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El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó este lunes a Mongolia, según la televisión rusa, en su primer viaje a un país miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) desde la emisión de su orden de arresto acusado de crímenes de guerra.

La CPI y las autoridades ucranianas instaron a Mongolia a arrestar a Putin, objeto de una orden de arresto por la supuesta “deportación” de niños ucranianos de los territorios ocupados por Rusia en Ucrania.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ya aseguró que esta posibilidad no le planteaba ninguna “preocupación”. “Por supuesto, todos los aspectos de la visita fueron preparados cuidadosamente”, agregó.

La Unión Europea (UE) también llamó a Mongolia a cooperar con la CPI en el arresto solicitado por ese tribunal internacional contra el presidente ruso, Vladímir Putin.

“Mongolia es parte del Estatuto de Roma desde 2002, con las obligaciones que conlleva. Hemos elevado nuestra preocupación sobre la visita y dejado clara nuestra posición a través de nuestra delegación en Mongolia”, indicó la portavoz Nabila Massrali durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.

Agregó que la Unión Europea apoya la investigación del fiscal de la CPI en Ucrania y que “pide total cooperación de todas las partes”.

Como el resto de Estados que adhirieron al Estatuto de Roma en el que se basa la CPI, Mongolia “tiene la obligación de cooperar” con ese tribunal, declaró un portavoz de esa Corte, Fadi el-Abdallah.

Cuando un país miembro no cumple con sus obligaciones respecto a la CPI, esta última puede recurrir a la Asamblea de los Estados miembros, que se reúne una vez al año, aunque las eventuales sanciones suelen limitarse a una llamada de atención.

Desde que se fundó el tribunal, otros individuos que eran objeto de órdenes de arresto de la CPI, como el exdictador sudanés Omar al Bashir, han viajado a Estados firmantes del Estatuto de Roma sin ser detenidos.

Mongolia firmó el estatuto en 2000 y ratificó su adhesión a la CPI dos años después.

Putin realizará mañana martes una visita oficial a Mongolia, donde se reunirá en Ulán Bator con su homólogo mongol, Ukhnaa Khurelsukh, con quien intercambiará opiniones sobre las relaciones bilaterales y la cooperación.

Además, participará en un evento conmemorativo por el 85º aniversario de la batalla del río Khalkh, en la que tropas soviéticas y mongolas se enfrentaron a fuerzas japonesas.

El Ministerio de Exteriores ruso anunció este miércoles sanciones contra 92 periodistas, funcionarios y empresarios estadounidenses a los que responsabiliza de apoyar a Ucrania y difundir noticias falsas sobre este país y su Ejército.

La lista negra de Moscú sumó a periodistas de medios como The Wall Street Journal, The New York Times, The Washington Post, y colaboradores de los británicos Daily Telegraph y Guardian, que calificó de “liberal-globalistas y vinculados a la elaboración y difusión de noticias falsas sobre Rusia y (…) la cobertura propagandística de la guerra híbrida desatada por Washington”.

La diplomacia rusa reiteró sus acusaciones contra la política rusófoba de la administración del presidente Joe Biden, que con el fin de “infligir a Moscú una derrota estratégica” ha lanzado “andanadas de sanciones contra políticos, empresarios, científicos, personalidades de la cultura y periodistas rusos”.

Además de los periodistas, Moscú incluyó en la lista negra a funcionarios estadounidenses, representantes del sector empresarial, particularmente algunos vinculados al sector industrial militar, que suministran armas a Kiev y apoyan al Gobierno ucraniano.

“Recordamos a las actuales autoridades de EUA que no podrán eludir el castigo por las acciones hostiles, ya sea si se trata de la instigación directa de Zelenski y sus compinches a actos de agresión y ataques terroristas, o de los intentos de injerencia en los asuntos internos de Rusia”, señaló la diplomacia rusa.

Rusia ha acusado en las últimas semanas a Estados Unidos de apoyar la incursión fronteriza ucraniana en la región de Kursk, aunque Zelenski asegura que nunca informó sobre sus planes a Occidente.

Recordemos que Moscú sancionó en marzo de 2022, poco después del comienzo de la actual campaña militar, al presidente de Estados Unidos.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció que el próximo mes presentará a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, un plan de paz para poner fin al conflicto armado y que incluye la incorporación de Ucrania a la arquitectura de “seguridad global”, lo que pasaría por nuevos avances en estructuras multilaterales como la OTAN.

Zelenski, que ha confirmado también que su proyecto incluye medidas económicas y un “paquete contundente” para “forzar” a Moscú a optar por la vía diplomática, cree que lo “justo” es llamar primero a las puertas de la Casa Blanca, ya que entiende que depende del presidente estadounidense “que el plan tenga éxito”.

El mandatario ucraniano espera también poder trasladárselo a los dos principales candidatos a las elecciones de noviembre en Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris, actual ‘número dos’ de Biden, y el magnate republicano Donald Trump.

El presidente de Ucrania tiene previsto viajar a Estados Unidos en septiembre coincidiendo con el periodo anual de sesiones en la Asamblea General de la ONU, un foro que suele dar pie a reuniones bilaterales. Además, se ha marcado como objetivo convocar a una nueva edición de la conferencia de la paz que acogió Suiza anteriormente, confiado en que esta ocasión pueda celebrarse en un país del denominado Sur Global.

Zelenski aprovechó su mensaje para dar cuenta de la evolución del conflicto y presumir los avances militares logrados por las Fuerzas Armadas de Ucrania.

El presidente confirmó  el ensayo “con éxito” del primer misil balístico de fabricación ucraniana, un hito del que no dio mayores detalles.

En cuanto a la incursión militar en la región rusa de Kursk, Zelenski precisó que avanza a buen ritmo y que ha dado pie a “muchas soluciones necesarias”. Prevé también tratar estos avances en su próxima discusión con Biden, para la que no existe una fecha concreta.

Zelenski reiteró que no está dispuesto a canjear territorio de Ucrania a cambio de garantías de seguridad y bajo ningún tipo de negociación, en el marco de la posible integración en la OTAN.

El líder opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido en extrañas circunstancias en prisión en febrero pasado, murió por una arritmia, según la versión oficial, por lo que las autoridades rusas no iniciarán una investigación penal por su deceso.

“La muerte se produjo a causa de … la arritmia. Y díganme, ¿cómo encontraron esa arritmia durante la autopsia? Es imposible establecer un trastorno del ritmo cardíaco tras la muerte y Alexéi no tenía ninguna enfermedad cardíaca cuando estaba vivo”, escribió Yulia Naválnaya viuda del líder opositor.

Explicó que el resultado de la investigación interna de las autoridades le fue remitida medio año después de la muerte de Alexéi.

“Mostré ese diagnóstico a los médicos que conozco y todos llegan a la misma conclusión (…) escribieron “arritmia” para poder escribir algo. Porque la gente no muere así porque sí”, escribió Yulia.

Según la viuda del político opositor, el diagnóstico ofrecido por las autoridades es “una burla”. “Es otro intento bastante patético de ocultar que lo sucedido es un asesinato”, aseguró.

El informe oficial también hacía mención, en la causa de la muerte de Navalni, a una “combinación de enfermedades”, donde se mencionaban padecimientos como hipertensión y pancreatitis, hasta daños en sus vértebras y la presencia del virus del herpes en sus pulmones y bazo.

Además, Yulia denunció que el Comité de Instrucción sigue sin entregar sus artículos personales, incluido una crucifijo que llevaba el político.

“Eso tiene solo una explicación. Una sola. Lo mataron y ahora están tratando de borrar las huellas como sea posible”, opinó.

Navalni, quien sobrevivió en 2020 a un intento de envenenamiento con el agente químico Novichok, falleció en febrero en una prisión de máxima seguridad de Siberia en la que se encontraba desde finales del año pasado y donde cumplía una condena de 19 años, motivada por su activismo político.

La viuda del líder opositor, quien prometió continuar su lucha, culpa de la muerte de Navalni directamente al presidente ruso, Vladímir Putin.

La embajada de Ucrania en México pidió este miércoles al gobierno mexicano detener al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en caso de que acuda a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta el próximo 1 de octubre.

“Confiamos en que el gobierno mexicano cumpliría en todo caso con la orden internacional de detención entregando al susodicho (Putin) al órgano judicial de las Naciones Unidas en La Haya”, dijo la embajada a través de un comunicado.

Y es que recordemos que en marzo de 2023, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra Putin señalándolo de crímenes de guerra por el traslado forzoso de niños ucranianos a Rusia.

México es signatario del Estatuto de Roma, el instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional que establece que “es deber de todo Estado ejercer su jurisdicción penal contra los responsables de crímenes internacionales”.

En ese sentido, la representación diplomática de Ucrania en México dijo que Putin es un “criminal de guerra” que tendrá que enfrentar a la justicia por la invasión que inició en febrero de 2022.

Todo esto surge a raíz de la invitación que el Gobierno federal habría extendido a Vladímir Putin para acudir a la toma de posesión de Sheinbaum, misma que extendió a todos los países con los que tiene relaciones diplomática, según explicaron las autoridades.

La embajada de Ucrania agradeció también que el Gobierno haya invitado al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a la ceremonia de investidura.

Juan Ramón de la Fuente, próximo canciller en el Gobierno de Sheinbaum, defendió la invitación que se extendió a Rusia, al señalar que se trata de una “práctica protocolaria” en la que se envía una nota diplomática a todos los países con los que México tiene relaciones sin hacer exclusiones.

“Una vez que se envía esta nota diplomática hay una reacción de los países y ahí se empieza a ver en más detalle quién va a venir como responsable o jefe de esa misión”, explicó.

Sobre el tema, e presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que su Gobierno no puede, y “no le corresponde” detener al mandatario ruso, Vladimir Putin, en caso de que acepte la invitación a la investidura de Claudia Sheinbaum.

“Nosotros no podemos hacer eso, no nos corresponde, nosotros estamos en contra de la guerra, estamos a favor de la paz”, dijo el mandatario al ser cuestionado sobre el tema.

El Gobierno de México confirmó la invitación a todas las naciones con las que mantiene relaciones, incluida Rusia, lo que generó fuertes reacciones, a la ceremonia de investidura de la futura presidenta, Claudia Sheinbaum, que ocurrirá el próximo 1 de octubre.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que “en concordancia con nuestro protocolo diplomático, el Gobierno de México remitió notas diplomáticas a todas las naciones del mundo con las que mantiene relaciones”, además de “organismos internacionales en las que ostenta membresía” para participar en la ceremonia de transmisión de mando”.

El envío de invitaciones a los presidentes y diversos países para que asistan como invitados a la toma de posesión, ha generado polémica ya que, una de las invitaciones fue enviada al presidente ruso Vladimir Putin, la cual se dio mediante la embajada de México en Rusia.

En un mensaje en redes sociales, la embajada de Rusia en México recordó que “estos días celebramos los 100 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la URSS lo que constituye una fecha histórica significativa”.

En el mensaje, el embajador de Rusia en México, Nikolay Sofinskiy, recordó que “en 1924, México se convirtió en el primer país, no solo de América Latina, sino de todo el hemisferio occidental, en reconocer a la Unión Soviética”.

“El presidente ruso decidirá si participa él mismo en la ceremonia o designa a otro funcionario de alto rango para que lo haga en su nombre”, añadió el personal de la embajada.

Esto se da cuando la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra Putin en 2023, acusándolo de crimen de guerra por deportar ilegalmente a cientos de niños de Ucrania después de que Moscú lanzara su invasión a gran escala sobre su vecino más pequeño en febrero del 2022.

Aunque Rusia no es miembro de la CPI, México sí lo es, por lo que en caso de pisar tierras mexicanas, el Gobierno federal se vería obligado a proceder a su detención.

Claudia Sheinbaum, que será la primera mujer en ocupar la presidencia del país en 200 años de república, recibirá a mandatarios de varios países, aunque hubo algunas precisiones.

“Ya lo vamos a informar, se han estado enviando prácticamente a todo el mundo, invitaciones. Obviamente, a Ecuador y Perú no, porque no estamos de acuerdo con la política que se ha tenido” y que ha generado conflictos diplomáticos entre México y los dos países suramericanos.

Un tribunal ruso condenó este viernes al periodista estadounidense Evan Gershkovich a 16 años de cárcel por espionaje, una acusación que tanto el reportero como su diario y la Casa Blanca niegan rotundamente.

El periodista de The Wall Street Journal (WSJ), de 32 años, deberá cumplir su condena en una colonia penitenciaria de “régimen estricto”, ordenó el juez Andrei Mineyev, según un periodista de la agencia AFP presente en el tribunal de Ekaterimburgo.

Gershkovich, de pie en la jaula de cristal tras la cual asistió a su juicio a puertas cerradas, no reaccionó al escuchar la sentencia. Vestido con pantalones oscuros y una camiseta, saludó con la mano a sus colegas periodistas mientras se lo llevaban.

Fue detenido a finales de marzo de 2023 en Ekaterimburgo, en los Urales, por presuntamente haber reunido información sensible para la CIA sobre uno de los principales fabricantes de armas rusos, Uralvagonzavod, que produce los tanques T-90 usados en Ucrania.

“Esta vergonzosa y falsa condena se produce después de que Evan ha pasado 478 días en prisión, detenido injustamente, lejos de su familia y amigos, impedido de informar, todo por hacer su trabajo como periodista”, dijeron el editor del WSJ, Almar Latour, y la editora en jefe, Emma Tucker en un comunicado.

La organización de defensa de los derechos de la prensa Reporteros sin Fronteras equiparó la sentencia a una “toma de rehén” y pidió la inmediata liberación de Gershkovich.

Estados Unidos considera que su arresto tiene como objetivo forzar un posible canje de presos en plena tensión entre Moscú y Washington por el conflicto en Ucrania. “Trabajamos incansablemente para la liberación de Evan y continuaremos haciéndolo”, afirmó el presidente estadounidense Joe Biden en un comunicado.

La audiencia de este viernes fue la tercera desde que el 26 de junio comenzó el juicio en su contra. La segunda cita prevista inicialmente en agosto, se adelantó para ayer jueves a petición de la defensa. Normalmente, los procesos por acusaciones similares en Rusia se alargan varias semanas o incluso meses.

Gershkovich es el primer periodista occidental en ser acusado de espionaje en Rusia desde la época soviética.

El reportero, hijo de inmigrantes que huyeron de la Unión Soviética hacia Estados Unidos, se instaló en Rusia en 2017.

El periodista estadounidense Evan Gershkovich, detenido en Rusia desde hace 15 meses por cargos de espionaje que él niega, compareció este miércoles ante un tribunal de Ekaterimburgo en el primer día de su juicio, que se celebra a puerta cerrada.

Gershkovich, de 32 años, fue arrestado en marzo de 2023 por los servicios de seguridad rusos (FSB) y se convirtió en el primer periodista occidental desde la época soviética acusado de espionaje en Rusia.

Este miércoles apareció en un cubículo transparente en el tribunal regional de Sverdlovsk con la cabeza rapada y vistiendo una camisa oscura a cuadros. Sonrió a algunos periodistas y les saludó con un “hola” apenas audible.

La prensa acreditada tuvo acceso brevemente a la sala antes del inicio del juicio, que se celebra a puerta cerrada.

Una portavoz del tribunal, Irina Toshcheva, indicó que la próxima audiencia se celebrará el 13 de agosto y que no se permitirá a la prensa filmar de nuevo al periodista antes de que se anuncie el veredicto, en una fecha aún indeterminada.

El servicio de prensa del servicio federal de prisiones (FSIN) se negó a indicar dónde permanecerá detenido Gershkovich, hasta ahora en prisión preventiva en Moscú, a 1,400 km de Ekaterimburgo.

La Casa Blanca denunció una “farsa de juicio”, reiterando que Gershkovich “nunca ha trabajado para el gobierno” estadounidense, que “no es un espía” y que “nunca debió ser detenido”.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, indicó que Washington “seguirá haciendo todo lo posible” para liberar al periodista.

La embajada estadounidense en Moscú dijo que sus representantes habían podido asistir a parte de la audiencia este miércoles.

Gershkovich, que también trabajó para la AFP en Moscú en 2020 y 2021 y se enfrenta a hasta 20 años de prisión, está acusado de haber recopilado información confidencial en nombre de la CIA sobre uno de los principales fabricantes de armas del país, Uralvagonzavod.

El periodista, su periódico y sus familiares rechazan estas acusaciones, al igual que el gobierno de Estados Unidos, que creen que Rusia ha montado el caso para canjear al periodista por varios rusos detenidos en países occidentales.

Un alto dirigente de la diplomacia rusa, Serguéi Riabkov, reveló la semana pasada que Rusia ha hecho una propuesta a Washington para un intercambio de prisioneros, sin revelar los detalles. Según él, “la pelota está en la cancha de Estados Unidos”.

El presidente ruso Vladimir Putin reconoció que hay negociaciones en marcha y dio a entender que podría pedir la liberación de Vadim Krasikov, condenado a cadena perpetua en Alemania por haber asesinado en Berlín en 2019 por orden de Moscú a un excomandante separatista checheno.

Varios estadounidenses están detenidos en Rusia, entre ellos la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, arrestada el año pasado por violar la ley de “agentes del extranjero”, y el exmarine Paul Whelan, que cumple una condena de 16 años de prisión por espionaje, un cargo que niega.

Dos asesores que ocuparon puestos clave en la Administración del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, presentaron al hoy precandidato republicano un plan para la guerra de Ucrania que propone condicionar el envío de armamento a ese país a que comience a negociar la paz con Rusia.

El documento, elaborado por los exasesores de Seguridad Nacional Keith Kellogg y Fred Fleitz, también propone levantar las sanciones y normalizar las relaciones con Rusia si firma un acuerdo de paz aceptable para Ucrania.

“No hablamos en nombre del presidente Trump y no somos parte de la campaña de Trump. Solo esperamos que nuestras ideas sean útiles para forjar una mejor política estadounidense para poner fin a la guerra de Ucrania”, dijo este Fleitz en redes sociales, al citar una entrevista con la agencia Reuters.

El documento, titulado “Estados Unidos primero, Rusia y Ucrania después”, fue publicado en abril por el America First Policy Institute, un laboratorio de ideas cercano a Trump, y luego entregado al republicano.

Los autores aseguran que la guerra, iniciada en 2022 por la invasión rusa de Ucrania, está estancada y que el envío continuado de armamento por parte de Estados Unidos y los países europeos a las trincheras ucranianas ha llevado la situación a un “punto muerto”.

Los autores proponen que Washington siga armando al Ejército ucraniano para “impedir que Rusia haga más avances”, pero “la futura ayuda militar estadounidense requeriría que Ucrania participara en conversaciones de paz con Rusia”.

Fleitz detalló que no se le pediría a Ucrania que renunciase al objetivo de recuperar todo su territorio, sino que “aceptara utilizar la diplomacia en lugar de la fuerza”.

Para convencer al presidente ruso, Vladímir Putin, que se siente a negociar la paz, la OTAN debería posponer la adhesión de Ucrania durante un período prolongado, sostienen los autores del informe. Y añade que “Estados Unidos y sus aliados se comprometerían a levantar por completo las sanciones contra Rusia y normalizar las relaciones después de que se firmara un acuerdo de paz aceptable para Ucrania”.

También propondrían imponer un impuesto a las ventas de petróleo y gas ruso “para pagar la reconstrucción de Ucrania”.

Putin ha puesto como condiciones para negociar la paz que las tropas ucranianas abandonen las cuatro regiones anexionadas por Moscú en 2022; que esas regiones y la península de Crimea sean reconocidas como territorio ruso; y que Ucrania renuncie a sus planes de ingresar en la OTAN.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se despidió de Corea del Norte con un concierto y una recepción oficial en su honor ofrecida por el líder del régimen norcoreano, Kim Jong-un.

La estancia del jefe del Kremlin en Pyongyang, su primera visita a este país desde el año 2000, duró menos de 24 horas.

El avión presidencial ruso se dirigirá ahora a Vietnam, la segunda y última de etapa su corta gira asiática, que concluirá el jueves.

En Pyongyang, donde Putin tuvo uno de los recibimientos más ostentosos que se recuerda en una visita al exterior, el mandatario ruso y su homólogo norcoreano firmaron un acuerdo de asociación estratégica, que incluye asistencia mutua en caso de que sus países sean agredidos.

El presidente ruso celebró durante la recepción el fortalecimiento de la amistad y cooperación entre Rusia y Corea del Norte y por la salud de su líder y los “amigos coreanos”.

“En Rusia y Corea existe un proverbio similar. Dice así: ‘Un vecino cercano es mejor que un pariente lejano’. Creo que esta sabiduría popular refleja plenamente la naturaleza de las relaciones entre nuestros países”, dijo Putin.

Poco antes de la recepción, en una breve intervención en un concierto ofrecido en su honor, Putin agradeció a los dirigentes y al pueblo de Corea del Norte su “posición equilibrada” ante la “situación” en Ucrania, donde en febrero de 2022 lanzó una invasión militar que se dejado decenas de miles de muertos.

“Hoy estamos luchando juntos contra la hegemonía y las prácticas neocoloniales de Estados Unidos y sus satélites, contra los intentos de imponer modelos y valores de desarrollo que nos son ajenos”, sostuvo Putin.

El presidente ruso, Vladímir Putin, llegó este martes a Corea del Norte, donde se encontrará mañana en un evento oficial con Kim Jong-un, en lo que es su primera visita de Estado a este país desde el año 2000.

El avión presidencial aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Sunan, donde el jefe del Kremlin fue recibido personalmente por Kim, con el que se había reunido en septiembre pasado en territorio ruso.

Los mandatarios conversaron durante unos minutos antes de acceder al coche oficial, un Aurus ruso al que Putin invitó a subir a su colega norcoreano, según reportó la agencia Interfax.

La primera y única vez que Putin viajó como presidente a este país fue en julio del año 2000, cuando mandaba Kim Jong-il, padre del actual líder norcoreano y que falleció en 2011.

Se espera que Kim y Putin presidan el miércoles una gran parada militar en Pyongyang, ya que imágenes captadas por satélite muestran el montaje de estructuras temporales en la plaza Kim Il-sung, epicentro de todos los desfiles en la capital norcoreana.

Según la tradición, Putin se alojará en el lujoso Palacio de Invitados de Kumsusan, construido en 2019 y empleado para albergar al líder chino, Xi Jinping, cuando visitó hace un lustro el ‘Reino Ermitaño’.

Horas antes de viajar a Pyongyang, Putin dio su visto bueno al proyecto de tratado de asociación estratégica con Corea del Norte, que espera firmar con su homólogo norcoreano.

El asesor de Putin en materia de política internacional, Yuri Ushakov, señaló que el nuevo tratado sustituirá a los firmados entre Moscú y Pyongyang en 1961, 2000 y 2001.

Dicho documento tendrá en cuenta “todos los principios universales del derecho internacional, no tendrá ningún carácter de confrontación, no estará dirigido contra ningún país y estará encaminado a garantizar una mayor estabilidad en la región de Asia Nororiental”, indicó el asesor presidencial.

Otro de los objetivos del viaje es la creación de un “sistema comercial y de pagos recíprocos” al margen de Occidente, según dijo el propio mandatario ruso en un artículo publicado por el diario norcoreano Rodong.

Estados Unidos expresó ayer su preocupación no tanto por la visita, como por la “profundización de las relaciones” entre Moscú y Pionyang.

Según Corea del Sur y las potencias occidentales, Pyongyang ha transferido a Moscú miles de contenedores con armamento, que contendrían millones de proyectiles para piezas de artillería y lanzaderas de misiles, que el Ejército ruso ha empleado en el campo de batalla en Ucrania.

A cambio, se estima que Moscú asesoró al régimen norcoreano para lanzar satélites espía, acciones que suponen una violación de las sanciones de la ONU contra el país comunista.

Después de una visita de cinco días, la flota militar rusa compuesta por un submarino de propulsión nuclear, una fragata y dos naves logísticas, comenzó a retirarse este lunes del puerto de La Habana, tras la realización de maniobras en el Atlántico.

Las naves iniciaron los movimientos de salida a primera hora de la mañana y de manera paulatina.

Estados Unidos informó que monitoreaba de cerca a las embarcaciones y desestimó que fueran un peligro para la región o significaran la transferencia de misiles.

De todas maneras, un submarino norteamericano, el USS Helena, atracó en la Base Naval de Guantánamo, un fuerte militar que Washington mantiene en el extremo oriental de la isla, a unos 1,000 kilómetros de la capital, contra la voluntad de La Habana.

La semana pasada las naves rusas arribaron al puerto en medio de una atención general debido a que el Ministerio de Defensa Ruso informó que la flota había realizado con éxito maniobras militares en el Atlántico simulando un ataque con misiles a objetivos que pudieran estar a más de 600 kilómetros.

La flota compuesta por la fragata “Gorshkov”, el submarino de propulsión nuclear “Kazan”, el petrolero “Pashin” y el remolcador “Nikolai Chiker” fue recibida en La Habana con 21 salvas de cañón.

El presidente Miguel Díaz-Canel visitó la fragata el sábado y compartió con los marineros, informó el propio mandatario en su cuenta de X.

En cambio, el vicecanciller Carlos Fernández de Cossio rechazó la presencia del submarino estadounidense en la Base de Guantánamo; aseguró que no era bienvenido pues no había sido invitado.

Previamente, la cancillería cubana había informado sobre el arribo de la flota ruso al cual calificó de una visita de rutina entre países amigos y aseguró que no constituía ningún peligro.

Un día después del atraque, el jueves, cientos de personas de todas las edades hicieron cola para visitarla fragata, que estuvo abierta también para la población local el sábado, una práctica habitual cuando llegan embarcaciones a este puerto.

Recordemos que Cuba y Rusia son países sancionados por Estados Unidos y en los últimos años tuvieron un fuerte acercamiento político y económico. Para la isla el embargo que busca presionar un cambio de modelo tiene un gran impacto financiero.

La Habana nunca se sumó a la condena de la guerra en Ucrania y abogó por una negociación pacífica. No se indicó cuáles serán los siguientes movimientos o los puntos de atraque de la flota rusa en el Caribe.

La fiscalía rusa anunció este jueves que el periodista estadounidense Evan Gershkovich, que se encuentra preso desde 2023, será juzgado próximamente en un tribunal en los Urales por “espionaje”, ya que está acusado de haber recolectado información sobre una fábrica de tanques para la CIA.

“La causa penal fue remitida al tribunal regional de Sverdlovsk para que analice el fondo”, declaró la oficina del fiscal que acusa al reportero de The Wall Street Journal de haber “recolectado información secreta” sobre el fabricante de tanques Uralvagonzavod para los servicios estadounidenses.

Recordemos que Gershkovich, su empleador y la Casa Blanca niegan las acusaciones.

El reportero se encuentra preso en la conocida prisión de Lefortovo de Moscú desde que fue detenido.

Moscú no había proporcionado previamente ningún detalle sobre su caso contra Gershkovich, y solo indicó que el periodista había sido “arrestado in fraganti”.

Se trata del primer periodista occidental arrestado en Rusia por espionaje desde la época soviética.

Según las autoridades rusas, se está discutiendo sobre un posible intercambio de prisioneros que involucra a Gershkovich.

El presidente ruso, Vladimir Putin, insinuó públicamente que Moscú, como parte de un acuerdo para liberar a Gershkovich, quiere la liberación de un hombre que, según Alemania, trabajaba para el Estado ruso cuando mató a un comandante rebelde checheno en Berlín.

Washington ha acusado en repetidas ocasiones a Moscú de detener a ciudadanos estadounidenses en un intento de canjearlos por rusos ecnarcelados en el extranjero por delitos graves.

El Kremlin denunció este viernes la “eliminación de rivales políticos” en Estados Unidos, después de que Donald Trump fuera declarado culpable en su juicio penal en Nueva York, lo que sucede a cinco meses de las elecciones presidenciales.

“Es evidente que está en marcha una eliminación de rivales políticos por todos los medios legales e ilegales posibles”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Ayer, el expresidente republicano, que busca regresar a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre, fue declarado culpable de los 34 cargos que se le imputaban por falsificación de documentos contables, a fin de esconder un pago destinado a silenciar a la exactriz de cine para adultos, Stormy Daniels.

El republicano, que fue dejado libre sin fianza tras la audiencia, podría ser condenado a prisión, aunque lo más probable es que reciba libertad condicional.

El republicano, de 77 años, se convierte en el primer expresidente de la historia de Estados Unidos en ser condenado en un juicio penal, así como en el primer delincuente que es postulado como candidato de un partido importante a la presidencia.  

Pese a toso esto, Trump no está impedido de continuar su batalla para regresar a la Casa Blanca, en las elecciones de noviembre próximo que estaría diputando contra el presidente Joe Biden, quien también busca su relección.

La sentencia será dada a conocer el 11 de julio por el juez del tribunal de Manhattan, Juan Merchan, quien presidió el juicio. Uno de sus abogados del multimillonario, Todd Blance, dijo que apelarán el fallo lo antes posible.

En el pasado, Donald Trump manifestó su admiración y respeto por el presidente ruso Vladimir Putin.

Oficialmente, Putin ha dicho que prefiere ver a Joe Biden en la Casa Blanca, lo que según muchos observadores estadounidenses significa exactamente lo contrario.

Las reacciones internacionales, de aliados del exmandatario, no tardaron en llegar.

“Solidaridad y apoyo total a @realDonaldTrump, víctima de acoso judicial y de un proceso de naturaleza política”, dijo por su parte el vice primer ministro italiano, Matteo Salvini, que lidera el partido antiinmigración Liga.

Farage, uno de los principales defensores del Brexit en Reino Unido que ha hecho campaña anteriormente con Trump, dijo en X: “Este veredicto es una vergüenza. Trump ganará ahora a lo grande”.

Y quien también reaccionó al fallo fue la propia Daniels, quien según declaraciones de su esposo, se siente “un poco reivindicada” tras el veredicto de culpabilidad contra Donald Trump.

Daniels “se siente un poco reivindicada al demostrarse que decía la verdad” tras este largo proceso judicial en la que ha sido protagonista, explicó su esposo Barrett Blade, que también es actor de cine para adultos, en una entrevista con la cadena CNN.

Stormy Daniels aún “está procesando todo esto”, explicó Blade, quien aseguró que la actriz ha estado esperando durante mucho tiempo esta noticia.

“Esto no habría sucedido sin ella, pero tampoco fue su caso”, dijo Blade, quien agregó que no tenía la seguridad que este reconocimiento a su esposa tras la sentencia pudiera “tener importancia” porque hay gente que “no la va a creer”.

No obstante, “va a ser duro para ella, ahora todos los mega idiotas (que no la creen) la perseguirán y crearán más alboroto del necesario porque los hechos son hechos y no creo que los vean”, se quejó el actor.

La visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a China, prevista para el este jueves y viernes por invitación de su homólogo chino, Xi Jinping, está lista, y busca fortalecer la cooperación entre ambos países, que es crucial para el equilibrio internacional, dijo este martes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

“Junto a los colegas chinos estamos objetivamente interesados en continuar liderando los esfuerzos para liderar un orden mundial más justo y democrático. Estoy seguro que la próxima visita del presidente de Rusia a China fortalecerá nuestro trabajo conjunto”, declaró el funcionario ante el Senado ruso.

Añadió que “Rusia y China no están solas en sus esfuerzos para reformar el sistema internacional, para conformar un orden mundial multipolar que refleje el peso real de los Estados”. “El dúo de Moscú y Pekín juega un papel de gran importancia para lograr el equilibrio a nivel internacional”, añadió.

Por el contrario, señaló que Occidente “no acepta categóricamente cualquier forma de cooperación en igualdad de derechos en la arena internacional”.

Aunque Putin había anunciado en abril pasado que tenía la intención de viajar a China, la fecha de su visita trascendió oficialmente hasta hoy.

El Kremlin adelantó que durante esta visita de Estado, los líderes de Rusia y China debatirán detalladamente todo el conjunto de temas de su asociación integral e interacción estratégica, definirán las direcciones claves del futuro desarrollo de la cooperación práctica ruso-china e intercambiarán opiniones sobre los problemas internacionales y regionales más importantes.

“Como resultado de las conversaciones está prevista la firma de una Declaración conjunta de los jefes de estado y de una serie de documentos bilaterales”, añadió el despacho del presidente ruso.

El viaje de Putin se produce además después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidiera a finales de abril a Pekín, estrecho aliado de Moscú, que “no ayude a Rusia” y que no le suministre componentes que podrían ser utilizados en su guerra contra Ucrania.

El gigante asiático ha negado que haya vendido armamento a Rusia y asegura que mantiene una relación comercial “normal” con Moscú.

En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la guerra en Ucrania, el presidente chino, Xi Jinping, y Putin proclamaron en Pekín la “amistad sin límites” entre sus naciones.

Desde entonces, han defendido que sus lazos “no amenazan a ningún país” y que, en realidad, “hacen avanzar la multipolarización del mundo”.

Tras el comienzo de la guerra en Ucrania, ambos mandatarios se han reunido en dos ocasiones: en marzo de 2023 Xi Jinping viajó a Rusia, y en octubre del mismo año Putin viajó a China.

En total, el mandatario ruso ha viajado a China en 19 ocasiones, diez más que su homólogo chino a Rusia, que ha visitado solo nueve veces.

Las memorias que el opositor ruso Alexéi Navalni empezó a elaborar tras su envenenamiento en 2020 y que llevarán por título “PATRIOT” se publicarán en octubre, anunció este jueves su editor estadounidense.

“Es la historia completa de su vida: su juventud, su vocación activista, su matrimonio y su familia, y su compromiso con la causa de la democracia y la libertad rusas frente a una superpotencia mundial decidida a silenciarlo”, anunció el editor.

El libro, que tendrá un tiraje inicial de 500,000 ejemplares, saldrá a la venta en todo el mundo el 22 de octubre.

Iniciadas poco después de su envenenamiento por el régimen de Vladimir Putin en 2020, del que se recuperó milagrosamente en un hospital en Alemania, Navalni manifiesta su “total convicción de que el cambio no puede resistirse y de que llegará”.

En ellas incluye correspondencia desde la cárcel y relata su carrera política, los numerosos atentados contra su vida y la de las personas más cercanas a él, y la campaña que él y su equipo libraron contra el régimen de Putin.

Para su viuda, Yulia Navalnaya, este libro es un testimonio no sólo de la vida de Alexéi, sino de su inquebrantable compromiso con la lucha contra la dictadura; una lucha por la que lo dio todo, incluida su vida.

“Compartir su historia no sólo honrará su memoria, sino que también inspirará a otros a defender lo que es justo y a no perder nunca de vista los valores que de verdad importan”, agrega en un comunicado de la editorial.

Se trata, según su editorial, de un “conmovedor relato” de los últimos años que pasó en la prisión más brutal del planeta; un recordatorio de por qué los principios de la libertad individual importan tanto; y un enardecedor llamado a continuar la labor por la que sacrificó su vida.