria recibió por ahora respuesta de Moscú, su aliado, que prometió equipos de socorro “en las próximas horas”, además de 300 militares rusos que ya se encuentran en el lugar para ayudar en el rescate.

La ONU también reaccionó, pero insistió en que la ayuda debe llegar a toda la población siria, incluida la parte que no está bajo control de Damasco. En ese sentido, la Media Luna Roja siria instó a la Unión Europea a levantar las sanciones contra el régimen.

Los balances a un lado y otro de la frontera no dejan de aumentar y, teniendo en cuenta la magnitud de la destrucción, pueden seguir la misma tendencia. Solo en Turquía, las autoridades contabilizaron casi 5,000 inmuebles derrumbados.

Ayer se registraron hasta 185 réplicas, y han continuado durante la madrugada de este martes. La más fuerte, de magnitud 5.5, ocurrió a las 6:13 locales a 9 km al sureste de Gölbasi, al sur de Turquía.

Foto: Twitter @business

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) dio a conocer este martes que 6,919 civiles han muerto y otros 11,075 han sido heridos en Ucrania, desde que comenzó la guerra hasta ayer 2 de enero.

No obstante, la oficina de la ONU reconoció que estas cifras son mucho más elevadas, especialmente en las regiones donde los combates están siendo más intensos y donde la labor de monitoreo de los observadores de la organización es más difícil.

Hasta la fecha, se han podido identificar 2,737 hombres, 1,842 mujeres, 216 niños y 175 niñas entre los fallecidos. En tanto, 2,401 hombres, 1,729 mujeres, 321 niños y 233 niñas fueron heridos en los primeros diez meses de la ofensiva.

En las provincias de Donetsk y Lugansk, al este del país, el número de damnificados por la guerra aumentó hasta 9,736 personas, según las Naciones Unidas. En el resto del país, este dato asciende a 8,258 víctimas.

En el último mes de 2022, la ONU registró 188 muertes y 613 heridos en Ucrania, lo que supone un incremento del 15.4% respecto al anterior conteo mensual de víctimas.

La mayoría de los ataques (86%) tuvieron lugar en las regiones del país controladas por el gobierno ucraniano, mientras que el 14% de los mismos se produjeron en las regiones de Donetsk y Lugansk, ocupadas por Rusia.

Según la entidad, el 93% de las víctimas fallecieron o fueron heridas en bombardeos y las restantes lo hicieron a causa de minas antipersona y a otros tipos de explosivos.

Un ataque armado de presuntos criminales contra una cárcel en Ciudad Juárez, Chihuahua, dejó 17 muertos, incluidos 10 guardias, además de 27 reos fugados, informó la fiscalía del estado.

“La Fiscalía General del Estado informa que en el evento registrado este domingo en el Cereso No. 3 de Ciudad Juárez, arrojó el siguiente saldo: 10 oficiales fallecidos, 3 oficiales heridos, 7 ppl (reos) fallecidos, 10 ppl heridos, 27 ppl evadidos”, informó en un comunicado la fiscalía estatal.

El ataque se produjo cuando hombres armados llegaron al Cereso 3 de Ciudad Juárez, a bordo de vehículos blindados y abrieron fuego contra los guardias en momentos en que algunos familiares esperaban para entrar para la visita de año nuevo.

Según las primeras investigaciones, el asalto armado tenía como fin facilitar la fuga de un grupo de presos.

Tras el ataque, policías estatales con la ayuda de militares realizaron cuatro detenciones, añadió la fiscalía sin precisar si se trataba de reos fugados o atacantes.

Reportes de medios locales señalan que al interior del penal algunos reos se habrían amotinado, prendiendo fuego a diversos objetos y enfrentándose con guardias carcelarios.

La fiscalía informó que las fuerzas de seguridad consiguieron controlar la situación en el penal unas cinco horas después de que se desató el ataque.

En el penal donde se produjo el ataque, están recluidos miembros de los brazos armados de los cárteles de Sinaloa y Juárez, enfrentados por el control de la zona desde hace más de quince años. El Cereso 3 estatal ha sido escenario de distintas riñas y motines, entre ellas una que dejó 20 muertos en marzo de 2009, una de las más sangrientas.

Recordemos que en febrero de 2016, como parte de su visita a México, el Papa Francisco ofició misa en el patio de esta cárcel ante 700 presos y sus familiares. Los llamó a no perder la esperanza y a contribuir a detener la violencia.

Según un reporte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de febrero pasado, en esta prisión están recluidas más de 3,700 personas cuando su capacidad es de 3,135.

Un juez peruano ordenó este jueves que el recién destituido presidente Pedro Castillo permanezca en prisión preventiva durante 18 meses, como lo había solicitado la fiscalía.

La decisión del juez se anunció un día después de que el gobierno declarara estado de emergencia para tratar de calmar las violentas protestas que se viven en el país.

Las protestas estallaron después de que Castillo fuera destituido la semana pasada, tras su intento de disolver el Congreso antes de un voto de revocación, lo que fue calificado por muchos, incluidos colaboradores suyos, como un intento de Golpe de Estado.

Castillo y su equipo legal se negaron a participar en la audiencia de este jueves, argumentando que carecía de las más “mínimas garantías”. Los delitos de los que se le acusa a Castillo es el de rebelión y conspiración.

Y mientras la audiencia se llevaba a cabo, se reportó que al menos seis manifestantes perdieron la vida en las primeras 20 horas del estado de emergencia que entró en vigor ayer. En total, suman 14 fallecidos desde el domingo que miles de ciudadanos han tomado las calles para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y, en algunos casos, la liberación de Castillo.

Recordemos que el gobierno de Boluarte decretó este miércoles el estado de emergencia a nivel nacional por 30 días para controlar los actos de vandalismo y violencia cometidos en las manifestaciones de protesta en su contra, mientras que hoy declaró toque de queda en 15 provincias de Perú.

A través de sus redes sociales, Castillo insistió en sus acusaciones contra el gobierno de Boluarte.

Alertó sobre la visita de la embajadora de Estados Unidos en Perú a Palacio de Gobierno. Dijo que su intención era “dar la orden de sacar las tropas a las calles y masacrar a mi pueblo indefenso; y, de paso, dejar el camino libre para las explotaciones mineras, como el caso de Conga, Tía María y otros”.

Foto: Twitter @martinfiera

Siete hombres, incluido un menor de edad, fueron asesinados por presuntos miembros de La Familia Michoacana que atacaron el poblado de El Durazno, en el municipio de Coyuca de Catalán en Guerrero, informó la fiscalía del estado.

El ataque se registró el mediodía del sábado, pero fue hasta ayer que personal de la fiscalía llegó al lugar para iniciar las primeras indagatorias.

“En dicho lugar se informó que se se encontraban siete cuerpos del sexo masculino privados de la vida, quienes presentan múltiples lesiones por proyectil de arma de fuego en diferentes partes del cuerpo”, detalló la dependencia en un comunicado.

Según las primeras investigaciones, los responsables del ataque serían pistoleros de La Familia Michoacana, cartel surgido en Michoacán que desde hace años libra disputas con otros grupos criminales de Guerrero.

Habitantes relataron que los agresores llegaron en una decena de camionetas rotuladas con las siglas FM y convocaron a una reunión en una escuela, donde dieron muerte a seis de los siete hombres asesinados. El séptimo fue privado de la vida al exterior del lugar.

También le prendieron fuego a una cuatrimoto y dispararon contra varias viviendas antes de salir del poblado de poco más de 1,000 habitantes.

Recordemos que en octubre pasado, en San Miguel Totolapan, en la misma región de Guerrero, un ataque armado dejó 20 muertos, entre ellos el alcalde de la comunidad.

Según autoridades, La Familia Michoacana mantiene disputas con el grupo criminal de Los Tequileros por el control de esta zona en la que se dedican al tráfico de droga, la extorsión y el secuestro.

Un alto funcionario qatarí involucrado en la organización de la Copa del Mundo, situó por primera vez la cifra de migrantes muertos en los preparativos del torneo en cerca de 500, un dato superior a cualquiera ofrecido antes por Doha.

El comentario de Hassan al-Thawadi, secretario general del Comité Supremo para la Organización y el Legado de Qatar, surgió durante una entrevista con el periodista británico Piers Morgan.

La cifra ya levanta polémica y enciende las alertas de una nuevo ola de críticas por parte de los grupos de derechos humanos referentes al costo de la celebración del primer Mundial en Oriente Medio entre la mano de obra migrante que ha construido los estadios, las líneas de metro y las nuevas infraestructuras necesarias para el torneo, valoradas en más de 200,000 millones de dólares.

En la entrevista, de la cual Morgan ha publicado fragmentos en internet, el periodista le pregunta a al-Thawadi: “¿Cuál cree que es el total honesto y realista de trabajadores migrantes que murieron como resultado del trabajo que están haciendo para el Mundial en total?”

“La estimación es de unos 400, entre 400 y 500”, respondió al-Thawadi. “No tengo la cifra exacta. Es algo que hemos discutido”.

Esa cifra no se había hecho pública oficialmente antes. Incluso los reportes del Comité Supremo que van desde 2014 a finales de 2021 solo incluyen el número de trabajadores fallecidos en la construcción y remodelación de los estadios que ahora están albergando los partidos.

Esos datos contemplaban un total de 40 muertos. De ellos, 37 eran lo que los qataríes describen como incidentes no laborales, como ataques cardíacos, y tres fueron accidentes laborales. Un reporte también recoge por separado una muerte por coronavirus durante la pandemia.

Al-Thawadi hizo referencia a esas cifras al hablar sobre las obras solo en estadios durante la entrevista, justo antes de ofrecer la estimación de “entre 400 y 500” para toda la infraestructura del torneo.

En un comunicado, el Comité Supremo intentó calmar las reacciones al decir que al-Thawadi hizo referencia a las “estadísticas nacionales para el periodo entre 2014 y 2020 para todos los decesos laborales (414) en todo el país, que cubren todos los sectores y nacionalidades”.

“El secretario general, Hassan Al Thawadi, declaró al programa “Uncensored” de Piers Morgan que hubo 3 muertes relacionadas con el trabajo y 37 muertes no relacionadas con el trabajo en los proyectos del Comité Supremo de Entrega y Legado. Este dato se documenta anualmente en los informes públicos del SC y abarca los 8 estadios, las 17 sedes que no son de competición y otros lugares relacionados con el ámbito del SC”, dijo Qatar en un comunicado.

Según esta fuente, las cifras que citó Al Thawadi, que habló de “entre 400 y 500 obreros emigrantes fallecidos”, corresponden “a las estadísticas nacionales que cubren el período 2014-2020 para todas las muertes relacionadas con el trabajo (414) en todo el país, abarcando todos los sectores y nacionalidades”.

Esta cifra está lejos de las 6,500 que el periódico británico The Guardian documentó para un reportaje a principios de 2021.

“Cada año la seguridad en estos sitios está mejorando. Creo que en general, la necesidad de una reforma laboral indica que hay que hacer mejoras. Esto es algo que reconocimos antes de llevar a cabo la candidatura. Las mejores que se han producido no ha sido por la Copa del Mundo. Hemos tenido que hacerlas por nuestros valores”, admitió Al Thawadi.

Y es que desde que la FIFA le concedió el torneo a Qatar en 2010, el país ha tomado algunas medidas para reformar su legislación laboral. Esto incluye eliminar el llamado sistema de contratación kafala, que ataba a los trabajadores a sus empleadores, que tenían poder de decisión sobre si podían dejar sus puestos o incluso el país.

Qatar ha adaptado también un salario mínimo mensual de 1,000 riyales qataríes (275 dólares) para trabajadores y exige suplementos para alimentación y alojamiento para los empleados que no reciben esos beneficios directamente. También ha actualizado sus normas de seguridad para evitar muertes.

Sin embargo, los activistas han instado al gobierno qatarí a hacer más, especialmente para garantizar que los trabajadores reciben sus salarios a tiempo y están protegidos de los empleadores abusivos.

La afirmación de Al-Thawadi renueva también las dudas sobre la veracidad de los reportes, tanto gubernamentales como privados, sobre trabajadores muertos y heridos en todos los estados del Golfo Pérsico, cuyos rascacielos han sido levantados por migrantes de naciones asiáticas como India, Pakistán y Sri Lanka.

Los bombardeos rusos han cobrado la vida de al menos 15 personas y obligaron a evacuar los hospitales de la ciudad ucraniana de Jersón, en una ofensiva que en los últimos días dejó sin luz, agua y calefacción a muchas grandes ciudades del país.

Según el presidente ucraniano, Volodimir Zeenski, había aún este viernes por la noche “más de seis millones” de hogares sin electricidad, pese a los esfuerzos de reconexión a la red en momentos en que las temperaturas tocan los cero grados centígrados debido a la llegada del invierno.

Los bombardeos del viernes siguieron destruyendo Jersón, la primera gran ciudad en caer en manos rusas tras la invasión el pasado 24 de febrero, pero recuperada por los ucranianos el 11 de noviembre, en el último gran revés de la ofensiva del presidente ruso, Vladimir Putin.

“Hoy murieron 15 habitantes de la ciudad de Jersón y 35 resultaron heridos, entre ellos un niño, debido a los bombardeos del enemigo”, dijo Galyna Lugova, una funcionaria de la administración militar local. Los “constantes” ataques rusos también obligaron a evacuar hospitales de la ciudad, añadió.

Otro bombardeo ya había causado 11 muertos y casi 50 heridos el jueves por la noche en esta localidad.

Zelenski denunció la estrategia de destruir las infraestructuras energéticas en momento en que las temperaturas han descendido por la llegada del invierno como un “crimen contra la humanidad” y sus aliados occidentales la definieron como “crímenes de guerra”.

Rusia asegura que solo apunta contra infraestructuras militares y acusa a la defensa antiaérea ucraniana de los apagones.

Putin proclamó el viernes que Rusia va a “alcanzar sus objetivos” en Ucrania y denunció a los “enemigos del área informativa” que buscan “depreciar, desacreditar” la operación militar rusa.

El mandatario hizo esas declaraciones al reunirse por primera vez con un grupo de madres de soldados rusos muertos en Ucrania, a quienes les dijo que compartía su “dolor”.