Por Simon Shuster

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Si hay un movimiento conocido como el “Efecto Trump” en la política europea, no se desarrolla conforme tenían previsto los liberales de Europa.

Sin estampida de caballos oscuros de la franja nacionalista ha llegado en toda la Unión Europea; sin embargo, otros países han seguido a los británicos sobre el brexit.  En cambio, los líderes de la derecha pareciera que están sufriendo un revés tras otros, lo que es aún más notable, teniendo en cuenta el grado de confianza que se percibía hace unos meses.

El pasado 21 de enero, un día después de que Trump asumiera el cargo, los líderes de los principales partidos de derecha de Europa se reunieron en la ciudad alemana de Koblenz para celebrar el regreso del nacionalismo de la política de América y Europa. La cabeza de los festejos fue Marine Le Pen, líder del Frente Nacional de Francia, que declaró “Estamos presenciando la muerte de un mundo y el nacimiento de un nuevo mundo”.

 

Ella habló demasiado pronto. Fuera de los cuatro líderes de los partidos que compartían esa etapa en Koblenz, dos tienen ya importantes derrotas. El político holandés Geert Wilders vio a su partido rotundamente derrotado por lo pro-Unión Europea en una elección celebrada el mes pasado.

Entonces, ¿qué pasó con la ola revolucionaria Le Pen y los otros en Koblenz? Las elecciones francesas, al igual que la victoria de Trump en noviembre y el referéndum Brexit en junio, demostraron que los votantes de todo el mundo occidental están hartos de la clase política..

 Una de las características de Le Pen es la xenofobia y, en particular, una profunda aversión a la inmigración del mundo musulmán, se sigue impulsando el debate en la política europea, tal como lo hiciera Estados Unidos durante la campaña de Donald Trump y el Reino Unido por delante de Brexit.

En un estudio publicado en febrero por Chatham House, un promedio de 55% de los encuestados en diez países de la Unión Europea están de acuerdo en que “toda nueva migración de los países de mayoría musulmana debe ser detenido.” Sólo una quinta parte de los encuestados no estuvo de acuerdo con esta afirmación.

 

Y si esos sentimientos se combinan con envejecimiento de la población de la Unión Europea, una  lenta economía y la alta tasa de desempleo, que establece el escenario muy bien para los populistas de derecha para atraer el apoyo de masas, o incluso tomar el poder, sobre las espaldas de los votantes hartos de la situación actual. Lo que los nacionalistas parecen faltar en Europa occidental es la habilidad y el carisma para aprovechar estas oportunidades.

 

  Foto: Twitter

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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