El movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), liderado por el presidente Daniel Noboa, designó este viernes en Quito a sus candidatos para los comicios generales ecuatorianos de febrero próximo.
Sin ninguna novedad, Noboa se convirtió en el candidato de su movimiento político para las elecciones presidenciales, tras primarias realizadas este mismo viernes, en un intento por cumplir con las promesas de seguridad de su gobierno.
Noboa fue elegido en 2023 para un mandato trunco de 18 meses después de que su predecesor convocara elecciones anticipadas. El ganador de la contienda del 9 de febrero cumplirá un mandato de cuatro años.
Dirigentes del partido se reunieron un exclusivo hotel del norte de la capital para elegir también a los candidatos del oficialismo a vicepresidente, legisladores nacionales y parlamentarios andinos.
Noboa estuvo presente en las votaciones del movimiento político, que calificó y aceptó a María José Pinto como candidata a la Vicepresidencia, y a Anabella Azin, madre del gobernante, como candidata a asambleista nacional.
“Noboa, presidente, Noboa, presidente”, coreaban sus seguidores en el lugar.
“Creo que el trabajo todavía no se ha terminado. Creo que se necesita más tiempo para eso. Se necesita la reelección”, expresó Noboa en declaraciones divulgadas en febrero por la secretaría de Comunicación.
Si la población pide “que yo sea candidato de nuevo, no puedo decir que no”, dijo también el jefe de Estado, quien goza de una popularidad de 56% de acuerdo con una encuesta de la privada Comunicaliza realizada entre el 25 y el 27 de julio. Su aprobación sobrepasó el 80% a inicios de año.
Sin candidatos proclamados para los comicios, el gobernante lidera la intención de voto, con 32%, seguido del exministro opositor de izquierda Gustavo Jalkh (15%) y el dirigente indígena Leónidas Iza (4%), según la misma firma de investigación.
En los últimos meses, Noboa se ha dedicado a recorrer el país entregando obras en medio de su guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado. También ha entregado armas y equipamiento a la policías y militares.
Ante la arremetida del narco, que derivó en un aumento de los homicidios de 6 por cada 100.000 habitantes en 2018 al récord de 47 por cada 100.000 en 2023, Noboa declaró en enero al país en conflicto armado interno y desplegó a los militares en las calles para neutralizar a una veintena de bandas, a las que tildó de terroristas y beligerantes.
En su guerra contra el crimen, el gobierno ecuatoriano ha reducido la tasa de muertes violentas en 21% entre enero y julio de este año.
Para 34% de los ecuatorianos, la inseguridad y la delincuencia son los principales problemas del país, por encima del desempleo (17%) y la crisis económica (11%), de acuerdo con la encuesta de Comunicaliza.
