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La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció este jueves que no tiene “más fuerzas” para seguir al frente del país, por lo que renunciaba a su cargo y que no se presentaría a la reelección.

Ardern, conteniendo las lágrimas, dijo que habían sido cinco años y medio difíciles como primera ministra y que era humana y necesitaba dar un paso al lado.

“Esperaba encontrar la manera de prepararme no sólo para otro año, sino para otro mandato, porque eso es lo que requiere este año. No he sido capaz de hacerlo”, dijo Ardern en conferencia de prensa.

“Sé que tras esta decisión se debatirá mucho sobre cuál ha sido la llamada ‘verdadera’ razón (…) Lo único interesante es que, después de seis años de grandes desafíos, soy humana”, continuó. “Los políticos somos humanos. Damos todo lo que podemos, durante todo el tiempo que podemos, y luego llega el momento. Y para mí, es el momento”, sostuvo.

Ardern irrumpió en la escena mundial en 2017 cuando se convirtió en la jefa de gobierno más joven del mundo a los 37 años. Llevó adelante una apasionada campaña por los derechos de la mujer y por el fin de la pobreza infantil y la desigualdad económica en su país.

Líderes mundiales expresaron su aprecio por Ardern, que se convirtió en una de las figuras mundiales más reconocibles durante la pandemia del COVID-19 y tras los tiroteos masivos en dos mezquitas en 2019.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo: “La diferencia que ha marcado es inconmensurable”. El primer ministro holandés, Mark Rutte, sostuvo que habían intercambiado mensajes este jueves y agregó: “Creo que es una líder formidable, en Nueva Zelanda, pero también en la región y en la ONU”.

Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, señaló que entendía la decisión de Ardern de dimitir: Creo que es una líder brillante y una mujer muy valiente”.

Ardern declaró que no dejaba el cargo porque fuera difícil, sino porque creía que otros podían hacerlo mejor.

Ahora, la votación del Partido Laborista neozelandés para elegir a su nuevo líder tendrá lugar el domingo, y el ganador será primer ministro hasta las próximas elecciones generales. El mandato de Ardern como líder concluirá a más tardar el 7 de febrero y se celebrarán elecciones nacionales el 14 de octubre.

Analistas apuntan a varios ministros de Ardern como posibles candidatos, entre ellos el ministro de Educación y Policía, Chris Hipkins, y la ministra de Justicia, Kiri Allen.

La nueva primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, logró hoy su investidura en la Cámara de Diputados gracias a los votos de la coalición derechista que encabeza, y espera ahora completar el trámite mañana en el Senado, un formalismo por contar con mayoría.

Meloni alcanzó la mayoría absoluta con 235 votos a favor, de un total de 400, gracias a su partido, los ultras Hermanos de Italia, y sus socios de coalición, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia, de Silvio Berlusconi, además de otras pequeñas formaciones.

La oposición quedó en 154 votos, los del Partido Demócrata (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y los centristas Azione e Italia Viva, entre otros, mientras que cinco diputados se abstuvieron.

El trámite de su investidura, un formalismo por contar con los números suficientes, terminará mañana en el Senado, en una sesión que comenzará a las 13:00 hora local.

“El Gobierno obtiene la confianza de la Cámara de Diputados. Agradezco a todas las fuerzas políticas por escuchar las líneas del programa que el Ejecutivo pretende poner en marcha para impulsar Italia. Mañana estaré en el Senado para otro paso importante. La ruta está trazada: seguimos adelante”, tuiteó la primera ministra.

Meloni, primera mujer jefa del gobierno en la historia del país, juró en el cargo el pasado sábado ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, después de ganar las elecciones generales del 25 de septiembre con el 26% de los votos, además de los de sus aliados.

En su discurso ante los diputados, la nueva primera ministra habló de su programa de gobierno para los próximos 5 años, donde aprovechó para adelantar algunas reformas importantes como una amnistía fiscal y renegar del fascismo.

“Nunca he sentido simpatía por regímenes antidemocráticos, incluido el fascista”, dijo Meloni, de 45 años y que lidera un partido heredero del Movimiento Social Italiano, fundado en 1946 por los últimos fascistas.

Luego de semanas de críticas y cuestionamientos a su gobierno, la primera ministra británica Liz Truss renunció este jueves, reconociendo lo inevitable luego de apenas seis semanas en Downing Street.

EN los apenas 45 días en el cargo, analistas señalan que las políticas instauradas por Truss trastocaron los mercados financieros y orillaron a una rebelión dentro de su partido que la dejó sin autoridad.

“No puedo cumplir con el mandato sobre el cual fui elegida”, declaró la primera ministra.

Apenas ayer, Truss había dicho que se mantendría en el cargo, asegurando que “soy una luchadora, no una cobarde”.

Pero Truss se vio obligada a abandonar muchas de sus políticas económicas y perdió el control de la disciplina dentro de su Partido Conservador.

Su salida deja al partido dividido y en busca de un líder que pueda unir a sus facciones rivales. Ya se mencionan algunos nombres como Rishi Sunak o Penny Mordaunt. Incluso el partido Laborista tiene 52% de preferencia, frente al 22% de los conservadores, lo que podría complicar más el escenario político en Reino Unido.

Truss adelantó que su sucesor será elegido durante la próxima semana.

A la conservadora le quedaban 73 días para superar la marca de George Canning, duque de Portland, que murió en agosto de 1827, 118 días después de asumir la jefatura del Ejecutivo.

Su sucesor, Frederick John Robinson, primer vizconde de Goderich, superó esa marca por unos pocos días, mantuvo el gobierno durante 143 días. En tanto, Andrew Bonar Law, el único canadiense que ha gobernado el Reino Unido, se mantuvo en el poder durante 211 días.

Ahora Liz Truss encabeza la lista de los primeros ministros británicos más breves de la historia en Reino Unido:

  1. Liz Truss (2022) – 45 días, a los que se sumará previsiblemente en torno a una semana como jefa de Gobierno interina.
  2. George Canning (1827) – 118 días
  3. Frederick John Robinson (1827-28) – 143 días
  4. Andrew Bonar Law (1922-23) – 211 días
  5. William Cavendish (1756-57) – 225 días
  6. William Petty (1782-83) – 265 días

El legislador conservador británico, William Wragg, confirmó este miércoles que presentó una carta de censura contra la primera ministra Liz Truss, tras sentirse “avergonzado” por el minipresupuesto que presentó el mes pasado y que provocó la agitación de los mercados financieros.

El gobierno ha comunicado a legisladores que la votación sobre la política de fracking de hidrocarburos de Truss, que se realizará hoy, será tratada como una moción de confianza, y quienes voten en contra serán apartados del grupo parlamentario.

Wragg dijo que, aunque se opone al fracking, votaría en favor del gobierno para no ser expulsado del grupo parlamentario.

Y es que la destitución invalidaría una carta de censura que Wragg dijo que ya había presentado al presidente del Comité 1922 de legisladores conservadores, que establece las normas para la selección y el cambio de un líder. “Deseo mantener esa carta”, dijo al Parlamento.

Wragg, legislador desde 2015, es presidente de la Comisión de Administración Pública y Asuntos Constitucionales del Parlamento y vicepresidente del Comité 1922.

“La falta de previsión de los altos miembros del gobierno no la puedo perdonar fácilmente”, dijo Wragg. “Lo que ocurrió con esa comunicación financiera, me avergüenza personalmente porque no puedo ir a ver a mis electores, mirarlos a los ojos y decirles que deben apoyar a nuestro gran partido”.

Esta semana, la primera ministra se disculpó por haber puesto en peligro la estabilidad económica de Reino Unido, después de verse obligada a desistirse de su intención de aplicar planes de reducción de impuestos y a optar por un “doloroso” programa de recortes del gasto público.

Después de semanas culpando a los mercados y a los “vientos en contra globales” de que los inversores se deshicieran de la libra esterlina y los bonos del Estado, Truss dijo que lamentaba haber ido “demasiado lejos y demasiado rápido” con su plan económico radical diseñado para sacar a Reino Unido de años de crecimiento estancado.

Los mercados, que se desplomaron después de su “minipresupuesto” del pasado 23 de septiembre, siguen bajo tensión incluso después de que el nuevo ministro de Finanzas de Truss, Jeremy Hunt, pusiera fin a sus planes, y ahora está luchando por sobrevivir, sólo seis semanas después de acceder al cargo.

Todo indica que la disculpa de Truss no aplacó la creciente rebelión dentro de su partido, el Partido Conservador, donde varios legisladores le están instando a dimitir. Muchos de ellos temen perder sus puestos en las próximas elecciones.

Un nuevo sondeo de opinión de YouGov sugiere que incluso los miembros del Partido Conservador que la apoyaron como primera ministra lo están pensando. Más de la mitad de los encuestados cree que debería dimitir, mientras que un tercio quiere que su predecesor, Boris Johnson, la sustituya.

La primera ministra, Liz Truss, se disculpó por haber puesto en peligro la estabilidad económica de Reino Unido, después de verse obligada a desistirse de su intención de aplicar planes de reducción de impuestos y a optar por un “doloroso” programa de recortes del gasto público.

Después de semanas culpando a los mercados y a los “vientos en contra globales” de que los inversores se deshicieran de la libra esterlina y los bonos del Estado, Truss dijo que lamentaba haber ido “demasiado lejos y demasiado rápido” con su plan económico radical diseñado para sacar a Reino Unido de años de crecimiento estancado.

Los mercados, que se desplomaron después de su “minipresupuesto” del pasado 23 de septiembre, siguen bajo tensión incluso después de que el nuevo ministro de Finanzas de Truss, Jeremy Hunt, pusiera fin a sus planes ayer, y ahora está luchando por sobrevivir, sólo seis semanas después de acceder al cargo.

No está claro si la disculpa de Truss aplacará la creciente rebelión dentro de su partido, el Partido Conservador, donde varios legisladores le están instando a dimitir. Muchos de ellos temen perder sus puestos en las próximas elecciones.

Incluso uno de sus ministros dijo que no podía permitirse cometer más errores, algo que podría ser difícil cuando su gobierno busca un gran ahorro que podría profundizar una recesión prevista. Hunt ya se ha negado a garantizar los presupuestos de departamentos como Sanidad y Defensa.

Un nuevo sondeo de opinión de YouGov sugiere que incluso los miembros del Partido Conservador que la apoyaron como primera ministra lo están pensando. Más de la mitad de los encuestados cree que debería dimitir, mientras que un tercio quiere que su predecesor, Boris Johnson, la sustituya.

“Quiero aceptar la responsabilidad y pedir perdón por los errores cometidos”, dijo Truss en una declaración a la BBC. “Quería actuar para ayudar a la gente con sus facturas de energía, para tratar el tema de los altos impuestos, pero fuimos demasiado lejos y demasiado rápido”.

Ante los señalamientos de que debe dimitir, Truss dijo que “se queda” y que liderará a los conservadores en las próximas elecciones previstas para dentro de dos años, aunque la declaración fue acompañada de una risa.

Ayer, la primera ministra observó en silencio en el Parlamento cómo Hunt, echaba por tierra el programa económico que ella propuso hace menos de un mes y que desencadenó una caída del mercado de bonos tan profunda que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para evitar el colapso de los fondos de pensiones.

Para algunos miembros del partido, la visión de una primera ministra humillada en el Parlamento proporcionó poca confianza en que pueda seguir luchando.

El Daily Mail, que había aclamado el plan de Truss, publicó ayer una portada abandonando el Parlamento bajo el titular “En el cargo, pero no en el poder”, mientras que The Sun, que también la apoyaba, la llamó “La primera ministra fantasma”.

Recordemos que Truss fue elegida por los miembros de su partido y no por el electorado, con la promesa de recortar los impuestos y la regulación para reactivar la economía, en una política que los críticos califican de retorno a la economía de “goteo” de los años 80.

La primera ministra británica, Liz Truss, se declaró el viernes “absolutamente determinada” a aplicar su plan de “crecimiento económico”, pese a las duras críticas, incluso entre sus filas conservadoras, contra su estrategia de recortes fiscales financiados con deuda pública.

“Estoy absolutamente determinada a cumplir la promesa que hice de conseguir un crecimiento más fuerte, un Reino Unido más próspero y de salir de la tormenta en la que nos encontramos”, afirmó en una breve rueda de prensa, celebrada poco después de anunciar el cambio en el ministerio (secretaría) de Economía.

Truss, destituyó este viernes a su ministro de Economía y gran aliado, el ultraliberal Kwasi Kwarteng, en un intento de sobrevivir a la tormenta económica y política que amenaza su propia continuidad.

Kwarteng, quien el jueves había asegurado que no se iría “a ninguna parte” pese a la agitación provocada en los mercados financieros por los controvertidos planes económicos del gobierno, dejó claro que fue obligado a dejar el cargo.

Truss “me ha pedido que me haga a un lado como su ministro de Finanzas. He aceptado”, escribió en una carta publicada en Twitter este ultraliberal de 47 años, nacido en Londres de padres inmigrantes ghaneses.

En la carta dirigida a Truss, el ya exministro asegura que apoyará a quien le suceda en esa cartera aunque insiste en que “continuar con el ‘statu quo’ simplemente no era una opción”, en alusión a los polémicos cambios fiscales que incluía su plan de crecimiento.

“Durante demasiado tiempo este país ha sido ralentizado por las bajas tasas de crecimiento y los altos impuestos, esto aún debe cambiar para que el país tenga éxito”, dijo.

Kwarteng, que regresó hoy, un día antes de lo previsto, de una visita a Washington con motivo de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional, dijo que cuando Truss le pidió que fuera “canciller del Exchequer”, lo hizo “a sabiendas de que la situación que afrontábamos era increíblemente difícil, con los tipos de interés globales y los precios energéticos en aumento”.

El exministro fue nombrado responsable de la economía nacional hace apenas 38 días y su breve estancia al frente de esa cartera ha estado marcada mayoritariamente por la polémica que sembró su radical programa de masivos recortes fiscales, que sumieron en el caos los mercados.

Truss respondió asegurando que ambos comparten “la misma visión del país y la misma firme convicción de apostar por el crecimiento”, pero nombró inmediatamente en su lugar al exministro de Relaciones Exteriores y de Salud Jeremy Hunt.

La primer ministra también anunció este viernes que incrementará el impuesto a las sociedades, como había previsto el anterior gobierno, para “tranquilizar a los mercados”.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, llamó este jueves al Reino Unido y a otras naciones a garantizar que sus políticas fiscales se mantengan “coherentes y consistentes”, tras informes de que Londres evalúa más cambios en su controvertido plan presupuestario.

Georgieva dijo que tuvo una reunión “muy constructiva” con el ministro de Finanzas británico, Kwasi Kwarteng, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, durante la reunión anual del FMI de esta semana en Washington.

“Discutimos la importancia de la coherencia de las políticas y la comunicación clara para que, en este entorno de inquietud, no haya razones para más nerviosismo”, afirmó.

El Fondo Monetario Internacional ha subrayado a lo largo de las reuniones de ministros y banqueros centrales de esta semana, que es necesario mantener la disciplina fiscal en momentos en que los bancos centrales elevan las tasas de interés para controlar la inflación galopante.

Y es que las críticas a la primera ministra británica, Liz Truss, han crecido dentro de su propia mayoría parlamentaria, donde medios locales reportan que algunos diputados conservadores ya comienzan a barajar nombres para sustituirla apenas un mes después de su llegada al cargo.

Truss lleva 37 días en el poder y cada vez se ve más cuestionada. Los enormes recortes fiscales que prometió a finales de septiembre sin una financiación clara hicieron cundir el pánico en los mercados financieros y fueron recibidos con escepticismo y preocupación por algunos de sus compañeros de partido.

Aunque por ahora mantiene el rumbo, los diputados conservadores le instan en privado a que dé marcha atrás en algunos de los elementos de su paquete económico, principalmente la supresión de un alza prevista en el impuesto de sociedades.

Además, algunos “diputados conservadores están sondeando posibles sustitutos para (el ministro de Finanzas) Kwasi Kwarteng y posiblemente incluso para Liz Truss”, dijo a la BBC Paul Goodman, exdiputado y redactor jefe de ConservativeHome, una web muy influyente entre la derecha británica.

“Se barajan todo tipo de nombres”, añadió, aludiendo a Rishi Sunak, el principal exrival de Truss en la carrera a Downing Street, e incluso a Boris Johnson, el controvertido primer ministro al que ella sustituyó el mes pasado.

Truss, de 47 años, fue nombrada primera ministra el 6 de septiembre tras una campaña de dos meses entre los diputados, primero, y los afiliados, después, del Partido Conservador británico en busca de un sucesor para Boris Johnson.

Es la cuarta líder de la formación conservadora desde 2016.

Volver ahora a “cambiar de líder sería una idea desastrosa desde el punto de vista político y económico”, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly.

En la sesión semanal de preguntas a la primera ministra de ayer, Truss, que fue abucheada por la oposición laborista, descartó recortar el gasto público para financiar sus recortes fiscales, y repitió que contaba con el crecimiento del PIB para sacar al país de la crisis

A pesar de la agitación en los mercados y en el seno de su partido, Downing Street afirma que Truss, que ya dio marcha atrás en una medida clave de su presupuesto, está “centrada únicamente en el objetivo de crecimiento a través de los cambios y reformas previstos”.

La primera ministra sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, anunció este lunes tras una reunión extraordinaria de su gobierno y un debate parlamentario que Suecia, pedirá formalmente el ingreso en la OTAN, rompiendo así una política de dos siglos de no alineación.

“El gobierno sueco ha decidido que Suecia debe ingresar en la OTAN”, dijo en rueda de prensa Andersson sobre una decisión que cuenta con el respaldo de las principales fuerzas políticas suecas y que justificó por el empeoramiento de la seguridad provocado por la guerra en Ucrania.

La decisión era esperada después de que Andersson comunicara ayer domingo el apoyo de su partido, que encabeza un gobierno en solitario en minoría, al ingreso, en contra de su línea política desde hace décadas y medio año después de haber aprobado en un congreso general mantener su estatus de aliado pero no miembro de la Alianza.

“Lo mejor para la seguridad de Suecia y de los suecos es entrar en la OTAN y hacerlo junto con Finlandia”, dijo la primera ministra.

El embajador de Suecia en Bruselas presentará la solicitud de ingreso ante la sede de la OTAN en la capital belga “dentro de poco”, al mismo tiempo que lo haga Finlandia, explicó Andersson.

La primera ministra sueca se remitió a las conclusiones del análisis sobre la nueva situación de seguridad consensuadas por la mayoría de partidos suecos para resaltar que el ingreso en la OTAN tendría un efecto disuasorio en el norte de Europa, mejoraría la seguridad y reduciría los riesgos, además de apuntar a que no hay otra opción “realista”.

“Por desgracia no tenemos ningún motivo para creer que Rusia vaya a cambiar en un futuro previsible”, dijo.

El gobierno sueco decidió también adoptar una proposición que posibilitará que Suecia reciba apoyo militar de todos los países de la Unión Europea y de la OTAN en el tiempo que dure el proceso de ratificación.

“Suecia va a encontrarse en una situación de vulnerabilidad durante el tiempo que se tramite nuestra solicitud”, dijo.

La primera ministra estuvo acompañada en su comparecencia por el líder de la oposición, el conservador Ulf Kristersson, quien aseguró que ambos asumirán de forma conjunta la responsabilidad en el proceso de adhesión a la OTAN.

A diferencia de Finlandia, en Suecia la decisión sobre solicitar el ingreso la toma el gobierno y no se realiza ninguna votación en el Parlamento, aunque hoy hubo un debate en la Cámara en el que las distintas fuerzas políticas mostraron su postura sobre el ingreso en la OTAN, que apoya una clara mayoría, también en la población, según los últimos sondeos.

El Parlamento sueco votará el próximo lunes la nueva elección de la socialdemócrata Magdalena Andersson como primera ministra, tras su dimisión ayer debido a la salida del Gobierno de los ecologistas, apenas unas horas después de recibir el apoyo de la Cámara.

Andersson, primera mujer elegida jefa de gobierno en Suecia, duró cerca de ocho horas en el cargo: el Parlamento toleró su elección al no tener a la mayoría en su contra (175 escaños), pero luego la Cámara aprobó la moción alternativa de los presupuestos del bloque de derecha, lo que causó la reacción de los verdes y luego la renuncia de la socialdemócrata .

El presidente del Parlamento, Andreas Norlén, anunció hoy la votación tras constatar que Andersson mantiene sus apoyos, pero lamentó el “incomprensible” desarrollo de los hechos, “dañino” para la confianza de los suecos en los partidos políticos y la Cámara.

Norlén dirigió sus críticas hacia el Partido del Medioambiente, al que recriminó no haberle informado en las consultas previas de que su permanencia en el Ejecutivo dependía de los presupuestos. “De haberlo sabido, claro que no habría nominado a Andersson y habría esperado a después de la votación de los presupuestos”, dijo.

Andersson no llegó a convertirse formalmente en primera ministra, ya que para ello habría sido necesaria una reunión del Consejo de Estado, presidido por el rey, pero su renuncia fue lo “más razonable”, señaló Norlén, resaltando que no hay precedentes de un caso así en Suecia y que tampoco está recogido en la Constitución.

El también socialdemócrata Stefan Löfven, que dimitió hace dos semanas cumpliendo la salida anunciada ya en agosto, seguirá ejerciendo de momento como primer ministro de un Gobierno de transición hasta que se formalice la elección de su sucesora.

Andersson se había asegurado hace tiempo la abstención del Partido Centrista y, luego de largas negociaciones, la del Partido de Izquierda Socialista, tras cerrar un acuerdo sobre pensiones.

El pacto con los socialistas hizo que los centristas anunciasen ayer que no apoyarían los presupuestos del Ejecutivo, lo que permitió que saliera adelante la moción de conservadores, democristianos y el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD).

La cercanía de las elecciones generales, que se celebrarán en septiembre de 2022, y el hecho de que los presupuestos alternativos solo suponen modificar algunas partidas fueron el argumento esgrimido por Andersson para aceptar gobernar con ellos.

Pero los ecologistas, que llevan meses con malos resultados en los sondeos, rompieron el difícil equilibrio señalando que no podían gobernar con unos presupuestos negociados con el SD y que suponen además que se eliminan varias medidas verdes.

La primera ministra británica, Theresa May, podría anunciar este miércoles una fecha para dejar su cargo a cambio de lograr que se ratifique su plan para el Brexit, dos veces derrotado en el Parlamento, mientras la Cámara Baja busca un consenso entre una lista de opciones propuestas por los diputados.

Pese a que la crisis británica del Brexit de los últimos tres años se encuentra en la recta final, todavía no se sabe cómo, cuándo o incluso si abandonará la Unión Europea, aunque May confía en que su acuerdo con Bruselas se vuelva a votar esta semana.

Entre las opciones propuestas, se encuentran unas relaciones más estrechas con la UE tras la escisión, un Brexit sin acuerdo o la revocación del proceso.

A dos días para la fecha prevista inicialmente para la salida (el 29 de marzo), algunos de los euroescépticos rebeldes más influyentes que apoyan el Brexit, como Jacob Rees-Mogg, han aceptado a regañadientes apoyar el acuerdo de May.

Para May, el costo de este apoyo puede ser su cargo.

La mandataria podría anunciar la fecha de su salida en un encuentro con diputados del Partido Conservador durante una reunión de la Comisión 1922 en Westminster, alrededor de las 11:00 horas de la Ciudad de México.

Antes, los diputados debatirán qué tipo de divorcio con la UE debería elegir el Reino Unido.

Luego de una larga sesión, la primera ministra británica, Theresa May, superó hoy la moción de confianza convocada por su propio partido, el Partido Conservador, para decidir sobre su continuidad al frente del Gobierno.

May obtuvo 200 votos a favor y 117 en contra, esto en una votación secreta a la que estaban llamados todos los diputados del grupo “tory” en la Cámara de los Comunes.

Con el respaldo obtenido, May se mantiene como primera ministra de Gran Bretaña, además de que no se podrá convocar de nueva cuenta a una moción de confianza durante los próximos 12 meses.

Previo a la votación, May aseguró a los diputados de su partido que no se presentará a las próximas elecciones,  previstas para 2022. “Fue extremadamente clara: no liderará al Partido Conservador en las próximas elecciones”, afirmó el diputado Nick Boles tras el mensaje que May dio a puerta cerrada.

La jefa de Gobierno necesitaba obtener una mayoría simple en la votación a la que estaban convocados los 317 diputados conservadores para conservar su cargo.

May afirmó que seguirá adelante con el “trabajo” de materializar el “brexit”. Reconoció que un número “significativo” de diputados conservadores han votado contra ella, por lo que aseguró que ha “escuchado lo que han expresado”.