El ex director de campaña de Trump, Paul Manafort, está de nuevo en el centro de atención en las investigaciones sobre la injerencia de Rusia en las elecciones estadounidenses.

 

Manafort había quedado atrás dentro de los personajes vinculados con Rusia, a diferencia del ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn, quien actualmente está desafiando un llamado en la investigación del Senado sobre la interferencia rusa.

 

Pero Manafort tiene lazos más profundos y bien documentados con empresarios y políticos rusos, de tiempo atrás.

 

El New York Times reveló el miércoles pasado que los espías rusos habían elaborado estrategias durante las elecciones sobre cómo aprovechar mejor a Manafort para influir en la campaña de Trump. El informe se produjo tras el testimonio del ex jefe de la CIA, John Brennan, sobre que el equipo de la campaña Trump estaban en contacto con funcionarios rusos.

 

Manafort, que dejó la campaña en agosto en parte por sus vínculos con Rusia, se ha considerado durante mucho tiempo como pieza central para las investigaciones federales en la materia.

 

La Casa Blanca ha ofrecido explicaciones cambiantes de la intimidad de Manafort con el presidente. El secretario de prensa, Sean Spicer, dijo que Manafort sólo “desempeñó un papel muy limitado” en la campaña de Trump antes de aclarar dos días más tarde que “debería haber sido más preciso con respecto al papel de Paul”.

 

Aunque la situación de Manafort no parece tan grave como la de Flynn, NC News informó esta semana que los investigadores federales han emitido una citación que busca registros relacionados con su hipoteca de $ 3.5 millones en una casa en los Hamptons.

 

Con información de The Hill / Foto: Archivo APO

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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