Por Enrique Quintana

El Financiero 

 

Ayer le comentaba que había una amplia divergencia entre la percepción sobre la condición de la economía y los datos objetivos, que indican que, en materia de consumo, al menos hasta marzo el crecimiento supera a lo esperado.

 

Este resultado es coincidente con un dato de intención de voto que publicamos ayer en EL FINANCIERO y que resultó, para muchas personas, sorpresivo.

 

La encuesta presentada ayer por EL FINANCIERO refleja fundamentalmente que la competencia sigue cerrada. No hay ninguna victoria inevitable.

 

Los márgenes estadísticos de error dan una diferencia muy pequeña a Margarita, mientras que AMLO y el candidato mejor posicionado del PRI, Osorio Chong, están en un empate estadístico.

 

Los trolls de AMLO, así como algunos columnistas, han estado muy activos desde ayer y han cuestionado los resultados. Los más educados han calificado a EL FINANCIERO de ‘vendido’ y los más agresivos nos han recordado, con insultos, a toda la parentela.

 

Es decir, todo normal.

 

EL FINANCIERO publicó, al arranque de febrero, que López Obrador iba adelante seis puntos porcentuales respecto a Margarita. Y, entonces, sí éramos un medio que reflejaba la realidad del país.

 

La realidad es que, a estas alturas, la intención de voto es muy volátil.

 

La historia cambió. Margarita le lleva tres puntos a AMLO y, por eso, para los seguidores del tabasqueño, manipulamos las encuestas y somos parte de la mafia de poder.

 

Hay dos tipos de simpatizantes de AMLO.

 

Los fanáticos y fundamentalistas le aplauden a rabiar en los mítines, y le dicen a AMLO que van derechitos a la victoria.

 

Mientras más queda satisfecho AMLO con lo que le dicen, más posibilidades hay de ‘agarrar algún hueso’.

Así que hay muchos que rinden pleitesía al tlatoani.

 

Pero, hay otros, me consta personalmente, que están conscientes de que AMLO sigue siendo vulnerable y que toman las encuestas que no le favorecen como un insumo que permite elaborar estrategias y posicionamientos nuevos. Allí están, pero no son muchos.

 

Si, por asomo –como yo lo he hecho–, alguien justifica que su agenda, la de AMLO, tiene sentido y bases, y que se requiere dar respuestas a sus planteamientos, entonces uno se vuelve una persona non grata frente al PRI y al PAN.

 

Pero, si se cuestionan las inconsistencias de la propuesta de AMLO, entonces uno se vuelve parte del costal, perdón, de la “mafia de poder”.

 

El círculo más cercano a AMLO sabe que los datos de EL FINANCIERO son correctos.

 

Y, por tanto, que requiere una nueva estrategia para ganar. Los deslices respecto a los 43 de Ayotzinapa o las críticas al Ejército no fueron gratuitas. Le costaron mucho.

 

A mi parecer, más allá de los resultados objetivos de la encuesta publicada ayer, AMLO sigue siendo el candidato con más posibilidades de ganar, como lo fue en 2006.

 

Y, como entonces, el resultado final va a depender de que sepa mantener las formas durante la campaña. Lo que entonces no supo.

 

Pero, en fin, falta mucho, y lo que las cifras arrojan es que estamos muy, pero muy lejos, de un escenario en el que sea inevitable el triunfo de AMLO.

 

 

 

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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