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Daniel Noboa.

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Un grupo de abogados presentaron este domingo ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia penal en contra del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y otras autoridades de aquel país por la violenta irrupción a la embajada de México en Quito el pasado 5 de abril.

En una conferencia de prensa, los penalistas dijeron que Noboa “debe ser investigado y sancionado” por ordenar el allanamiento a la sede diplomática, por la violencia ejercida en contra de los funcionarios de la embajada y por la privación de la libertad y secuestro del exvicepresidente Jorge Glas, quien buscaba ahí asilo desde diciembre.

Además, por las lesiones y detenciones ilegales contra funcionarios mexicanos, y el espionaje y hostigamiento en contra de la sede diplomática y por los daños que se hayan causado.

Raúl Armando Jiménez Vázquez, catedrático de Derecho Penal Internacional de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que la Fiscalía es competente para investigar los hechos presuntamente ilícitos.

Esto, debido a que el Código Penal Federal establece que se consideran como ejecutados en territorio nacional, los delitos cometidos por mexicanos o extranjeros en las embajadas y delegaciones de México.

Añadió que la FGR está “dotada” para investigar, perseguir, procesar y sancionar a los presuntos responsables de los crímenes tipificados en el Código Federal y en los instrumentos aplicables del Derecho Internacional Convencional, “bien sea que se comentan en su territorio o contra sus nacionales”.

Explicó que en el caso de las conductas de la ministra de Gobierno de Ecuador, Mónica Palencia, quien es mexicana por nacimiento se puede materializar el delito de traición a la patria, además de otros ilícitos relacionados con la intervención ilegal de los teléfonos y comunicaciones de la Embajada de México, y hostigamiento.

Los denunciantes señalaron la existencia de otros posibles delitos como motín, terrorismo internacional, asociación delictuosa, allanamiento de morada y asalto, lesiones, privación ilegal de la libertad y daño en propiedad ajena.

Los litigantes expresaron su confianza en que los supuestos delitos cometidos por Noboa y otras autoridades sean sancionados por el sistema judicial mexicano.

La denuncia se presentó previo a que la Corte Internacional de Justicia, el máximo tribunal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), empiece a escuchar los argumentos de México y Ecuador respecto a lo sucedido.

La polémica entre ambos empezó tras el allanamiento de la Policía en la Embajada de México el 5 de abril para llevarse al exvicepresidente Glas, resguardado ahí desde diciembre ante un proceso de corrupción.

Y ha crecido porque un tribunal de Ecuador declaró el 12 de abril la detención de Glas dentro de la sede diplomática como ilegal y arbitraria, aunque quedó encarcelado al tener pendiente de purgar la condena por el caso Sobornos y por asociación ilícita en el caso Odebrecht.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) expresó este martes que “no es una frivolidad” el asalto a la Embajada de México en Quito después de que el mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, declaró que le invitaría a comer tacos o ceviche para arreglar la crisis.

“No hay ningún comentario porque no es una frivolidad este asunto”, contestó López Obrador al ser consultado sobre el tema durante su conferencia matutina.

Ayer se dio a conocer una entrevista del presidente de Ecuador, quien manifestó que no se arrepiente de ordenar el allanamiento de la Embajada de México el pasado 5 de abril, y dijo que, para resolver el conflicto, “invitará a López Obrador a comer ceviche” o “probablemente tacos”.

López Obrador no hizo mayor referencia a Noboa, quien argumentó en su entrevista con el canal australiano SBS que México violó primero las convenciones internacionales, por proteger desde diciembre en la Embajada al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, procesado por corrupción.

El presidente insistió en que fue “un asunto muy grave lo de la invasión, la toma, el allanamiento de la Embajada de México en Ecuador”.

Pese a la falta de arrepentimiento de Noboa, el mandatario recordó que el primer punto de la denuncia es marcar un precedente con la expulsión de Ecuador de la ONU para que ningún país vuelva a violar la inmunidad diplomática de una embajada.

Recordemos que México busca que la CIJ “resuelva sobre esto y que esa resolución pase a la Asamblea General de Naciones Unidas, se vote, se ponga a consideración de todos los países miembros y, si se aprueba, que se aplique”.

Y es que dijo que si no se actúa así, la ONU va a quedar como un “florero, nada más de adorno y no se puede permitir que se rompa, que se vulnere el derecho internacional, como se hizo en el caso de Ecuador, porque entonces sería la ley del más fuerte, el mundo de los gorilas”, argumentó.

La polémica ha crecido porque un tribunal de Ecuador declaró el viernes pasado la detención de Glas dentro de la Embajada de México como ilegal y arbitraria, aunque lo dejó encarcelado al tener pendiente de purgar la condena por el caso Sobornos y por asociación ilícita en el caso Odebrecht.

AMLO también llamó a defender el derecho de asilo, a los perseguidos por razones políticas, que dijo, deben ser apoyados, protegidos, por el derecho de asilo. “Es parte de nuestra tradición de política exterior y eso se tiene que defender, es lo que estamos planteando”, sostuvo López Obrador.

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas intentó suicidarse a principios de semana en una prisión en Guayaquil, reveló el exmandatario Rafael Correa una publicación en X, algo que fue confirmado por la abogada de Glas, Sonia Vera.

La información se contrapone a la versión de la agencia penitenciaria SNAI, que señaló que Glas fue hospitalizado a inicios de semana debido a que se negó a ingerir la comida que le proporcionaban en la cárcel y se enfermó, pero recibió el alta médica un día después y regresó a prisión.

“Hemos confirmado que la emergencia médica fue intento de suicidio. No ha comido nada y se encuentra en huelga de hambre”, señaló Correa en la red social X, una información que Vera reiteró posteriormente.

Vera había dicho más temprano que la huelga de hambre de Glas es en protesta por su arresto, tras confirmar que habían tenido contacto con él.

El exvicepresidente, ya condenado dos veces por corrupción y que ahora enfrenta nuevos cargos, fue arrestado el viernes después de que la policía irrumpiera en la embajada de México en Quito, donde se encontraba refugiado desde diciembre.

El arresto fue el punto álgido de una semana de crecientes tensiones entre México y Ecuador, luego de que Quito declarara persona non grata a la embajadora mexicana, citando comentarios “desafortunados” del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El gobierno de Ecuador ha dicho que tiene pruebas de que el exmandatario planeaba escapar, aunque no ha proporcionado detalles.

Los abogados de Glas dijeron esta semana que presentaron un pedido de un habeas corpus para lograr su libertad. La audiencia será esta tarde en Quito, señaló Vera.

Videos del interior de la embajada, transmitidos el martes durante la conferencia de prensa matutina de López Obrador, mostraron una puerta abierta violentamente y a un hombre, que parecía ser Glas, siendo sacado, con los brazos y las piernas levantados por policías.

En el clip incluido en la publicación de su abogada en X, Glas acusó a la policía de abusar de él durante el arresto en Quito. “Yo trataba de pararme pero no podía por la paliza que me habían dado”, dijo Glas en el video.

Añadió que “el asilo no me dio la libertad, pero me dio la dignidad de ser un perseguido político”.

Pistoleros enmascarados irrumpieron en el estudio de TC Televisión en Guayaquil, en Ecuador, desatando al menos 15 minutos de amenazas y miedo, todo ello retransmitido en vivo.

Primero, un hombre con una pistola apareció en medio de la transmisión, seguido por un segundo armado con una escopeta, luego un tercero y más. Los empleados de la cadena fueron llevados al estudio y se les ordenó tirarse en el piso. Se escucharon gritos seguidos de disparos.

“Estamos al aire pa’ que sepan que no se puede jugar con la mafia”, se oyó decir a uno de los asaltantes.

Pudo verse a varios de los enmascarados apuntando al personal del noticiero. Alguien dijo “¡No disparen!” y tras unos 15 minutos la transmisión se cortó.

El asalto sin precedentes a una televisora en Ecuador se produjo horas después de una serie de ataques, secuestros de policías y de la presunta fuga de la cárcel de los líderes de dos de las bandas con más poder en el país.

El incidente se saldó sin muertos y los 13 asaltantes fueron arrestados y serán acusados de terrorismo.

Daniel Noboa, quien asumió la presidencia en noviembre pasado con la promesa de llevar la paz al país, emitió un decreto que declaraba que la nación se encuentra en un “conflicto armado interno”, en lo que algunos analistas consideran un punto de inflexión para Ecuador.

Más tarde, Noboa convocó al Consejo de Seguridad Pública y del Estado. Tras la reunión, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas indicó que los ataques eran la respuesta de las bandas a las acciones del gobierno en su contra.

“Han desatado una ola de violencia para atemorizar a la población”, declaró a reporteros el almirante Jaime Vela, que calificó los incidentes como “sin precedentes” en la historia del país.

Ecuador se ha visto sacudido por ataques desde el lunes en la noche, pero el asalto al noticiero fue visto en miles de hogares en toda la nación.

Previamente, un día después de la presunta fuga de un penal del conocido líder de una peligrosa banda, Noboa había declarado el estado de excepción para todo el país, una medida que permite a las autoridades suspender los derechos de la población y movilizar al Ejército en sitios como las cárceles.

Poco después de que los pistoleros irrumpieran en la televisora, Noboa emitió otro decreto que calificó a 20 bandas del narcotráfico que operan en el país como grupos terroristas y autorizó al Ejército a “neutralizarlas” dentro de los límites del derecho humanitario internacional.

El gobierno indicó que se registraron al menos 30 atentados desde que las autoridades anunciaron que Adolfo Macías, alias “Fito” y líder de Los Choneros, uno de los principales grupos del crimen organizado, había desaparecido de su celda en una prisión de baja seguridad el domingo pasado. Su traslado a un centro de máxima seguridad estaba previsto para ese mismo día.

Además, Fabricio Colón Pico, cabecilla de la banda criminal Los Lobos, habría escapado de un penal en la ciudad de Riobamba, según anunciaron las autoridades ecuatorianas ayer martes. Colón Pico fue detenido el viernes dentro de una investigación por secuestro y estaba acusado de intentar matar a una fiscal general.

Otros ataques incluyeron una explosión cerca de la vivienda del presidente de la Corte Nacional de Justicia y el secuestro de cuatro agentes de la policía, uno en la capital, Quito, y otros tres en la ciudad de Quevedo, el lunes en la noche.

Los Choneros es una de las bandas ecuatorianas a quienes las autoridades responsabilizan de un repunte de la violencia, en su mayoría relacionada con el narcotráfico, que alcanzó un nuevo nivel el año pasado con el asesinado del candidato a la presidencia Fernando Villavicencio. El grupo tiene estrechos vínculos con el cartel de Sinaloa, según las autoridades.

Así, un total de 70 personas han sido detenidas hasta el momento en Ecuador en “atentados y actos terroristas” en el marco de la ola de violencia, informó este miércoles la Policía Nacional.

La corporación policiaca indicó en su cuenta en la red social X, que las detenciones forman parte de “resultados operativos preliminares tras varias intervenciones ejecutadas a nivel nacional ante atentados y actos de terrorismo”.

El informe de la Policía detalló que tres policías fueron liberados luego de haber sido secuestrados el lunes en la ciudad de Machala, en tanto, que se recapturaron a 17 presos que se habían fugado de una cárcel en Riobamba. Además, los agentes controlaron ocho artefactos explosivos y 15 bombas molotov que se pretendían usar en atentados, y se decomisaron nueve armas de fuego, 308 cartuchos, seis motocicletas y seis vehículos.

La ola de violencia dejó hasta ayer martes un saldo de 10 muertos en el país, entre ellos dos policías que fueron acribillados por delincuentes, según datos oficiales de las autoridades. Ocho muertes ocurrieron en diferentes incidentes en Guayaquil, la más violenta, y dos, en la localidad de Nobol, en la provincia de Guayas.

Sobre la situación que se vive en Ecuador, la canciller, Alicia Bárcena, aseguró que el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), está atento a la “delicada situación” que se vive en el país.

Bárcena dijo además que la dependencia a su cargo está en contacto con la Embajada de México en Ecuador y está lista “para atender a la comunidad mexicana que requiera asistencia o protección”.

Al respecto, la embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, llamó a los connacionales que viven en aquel país a mantener la calma y evitar traslados que no sean esenciales y dijo que tras los hechos violentos, las autoridades ecuatorianas han adoptado medidas que buscan restablecer el orden público.

Dijo que estas acciones “implican el despliegue la acción de fuerzas armadas y fuerzas de seguridad”. Además, señaló que como sede diplomática siguen recibiendo y analizando toda la información disponible “teniendo como prioridad inmediata la protección y asistencia a personas mexicanas que residen o se encuentran de visita en Ecuador”.

Serur aprovechó para ofrecer algunas recomendaciones a los mexicanos en Ecuador, entre ellas, mantener la calma en todo momento, atender las indicaciones de las autoridades ecuatorianas, evitar salidas o traslados que no sean esenciales y mantenerse al tanto de las redes sociales de la Embajada de México en Ecuador.

Este miércoles, el palacio de Gobierno, situado en el centro histórico de Quito, amaneció con un fuerte resguardo militar. Unos 700 militares y alrededor de 400 policías, según reportes de la prensa local, resguardan la zona, donde está también la Vicepresidencia, la Alcaldía y otros estamentos oficiales.

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, enfrenta su primera crisis de violencia ligada al narcotráfico. Decretó estado de excepción en el país, incluido el sistema penitenciario, y restringió derechos ciudadanos tras la fuga del líder de la mayor banda criminal de una cárcel de Guayaquil.

“Acabo de firmar el decreto de estado de excepción para que las Fuerzas Armadas tengan todo el respaldo político y legal en su accionar”, expresó el mandatario en redes sociales.

La medida faculta a Noboa, quien hace seis semanas asumió para un año y medio al ser elegido en elecciones anticipadas, a movilizar por 60 días a los militares a las calles y su ingreso a las penitenciarías, bajo el argumento de una “grave conmoción interna” en la nación, así como a restringir derechos ciudadanos.

También ordenó un toque de queda de seis horas, entre las 23:00 y 05:00 locales.

La fiscalía señaló que formuló cargos contra dos funcionarios penitenciarios “que estarían involucrados en la fuga” de Adolfo Macías, alias Fito, el domingo pasado.

Noboa señaló que su gobierno ha “emprendido acciones” que “permitan recuperar el control” de las cárceles, convertidas en centros de operación de organizaciones del narco que también se disputan el poder a sangre y fuego en las calles.

Bajo el estado de excepción, la policía reportó hechos de violencia en la costera Esmeraldas, una de las provincias ecuatorianas controladas por mafias. Indicó que personas arrojaron un artefacto explosivo cerca de una estación de policías, y que dos vehículos fueron incendiados en otros lugares, sin dejar víctimas.

Las autoridades buscan a Fito, de 44 años y líder de la banda de “Los Choneros”, la principal del país que por el control de las rutas para el tráfico de drogas se enfrenta con otras agrupaciones con conexiones con cárteles de México y Colombia.

El secretario de Comunicación del gobierno, Roberto Izurieta, afirmó que “lo más probable” es que hubo “infiltraciones” sobre un inminente operativo de seguridad el domingo en un reclusorio guayaquileño y Macías escapó “horas antes”.

Fito, quien estaba en la cárcel Regional, cumplía desde 2011 una pena de 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. Esta sería la segunda ocasión que jefe criminal escapa de prisión. En 2013, junto con otros presos, logró evadir los controles de la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, en Guayaquil. Fue recapturado luego de tres meses.

Izurieta lamentó que “el nivel de infiltraciones” de los grupos delictivos en el Estado “es muy grande” y tildó de “fallido” al violento sistema penitenciario de Ecuador, donde este lunes también se produjeron “incidentes” en cárceles de seis provincias, según el organismo a cargo de las prisiones SNAI.

En los centros de reclusión de Ecuador hay 31,321 reclusos, de acuerdo con un censo de 2022.  Con el fin de separar a los más peligrosos, el mandatario ha anunciado que construirá dos prisiones de máxima seguridad en las provincias de Pastaza y Santa Elena.

La última vez que se le vio a Fito fue en septiembre pasado, cuando fue temporalmente trasladado a otro reclusorio de máxima seguridad de Guayaquil luego del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

El delincuente, que estudió en la cárcel para obtener el título de abogado, gozaba de privilegios. Incluso dentro de ella protagonizó el videoclip de un narcocorrido en su honor y cantado por su hija.

El escrutinio de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales extraordinarias de Ecuador terminó de completarse con la resolución de las últimas actas con observaciones, lo que dio finalmente al electo presidente Daniel Noboa un triunfo con el 51.83% de los votos, frente al 48.17% de la correísta Luisa González.

Después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) validara un total de 40,776 actas de la votación celebrada el pasado domingo 15 de octubre, Noboa obtuvo 5 millones 251mil 695 de votos, mientras que González logró 4 millones 880 mil 531 papeletas.

En total, se emitieron poco más de 11 millones de votos, el 82.33% de los más de 13.4 millones que estaban convocados a las urnas para elegir a la persona que presidirá el país hasta 2025, cuando habrá nuevas elecciones generales, con las que Ecuador recuperará su calendario ordinario de comicios.

Recordemos que en Ecuador el voto es obligatorio para las personas de entre 18 y 65 años y opcional para los adolescentes de 16 y 17 años y para los mayores de 65 años, así como para grupos como policías, militares y presos sin sentencia ejecutada.

El 91.49% de los sufragios emitidos fueron válidos, mientras que el 7.75% fueron nulos y un 0.76% optó por votar en blanco.

De esta forma, Noboa de 35 años, se convierte en el presidente más joven de la historia democrática de Ecuador y logró en su primer intento lo que su padre, el magnate del sector bananero Álvaro Noboa, no pudo conseguir en cinco ocasiones que fue candidato presidencial.

Al mismo tiempo, el correísmo sumó una segunda derrota consecutiva en elecciones presidenciales, tras la sufrida en 2021, cuando Andrés Arauz fue superado en las urnas por el actual presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso.

Noboa tiene previsto asumir la jefatura del Estado en noviembre para un corto mandato de sólo 15 meses, en los que deberá completar el periodo 2021-2025, interrumpido por Lasso al aplicar en mayo pasado el mecanismo constitucional conocido como “muerte cruzada” para adelantar los comicios.

De esa forma optó por dejar el cargo antes de tiempo y forzar este proceso electoral excepcional, a cambio de disolver la Asamblea Nacional, controlada por la oposición que, con el correísmo a la cabeza, buscaba destituirlo en un juicio político donde se le acusaba de presunto peculado, un cargo que él rechaza.

Los ecuatorianos acudirán este domingo, 15 de octubre, a las urnas para elegir a su futuro presidente o presidenta, en medio de una contienda marcada por la violencia.

El porcentaje de indecisos ronda entre el 12 y el 20 por ciento, según las últimas encuestas, que además han marcado empates técnicos entre los candidatos Luisa González y Daniel Noboa.

Se trata de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador. En agosto se llevó a cabo la primera vuelta, en la que Luisa González, candidata del Partido Movimiento Revolución Ciudadana, ganó con el 34% de los apoyos.

En tanto, el candidato del Partido Acción Democrática Nacional, Daniel Noboa, es considerado la sorpresa del proceso electoral por haberse colado a la segunda vuelta. Su plataforma se basa en sus promesas de crear empleo, especialmente para los jóvenes, la atracción de inversión extranjera y el uso de tecnología para combatir la violencia e inseguridad.

El próximo presidente en Ecuador deberá encarar los desafíos en un período corto de gobierno que durará año y medio, ya que solamente completará el período del actual mandatario, Guillermo Lasso, quien tras disolver la Asamblea Nacional para evitar un juicio de destitución, convocó a elecciones anticipadas.

La campaña se vio empañada por el asesinato, antes de la primera vuelta, del candidato Fernando Villavicencio, además de la violencia que impera en gran parte del país.