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El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, pidió más solidaridad internacional con las vacunas contra la COVID-19 para asegurar una recuperación completa de la economía global.

“La implantación masiva de la vacunación es, a corto plazo, nuestra mejor política económica”, afirmó Gurría ante el foro Soluciones Globales, organizado por la presidencia de turno italiana del G20.

En su intervención, Gurría señaló que esa importancia de la vacunación es superior que los programas de apoyo fiscal a sus economías que han puesto en marcha países de todo el mundo o a la política monetaria del último año.

El mexicano lamentó que solo “una de cada diez personas” en todo el mundo ha recibido al menos una dosis de vacuna contra la enfermedad y apeló a poner remedio a esta situación.

Señaló como herramientas claves que se comparta la propiedad intelectual de las vacunas y que haya transferencias de tecnología para facilitar que esos productos se puedan fabricar y distribuir en países en desarrollo.

En el mismo sentido se expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien de iguala forma reclamó una respuesta “solidaria” del G20, desprovista de intereses “nacionalistas o egoístas” para combatir la distribución “inaceptablemente injusta” de las vacunas contra el coronavirus principalmente en los países pobres.

“Tenemos el instrumento, el COVAX, pero no se contribuye con la determinación necesaria a él”, afirmó Guterres. “Las mutaciones más agresivas amenazan en convertirse en dominantes”, alertó.

El secretario general de la ONU recordó que los países menos desarrollados están recibiendo un porcentaje mínimo del total de las vacunas que se producen en todo el mundo. Y apremió a coordinar los esfuerzos y a organizar un plan global, ante una evolución de la pandemia que calificó de “dramática” para los países sin apenas acceso a la vacuna.

Durante el evento también intervino la canciller alemana, Angel Merkel, quien insistió en su apuesta por el multilateralismo frente a los grandes desafíos globales, sea la pandemia, sea la lucha contra la crisis climática. Aunque también reiteró su posición en defensa de la protección de las patentes de la vacuna.

Es urgente posibilitar el acceso a la vacuna, a los medicamentos y a los test, dijo, pero al mismo tiempo se deben proteger las patentes y mantener muy altos los incentivos para que las empresas inviertan en investigación y desarrollo.

“El mundo es una comunidad de destinos”, apuntó la canciller. Los países industrializados deben contribuir a que la vacuna llegue también ahí donde no hay producción propia ni una buena distribución de las que se llegan a importar.

Merkel apeló al conjunto de los países del G20 a contribuir con determinación al Covax, por ser éste el instrumento adecuado a escala multilateral contra la pandemia.

Interrumpiendo su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) participó en la Cumbre Mundial de la Salud del G20, que se coordina virtualmente desde Roma, Italia.

AMLO denunció el acaparamiento de las vacunas contra el COVID-19 por parte de los países más prósperos.

El mandatario comenzó su participación manifestando su apoyo a la propuesta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre suspender las patentes de las vacunas contra el nuevo coronavirus, pero añadió que también se debe hacer que los compuestos lleguen a todos los países “sin distinción económica, política, social y cultural”.

“Esto, desgraciadamente, no ha funcionado como debería. Es evidente que existe acaparamiento de vacunas en un reducido grupo de países mientras la mayoría cuenta con muy pequeñas dosis”, denunció.

López Obrador explicó que hasta el momento se han aplicado 1,556 millones de vacunas y, mientras que 50 países del mundo han concentrado el 96% del total, otros 145 países solo han aplicado 67 millones de vacunas, es decir únicamente el 4%.

Adelantó que México seguirá enfrentando la pandemia con una dimensión de “solidaridad internacional”; aseguró que una vez que la vacuna nacional, Patria, sea autorizada, nuestro país destinará el 30% de la producción a los países que lo necesiten.

Agradeció la solidaridad y apoyo que México ha recibido de distintos países como Estados Unidos, China, India, Rusia y Cuba.

Recordemos que los líderes del G20 se reúnen hoy virtualmente bajo la presidencia de turno de Italia para analizar la experiencia de la pandemia del coronavirus y buscar políticas que eviten futuras crisis y combatan las consecuencias de la actual.

La cumbre, con políticos, científicos y exponentes de la sociedad civil, es coordinada desde Roma por el primer ministro italiano, Mario Draghi, y por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, organizadores del foro.

Durante la cumbre, los fabricantes de vacunas contra el COVID-19: Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson&Johnson se comprometieron a donar 3,500 millones de dosis a los países más desfavorecidos entre 2021 y 2022.

Según explicaron, este año se suministrarán unos 1,300 millones de dosis y en 2022, el resto. Pfizer proporcionará 2,000 millones de dosis, Moderna “hasta” 995 millones y Johnson&Johnson “hasta 500 millones”.

Los países de ingresos bajos podrán comprarlas a precio de coste y los de ingresos medios, a un precio reducido, precisaron los responsables de los laboratorios durante una cumbre virtual. Poco antes, la Unión Europea (UE) había anunciado que aportaría 100 millones de dosis.

La idea de suspender las patentes de las vacunas anticovid avanza, luego de que el gobierno de Estados Unidos mostrara su apoyo a dicha propuesta, aunque los laboratorios se resisten.

“La administración cree firmemente en la protección de la propiedad intelectual, pero para detener esta pandemia, apoya el levantamiento” de las patentes, dijo ayer miércoles la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.

Para justificar la decisión, Tai evocó las “circunstancias extraordinarias de la pandemia” que, por ejemplo, sigue causando estragos en India, donde se registraron 3,980 muertes y mas de 410,000 contagios en 24 horas.

En tanto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebró la “decisión histórica” de Estados Unidos, mientras que su homóloga de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, la acogió “calurosamente”.

Francia también se mostró favorable a discutir sobre la suspensión temporal, al igual que Rusia, que hasta ahora ha creado cuatro vacunas anticovid, entre ellas Sputnik V y su versión monodosis Sputnik Light.

Menos entusiasta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo este jueves que “la Unión Europea (UE) está lista para conversar sobre cualquier propuesta que responda a la crisis de forma efectiva y pragmática”.

Alemania, la primera economía de la UE, defendió las patentes, ya que “la protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y debe seguir así en el futuro”, dijo el portavoz del gobierno.

Por el momento, las patentes están principalmente en manos de los laboratorios estadounidenses, que en general se oponen a su eliminación porque, según ellos, esto les privaría de ingresos para financiar sus costosas innovaciones.

Stephen Ubl, presidente de la federación estadounidense (PhRMA), dijo que la decisión de suprimir las patentes podría debilitar aún más las ya tensas cadenas de suministro y fomentar la proliferación de vacunas falsas.

“Una suspensión es la respuesta sencilla pero incorrecta a un problema complejo”, aseguró por su parte la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA).

El presidente de Pfizer, Albert Bourla, dijo que no está “para nada” a favor de la iniciativa y más bien sugirió acelerar la producción actual. “Las patentes no son el factor limitante para la producción” coincidió en un comunicado su socio, el laboratorio alemán BioNTech.

Los partidarios de la suspensión de las patentes afirman que estimulará la producción de vacunas genéricas de bajo coste, ayudando a los países pobres; aunque los opositores argumentan que la medida dañará los derechos de propiedad intelectual y erosionará el incentivo de los beneficios, lo que en última instancia afectaría a la investigación y al desarrollo farmacéutico.