Tras contener la pandemia con éxito durante más de un año, los últimos bastiones de la estrategia de erradicación de la COVID-19, como Vietnam, Australia y Nueva Zelanda, se resignaron a convivir con el coronavirus ante la dificultad para frenar la variante Delta, el cansancio de las poblaciones y los estragos económicos.

La última en reconocer la inviabilidad de esa estrategia ha sido Nueva Zelanda, cuya primera ministra, Jacinda Ardern, anunció este lunes un nuevo modelo que tiene en cuenta las tasas de vacunación para relajar las restricciones de movimiento.

Es la primera vez que el gobierno neozelandés reconoce públicamente que abandona su estrategia de eliminación cero del coronavirus, que le valió ser considerado como el país más exitoso en la lucha contra la pandemia, con 4,352 contagios y 27 muertes hasta el momento.

China queda ahora prácticamente como el único país decidido a erradicar el virus en su territorio, una estrategia de test masivos, cierre de ciudades y confinamientos, que permanece inalterada desde el comienzo de la pandemia en Wuhan.

La decisión de Nueva Zelanda ha venido forzada por la situación en Auckland, que desde agosto sufre el peor brote conocido en el país hasta el momento, con 1,314 contagios, 29 de ellos este lunes, pese al confinamiento en vigor desde hace siete semanas.

Según Ardern, los cierres estrictos podrán terminar cuando el 90% de la población vacunable tenga la pauta completa, una cifra todavía lejana en un país donde solo un 46% de los mayores de 12 años ha recibido las dos dosis y el 76% tiene al menos una.

Pese al anuncio de esta nueva estrategia, Nueva Zelanda no tiene aún fecha para reabrir sus fronteras, cerradas con excepciones mínimas desde marzo de 2020, una medida compartida por su vecino, Australia, que sí ha anunciado una reapertura a partir de noviembre.

El plan gubernamental, que no da detalles sobre la entrada de turistas, contempla que los australianos y residentes que hayan completado la pauta de vacunación hagan una cuarentena de siete días en sus viviendas y puedan viajar sin cuarentena a países seguros.

Vietnam, otro de los bastiones de la política de COVID cero, también se ha replanteado la situación ante la fuerza de la variante Delta, que durante meses ha puesto en jaque a su capital económica, Ho Chi Minh, cuyo estricto confinamiento de casi tres meses ha hundido la economía del país.

Foto: Twitter @MallowNews

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario