De acuerdo a las investigaciones que se siguen en relación al doble asesinato cometido la semana pasada en el centro comercial Artz Pedregal, el posible móvil del crimen podría ser diferencias entre las victimas y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
Y es que ha salido a la luz que Alon Azulay y Benjamín Yeshurun Sutchi lavaban dinero para el cártel, mediante empresas que tenían en diferentes estados tales como Oaxaca, Puebla, Guanajuato, Querétaro y en la Ciudad de México. Se presume que las empresas estarían dedicadas a la industria textil.
De acuerdo al rastreo de los teléfonos celulares y a los movimientos de las empresas, apunta a que los israelíes intentaron robar o estafar a la organización criminal.
Según los mensajes encontrados en los celulares de las víctimas, integrantes del cártel fueron quienes concretaron la cita con los israelíes, por lo que sus sicarios sabían el día, hora y lugar dónde estarían.
Esta versión sería respaldada por la forma en que actuaron los ‘gatilleros’, tanto en la entrada principal de la plaza en una primer balacera con la que se distrajo a la seguridad, así como a los que operaron al interior del restaurante, siendo Esperanza “N” uno de ellos, la única detenida en relación al asesinato.
Las autoridades identificaron la presencia de un mando del Cártel Jalisco Nueva Generación, quien a distancia, fue el que coordinó el crimen. Y aunque estuvo a distancia, se sabe que dicho mando estuvo todo el tiempo en la plaza comercial.
En los mensajes que se encontraron en los teléfonos móviles de las víctimas, había uno que indicaba que Alon Azulay y Benjamín Yeshurun Sutchi no querían sostener la reunión en que fueron asesinados, pero al proponerles que sería en un lugar público, accedieron.
