Este lunes, directivos de Boeing se disculparon con las aerolíneas y los familiares de las víctimas de los dos accidentes fatales ocurridos en su modelo 737 MAX en Indonesia y Etiopía, en un intento del fabricante estadounidense por recuperar la confianza de los reguladores, pilotos y pasajeros.
“Lamentamos mucho la pérdida de vidas” en los choques de Lion Air en octubre y Ethiopian Airlines en marzo, dijo a la prensa Kevin McAllister, director general de aviación comercial de la empresa, durante el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París.
En total, 346 personas murieron en los dos siniestros.
McAllister lamentó también los trastornos que habían sufrido las aerolíneas cuando todos los aviones MAX quedaron confinados a tierra tras los accidentes, así como las molestias sufridas por los pasajeros que pensaban volar este verano.
Insistió en que la compañía trabaja a fondo para determinar qué falló, aunque no precisó cuándo podrían volver a volar los aviones afectados.
Otros directivos de la compañía insistieron en la preocupación del fabricante por la seguridad y en expresar sus condolencias a las familias de las víctimas.
Hay varias investigaciones en marcha sobre lo ocurrido, aunque se sabe que los sensores que medían el ángulo fallaron en las dos aeronaves, alertando a un software de seguridad para que forzara el descenso del morro del avión y luego de eso, los pilotos no pudieron recuperar el control de los aviones.