De visita por el estado de Coahuila, la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, aseguró que el partido está inmerso en una realidad con un futuro incierto, aunque les presenta la oportunidad de mejorar, pues indicó, el reto es hacer las cosas de mejor manera, como antes lo hacían: “bien”.
“Tenemos que entrar a una transformación profunda de nuestro partido, una transformación de forma y de fondo, que responda al mensaje que nos mandaron los ciudadanos, pero también al mensaje que nos mandaron los priistas”, indicó en un evento con simpatizantes del partido.
Dijo que se debe fortalecer la identidad del tricolor, para lo cual se debía recuperar el orgullo priísta y que los liderazgos reconecten con la militancia, “hay que poner a la militancia en el centro de todas las decisiones del partido”. Por otro lado, dijo, deben reconquistar la confianza ciudadana, “tenemos que hacer un trabajo cercano, para que la gente vuelva a confiar en nosotros”.
En ese sentido, aseguró que ahora que no estarán en el gobierno, será una oposición crítica, firme y valiente, sin olvidarse de sus deseos de volver a gobernar el país.
“El PRI es un partido que sabe ganar y que va a volver a ganar para servirle a México. Por eso no podemos aflojar el paso; nos vamos a fortalecer y vamos a trabajar todos los días, para volver a tener el corazón y la confianza de nuestra militancia y el corazón y la confianza de todos los mexicanos”, refirió la también Senadora.
Indicó que el proceso de reflexión por el cual atraviesa el partido, es para saber por qué se tuvo el resultado electoral del 1 de julio, para así no volver a cometer los mismos errores y dar paso a una etapa más importante, aquella donde de común acuerdo, se reforme al partido para volver a servirle al país.
Reconoció que en la pasada elección no se obtuvo el resultado que esperaban, sin embargo dijo que les dejó lecciones como el de la templanza, del trabajo y del orgullo. Reiteró que la fuerza histórica del partido no surgió por casualidad, sino que fue resultado de años de trabajo de la mano de las estructuras.
En ese sentido, aceptó que en los últimos años el partido privilegió la técnica, olvidándose de la sensibilidad social, dijo que “nos acercamos mucho a los consultores externos y nos alejamos de los militantes, pasamos más tiempo en las oficinas que en las calles”.
Finalizó recordando que la próxima batalla será en 2019 con las elecciones en cinco entidades: Aguascalientes, Baja California, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas.
